Música para el fin de semana – Marte

enero 31, 2015

Este finde me retrasé en subir el habitual video. El buen tiempo, una pileta, un asado resultaron una competencia demasiado fuerte para el blog. Entonces, trato de compensarles: Además de unos siete minutos de Marte, de la Suite Planetas de Gustav Holst, por la Orquesta Filarmónica Real de Liverpool (se me ocurre que sería el original heavy metal), que va en un crescendo sombrío y amenazante, apropiado para los tiempos que corren, les acerco un afiche retro de la NASA, que me envió Víctor Arreguine.

Es para fomentar el turismo de la imaginación.

kepler106b-travel-poster


La política y la convicción

enero 30, 2015

munich_demo_l

Soy seguidor del blog de mi amigo Artemio López. Muchas veces no estamos de acuerdo en una evaluación política, o en la elección de las mejores tácticas, pero siempre lo encuentro estimulante. Y a menudo sube textos de un nivel intelectual muy por encima de la coyuntura (con algún sesgo por autores franceses modernos que no aguanto, pero nadie es perfecto).

Hoy hizo un aporte valioso para cualquier visitante de la bloguería politizada. Subió una parte sustancial de la conferencia clásica de Max Weber «La política como vocación» (con el correspondiente enlace al original completo). Recomiendo leerla a todo (y toda) aquel que crea tener «vocación» para la política. Especialmente a los jóvenes, como los que él se dirigía.

Inspirado por el ejemplo de mi amigo, voy a hacer algo más de caradura. Una especie de «Weber for dummies» donde tomo frases y párrafos de esa gran conferencia, para tratar de traducir en un lenguaje más convencional y pedestre algunos de sus conceptos de la política, la convicción y la responsabilidad.

Eso sí, tengo que señalarle algo a Artemio. El lenguaje que Weber usa, su dramatismo, especialmente en el largo fragmento que subió, está influido, dominado, por su circunstancia. Munich, 1919, el final de la Primera Guerra Mundial, la derrota de Alemania, la revolución y la reacción luchando en las calles… Sobre todo, la conciencia, que su lucidez le imponía, que eso era el prólogo de la destrucción de la civilización europea que lo formó. El hecho que algunas encuestas lo den en punta a Scioli, como la que usó para ilustrar su posteo, no es igualmente trágico.

Weber (muy) básico: «El concepto (de política) es extraordinariamente amplio y abarca cualquier género de actividad directiva autónoma … Hoy por política entenderemos solamente la dirección, o la influencia sobre la dirección, de una asociación política, es decir, en nuestro tiempo, de un Estado … Política significará, pues, para nosotros, la aspiración a participar en el poder o a influir en la distribución del poder entre los distintos Estados o, dentro de un mismo Estado, entre los distintos grupos de hombres que lo componen«.

«El Estado, como todas las asociaciones políticas que históricamente lo han precedido, es una relación de dominación de hombres sobre hombres, que se sostiene por medio de la violencia legítima (es decir, de la que es vista como tal). Para subsistir necesita, por tanto, que los dominados acaten la autoridad que pretenden tener quienes en ese momento dominan … Quien hace política aspira al poder; al poder como medio para la consecución de otros fines (idealistas o egoístas) o al poder «por el poder», para gozar del sentimiento de prestigio que él confiere«.

Además de la política, habla de los políticos:

«Hay dos formas de hacer de la política una profesión. O se vive «para» la política o se vive «de» la política. La oposición no es en absoluto excluyente. Por el contrario, generalmente se hacen las dos cosas, al menos idealmente; y, en la mayoría de los casos, también materialmente. Quien vive «para» la política hace «de ello su vida» en un sentido íntimo; o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee, o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un sentido a su vida, poniéndola al servicio de «algo». En este sentido profundo, todo hombre serio que vive para algo vive también de ese algo«.

A continuación subo un párrafo que ni yo me atrevo a sintetizar. Esencial, porque las frases que copié arriba también podrían ser de cualquiera de los imitadores berretas de Maquiavelo. Para que sea más fácil de entender, explico en mis palabras dos conceptos fundamentales en la obra de Weber (no originales de él, por cierto): la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad.

Ética de la convicción es aquella que juzga una acción en sí misma, por su cercanía o su alejamiento de determinados principios morales. Al que la ejecuta, le pregunta (o se pregunta) por sus intenciones.

Ética de la responsabilidad es la que juzga a la acción por sus consecuencias. Para el que la lleva a cabo, la pregunta fundamental es si la ha pensado bien.

Weber dice, ya casi al final de la conferencia:

«Es cierto que la política se hace con la cabeza, pero en modo alguno solamente con la cabeza. En esto tiene toda la razón quienes defienden la ética de la convicción. Nadie puede, sin embargo, prescribir si hay que obrar conforme a la ética de la responsabilidad o conforme a la ética de la convicción, o cuándo conforme a una y cuándo conforme a otra. Lo único que puedo decirles es que cuando en estos tiempos de excitación … (la excitación no es ni esencialmente ni siempre una pasión auténtica) veo aparecer súbitamente a los políticos de convicción en medio del desorden gritando: «El mundo es estúpido y abyecto, pero yo no; la responsabilidad por las consecuencias no me corresponden a mí, sino a los otros para quienes yo trabajo …», lo primero que hago es cuestionar la solidez interior que existe tras esta ética de la convicción. Tengo la impresión de que en nueve casos de cada diez me enfrento con odres llenos de viento que no sienten realmente lo que están haciendo, sino que se inflaman con sensaciones románticas. Esto no me interesa mucho humanamente y no me conmueve en absoluto.

Es, por el contrario, infinitamente conmovedora la actitud de un hombre maduro (de pocos o muchos años, eso no importa), que siente realmente y con toda su alma esta responsabilidad por las consecuencias y actúa conforme a una ética de responsabilidad, y que al llegar a cierto momento dice: «No puedo hacer otra cosa, aquí me detengo». Esto sí es algo auténticamente humano y esto sí cala hondo. Esta situación puede, en efecto, presentársenos en cualquier momento a cualquiera de nosotros que no esté muerto interiormente. Desde este punto de vista la ética de la responsabilidad y la ética de la convicción no son términos absolutamente opuestos, sino elementos complementarios que han de concurrir para formar al hombre auténtico, al hombre que puede tener «vocación política»


A. F. I.: ¿si no fue Beliz, quién?

enero 29, 2015

austin_powers-1

El posteo anterior fue sólo para cuestionar una leyenda mediática en pleno armado: «Que Gustavo Beliz, joven ministro de Justicia en 2004, combatió contra el siniestro «Jaime Stiuso» y quiso reformar la malvada SIDE, a lo que se negó Néstor Kirchner. Y que la nueva Agencia Federal de Inteligencia que el gobierno quiere crear se basa en su viejo proyecto«.

Como todas las leyendas, se basa en algunas cosas ciertas. Beliz se enfrentó con Stiuso. Y Kirchner, como otros presidentes en el pasado y sin duda en el futuro, usó la información que los servicios de inteligencia le brindaban para hacer política (en realidad, es difícil imaginarse un gobernante que se abstenga de usarla, salvo que tenga un grado heroico de santidad, raro en los gobiernos y aún en las iglesias).

Pero esa versión ningunea a los que verdaderamente se dedicaron a estudiar las funciones y los problemas de la recolección de inteligencia por agencias gubernamentales en el mundo real, y en Argentina en particular. Y que han denunciado errores y corrupciones, y propuesto reformas.

Eso sí, es necesario tener claro una cosa: la autoría de este proyecto (que aquí en el blog evalué positivo, en principio), la responsabilidad y, si caben, los méritos o las culpas corresponden al gobierno de Cristina Kirchner. Los proyectos pertenecen a quien puede hacerlos realidad: esa es la ventaja de los oficialismos, y el riesgo que corren.

Dicho eso, quiero comentarles que he escuchado de amigos más cercanos a la «cocina» K que yo que buena parte de las ideas pertenecen a Marcelo Saín. Y acercarles un material que yo, que no soy experto en el tema, irónicamente encontré en un enlace en el blog de Omar Bojos (Digo irónicamente, porque Omar es un militante del massismo, y su candidato pidió convocar a expertos internacionales para la investigación de la muerte de Nisman, porque darían garantías de estar «despojados de cualquier interés» ¿! ).

Al margen de las pavadas que se dicen en campaña, este reportaje de Mendoza Online interpela a estudiosos del asunto, algunos cercanos al gobierno nacional y otros enfrentados, pero todos con experiencia y trabajos presentados mucho antes de esta crisis. Es largo, pero si tienen tiempo léanlo, porque, aunque teóricos, apuntan a una de las fuentes de gangrena inevitables en todo gobierno, y en particular en el nuestro.

Por mi parte, encontré especialmente interesantes las observaciones del jurista Alberto Binder: «(En el caso de la AMIA) subordinaron la investigación a tener una plataforma para jugar el juego de las agencias anti terrorismo internacional y su red de información, y de ello son tan responsables Stiuso como Nisman«. «La SI concentró todas las escuchas telefónicas del país … de tal manera que no solo la justicia federal, sino cualquier fiscal del interior que quiere hacer escuchas telefónicas debe pasar por la sección correspondiente. Todo esto es altamente pernicioso y ahora ha salido a la luz».»Urge crear la Agencia Federal de Investigaciones. Es algo que se reclama hace años. Este Gobierno lo tuvo en cartero y no lo llevó adelante por presiones de la Secretaría de Inteligencia».

Por eso, aquí les copio un artículo suyo del año 2009, que da detalles de escándalos hoy olvidados y muestra como la «inteligencia» ha creado entre nosotros, como en otros países, un submundo privado sin control.

«El sistema de inteligencia es tan necesario como peligroso. Una herramienta que debe ser administrada con suma responsabilidad por parte de los funcionarios públicos, que no pueden olvidar los daños que han causado su descontrol y el abuso de sus estructuras y herramientas, en especial para el Terrorismo de Estado.

Nuestra realidad muestra un nivel de irresponsabilidad, desidia y abuso que ya son alarmantes e inadmisibles. La Ley Nacional de Inteligencia (25.520) es clara en este aspecto: «Queda prohibida la creación, conformación y funcionamiento de asociaciones, instituciones, redes y grupos de personas físicas o jurídicas que planifiquen y/o ejecuten funciones y actividades de inteligencia en cualquiera de sus etapas asignadas por la presente ley a los organismos integrantes del Sistema de Inteligencia Nacional» (Art. 11).

Lo que prohíbe la ley es, precisamente, lo que se ha hecho en el ámbito del Gobierno de la Ciudad y la misma forma de operar es la que se está investigando en la Justicia Federal de San Isidro, a raíz de múltiples intervenciones ilegales en teléfonos y correos electrónicos. Allí también se encuentran investigados «operadores libres» que mantienen contratos «formales» en instituciones públicas, al igual que el caso de la Ciudad de Buenos Aires. Es una práctica que viene siendo admitida y que reclama una investigación integral.

Las quejas de funcionarios que saben muy bien de qué están hablando porque prohijaron este descontrol, las denuncias de jueces de la Corte Suprema, el carácter público de maniobras hasta burdas sobre opositores políticos y las propias quejas que se escuchan de funcionarios de diversos niveles dan cuenta de que se ha instalado en el país un sistema de funcionamiento ilegal del servicio de inteligencia, que promueve operadores más o menos independientes para operaciones prohibidas expresamente por la ley.

No podemos darnos el lujo de superficializar este problema, creyendo que sólo se trata de internas entre sectores de inteligencia o entre ellos y la Policía Federal o entre ambos y sectores del gobierno.

Sólo la miopía y la irresponsabilidad manifiesta de quienes viven en un mundo de permanentes intrigas pueden hacer creer que se trata de jugarretas de poca monta: lo que está atrás es la reconstrucción del Estado Policial que nunca pudimos desarticular y la creación de una nueva «autonomía» de sectores policiales (en particular la «federal» y de inteligencia) con capacidad de jugar el juego de las mafias que jaquean a nuestra democracia.

A todo ello debemos sumarle la inoperancia de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia creada precisamente con la finalidad de «fiscalizar que su funcionamiento se ajuste estrictamente a las normas constitucionales, legales y reglamentarias vigentes, verificando la estricta observancia y respeto de las garantías individuales consagradas en la Constitución Nacional» (Art. 32), con facultades incluso de controlar los «gastos reservados» sobre los que penden tantas sospechas (entre otras, por la vieja historia del pago de sobresueldos, que todavía anda dando vueltas por los tribunales sin rumbo claro).

Tratar de obtener información sobre este Comisión es casi imposible. Incluso se nos llegó a informar que ¡el día de reunión era secreto! y en la página del Senado o de Diputados no hay información de ningún tipo. ¿Se reunirá, cumplirá alguna función efectiva de control? Preguntas pendientes.

Nuestro sistema de inteligencia se encuentra sin control institucional y se ha permitido el crecimiento y desarrollo de operaciones informales expresamente prohibidas y amparadas por funcionarios de alto nivel. Las nuevas tecnologías y su escaso costo hacen que todo gobernador quiera tener su propio sistema de inteligencia, por supuesto sin formalidades y en la más completa oscuridad.

Para algunos será el juego perverso de las pequeñas intrigas y «camas» de los operadores políticos que hoy son habituales en la vida institucional, pero para el conjunto de los ciudadanos significa haber desatado una de las peores prácticas de las que tenemos memoria«.


No fue Beliz

enero 29, 2015

Gustavo-Beliz-foto-de-Stiuso

Un debate habitual en #BASAT es sobre hasta qué punto los medios «crean opinión» o se limitan a expresar y dar forma a sentimientos y prejuicios que ya existen en su público. Es una discusión habitual en los que trabajan en comunicación, porque – claro – no tiene una resolución definitiva. Ambas cosas son ciertas, porque se trata de un proceso, no de un hecho que se produce en un momento dado.

De cualquier modo, es cierto que la situación actual en nuestro país puede verse como un caso especial, para los libros (que sin duda en algunos años escribirán los politólogos). Es llamativo ver como el discurso de las fuerzas políticas, y también de la gente común que se enfrenta a la Presidente Cristina Kirchner y a su gobierno, está tomado de los medios opositores, casi sin elaboración. Cualquiera que repase las redes sociales – Facebook, la más típica – puede dar testimonio de ésto. No hablemos de las declaraciones de los políticos, por Dios.

La tarea es más fácil – decimos lo que somos algo escépticos de la omnipotencia de los medios – es que las usinas opositoras no tratan de imponer abiertamente una ideología – sólo en forma casi subliminal, dando por hecho que hay una forma racional y «seria» de hacer las cosas, que no es, claro, la del gobierno. El relato a dejar establecido, en todos los casos, es que cualquier cosa que hagan los K la hacen por motivos malvados y egoístas. Y que además la ejecutan mal.

Es interesante analizar el porqué el oficialismo – que cuenta con recursos comparables y comunicadores talentosos – no ha conseguido imponer un discurso propio entre los sectores no politizados – la gran mayoría – de quienes lo apoyan. Ni tampoco crear un medio de comunicación gráfico o televisivo con el alcance masivo del Grupo Clarín (disminuido como ha sido éste por el avance de Internet y el descenso en la compra de diarios).

Pero eso es para un posteo más largo y técnico que éste. Aquí quiero mostrar la creación ante nuestros ojos y en pocos días de un mito urbano: Que la nueva Agencia Federal de Inteligencia que el gobierno quiere crear se basa en un proyecto de Gustavo Beliz, el casi olvidado Ministro de Justicia inicial de Néstor Kirchner, y que éste lo vetó para proteger el poder de la vieja SIDE. Y que cuando Gustavo Beliz le advirtió a Néstor Kirchner sobre el peligro que representaba «Jaime Stiuso», el entonces presidente eligió apoyar a este último en vez de a su ministro de Justicia.

Esas dos afirmaciones que enlazo están ayer en una columna en Clarín de Nicolás Wiñazki, y en nada menos que en un editorial de La Nación. Pero habían sido ya sembradas en noticias aparecidas en los días previos, en esos medios, en Infobae, … Basadas en alguna similitud con propuestas de ese ministro y, sobre todo, en la famosa ocasión en 2004 cuya foto engalana este posteo, cuando Beliz revela por primera vez en TV la cara del espía maestro, «Stiuso».

No es una historia absurda, eh. Sólo que para construirla hay que dejar de lado un hecho incómodo. Que apareció en una columna de Gerardo Young en las mismas páginas de Clarín, en abril de 2004, accesible a cualquiera que se moleste en buscarla. Ahí se relata que la entonces senadora, y primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, fue decisiva para resolver una interna de poder dentro de la Policía Federal, al empujar la remoción del más poderoso de los policías argentinos y un firme candidato a ser el jefe de la fuerza. Decisión que dejó mal parado a Beliz.

Esa decisión del Presidente Kirchner fue aconsejada, según dijo entonces Clarín, por la senadora, que conocía a ese jefe policial desde fines de los años noventa, cuando ella integraba la Comisión de Seguimiento de la investigación del atentado a la AMIA y él se ocupaba del trabajo policial del caso. También la noticia nos habla de internas en la Federal y en la SIDE, por el manejo de los secuestros extorsivos (nada sorprendente), pero la clave fue esa animadversión. «Para Cristina, ese policía siempre fue parte de la «gran mentira» de la investigación AMIA, como la llamó cuando declaró en el juicio oral por el atentado, en el 2003«.

El nombre de ese comisario, de quien CFK tenía tan mala opinión, era, es Jorge «Fino» Palacios ¿Les suena?


Más sobre la Agencia Federal de Inteligencia

enero 28, 2015

jamesbond

Vuelvo a este tema porque la información que he visto en los medios es confusa y sesgada. Y la columna de comentarios del primer posteo – a pesar de los esfuerzos de uno de los que intervino, P. E., al contar la historia de los organismos de «inteligencia» argentinos, y cómo debería ser el nuevo organismo – se convirtió en una de esas discusiones de sordos donde ambas partes repiten sus argumentos (¿alguien los lee, después de la 5ª o 6ª vez? Yo no, así que suprimí algunos).

Éste tiene mi sesgo, así que está bien (para mí). Son unas breves reflexiones sobre el proyecto que anunció la Presidente.

Un buen resumen del texto – esto no es casual – apareció en el blog de J. R. Sentis. Leemos:

«1. Disolución de la Secretaría de Inteligencia (S.I.), la ex SIDE.
2. Creación de la Agencia Federal de Inteligencia (A.F.I.). Contará con un director general y un subdirector designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado.
3. El ámbito de acción del AFI quedará limitado a los delitos graves internacionales: prevención de amenazas terroristas, tráfico de armas, delitos económicos, narcotráfico, ciberdelitos y trata de personas.
4. Las actividades de inteligencia interna quedarán limitadas a la investigación de delitos criminales complejos, inteligencia criminal o atentados complejos contra el orden.
5. Se transferirá al Ministerio de Procuración Fiscal el sistema judicial de escuchas.
6. El plazo de entrada en vigencia del proyecto una vez aprobado será de 90 días no prorrogables.
7. Se establece que ni jueces, ni fiscales, ni funcionarios podrán contactarse con agentes de la AFI por fuera de los canales oficiales. La única vía será a través de su director o subdirector.
8. Se crean bancos de protección de datos y archivos de inteligencia.
9. Se penalizan incumplimientos a la ley. Se lleva de tres a diez años la pena de prisión a toda persona que captare o desviare comunicaciones telefónicas, paquetes de datos, archivos, étc.
«.

Ya dije que la medida me parecía una buena respuesta política al problema coyuntural creado por una estructura del Estado, con el manejo de grandes recursos y una tradición de autonomía, donde algunos sectores perseguían una agenda opuesta en temas claves a las directivas del Poder Ejecutivo.

Ahora quiero agregar que me parece un paso adelante, estratégico, en la tarea de darle a la sociedad mejores mecanismos legales para controlar una actividad necesaria pero peligrosa. Por supuesto, eso depende en mucho de la letra chica de la ley que finalmente se apruebe, y de los decretos que la reglamenten. Pero ya es positivo que se empiece a discutir en el ámbito legislativo, aunque, al tratarse de un año electoral, los representantes del pueblo se sentirán obligados a declamar consignas.

Para adelantarme a los inevitables comentarios: Es obvio que la Presidente nombrará al frente del nuevo organismo a personas de su confianza. Como también cualquiera puede prever que – no importa el término formal de sus mandatos – otro Presidente les aceptará sus renuncias y nombrará a gente de la suya. Néstor Kirchner conservó por años a ministros claves de Duhalde (Roberto Lavagna, Aníbal Fernández) pero el que le trae la información … aquí y en el cualquier país del mundo lo elige quien está al frente del gobierno.

En los medios, los dirigentes opositores afectan escandalizarse porque los escuchas telefónicas (autorizadas) quedarán en la órbita de la Procuración General. Se puede apreciar o no a la Dra. Gils Carbó, pero me parece ofrece menos campo a arbitrariedades el manejo por una oficina judicial que por espías profesionales, como hasta ahora.

También pueden ahorrarse los amables comentaristas – aunque no lo harán – alusiones al placer con que Kirchner mostraba estar informado de las andanzas de amigos y adversarios, al hecho, tampoco casual, que el Jefe del Ejército venga del Arma de Inteligencia, que Mauricio Macri esté procesado por haber intentado armar un sistema de escuchas con la ayuda de un ex jefe de la Federal, el «Fino» Palacios. Hasta alguna anécdota sobre la inteligencia santiagueña que reportaba a Carlos Juárez y su esposa…

El hecho es que la inteligencia – entendida como recolección de información, claro – es una necesidad vital para cualquier gobernante. Eso le da poder, necesariamente, también a quienes reúnen la información. Y la tecnología moderna brinda posibilidades muy por encima de las que tenían los espías de la Serenísima República de Venecia. Todo lo que puede hacer una democracia es darse un marco legal que limite los posibles abusos, o los disuada con penalidades adecuadas. Este proyecto de ley es un paso en esa dirección, al contrario de lo que sucedió hace una década con la «Ley Patriota» en EE.UU.


Símbolos griegos

enero 27, 2015

tsipras-kaisariani

Aquí sólo voy a traducirles, ampliando con información circunstancial, un posteo de mi amigo Otto Rock, cuyo blog IKN informa sobre la actividad minera en Latinoamérica a los inversores. Y también otras cosas, cómo no.

Ayer, como dice La Nación, «Alexis Tsipras impuso un ritmo vertiginoso. A la velocidad de un meteoro – ése era su apodo de estudiante – cerró una negociación con el partido nacionalista Griegos Independientes para asegurarse la mayoría en el Parlamento, se entrevistó con el presidente Carolos Papoulias para aceptar el encargo de formar gobierno y luego juró como primer ministro.

A los 40 años, convertido en el jefe de gobierno más joven del último siglo y medio de la historia griega, rompió con todas las tradiciones: con la camisa blanca abierta y sin corbata -como es habitual en su caso-, formuló un juramento civil ante el jefe de la Iglesia Ortodoxa griega; como es ateo, no invocó a Dios y prometió «velar siempre por los mejores intereses del pueblo griego«.

Hubo algo más, nos advierte Otto. «A continuación, dejó el edificio y caminó hacia el memorial en Atenas de la II Guerra Mundial, el campo de tiro Kaisariani, donde los alemanes ejecutaron 200 patriotas griegos el 1º de mayo de 1944. Allí depositó flores, en su primer acto como Primer Ministro«. Teléfono para Berlín.

Por supuesto, como corresponde en una tragedia griega, todos los personajes actúan con un profundo simbolismo. Acá hay otro, con memorias de Tebas cuando la muerte de Laio y Buenos Aires en 2002 y 2003 «LONDRES, 26 de enero (Reuters) – Standard and Poor envió una alerta temprana al nuevo gobierno de Grecia, diciendo que podría rebajar la calificación de crédito soberano, incluso antes de su próxima fecha de revisión prevista a mediados de marzo, si las cosas van mal«.


Creando la Agencia Federal de Inteligencia

enero 27, 2015

CFK

Hace unas horas la Presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció la disolución de la Secretaría de Inteligencia, la ex SIDE, y el envío de un proyecto de ley para crear una Agencia Federal de Inteligencia, que se tratará en sesiones extraordinarias. El enlace es a la página de la Casa Rosada, donde se hace un resumen del discurso. Recomiendo leerlo, porque en el estilo coloquial de CFK enfoca varios temas importantes, además de lo institucional.

En cuando al proyecto en sí, no soy un experto en el área, y además no lo leí todavía. Sólo voy a hacer una breve reflexión política.

Éste es un escenario que hemos visto otras veces en estos casi doce años de las gestiones Kirchner: Un ataque durísimo, e imprevisto (aunque no imprevisible) de un sector de la oposición con poder institucional, económico, mediático o social. Frente a él, el gobierno K tiene un lapso más o menos corto de desconcierto. Pero en ningún momento aparece amilanado. Finalmente responde con una decisión institucional que – sin apartarse del marco legal vigente – modifica las «reglas de juego» dentro de las cuales sus adversarios habían planteado el desafío. Y – el punto que me parece más significativo de una diferencia profunda entre los contendientes – éstos aparecen incapaces de elaborar a su vez una nueva respuesta, adaptada a la situación creada.

El esquema se repite una y otra vez. Desde la renuncia de la Corte Suprema menemista al comienzo mismo del mandato de Néstor Kirchner, hasta el rechazo del fallo que favorece a los fondos buitres, pasando por la recuperación del control de YPF, la estatización de las AFJPs, las mejoras en la infraestructura ferroviaria… vemos que la mayoría de las medidas «emblemáticas» de estos tres mandatos han sido respuestas a desafíos o problemas que no aparecían en la agenda pública del gobierno hasta muy poco tiempo antes.

No quiero simplificar demasiado, ni alentar el triunfalismo de mis amigos K (que no necesitan mucho aliento para embalarse). Varias veces estos intentos oficiales de modificar el marco de referencia y crear cambios «irreversibles» se han frustrado o quedaron a mitad de camino. La Ley de Medios, por ejemplo, no ha democratizado la comunicación, ni siquiera ha afectado seriamente al Grupo Clarín (que se perjudicó, casi exclusivamente, por haber perdido la relación preferencial con el Estado que tan bien le sirvió en el pasado). Y el intento de reforma del Poder Judicial – íntimamente vinculado con el actual conflicto con los servicios de inteligencia -, ha estado asociado a derrotas tácticas y notorias del oficialismo (los casos Campagnoli, Bonadío, …). Digamos que ahí las batallas más importantes están por darse. Con poco tiempo disponible para el gobierno.

De cualquier modo, me parece indiscutible que la voluntad política y la decisión de dominar la agenda pública de Néstor y Cristina Kirchner han estado ausentes en los gobernantes argentinos desde los tiempos del primer peronismo. No creo que, como dice un colega bloguero tal vez demasiado entusiasta, que se han disuelto las chances electorales de la oposición en octubre. Hay un sector muy numeroso y motivado de los argentinos que está furiosamente en contra de este gobierno y de Cristina en particular, comparable al de sus partidarios igualmente fervientes (no digo que sean del mismo tamaño, eh).

Pero el voto, decisivo, de los que «miran y juzgan» va a estar influido no sólo por la situación económica – el bolsillo – sino también por las muestras de cohesión y de iniciativa del oficialismo. Porque la exigencia fundamental que se le hace a un gobierno es que gobierne.


Syriza forma gobierno: Es el bolsillo, griegos!

enero 26, 2015

El partido que ayer triunfó, rotundamente, en las elecciones griegas se llama SYRIZA, la sigla (en su alfabeto, claro) de Coalición de la Izquierda Radical. Y, como su nombre lo indica, es una de las fuerzas políticas de la nueva izquierda europea, surgida después del fracaso del «socialismo real» y también del de la «Tercera Vía», el intento de Blair y Felipe González, entre otros, de administrar el capitalismo con onda y buenas relaciones con los banqueros. Como Podemos, la española, está influida (¿superficialmente?) por las experiencias democráticas de la América del Sur en este siglo.

Es así que tiene en su programa «Realizar una auditoría sobre la deuda pública. Renegociar su devolución y suspender los pagos hasta que se haya recuperado la economía y vuelva el crecimiento y el empleon«, y también «Recuperar los convenios colectivos» y «Ampliar la protección laboral y salarial de los trabajadores a tiempo parcial» (¿éste no convendría volver a pensarlo por aquí, ahora que estamos en un año electoral? Digo), junto a consignas más tradicionales como «Nacionalización de los bancos«.

(Para los que se interesan: el tuitero #Desacatado nos acerca el programa entero aquí. Los que no se manejan con Twitter, lo encuentran en la página de Izquierda Unida, aquí).

Por supuesto, los programas, como los planes de batalla, están sujetos a la prueba de fuego del combate, y a menudo son la primera baja. Las negociaciones con Frau Merkel y la troika serán duras (Lucas Llach ve la salida de Grecia del euro como casi inevitable, aunque no está entre los objetivos de Syriza). Lo que yo señalo es que la carta a favor del futuro primer ministro, Tsipras, es que las políticas que ha seguido la Unión Europea desde 2008 se han mostrado desastrosas. O, como dijo un presidente argentino, no se puede cobrar a los muertos.

De todos modos, la primer batalla ya se dió en estas horas. Y la ganó. Syriza quedó a dos bancas de la mayoría absoluta, y, según la constitución griega, requería de alianzas para formar gobierno. Lo ha conseguido.

Ahora, como señalé al principio, se trata de un partido de izquierda, con las posiciones ideológicas tradicionalmente asociadas a esas fuerzas. Así, también son parte de su programa los puntos «37. Retirada de las tropas griegas de Afganistán y los balcanes: ningún soldado fuera de las fronteras de Grecia. 38. Romper los acuerdos de cooperación militar con Israel. Apoyar la creación de un estado Palestino dentro de las fronteras de 1967. 39. Negociar un acuerdo estable con Turquía. 40. Cerrar todas las bases extranjeras en Grecia y salir de la OTAN«.

Puede ser un dato interesante para Podemos (quizás también para nosotros, aunque aquí los clivajes son otros) ver dónde encontró los aliados Syriza: en los nacionalistas de derecha Griegos Independientes (Anel), de Panos Kammenos, un popular ex diputado conservador. Los de Anel son grandes defensores de la preminencia de la Iglesia Ortodoxa en Grecia, y tienen puntos de vista mucho más severos que Syriza con respecto a la inmigración. Pero ambos partidos ya habían votado numerosas resoluciones en el Parlamento juntos, la mayoría en contra de las medidas de austeridad helena.


Gana Syriza

enero 25, 2015

syriza

Las encuestas dicen eso, y los medios internacionales ya lo anuncian.

No conozco a fondo la situación griega actual, y en el blog he analizado la dinámica de Europa, antes que lo que un gobierno de Syriza pueda significar. Pero es un hecho importante, con repercusiones para nosotros. Así que les acerco este resumen de La Tercera, que me parece razonablemente informativo. καλή τύχη, Έλληνες !

«Grecia llegó a estos comicios, anticipados, tras un lustro de penurias. El país ha experimentado el mayor ajuste económico de una nación europea en tiempos de paz, que tiene a sus habitantes con el mismo nivel de vida que registraban sus padres en los 80. Las condiciones impuestas por la troika -formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI- a cambio de los 240.000 millones de euros concedidos en dos rescates para evitar la quiebra del Estado han generado más deuda, más desempleo y más pobreza, argumentan sus detractores. Un desencanto que podría convertir a los griegos en los primeros europeos que rechacen en las urnas el ajuste impuesto al sur del continente y que tiene en el euroescéptico Syriza (Coalición de Izquierda Radical) de Alexis Tsipras, como principal favorito.

«La gente está cansada. Harta de la crisis y de los efectos de la austeridad. Todo el mundo tiene un amigo que ha perdido el trabajo, o un familiar que necesita apoyo económico». Este es uno de los testimonios recogidos por la periodista Mariangela Paone en su libro Las cuatro estaciones de Atenas (2014), que ofrece un desolador panorama de los efectos de la crisis griega, las duras políticas de ajuste y el fin de su Estado de Bienestar.

Grecia, con un 25,9% de desempleo, una deuda pública del 175% del PIB y un 35,7% de su población en riesgo de caer en la pobreza, fue desde el 2009 el «conejillo de indias» que experimentó la receta de Berlín y Bruselas, que después se aplicó en otras naciones europeas, tras el descontrolado aumento de su deuda pública.

«La austeridad ha fracasado, no hay ninguna razón lógica para continuar con una medicina que propaga la metástasis», declaró Tsipras en un artículo en el Financial Times.

El líder de Syriza pretende dar marcha atrás con parte de las políticas de austeridad impuestas a Grecia por la troika y lograr una reducción de la deuda griega, que está en un 70% en manos de sus socios europeos. La elección de un nuevo gobierno en un país que representa solo el 2% de la economía de la Eurozona es casi un referendo sobre la política económica europea, sostienen los analistas.

Por su parte, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ya advirtió a Atenas que habría «consecuencias» de producirse una reestructuración de la deuda pública, tal y como defiende la formación de Tsipras.

«Una mayoría absoluta de Syriza traerá consigo la autonomía de Grecia en Europa. Necesitamos la mayoría absoluta para asegurar la salvación social y para restaurar la dignidad», dijo el dirigente de Syriza en el cierre de su campaña, celebrado el jueves en la plaza Omonia de Atenas con la presencia del líder del español Podemos, Pablo Iglesias, y el presidente del Partido alemán La Izquierda, Bernd Riexinger.

Tsipras advirtió que no tiene intención de formar gobierno «con los emisarios del Memorándum» (firmado por los socialistas del Pasok y Nueva Democracia con la troika para obtener el rescate). «No negociaré con fuerzas que llevaron a mi país a la catástrofe», aseguró. También pasó por alto la cuestión aún no resuelta de con quién buscará alianzas para obtener una mayoría absoluta en el Parlamento.

Eso sí, Tsipras no ha dejado de lanzar mensajes conciliadores a Europa. A través del Financial Times aseguró que «un gobierno de Syriza respetará las obligaciones de Grecia». «Grecia puede ajustar sus cuentas sin matar la democracia», prometió. Hace unas semanas la revista alemana Der Spiegel afirmó que Berlín veía como «inevitable» una salida de Grecia del euro en caso de un triunfo de Syriza.

Una opción que relativiza Holger Schmieding, analista del banco alemán Berenberg. «Syriza moderó levemente su tono, lo que sugiere que al menos hay una oportunidad de que Grecia no salga del euro si llega al poder», indicó. «Lo de la salida del euro es un mito de Berlín o Bruselas», asegura el responsable de Asuntos Externos del partido, Kostas Isychos.

En todo caso, para Tsipras el sur de Europa debe marcar el camino que luego habrían de seguir tanto España como el resto de países de la Eurozona. «Syriza será un dominó en el resto de Europa», vaticina Isychos«.


La Argentina K en el mundo. EE.UU., Cuba, Irán, Israel, …

enero 25, 2015

ajedrez

Algunos comentaristas amigos me han recordado que, al analizar los hechos recientes de nuestra realidad, debemos tener en cuenta el contexto global. Los factores económicos, sociales, demográficos que le dan forma y lo condicionan, las acciones de las Grandes Potencias, las tendencias que en el largo plazo cambian nuestras ideas de lo que es posible y deseable…

Por supuesto. «Todo tiene que ver con todo«, es una frase convencional y a la vez una verdad filosófica profunda. Y en un plano más concreto, nada de lo que nos pasa a los argentinos, ni de lo que hacemos nosotros, en política, economía, cultura, deja de estar vinculado con realidades, fuerzas que se originan fuera de nuestras fronteras. O por encima de cualquier frontera.

Repaso estas obviedades porque, me parece, también corremos el riesgo opuesto al de los que se interesan sólo en los asuntos y las broncas de su «aldea» y no ven la autopista que van a construir encima. Creo que muchos de nosotros compramos sin examen los grandes relatos sobre ese contexto global: en distintos tiempos, y por distintos sectores, el «mundo libre», el «socialismo», el «antiimperialismo», … Atención: No los menosprecio. Yo mismo adhiero a un «relato»: el de la «Patria Grande», o, como la llamaba un adversario, Huntington, la «civilización latinoamericana».

El punto que quiero hacer es que el relato que elegimos, para que sea una forma de ordenar en nuestras cabezas la realidad y no un delirio peligroso, es que debemos examinarlo desde nuestros intereses, nuestras capacidades y nuestra identidad como argentinos (Agrego lo de la identidad porque los intereses son contrapuestos y discutibles; la identidad es, como la capacidad o no de hacer algo, un hecho. Personalmente, también pienso que hay una identidad latinoamericana, de la cual la argentina es una de sus expresiones, pero no hay porqué estar de acuerdo para el sentido de este posteo).

Para dar un ejemplo: los militares argentinos que reprimieron ferozmente la guerrilla en los `70 estaban convencidos, o adoctrinados, que luchaban por el Occidente cristiano (como los guerrilleros se sentían parte de la lucha de los pueblos por el socialismo, mientras la Unión Soviética votaba a favor de Videla en los foros internacionales). Los más entusiastas se sentían combatientes de la Tercera Guerra Mundial. Sus generales y almirantes creían que el apoyo que prestaban a la contraguerrilla en América Central era un aporte significativo que sería debidamente valorado. La experiencia de la Guerra de Malvinas les demostró – aunque ya no eran capaces de reconocerlo – que para las potencias de «Occidente» eran peones descartables.

No fue solo la imprudencia de una Junta Militar al desafiar a la NATO. El arresto de Pinochet en Londres, cuando había sido su aliado en esa misma guerra, mostró la valoración que hacían del poder de represalia de Chile. El factor a tener en cuenta en política internacional. Porque, como decía un tipo desagradable pero realista, Lenin, «Todo es ilusión menos el poder«.

¿Qué tiene que ver todo esto con el título del posteo? Les digo: la Argentina K es ésta en que hoy estamos. Sus partidarios, sus opositores – aún los que odian al kirchnerismo – y los que simplemente viven aquí. Y los cuatro países que menciono son los que aparecen en tres noticias de este fin de semana:

EE.UU. espera mantener otra ronda de diálogo con Cuba en «un par de semanas». Lo anunció la secretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson; la próxima ronda sería en Washington.

(Las otras dos noticias no las leí en los medios locales, todavía)

Irán y EE.UU reanudan conversaciones sobre programa nuclear. Las conversaciones entre Irán y Estados Unidos sobre el tema nuclear se retomaron este viernes en Zurich, Suiza, donde delegados de ambos países discutirán en dos días los puntos faltantes para concretar un acuerdo.

El desplante de Netanyahu lleva las relaciones entre Israel y la Casa Blanca a su punto más bajo. El presidente Barack Obama y sus funcionarios estaban sorprendidos, y furiosos, porque el primer ministro israelí aceptó una invitación del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, para dirigirse a una sesión conjunta del Congreso, sin acuerdo previo con el Ejecutivo estadounidense. Obama no se reunirá con Netanyahu.

Mis comentarios: La  primera elección del presidente Obama fue saludada con entusiasmo por gran parte de la progresía internacional, basados en un prejuicio casi racista: Si era negro, debía ser progre. Recuerdo haber señalado en el blog que su trabajo era defender los intereses de los EE.UU., tal como los definen quienes los gobiernan, y si tenía algún impulso en favor de la justicia universal debería guardarlo para sus ratos libres. Que serían pocos.

El hecho es que Obama está haciendo una política de «desenganche» de la excesiva – por encima de la que su país tuvo en el siglo XX, que ya era alta – intervención militar en el Medio Oriente, donde los sobreextendió la política de Bush jr. Un desenganche muy moderado, hasta donde lo permiten los intereses de seguridad de una Potencia que pretende seguir siendo Hegemónica, y los intereses económicos de lo que un predecesor suyo llamó el «complejo militar industrial».

También está liquidando los residuos de otra sobreextensión previa, provocada por la vieja Guerra Fría. Considera que la zona vital para el futuro del poder norteamericano es el Pacífico – lo ha expresado públicamente – y cree que los recursos de los EE.UU. – grandes pero no infinitos – deben concentrarse allí.

Hay sectores de su país, muy vocales, que se oponen a esta «desescalada»; serían otra versión de los «neocon» de Bush. Pero mi impresión – por lo que veo de la política norteamericana – es que la mayoría de los dirigentes Republicanos no están demasiado en contra de esta política; la usan como una forma de atacar a Obama. Y de sumar votos de la comunidad judía estadounidense, tradicionalmente afín a los Demócratas.

Porque si hay un país que está frontalmente opuesto, ese es Israel. Cuyo actual gobierno considera que así se afectan sus intereses de seguridad.

¿Qué tiene que ver todo esto con nosotros? Mucho, y poco. Mucho, porque toda esta cadena de acontecimientos que hoy nos impacta, desde el atentado a la Amia hace veinte años, y la anterior explosión en la embajada israelí, hasta la muerte  del fiscal Nisman hace menos de una semana, están vinculados a ese conflicto del Oriente Medio, del cual Israel, y Palestina, y el mundo árabe, e Irán son actores protagonistas.

Poco, porque no somos protagonistas. No tenemos intereses directos en juego en ese conflicto. Y aunque los tuviéramos, no tenemos el poder militar ni económico para participar aunque sea en forma menor. Los «relatos», volviendo a lo que decía al principio, están muy bien, pero no reemplazan al poder que no hay.

Se me ocurre que es necesario que varios sectores argentinos tengan presente esto. Nuestro gobierno, que a partir de 2006 aceptó el dictamen de los fiscales Nisman y Martínez Burgos que acusaba del atentado a funcionarios iraníes, que solicitó su captura a Interpol y reclamó en las Naciones Unidas. Manteniendo durante todos estos años bien financiada la fiscalía Nisman, y funcionarios de la Secretaría de Inteligencia asociados con esa acusación. Y que – quizás por coincidencia – aproximadamente cuando EE.UU. e Irán comenzaban sus discretos contactos, trató de buscar formas jurídicas para resolver esa situación que había quedado congelada.

Como dije cuando posteaba sobre el tema – porque este posteo no tiene que ver con el caso; ya dije lo que pensaba sobre él -, la intención podía ser buena, y la ingeniería judicial podía ser aceptable. Pero no era realista; ni a EE.UU. ni a Irán nuestra posición les importaba mucho, más allá de lo que dijeran intermediarios oficiosos. ¿Por qué iba a importarles, después de todo? El de la AMIA fue el atentado más grave de nuestra historia reciente, pero en estos veinte años hubo otros muchos en el mundo, y mucho más grandes.

También la oposición más enconada, la que querría ver al gobierno K derrumbado y desprestigiado, debe tenerlo en cuenta. Por supuesto que la muerte de Nisman ha impactado en muchos argentinos, pero no ha volcado contra el gobierno a nadie que no lo estaba ya. No es un tema que define posiciones políticas.

En el plano internacional, el gobierno de Israel puede estar fastidiado – lo está – con nuestras conversaciones con Irán. Pero estoy seguro que le preocupan mucho menos que las de EE.UU. En realidad, la posición argentina – buenas relaciones comerciales, y ninguna actitud hostil – les debe inquietar menos que la tendencia creciente de los países de la Unión Europea a reconocer a Palestina. La prueba de estas afirmaciones es que ese caso ha dejado de ser noticia de tapa en EE.UU. y en Israel. Sólo permanece allí en nuestros medios.

Lo que antecede no es una crítica a decisiones que ya se tomaron. Ni otra vuelta de tuerca a un caso ya muy discutido. Mucho menos un himno a la irrelevancia argentina. Somos, repito a menudo, un país mediano en población y economía, por su extensión octavo en el planeta, con una gran capacidad de producción de alimentos y con capacidades promisorias en algunos sectores tecnológicos. Creo, eso sí, que, como todos los otros países, nos pueda posibilidad de ser sujeto y no objeto se dará a partir de nuestros intereses genuinos y desde las alianzas que hagamos en nuestro lugar en el mundo.