Religión y política

noviembre 30, 2011

Entrando en Twitter (lo que hago poco, aclaro) descubrí que el compañero @adandeucea está llevando adelante un debate sobre el tema del aborto, y ha incluído uno de mis posts, el del Coqui Capitanich. Ojo: era un post político, sobre la influencia del lobby religioso» y la del «lobby laicista» en la realidad política argentina.

Mi posición sobre el aborto… la he puesto en el blog, pero no insisto en mucho en ella. Valoro la vida de las embarazadas pobres que deciden abortar; también la de los bebés en sus senos. Un par de fanatismos que andan por ahí – más políticos que religiosos o filosóficos – encuentran imposible sostener ambos valores al mismo tiempo. Es un problema de ellos, pero dificulta el diálogo racional. De todos modos, los posts filosóficos los reservo para las vacaciones, cuando las urgencias políticas no nos aferren.

Pero una noticia que encontré me hizo volver a pensar en el tema del título. Primero, lo pongo en contexto: Se puede decir, sin injusticia grave, que las sociedades de Europa Occidental han entrado en una etapa post cristiana. No que ya no haya católicos y protestantes, y también judíos creyentes y, por supuesto, musulmanes. Y que en algunos de esos países, Italia, España con el triunfo del PP, la jerarquía no conserve influencia. Pero me parece evidente que ya el cristianismo no define los valores y las preocupaciones de esas sociedades y de la mayoría de sus habitantes.

Algo similar puede decirse de los sectores medios urbanos en Argentina, Uruguay, Chile… la América Latina más europeizada, aunque todavía se bauticen y, muchos, se «casen por iglesia». Por eso resulta natural que los «ateos ideológicos», por llamarlos de algún modo, encuentren que lo suyo es lo racional y moderno, respetando, eso sí, los que no son idiotas, los escrúpulos personales de los que mantienen una fe religiosa, en tanto se relegue a la esfera privada.

Es la «corriente de la historia» de los últimos 200 años … siempre que no se incluya en la historia, claro, a parte de la Europa Oriental, al mundo islámico y al mundo hindú. Es decir, a la mayor parte de la población mundial, donde la religión nuevamente se transforma en identidad cultural y política. En China y en las minorías chinas de ultramar, en el mundo africano no musulmán… la cuestión está abierta, pero en esas regiones la religión está dando una dura batalla.

Lo mismo puede decirse de una sociedad muy diferente, la de los Estados Unidos de Norte América, donde la religión – sin denominación específica – nunca ha dejado de jugar un rol importantísimo en la política.

En las masas rurales o muy recientemente urbanizadas de nuestra América, los sentimientos y manifestaciones religiosas tienen una presencia activa y vigorosa, que sólo los deliberadamnte ciegos pueden no ver. Es cierto que no tiene expresión política, y que esa religiosidad popular se mantiene alejada de los intentos de manipularla desde las elites. Pero hace pensar que líderes populistas como Hugo Chávez y Daniel Ortega, que solían ser revolucionarios y marxistas, hayan empezado a incorporar recientemente símbolos y expresiones religiosas. Como decía Antonio Machado «aquel trueno  Vestido de nazareno«.

Bueno. El punto interesante es que en la sociedad donde se hizo el experimento más prolongado y severo de «ateísmo ideológico», la ex Unión Soviética, se están produciendo algunos fenómenos interesantes. El amigo Alberto Barriaga, militante político y a la vez católico ferviente, comentó hace poco en el blog (lo transcribo en detalle porque trae información interesante; yo mismo había leído la nota):

«Lo que está pasando en uno de los primeros paises en legalizar el aborto. Vladimir Putin recibe reliquia de ‘fertilidad’ de la Virgen María, mientras Rusia lucha contra el colapso demográfico. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, acudió personalmente al aeropuerto de San Petersburgo este pasado 20 de octubre, para recibir una reliquia de la Virgen María que pertenece a la Iglesia Ortodoxa, de parte de los monjes griegos quienes la traen desde el Monasterio de Vatoped, localizado en el Monte Athos.
La reliquia, de la que se cree que es un sayo que fue usado por María, la madre de Jesús, está también asociada con la milagrosa restauración de la fertilidad.
El Sayo de la Madre de Dios, tal como ha sido formalmente denominado, estaba pautado para permanecer por cuatro días en San Petersburgo, y luego será llevado en una gira de un mes en todo el país.
Los oficiales de la Iglesia Ortodoxa Rusa dijeron que la reliquia también sería llevada a los centros de ayuda para la mujer embarazada, donde las mujeres embarazadas que están considerando someterse a un aborto, reciben consejería. Los cristianos ortodoxos, al igual que los católicos y los coptos, creen que Dios realiza milagros en asociación con los objetos que han sido usados por los santos.
Tal como LifeSiteNews/Notifam reportó el pasado lunes 24 de octubre, recientemente el parlamento ruso votó para limitar el acceso al aborto en la mayoría de los casos, luego de pasar por décadas de un descenso demográfico.
La población total de Rusia ha estado anualmente en decaída desde 1992, con una disminución en un 2.9 %. La tasa de natalidad rusa se encuentra en un 1.4 por pareja, muy por debajo de la tasa de reemplazo de 2.1. También, la tasa promedio de mortalidad por edad está más baja, especialmente entre los hombres, lo que ha agravado el problema«.

Tengo que corregir en algo al compañero Barriaga: el aborto, después de haber sido legalizado en el primer entusiasmo revolucionario de los bolcheviques, fue desalentado enérgícamente por el padrecito Stalin, a quien no le importaba tanto la vida de los no nacidos como el problema demográfico. Pero no cabe duda que si Putin, que se formó justamente en la K.G.B. de Stalin, donde no valoraban la vida desde la concepción ni las reliquias de los santos, se interesó personalmente en el asunto… los sentimientos asociados con la Iglesia Ortodoxa vuelven a ser importantes allí.

La noticia que leí hoy en Ria Novosti dice «Más de 800.000 personas visitaron la catedral de Moscú de Cristo el Salvador la semana pasada para ver el cinturón que se cree que pertenecía a la Virgen María«: Hasta puedo imaginarme en la fila a un viejo bolchevique murmurando «Para supersticiones, las viejas«.


Y por casa cómo andamos?

noviembre 30, 2011

Después de un par de posts con visiones terroríficas sobre la Crisis en la eurozona – visiones elaboradas en la culta Europa, faltaba más – corresponde que nos preguntemos cómo estamos nosotros.

Invito a repasar rápido unos parámetros básicos. No es un cuadro de situación completo, ni siquiera un buen bosquejo, de la economía argentina. Pero sirve, creo, para saber si el oleaje que se viene nos puede hacer naufragar.

Datos duros y Estructura Desequilibrada, dos blogs serios, reproducen la infografía sobre la deuda de los países europeos que preparó la BBC, gente veraz en todo lo que no perjudique directamente sus intereses. Les invito a que la vean, pero para este post basta con un brevísimo resumen: Relación entre la deuda externa y el PBI: Italia, 163 %; Francia, 235 %;  Grecia, 252 %; España, 284 %; Irlanda, 1.093 % (¿quién era el que nos exhortaba a seguir su ejemplo…?).

Artemio López, autocongratulatorio, afirma: «Cuando en el año 2003 Néstor Kirchner asume el gobierno, la deuda externa medida sobre el PBI representaba el 150 %. Hoy representa el 45 % con apenas el 13 % en manos privadas«.

Otro factor clave es la presencia, o ausencia, de un tipo de cambio realista. Como ya dije, en voz no muy alta, me siento incómodo con un dólar relativamente quieto usado como ancla antiinflacionaria: desalienta la producción local, y es peligroso, porque «crea hábito».  Pero el blog gringo IKN trae este cuadro:

(cliquear sobre el gráfico para ampliarlo)

las monedas de varios países sudamericanos en relación al dólar, durante un período de dos años. Muestra que el peso argentino se ha devaluado consistente y regularmente en relación a la moneda yanqui por todo ese período, al contrario del resto de las monedas. Es cierto que no compensa la inflación real; pero indica que el proceso devaluatorio está bajo control.

Igual ¿podemos permitirnos este tipo de cambio, controlado? Parece que sí, por ahora. Buscando datos  de fuentes no K, encuentro este informe de la consultora Ecolatina, del silencioso Lavagna:

«Los precios que viene mostrando en los últimos días la soja, siguen siendo por lejos un 87 % superior en términos históricos. Así lo consignó el último informe de Ecolatina.

«La soja se ubica 87 % por encima del promedio de 2006”, señaló el trabajo. Cinco años atrás el poroto se cotizaba a u$s 220. Si se comparan los promedios de los precios FOB internos para los meses de mayor comercialización en la Argentina, respecto de los valores del año pasado, se observan aumentos interanuales del 35 por ciento. El precio promedio para el 2011 es de 520 dólares«.

¿Todo esto quiere decir que todo está fenómeno y nos podemos ir de vacaciones tranquilos? No. Vayámonos de vacaciones, pero tengamos claro que nuestra economía tiene distorsiones importantes, y nuestra sociedad deudas pendientes. Esto sólo dice que las olas actuales no tienen por qué hacernos naufragar… si la mano en el timón, la conducción política es consistente y prudente.


El gobierno inglés insiste: Se viene el fin, nomás

noviembre 29, 2011

Un amigo, peronista tradicional y furioso anticapitalista (No se extrañen: es una tradición más vieja, simplemente. De los tiempos de Evita), exiliado hace muchos años a las arenas de Ibiza, me envió el video de arriba, después de leer el post anterior.

Confieso que, a pesar del afecto que le tengo, no lo tomé muy en serio. Resistencia Límite es otra idea de la Novísima Izquierda 2.0, un canal de You Tube «creado para luchar contra una sociedad decadente«. Y, como el material que remiten troskistas,  discípulos de Hayek y Ayn Rand, y algunos amigos nostálgicos del menemismo que no voy a nombrar, lo guardo en la carpeta denominada «para jugar con ideas, cuando sobre tiempo».

Suerte que visité el blog de mi amigo Flores Kemec, La fiesta de Bismarck donde encontré una referencia a la misma noticia a la que alude el video.

Es un tipo serio, así que decidí buscarla. Y la encontré en The Telegraph, un diario británico fundado en 1855 y que apoya al Partido Conservador, en una nota firmada por uno de sus editores. Como dicen en mi barrio, de la boca del caballo.

«Prepárense para los disturbios ante el colapso del euro, advierte el Foreign Office. Las embajadas británicas en la zona del euro han recibido instrucciones de  elaborar planes para ayudar a ciudadanos británicos en el caso del colapso de la moneda única.

Los ministros británicos advierten en privado que la ruptura del euro, una vez casi impensable, ahora es cada vez más plausible.
Los diplomáticos se están preparando para ayudar a los británicos en el extranjero en el caso de un colapso de la banca e incluso de disturbios derivados de la crisis de la deuda.
El Departamento del Tesoro confirmó a principios de este mes que la planificación de contingencia para un colapso ya está en marcha.
Un ministro de alto rango ha revelado la magnitud de la preocupación del Gobierno, diciendo que Gran Bretaña planea ahora sobre la base de que el colapso del euro es ahora sólo una cuestión de tiempo.
«Está en nuestro interés que traten de ganar tiempo, porque eso nos da más margen para prepararnos», dijo el ministro al Daily Telegraph«.

Una aclaración urgente: No creo que el euro «colapse». Ni tampoco veo plausible una Gran Devaluación brusca, como la que el peso argentino sufrió en el 2002. La experiencia me dice que la catástrofe anunciada casi nunca es la que ocurre. Además, concuerdo con lo que señala el joven y lúcido comentarista Pablo L, entre otros «los costos directos e indirectos de que esto suceda son altísimos«, mayores aún que los de cualquier otra salida.

Mi opinión es que esto tiende a confirmar la hipótesis que adelanta Casiopea en esa misma columna de comentarios «Inglaterra quiere salvar a la City de Londres y el mercado común» y presiona a Alemania para que acepte la emisión de todos los euros que sea necesario.

Ahora, tengo que decir que, si eso es así, los hombres de la City deben estar preocupados. Aprietes tan abiertos, sin declaración de guerra, no los usaba Inglaterra ni con los reyes zulúes. Nuestro Guillermo Moreno, tan injustamente criticado, parece una señorita.


¿Se viene el final?

noviembre 28, 2011

Mi estilo no es el catastrofismo. Me quedó algo que leí hace tiempo, creo que en Chesterton «No me preocupa el Fin del Mundo. Ya sucedió muchas veces«. Y tengo claro como el periodismo necesita de las catástrofes, para vender diarios.

Pero The Economist no parecería estar en ese negocio. Desde 1843, cuando fue fundado para abogar por la derogación de las Corn Laws, ha sido un vocero inteligente y muy escuchado del liberalismo inglés. Así que si él dice que el Titanic está en serio riesgo de chocar, seguro que tiene información precisa sobre los témpanos. Puede ser una evaluación objetiva, o estar influída por los intereses de lo que es, después de todo, una línea naviera rival. Pero yo no sacaría pasajes en ese viaje, por las dudas.

Voy a copiar, sin comentarios, la parte central de su último editorial (leader). Es muy expresivo. Y muy importante para nosotros. La caída del euro – o su situación de riesgo – tiene muchas consecuencias, y muy diversas, que nos pueden alcanzar. Un cliente importante, la Unión Europea, reducirá sus compras, seguro. Algunas políticas, que son las que siempre tratan de imponernos, quedarán (más) desprestigiadas… Lo más importante – tengámoslo claro – serán las imprevisibles consecuencias en el sistema mundial. Estamos viviendo tiempos interesantes, en el sentido chino.

«Aún cuando la eurozona se mueve hacia su destrucción, la mayor parte de la gente está convencida de que, al fin y al cabo, los gobiernos harán lo que sea para salvar a la moneda única. Y esto es así porque las consecuencias que traería la destrucción del euro serían tan catastróficas que nadie responsable podría permanecer mirando como esto ocurre.

El quiebre del euro podría causar un desastre global aún peor que la crisis del 2008-2009. La región del mundo financieramente más integrada se vería destrozada por defaults, quiebras de bancos y la imposición de controles de capital. La zona del euro podría hacerse añicos, o bien reagruparse en un gran bloque al norte y uno fragmentado al sur. Y en medio de recriminaciones y rupturas de acuerdos como consecuencia del fracaso del mayor proyecto económico de la Unión Europea, las variaciones bruscas de los tipos de cambio entre las monedas de los países que estén en el centro y de los que estén en la periferia casi con certeza provocarían que el mercado único se paralice. Y la supervivencia misma de la Unión Europea quedaría en duda.

La amenaza de un desastre no siempre logra impedir que ocurra. Las chances de que la zona del euro estalle y se haga añicos han aumentado en forma alarmante, gracias al pánico financiero, a previsiones económicas que se vuelvan más y más pesimistas y a dirigentes testarudos que juegan al borde del abismo. Las probabilidades de un aterrizaje suave se están reduciendo muy rápidamente.

Los crecientes temores de los inversores de que el euro quiebre han estado alimentando una fuga de los activos de las economías más débiles, una estampida que ni siquiera las acciones de sus gobiernos pueden detener. El último ejemplo de esto es España. A pesar de la aplastante victoria electoral del Partido Popular en las elecciones del 20 de noviembre, los costos del país para solicitar préstamos han seguido aumentando. El gobierno ha debido pagar recién el 5.1% de interés por un préstamo a tres meses, que es más del doble del interés que abonaba hace apenas un mes. Las tasas de interés para los bonos a diez años superan el 6,5%. El nuevo gobierno tecnocrático de Italia comandado por Mario Monti tampoco ha logrado mejora alguna: el costo por los bonos italianos a diez años de vencimiento sigue estando muy por encima del 6%. Los costos para préstamos negociados por Francia y Bélgica están aumentando. Y en esta semana, fracasó la oferta pública realizada por Alemania de Bonos propios.

No es menos alarmante el pánico que ha invadido a los bancos europeos. Se les ha secado el acceso a los mercados “mayoristas” de fondos, y el mercado interbancario está en cuestión, ya que los bancos se niegan a prestarse entre ellos. Las empresas están retirando los depósitos de los bancos en países periféricos. Esta corrida por la puerta trasera está forzando a los bancos a vender sus activos y comprimir los préstamos; el ajuste al crédito podría ser mucho más profundo que el sufrido por Europa cuando se produjo la caída de Lehman Brothers.

Agreguen a esto la aún mayor austeridad fiscal que se impone en toda Europa, más el colapso del comercio y de la confianza del consumidor, y se verá que hay muy pocas dudas de que la zona del euro atravesará una profunda recesión en 2012. Esto conducirá automáticamente a un círculo vicioso en el cual la recesión ampliará los déficit presupuestarios, inflará las deudas de gobiernos y fomentará la oposición popular a la austeridad y las reformas. El temor a las consecuencias hará que los inversores se alejen mucho más rápidamente hacia las salidas, cualesquiera sean.

Las crisis financieras del pasado muestran que esta espiral descendiente sólo puede ser frenada mediante políticas valientes. Pero los dirigentes políticos de Europa no parecen ser capaces ni tener el coraje suficiente. El tan cacareado apalancamiento del Fondo de Rescate acordado en octubre no está conduciendo a nada. Los líderes de la eurozona se han hecho adeptos a hablar de fastuosos planes a largo plazo – más supervisión fiscal, nuevos tratados para avanzar en integración. Pero no ofrecen ideas para contener el incendio actual.

La cautelosa canciller de Alemania, Angela Merkel puede ser impiadosamente eficaz cuando de política se trata: vean sino la manera que ayudó a moverle el piso a Silvio Berlusconi. Pero un “credit crunch” es mucho más difícil de manejar. Junto a otros países acreedores, se niega a reconocer el grado de pánico en los mercados. El Banco Central Europeo rechaza la idea de actuar como prestamista de última instancia de gobiernos en serias dificultades pero que son solventes. El miedo de crear un “riesgo moral”, que la ayuda alivie la presión sobre el país deudor para que acepte las reformas, aparentemente es suficiente para frenar todo plan de rescate. Esto sólo acrecienta el nerviosismo de los inversores con todos los bonos de la eurozona, incluyendo los de Alemania, y convierte un eventual colapso de la moneda en más plausible.

Esta situación no puede continuar por mucho tiempo más. Si no se produce un cambio realmente dramático de parte del Banco Central Europeo y de los líderes de Europa, la moneda única podría quebrarse en muy pocas semanas más. Numerosos eventos, desde la caída de algún banco grande. el colapso de un gobierno, hasta el fracaso de una subasta de bonos, podrían causarlo. En la última semana de enero, Italia tiene que refinanciar más de 30 mil millones de euros en bonos. Si los mercados se resisten y el Banco Central Europeo sigue inmóvil, el tercer mayor deudor de bonos soberanos del mundo podría ser empujado a declarar su default.

… No es posible que la Sra. Merkel y el BCE sigan amenazando un día a las economías descarriadas con que serán excluidas del euro, y al siguiente tranquilizar a los mercados con la promesa de que salvarán al euro. A menos que ella decida pronto, la canciller alemana se dará cuenta que la elección ya ha sido hecha por ella«


Figuras y figuritas históricas

noviembre 28, 2011

Lucas Carrasco no entra, todavía, en la categoría de figura (no tiene la más puta intención de entrar en la de figurita). Llena algunos requisitos clásicos: seducción, bohemia explícita, un toque de reviente… Y talento, claro. Igual, aún no da para eso: que Alfredo Leuco lo acuse de intentar asesinarlo no alcanza, ni de lejos.

Voy a hacer un aporte a la causa. Lo estoy poniendo en la muy limitada categoría de los tipos que tienen un blog más visitado que el mío, e igual siento necesario copiarles un post íntegro. Este, en el que habla de figuras y figuritas históricas.

«Estoy gratamente sorprendido. En Página 12 de ayer, en la contratapa, José Pablo Feinman no le da vueltas al asunto: fue López Jordán el que asesinó a Urquiza. 
En Entre Ríos, decirlo así -como lo decíamos en el Grupo López Jordán- es para quilombos. Últimamente, las aguas se habían calmado un poco. Entre otras cosas, porque el menemismo -Busti en Entre Ríos- ya no necesitaba hacer la gran Pacho.
Pacho, el amigo de todos, venía de ser, consecuentemente, alfonsinista. Pacho nunca cambió sus ideas radicalmente, lo que cambiaban eran los gobiernos que él integraba. Con lo que, bueno, había una línea de continuidad en ser siempre oficialista. Y respetuoso del mitrismo. Y de los federales. Y de los portuarios. Y de los Santiagueños. Y de los paraguayos. Y de los yanquis. Después de todo, se trata de historia, no de política. Ahora, le dan a Pacho la posibilidad de auto revisionarse históricamente. 

Hay algo de maldad en el asunto. El premio -perdón que me ría- Colorado Ramos. Entregado por Pacho. Dosis de revisionismo inyectable, para efecto rápido.

Las culturas de élites siempre tuvieron, en la historia argentina, el tino de quedarse con los restos de lo que valía. El caso de Miguel Hernández. La conveniente parte de Urquiza, del Urquiza de la traición. El Hernández de la derrota. El Perón de la vuelta. Todavía, no el Rosas del orden y la cruza, porque sigue siendo revulsivo. Pero, Dorrego, Dorrego total se murió. Lo mataron.
La historia según los buenos y malos, sin la complejidad de un Colorado Ramos, pone a Roca en el panteón de los malos. Sin beneficio de inventario. Dorrego y quienes tuvieron la oportunidad de ser masacrados antes de entrar en las complejidades de la historia. Alguna mujer, valiente y honrada en lo posible, porque la historia la hacen los pueblos. No vaya usted a creer que según nuestras categorías contemporáneas San Martín era misógino y un cacho pedófilo.
La historia de Billiken, pero escrito en un manual para estudios primarios, mediados de siglo pasado, se rehace. Es la tentación de quienes necesitan darse una razón profunda. Legítima, válida, parte del campo político.
Una pena que la tentación por las ideas federales no llegue a plasmarse en los hechos.
En Santiago del Estero, en Formosa, en Jujuy, en el mismo norte entrerriano, donde López Jordán sublevó las tropas que iban a combatir contra el Paraguay, no se enteran del «desarrollo» (perdón por la chicana) de las ideas revisionistas. Usadas, ahora, para decorar boludos.

López Jordán se quedó solo. Había renunciado a sus cargos públicos. Las ideas federales estaban ahogadas. Por la traición de Urquiza, sí. Pero. No se puede pasar de largo cuestiones económicas, sociales y culturales que asolaban la historia, la condicionaban, como siempre pasa. Es, el asesinato de Urquiza (ni una lágrima vierto al poner la palabra asesinato: Urquiza era un carnicero) un noble acto de impotencia política. Por eso a López Jordán no se lo va a tener en el panteón de los buenos. Resulta, todavía, muy revulsivo. Las élites culturales dominantes -donde ahora, al parecer, hay un lugar para Pepe Rosa. Siempre lo hubo pero en las élites periféricas, junto a toda su camada de sus inicios litoraleños. Después de todo, pertenecían a las élites litoraleñas. Federales, nacionalistas y antiportuarias. Ahora, se lo apropian para darse lustre en el puerto. Ironías de la historia. Nada nuevo, por otra parte- piensan, ahora, en clave de integración. Ese pensamiento es lateral, pero cercano, al partido federal.

Hernán Brienza es mi amigo (se va a enojar cuando lea ésto, y bue: no hay que andar cuidadoso en estas cosas), un gran escritor y un hombre que se interroga. Chumbita uno de los mejores historiadores argentinos. Me da cierta cosa que participen de un juego vulgar. De premios, ja, es para reírse toda la tarde, Colorado Ramos y Pepe Rosa. En algo presidido por Pacho. Ramos y Rosa tienen en común eso de que sus últimos años de vida y política, son perfectamente olvidables. Ahora tendrán un instituto del olvido. Llamado revisionismo histórico. Pacho no tiene nada olvidable, porque no tiene nada reivindicable. Quizás sus libros. Pero no son sus libros los que se ponen al frente del comisariado ideológico, para cuidar la memoria de Rosa y Ramos, para perfecccionar su memoria. Es su cuerpo. El mismo cuerpo itinerante y vulgar que, con todo su esplendor y elegancia, sortea los conflictos reales de la política. Bah, excepto cuando fue candidato a legislador por el menemismo. 2% partido Justicialista de la Capital. Ciudad Autónoma. Ja.
La invalorable participación de un sobrino de Jauretche. Todo muy divertido. Podrían haber llamado, si es que lo conocen, al hijo de José María Rosa. Tiene un gran mérito como historiador. Recopilar cartas originales de los inicios de Forja y publicarlas de manera independiente. Maldición eterna para él. La historia, no debe ser contada en su complejidad, con sus fuentes, con sus cosas, digamos, humanas. En la historia hay buenos y malos. Zonceras y pavotes. Discusiones de salón, donde Pacho destaca.
No hay puñales. Ni la sangre de Urquiza, en una ventana, cosas ridículas que se le ocurren a la secretaría de cultura de Concepción. Departamento entrerriano donde usted, señora, puede visitar el palacio de San José.  Ninguno de los guías turísticos le dirá que ahí, en ese departamento entrerriano, se fundó la patria y se declaró la independencia.
Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¿No fue en Tucumán, no festejamos el Bicentenario?
No, señora.
Pero no hace falta discutirlo con Fuerza Bruta.
Ni leer a Ramos.  O a Rosa.
No hace falta explicar, asuntos menores, como éste del Bicentenario. A contramano de la memoria de Rosa. De Ramos.
Ironías de la historia.
En los billetes de 20 pesos.
En el último beso, antes de pelearnos, a una novia que filmada un documental a medida, en los años menemistas, para Busti. Busti había repatriado los restos de López Jordán. Y cuando se hizo menemista, los volvió a repatriar.
Menem fue más original. Creó un billete con la figura de Rosas.
Es todo muy divertido.
Revisionismo, corazón. 
Sin polémicas inútiles. Para qué, gente que está en los grandes temas. Ja. El Club de la Buena Onda.
Rosa y Ramos, bailando en este carnaval«


De navegación y de témpanos

noviembre 27, 2011

Los fines de semanas largos, y calurosos, no son propicios para la bloguería; las visitas y los comentarios disminuyen en un 60 %. Y, en mi caso al menos, reduzco aún más el posteo. (No es el estilo de Artemio; entre ayer sábado y las 12:26 de hoy ha publicado 6 posts enjundiosos y ortodoxamente K. Admirable).

Por mi parte, me siento inclinado a hacer algo que rara vez hago: aclarar una entrada anterior La equivocación de David Rockefeller, e insistir en uno de sus aspectos. Me motivó el comentario de Sergio Robles, nic de un viejo amigo que fue peronista ortodoxo y que quedó muy influído por la experiencia menemista (No son pocos, no crean) «Buen párrafo de Pablo Adreani en el suplemento Campo, de La Nación: “Alguien le tiene que avisar al Capitán que el crucero ya no está en las Bahamas y que estamos viendo la punta del iceberg… “.

Tengo que decir que me parece evidente que la Capitana está consciente del asunto. Ya desde hace muchos meses se ha asumido una política determinada – el tipo de cambio como ancla antiinflacionaria – que, más allá que se pueda discutir, y que tiene límites ineludibles, se entiende en ese marco. Y hay ahora un, muuuy moderado pero visible, enfriamiento de la economía, que es resultado y adaptación al contexto internacional.

No es un barquinazo brusco. Si bien la política general del kirchnerismo tendió, en la práctica y en el discurso, a alentar el consumo, siempre se trazó unos límites de prudencia. Tal vez excesiva: Nunca se decidieron, ni Néstor ni Cristina, a poner en marcha un Banco Industrial o a dar créditos subsidiados en la escala que lo hace Brasil.

Evito mencionar la quita de subsidios, y el discurso de Cristina en la Unión Industrial. Ya le dediqué varios posts, por ejemplo aquí, aquí y el más reciente, con 38 comentarios hasta ahora, aquí. Para no hablar de todo lo que apareció en la blogosfera K, en la troska, en Clarín y en Página 12, sobre el fascinante tema de si es un ajuste, un vuelco a la derecha o una profundización del modelo. Francamente, me parece que ya es bastante análisis para medidas que aún no se han tomado.

De todos modos, la política económica de Cristina Fernández no es el asunto de este post. Ojo: Creo que es el tema más importante, en el corto plazo, que podemos discutir los argentinos. Pero hay algo que hace difícil analizarlo con seriedad, y es que la mayoría de los críticos – bando en el que a menudo me incluyo – se resisten a tomar en cuenta su historia, y, faltaba más, a tratar de aplicar sus lecciones.

Estoy hablando de la historia de los críticos a los gobiernos K; no la historia de los gobiernos anteriores (que también es útil tener presente, claro. Ahí funciona la vieja advertencia de Perón: «No es que nosotros hayamos sido buenos; es que los otros fueron peores«). Justamente, ese post anterior versaba sobre el error que cometió un hombre informado como Claudio Escribano, y que compartía la mayor parte de la «opinión autorizada» en el ámbito internacional al asumir que con Kirchner «Argentina había resuelto darse gobierno por un año“.

Desde entonces, todos los años, casi todos los meses, los argentinos hemos escuchado y leído, en los medios de mayor circulación, advertencias sobre los témpanos con los que inevitablemente iba a chocar el barco La Argentina, conducido por esos irresponsables, el Presidente Néstor o la Presidente Cristina.

Por supuesto, yo entiendo que el crítico, apasionado como es, ve el iceberg taaan cerca, y está tan convencido que si lo esquivó hasta ahora fue por milagros irrepetibles como la soja, el Real alto o algún otro… que no se puede contener. Lo comprendo, y hasta acepto teóricamente que esta vez puede estar en lo cierto. Pero es imposible dejar de tomar en cuenta que todas esas profecías fallidas reducen la credibilidad de los críticos. Y la credibilidad es – lo recuerdan siempre los ortodoxos – un elemento esencial para la política económica. También lo recuerda una vieja fábula, la del pastorcillo mentiroso. Al final el lobo vino, y no le creyó nadie.

Eso sí, quiero agradecer a Sergio Robles que acercó la nota sobre la caída de los precios del agro que, sin ser técnica, da un buen resumen de la situación global, desde el punto de vista de los productores rurales. Que son, no olvidemos, los que aportan buena parte de las divisas que necesitamos para mantener estas políticas, o cualquier otras.

«La crisis de la Unión Europea amenaza con arrastrar ya no solo a Grecia, Italia y España, sino que ahora hasta la propia Alemania está comenzando a sentir sus efectos más indeseados.

Los Estados Unidos ya preparan un plan de contingencia de su sistema financiero ante la posible caída de la economía de Europa y una potencial corrida si el euro sufre una implosión. Ya hemos tenido en 2008 una muestra del efecto que puede tener en los mercados una crisis de la magnitud de la sufrida por los Estados Unidos.

Y ahora es el turno de la Unión Europea, segundo bloque económico mundial, y el impacto sobre la cotización de las commodities está comenzando a sentirse. Sucede que la primer economía y locomotora del crecimiento mundial, China, ya está comenzando a sentir efectos de fatiga en su actividad económica ante los magros resultados de recuperación de la economía estadounidense y el comienzo de la crisis europea.

Europa es el principal mercado comprador de harina de soja, y para la Argentina es el principal destino de exportación de este producto. China es el primer importador mundial de poroto de soja, y para nuestro país es también su principal destino exportador. A estas alturas de los acontecimientos se hace muy difícil no recibir los efectos de la onda expansiva que esta nueva crisis puede llegar a producir en los mercados«.

Los argumentos que siguen son plausibles, y son expuestos con frecuencia por Héctor Huergo y nuestro colega bloguero Mariano T., de La Patria chacarera.

«Cada campaña el productor invierte, bajo tierra, casi 7000 millones de dólares en semillas, agroquímicos y en labranzas. A ello hay que agregar el transporte, la industria y todos los procesos agroalimentarios que permiten llevar los alimentos a la góndola y a los mercados de exportación.

Al Gobierno le queda poco tiempo para poder anticiparse a la crisis global que se avecina, ya no se trata de abrir o de cerrar las canillas de las exportaciones, sino que se trata de buscar el mayor ingreso de divisas cuando el mercado nos lo permite y no cuando nosotros queremos.

Una nueva crisis global tendrá efectos negativos sobre el precio de todas las materias primas agrícolas, como lo estamos viendo en estos momentos, pero no podemos asumir que esto termino aquí pues podemos estar recién en el comienzo«.

Es lógico que un empresario defienda sus intereses, y busque los argumentos que le sirvan. Pero serían más convincentes si tomaran en cuenta que los suyos no son los únicos intereses que debe atender el gobierno, que los errores políticos, muy recientes, que cometieron sus dirigentes les impidieron construir alianzas, … Y, que las políticas que favorece algo tienen que ver con la catástrofe global que describe.


La equivocación de David Rockefeller

noviembre 25, 2011

El discurso de ayer de la Presidente en el renovado hangar de Aerolíneas Argentinas (versión La Nación, versión Página 12. Curioso, son parecidas) dió pie a que se volviera a hablar del «estilo confrontativo» de Cristina Fernández. Sobre el tema de Aerolíneas escribí recién, aquí y aquí, y quiero reflexionar un poco sobre esto de la confrontación.

Dejo de lado analizar si los políticos que defienden a los Demócratas aparecen, o no, más confrontativos que los que defienden a los Oligarcas (los términos son los de Tucídides, no míos). Justamente, desde que él escribió «La historia de la Guerra del Peloponeso«, hace 2500 años, el asunto está ya muy conversado.

Tampoco me meto en el fascinante tema de si una mujer «suena» más confrontativa que un hombre en posiciones de poder, o si la mujer necesita serlo, para hacerse un lugar en un mundo donde todavía imperan, en parte, códigos masculinos tradicionales. Y, finalmente, no hablaré, por ahora, de un aspecto que preocupa a buena parte de la militancia K (y entusiasma a otra parte): que este enfrentamiento es con sindicatos. Francamente, no me angustia demasiado. Si de algo sabe el sindicalismo, y está acostumbrado, es a confrontar. Y hoy Hugo Moyano tiene más espacio político en el mundo sindical del que tenía hace dos meses (aunque, si no hay nuevos acontecimientos imprevisibles, probablemente no sea reelecto como Secretario General de la CGT).

Lo que me interesa ahora es escribir sobre la confrontación y la política. Es cierto que es un poderoso y convocante instrumento. Es también cierto que es peligroso que sea el único instrumento, porque cuando fracasa, como suele suceder, o se desgasta, como siempre sucede, nos deja sin nada. Esto es obvio, salvo para troskistas, y el gobierno y los sindicalistas lo saben perfectamente. Por eso, insisto, no me preocupa demasiado.

Cabe explorar un poco más, me parece, sobre entender la política en términos de confrontación (No. No voy a citar a Carl Schmitt; ya es plomo). Significa, en principio, que todos los hechos de la política, y hasta de la economía, pueden ser considerados en términos del enfrentamiento entre proyectos distintos, que luchan por imponerse. Es el enfoque, quizás subconsciente, más común entre los políticos y hasta entre la gente de a pie. Que puede estar «harta de las peleas de los políticos«, pero tiende a asumir que todo lo que pasa es causado por la acción deliberada de alguien.

Tengo que señalar que – aunque sea una visión un poco ingenua, que ignora que es más frecuente la estupidez que la maldad inteligente – sin embargo, es más realista que la que asume consensos tácitos unánimes, «dos o tres cosas en las que estamos todos de acuerdo«. Y más racional, porque cuándo no se dan esos acuerdos tan «simples», los de «estamos todos de acuerdo» encuentran fácil creer que hay una conspiración astutísima, poderosa y malvada, inspirada por Gramsci, Rotschild y/o la CIA que lo impide.

Todo esto me vino a la mente cuando leía el último post de Telechea, en Estructura Desequilibrada, donde transcribe el célebre editorial de José Claudio Escribano de 15 de mayo de 2003, en el que el Subdirector de La Nación se pronunciaba sobre «el pésimo discurso pronunciado por el ahora presidente electo. Menem se ha ido de la peor de las maneras; Kirchner, llega. La primera medida de gobierno del doctor Kirchner deberá ser la cesantía de quien ha escrito ese discurso, y, si fue él mismo quien acometió su redacción, convendrá que ya mismo derive en otro la delicada tarea de escribir si es que aspira a ser un verdadero jefe de Estado.

… Ante una sociedad ansiosa por su destino, Kirchner … se permitió la temeridad de sembrar dudas sobre cuál será el tono de su relación con el empresariado y con las Fuerzas Armadas«.

El post de Telechea se llama El origen del conflicto, y en muchos sentidos el bloguero Best Seller tiene razón. Y vale la pena tenerlo presente, especialmente en estos momentos. Si bien en términos de poder económico empresario, La Nación es poco más que – como dice un amigo – el Suplemento Recoleta de Clarín, ha expresado desde que la fundara Bartolomé Mitre con envidiable coherencia un proyecto de país, y se mantiene como el vocero más consistente de un sector social influyente.

Ahora Escribano no se limitó a expresar su indignación. Hizo una profecía, y para ello se apoyó en criterios de autoridad:

«El Consejo para las Américas estaba reunido en Washington cuando el lunes 28 se hacían los últimos cómputos provisionales de las elecciones. Es un cuerpo que congrega a cuantos tienen en los Estados Unidos una opinión de peso que elaborar, tanto en el campo político como empresarial, sobre los temas continentales. Desde Colin Powell a David Rockefeller.

¿Qué pudieron esos hombres haberse dicho sobre la Argentina, después de conocer los resultados del escrutinio y, sobre todo, los ecos de la infortunada noche de Menem en el hotel Presidente?

Primero, se dijeron que Kirchner sería el próximo presidente. Segundo, que los argentinos habían resuelto darse un gobierno débil.

Podríamos pasar por alto una tercera conclusión, porque las fuentes consultadas en los Estados Unidos por quien esto escribe difieren de si se trata de la opinión personal de uno de los asistentes o de un juicio suficientemente compartido por el resto. Sin embargo, la situación es tal que vale la pena registrarla: la Argentina ha resuelto darse gobierno por un año«.

Todo el kirchnerismo, y no sólo él, ha tendido a verlo como un ultimátum a Kirchner. Y seguramente esa fue la intención de Escribano. Pero me parece interesante tener claro que fue también una profecía fallida. Han pasado más de ocho años de aquel momento, y la experiencia kirchnerista goza de buena salud. La experiencia menemista, la única comparable en duración desde 1955, a esta altura evidenciaba problemas inocultables: recesión, desempleo…

Ante todo, me parece importante señalar que Escribano no estaba «mandando fruta» cuando hablaba de esa reunión del Consejo para las Américas. Eso de «gobierno débil» y «por un año» no expresaba (solamente) la hostilidad de sus autores. Era, me parece, la considerada opinión de ellos, y también la de Escribano. No creían que una administración que no aceptara el «sentido común» (común a ellos) podía ser estable y gobernar.

Digo esto porque dos años después, y ante el repunte de la economía argentina, Kristin Forbes, una integrante del Consejo de Asesores Económicos del presidente George W. Bush, todavía decía en Davos (la Roma, la Jerusalén, la Meca de la globalización) que «esa recuperación era «el rebote de un gato muerto», el tradicional rebote que se produce tras una crisis«. Y aclaró que hablaba «en nombre de la Casa Blanca» y no en forma personal. Han pasado casi siete años de esa reunión en Davos, y el gato sigue rebotando. Parece vivo.

Estamos acostumbrados – tal vez demasiado confiados – a las profecías ridículas de la Dra. Carrió, columnistas de medios opositores y hasta algún comentarista del blog. Eso no debe hacernos ignorar una pregunta clave  ¿por qué gente bien informada como los asesores del presidente de EE.UU., Colin Powell (el hombre que no quiso ser Obama) y hasta alguien tan experimentado y conectado como David Rockefeller fallaron tan espectacularmente en evaluar la política y la economía de un país mediano y que no gozaba (ni goza) de un margen especial de maniobra?

En mi modesta opinión, se trata de un problema de paradigmas. Toda esa gente estaba – ¿está? – convencida de la racionalidad e inevitabilidad del paradigma bajo el cual se desarrolló esta última fase del capitalismo financiero. Incluído Don David, que – nació en 1915 – había conocido «de naranjos» otros paradigmas. El histórico e imprevisto derrumbe del «socialismo real» los afirmó por completo en esas convicciones.

Tal vez – dejo la pregunta para comentaristas como Eddie, Casiopea y Lemmy Caution – eso también explica fallos más importantes: los errores de cálculo de Obama, la insensata rigidez de la actual dirigencia europea…

Lo que nos importa a nosotros es, reconociendo la resolución y la muñeca que mostró en su momento Néstor Kirchner, apreciar que Argentina acertó, un poco casualmente, con una estrategia acertada (Digo casualmente porque todavía nadie elaboró una explicación teórica adecuada de la Crisis ni de los caminos para enfrentarla. Keynes hablaba de la del ´30, que era de otra naturaleza).

La firmeza en las convicciones y la buena gestión de las políticas económicas son ingredientes necesarios. Pero la clave, creo, es tener claro y ser coherente con la estrategia que se sigue. Y estar alerta a los barquinazos que suele pegar la Historia.


Alguien le dice a Cristina

noviembre 24, 2011

que una medida de su gobierno es una tontería? Me refiero a alguien que pueda hacerlo, en privado, claro, durante el proceso que va desde que una idea es «comprada» hasta que se pone en marcha.

Digo esto porque en mi humilde y respetuosa opinión, la «Renuncia Voluntaria a los Subsidios» es una soberana tontería. A pesar de eso, y en la tradición de servicio público de este blog, todos los que quieran unirse a los 7382 renunciantes hasta ahora, pueden llenar el formulario aquí.

Corresponde que reconozca que esto de la renuncia voluntaria no es un asunto importante. Y que, como ya señaló un notorio bloguero K, los gobiernos Kirchner se destacan entre los que hemos tenido porque aprenden de sus errores. No han llegado hasta aquí por no cometerlos, sino porque los entendieron y ajustaron su conducta a la nueva situación provocada. No acierto a recordar – en los últimos 40 años – otras presidencias de las que pueda decir lo mismo con seguridad.

No será importante, seguro, pero es significativo (3° oración seguida que empieza con un no. Hoy estoy negativo). Porque los ministros se preocuparon por pedir a todo el funcionariado político: secretarios, subsecretarios, directores nacionales, que se apresuraran a firmar. Señal inequívoca que la idea le había gustado a la Presidente.

En cuanto a la idea en sí, creo que la criticó muy bien Alfredo Zaiat, columnista de Página 12 y consistente defensor de las políticas del gobierno «Los subsidios al consumo de electricidad, gas, agua y al transporte público tienen un objetivo económico y un componente político ineludible para su análisis. No son gastos que el Estado debe ahorrar para no generar distorsiones, como han insistido en los últimos años representantes de la corriente ortodoxa, y que, de acuerdo con las reacciones de estos días, han tomado la delantera en esa disputa sobre el sentido común.

… Los subsidios son una potente herramienta de política económica utilizada por diversos países para consolidar su desarrollo. No son malos per se, como deja traslucir el discurso de la ortodoxia, que comienzan con los subsidios y luego lo extiende a todo el gasto público. Desde la perspectiva de la teoría neoclásica, suele atribuirse a este tipo de políticas una excesiva intervención en la economía con efectos “distorsivos”, que inhiben el libre funcionamiento del mercado y el despilfarro de recursos en gastos “superfluos”… La economista Eugenia Aruguete ofrece una explicación alternativa: señala que “varios son los fines que motivan su aplicación. Los principales son mantener estable el precio y las tarifas de ciertos bienes y servicios. Esta es, predominantemente, la razón de los subsidios al transporte, al sector energético y a la industria agroalimentaria … Esa estrategia tiene un impacto directo sobre el ingreso real de la población, especialmente de aquellos sectores en los que los bienes y servicios subsidiados tienen un peso relevante en sus canastas de consumo. Y un efecto indirecto sobre el PBI, en la medida en que mejores ingresos posibilitan un mayor consumo, operando sobre la demanda agregada«.

Agrega Zaiat «En el sector productivo, los subsidios a empresas pueden mejorar las condiciones de producción, estimulando una mayor inversión y favoreciendo el desarrollo de actividades que no se hubieran realizado sin incentivos … Son un factor relevante de una política fiscal expansiva, que tiene efectos positivos sobre la economía a través de múltiples mecanismos. De manera directa, alimentan el nivel de actividad vía la expansión del gasto público, componente central de la demanda agregada. Indirectamente, inciden sobre el crecimiento económico en virtud de su capacidad potencial de estimular la demanda de inversión (pública y privada) y el consumo. Por lo tanto, eliminarlos o reducirlos implica una contracción fiscal«.

Por supuesto, aquí agrego yo, todo esto debe ser balanceado con una cuidadosa evaluación de sus resultados, para que no deriven en empresarios cuya actividad ya no es producir bienes y servicios útiles sino cobrar subsidios. Y, claro, medido con – siempre lo menciono – el realismo que mostró Néstor Kirchner para evaluar los recursos financieros del Estado.

Entonces, si hay que bajarlos, se bajan … con prudencia. El punto que me interesa destacar está expresado en esta terminante frase de Zaiat «El Estado no es una ONG que requiere de comportamientos solidarios de la población, sino que debe definir normas generales con criterios determinados para su cumplimiento. Algunas podrán ser observadas como progresivas y otras como regresivas, sin trasladar su responsabilidad de decisión«.

Cabe señalar que Artemio López reproduce esta misma frase, y él está más comprometido que yo con este gobierno. Cierto que la usa para pegarle a Mauricio Macri, y a «la clase acomodada shomería» que la firma, entre las que podrían contarse Susana Giménez, Marcelo Tinelli,  Marcelo Zlotogwazda, … Bueno, al alcalde de la C.A.B.A. le interesa asociarla a otra medida de redistribución fiscal, el aumento del ABL; los ricos y famosos, en general, compraron y repitieron la demonización de los subsidios…

Pero Artemio es el único bloguero K – de los que leí – que reconoce abiertamente que la medida es tonta. No me preocupa tanto, aunque me parece que vale la pena discutir si la militancia virtual consiste en aplaudir siempre.

Lo que me deja pensando es que la nota de Zaiat se publicó el sábado ¿Ningún ministro, aunque no hubiera estado en la cocina de la decisión, pudo debatir con la Presidente el tema? ¿O prever, desde el conocimiento íntimo de la administración estatal, que procesar algunos miles, o decenas de miles en el mejor de los casos, de renuncias sería mucho más caro y engorroso que trazar normas inteligentes para racionalizar los subsidios?

La Argentina y el peronismo compartimos una tradición presidencialista fuerte. Y es necesaria. El ejemplo que está dando Europa muestra, por su ausencia, el rol de los liderazgos (No que la institución presidencial por sí los proporcione. Pero está claro que hoy lo tenemos). También es necesario que haya quien pueda contradecir, en privado, al príncipe.

Salvando muchas distancias, me acordaba de algo que escribí una vez «No hubiera sido… útil que Perón hubiese tenido, en noviembre de 1972, quien le susurrara “Jefe, no le parece que ponerlo a Camporita de candidato… Ya sabemos que Cafierito es ambicioso y está muy vinculado a la UOM, pero el dentista está muy pegado a la Orga y desequilibra demasiado la balanza. Van a tener cinco gobernadores…”. O, algunos meses más tarde, “General, si lo pone a Lopecito para hablar con la JP, Ud. está diciendo que no quiere hablar… Tenga presente que ellos tienen sus bases, también. Y esas se las podemos traer de este lado, con otras caras” …


Interlocutores

noviembre 23, 2011

En la sociedad argentina, que no tiene la costumbre de quedarse callada o quieta, el diálogo es permanente. Como también el forcejeo, claro. Hoy fue un día en el que se escucharon algunas síntesis interesantes. Porque hablaron, más que las personas – bastante importantes por sí – las funciones que cumplen en esa, nuestra sociedad.

Según puede verse en los medios online, la Presidente, Cristina Fernández de Kirchner, en el acto por el 50º aniversario de la planta de Ford, en el partido de Tigre, dijo «Para lograr el crecimiento económico de los últimos años ha sido clave mantener la demanda agregada, que es lo que logra mantener la actividad. Ese objetivo se logró mediante los sucesivos convenios en paritarias, con aumento de salarios, de jubilaciones, y la implementación de la Asignación Universal por Hijo, entre otros instrumentos«. Agregó “Apelo a la responsabilidad de los empresarios, de los dirigentes sindicales, y del Estado mismo, de poder articular todos estos intereses y ver en qué mundo estamos”.

Ah, y en una planta impresora de Barracas, donde charló con un trabajador llamado Hugo, dijo «Quiero decirte a vos Hugo y en tu nombre a todos los Hugos del país que a esta Presidente la van a ver no solo en la plaza y en los despachos, sino en cada fábrica y en cada máquina apoyando a cada trabajador y a cada empresario que luche para seguir produciendo y generando riqueza e inversión en el país«. «Por Hugo, que va a la plaza, pero también está en la máquina, les digo que cuenten conmigo siempre«.

También hoy, el Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, en la reunión anual de la Unión Industrial Argentina (UIA) dijo «Hemos apoyado a este gobierno y lo vamos a seguir apoyando, pero no vamos a dejar de pedir lo que al trabajador le corresponde. Los trabajadores queremos que se instale en este país definitivamente la justicia social«. Agregó «Nadie se tiene que poner nervioso si empresarios o trabajadores hacen reclamos. Nadie tiene que ofenderse ni estamos en contra de nadie«.

Me quedé pensando que algunas corrientes troskistas, incluso una que aportó mucho al pensamiento nacional, como la que lideró en los ´40 Abelardo Ramos, caracterizaron al peronismo como bonapartismo. Y es cierto que, aunque equivocada, es una idea interesante. Confieso que yo alguna vez propuse como consigna «Ni yanquis ni marxistas, bonapartistas!«.

La verdad es que tienen muy poco que ver la Francia después de la Revolución o la de la debacle de la monarquía burguesa con la Argentina de los siglos XX y XXI. Pero de afuera la han usado para marcar nuestra predilección por los liderazgos fuertes y, sobre todo, por la decisión de usar al Estado como árbitro entre las clases.

Eso sí, hay una diferencia básica. Los únicos batallones con los que contó y cuenta el peronismo no son los que siguieron a Napoleón: son los trabajadores organizados.


Cierra, España, que el BBVA está contigo!

noviembre 23, 2011

(Cortesía de IKN)

Para Juan Manuel Valdés, Adriana y los demás amigos que pelean contra los caretas y están interesados en la situación española, les acerco este pequeño dato que muestra que la Madre Patria, o al menos sus bancos, todavía tienen vacas lecheras generosas en las Indias. El de arriba es el cuadro de lo que repartió a sus accionistas PROVIDA, un Fondo de Pensión chileno (la inspiración para nuestras AFJPs, recuerdan?). ¿Y quiénes son sus accionistas? Pues el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, coño!

Estoy seguro que podemos encontrar ejemplos más cercanos. Ah, y la frase del título era, originalmente, «Cierra, España, que a César llevas contigo!«, y expresaba determinación en una situación comprometida. Pero los tiempos cambian.


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