Música para el fin de semana – Paco de Lucía

febrero 28, 2014

Esta vez tenía que ser él, en la semana en que se fue. Aquí está, para que lo escuchen con tiempo, 100 minutos en vivo de uno de sus conciertos en 2010 en el Leverkusener Jazztage, un festival en Alemania. Mientras la guitarra llora dulcemente…


El poder y el discurso del poder. Reflexión corta para finde largo

febrero 28, 2014

francisco y cristina

Después de una serie de posteos sobre economía – que sigue siendo el campo de batalla decisivo en todas las zonas del planeta donde «batalla» es una metáfora (por ahora la mayoría. Toquemos madera) – quiero acercarles una reflexión sobre la forma en que hablamos de la política y del poder. Porque esa forma de hablar y de pensar tiene influencia, cómo no, en la realidad.

Es un texto breve, donde se habla de Néstor Kirchner, de Francisco, de House of Cards y de El patrón del mal. Apareció en un nuevo y fascinante blog Panamá. Dicen que es cool. Gente mala dice que es Artepolítica para intelectuales post K.  Como sea, es un lugar donde se encuentran a menudo piezas que muestran un pensamiento original y agudo a la vez. Por eso, y porque toca de cerca a un «tono» que resuena a menudo en el blog de Abel, venzo mi reluctancia a copiar posteos de otros. Agrego una reflexión muy breve al final.

«CONTRA EL REALISMO SALVAJE

Por Tomas Borovinsky y Martín Rodríguez

Un fantasma recorre la Argentina, el fantasma del realismo político. Cierta versión cultural del realismo político retorna como consumo de masas en forma de series, películas y figuras compradas a distancia. No es que no hubieran habido realistas políticos todo este tiempo. De hecho, son los realistas políticos –con derechos humanos– los que hacen que la cosa marche, que la cosa dure. Pero hay una cierta forma de consumir series como House of Cards y El patrón del mal, entre otras, que nos interesa. La recepción, más o menos irónica, de Vladimir Putin también. Gente que pasó de la utopía semiótica de la proliferación de todas las voces, al realismo más sucio. ¿Y la política? La política está en el justo medio.

Estas representaciones de “realidad cruda” se ofrecen más inapelables que cualquier otra de las fantasías proyectadas acerca de lo que es el campo del poder. Porque eso también son: fantasías que fascinan, que estilizan hacia “el mal” la insoportable levedad del gris. La serie es para consumo de Obama, que dirá “ojalá las cosas fueran así de oscuras, es decir, así de fáciles también”. Versiones de la historia hechas con el placer infantil de pinchar los globos ideológicos. Todos nosotros, en el VIP del microclima, miramos esas series. La fascinación por el mal en la pantalla seduce, pero –preferimos– que quede ahí en la pantalla. Frank Underwood es un político criminal (spoiler, perdón) dispuesto a todo por llegar al poder mientras que Pablo Escobar es un hombre de negocios –gran productor de cocaína– solidario, hambriento de poder con mucho amor y balas para dar a la familia y al pueblo. Algo similar despierta el amor remoto hacia el próximo Premio Nobel de la Paz Vladimir Putin, y su Club de Fans argentino: ¿quién de sus seguidores testimoniales aguantaría dos minutos de vida pública en Rusia?

La política está en otra parte. La política es tejer relaciones y alianzas con sectores representativos de la escena contemporánea. Y sin una cierta dosis de realismo político todo se va al infierno porque la vida deviene guerra civil. Pero el realismo político sucio, desprovisto de todo ideal colectivo, es un destino para pocos. Ya lo decía el viejo Max Weber: el poder por el poder mismo es indeseable. Quien quiera hacer política debe pactar con los demonios, y quien quiera salvar su alma: que no se dedique a la política, dice también Weber. La meta sería combinar una cierta dosis de realismo con un ideal de sociedad vivible y deseable. No todo es lo mismo, pero lamentablemente la política no es a la carta.

En otro andarivel algo de eso ocurre con la recuperación de la figura de Néstor Kirchner. Una especie de contrafigura, igual de mística que la del Nestornauta, pero a la inversa: recordarlo como un “animal político”, un pragmático todoterreno. Típica reconstrucción en la voz cavernosa de Julio Bárbaro (otro peronista favorito de los anti peronistas): “Néstor era pragmático, nunca le importaron los Derechos Humanos, siempre le importó el poder”. Julio Bárbaro es un Julio Civilizado: da cuenta entonces de la naturaleza de su adscripción al gobierno, al primer gobierno, al “primer kirchnerismo”. Sólo el poder y el pragmatismo del que Néstor era garante nos contenía a los peronistas, dice. El problema, entonces, es el modo de asimilación de eso otro: algo que no venía en el paquete… la ideología. Que Néstor era más “político” en un sentido clásico que Cristina se puede saber y hasta comprobar. Pero una lectura global del proceso kirchnerista no puede eludir lo que sabemos: que lo distingue la combinación de pragmatismo con la “perturbación ideológica”, sus obsesiones. Los Derechos Humanos fueron una de ellas. Esta celebración del alma pragmática y fría consagra la posibilidad de encubrir toda ideología: no vacía, encubre la presencia ideológica. Néstor, dice Julio Bárbaro, debió ser conservador y/o liberal.

Otro fenómeno de masas, muy por fuera del VIP del microclima, es Francisco: el último argentino que pegó el salto a la historia universal –el que llegó más alto– y se mudó a Roma. Es un papa-político que vino después de un papa-teólogo (obvio que políticos somos todos, especialmente los papas). Francisco hace política despacito, escribiendo su historia como en un telar colectivo donde muchos meten mano pero él es el que manda. Él está por encima –es un rey–, pero construye multiplicando mediaciones y apoyándose en ellas. El segundo argentino más famoso del mundo, el más poderoso. Hay que crear dos, tres, muchos realismos políticos con derechos humanos: esa es la tarea. El poder humanizado versus la fascinación del poder deshumanizado. La película del comunista Nanni Moretti había atendido esta posibilidad: ver la elección de un papa como un congreso del miedo por encima de la trama típicamente shakesperiana. La humanización del Vaticano que tenía en los ojos Moretti es el antecedente de la operación Francisco. Poner de moda un poder humano y sensible. Dios quiera«.

Me gusta mucho esto, porque es muy realista. El poder necesita ideología (la ideología puede prescindir del poder, pero entonces se transforma en una neurosis de intelectuales). Las frases furiosamente pragmáticas, que parecen negarlo – Mao «El poder nace de la boca del fusil» es clásica – saltean la pregunta inevitable ¿Cómo se hace para que los que tienen los fusiles, que necesariamente son muchos, obedezcan a uno, o a pocos? La respuesta siempre es ideológica.

De todos modos, después de leer este posteo, me vino a la cabeza Federico II de Prusia, «el Grande». Uno de los gobernantes realmente exitosos de la historia universal. En su juventud escribió «El Anti Maquiavelo», un tratado moralista y práctico a la vez. Gente mala, ya había en ese entonces, decía que había aprendido todo de Maquiavelo. En primer término, a denunciarlo.


Cerealeras: De Alfredo Hirsch a Ning Gaoning

febrero 27, 2014

Nidera-lidera-semillas

Este es un posteo breve, impulsado por una noticia de hoy Los chinos se quedan con una de las mayores cerealeras argentinas, y por viejas historias… reexaminadas a partir de las nuevas realidades

Alfredo Hirsch fue el hombre que condujo el holding Bunge y Born por 28 años, de 1927 a 1955, cuando era una empresa internacional que, desde Buenos Aires, manejaba buena parte del comercio internacional de granos. Hoy su relación con Argentina es mínima. Pero Don Alfredo fue una leyenda local por largas décadas: el manejo discreto e implacable del poder económico, en enfrentamientos y en aún más discretas negociaciones con los más diversos poderes políticos. Increíblemente, los historiadores todavía nos deben una biografía del hombre y de su tiempo. En Internet pululan fantasías conspirativas sobre él (hasta lo incluyen en los Iluminati…). Por eso los remito a la nota en Wikipedia sobre Bunge y Born, pedestre pero razonablemente informativa.

Nidera, salvando las distancias – las más grandes, entre la Argentina y el mundo de ese entonces y de ahora – tiene algunos parecidos con ese holding. La empresa nació en Holanda en 1920 por iniciativa de cinco familias. Con el advenimiento del nazismo, algunas de aquellas familias de origen judío llegaron a la Argentina. Aquí, los Wolf, Drake y Levi transformaron a Nidera en el gigante que es hoy: presencia en 20 países, 3.500 empleados y una facturación de US$ 17.000 millones.

Arrancó en los años 90 desde su planta de Venado Tuerto con las semillas transgénicas. Fue la primera en introducir la soja resistente a herbicidas y es la madre del gen CL plus. Tiene un rol decisivo en girasol: el 5% del girasol europeo le pertenece. Y se ha especializado en fertilizantes y agroquímicos. Pablo Bergadá, director de esa división, fue quien diseñó la estrategia para tener presencia desde la semilla hasta la exportación de aceites vegetales refinados.

El nombre Nidera se creó en base a las primeras letras de los países donde tenía filiales. A principios del siglo XX eran los Países Bajos (Netherlands), la India, Alemania (Deutschland), Inglaterra (England), Rusia y Argentina. Ahora debería añadir la Ch. Hoy está dirigida a nivel mundial por el holandés Ton van der Laan, secundado por Martín Inhargue y Jorge Correa, nacidos en Argentina. Se dice que necesitaban capital para expandirse en Brasil, y Cofco, la empresa estatal china que lidera en el comercio de granos en Asia, hizo una oferta de compra por el 51%.

Como Nidera no cotiza en Bolsa, no es posible tener el valor del mercado de esta empresa. En Ámbito estiman que el monto superó los u$s 600 millones. Cofco ya ha sumado fuera de China a la principal productora de azúcar en Australia, parte de la división de granos de Mitsubishi, además de viñedos en Francia y en Chile.

Decidí ilustrar este posteo, abajo, con las imágenes con que Cofco estimula a los jóvenes chinos a sumarse a los estudios que promueve, y arriba con una foto promocional de Nidera en una prueba de semillas aquí en Argentina. Y Ning Gaoning – a quien en el título coloco como el otro extremo de la parábola al que marca Alfredo Hirsch – es el Presidente de Cofco. Economista recibido en la Universidad de Shandong, tiene también un MBA de la Universidad de Pittsburgh. Funcionario público, es una personalidad muy distinta de Don Alfredo. Pero el sistema capitalista global… es como es. Mejor que lo conozcamos.

cofco


Los profetas del Apocalipsis y la batalla del 1° semestre

febrero 26, 2014

profeta del apocalipsis

En el posteo anterior subí reflexiones críticas de Aldo Ferrer, para preparar el ambiente. Como era de esperar, algunos comentarios lo castigaban por no haber sido más crítico y con más anticipación, mientras que del otro lado hubo cuestionamientos al concepto de economía como disciplina académica. Natural: en Argentina, los nac&pop se sienten un poco incómodos si se habla de inflación o – en los últimos años – de un tipo de cambio competitivo. Mientras que en todo el mundo, la actual ortodoxia económica está muy incómoda con la idea de políticas económicas activas desde el Estado. Y hablar de reducir la desigualdad… eso es para Papas sospechados de comunistas. O peor, de peronistas.

Lo que subo ahora es un trabajo de naturaleza muy distinta. El amigo Pablo Tonelli encara aquí la situación que enfrenta el gobierno nacional – y todos nosotros – en este primer semestre de 2014. Es una batalla muy concreta, y de su resultado depende la suerte de este gobierno y, probablemente, el legado de las políticas de esta última década. Porque la economía tendrá, o no, leyes. Pero que tiene consecuencias, las tiene.

Como de costumbre, agrego una reflexión mía al final.

«HIPÓTESIS APOCALÍPTICAS Y ESCENARIOS DE INFLACIÓN

Pablo Tonelli, economista

La experiencia histórica nacional demuestra que el éxito de una devaluación como la que tuvo lugar en enero se define en el tiempo en que la misma tarda en traducirse en aumentos en los precios internos, es decir en la tasa de inflación.

Para que no queden dudas, defino como éxito a que el incremento del tipo de cambio sea superior a la evolución de los precios locales. Precisando: el precio del dólar en pesos en enero del 2014 contra enero del 2013 es mayor en un 63 %,  tomado año contra año, independientemente de su aceleración a mediados de dicho mes en un 23 %.  El ritmo presente de los precios – tomemos hasta junio, en que culmina la liquidación del grueso de la cosecha de soja y adicionalmente de maíz (y marginalmente trigo y otros cereales) – debería evolucionar en torno a la mitad de ese porcentaje, un 30 % anualizado digamos, y hasta fin de año acompañar sin dispararse el ritmo de devaluación adicional probable de un 20 % adicional.

Esto, bajo el supuesto que la política económica es un arte del manejo de las variables de la realidad y no está previamente inscripta en ninguna prescripción científica, más allá de las diferentes posiciones teóricas y de la existencia de  o no de leyes económicas que una voluntad política no puede formatear. “En la cancha se ven los pingos”, como dice la sabiduría popular.

Reitero: éxito es entonces una devaluación que supere a los precios internos, tomando en conjunto la que ya se produjo y los ajustes del tipo de cambio que puedan tener lugar hasta diciembre. A mi juicio, este es un escenario posible, no dado, no necesario, no “cerrado”, sino con un grado mayor de probabilidad que los escenarios de descontrol de las variables monetarias, cambiarias y de precios.

Veamos esto en detalle. Quienes suponen que los precios internos se desbocan, toman la saludable publicación del nuevo IPC nacional – que por fin transparenta los indicadores públicos – como un dato que no se modifica. Es decir, asumen que el 3,7 % de enero llegará a más de un 54 % anual de inflación (y se refriegan las manos). Seguramente febrero será, en más o en menos, similar a esa medición. Marzo es la clave para saber si el impacto de precios internos supera o no el esperable 10 % acumulado del trimestre.

Como he manifestado previamente, el pasaje a precios de una devaluación (pass-through, como decimos los economistas) ha sido diferente en cada coyuntura económica de las últimas cuatro décadas.  Siguiendo a Jaime Saiegh, tenemos que en el Rodrigazo el pasaje a precios fue del 83 %, a la salida de la tablita de Martínez de Hoz, del 73 %, y tras el abandono de la Convertibilidad en 2002, sólo del 12 %, claro que con destrucción del aparato productivo y desocupación del 25 %.

Todas las hipótesis que sostienen que la inflación interna anula la devaluación y la Argentina entra en una espiral devaluación, incremento de los precios, alza de la tasa de interés toman como referencia directa el Rodrigazo, la salida de la tablita de Martínez de Hoz y el fin del Plan Primavera con la primera hiperinflación.

En esta línea el inefable Domingo Cavallo sostiene que “el mejor de los escenarios  es de una inflación del 40 %, el dólar blue en 22 y el oficial en 15 pesos por dólar con una caída del 3 % del PBI en 2014 y del 5 % en 2015«. Siendo su “peor escenario” una inflación del 100 % anual, un dólar blue a 50 pesos y un oficial de 25 pesos, ni hablemos de los efectos de un escenario así sobre los salarios, el empleo y los niveles de pobreza. (Preocupaciones que no creo que estén en el corazón del padre de la Convertibilidad).

La Consultora Economía y Regiones, animada por el actual Presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, también proyecta en su escenario “más benigno” una tasa de inflación del 50% y “que el dólar marginal no tiene techo” así como un pasaje de la devaluación a  los precios internos del orden del 90 %.

Podría citar en el mismo sentido a Martín Lousteau y Guillermo Nielsen, o Aldo Abram, ente otros consultores privados, aunque creo que para muestra basta un botón.

La estrategia oficial es sostener el tipo de cambio en ocho pesos hasta que se produzca el grueso de liquidación de los exportadores; y que el control de precios, Precios Cuidados, y las negociaciones sectoriales lleven a un índice de inflación del 2 % mensual entre mayo y junio, y que las negociaciones paritarias se adapten a ese nivel. Es decir que el “pass-through” de inflación, anualizado, no llegue en ese momento a niveles superiores al 60 %, con una tasa de precios implícita anualizada entre el 30/ 35 %, y cercana al 25 % si tomamos el último mes de medición.

¿Es imposible una estrategia basada en que la inflación no se espiraliza, los exportadores liquidan el grueso de su cosecha (no digo toda) y la actividad económica se estanca sin caídas significativas del empleo aunque sí del salario real?  ¿Es otro Rodrigazo el ineludible destino de la Argentina?

No se necesita ser psicoanalista para pensar que esos escenarios no son independientes del deseo de sus protagonistas. Yo deseo su éxito, lo que no me lleva a confundir eso que Gramsci decía “entre el optimismo de la voluntad y el pesimismo de la razón”.

Estamos en un escenario de ajuste. El plan de estabilización más próximo a los intereses de la clase trabajadora, en 1952, también tuvo como primer efecto una caída del salario real, más allá de los llamados a combatir “el agio y la especulación” y mi viejo corazón peronista. La recuperación fue posterior.

Creo que el primer semestre de la economía argentina en 2014 puede ser manejado por las autoridades económicas sin desmadre de las principales variables macro. Y seguramente el resultado de esta puja tendrá una incidencia fuerte en los formadores de precios y en el poder económico local, cuyas expectativas son adversas, por elegir un término académico suave, a la actual administración.

Con excepción del elenco oficial y mis compañeros vinculados al Gobierno, sean funcionarios o adherentes a este proceso – y con la salvedad de Miguel Bein, también un viejo amigo, que piensa que si bien la inflación resultante puede ser alta (la estima en un piso del 33%, coincido) “la misma puede ser estable y permitir el desarrollo de una economía tranquila” -, la opinión del establishment económico y sus porosas vinculaciones con la política es otra.

Como este no es un ejercicio voluntarista, pecado que intento evitar, reconozco que las incertidumbres son muchas. El volumen de la cosecha que se liquide a estor precios y que evite presiones adicionales sobre el tipo de cambio es uno, la evolución del dólar “blue” y su capacidad de formar expectativas ligadas a cuantas Reservas puede acumular el BCRA es otro. La posibilidad de cierre de paritarias sin graves conflictos sociales, animados por el activismo sindical de base y las organizaciones sociales de todo signo, es otro desafío.

El futuro no está escrito. Ni el éxito que deseo ni el retorno de la vieja puja ente salarios, inflación, devaluación y precios, que desea la ortodoxia económica y un sector del poder fáctico. Es una batalla que se define por tramos. El primero, el del verano, fue ganado por el Gobierno. Una liquidación medianamente exitosa de la cosecha nos lleva a junio. Como dicen los viejos estrategas, sólo se puede planificar hasta la primera batalla decisiva. El segundo semestre no forma parte de este ejercicio y el resultado del primero incidirá en su desarrollo«.

Mi reflexión: Simpatizo mucho con la decisión de Pablo Tonelli de no dejarse influir por sus deseos, y su ideología, en el análisis. Pero creo que, en el afán de ser riguroso y realista, me parece que quedan afuera del análisis los «fundamentals», importantes aún en el cortísimo plazo, los recursos del sistema productivo y de la situación actual que inclinan la balanza para el lado del optimismo… si no se cometen graves errores políticos, claro está.

Uno de ellos es un dato coyuntural: El precio de la soja sigue en alza en Chicago y se acerca a los 510 dólares. Y, gracias a las lluvias, la cosecha promete ser importante. Es cierto que es de propiedad de chacareros y pools que no lo quieren mucho al gobierno. Pero tienen que vender, inevitablemente, la mayor parte para pagar los gastos del negocio y los suyos. Salvo que una inflación galopante haga pensar que otra devaluación es inminente, liquidarán lo bastante para que fluyan los dólares de las retenciones.

(Especular con una voluntad política de acorralar al gobierno – en la ausencia de los errores que menciono arriba – es poco serio. Requeriría una conspiración de unos cien mil actores, al menos. Por mi parte, siempre tengo presente un viejo proverbio ruso «Cuando cuatro se reúnen a conspirar, tres son tontos y el cuarto es un espía de la policía»).

El otro factor, en el corto plazo, es el hecho visible que hay todavía, a pesar del golpe inflacionario y algún descenso en las ventas – el mal planeado impuestazo de los autos, que toca a los modelos económicos, va a ser corregido – un alto nivel de consumo y «mucho dinero en la calle», como puede verse. Es cierto, es la prosperidad de los prósperos, pero en Argentina todavía son muchos. Hay colchón. Por lo menos hasta el Mundial, diría el compañero Artemio.


Aldo Ferrer, kirchnerista crítico

febrero 25, 2014

aldo ferrerAclaro que el título es en broma. Don Aldo Ferrer ha sido durante más de medio siglo un referente del pensamiento económico argentino. Y aunque se ha equivocado – es humano, y el pensamiento económico argentino ha chocado unas cuantas veces con la realidad – sus ideas son siempre valiosas: combinan la versación técnica con el realismo. En este fragmento de un reportaje reciente que les copio aquí, hace una crítica que es también autocrítica, como corresponde. Habla de un gobierno que apoya y al que ha servido en cargos importantes.

Más allá de detalles, las comparto. Y, lo más interesante, están siendo usadas para iniciar discusiones en la militancia política. Para eso se las acerco, y para introducir un trabajo sobre economía que espero subir mañana. Porque es aquí donde – como dije muchas veces en el blog – se juega el futuro político y el legado de esta década.

» … -¿Cómo ve la economía?

-Para entender la situación, hay que ponerla en contexto. Hay tres temas para tomar nota. El primero es qué pasa con la economía real. Más allá de turbulencias, la economía real trabaja con empleo alto de la capacidad productiva, la economía está desendeudada, hay una perspectiva de comercio internacional favorable. La economía real es un espacio en el cual lo más previsible es que no se provoque ninguna catástrofe. El segundo elemento es muy importante en la historia argentina porque condiciona la marcha de la economía y es el marco institucional. En el siglo pasado, vivimos mal 50 años por la inestabilidad. El hecho de que hace 30 años recuperamos la democracia, de que hay división de poderes, seguridad jurídica es fundamental.

El tercer elemento es que hemos vivido en la anormalidad del Estado neoliberal durante la década del 90, reproduciendo lo que se vivió en la dictadura después de 1976. En esa anormalidad el país se endeudó hasta el límite de la insolvencia, vendió su patrimonio nacional, extranjerizó el peso, privatizó el sistema jubilatorio y la administración de esos fondos importantes del ahorro nacional, pero después de la crisis de 2001/2002 volvió a la normalidad de contar con un Estado nacional, recuperó YPF, encontró una solución para la deuda con una oferta de reestructuración argentina sin la intervención del Fondo Monetario ni de los mercados financieros, nacionalizó el sistema jubilatorio.

-¿Y su crítica?

-En este contexto creo que hay problemas en la economía argentina. Uno es viejo: la escasez de divisas. Uno puede diferenciar dos etapas: en la presidencia de Néstor Kirchner se salió de la crisis en una situación de abundancia de divisas, las importaciones habían bajado, hubo un gran superávit comercial, muy buenos precios internacionales, estaba suspendido el pago de la deuda, teníamos superávit energético y aumentaban las reservas. Esto empezó a cambiar en el primer mandato de la presidenta Kirchner, porque la industria empezó a trabajar a altos niveles de capacidad y apareció ese fenómeno del déficit que tiene esta estructura subindustrial, sobre todo en los sectores de alto contenido tecnológico: autopartes, bienes de capital (maquinaria), productos electrónicos, químicos. Esto se agravó con el déficit energético. Entonces, se constituyó un escenario de expectativas negativas. La disponibilidad de divisas siempre ha sido determinante en la evolución de la economía argentina. Cuando se percibe que hay problemas en ese frente, empiezan la inestabilidad en el mercado cambiario, las presiones inflacionarias y la fuga de capitales.

-¿Cómo ve las medidas del Gobierno en este aspecto?

-Las medidas del Gobierno fueron equivocadas, porque permitieron la apreciación cambiaria, con lo cual se agravó la falta de divisas, y se siguió presentando gasto público en una economía que no lo necesitaba, porque operaba a plena capacidad. La primera respuesta del Gobierno fue tomar controles, esto llevó a la aparición de un dólar paralelo, con lo cual se complicó más la cosa. Después de que el Gobierno se convenció de que simplemente con controles no podía manejar la situación, aparecen estas rectificaciones de las últimas semanas, el ajuste cambiario, la reforma del sistema de precios. Hay una buena chance con este conjunto de medidas, si se complementan con otras, como estimular el reingreso al circuito productivo de los dólares que están en el colchón o en el exterior. Se podría dar una modesta tasa de interés para los depósitos en dólares, porque hay una dolarización por razones históricas, pero si la gente se dolariza, por lo menos que los dólares se queden en el circuito productivo y financien exportaciones. El Gobierno debe terminar bien su mandato consolidando lo que logró y que los que vayan a llegar mañana puedan hacerlo en una situación manejable. Es posible un cierto entendimiento político que encuadre la negociación salarial en un marco no teñido por la inminencia de un derrumbe, que no es previsible, a menos que cometamos muchos errores.

-¿Entre las correcciones figura el sinceramiento de la inflación?

-Desde luego. Esto nos hizo perder un tiempo enorme.

-¿Por qué el Gobierno cometió tantos errores?

-Hay temas, por ejemplo, el tipo de cambio, que se discuten sobre bases poco sólidas. Prestan atención sólo al aspecto distributivo del tipo de cambio y no a la cuestión del empleo, la solvencia fiscal y la solvencia en el balance de pagos, que son indispensables. Los países emergentes que tienen Estado nacional desde hace mucho tiempo no enfrentan las críticas que enfrentamos nosotros por los cambios de frente que hemos hecho, que son una demostración de un rasgo de la historia argentina, de un sistema político que no tiene andariveles, que puede pasar del gobierno de Menem al de Néstor Kirchner. Esto no pasa ni siquiera en otras partes de América latina. El poder económico tiene capacidad de bloqueo de los desvíos en un sentido y el sistema político, capacidad de resistencia a desvíos extremos. El giro neoliberal que se hizo en la Argentina no pasó en ninguna parte del mundo. Acá no hubo límites. Y después nos pasamos al otro lado y esto es demostrativo de una sociedad en la cual el sistema político tiene una enorme capacidad de transformación, precisamente por esta autonomía que tiene respecto de los núcleos del poder real. Pero esto, al mismo tiempo, es un elemento de inestabilidad.

-El economista heterodoxo chileno Gabriel Palma dice que la Argentina se pasó de rosca con la heterodoxia…

-En los grupos que hacen una política progresista hay un error de interpretación de la cuestión cambiaria. La competitividad no descansa sólo en el tipo de cambio, pero si el tipo de cambio no es competitivo todo lo demás que usted haga en ciencia, tecnología, financiamiento de las exportaciones, es literatura. Si usted toma la experiencia de los países asiáticos emergentes, todos tienen fuertes políticas de transformación, de educación, de industrialización, pero tienen como condición necesaria un tipo de cambio competitivo. Hay cierta resistencia de una perspectiva progresista a observar que cuando el tipo de cambio se aprecia, baja el nivel de actividad, se debilita la situación externa y bajan la inversión y el empleo.

-Cierta heterodoxia también sostuvo estos años que la financiación del déficit fiscal con emisión monetaria no generaba inflación…

-El efecto de la emisión monetaria sobre los precios depende de la economía. Si hay recursos ociosos y hay fortaleza en los pagos internacionales, Keynes nos enseñó hace muchos años que hay que inyectar demanda. Ahora, si usted tiene escasez de divisas y un sistema que opera a plena ocupación, y mete gasto público, va a generar inflación. La política fiscal que se ha seguido contribuyó a la inflación.»  (completo aquí)


Comunicación política y Sergio Berni

febrero 25, 2014

Este es un posteo impulsivo. Y es un impulso del que no me siento orgulloso, porque ha muerto un hombre, Osvaldo Soto, de 30 años. Lo mataron anoche en un enfrentamiento entre usurpadores del Parque Indoamericano y vecinos de la Villa 20, que está al lado y se oponen a la toma. Como decía un poeta, cada muerte nos disminuye un poco.

Pero tengo mi vida en la política, y ahora desarrollé un interés profesional en la comunicación. Y las supuestas deficiencias comunicacionales del kirchnerismo son hoy un tema de debate muy intenso. Por mi parte, siempre recuerdo como traducía mi amigo Fernando Del Corro una muletilla de los tiempos de Alfonsín «No hemos sabido comunicar…». Según él, quería decir «Este pueblo idiota, que no se da cuenta del gobierno maravilloso que somos…».

En el caso de este gobierno, ha desarrollado desde el primer momento, en 2003, un estilo concentrado en la cabeza del Poder Ejecutivo. El discurso de Néstor Kirchner era simple y directo; Cristina Fernández desarrolla más un relato, pero en ambos casos, se establece un Nosotros y Ellos, y no deja lugar para matices en el planteo de los objetivos. Que es lo importante, claro. Por eso, dudo que pueda cambiar mucho sin desnaturalizarse y sonar inauténtico.

Lo que me llamó la atención esta vez son las dotes de comunicador político que mostró en esta ocasión en particular Sergio Berni. Él es un político, por supuesto, con funciones en la muy delicada área de Seguridad. Y cumple con las necesidades políticas del rol: pone la cara, se muestra activo y enérgico – sin dejar de repetir, estamos en el siglo XXI y en un gobierno K, el discurso convencional de los derechos humanos. No pone el sentimentalismo de Página 12, que sonaría desubicado en sus tareas. Ni introduce conceptos nuevos, que no es función de su cargo, ni estaría de acuerdo con ese estilo K.

Como comunicador, también es convencional, con un estilo monótono, como se ve en el video que subí arriba. Como corresponde, también, porque un discurso emocional en temas de seguridad con frecuencia encierra un proyecto demagógico. Pero ha mostrado hoy, insisto, un instinto político de primera al elegir a quién castigar «Ayer, a las once y media de la noche, estábamos en condiciones de actuar, teníamos todo listo para desalojar. Y el fiscal dijo que venía hoy a las ocho. Es que a los fiscales les gusta dormir«.

Debo decir que tiene la mejor suerte de un político: un adversario torpe. El fiscal Rolero declara «Si quería, me quedaba en mi casa«!

Como somos los argentinos, tengo que aclarar que no estoy proponiendo a Berni para el 2015, ni siquiera para candidato a vicepresidente. Ya hay muchos. Pero sí reflexiono que el oficialismo necesita sí o sí para el 2015 un «relato» para el tema de «seguridad», que va a ser, todo lo hace suponer, una parte importante de la campaña. Y puede encontrarlo en la crítica a los miembros del Poder Judicial que se sienten miembros de una aristocracia por encima de la sociedad. Mi amigo Manolo Barge lo disfrutaría.


Los países y el narcotráfico

febrero 24, 2014

Ahora que el Departamento de Estado, y el mismo gobernador de Santa Fe, cómo no, ponen sobre el tapete la preocupación expuesta con alguna falta de tacto por el diputado Larroque «Durante la reunión en Washington, los especialistas indicaron que la droga baja desde los países productores hacia la Argentina con fines de exportación. En este esquema, Rosario resulta un punto estratégico por su geografía, por la confluencia de rutas terrestres con conexión internacional, como la 34 (Bolivia) y la 11 (Paraguay), y, sobre todo, por la hidrovía. Santa Fe posee 21 puertos privados, la mayoría dedicados a la exportación, y cuatro públicos.

«Otra de las características que nos señalaron es que Rosario, al no ser la capital del país, donde hoy están centralizadas las fuerzas de seguridad federales, enfrenta cierta vulnerabilidad para el combate del narcotráfico», indicaron desde la administración del Frente Progresista. Además, parte de la policía de Santa Fe está bajo sospecha por sus presuntos vínculos estrechos con el narcotráfico. Un caso reciente, como fue el procesamiento de la banda de Los Monos, grafica la situación: de los 36 imputados, diez son efectivos de la policía provincial«.

El asunto es demasiado serio para que insista con mi ironía habitual. Después de todo, el Jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, anunció hace pocos días “El Estado nacional ha propiciado junto a la provincia de Santa Fe un acuerdo para el combate del narcotráfico, a pedido expreso del Gobernador Antonio Bonfatti. La posición del gobierno es la lucha frontal, dura y enfática,con acciones correctivas por vía judicial«.

Entonces, me parece bueno subir al blog este artículo de uno de nuestros mejores analistas geopolíticos, Juan G. Tokatlian. Es la otra cara del que subí hace pocos días «La cultura narco«. Éste no habla de quienes son en realidad las primeras víctimas del narcotráfico (no de las drogas; esos son los adictos): los jóvenes marginales que se convierten en «mano de obra» del negocio. Aquí analiza el fenómeno como lo que es en el plano estructural: un negocio gigantesco, y, por eso mismo, un tumor que crece en los Estados que lo sufren.

Ambos artículos aparecieron en medios de gran circulación, pero igual no siento que estoy abusando con el tema. Además, corrijo el título sensacionalista que, supongo, puso La Nación «La Argentina y las etapas del narcotráfico«. Habla de algo que está pasando en muchos países. Pero es cierto que ese sería un consuelo muy pobre. Debemos preocuparnos.

°Un influyente trabajo de Edwin H. Stier y Peter R. Richards de 1987 ( Strategic Decision Making in Organized Crime Control: The Need for a Broadened Perspective ) constituye una buena guía para observar y evaluar cómo se despliega el crimen organizado a través de tres estadios diferenciados. Si no se aborda en la etapa correspondiente un conjunto de políticas y prácticas para frenar el crimen organizado, la siguiente fase avanzará. Esto resulta clave para entender problemas como el del narcotráfico.

¿Cuáles son esos tres estadios? Existe una fase inicial «predatoria». En esta etapa el territorio y su control son fundamentales. Ello obedece a varias razones: deben manejar uno o varios bienes ilícitos en un espacio físico seguro; deben afianzar las rutas para el transporte de dichos bienes; deben tener acceso a mercados para realizar sus productos, y deben proveerse de ámbitos de protección personal. El territorio dominado es esencial para defender el negocio ilegal; eliminar competidores; obtener influencia sociopolítica, y garantizar la supervivencia física.

En dichos territorios hay diversas formas de violencia que al principio son esporádicas y después se incrementan. Por una parte, está la rivalidad entre grupos criminales, que genera disputas. Esta forma de violencia no pareciera interesarles mucho ni al Estado ni a la sociedad, prevalece la lógica de «que se maten entre ellos». Por otra parte, está la cooptación forzada, la amenaza sugerente o la ejecución directa de algunos actores que, a nivel municipal o provincial, tienen cierto poder: intendentes, jueces, policías, entre otros. Esta forma de violencia inquieta, pero no alarma demasiado, la lógica prevaleciente, tanto institucional como social, es «no hacer muchas olas». Y, por último, está el atentado contra algún funcionario público o un líder político: en ese momento surge la lógica de «hay que hacer algo».

Todo lo anterior muestra un notable avance en el manejo privado de la fuerza; lo cual pone en evidencia el debilitamiento del Estado. Sin embargo, no se trata de un Estado inerme. Con capacidades estatales básicas se puede hacer frente al desafío y eludir que éste transite a la etapa posterior. Por ejemplo, robustecer la justicia, la inteligencia y la policía resulta imperativo. Someter a reformas periódicas los cuerpos de seguridad es crucial. Contar con información y estadísticas bien elaboradas es un requisito indispensable para tener un diagnóstico realista. Apuntar al desmantelamiento material -finanzas y tecnología- de los grupos criminales es primordial.

Pero si nada de eso ocurre, no es sorpresivo que se arribe a la segunda etapa: la «parasitaria». A esa altura, la influencia política y económica de la criminalidad aumenta notoriamente. Esta fase no sólo muestra la mayor inserción del crimen organizado, sino también tres dinámicas preocupantes: su «legitimación», «proliferación» y «democratización». Por legitimación se entiende el creciente nivel de aceptación y reconocimiento de dicha criminalidad por parte de la sociedad. Por ejemplo, en el caso del narcotráfico, sus dineros son aceptados por amplias franjas sociales, sus modos de vida fastuosos no son cuestionados y su visibilidad en ámbitos típicos de las elites no despierta rechazo. Por proliferación se entiende la diversificación de sus inversiones; en particular en emprendimientos legales, tanto en el campo como en las ciudades. Y por democratización se entiende la multiplicación de emporios criminales, desde grandes carteles hasta cartelitos y desde organizaciones jerárquicas clásicas del estilo mafioso hasta estructuras reticulares más sofisticadas. Todas estas formas combinan violencia, cooptación y corrupción.

A esa altura, el Estado debe responder a un asunto de gran envergadura. El Estado necesita, con urgencia, una estrategia integral de contención del crimen organizado. Pero ¿tiene la voluntad, los recursos, la capacidad? Si los tuviera, debería contar con una sociedad dispuesta a deslegitimar el avance de la ilegalidad, procurar un alto grado de cooperación internacional ante un fenómeno que se ha tornado transnacional y desplegar una política de largo plazo sin esperar milagros.

Si todo lo último no aconteciera, entonces lo más probable es que se ingrese al estadio final: el «simbiótico». En esta fase se manifiesta el afianzamiento de la criminalidad y el sistema político y económico se vuelve tan dependiente del «parásito» -esto es, del crimen organizado- como éste de la estructura establecida. La frontera entre lo lícito y lo ilícito, entre lo legítimo y lo ilegítimo se torna opaca y el Estado de Derecho mismo se diluye. En esta etapa tiende a ocurrir lo que denomino pax mafiosa.

Un país no es plenamente capturado por el crimen organizado, pero en muchas regiones y provincias la simbiosis permite la consolidación de una nueva clase social – a nivel local – con aptitud y decisión de establecer un orden en ese espacio ante la desorientación de las elites dirigentes y la fragilidad estatal. No se trata de un modelo de ocupación del Estado central, sino de un tipo de pax en que una clase social maximiza su poder en los claroscuros de la intersección entre el Estado, la sociedad y el mercado.

Llegada a la última fase es poco probable que se produzca una reversión completa e inmediata mediante un inesperado conjunto virtuoso de políticas públicas. En la evolución narrada, el crimen organizado de la primera y la tercera fase no es el mismo. En el estadio «predatorio» hay pandillas e incipientes grupos criminales de tipo empresarial. En el estadio «parasitario» hay modalidades diversas de crimen organizado cada vez más entrelazado internacionalmente. En el estadio «simbiótico» hay claros indicios de que de aquellas bandas emergentes son parte del pasado, ahora despunta una clase social consolidada que tuvo su soporte original en los negocios ilícitos, pero que ya tiene nexos profundos y decisivos con la economía legal y el sistema político. En la primera etapa se estaba ante un hecho criminológico; en la tercera se afirma una cuestión sociológica.

La Argentina debe tener en claro en qué punto de este desarrollo se encuentra«.  (completo aquí)

Lo único que me siento impulsado a agregar es que los beneficios que impulsan al narcotráfico sólo surgen en un porcentaje muy pequeño de los barrios pobres y las villas. Por supuesto, también está allí, y alimenta los delitos para conseguir dinero para otra dosis, como lo ve, con bastante razón, la imaginación popular.

Pero el dinero grande viene de los consumidores que tienen mucho dinero, como cualquier empresario podría decirles. Por eso los grandes mercados son EE.UU. y la Europa Occidental. Aunque el Este de Asia está creciendo. Me parece apropiado entonces – no puedo resistir el toque irónico – invitarlos a leer – los que se manejan en inglés – al mejor blog gringo sobre México, que nos cuenta como Bloomberg´s reportaría el inconveniente que tuvo el Chapo Guzmán: «El CEO de Sinaloa Cartel se retira«. Los Tigres del Norte le habrían dedicado el bonito video de arriba.


Un saludo a Carlos Páez Vilaró

febrero 24, 2014

Páez Vilaró


Un PJ para todos, y todas

febrero 24, 2014

PJ_ Pagina_23022014

La página que encabeza el posteo contiene el resultado – muy previsible – de las deliberaciones del peronismo bonaerense este sábado. en Santa Teresita. Como el PJ no tiene los fondos para publicarla en los diarios de más circulación, como se hacía en un tiempo, ni tampoco tiene ganas de dárselos a esos diarios, el blog de Abel contribuye modestamente a su difusión.

Si ustedes cliquean encima, dos veces, el texto se agrandará mucho y, tal vez con un poco de esfuerzo para acomodarlo a la pantalla si usan un celular, podrán leer lo que dice. Y – lo que le interesa a la fauna política, como uno sabe por experiencia – verán los nombres de los que aparecen.

Los que se fijan en el estilo apreciarán que combina bien el lenguaje tradicional del peronismo político (sin folklorismos), buena dosis de fervor K, y un compromiso de democracia interna. Puede ser significativo, o no, que cuando en el mismo comienzo aseguran su identificación y compromiso con la Presidente Cristina Fernández hablan de su «fuerza transformadora». Y cuando a continuación extienden su respaldo al gobernador Daniel Scioli, mencionan «esfuerzo» y «alegría».

Las firmas del documento muestran una gran mayoría del peronismo territorial de la Provincia, y si alguno no estuvo, como Martín Insaurralde, llenó de carteles el congreso. Además, ahí se hizo presente la militancia ligada orgánicamente a la Presidente. Puede decirse – y se dice – que esos militantes cristinistas no han ganado elecciones todavía, y tal vez haya disminuído en los últimos tiempos su poder de convocatoria, pero lo cierto es que son hoy, de lejos, la más numerosa ligada a un liderazgo personal. Dentro y fuera del peronismo.

Entonces, el gobierno ha conseguido un respaldo político importante, a los pocos días de haber tomado algunas decisiones económicas duras. Y el Partido Justicialista bonaerense ha mostrado un razonable avance en su consolidación.

Ahora, tengo que decir que los que saludan con discreto entusiasmo, o lamentan con bronca, la candidatura presidencial del compañero Scioli por el peronismo en 2015, se están apresurando. Esto no tiene nada que ver con la supuesta dificultad que tendrían los gobernadores bonaerenses para ser elegidos Presidente. Los argentinos somos algo supersticiosos, y pensamos que si algo no ha sucedido, o pasó pocas veces, hay una razón oculta que lo impide. Pavadas.

El punto es que a los presidentes no los eligen los aparatos, ni los militantes. Lo hacemos entre todos. Y todavía la mayoría no está pensando en eso – salvo los politizados, claro. Si hoy aparecen Scioli y Massa – o Massa y Scioli – a la cabeza de algunas encuestas, las que, excepcionalmente, no formen parte de alguna operación política, se debe simplemente a que son los únicos que hoy están trabajando intensamente en sus campañas presidenciales. Y cuentan con los recursos para ello.

Pero todavía falta bastante. Lo que sí se puede afirmar hoy es que Scioli aspira a ser el candidato del conjunto orgánico del PJ. A la cabeza, seguramente, de un frente no muy distinto del actual FpV. Mientras que Massa… bueno, recientemente, uno de sus partidarios más sutiles, que tuitea con el nic de @mazorcablanca, apuntó «Tip para las PASO 2015: no va importar tanto qué partido saca más votos, sino qué precandidato saca más votos«.

Creo que tiene bastante razón. Pero sería un error creer que Sergio Massa es el único que se da cuenta de ésto. Me parece evidente que no se puede afirmar que Daniel Scioli se despreocupa de su imagen entre los bonaerenses – la mayoría – que no se interesa en la política. Pero van a necesitar hacerse «presidenciables» entre el resto de los argentinos. Como todos los que aspiren seriamente al premio mayor. Tienen para esa tarea, aproximadamente, un año. Y se me ocurre que van a necesitar cada uno de esos 365 días.


Ucrania

febrero 23, 2014

ukraine

Mientras empiezo a escribir, sigo las noticias en Twitter,  «La guardia de fronteras de Ucrania anuncia que retuvo el vuelo de un avión “charter” que pretendía volar a Moscú sin pasar el control fronterizo. En él viajaba el destituido presidente, Víktor Yanukóvich...». Lo menciono para precisar cuándo redacto esto. Los medios locales han estado muy lentos para tomarlo, pero interrumpiré para cenar y es seguro que ustedes estarán mucho más informados mañana domingo.

De todos modos es inevitable – Ucrania está lejos y nadie de mi familia es de allí – que primero piense que Putin – Rusia – ha perdido una pieza importante en esta jugada. Pero la Rodina todavía tiene cartas muy fuertes: El gas, el combustible para el crudo invierno, por ejemplo. Además, lazos de idioma y religión con una porción grande de los ucranianos, y de historia y cultura con todos ellos.

Y que Obama, EE.UU. – el que gana en esta movida – tendrá que poner aún más esfuerzo en la tarea que la secretaria de Estado adjunta norteamericana para Europa, Victoria Nuland planteaba aquí: coordinar las diversas fuerzas de la ahora triunfante oposición. Si no quiere que ese triunfo se diluya, como sucedió luego de la «exitosa» Revolución Naranja, con resultados probablemente más sangrientos y desestabilizadores.

Es natural que lo evalúe en términos geopolíticos, si no tengo un compromiso emocional con el tema. Se trata del conflicto que puede afectar más a los intereses estratégicos de una de las Grandes Potencias que cualquier otro en el mundo actual. Más que el diferendo marítimo entre China y Japón, bajo el control de sus actores directos. Y que los problemas del Medio Oriente, ahora que EE.UU. está cerca del autoabastecimiento petrolero.

Y al menos, trato de no cometer el error de amigos y blogueros muy informados en temas internacionales, que tienden a analizar como si los que agitan y pelean para el lado que les cae simpático tengan – seguro – los mismos ideales y prejuicios que ellos, y los «del otro lado» son todos infiltrados mercenarios, al servicio de una conspiración comunista/yihadista/capitalista – táchese lo que no corresponda.

Lo que me interesa hacer aquí es acercarles un vistazo a la realidad ucraniana. Parcial e incompleto: no puede ser de otra manera. Pero me parece evidente que en todos los conflictos existen los factores nacionales y los intereses externos. Y tratar de analizarlos sin tomar en cuenta los dos… resulta en un panfleto o en una caricaturaOtra: para nosotros, los latinoamericanos, al ver lo que pasa en Ucrania, nos viene a la mente Venezuela. Aunque se trate de sociedades y circunstancias muy distintas. Pero sobre es agregaré algo al final.

A lo concreto: Pablo Ziegler estuvo en estas semanas enviándome material sobre los enfrentamientos. Pero su amigo ucraniano que a su vez se lo remitía tenía una posición patriótica y pro Unión Europea (No, no es contradictorio; no más que ser patriótico y pro eslavo. Los ucranianos, como los rusos, están divididos en eslavófilos y europeístas por lo menos desde hace 200 años).

Y no he tenido el tiempo ni los conocimientos para completar por mi cuenta el cuadro. Así que he buscado un enfoque con el que pueda sentirme satisfecho en este resumen que hago de un trabajo reciente de Francisco J. Ruiz González, un militar y estudioso español, analista de su Ministerio de Defensa, que se ha especializado en la política exterior y de seguridad de la Federación Rusa. Leemos:

«La población de Ucrania – aproximadamente 45 millones – se divide en un 77,8% de ucranianos, un 17,3% de rusos, y grupos minoritarios. Pero además de esas diferencias étnicas, es importante reseñar la división idiomática, ya que el 24% de los ucranianos declaran el ruso como su lengua materna (un porcentaje mayor que el étnico), a pesar de lo cual el ucraniano es la única lengua oficial del Estado y la única que se utiliza en la enseñanza; y la división religiosa, con un 50,4% de ortodoxos del Patriarcado de Kiev, un 26,1% de ortodoxos del Patriarcado de Moscú, un 8% de la Iglesia católico-oriental, y un 7,2% de ortodoxos de la Iglesia ucraniana independiente.

En lo referente a la estructura política, el Partido de las Regiones del (ex) presidente Yanukóvich es la fuerza mayoritaria. El principal partido de la oposición es Tierra Patria, cuya líder Yulia Timoshenko cumplía una condena de siete años de cárcel. Otras formaciones son UDAR, liderada por el ex boxeador Vitali Klitschkó, el Partido Comunista (que apoya a Yanukóvich), y los ultranacionalistas de Libertad, procedentes de las regiones occidentales.

El respaldo a cada fuerza política no es uniforme en el conjunto del país. Grosso modo, la mayor implantación del considerado rusófilo Partido de las Regiones es en el este y sur del país, mientras que el mayor apoyo a la oposición considerada prooccidental es en el centro y oeste. La polarización es total votación tras votación, como lo prueban las elecciones presidenciales de 2010, en las que Yanukóvich superó el 90% de los sufragios en Donetsk, y Timoshenko hizo lo propio en Lviv.

Por tanto, Ucrania es un país profundamente dividido en dos, lo que representa su principal debilidad geopolítica y la mayor amenaza a su futuro como Estado:

— El oeste y el centro: con niveles de renta más bajos; mayor peso de la agricultura; étnica y lingüísticamente ucranianos; de religión católico-uniata u ortodoxa del Patriarcado de Kiev; que votan a los partidos actualmente en la oposición; y orientados hacia Occidente.

— El este y el sur: con niveles de renta más altos; mayor peso de la industria; abundancia de rusos étnicos; uso mayoritario del idioma ruso; de religión ortodoxa del Patriarcado de Moscú; que votan al Partido de las Regiones; y orientados hacia Rusia.

En las elecciones presidenciales de octubre de 2004 Rusia apoyó abiertamente a Víktor Yanukóvich, que derrotó a Víktor Yúschenko en unos comicios marcados por múltiples irregularidades. Las subsiguientes revueltas populares, bautizadas como la Revolución Naranja, obligaron a la repetición de las elecciones en diciembre de 2004, en las que triunfaron los supuestos reformistas.

Los líderes «naranja» intentaron consolidar su posición respaldando militarmente a EE.UU. (en Irak y Afganistán) y solicitando su ingreso en la OTAN. Ese giro radical hacia Occidente encendió todas las alarmas en Moscú, que comenzó a endurecer su postura.

La euforia reformista de 2004 tuvo un corto recorrido, ante el declive económico, la rampante corrupción, y las crisis políticas que presidieron el primer año de Yúschenko en el poder. En las legislativas de marzo de 2006, el Partido de las Regiones de Viktor Yanukóvich resultó vencedor con el 30% de los sufragios.

Al convocarse las elecciones presidenciales de 2010, los líderes de la Revolución Naranja habían dilapidado gran parte de su capital político por culpa de sus disputas internas y de una gestión económica desastrosa; además habían fracasado en la «huida hacia adelante» de intentar integrar por la vía rápida a Ucrania en las instituciones euroatlánticas, como la OTAN o la UE. Yanukóvich resultó ganador con un 48,95% (frente al 45,47% de Timoshenko).

Una de las primeras medidas de Yanukóvich fue promover una nueva Ley de “Principios de la política interior y exterior de Ucrania”, aprobada por la Rada el 3 de junio de 2010, por la que se establecía un estatus de país neutral.

La entrada en la OTAN o en la OTSC [Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, liderada por Rusia] despiertan rechazo en los ucranianos, más o menos fuerte según las regiones.

En un referéndum sobre el ingreso de Ucrania en la OTAN, según las encuestas, en 2011 un 19,1% votaría a favor (en 2005 era un 16%) y un 58,5% en contra (en 2005 un 61,4%). Por regiones, solo en el oeste ganaría el sí (un 44,2% frente al 25,2%), mientras que los votos en contra serían de un 48,6% en el centro, un 72,7% en el sur, y un aplastante 81,6% en el este (donde votaría a favor solo un 4,4%).

En cambio, la pregunta “¿Debería Ucrania ingresar en la Unión Europea?”, un 56,3% dice que sí (40,7% en 2005), y un 25,2% que no (34,2% en 2005). Por regiones, el sí ganaría en todas, pero con grandes diferencias de unas zonas a otras (oeste: 74,8% contra 9,8%; este, 39,9% contra 37,9%).

La integración en la UE se estableció por tanto como un objetivo prioritario para Ucrania. El camino hacia la UE pasa por el “Acuerdo de Asociación”, que incluye tres bloques (comercio de bienes, comercio de servicios, y normativa comercial).

Es en las relaciones con Rusia en las que se produjo un mayor cambio con la nueva presidencia. En abril de 2010 se firmó un acuerdo por el que se prolonga la cesión de la base naval de Sebastopol por 20 años más. A cambio, Ucrania recibiría un descuento del 30% en el precio del gas suministrado por Rusia. La energía se convierte de ese modo, una vez más, en una de las claves de la relación bilateral. Desde abril de 2010 Rusia ha insistido en una fusión de Gazprom y Naftogaz (que en realidad sería una absorción, ya que el volumen de la corporación ucraniana no llega al 7% del gigante ruso), y se ha ofrecido a invertir masivamente en la imprescindible modernización del sistema ucraniano de transporte de gas. A su vez, Rusia ha diversificado sus rutas de exportación a la UE, sin pasar por Ucrania, lo que le permite negociar desde una posición de fuerza.

El acuerdo de asociación con la UE habría sido desventajoso para Ucrania, pues lo que perdería en comercio con Rusia no se compensaría con el acceso al mercado europeo. Sin embargo, el presidente Yanukóvich se opuso a los planes de Rusia, básicamente porque defendía los intereses de la élite industrial del Bajo Don a la que pertenece. Por ello se fue reduciendo la importación de gas ruso por debajo de los 42 bcm [miles de millones de metros cúbicos] mínimos fijados por contrato: 40 bcm en 2011, 27 bcm en 2012, y 24,5 bcm en 2013. Además, se exigió que Gazprom pague por mantener los depósitos de gas en Ucrania que garantizan el servicio a la UE durante los picos de consumo en invierno.

El detonante de la actual crisis fue la decisión de Yanukóvich de anular la firma del acuerdo de asociación con la UE. Lo que desató el Euromaidán (en ucraniano ‘Europlaza’), una serie de manifestaciones europeístas. Fue una oportunidad para que confluyeran los opositores a Yanukóvich – a pesar que él había sido el impulsor de las negociaciones – con la desconfianza y el temor a Rusia del oeste de Ucrania.

Igual, frente a la ausencia de garantías por parte de la UE del respaldo económico necesario para adaptar la economía ucraniana a los estándares europeos, y las ventajas que Moscú ofreció a Kiev con los acuerdos del 17 de diciembre, se produjo un impasse durante el que las manifestaciones callejeras parecían perder fuerza … hasta que el 16 de enero la Rada aprobó a iniciativa del presidente un paquete legislativo orientado a reprimir las protestas, con medidas como la prohibición de llevar la cara tapada o de distribuir panfletos antigubernamentales.

Se trató de un importante error de cálculo, y sirvió de excusa para que los grupos más radicales de la oposición atacaran, con una violencia inusitada, diversos edificios oficiales tanto en Kiev como en las regiones occidentales«.

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El resto … lo pueden leer en los diarios del día. Como ven, lo que enfrenta a los ucranianos entre sí es profundamente distinto a lo de los venezolanos. Y si algunos actores externos son los mismos – otros no – bueno, es el mismo planeta.

La conclusión que puedo extraer – la que nos grita la historia – es que cuando una sociedad está dividida profundamente en porciones considerables, creer que esa división puede clausurarse definitivamente por la Revolución, o la Contrarrevolución, es una fantasía. Una que en el pasado nos ha costado cara. Y en el presente, entre nosotros… una a la que se aferran los héroes de escritorio, que están dispuestos a luchar hasta la muerte desde la comodidad de sus micrófonos o sus teclados. Ojalá que los venezolanos hagan también esta reflexión.