Un aviso con onda, para vos

agosto 31, 2012

Sí, VOS que caminabas por las paredes pensando «qué será esa misteriosa (p.)», VOS que los sábados a la tarde te tomás un café con leche pensando «oh, cómo me gustaría que alguien me estuviese hablando de algo que parezca interesante en este momento», VOS que no sos mi vieja pero sos amigo y le vas a poner media pila para sumarte a la nueva movida…

Gente sin más preámbulos…. Les presentamos a Paráfrasis, en su primera edición a modo de «un cacho de cultura»; programa de radio que emitiremos junto con Cande Ve y Agustina de la Rosa en la radio online del Portal de La Gaceta Mercantil:http://www.ustream.tv/channel/gaceta-radio.

En nuestro programa tendremos distintas secciones relacionadas con nuestras respectivas disciplinas (fotografía, literatura y música) y al final debatiremos sobre un tema que de un cierre a la hilación de nuestros distintos bloques.

Para el primer programa arrancamos con una trilogía bien pulenta: JORGE LUIS BORGES – ASTOR PIAZZOLLA – SARA FACIO.

Copate, dale! Todos los sábados de 17 a 19 hs… Paráfrasis! Cultura y humor pa’l pueblo.

Aleksandra Tonelli

Aquí va una tosecita, porque la piba es ahijada mía. ¿Saben? Éstas son las cosas que me hacen sentirme satisfecho con la Ley de Medios Audiovisuales. No que las leyes anteriores fueran barrera contra este tipo de esfuerzos, simplemente porque los que las redactaron no tenían ni idea que alguna vez podrían hacerse. Pero uno conoce bien las prácticas empresarias del Grupo Clarín, y tiene claro que usarían todas las chicanas judiciales posibles para poner obstáculos. Y no hablemos de Televisa, Telefónica y los otros monstruos grandes que pisan fuerte.

Y también renuevan mi fe en las posibilidades liberadoras de la técnica. Los fáusticos somos así, Anahí. Tenemos claro – sin haber terminado de leer a Heidegger, que es un plomo – de sus usos deshumanizantes. Pero apostamos a la libertad.


Un porteño pide disculpas

agosto 30, 2012

No me siento menos – ni más – por ser porteño. Ni tampoco por ser argentino, si vamos al caso. No es algo que yo hice; es parte de mi identidad, de mi historia. La historia de esta ciudad… la tomo sin beneficio de inventario. En más de cuatrocientos años, hicimos de todo, bueno, malo, hermoso y horrible; todo, eso sí, con bastante soberbia.

Pero tampoco voy a disculparme por eso; es el defecto de una ciudad ambiciosa, que era una aldea con pretensiones cuando derrotó al inglés y echó al virrey. A nuestra hermana Montevideo, que tiene mejor onda y hasta mejor puerto, le faltó algo de garra para intentar ser la Capital de las Provincias del Río de la Plata, como pudo serlo con Artigas por un momento.

Si ahora me siento con ganas de pedir disculpas, es porque hoy – en un país que tiene graves problemas y grandes promesas, en un tiempo que la región y el mundo están cambiando como no lo hicieron en décadas – las discusiones políticas – en los medios y en la cadena nacional, dónde si no – pasan por temas porteños: el subte, un polo audiovisual, un número para denunciar adoctrinamiento político, …

Claro, el problema no es de la ciudad: esos temas son reales, y tienen importancia. El problema es de la política, que no sabe, no quiere o no puede – como decía alguien que era del oficio – plantear otros.


Capitalismo de amigos, versión brasileña

agosto 30, 2012

Hace pocos días, la presidente Dilma Rousseff de Brasil anunció un gigantesco Plan de Inversiones en Transporte: autopistas y ferrocarriles, con la intención de reactivar la economía. Los detalles del asunto, y las posibilidades que abre una decisión de esa magnitud, serán desarrollados, espero, en el sitio que en los próximos días lanzará en Internet el Foro San Martín. Aquí basta decir que es una muy buena noticia para nosotros, los argentinos, porque nuestras exportaciones están muy relacionadas con la demanda brasileña.

Para los que se mueven fácilmente en portugués, les acerco Exame, que da, minuto a minuto, los pasos del anuncio del plan de concesiones. Para los demás, este resumen directo les da una buena idea «Dilma lançou no Palácio do Planalto o Programa de Investimentos em Logística: Rodovias e Ferrovias, para repassar à iniciativa privada a construção, operação e exploração de estradas e linhas de trem para alavancar os investimentos em infraestrutura no país, previstos em R$ 133 bilhões nos próximos 25 anos.

Oficialmente, a medida é classificada como concessão dos serviços públicos. Durante e após o evento, a presidente usou também o termo «parceria» e disse que, com o programa, está «tentando consertar alguns equívocos cometidos na privatização das ferrovias«. (¿Qué? ¿Necesitan traducción? En Brasil el castellano es materia obligatoria. Y aquí el portugués debería serlo. Bueno, les aviso que «parceria» es «asociación» y ahora les acerco alguien que escribe en nuestro dialecto ibérico).

La siguiente versión es de ALAI, América Latina en Movimiento (a la izquierda de su televisor, señora) y el autor es Raúl Zibechi, periodista uruguayo, docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios colectivos sociales. Está un poco sesgada ideológicamente, pero la información es amplia y verdadera. Además, da un buen pantallazo de la realidad global. Como de costumbre, un comentario mío (breve) al final.

«Golpe de timón hacia el sector privado              

Las millonarias inversiones en infraestructura decididas por el gobierno de Dilma Rousseff para ser traspasadas a la gestión privada, son la principal apuesta de Brasil para salir del estancamiento y retomar la senda del crecimiento.

“¡Cayó la ficha!”, exclamó el economista Antonio Delfim Netto, ex ministro de Hacienda de la dictadura brasileña. “Cuando la incertidumbre sobre el futuro es absoluta, cuando el pasado no contiene la información sobre el futuro, sólo una acción decidida y fuerte del Estado, como la que estamos viendo, puede poner en marcha al sector privado y a la economía. Esa acción, correcta y creíble, es capaz de anticipar la esperanza” (Valor, 21 de agosto de 2012).

De ese modo saludó el economista conservador el Programa de Inversiones en Logística anunciado por Dilma Rousseff el 15 de agosto ante decenas de empresarios que esperaban una señal del gobierno para colocar sus dineros en obras con retornos económicos asegurados por el Estado. El programa supone concesiones a las empresas privadas luego de invertir 40 mil millones de dólares en los próximos cinco años para construir 5.700 kilómetros de autopistas y 10.000 de vías férreas. Sólo en esos rubros el programa prevé 65 mil millones de dólares en 30 años.

En los próximos doce meses el gobierno se propuso concesionar a la esfera privada doce ferrovías y nueve autopistas y en un futuro cercano se dispone a extender la misma modalidad a puertos y aeropuertos. Las concesiones bajo el modelo de asociación público-privada implican que las empresas construyen y operan las nuevas obras.

La gran novedad fue la creación de la Empresa de Planificación en Logística que se encargará de la integración de los proyectos de infraestructura y de supervisar las obras. Dilma aseguró que se trata de disminuir los costos de transporte y energía para asegurar que Brasil crezca a una tasa elevada durante un largo período. “Eso es fundamental para garantizar el empleo”, concluyó la presidenta (Folha de São Paulo, 16 de agosto de 2012).

… El programa fue recibido con euforia por un amplio sector de empresarios, y también por las dos mayores centrales de trabajadores, pero los intelectuales opositores y algunos núcleos sindicales consideraron las concesiones como un retorno a las privatizaciones.

El Partido Socialdemócrata de Fernando Henrique Cardoso, el gran privatizador de la década de 1990, se permitió ironizar al “lamentar el retraso” del gobierno en seguir su ejemplo (Folha de São Paulo, 16 de agosto de 2012).

Dilma modificó su proyecto político a comienzos de este año al comprobar que Brasil está siendo duramente afectado por la crisis mundial. En 2011 el PBI creció un modesto 2,7 %. El gobierno confiaba en una pronta recuperación ya que los ingresos de la población seguían creciendo y las tasas de interés bajaban. Nada de eso sucedió. En el primer semestre de 2012 el crecimiento fue nulo y 2012 cerrará con un PBI por debajo del 2 %. Una potencia emergente como Brasil necesita un piso del 5 % anual, como apuntó la presidenta.

En tres viajes realizados entre marzo y abril, Dilma pudo palpar el hondo pesimismo que recorre el mundo. En marzo durante su visita a Alemania conversó con Angela Merkel, quien le confirmó que la política de austeridad de la Unión Europea se extenderá por lo menos hasta fines de 2013 y que el euro no volverá a su situación “normal” antes de tres años (Valor, 17 de agosto de 2012).

A fines de ese mes en la cumbre de los BRICS realizada en Nueva Delhi, conversó con el presidente chino Hu Jintao, que le advirtió sobre la desaceleración de la economía de su país que comenzaba a la vez un cambio en el modelo de crecimiento centrado en las exportaciones hacia otro volcado al mercado interno. Jintao anunció a Dilma que China comprará menos mineral de hierro y más soja y proteínas animales.

En abril la presidenta se entrevistó en Washington con Barack Obama quien le aseguró que la recuperación económica de Estados Unidos es mucho más frágil de lo previsto y que ese aspecto le está creando grandes dificultades para su reelección

… Convencida por el núcleo de empresarios y banqueros que la asesoran de que es imprescindible reducir los costos de producción y de que “sin el empresariado no hay dinero para infraestructura”, como dijo Gerdau, Dilma cedió las inversiones de largo plazo al sector privado para que los dueños del dinero vuelvan a la economía real. Eso sí, el 80 % de los desembolsos los realizará el estatal BNDES.

Las concesiones/privatizaciones de autopistas y ferrovías van de la mano de otras medidas del mismo signo. Reducciones en las jubilaciones de los funcionarios, creación de un fondo de pensiones de los funcionarios federales, privatización de los tres mayores aeropuertos del país y congelación de los salarios públicos, son parte del mismo paquete

Sorprende que el programa anunciado haya sido apoyado tanto por empresarios como por sindicalistas. Eike Batista, considerado por Forbes el hombre más rico de América del Sur con una fortuna del 30 mil millones de dólares, dijo que la propuesta “demoró” pero consideró que “es un modelo muy feliz”. A la hora de detallar los efectos del plan, fue muy preciso: “Si se baja el costo de la emergía, que es uno de los elementos del programa, porque Brasil tiene una de las emergías más caras del mundo, usted pasa a ser más competitivo” (Folha de São Paulo, 16 de agosto de 2012).

Tanto la CUT como Força Sindical, ambas cercanas al gobierno, se mostraron satisfechas. La primera reclamó “contrapartidas sociales” y la segunda esbozó un discurso ideológico: “La presidenta está acompañando los cambios en el mundo. Está viendo que tiene necesidad de incluir al capital privado cada vez más en la economía”, dijo Miguel Torres, presidente de Força Sindical (Agencia Brasil, 15 de agosto de 2012). El ex presidente Lula hizo gala de su pragmatismo para defender el programa de Dilma: “A fin de cuentas, el pueblo muchas veces no quiere saber si el que hace es el Estado o la iniciativa privada. Lo que quiere son beneficios” (Folha de São Paulo, 16 de agosto de 2012).

… Algunos analistas sostienen que Dilma tiene prisa por retomar el crecimiento. No se trata sólo de las elecciones municipales y estatales de octubre sino de su particular lectura del momento que atraviesa el mundo. Su principal preocupación sería “la capacidad de Brasil de competir en condiciones de igualdad, de aquí a unos años, con los países emergentes y también con los ricos, que en su opinión saldrán de la crisis actual más fuertes y competitivos” (Valor, 17 de agosto de 2012).

Sin embargo, la actual alianza sindical-empresarial es bien diferente a la que se gestó hace medio siglo bajo Getúlio Vargas, de la cual nacieron las grandes empresas estatales. Ahora se trata de una sociedad entre dos sectores empresariales, los dueños y los administradores del capital, bendecidos y protegidos por el Estado emergente. Un proceso no muy distinto al que viven los demás BRICS. Hasta el conservador Delfim Netto defiende un “Estado fuerte” para promover el crecimiento.” (Completo aquí).

Nada de esto es desconocido en Argentina, desde hace más de 20 años, o pregúntenle a los hermanos Cirigliano, o al compañero Moyano (El sindicato de Camioneros es accionista en el Belgrano Cargas). Y seguramente también en Brasil habrá tensiones entre la conducción política que intenta ejercer el gobierno y los intereses económicos en pugna. La diferencia es la audacia y la magnitud del emprendimiento que hacen los brasileños, lo que francamente les envidio. Y algo que también es importante, pero no estoy seguro de desear las circunstancias que lo hicieron posible: la madurez de una clase empresaria más sofisticada que la nuestra. Pues ellos no tuvieron las rupturas democráticas de Irigoyen y de Perón.

El título del post, que puede leerse como un poquito prejuicioso? Bueno, he estado leyendo mucho en los medios sobre «capitalismo de amigos». Pero, la verdad, no conozco ningún país del mundo en donde haya un capitalismo de enemigos. O siquiera de desconocidos.


Elecciones en Económicas

agosto 29, 2012

(cliquear encima para agrandar)

Hace mucho tiempo que no voy a hacer política a la vieja Facultad de la UBA (un saludo nostálgico a Agustín Tirelli y el resto de la banda), y si fuera, es seguro que no podría votar en las elecciones del Centro de Estudiantes.

Pero, por lo que vale, quiero mandar mi adhesión al Frente Bicentenario que han armado allí. Me gusta que hayan sumado opciones bastante diversas pero todas del lado bueno, y que el programa que plantean tienen que ver con necesidades concretas de los que los van a votar, y con ampliar los planes de estudio para que toquen – con algunos profesores no les va a ser fácil – temas de la nación, la región y el mundo. Si prometían hacer la Revolución, iba a tener más reservas.

No soy de los veteranos que escriben odas a la militancia joven, y los ven portadores de empuje y sabiduría, valientes y hermosos (aunque algunas de las chicas rajan la tierra, eso sí). Creo que pueden ser tan jodidos como lo fuimos nosotros. Pero los defectos personales, y los de las orgas, se corrigen sumando más personas. Mientras lo hagan, pueden mejorar. Y lo que me parece seguro es que el futuro pasa por allí, y que vale la pena apostar al futuro.


La culta Atenas del Plata dialoga con artistas

agosto 28, 2012

Este post no entra dentro del enfrentamiento político argento. Al menos, yo no tengo idea de la filiación política de Pedro Aparicio, aunque por su cargo debe estar vinculado al PRO. De cualquier modo, ya la blogosfera K le brinda un generoso espacio a todas las macanas que comete el alcalde Mauricio Macri, aunque deban trabajar horas extras. Y – por supuesto – si nuestra Presidente mete la pata, otras voces se alzarán estrepitosas para contárnoslo.

(A propósito, Dra., a mí me interesó el anuncio que hizo por cadena nacional sobre el pabellón argentino en la Bienal de Venecia. Es una de las grandes vidrieras del mundo para su tema, y si Clorindo Testa intervino en su diseño estoy seguro que nos hace quedar muy bien. Además, comparto su opinión: Venecia es mucho más hermosa que Villa Martelli. Pero ¿no cree que hay muchos argentinos que tienen otras cosas en sus cabezas? Interrumpir transmisiones por 20 minutos por eso puede fastidiarlos, aunque nadie se lo diga a Ud.).

De todos modos, esto no tiene que ver con políticos. El Sr. Aparicio evidentemente no lo es. Simplemente, muestra una idea de manejo del Estado que es muy parte, aunque no lo parezca, del problema que discutíamos en el post anterior. Y también se ve, por suerte, esa insubordinación que es también muy nuestra. Un obrerista ortodoxo diría que son todos presupuestívoros, pero hoy los trabajadores manuales como mi amigo Manolo, son una minoría. Lean la crónica, de Clarín, aunque parezca mentira; agrego un comentario ajeno al final. Y si tienen unos minutos, vean el video. Es un documental interesante sobre la fauna que habita en los cargos.

«Una mesa-debate de artistas casi termina en la comisaría. Por M.S. DANSEY

Pedro Aparicio es el director general de Museos de la Ciudad, sin embargo nadie se lo creía cuando se plantó frente a la puerta del Museo de Arte Contemporáneo para impedir el ingreso del público a una mesa debate convocada por Artistas Organizados. Eran las cuatro de la tarde y en la antesala del museo había más de cincuenta artistas y personalidades de la cultura

Pongámonos en tema: La agrupación se formó a principios del mes de julio pasado, en protesta por la muestra Ultimas Tendencias II, que ponía como condición para participar la donación de la obra. Para los artistas, se trató de una “trampa extorsiva” para adquirir obra de manera compulsiva a cambio de legitimidad. Sin embargo, aunque algunos pedían la cabeza de la directora del museo, Laura Buccellato, el colectivo decidió actuar con cautela y de manera democrática. La decisión fue organizar una serie de mesas redondas para debatir sobre el funcionamiento del sistema de museos.

La de ayer era la segunda mesa de debate y reunía a Américo Castilla, director Nacional de Museos de la Nación (2003-2007); Adriana Lauría, docente de la UBA, investigadora de carrera y curadora del Mamba durante mas de diez años, y Fernando Farina, director del Fondo Nacional de las Artes y creador del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario.

Cuando el funcionario ordenó al personal de seguridad privada que cierre las puertas con gente adentro y gente afuera con ganas de entrar, los organizadores aludieron que se trataba de un lugar público, que habían cursado las notas correspondientes a la dirección, que habían constatado que habían sido elevadas a la Dirección General. Lo invitaron a participar del debate y argumentaron que su presencia lo enriquecería. Pero no: Aparicio ordenó pegar un cartel que decía cerrado, y se fue en la bici diciendo que tenía cosas que hacer.

Adentro se tomó la decisión de continuar con lo previsto. Cada uno desde su lugar habló del modelo de museo que se quería, de la necesidad de una ley que regule la actividad, de la falta de presupuesto, de que la obra del edificio del Mamba está paralizada hace un año, de que no había baños. Sobre los discursos sonaba el timbre y los golpes de la gente que quería entrar. La situación en un momento se tornó insostenible, los que estaban adentro no podían salir y los que estaban afuera no podían entrar. Esto duró algunos instantes por una conjunción entre la acción policial y el tumulto generado en la puerta. Adentro, había famosos como los artistas Roberto Jacoby, Carlos Trilnick y Elba Bairon, críticos como Ana María Battistozzi, Daniel Molina y Julio Sánchez, la curadora Victoria Noorthon, coleccionistas y también gente mayor. Y casi todos los artistas que donaron obra al Mamba.

Alrededor de las 19, la tensión le ganó a las buenas intenciones y se resolvió dar por concluida la reunión. Pero afuera esperaba el patrullero de la comisaría 14. Según informó el oficial, Aparicio había realizado una denuncia por contravención, y alguno de los presentes tenía que firmar el acta, sino, me van a tener que acompañar. ¿Todos? Si, todos. Que sí, que no. Como el grupo no tenía “jefe o referente” –se sabe, la lógica policial responde a la verticalidad– se resolvió hacer un acta a nombre de Artistas Organizados. En definitiva, este acta le daba entidad a la manifestación y nada mas preciado para el arte contemporáneo que la documentación».

Alguien que vió el video que subí al comienzo del post hacía estas preguntas pertinentes: «¿Se sabe exactamente quién llamó al Director General? Cómo corroboró un sábado que no había autorización? pasó antes por su oficina a chequear esto? Cómo saben quienes participa de una actividad si está autorizada o no? Al Director General le basta con presentarse para cerrar un museo público? Que debe hacer formalmente para hacerlo? tiene que presentar un informe? existe ese informe?»


El problema de la oposición

agosto 27, 2012

Este fin de semana, que tuve muy poco tiempo para mi blog, me enganché en una discusión con un post de Ezequiel Meler, La oposición como problema. Nada sorprendente. Ezequiel es un tipo inteligente, que ha regresado con impulso a la blogosfera politizada, y yo vengo diciendo desde hace seis años que el elemento que falta definir en la realidad argentina es la alternativa opositora a la experiencia kirchnerista. Por eso, voy a seguirla aquí: me parece que puede ser interesante. Creo que ayuda a echar luz sobre los dos lados del enfrentamiento argentino.

Meler afirma – lo sintetizo: «en la Argentina actual, la oposición política partidaria es un hecho marginal. El gobierno es todo, o casi todo» (Enlaza un post de Artepolítica, que ya señalaba eso, con alguna alarma, en noviembre de 2008). «El radicalismo navega en el melancólico recuerdo de lo que supo ser, el peronismo disidente se reparte entre el sciolismo (significante vacío si los hay porque ni siquiera el gobernador Scioli lo integra) y el macrismo (y PRO es cada vez más vecinal). Carrió aparece demasiado, pero significa cada vez menos, y el panorama de esas fuerzas de cara a 2013 es terrorífico. Lo más probable es que incluso con un mal desempeño el oficialismo sume representantes en, al menos, Diputados. A diferencia de 2009, el oficialismo no parece próximo a fragmentarse: no hay muchos conflictos en puerta y con esas opciones del otro lado, uno entiende que incluso los más reacios estén dispuestos a jugar con la presidenta antes que mudarse al desierto«.

Una foto razonable. Estoy de acuerdo, siempre que recordemos que es una foto. La película argentina suele tener cambios bruscos. Pero el punto de su post son los consejos que da a la oposición:

«-Tener una agenda. Tratar que la misma supere el catastrofismo en todas sus variantes. Evitar, en lo posible, que sea ocupada por antikirchneristas fanáticos o estúpidos, o ambos.

-Reconocer logros en la gestión de gobierno como parte de la propia identidad. Hoy muchos reniegan de la Alianza, pero me permito recordarles que la experiencia de la Alianza como fuerza opositora no equivale a su desempeño como gobierno. La primera fue inteligente; el segundo, indefendible. (Como oposición) dio garantías. Dijo: “Señores, si nos votan, vamos a mantener la convertibilidad, vamos a generar puestos de trabajo, vamos a resolver los temas que quedan pero vamos a garantizar la estabilidad”. No hizo nada de eso, pero no es el punto. El punto es que, aún perdiendo la PBA, ganó la Nación. Logró que los peronistas que cortaban boleta a favor de Ruckauf y Solá votaran a De La Rúa para presidente de los argentinos.

-Para vencer a una fuerza que ha conseguido mayoría absoluta es necesario integrar en la propuesta los elementos de la misma que la sociedad tributa como valorables. Sacarlos de la arena de la discusión partidaria, volverlos propios. Hablar de derechos humanos sin escupir, incorporar el matrimonio igualitario a la agenda, defender los efectos de la AUH y bancar a muerte a las empresas estatales. Garantizar la continuidad de los beneficios sociales, acordar con los gremios actividades comunes, trazar un plan económico mejor que las medidas actuales, usar los medios para difundirlo. Proveer a la reforma de las fuerzas de seguridad, trazar programas de ampliación y mejora de la red de infraestructura, etc. 

-La AUH podría ser ley, y sería lindo que el proyecto lo presente, qué se yo, un socialista, después de un mes de promoción. Como para seguir en sintonía, se podría ampliar la lista de beneficiarios. Eso sí, cuidando los recursos fiscales. No queremos que el buque se estrelle, por eso es interesante analizar nuevos gravámenes o elevar los existentes. Al juego, por ejemplo, pero también a la minería, a la tenencia de acciones, etc.

-En lugar de hacer profundas declaraciones sobre política internacional, del tipo de “Chavismo no”, o “Qué bien que andan Perú y Chile” (?), puede proponerse la gradual eliminación de divisas en el comercio regional del MERCOSUR, el avance en nuevos organismos multilaterales, un par de obras de infraestructura de alcance bi o multinacional, etc.

-Recurrir a la justicia es una medida desesperada y debería verse como tal. Pero la auditoría y el control de las partidas presupuestarias es una función básica de la oposición. Tirá campañas de participación ciudadana sobre temas puntuales: un millón de firmas reales para mejorar los ingresos de los jubilados vía iniciativa parlamentaria (fijate, está en la Constitución).

-Los servicios públicos, esto lo sabe cualquiera, andan mal. ¿Planes para mejorar la educación? ¿Leyes de financiamiento en salud? ¿Planes concretos sobre trenes, con cálculo de costo? ¿Leyes de asociaciones profesionales más laxas, como para ganarte unos porotos con los sectores no CGT?

-Y ya que jugamos a lo grande, ¿mover la Capital? Presentar un proyecto que dispute al gobierno la bandera de la integración territorial y recupere para la política una dimensión estratégica hoy ausente. Antecedentes sobran«.

Podía haberlo abreviado más, pero, la verdad, me interesó el programa en sí que propone. Le comenté, aproximadamente «Muy inteligente. Pero… estás diseñando una estrategia para el FAP. Es cierto que fue la primera oposición en las elecciones de octubre pasado… con bastante menos del 15 % ¿Cuál es el techo para una fuerza de centro izquierda, contra un oficialismo que no se ve a sí mismo ni se maneja como una fuerza de centro derecha?»

La respuesta de Ezequiel fue rápida: «No sólo para el FAP. También para la UCR. Igual, aclaro que pienso que no llega ninguno de los dos. Pero saldrían, me parece, de la anodina situación en que están«. Esta parte sí la sinteticé mucho – pueden leerla completa en su blog. Omito nuestra discusión sobre los resultados electorales de 1999, cuando la Alianza de la UCR y el Frepaso, aún perdiendo en la Provincia de Buenos Aires, ganaron en la Nación. Ojo, creo que esos datos son relevantes, y voy a incluirlos en mi argumento. Pero ha sido esa frase de mi amigo la que me hizo repensar la situación en que estamos.

Reitero mi opinión: es un buen programa para una fuerza de centro izquierda, y coincido con Ezequiel que el FAP, sólo con unas gotas de imaginación y audacia, podría levantarlo. Y también una buena parte, sino la mayoría, de la dirigencia actual de la UCR. Pero también podría ser asumido por los aliados actuales del FPV, sin renegar de su oficialismo. Martín Sabbatella puede llegar a tener un buen asesor, si ambos superan ciertos resquemores por antiguas experiencias ;=).

Porque en realidad, podría ser un programa para el kirchnerismo – también con unas gotas de imaginación, porque audacia no le falta – si el kirchnerismo estuviera dispuesto a desprenderse de sus vínculos con la dirigencia territorial y sindical del peronismo, es decir, con su estructura de poder político. Y, también, a tomar distancia, para ser francos, del personalismo peronista. Un kirchnerismo sin Néstor ni Cristina, digamos. Ojo, otra vez: No digo que ésta sea la intención de Ezequiel: él especula con un programa posible para la oposición, después de todo.

¿Y qué tiene de malo? ¿No he dicho en el blog, sin ser original, que Argentina necesita una posibilidad de alternancia que construya sobre las realizaciones de lo que reemplaza, en lugar de destruir? Así es, y creo que a muchísimos argentinos les gustaría. Pero las alternativas no se construyen desde las reglas o los buenos deseos; resultan de una oposición con chances, que construye poder, que expresa algo que existe en la sociedad que rechaza lo que expresa el oficialismo.

La Unión Cívica Radical, un partido que se funda y encuentra su razón de ser en el sufragio libre y universal (al menos, universal masculino) probablemente habría concluído su ciclo – como sucedió en el mundo con muchos partidos que llevaban la palabra «radical» en su nombre – hace más de medio siglo, al lograr sus objetivos. Pero en Argentina encontró una nueva razón de ser: se convirtió en el antagonista del peronismo, la fuerza política, también masiva, y «democrática» en sus términos, que se le enfrentaba a lo largo de las décadas.

Hay un trabajo de campo – lo cité otras veces en el blog – de Jeane Kirkpatrick, que antes de ser una “Demócrata de Reagan” y su embajadora ante la ONU, fue una joven socióloga que hizo un estudio de postgradp en Buenos Aires a principios de los ´60.

Su estudio, pleno de números y cuadros en la mejor tradición de la sociología yanqui, mostraba como a comienzos de esa década, los vastos sectores de la población que se identificaban con el peronismo o con la UCR tenían, cada uno, un conjunto de ideales y aspiraciones que en la mayor parte coincidían. Pero había también algunos claramente diferenciados y, sobre todo, una clara conciencia de identidades distintas. Una cosa era ser peronista y otra ser radical.

Raúl Alfonsín tuvo el momento más alto de esa identidad cuando triunfó en 1983, Y creo que hizo posible entonces la democracia argentina, al mostrar que al peronismo se lo podía vencer limpiamente en las urnas. Luego, sus falencias como gobernante lo desprestigiaron profundamente, pero sospecho que un paso decisivo en la declinación de la U.C.R. fue su pacto con Menem en 1994, que hizo posible su reelección y la desdibujó como alternativa. En las elecciones presidenciales siguientes, en 1995, ya el radicalismo fue tercero, detrás del Frepaso.

¿Conclusiones para nuestro tiempo? Las identidades políticas ya no son tan marcadas, ciertamente, en nuestros compatriotas como 50 años atrás. Muchos menos se definen hoy como radicales, y ya no tantos como peronistas. Pero las dos culturas políticas que expresaron siguen existiendo, aunque tomen nuevos nombres. A la nuestra le gusta definirse como «nacional y popular», y el otro lado quiere definirse como «democrático y republicano» (en un tiempo era la «línea Mayo Caseros», pero eso ha caído en desuso).

El punto es que el clivaje «izquierda / derecha», aún el «progresistas / conservadores», aunque refleja diferencias muy reales, no alcanza en Argentina para describir a fuerzas políticas con posibilidades reales de alcanzar el poder. Una parte de la discusión con Meler – una que él me ganó – lo muestra claramente: Yo había señalado que, si la fórmula Ruckauf-Solá para la gobenación de Buenos Aires había ganado en las mismas elecciones en De la Rúa-Chacho Álvarez ganaban la Presidencia, era porque allí iban aliados a la opción de derecha, el partido de Cavallo. Él marcó, con buenos argumentos, que aparentemente también jugaban los votos de peronistas que cortaron boleta en rechazo a Duhalde.

Meler también puede decirme que él aclaró de entrada que no estaba proponiendo una estrategia ganadora para la oposición, que no la creía posible, en realidad. Pero en la política argentina el rol de los pequeños partidos, en el escenario nacional, es secundario: tienden a ser partes de una Gran Coalición informal, oficialista u opositora. (Digamos que no tenemos la cultura del parlamentarismo). Cuando por algún motivo una de las dos no se forma, como sucedió con la oposición el año pasado, se condenan a la irrelevancia.

He estado especulando sobre tendencias en nuestra sociedad, y opciones políticas masivas. (Creo que, también, sobre la actitud de aquellos que, más numerosos que lo que se expresa en público, comparten muchos de los valores y logros de la gestión kirchnerista pero están desconformes con su expresión politica actual). Ahora, si vamos a la política práctica, la respuesta es mucho más pedestre: la oposición fáctica son los grandes medios de comunicación. Porque son los grupos cuyo poder económico – muy grande, en el caso de Clarín – se mezcla inextricablemente con su influencia política, y por lo tanto a un gobierno que quiere – y hasta ahora puede – conducir la política le resulta mucho más difícil negociar con ellos.

No es un hecho inédito, por supuesto. Raúl Alfonsín, cuando conservaba iniciativa política, tuvo problemas similares. Los opositores más enconados de Chávez y Correa son los medios. Y aún en Brasil, con una clase dirigente más sofisticada y un Estado más fuerte, el grupo de O Globo es un factor de poder a tomar muy en cuenta.

Si añadimos a eso el hecho que las «minorías intensas» K y anti K – a pesar de ser claramente minorías – son las que marcan el tono de la lucha política local, me temo – a pesar que mucho me gustaría – que el enfrentamiento no será por ideas ni por proyectos, sino a favor y en contra del oficialismo.

Lástima. Este post ya ha sido demasiado largo. Pero encuentro inevitable que voy a tener que escribir sobre ese fantasma inevitable: la re reelección.


Neil Armstrong, R.I.P.

agosto 26, 2012

Subo este post como un saludo al astronauta que pisó la Luna por primera vez y que ayer murió, y también, un poco, al Abel que lo miraba por televisión en blanco y negro. Dije varias veces en el blog de mi convicción que el sueño de los viajes a la Luna y más allá, que sembraron grandes soñadores como Verne y Wells – que aquí en Argentina difundió para mi generación la revista «Más Allá» -, era de nuevos mundos y nuevas fronteras, y se frustró poco después de esa hazaña, porque no se contaba, no se cuenta, con las herramientas técnicas ni con la voluntad. Por lo menos por medio siglo, quizá bastante más.

Sobre eso, veo que hoy en Ramble subieron un excelente artículo de Pablo Pardo sobre el estancamiento tecnológico en la sociedad actual. No es tan así: la informática avanzó y avanza en forma deslumbrante, y la biotecnología, un poco demorada en relación a sus promesas, logra metas interesantes y puede darnos grandes sorpresas (no necesariamente buenas, claro). Igual, es evidente que las expectativas de los ´60 fallaron (lean, de esos años, «Perfiles del futuro«, de Clarke).

No importa. Neil Armstrong será siempre recordado como el primero. Ya tuvo la gloria: en ese momento, éramos varios cientos de millones los que lo estábamos mirando. No lo mareó: siguió siendo un profesional competente, y un hombre de familia tranquilo, modesto y un poco aburrido. Sabía que fue la figura más visible de un esfuerzo de centenares de miles de científicos y técnicos y los recursos de una nación, y no «se la creyó» (Lástima que en la política no se desarrolle ese estilo).

Probablemente, hoy un porcentaje más alto de los que no son estadounidenses lo mira con hostilidad: las políticas actuales de su país opacan hazañas del pasado. Pero esos son problemas efímeros: en dos siglos, a lo sumo, nadie se acordará de ellos. Y es muy posible que su nombre sea recordado cuando todos los demás del siglo XX de la era cristiana hayan sido olvidados. Los griegos clásicos, que creían en la inmortalidad del alma pero no los entusiasmaba mucho (el fantasma de Aquiles le dice a Ulises que es preferible ser el siervo de un hombre pobre a ser rey en la tierra de los muertos) habrían valorado ese honor.


Subo una encuesta!

agosto 26, 2012

(Perdoname, Artemio, pero la tentación fue muy fuerte. Eso sí, te prometo que voy a votar por vos.)


El Plan B de Ángela Merkel

agosto 25, 2012

Siguen pasando cosas en el mundo, afuera de las fronteras argentinas. Aún afuera de la América del Sur. Pero que nos afectan a nosotros, seguramente. Algo curioso, eso sí: una de las más significativas es lo que no pasa en Europa. Atrapados en un ciclo de endeudamiento y ajuste, desde hace meses, años, se repiten los mismos argumentos y las mismas respuestas. Pero parece que aún los más tozudos perciben que todo proceso «incontenible» tarde o temprano choca con límites inamovibles.

He estado algo ocupado y no tuve tiempo para ordenar mis reflexiones – y ya en el blog escribí mucho sobre el asunto – pero por suerte el amigo Pablo Tonelli ha enviado uno de sus valiosos artículos. Ahí desglosa uno muy reciente de The Economist – la «boca del caballo», si del capitalismo financiero se trata – y además describe, como es su costumbre, las varias posiciones de los economistas que ejercen influencia sobre las políticas del mundo desarrollado. Agrego que lo hace con objetividad, aunque se le notan sus simpatías krugmanianas en este caso. Tengo ganas, pero no tiempo, de añadir algunas observaciones. Pero estoy seguro que los comentaristas lo harán. Buen fin de semana.

EL PLAN B DE ANGELA MERKEL

Pablo Tonelli, economista

“The Economist “es una de las publicaciones económicas más serias e influyentes del mundo. Británica, conservadora, lúcida, es una referencia insoslayable a la hora de entender las tendencias, las corrientes académicas, las posiciones políticas y los intereses que constituyen la realidad del sistema capitalista hoy.

En el número correspondiente a la semana que va del 11 al 17 de agosto la revista inglesa publicó una nota en la cual se analiza la crisis del euro bajo la hipótesis de la adopción de una ruptura “quirúrgica” de la euro-zona conducida por la canciller alemana. Un supuesto Plan B, que modifica la actual política de Alemania de sostener a las naciones de la periferia europea con financiamiento de los organismos de la UE para los gobiernos y los bancos, exigiendo como contrapartida planes de ajuste monetarios y fiscales a ser soportados por las sociedades del mediterráneo europeo e Irlanda. Un Plan B que tampoco asume la emisión de eurobonos y la licuación de las deudas de la periferia europea, con caída de la paridad del euro e inflación, la posición que los economistas heterodoxos, encabezados por Paul Krugman vienen sosteniendo desde el inicio de la crisis.

Veamos las posiciones en disputa y que implica la sugerencia de un Plan “B”:

Cuando estalló la crisis existió consenso en la UE respecto a auxiliar a los bancos afectados en su solvencia por tener activos incobrables y bajar la tasa de interés casi a cero (aunque esto tuvo sus idas y vueltas). Sin embargo, las  inyecciones de liquidez para conseguir el restablecimiento del ciclo económico y el equilibrio de los mercados no tuvieron ni la profundidad ni la extensión ni la oportunidad de las que se aplicaron en los EEUU.

¿Porque no? Porque el euro, moneda común de Europa es una divisa supranacional, que poseen países con costos y productividades muy diferentes, cuya paridad es altamente conveniente para Alemania y en menor medida para el núcleo duro que conforman Francia y Holanda, pero que obligó a endeudarse al resto del continente en ausencia de una acumulación de capital propio adecuada. Esto, como ya se ha dicho muchas veces, guarda una fuerte similitud con la convertibilidad argentina, es decir, requiere un fuerte proceso de endeudamiento externo. Ese fue el derrotero de la periferia europea e Irlanda.

Los activos tóxicos o de dudosa cobrabilidad de la banca en Europa no son  hipotecas y vehículos financieros altamente especulativos multiplicados hasta el infinito como sucede en EEUU, sino las deudas de Grecia, Italia, Portugal, España, Irlanda.

¿La solución propuesta por las autoridades europeas? Auxiliar al sistema financiero a través de un conjunto de instrumentos, tanto del Banco Central Europeo como directamente comunitarios, desde líneas de crédito a la adquisición de deuda “toxica”, en la búsqueda del restablecimiento de su solvencia,  aproximándose a los criterios de Basilea. (Conjunto de normas internacionales sobre el funcionamiento de los Bancos). Por otra parte, los Gobiernos de los países en dificultades han recibido financiamiento para pagar los servicios de interés de su deuda pública. Pero con condiciones que obligan a un proceso de reducción brutal de la demanda interna de los países endeudados, bajando el gasto público, el empleo y el salario para “achicar” las economías al tamaño en que puedan funcionar con la paridad actual del euro y hacer frente a su deuda anterior y los permanentes refinanciamientos.

Es decir: comprimir sus economías y su gasto al ritmo que permita pagar su deuda pública en las condiciones pactadas. Esta situación se ha vuelto crítica. Claramente no existen experiencias internacionales en las cuales un ajuste deflacionario – esto es, comprimir el nivel de actividad al nivel que se pueda pagar la deuda reduciendo el gasto, sobre todo salarios, jubilaciones y prestaciones sociales – restaure el ciclo económico. La penuria agobiante de las sociedades de estos países no encuentra justificación satisfactoria, no sólo en lo social sino en lo estrictamente económico.

Frente a esta propuesta, que es la que oficialmente lleva a cabo el establishment europeo encabezado por Alemania y las instituciones comunitarias, se alza la alternativa de rescatar centralizadamente la totalidad de la deuda pública en euros emitida por los países con dificultades financieras, lo que implica en los hechos organizar un salvataje financiero de escala europea (la mencionada posición de Krugman) En líneas generales el Banco Central Europeo canjearía la deuda pública emitida por la periferia, Irlanda y Chipre por instrumentos de deuda de largo plazo, menor tasa y quitas de capital, lo que implica en los hechos una mutualización de las obligaciones, pues los nuevos títulos, los nuevos euro-bonos tendrían la garantía total comunitaria y el respaldo pleno de Alemania y el resto de la UE “rica”. Las consecuencias económicas inmediatas serían un fuerte alivio de los problemas fiscales de los países comprometidos, que no se verían obligados a continuar con las políticas de ajuste, una mayor inflación, como consecuencia de un mayor volumen de la actividad económica junto a una mayor liquidez y una caída de la paridad del euro contra el dólar y las otras divisas, que mejoraría la competitividad de los países en aprietos. A su vez los bancos, canjeados sus activos de deuda pública incobrable o en grave situación, verían mejorada su situación patrimonial y renovada su capacidad prestable. Ahora bien, este es un paso que la UE ha decidido enfáticamente, hasta el momento, no dar.

El Plan B asume que la estrategia de Alemania y la UE no viene dando resultados y la situación global de Europa es peligrosamente inestable. Sin que pueda esperarse en el corto plazo una reversión de la situación en Grecia, con España en dificultades crecientes y con la posibilidad latente de derrumbe en el resto de la periferia.

Lo interesante que subyace al Plan B es su diagnóstico, ya que afirma taxativamente que la UE, posee una moneda única, el euro, que conecta países de muy diferente productividad, en razón de sus estructuras industriales regionales atrasadas en relación con el centro europeo, países que dictan sus propias políticas fiscales y poseen sistemas financieros para los cuales el Banco Central Europeo no es un prestamista de última instancia, rol clave de la Banca Central. La conexión entre los sistemas productivos y financieros estuvo dada por la libre disposición del financiamiento en euros a bajas tasas de interés, durante el ciclo de expansión de la demanda de la Europa Unificada, que alentó en la periferia de la región e Irlanda la inversión inmobiliaria y el consumo suntuario, origen de su colosal endeudamiento público y bancario. A juicio del Plan B ni Grecia, ni España, ni Portugal, ni Irlanda ni Chipre pueden sortear el “euro-test”, es decir recrear el ciclo del crecimiento económico en el marco del euro, ya que sus diferencias de productividad son a esta altura insalvables y el costo de sostener un flujo permanente de auxilio es mayor que decretar la expulsión “quirúrgica” de estos países de la euro zona, que se vería reducida a doce miembros, pero fortalecida.

El realismo, tan anglosajón, con que el artículo describe el problema de Europa es impecable. Sostiene incluso que la cuantificación de las pérdidas que deberá afrontar la Europa del euro remanente, estimada por la publicación en 1,155 trillones (anglos) de euros, algo así como un cuarto de punto del producto mundial, es la hipótesis de menor costo para el centro europeo. Ese monto involucra los bonos en propiedad del BCE, los paquetes de financiamiento, los recursos desembolsados a consecuencia de la reestructuración de deudas y nuevos paquetes de ayuda. Alemania debería hacerse cargo de un tercio de ese total, un 20 % de su PBI.

El Plan B se hace cargo de la principal crítica existente al euro, su incapacidad de contener países de muy diferente productividad bajo una paridad inflexible fijada en términos de la productividad mayor, la de Alemania. Sostiene que mejor que prolongar una costosa agonía es decidir su expulsión, vigente a partir del instante en que no se otorgue ningún financiamiento adicional a dichos países y el default de los mismos sea un dato. Esa expulsión, no obstante, permitiría a estos países recuperarse por la vía de volver a sus monedas nacionales, ganar competitividad y en esta hipótesis, permanecer dentro de la UE, pero fuera de la euro-zona.

Los dilemas estratégicos, políticos y económicos que surgen de este diagnóstico no hacen más que convalidar por un lado la profundidad de la crisis y por otro la volatilidad de los escenarios en curso en la Unión Europea.


Moyano y el acto de la Juventud Sindical

agosto 24, 2012

Ayer hubo un acto en el Luna Park. Sobre la estrategia política que está desarrollando Hugo Moyano escribí mucho en el blog. Por supuesto. Es el desafío más frontal que hoy tiene la Presidente, de parte de alguien que fue una pieza fundamental de la coalición, del sistema de poder, que apoyó la experiencia kirchnerista durante ocho años.

Voy a linkear sólo dos posts, para olvidadizos o nuevos visitantes: Éste, de hace tres meses, donde reunía otros bastante anteriores y confirmaba mi evaluación de la jugada de Moyano, y éste, muy reciente, que resume lo que pienso sobre la estrategia del sindicalismo como tal. No tengo para agregar, o quizá, solamente un reconocimiento, que han sido la voluntad de lucha y la identidad gremial del Hugo lo que lo convertieron, a pesar de haber disminuído su capacidad de movilización y que ninguna encuesta le da arrastre electoral, en ese desafío frontal. Dice «En 2013 se va a dar la pelea«, y queda claro que es, hasta ahora, el único dirigente que está dispuesto a afirmarlo públicamente y a trabajar para eso.

Lo que quiero hacer es algo que ya hice otras veces: tomo las palabras de otro bloguero, que desarrolla ideas similares a las que tengo, pero con otra mirada y otro pensamiento. Son de Fede Vázquez, uno de los militantes kirchneristas más convencidos y lúcidos que leí. Alguna vez, es cierto, lo cité para cuestionar su enfoque. Pero en esto, que escribió hace casi dos meses, está diciendo, mejor, cosas que yo pienso. Seguro: algo agrego yo al final.

«Un momento como este tiene, necesariamente, que generar preguntas. Y eso significa poner a las certezas a un costado, ahí esta lo difícil. Pero en un momento donde algunas de las certezas que nos acompañaron desde el 2003 parecen ponerse en cuestión (y el lugar de los sindicatos en el proyecto del kirchnerismo es una) se vuelve necesario volver a las preguntas. Como se dice en este post de Artepolítica, pisamos una terra incognita. Acá van algunas:

¿Alguien traiciona?

Así como no sirve de mucho pensar al menemismo desde la “traición” al peronismo, tampoco alcanza a explicar la marcha y el discurso del miércoles, el enfrentamiento seguramente sin retorno con un aliado fuerte del gobierno como Moyano, desde esa misma adjetivación. Por el contrario, Moyano parece mas bien estar siendo leal a su propia construcción histórica y a los intereses (inmediatos y segmentados, tal vez) de sus representados. En ese sentido, el gobierno también está siendo leal a su propia construcción, a sus orígenes, a sus intereses. Por lo que lo que hay que pensar es que pasó, no tanto desde la lógica personal de los actores, que influye, pero que escapa a las posibilidades de ser interpretadas desde fuera, sino  las transformaciones que se dieron desde el 2003 y que fueron modificando a esos actores y, por lo tanto a sus intereses, sus representaciones y, en consecuencia, su mirada de lo que vendrá.

Dicho de otro modo: las claves de interpretación (y de actuación) que se tenían desde el 2003 o, mejor, desde el 2001, parecen estar ya caducas. Si el kirchnerismo gobernaba con el telón de fondo de la Gran Crisis, si ese era el punto de referencia en múltiples sentidos, hoy ya no lo es más. En múltiples sentidos, porque una Plaza de Mayo que se llena para pedir ganar más, no tiene mucho que ver con las plazas del 2001, ni las del comienzo del kirchnerismo, donde los movimientos sociales competían con el sindicalismo el protagonismo de esos actos. Actos de trabajadores excluidos y de trabajadores sindicalizados apenas acostumbrados al retorno de las paritarias. Se podría decir que estos “años felices” pusieron en lugares distintos a los que se miraban emparentados. La lógica estatal y la sindical tienen sus puntos y momentos de alta fidelidad, más cuando ambos se perciben con debilidades similares frente a sus adversario comunes. Y es el éxito de esa sociedad la que los pone en veredas enfrentadas (no tan distinto al recorrido de las relaciones del gobierno con otros sectores…)

¿Quién gana?

Otra de las razones que parecen estar detrás del divorcio entre la CGT y el gobierno es una creciente capacidad del kirchnerismo por organizar esa utopía que hasta hace poco era la “construcción propia”. Kirchnerismo pasó de ser una identificación difusa, simbólica, inorgánica, a un conjunto concreto de agrupamientos que terminaron de cristalizarse en el acto en Vélez. Si la política, como dicen, le huye al vacío, el espacio ocupado hoy por el “kirchnerismo realmente existente” empuja al exterior lo que antes estaba dentro (y ahí hay que ver no sólo el sindicalismo, sino también el PJ). La pregunta de cajón es si ese corrimiento, ese remplazo, otorga los mismos niveles de gobernabilidad que el anterior esquema. Si, en definitiva, hay ganancia. Algo que se va a responder inevitablemente a futuro. Lo que aparece claro es la apuesta a eso por parte de Cristina, como también la decepción que esa apuesta, inevitablemente, genera en los demás actores. En el 2003-2007 eso no emergía como problema, porque la fuerza propia no existía o era muy incipiente, e incluso el enfrentamiento al duhaldismo en el 2005 se dio más por robo del rebaño ajeno (lo que explica que después de aquel triunfo en la provincia de Buenos Aires se haya abierto la tranquera para que vuelvan casi todos). En cambio, todo el primer mandato de Cristina estuvo tensionado por el comienzo del fin de esa lógica: el gobierno enfrentó por primera vez a un sujeto social interno con la 125, lo que lo llevó después a enfrentar a otro, con la Ley de Medios. El gobierno de la “unidad nacional”, que en los hechos había sido la presidencia de Kirchner, frente al fantasma de la disolución del país del 2001, iba quedando atrás. Pero esa ruptura -con una derrota legislativa en la mitad- del pacto inicial, tuvo después una envoltura económica favorable que acompañó una radicalización de las medidas de gobierno. Contexto económico y gestión de izquierda y el efecto “balance histórico anticipado” tras la muerte de Néstor, resultaron en el 54%. Con un escenario tan cambiado, ¿puede seguir pensándose la dinámica política de la misma manera que hace 9 años? ¿Y qué significa, concretamente, ese cambio? Ganadores y perdedores, márgenes de autonomía muy distintos para unos y otros. Reacomodamientos que no son gratis, desde ya. “Soberbia abrumadora” como dijo hoy Moyano es, también, una forma despechada de hablar del resultado de octubre. El peso de ese resultado (la conveniencia de ese resultado, según quien mire. ¿Cuantos aliados hubieran preferido un 45% en vez de un 55%?…) es lo que está marcando las cartas de  2012. Lógicamente, es terra incognita, porque abre una dinámica de poder desconocida por la democracia reciente. Se puede discutir la intensidad de la administración política de esa súper elección por parte de Cristina, pero fue la sociedad la que creó el escenario, y no un apetito autoritario trasnochado.

¿Default ideológico de quién?

Moyano termina por abrazar palabras que estaban del otro lado del río: soberbia, falsedad del relato, corrupción. Y suma aliados de todo pelaje, en general, horribles. Pero lo verdaderamente impactante no es esa elección (que de última lo único que muestra es que él mismo ve al conflicto con el gobierno como irremontable) sino la que está del otro lado del espejo, sosteniendo la “imagen”: Clarín usando a Moyano. Lo importante no es que el líder de la CGT, en un contexto de aislamiento, haya ido a los estudios del canal a convocar al acto, sino la esquizofrenia del Grupo que debe dejar un poco perpleja a su propia audiencia y desahuciados a los políticos opositores. El default ideológico y cultural es mucho menos de Moyano que de Clarín y La Nación, tratando con plumas de seda una marcha sindical. El único reflejo vivo de la derecha es acompañar a quien se oponga al gobierno, ya sin tiempo ni fuerzas para hacerle ADN ideológico, ni de clase, ni de intereses compartidos, salvo el del cortísimo plazo. Es un momento extraño pero comprensible: Camioneros tiene la representación menos dañada que la oposición política, esa de la que no se habla desde hace meses. El sindicato, al menos se sabe qué representa, qué quiere, qué puede mover.

¿Perón y sindicatos, un sólo corazón?

Y ese es, tal vez, el otro eje de la política que cambió y que no se sabe a dónde nos va a llevar: el fin de la crisis de representación de 2001 no condujo a un esquema de partidos fortalecidos, sino la emergencia de un liderazgo mayoritario. Tan abrumador, como algunos índices de cambio económico y social de estos años, porque magia no hubo. Demasiado temprano para especular sobre la salida política para el 2015, demasiado tarde para que la pregunta no haga cosquillas. Lo que aparece muy extraño es la supuesta sorpresa e indignación desde el peronismo supuestamente ortodoxo del mundo sindical. ¿Acaso cuando Perón fue relecto con el 63% de los votos para el período 1952-1955 le dio más poder al sindicalismo? Por el contrario, ordenó desde su legitimidad renovada y ampliada un esquema con muchos menos pactos y más concentrado sobre sí mismo, y como contrapartida, una CGT mansa, muy lejos de la interlocución del “Cabildo Abierto” de un año antes. Algo parecido se podría decir que hizo el mismo Perón en 1973, frente a la “corporación juvenil”, después de arrasar en las elecciones que lo volvieron a sentar en el sillón presidencial. No es un festejo ni una chicana (de hecho, en ambos casos, habría que preguntarse cuánto de esa reconfiguración del poder tuvo que ver en las sucesivas y trágicas derrotas posteriores), pero es ridículo cuestionar ese mecanismo desde la lógica del peronismo puro y duro, como se sobreactúa en estos días.

¿Lo que viene es mejor, peor o igual?

cri, cri, cri«.

Usé muchas veces la expresión «el peronismo realmente existente» para dejar de lado discusiones emocionales que se visten de ideológicas sobre lo que es o no es peronismo. Para mí, el peronismo es «eso que está ahí». Entonces, tengo que aplaudir la precisión de Fede «el kirchnerismo (ahora, el cristinismo?) es un conjunto concreto de agrupamientos que terminaron de cristalizarse en el acto en Vélez«. Si tomamos en cuenta, claro, que una cosa son los militantes y otra la realidad social que expresan.

Entonces, tengo que decir que el acto del Luna fue, claro, un acto de aparatos: el de Hugo Moyano y sus aliados sindicales y el que ha construido desde la Juventud Sindical un dirigente joven y con futuro que no casualmente es su hijo. Pero es el embrión de una propuesta política – opositora – desde el sindicalismo peronista. Algo que los otros sindicatos, los que no responden a Moyano, aunque son la mayoría, no son capaces de hacer: Porque no son la opción política de la Presidente. Ni a ellos ni a ella les interesa que lo sean.

Uno siempre encuentra ecos en la larga historia del peronismo. Si los hombres que han sido en su historia nos miran desde algún lado, imagino a Lorenzo sacudiendo la cabeza – él no estaba a favor de arriesgar las organizaciones -, a Augusto mirando con interés… y al Viejo, al Viejo sonriendo irónicamente.