Geopolítica para salita de 5

noviembre 29, 2008

Están pasando algunas cosas en el mundo, además de la Crisis. O en la sombra de la Crisis. Dos, en particular, son tan visibles que ni siquiera los argentinos, siempre zambullidos en nuestras luchas internas, podemos pasarlas por alto. Una: La primera potencia militar del planeta, que tiene además la primera economía… todavía, cambia de presidente y, al hacerlo, ajusta (el verbo lo pensé con cuidado) su política. Otra: el presidente de la que fue, hasta hace no mucho tiempo, la segunda potencia militar, y todavía es una jugadora importante en el tablero del mundo, hizo ayer un modesto anuncio: «Se podría decir que hemos regresado a América Latina, dijo Medvedev a los periodistas». Seguro que lo sabemos: leemos los diarios, aunque sea por Internet. ¿Pero tenemos herramientas para analizarlas, que no estén condicionadas por esas internas nuestras?

No pretendo pontificar, y mucho menos «dejar de lado las ideologías». Como el sol, siempre están. Lo que quiero es tirar algunas ideas e iniciar una discusión o, más bien, retomarla. Porque tengo que reconocer que he sido un poco irónico (mi debilidad) con el Presidente Chávez (vean, por ejemplo, «lo cortés no quita lo cuahtémoc«, hace un año). Varios visitantes de este blog me lo cuestionaron. Es cierto, tengo un prejuicio con el antiimperialismo verbal («perro que ladra no muerde» decía mi madre). Pero hay dos hechos que reconocí aquí y en otros sitios: la experiencia Chávez es la más parecida, de las vigentes hoy en Latinoamérica, a lo que fue el primer peronismo, del ´45 al ´55 (algunos dirán que eso no lo hace necesariamente bueno, pero los argentinos podemos entender su fuerza). Y Argentina y Venezuela han sido y deben ser aliados naturales, con cualquier gobierno en cualquiera de las dos.

Igual, hay una realidad nueva. Mi objeción básica al proyecto Chávez es que él, como algunos líderes árabes del siglo pasado, Nasser, Khadafy, parece privilegiar los símbolos antes que las construcciones pacientes. El Gasoducto del Sur no es más real que la soñada República Árabe Unida. El Banco del Sur, la misma Telesur, la Alternativa Bolivariana… sus aspiraciones vuelan muy por encima de los hechos. No está mal para los hijos de Don Quijote levantar sueños y causas nobles, pero es necesario enraizarlas en los hechos. Y lo nuevo es que ahora aparece un hecho concreto. Está bien, la gira de Medvedev abarcó también a Perú, Cuba y el mismo Brasil. Pero en ningún lado se ha avanzado tanto en compromisos específicos, nucleares, tecnológicos, de provisión de armas como con Venezuela. Y el temperamento eslavo del señor Putin no incluye la exhuberancia tropical. Sus pasos tampoco tienen nada que ver con las especulaciones políticas internas que pueden mover a un Ahmadinejad.

No es la primera vez, como lo ha recordado, que Rusia se acerca al Caribe. Y la experiencia anterior no salió bien. Pero hay que tener presente que la situación es muy distinta. Por eso, la reacción de U.S.A. (la falta de reacción inmediata) también es diferente. Durante 30 años, la relación de Cuba con la vieja U.R.S.S. la convertía en un soldado de la Guerra Fría entre las dos grandes potencias que disputaban por el mundo. Hoy la relación es, tanto para Rusia como para Venezuela, un elemento más del juego en el gran tablero global, que permite a ambas, inclusive, usar esa relación como otra pieza en las que mantienen con los Estados Unidos. Casi un juego de la vieja geopolítica. Pero cabe que empecemos a preguntarnos cómo pueden integrarse esas alianzas en la deseada Unión Sudamericana de Naciones, en la propuesta Comunidad de Defensa.

De las relaciones con U.S.A., no valen los resúmenes apresurados. Es un tema demasiado complejo y demasiado importante. Tenemos que entender, y vencer, la «vocación satelital» de buena parte de nuestras clases medias y altas (originada, pienso como Ferla, más que en los intereses materiales, en un complejo de inferioridad. Pero eso da para un ensayo muy largo). Y también superar la ingenuidad deliberada de los que creen o simulan creer que se lucha por los intereses nacionales coreando consignas. Un antiimperialismo de hinchada, bah.

Como una pincelada, nomás, probemos ver la realidad como la ve la diplomacia de ellos. En la página del presidente electo, Barack Obama, se puede encontrar el orden en que retribuyó los saludos de los mandatarios del mundo (le agradezco a Alberto Asseff que envió un mail a propósito):

Los primeros agradecimientos fueron para los 6 grandes países que con EE.UU. conforman el G-7: Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.

Inmediatamente a continuación, se comunicó con los mayores países emergentes y con los aliados estratégicos: China, India y Brasil, España, Australia, Corea del Sur, México e Israel.

Luego, Obama habló con tres países claves en el contexto de los intereses planetarios de los yanquis: Turquía, Filipinas y la pequeña Georgia, ese ariete en el flanco ruso.

En el cuarto plano saludó a Argentina, Chile, Irlanda (son muchos los norteamericanos descendientes de ese país), Palestina (el equilibrio en el Cercano Oriente necesita que se consolide ese Estado) y Kazakhstán (la más grande, rica en petróleo, de las ex Repúblicas soviéticas).

Luego siguieron los presidentes de Colombia, Nigeria, Senegal, África del Sur y el Secretario General de las Naciones Unidas. Y así sucesivamente, con los países que habían enviado sus congratulaciones.

Indicaría que hoy estamos en la clase media, desde el punto de vista de sus intereses. No sería demasiado importante, sino fuese que coincide con la realidad, desde nosotros. Tomémoslo en cuenta, entonces.

Y para concluir, por ahora, les dejo la frase final del editorial del New York Times en que le pide a Obama diseñe rápido una nueva política para América Latina (No es una buena noticia: mientras no la tenían,  los gobiernos de Sud América gozaron de un cierto margen de libertad). El estilo es de ese realismo anglo que, confieso, les envidio un poco:

«Si hay todavía una duda sobre la necesidad de una nueva política para la región, considérense estos hechos: América Latina provee un tercio de nuestras importaciones de petróleo, la mayoría de los inmigrantes que llegan y prácticamente toda la cocaína. Y ah, sí, es nuestro vecino de al lado«.


me quedé pensando en Lanata

noviembre 28, 2008

cuando leí este magnífico post – un breve resumen de los últimos 80 años de la política argentina, junto con algunos datos valiosos sobre la prehistoria de la Revolución Bolchevique – del imprescindible Manolo. Donde además agrega, como elemento ordenador, este concepto: «Un Periodista es un Traficante de Información, y el límite con un agente de Inteligencia es demasiado tenue. Sorge, Markus Wolf, Amleto Vespa,  Kim Philby, Rodolfo Walsh, (fueron las dos cosas). La Búsqueda y Control de Fuentes; la recolección, organización, filtrado, análisis e intercambio de Información; todas tareas que deben ser cumplidos por ambas Profesiones«. (Edgardo, escuchá).

Quiero dejar claro algo de entrada: lo anterior no es un ataque contra Lanata (ser recordado cuando se lee sobre Sorge y Rodolfo Walsh no está mal, además). La hinchada kirchnerista de la blogosfera lo ha convertido en uno de sus blancos favoritos, mezclado con Tenembaum y Morales Solá; lo que muestra que lo que les importa no es si tienen algo en común, sino que se han puesto en la vereda de enfrente del gobierno K.

 

A mí, lo confieso, el gordo no me cae simpático. Lo encuentro algo soberbio: un tipo inteligente y culto que se cree más inteligente y culto de lo que es. Pero lo respeto como alguien que marcó una nueva época en el periodismo argentino. Página 12 de los comienzos no fue Lanata solamente, por supuesto, pero él contribuyó mucho a darle estilo e identidad.

Lo que sucede es que el calor me desalentó para hacer trabajos intelectuales exigentes. Escribo posts breves, de oportunidad, como los últimos. O me dejo llevar por la asociación de ideas. Lo que se me ocurrió es preguntarme por qué Jorge Lanata hoy es mucho menos significativo para el periodismo y mucho menos influyente como agente político que lo que fuera 20 años atrás.

Y entonces me acordé de Jacobo Timerman. Fundador de Primera Plana y de La Opinión, fue en la década del ´60 – tan pivotal en la Argentina como en el resto de Occidente – un creador en el periodismo y un actor clave en el ambiente cultural, es decir, en la política (esto siempre es cierto. Pero en los ´60 era más cierto que hoy). Fue más importante que Lanata. Quizás más que Roberto Noble. Si no construyó un imperio semejante al Grupo Clarín, fue a lo mejor solamente porque para un inmigrante judío era una tarea mucho más difícil que para un miembro de la vieja oligarquía argentina.

Su vida tiene elementos de tragedia griega. Porque fue uno de los autores intelectuales del golpe del ´76. Ojo: el golpe, después de la muerte de Perón, era casi seguramente inevitable. Pero él trabajó desde La Opinión para que se diera. Y, ingenua, infructuosamente, para moderarlo, ponerle límites. Sectores poderosos del Ejército aprovecharon su imprudente asociación con David Graiver para detenerlo y torturarlo. Expresaban un antisemitismo residual, pero también el odio a la modernización de la cultura argentina que el impulsó y representó.

¿Qué tiene que ver con Lanata? Bueno, Timerman sobrevivió. Fue liberado por presión directa, y muy dura, de los Estados Unidos. Se convirtió en un caso emblemático. Su persecución y tortura figuraron en los diarios internacionales que cuestionaban al Proceso, cuando todavia no tenían espacio para las Madres de la Plaza de Mayo. Cuando volvió la democracia, retornó a la Argentina. El gobierno de Alfonsín – para muchos de sus miembros era además un héroe cultural – lo indemnizó, le devolvió sus propiedades y le dió el control de un diario vespertino muy tradicional «La Razón».

Y no pasó nada. Jacobo Timerman continuó esforzándose. Dió rienda suelta a su oficio y a su mal humor. Pero nunca logró ni una fracción pequeña de las ventas ni, mucho menos, de la influencia que supo tener.

Para que Lanata no me odie demasiado, aclaro que no le estoy lanzando una maldición. Sus actuales frustraciones no tienen por qué ser permanentes. La reflexión que me hago es que el talento es un elemento imprescindible, pero funciona y brilla sólo cuando se da en el tiempo apropiado. Los liderazgos culturales, como los políticos, surgen de la interacción entre un hombre (o una mujer) y la sociedad en que está inmerso. Y ya Heráclito nos advirtió hace mucho que nadie se baña dos veces en el mismo río.


desagravio a los economistas

noviembre 27, 2008

En la entrada anterior dije que no había encontrado en los blogs de economía ningún análisis profundo sobre el reciente paquete de medidas. Y, más importante, los castigué en el pasado porque se concentraban en críticas puntuales, con buen nivel técnico, eso sí, y no usaban la libertad de la blogosfera para especular sobre la Crisis como un todo, o algo realmente difícil, la economía argentina. Pero de vez en cuando me confirman que los economistas blogueros (Elemaco, el Abuelo, los 3 chiflados, et alii) producen los blogs más interesantes (Lo siento, amigos sociólogos, e intelectuales varios. Ustedes tienen mucho que aportar, pero no hay nada más estimulante que los Datos Duros, como diría Siri).

Ahora, este piropo está impulsado por una nota muy corta y conceptual, sin números, que aparece hoy en Finanzas Públicas, un blog más bien ortodoxo en su análisis que esta vez decidió hacer un gesto al público nac&pop, con un comentario de Dani Rodrik, uno de los economistas norteamericanos más interesantes, que es en sí un desagravio a políticos sudacas, tan criticados. Se la copio y les doy una traducción menos macarrónica que la de Google, y después les agrego algo que vale la pena:

«El columnista económico del New York Times cita la siguiente reflexión de Lawrence Summers (secretario del Tesoro de Bill Clinton y ahora Presidente del Consejo Económico para Obama; un peso pesado, bah): «cualquier sistema que creó la crisis del peso mexicano, la crisis financiera asiática y los problemas de la actual debe ser cambiado» Yo no podría estar más de acuerdo. Pero también no puedo dejar de recordar que en el momento de la crisis mexicana y la de Asia, era mucho más común atribuir los accidentes a la mala conducta de los gobiernos involucrados.

Cuando los países en desarrollo entran en una crisis, el problema debe recaer en sus políticos venales y la falta de disciplina financiera. Cuando es EE.UU. el que está en problemas, la culpa debe ser del sistema. Por supuesto«

Lo que quiero agregar es otra cita de Rodrik, de su libro: «One Economics, Many Recipes (Una economía, muchas recetas)»: «Los países no llegan a ser ricos por seguir los pasos de otros países, sino superando sus propios, y muy específicos, problemas… El éxito usualmente requiere que se sigan políticas ajustadas a sus realidades locales, antes que obedecer las normas del establishment internacional»


De blanqueos

noviembre 26, 2008

Cristina Kirchner anunció ayer un «paquete» de medidas ante la Unión Industrial y la Cámara de la Construcción. La Nación publica la noticia, claro, lo que permite a sus columnistas denunciar la infinita maldad e ineficacia del régimen K (lean la edición de hoy miércoles). Página 12 le dedicó buenos análisis generalmente elogiosos, aunque Zaiat no puede contenerse y habla de «candorosa esperanza» cuando se refiere al tema que está en el título de este post. (Don Alfredo, sabe una cosa? si no lo repite por ahí, quiero decirle que no creo que este gobierno sea tan malo, pero «candoroso» es el último adjetivo que usaría para describirlo).

Ahora, en los lugares realmente interesantes, como los blogs de economía, he leído poco sobre el asunto. Mi falta de tiempo en estos días, unida, claro, a mi falta de conocimientos técnicos suficientes, me impide también analizarlo a fondo. Dándoles una primera impresión – que para eso sirven los blogs – diría que el contenido de los anuncios es menos importante que el hecho que muestran que el gobierno mantiene la iniciativa y que puede pensar en políticas para el lado de la oferta – las que tradicionalmente piden los empresarios. Aunque uno piense que se necesitan más políticas para el lado de la demanda, éste otro no puede ignorarse. Y el énfasis en obra pública es bienvenido, aunque necesita menos anuncios y más ejecución.

Ahora, Artemio López, severo custodio de los principios de la militancia pro K, sí publica hoy dos cuestionamientos al aspecto más visible de los anuncios, el mismo al que apunta delicadamente Zaiat: el blanqueo. Una breve y muy precisa crítica de Julio Sevares, a la que agrega esta frase contundente «convalidar la ilegalidad no puede conducir más que a seguir convalidándola una y otra y otra vez«. Y sube también un mail de Claudio Lozano. Ahí me parece que se cometen dos errores; no fundamentales, no éticos, pero que vale la pena señalar.

Uno, más explicable, surge de las buenas intenciones de Artemio: Lamentable, pero una parte importante de su público – lo muestran los comentarios – jamás perdonará a Lozano que hace pocos meses, en el asunto de las retenciones, votó No, IGUAL COMO PRETENDÍA LA SOCIEDAD RURAL (y unos cientos de miles de tipos más, pero esos eran idiotas útiles y no importan). La S.R.A. es el Mal Absoluto, y – como denunció el compañero Nicolaides – conspira desde hace 2500 años contra la civilización industrialista y progre (o era otra denuncia? No importa). Encima, insiste con las mineras, que es un transparente pretexto para atacar al gobierno de la Compañera Cristina, que tiene otras cosas en qué ocuparse. Lo siento, Don López.

La otra observación que quiero hacer es más técnica: Estoy de acuerdo con la crítica a los blanqueos: generalmente son ineficaces, y en contexto de crisis y lucha política no servirán para atraer recursos importantes. A menudo se explican por un favor a determinados empresarios, con nombre y apellido; otras veces, y si uno quiere ser benévolo puede pensar que ésta es una, se fundan en la intención de emitir un gesto favorable a la comunidad evasora, digo de negocios (¿el caniche style, sería?). Pero es un error mezclar esta crítica con una condena general a la «fuga de capitales», a la Lilita Carrió. Lozano debería tener en cuenta que la fuga de capitales es imposible de evitar en un país como el nuestro sin control de cambios y ley marcial. Y en la primera semana de su aplicación, mientras se intervienen bancos y casas de cambio y las tropas se desplazan a las salidas del país, los capitales restantes desaparecen. Los argentinos tienen buenos reflejos.

Con esa confusión, que sólo sirve para la izquierda superficial – a la que ya tiene en contra – Lozano debilita sus argumentos sólidos contra la legislación actual de las actividades extractivas, petróleo y minerales, que ESTIMULA la salida de capitales.

El ataque al problema que preocupa a Artemio, Sevares, Lozano y muchos otros sólo puede llevarse a cabo a través de imponer cada vez más dificultades legales a las actividades que negrean capital (La AFIP no está haciendo un mal trabajo en los últimos años. Si el resto del Estado acompañara…). Y llegando a acuerdos fiscales con los países desarrollados, que ahora están bastante escamados con el dinero «blue». Es un camino lento e imperfecto, como corresponde al mundo real


Hambre, miseria y blogs

noviembre 24, 2008

Hoy es uno de esos días en que no tengo tiempo para escribir algo que sienta que valga la pena el tiempo que empleo. Temas pendientes me sobran, pero… primo vivere... Además, para ser franco, aunque uno sienta a veces ramalazos de entusiasmo por encontrar, por ejemplo, argentinos que crean y construyen, y lo vuelca en posts muy breves como los últimos dos, hay también noticias, y muchas, que me hacen cuestionar el valor de lo que uno hace. Como ésta, Crece la cantidad de chicos que pasan hambre en la Argentina ¿Tiene sentido cuestionar la precisión de las mediciones de la U.C.A. – que sean Un millón cien mil chicos en lugar de Un millón doscientos mil – o analizar la estrategia de Clarín al reproducir en informe?

Justamente, en el blog del amigo Rafa, el Lobo Estepario, con quien compartí el entusiasmo por los 8 años del satélite argentino y otras realizaciones del INVAP, por ejemplo, el también subió en estos días una nota de Pavlovsky, en Pág. 12, donde dice, entre otras cosas, «Miles de familias están volviendo a los comedores comunitarios. En la red de banco de alimentos la demanda es un 15 por ciento mayor que en el 2007«. Y frente a este problema de falta de tiempo y algo de ánimo, otro amigo, Artemio López, me ayudó a solucionarlo.

Él reprodujo, añadiendo cuadros y cifras, la información de Rafa. Yo escribí esto en su post, y quiero subirlo también aquí, porque me parece una respuesta posible, al menos para mí y quizá para otros blogueros:

Artemio: Es triste leer que «Miles de familias están volviendo a los comedores comunitarios». Mucho más tristes, por supuesto, estarán los que tienen que volver. Y también los pibes que siempre tuvieron que comer allí o en la escuela.
Pero hay algo que reconforta, aunque sea un poquito. Que uno pueda leer y compartir preocupaciones y opiniones políticas que no sean goriladas histéricas antiK (con o sin citas en latín) ni tampoco, lo que es más patético, defensas del gobierno que consisten en repetir a los gritos lo malos que son Cleto Cobos y la gorda Carrió. Blogs como el del Lobo Estepario o como el suyo – que no confunde apoyar al gobierno con ignorar la miseria y la injusticia que existe – justifican en algo este pasatiempo nuestro.


Vaya si valen! Uno encuentra al Lobo y a Contradicto

noviembre 22, 2008

Hace algunas horas subí un texto sobre el 8º aniversario del primer satélite argentino de observación de la Tierra. Era lo único que encontré que me pareció que tenía que ver con el Día de la Soberanía (la Vuelta de Obligado está muy bien, pero fue hace 168 años). Y en lo que hace al presente, repito que en estas circunstancias (la Crisis global) me parece necesario y conveniente que el Estado retome de las AFJP el manejo directo del resto de los fondos acumulados y los aportes, pero el tema de Petróleo Plus (que no terminé de estudiar) y sobre todo, el silencio sobre el asunto en muchos sitios nac&pop me tenían… desalentado.

Bueno. Esa entrada sirvió para que el Lobo Estepario me acercara a su vez ésta: un recuerdo al aniversario de un gran argentino: Jorge Sábato (conste que mis amigos en Exactas estaban en la rosca opuesta, post ´66) . Y en ella (leerla con comentarios y todo) encontré un link a ésta otra, de Contradicto. Qué es uno de los posts mejores, por cómo lo escribió pero sobre todo por lo que dice, que leí en Artepolítica. Ud. tiene razón, Rafa (por algo es un hombre de Villa Urquiza): No nos han vencido.


otro aniversario que vale

noviembre 22, 2008

Deié pasar el Día de la Soberanía: Uno respeta la firmeza de Rosas, el coraje de Mansilla y el de esos bravos que algún inglés elogió (porque, en la guerra, para homenajes, los del enemigo). Pero eso está en los libros de historia. A hoy… apruebo la eliminación de la jubilación privada, precisamente porque – en un contexto de crisis – aumenta el poder del Estado al poner en sus manos el manejo de las fuentes de crédito locales más importantes. Pero – uno tiene experiencia – y creo que tenemos que ver cómo y para qué maneja el Estado esos fondos antes de festejarlo como un acto de soberanía.

Igual, aparece un símbolo, y los escépticos nos ilusionamos: Un día después se cumple otro aniversario, que en un sentido profundo tiene que ver con la Soberanía. Un día después, recibo copia del mensaje que lo marcó entre los hombres que construyeron ese logro argentino y aquí se los reproduzco (gracias a Carlos García Blaya y Alejandro Pandra a través de quienes me enteré):

EL SAC-C – el primer satélite argentino de observación de la Tierra – CUMPLE HOY OCHO AÑOS DESDE SU LANZAMIENTO

AL PERSONAL DE INVAP

Estimados todos:

Como es sabido por muchos de ustedes hoy, 21 de noviembre de 2008, nuestro querido SAC-C cumple ocho años desde su lanzamiento, ocurrido en el año 2000. En esta oportunidad la alegría resulta multiplicada por el hecho de que, con este nuevo aniversario, el satélite está doblando su tiempo programado de vida útil, originalmente estimado en los cuatro años.

Recordemos que el SAC-C, así como tres de los nueve instrumentos de medición que lleva a bordo, fueron desarrollados y construidos en los laboratorios y talleres de INVAP para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en su carácter de contratista principal.

Luego de superadas las pruebas previas realizadas en las instalaciones de la agencia espacial brasileña, el satélite fue lanzado con un cohete Delta II desde la base de Vandenberg, California, el 21 de noviembre de 2000 y desde las 16:55 de aquel día transmite imágenes y datos de la superficie terrestre que son utilizados en agricultura, cuidado del ambiente, gestión de emergencias y demás aplicaciones productivas, científicas y educativas.

Por otra parte, hay que desatacar que este proyecto que se materializó casi completamente en los laboratorios de Villa Golf, se desarrolló nada menos que en el marco de una misión conjunta entre la CONAE y las agencias espaciales de los Estados Unidos, Italia, Brasil, Francia y Dinamarca.

Hago llegar entonces mis felicitaciones a quienes participaron de este proyecto por su compromiso y la excelencia de su trabajo al tiempo que aprovecho la oportunidad para saludar a nuestros compañeros de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, con quienes siempre es un honor compartir operaciones de esta magnitud.

Solicito comentarlo con los compañeros del sector.

Saludos cordiales,

Lic. Héctor E. Otheguy

Gerente General & CEO INVAP S. E.

21 de noviembre de 2008


Comisarías en las villas

noviembre 20, 2008

Ayer a última hora subí una entrada sobre «Inseguridad y política«. No era sobre el problema de la seguridad interior – grave y pesado. Tengo algunas ideas, pero no estoy en condiciones de pontificar. Tampoco hablaba de la política en general, actividad noble aunque un tanto devaluada. El impulso que me llevó a escribirla es la bronca que me da cuando un tema importante, que tiene que ver con la vida y la muerte, sirve solamente como un argumento – una chicana – político a usar para pegar al «otro lado». Hubo tres comentarios al hilo, desde enfoques diferentes, y tengo ganas de contestarles y de paso, agregar un planteo que me parece que sirve para ver mejor el problema que enfrentamos, y que no es de un experto en seguridad ni mío tampoco.

Artemio López mostró lucidez y clarividencia: está de acuerdo conmigo. Y agrega lo que es, me parece, la clave del tema y la debilidad del enfoque de moda en el gobierno – no de los pingüinos, ciertamente, sino de buena parte del funcionariado medio y del Poder Judicial: «(es un) atajo común de nuestra progresía (para no cumplir con sus funciones), Jugar a ser la mega buena conciencia social«.

Guille lo defiende a Marcelo Saín «es un estudioso y uno de los pocos entendidos en seguridad que no proviene de las cloacas del estado«. Guille, yo fui cuidadoso en señalar que – pese al cargo que Saín ocupó y al que ocupa – yo no conocía de ninguna acusación seria contra su desempeño, en el aspecto ético. No es poco. Pero no me parece serio – ni correcto, si vamos a ser exigentes – que un responsable en el área de Seguridad no diga nada sobre seguridad, y hable de la falta de solidaridad de intendentes y hacedores de opinión. Creo que debemos estar hartos de policías, jueces y funcionarios que hablan de lo que está mal con la sociedad… en las áreas donde ellos no tienen responsabilidades. Hablen primero de lo que deben hacer.

Te agrego algo: lo de «las cloacas del estado»  … entiendo a lo que te referís. Allí hay algunos personajes que son peores que cualquier delincuente del conurbano. Pero también hay un prejuicio inconsciente: las cloacas son una parte sucia pero necesaria de la infraestructura de la vida social. ¿Por qué no te fijás en la vida de Eugenio Vidocq, el primer jefe de la Sureté y padre de la investigación criminal científica? Hay una película de Depardieu sobre su vida. Tal vez deberíamos poner al Gordo Valor al frente de la Bonaerense.

Harry… bueno, tuvo responsabilidades en Seguridad, hasta que el invalorable Mathov decidió prescindir de sus servicios. Y sabe de que está hablando, aunque es demasiado intelectual para manejarse bien en las cloacas. Pero, aunque estoy de acuerdo con la mayor parte de lo que dice, también es un discurso principista. Y, desde un enfoque opuesto al de los progresistas, también saltea el necesario vínculo entre las políticas sociales y las de seguridad. Por eso quiero copiar de su página en Internet, este artículo de otro amigo – que usa a veces el seudónimo Acab y que está enojadísimo conmigo porque le dije que tenía una imaginación más literaria que política. Pero en esta nota habla de cosas concretas:

Conocí las villas viendo los pechos de Susana Campos, en la película «Detrás de un largo muro», allá por el 57. Eran tiempos donde se mezclaban el liberalismo cultural y la feroz represión gorila. Ignoro si Perón o los gorilas habían construido un muro que separaba una villa capitalina cercana al Matanza, solo para que no se viera. Cuando ella se subió el pullover y mostró esos pechos me estremecí. Fueron los primeros del cine nacional.

Pasó medio siglo. Las villas albergan hoy -según se las defina- a millones de habitantes en todo el país.

Políticos importantes como Daniel Scioli y Mauricio Macri han tenido expresiones públicas que, a falta de las debidas aclaraciones, deben ser tomadas como contrarias a su existencia.

Debemos pensar, pues, en ellas: ¿Cómo nacieron, crecieron y proliferaron?

Los cientistas sociales coinciden en que se trata de un fenómeno inmigratorio.

Inmigran poblaciones rurales nacionales, bolivianos, paraguayos, peruanos.

Cuanto mas grande la ciudad, mas inmigración.

En la ciudad de Buenos Aires se produjo, desde Susana Campos a hoy, un fenómeno muy especial, único, de altísima inmigración, por las ventajas que la ciudad ofrece al recién venido. Trabajo marginal mejor pago, escuelas, hospitales, planes sociales gubernamentales, clientela política, menores costos de transporte, etc.

En San Pablo pasó lo mismo, multiplicado por cinco.

Las villas conforman un fenómeno socio-cultural especial, con una fuerte identidad.

Tomo un caso que conozco, el de la 21 de Barracas, habitada hoy por más de 30.000 personas. La mayoría es paraguaya. Sus hombres trabajan en las diversas ramas de la construcción, oficios muy bien pagados en momentos de alta demanda.

Honrando su cultura paraguaya, sincrética entre la guaraní y la jesuita, son gente profundamente tradicional, vital, alegre, humilde. Es gente de trabajo, honrada y honesta.

Pero se les engendró un epifenómeno delictivo, ligado a la droga y las bandas juveniles, adentro de la villa.

La pregunta clave que hay que hacerle a Macri y Scioli es si los honestos paraguayos son culpables del fenómeno.

Si los gobiernos, de Perón y los del ´55 a la fecha, nada hicieron para trazar un gigantesco plan integral de urbanización, como hizo Francia con París, los paraguayos no son los «culpables».

Si Cavallo, que seguía un pensamiento y Menem, que no seguía ninguno, enviaron a generaciones de jóvenes y adultos a la exclusión social, juzguémoslos.

Estoy estupefacto por las recientes expresiones de Néstor Kirchner y Daniel Scioli.

Tardaron quince años en darse cuenta lo que se engendraba?

Careta de cemento hay que tener para, ahora, culpar a los jueces !!

Basta una ley sencilla, que impida la excarcelación del reincidente, que reintroduzca la figura de la peligrosidad, que separe al delincuente precoz de su hábitat, que cree  establecimientos de resocialización en serio, que separe de inmediato al juez venal, que persiga a la droga.

Si los Kirchner hubieran asumido el tema a fondo, debieron haber construido dos millones de viviendas y darle trabajo a los marginales. No hicieron nada.

Por eso las villas están y crecerán con la crisis mundial.

Respeten los políticos a la población villera y dedíquense a combatir la delincuencia.

Urbanicen, den servicios, atiendan a los villeros, respétenlos.

Intégrenlos, en serio, a la conducción política, eliminando a los intermediarios.

Si hacen algo de eso, podrán poner comisarías en las villas, que es lo necesario.


inseguridad y política

noviembre 19, 2008

Me parece que la inseguridad ha llegado a ser – como por ejemplo, el aborto – un tema político, en el peor sentido. Lo digo así porque, si bien todos los problemas humanos que tienen que ver con la vida en sociedad son – también – temas políticos, uno se da cuenta que en algunos problemas, importantes, difíciles, los que gritan más no están interesados en soluciones, sino en derrotar a un adversario.

Claro, la política está armada – como el sistema judicial anglosajón – en base al enfrentamiento. Pero creo que se pasa un límite cuando las tragedias – un tipo asesinado frente a su familia; un pibe marginal al que le «plantan» droga o un fierro para inventar un culpable – son pretextos para castigar a garantistas o «fachos», o son ignorados cuando no sirven para los propósitos del que acusa.

Ojo; no me estoy refiriendo a notas como la que publica hoy Ramble, continuación de una anterior, sobre los dos pibes que se suicidaron en un instituto de detención de la Provincia. O las que publicaron muchos blogs del progrekirchnerismo, cuando Scioli se mandó aquello de bajar la edad para encarcelar a los menores (hay una – desgraciadamente extravié el link – de una ferocidad hermosa). Como blogueros somos testigos: no tenemos que dar soluciones si no las tenemos. Nuestra obligación ética es decir lo que sentimos, y, a lo mejor, pensarlo antes.

Y si es muy cierto y agudo lo que escribe José Natanson, «Durante años, el progresismo prefirió esquivar el tema de la seguridad, un poco como resultado de un diagnóstico simplista (considerar a la inseguridad como un subproducto automático de la pobreza), otro poco por el rechazo, generado por las dictaduras, a utilizar la represión legítima , o simplemente por pereza. Mientras tanto, se fue construyendo una respuesta, ciertamente equivocada, pero respuesta al fin: más policías, más penas, más cárceles. Una década de neoliberalismo fue el resultado fatal de la debilidad de las alternativas progresistas a la crisis de la deuda externa. No es tan difícil prever qué ocurrirá con la inseguridad«, también es cierto que las «soluciones» que proponen los propagandistas de la mano dura se han mostrado peor que inútiles, y solamente funcionan como argumento político para atacar a los progres. Después de los brillantes resultados de la fantochada de Blumberg, a quien el congreso K aprobó todas las leyes que propuso, Scioli y su progresista ministro Arroyo se merecen todos los garrotazos que reciben.

Algunas ideas mías sobre el tema las volqué aquí, como agregados a los comentarios de un amigo que sí es experto en seguridad interior. Pero no tengo responsabilidades oficiales, sólo preocupaciones. Y si me largo ahora con esto, es porque me preocupa mucho, y me fastidia más, la larga nota que en Página 12 publicó en estos días Marcelo Saín.

A Saín, de ideología y formación muy distintas de la mía, no lo tenía mal conceptuado. Para ser un recomendado de Horacio Verbitsky, y – más negativo – no haber aportado soluciones notorias en las áreas en que tuvo responsabilidad ejecutiva, tampoco me parecía ser uno de los inútiles «ladriprogresistas» que bautizó Artemio. Porque Saín ha estado en cargos de mucha responsabilidad y – hasta donde yo sé – no hizo papelones. El ha sido subsecretario de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, con Solá, si mal no recuerdo, y es interventor en la Policía de Seguridad Aeroportuaria con Cristina Kirchner.

Es entonces uno de los hombres cuyo trabajo – que no les envidio – es tratar de disminuir la inseguridad y la impunidad. No es escribir artículos donde, con el peor sentimentalismo progre, denunciar como los «medios» (P.12 no es un medio, claro) diferencian a las víctimas según su nivel social. Que es lo que él procede a hacer a continuación. Así, relata el asesinato de Sara Josemovsky, en manos de dos ladrones. Tenía 48 años y se dedicaba a vender ropa. El de Raúl Alberto Lugones, de 36 años, que fue asaltado en un barrio de General Pacheco, cuando finalizaba su jornada laboral como repartidor a domicilio de remedios para una farmacia de la zona. El del cabo de la Gendarmería Nacional Roberto Omar Centeno mientras hacía labores de vigilancia dentro de una garita.

Y acusa, con indignación «Sin dudas, el valor social, político y mediático de estas vidas plebeyas es infinitamente menor al de las víctimas de la clase alta de nuestra sociedad. En concreto, ante la trágica muerte de Sara Josemovsky, Raúl Alberto Lugones y Roberto Centeno, no hubo intendentes que declararan el “estado de emergencia” en sus municipios; tampoco se llevaron a cabo movilizaciones sociales con altísima exposición mediática; ni el gobernador Scioli dio conferencias de prensa prometiendo “mano dura” en la lucha contra el delito«.

Lic. Saín, a Ud. no se le paga – supongo que el Estado lo sigue haciendo, no? Por lo menos, lo hizo hasta hace muy poco – para lamentar el egoísmo de los ricos. Eso ya lo hicieron, entre otros, los profetas de Israel hace tres mil años. Como funcionario en el área de Seguridad, su trabajo es aportar ideas y esfuerzos para evitar las muertes de gente como Josemovsky, Lugones, Centeno y también de Barrenechea y de los dos pibes que se suicidaron en La Matanza, bajo supervisión del Estado.


algunos aniversarios valen

noviembre 19, 2008

Siempre critico esta costumbre bloguera – copiada del periodismo – de inventar posts para los aniversarios. Después, yo también lo hago. Muy argentino todo. Pero a veces, siento que alguno hace justicia, cuando los medios no lo hacen. Un saludo admirativo a Artemio López, encuestador de la Corona y bloguero extraordinario, que se acordó de Saúl Ubaldini con este hermoso homenaje.