La otra interna argentina. Y China

May 31, 2017

UIA

La franja politizada de los argentinos está entre interesada y obsesionada con la interna del peronismo. Está bien, importa. Y de vez en cuando, algunos -como este blog- prestan atención a la de Cambiemos (la tarea de domesticar a Carrió tiene su interés). Pero hay vida más allá de las PASO. Hay otras internas, donde juegan intereses muy poderosos, y también deciden sobre nuestro destino como país.

Subo dos notas periodísticas recientes -de La Nación y Clarín, cronistas y protagonistas de esas peleas, y agrego un comentario muy breve al final.

Cuenta la tribuna de doctrina:

«Con advertencias sobre China, asumió Acevedo en la UIA. El director de Aceitera General Deheza, que presidirá la entidad por dos años, alertó por la «competencia desleal»

El consenso para elegir al presidente entre empresarios industriales, el primero en más de una década de listas diferentes, dejó heridos. La sangría no pasó desapercibida en la asunción ayer de Miguel Acevedo como presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Juan Carlos Sacco, ex vicepresidente y ahora afuera de la entidad fabril, dio un breve discurso y luego se retiró. José Ignacio De Mendiguren, hombre del Frente Renovador, no se presentó en la ceremonia. Algunos decían que estaba el interior de gira con Sergio Massa. Otros fueron más explícitos. «La UIA ya fue para mí», se quejó ayer en su paso por el Hotel Alvear para escuchar a la gobernadora bonaerense, Héctor Méndez, ex presidente de la entidad. Los tres, fuera de los 26 nuevos nombres del comité ejecutivo, son los hombres mirados de reojo por haber debilitado la candidatura de Daniel Funes de Rioja, quien fuera el primero elegido en la lista de las grandes empresas.

Acevedo, que originalmente apoyaba a Funes de Rioja, fue ayer entronizado con el apoyo del presidente de COPAL. En su discurso de asunción, flanqueado por Luis Betnaza (Techint), festejó «la conformación de una lista de unidad». Estaba afónico. «Mis amigos me dijeron que estoy somatizando la presidencia», bromeó el director de Aceitera General Deheza (AGD).

Tras el viaje que llevó al presidente Mauricio Macri por varios países orientales, Acevedo alertó por la posibilidad de reconocer a China como una economía de mercado, uno de los temores de toda la industria pero principalmente de Techint, la empresa que conduce Paolo Rocca. «Hoy no es una economía de mercado. Los precios que tiene China son como los del Indec de Moreno», ironizó el presidente de la entidad fabril en conferencia de prensa.

Como es habitual, fue consultado sobre el dólar. «El tipo de cambio es el que es. Para algunos sectores es bajo. Para otros es normal. ¿Cómo se arregla? Mejorando la competitividad», dijo.

… También hubo referencias a la situación del principal socio comercial de la Argentina. «Brasil me preocupa porque hay mucha de nuestra economía que va a ese país», dijo el director de AGD. Pero también le dedicó una parte de su relato a la corrupción en la economía más grande del Mercosur. «Es algo que impacta porque hay corrupción masiva», dijo Acevedo, que resaltó que en la Argentina «todos pensamos que hay poca transparencia pero no como en Brasil». El ejecutivo afirmó además que está a favor de cualquier medida en el Congreso argentino que limite los casos de corrupción y fomente la transparencia.

Sobre las elecciones de octubre, Acevedo advirtió que la importante será más bien política.»No va a cambiar la relaciones de fuerza pero tendrán impacto», advirtió.

«¿Conoce el plan del Gobierno para la industria?», preguntó LA NACION. «No sé si el Gobierno trabaja con un plan. Pero toma medidas y las discute», cerró.

Miguel Acevedo está más presente en los medios por una frase que no está en esta sobria crónica: «Estamos viendo una recuperación económica amarreta». Pero el dato fundamental, me parece, es que su presencia al frente de la UIA indica que las empresas verdaderamente grandes ya no la ven como un área de la que debe ocuparse la gerencia de Relaciones Institucionales.

Y Aceitera General Deheza es una de las empresas argentinas verdaderamente grandes. Durante la primera parte de los gobiernos K, hasta la crisis del «campo», tenía un senador por el FpV.

El gran diario argentino, por su parte, sale a pelear, con esta nota de Alcadio Oña:

«Mauricio Macri volvió de Beijing con la misma promesa que Cristina Kirchner había traído en 2015, también después de reunirse con el presidente Xi Jinping. Consiste, nada más y nada menos, que en equilibrar la balanza comercial, lo cual, si fuese posible, significaría una proeza monumental.

Debiera saberse en principio que prometer no es igual a comprometerse. Y ver, además, todo lo que hay de por medio.

Hasta entonces favorable a nuestro país, a partir de 2008 el saldo comercial bilateral empezó a torcerse a favor de China, y tanto que entre ese año y el año pasado (el déficit) superó los 38.000 millones de dólares. Representa el mayor déficit argentino contra cualquier país o contra cualquier bloque de países: desde Brasil y el Mercosur, hasta Estados Unidos y el Nafta o la Unión Europea y las naciones que la integran.

Claro que ahí mismo ya salta una controversia. Beijing no reconoce esas cifras, que son del INDEC, sino otras mucho menores: en algunos años la brecha alcanzó a unos US$ 2.000 millones, cerca de la mitad del déficit calculado aquí.

Luego, para hablar de equilibrar la balanza habría que comenzar por ponerse de acuerdo en los números. “Podríamos consultar cómo miden Brasil y Chile, que tienen una fuerte relación comercial con China”, aconseja un consultor.

Otro analista sostiene que las estadísticas chinas no computan como propios ni a Hong Kong, un potente centro industrial y financiero y un activo mercado libre, ni tampoco a Macao. Cosa que sí hacen las estadísticas del INDEC: el nombre de China va acompañado de un asterisco que remite a ambos territorios.

Pero aún si hubiese acuerdo sobre los números, sobrevivirán brechas cualitativas igualmente enormes. Una de ellas es la composición misma del intercambio comercial.

El 89% de las exportaciones argentinas a la potencia no ya asiática sino mundial son productos primarios o manufacturas primarias con muy bajo valor agregado. Dentro de ese universo estrecho reina el poroto de soja.

¿Y qué le compramos? Le compramos pura industria: máquinas, bienes intermedios y piezas y accesorios para ser ensamblados en procesos industriales o tapar agujeros en las cadenas de producción locales.

Quedan evidentes, sólo allí, unas asimetrías gigantescas. Y de hecho, que la Argentina exporta poca mano de obra agregada y China, todo con mano de obra agregada.

Si la cuestión fuese seguir agregando, las centrales atómicas, las represas en Santa Cruz, la planta de energía solar en Jujuy o los ferrocarriles, todo vendrá con equipamiento chino.

Entonces, el déficit comercial y las asimetrías pintan a más de lo mismo acrecentado. China financia ventas propias y en el acto de financiarlas, compromete. Encima, compromete a largo plazo, tanto por el tiempo que duren las construcciones cuanto por las necesidades de mantenimiento.

Sólo la transferencia de tecnología, la capacitación de técnicos argentinos y, al fin, el reemplazo de equipamiento chino por equipamiento argentino pueden achicar los tiempos. Estaríamos hablando de cosas muy distintas y de algo todavía difícil de imaginar.

Aquí cerca, en Brasil, existe un espejo muy diferente donde mirarse. Para empezar, sus exportaciones a China triplican a las argentinas y, además, entre 2010 y 2016 acumuló un superávit en la balanza bilateral próximo a los 50.000 millones de dólares.

Y pese a que las ventas también incluyan un porcentaje grande de commodities, como las nuestras, el caso es que el país asiático absorbe el 25% de las exportaciones totales de Brasil. Con importaciones inferiores aunque también considerables, el cuadro completo dice que China se ha convertido en su principal socio comercial.

Datos relevados por el economista Raúl Ochoa, cuentan que desde 2007 las inversiones chinas hacia allí sumaron US$ 37.000 millones efectivos. Y son tan diversificadas que van desde energía, maquinarias, automotrices y electrónica, hasta financieras y de comunicaciones. Cantan también que a partir de 2014 las operaciones de empresas estatales cedieron paso a las privadas.

Existe otro rasgo diferencial que no es precisamente un detalle: las licitaciones brasileñas, en lugar de las poco transparentes y atadas adjudicaciones directas que definen el vínculo con la Argentina.

Está a la vista que ante la falta de inversiones privadas, la escasez de financiamiento y las urgencias que impone el enorme déficit de la infraestructura, Macri ha optado por la alternativa china. Es toda una discusión si aún en la emergencia o con los compromisos heredados, no era posible obtener condiciones menos gravosas.

Por muchos motivos, incluidos negocios ahora sacralizados, la relación con China ha sido uno de los grandes lastres que dejó la era kirchnerista; vinculante y asimétrica desde donde se la examine.

En Beijing, Macri dijo que había tratado con Xi Jinping la posibilidad venderles bienes con mayor valor agregado. Esto también va atado, pero atado a que la Argentina sea capaz de poner productos elaborados en las góndolas chinas y a que ellos abran sus góndolas».

Leyendo esto, me acordaba de una hipótesis de mi amigo Fernández Baraibar: Si O Globo lanza las denuncias contra Temer en este momento, y hiere de muerte a su gobierno, detrás estaría no sólo ese grupo, sino la FIESP, la poderosa asociación de la industria paulista.


«La corrupción mata». La indiferencia también

May 30, 2017

Santiago-Pinetta

«Brecha» es una publicación uruguaya con una larga historia. Y, aunque no la sigo, sé que tiene presente. Un corresponsal habitual me envió esta nota, y menciono su origen porque esos otros rioplatenses tienen un estilo más sentimental y más discreto que el periodismo de esta orilla. Como sea, sentí el impulso de subirla al blog. Hago algunos comentarios cortos después.

«Buenos Aires es una ciudad donde convive la estética de lo imponente con la miseria de la civilización, subproducto de lo que llamamos desarrollo. Así, frente al fastuoso teatro Colón, un matrimonio con sus dos hijos mendiga alguna limosna o alimento sobrante de los transeúntes. Sobre Diagonal Norte, cuna de los recaudadores del mundo, se alojan los derrotados del sistema, y desde las espejadas torres de Puerto Madero se puede divisar, a escasos metros, la Villa 31, una de las más pobladas de la ciudad. Hace pocos años se instalaron, en distintos puntos de la ciudad, bancos de cemento que simulan ser de terciopelo. Y por ahí anda la cosa, entre la dureza que sucede y una apariencia que seduce.

En esa lógica perversa se inscribe el Abasto y todo lo que contiene. El shopping de la avenida Corrientes es una cáscara de lujo que almacena en sus entrañas almas desoladas y errantes, en algún punto sobrantes para este sistema que, como denunciaba Eduardo Galeano, vomita hombres. Dentro de la ostentosa edificación hay una lujosa fuente de agua hecha de granito negro que los visitantes utilizan como “fuente de la buena suerte”, donde arrojan monedas mientras esperan que el destino sea cortés y les abra puertas de gloria. Cuando el sol cae, la fuente se transforma en olla al final del arco iris para los olvidados. Brillantes y empapadas de pena, las monedas son extraídas por personas que buscan ayuda y dignidad en la estación de subte Carlos Gardel.

En el pasillo que conecta la salida del Abasto con los andenes, entre tentadoras promociones de las cadenas trasnacionales de comida rápida, yacen personas desamparadas. Una de ellas es Santiago Pinetta. Todas las tardes, entre las 16 y las 17 horas, Santiago llega a paso lento, algo encorvado, producto de sus 84 años, y con un banquito para encontrar algo de comodidad en la indecorosa tarea de pedir una contribución a las personas que transitan por el lugar. Siempre de camisa impecable, con pelo y barba blancos, pantalón cómodo y sus manos extendidas, repite en voz baja: “Ayuda, ayuda”. Muchos de los que desfilan por ese pasillo, dominado por la cara de un Gardel multicolor, identifican a Santiago y balbucean: “Es ese, es ese, el que mostraron en la tele”. Santiago parece haber recobrado algo de la notoriedad que supo conquistar en los años noventa como periodista, luego de destapar una escandalosa licitación del menemismo que el Banco Nación había armado a medida para la Ibm. Son momentos bien diferentes: hace dos décadas él escribía un libro para desarticular un obsceno negocio valuado en 250 millones de dólares, hoy los medios han convertido su miseria en morboso placer. En el mercado de la abundancia, la penuria cotiza en alza.

Sí, Santiago “es ese”, ese al que sus colegas se arriman para hacerle dos o tres preguntas de rutina y se esfuman tan rápido como llegaron.

En 1945 comenzó a trabajar en Clarín, aunque supo destacarse, a lo largo de los años, en La Razón, Crítica, El Mundo, la revista Primera Plana y en radio. Era un periodista que ponía cuerpo y alma en su trabajo, de los que preferían estar en el lugar de los hechos a leer cables de agencia. Presenció el bombardeo a la Plaza de Mayo en 1955 y fue secuestrado y detenido en Campo de Mayo entre noviembre de 1976 y febrero de 1977. Es autor de 14 libros, entre investigación, ficción y poesía.

Santiago Pinetta merece un lugar en el altar del periodismo criollo: develó el primer caso de corrupción del menemismo que pudo esclarecerse, con personas que confesaron el cobro de suculentas coimas en dólares. Gracias a sus denuncias se recuperaron 7 millones de dólares que dormían en cuentas suizas de ex funcionarios.

En 1993 el Banco Nación había solicitado la informatización de todas sus sucursales. Ibm ganó la licitación. El Plan Centenario fue un negocio de 240 millones de dólares que incluía 37 millones en coimas, de los cuales la empresa de informática pagó 21 millones a funcionarios.

De ese fraude –del que Santiago se enteró por sindicalistas del banco que lo contactaron con autoridades de segunda línea– nació el libro La nación robada, publicado en febrero de 1994 y solventado con fondos que él mismo consiguió luego de tocar varias puertas. Sin embargo, en marzo de ese año el pacto Ibm-Banco Nación fue rubricado. La prensa no publicó línea alguna sobre la investigación. En la radio tampoco se mencionó su trabajo. La televisión mientras tanto distraía y alternaba imágenes de los pomposos preparativos para el Mundial 94 con las de nuestro heterodoxo presidente fashion y cool que buscaba un segundo mandato.

Santiago continúa con las manos extendidas hacia las almas piadosas que buscan ayudarlo con algunos pesos, masitas o agua. Los billetes que recibe los lleva a no más de cinco centímetros de sus ojos para conocer su valor; las cataratas, junto a la artrosis en sus rodillas, son obstáculos que debe sortear diariamente para ubicarse en su banquito y mutar en una presencia ausente, una de las tantas que habitan la calle.

Bebe un sorbo del café que le traje y me explica que regaló a varios jueces federales un ejemplar de La nación robada, con la esperanza de que la investigación adoptara la forma de litigio. Al no obtener respuestas decidió redactar una denuncia por cuenta propia, y en mayo de 1994 se la llevó a un fiscal de Cámara, que le respondió: “Retirala, este es tu pase al cementerio”. Santiago decidió no abandonar su investigación y presentó la denuncia, que llegó al juez federal Adolfo Bragnasco, quien inmediatamente la congeló. Cuatro días después la vida de Santiago inició una lenta y tortuosa metamorfosis. En la esquina de Loria y Rivadavia tres personas lo interceptaron y lo golpearon brutalmente. Un mes más tarde los medios que habitualmente compraban sus notas de free lance comenzaron a rechazarlas, y los teléfonos del Sindicato de Periodistas le devolvían un tono agudo infinito.

Durante un año vivió asediado por el miedo ante algunas amenazas aisladas, pero con la esperanza de que la denuncia que había entregado reviviera en algún momento. Sucedió la mañana del 16 setiembre de 1995, cuando el Fbi allanó la sede de Ibm, consecuencia de la ley estadounidense que prohíbe que las empresas de ese país paguen sobornos o coimas. Ese mismo día por la tarde, cerca de las 18 horas, Santiago sufrió un segundo atentado: caminando por avenida Callao, entre Rivadavia y Mitre, un taxi lo pasó por encima. Con 14 fracturas a lo largo y ancho de su cuerpo, pasó siete meses y medio internado en la Clínica Colegiales. Con el tiempo se comprobó en la justicia que el taxi era en realidad un auto de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), pero no se encontraron culpables. Por las noches, sin poder conciliar el sueño, con un cuerpo cansado del reposo prolongado, su mente se transformaba en un loop eterno que repetía: “Este es tu pase al cementerio”.

En abril de 1996 abandonó la clínica y en junio de ese año recibió un llamado de un grupo de periodistas interesados en entrevistarlo. Santiago no dudó un instante y aceptó la propuesta, era lo que había esperado durante largo tiempo: que su investigación comenzara a levantar vuelo en el ambiente y también su nombre, censurado y silenciado por las esferas del poder.

Esa tarde, gris y fría, anuncio de un invierno duro, Santiago esperaba en su líving. Escuchó unos pasos apresurados por el pasillo que se detuvieron súbitamente frente a su apartamento. El timbre sonó tres veces. Santiago se levantó del sillón, dio cuatro o cinco pasos y abrió la puerta. “En cuanto los vi supe que no eran periodistas”, cuenta con algo de angustia en la voz. Recibió una trompada con una manopla de acero que le abrió los labios y le arrancó el 60 por ciento de la dentadura. Mientras la sangre caliente y espesa bajaba por su cuello, los matones esgrimieron algunas amenazas y abandonaron el lugar. En ese entonces el periodista no sabía a qué le temía más: si a la vida o a la muerte.

Tan duro y áspero iba a ser ese invierno, que diez días después de haber iniciado, el 31 de julio de 1996, Santiago sufrió otra agresión. En la madrugada, mientras caminaba por avenida Corrientes, cuatro personas lo golpearon y arrojaron al suelo mientras gritaban: “Dejate de joder con el Banco Nación y con Dadone (el ex-director del banco), porque si no te hacemos mierda a vos y a toda tu familia”. Los gritos y las patadas sobre su cuerpo caído son lo último que recuerda. Despertó en una cama del hospital Ramos Mejía; en su pecho, con una navaja, le habían escrito: “Ibm”. El destino, caprichoso, quiso que esos golpes los recibiera a una cuadra del Abasto.

En las expresiones de Santiago hay algo de cansancio, agarro su mano y le aviso que me retiro. Asiente con la cabeza y me despide, agradeciendo la charla.

Otro día llego y está ubicado algunos metros más cerca de la puerta del Abasto, porque en “su” lugar hay un hombre durmiendo. Según el cartel a su lado, fue payaso, conquistó la risa de miles de niños, pero el infortunio lo privó de trabajo, familia e ingresos. Con una gran sonrisa dibujada en el cartel, apela a la solidaridad de los transeúntes.

Mi llegada sorprende a Santiago, que me rastrea con los ojos un poco perdidos pero utilizando el sonido de mi voz para orientarse en el espacio. “Es difícil estar acá, y es bueno que alguien se acerque a hablar un poco. A mí me mata estar acá”, explica con la voz frágil, titubeante. Cuenta que la causa Ibm-Banco Nación dejó un solo condenado que no cumplió su condena, y que Ibm continuó manejando la informática del Banco Nación y la de otros bancos importantes que operan en Argentina. La lucidez mental con que relata su historia contrasta con el cuerpo cansado de Santiago. Explica que su investigación periodística sobre el caso fue un ancla que lo hundió en las profundas oscuridades de la profesión. No pudo integrar otra planta de redacción ni lograr que aceptaran sus artículos como periodista independiente; su nombre fue censurado y él lo adjudica a la presión del gremio periodístico, “un gremio asqueroso”, asegura.

Santiago tuvo 11 hijos, pero la vida le arrancó a dos. Ambas pérdidas se produjeron antes de su investigación. El primero falleció a los pocos meses de nacer, producto de una enfermedad terminal. La segunda fue una hija adolescente atacada mientras esperaba un tren que la llevara a la capital. Según le contaron, ella intentó huir de los manotazos groseros de dos hombres, dio un paso en falso y cayó a las vías justo cuando pasaba la máquina. “Todavía la extraño”, dice. Le pregunto por el resto de sus hijos. Con excepción de uno, todos emigraron del país en busca de un futuro más promisorio y estable. “Tengo hijos en Canadá, en Nueva Zelanda, en Australia y Europa. Sin embargo, mis padres me enseñaron algo. A los hijos no hay que pedirles nada. Mis papás nunca me pidieron nada y yo hago lo mismo con mis hijos”, comenta.

Una mujer se acerca con una botella de agua fresca y algo de dinero para Santiago. “Le traigo agua fresca porque vi que tiene poca. Gracias por lo que hizo, gracias de corazón. Ojalá lo ayuden”, le dice mientras le acomoda la botella al lado de su banco. “Gracias, muchas gracias”, responde él.

Santiago comenta que ningún gobierno en los últimos 20 años lo llamó para ayudarlo en algo. Cuando a mediados de marzo pasado las cámaras lo encontraron y lo usaron como insumo de la televisión basura, autoridades de la ciudad de Buenos Aires se contactaron con él para ofrecerle un lugar donde vivir. “Les agradecí y les aclaré que no me sirve. Tengo un lugar donde vivir, que literalmente es un sótano, pero vivo. Mi problema central son los medicamentos, los precios me estrangulan”, aclara.

Sin la ayuda de las personas que transitan por la estación Carlos Gardel no podría costear los remedios que lo mantienen vivo y los suplementos alimenticios que lo mantienen activo. Después de cuatro atentados la salud pasa factura: sufrió un Acv y tiene dos by-pass en el corazón. Necesita nueve remedios y siete suplementos por mes.

El 19 de marzo recibió una llamada del Banco Nación, que le prometía ayuda. Santiago aún espera que lo contacten nuevamente. “Todos esos pasos implican mucha burocracia, pero a mí la vida se me apaga. Lo único que quiero es terminar mis días con dignidad. Que alguien recuerde que salvé una de las instituciones más importantes y a miles de familias que dependían de esos salarios que se podrían haber perdido. Y, sobre todo, que no me arrepiento de lo que hice”, insiste».

Esta historia ya fue contada en La Nación, en 2004. Después, en Perfil. Este año lo llevaron al conocido programa de TV, Intratables (de ahí que algunos lo reconocen en el pasillo del subte). La foto de arriba es de cuando le dieron uno de de los premios El Parlamentario…

Pero la corrupción es un lubricante, y la indignación contra ella es un arma política. Cuando ya no es funcional a un proyecto político, local o internacional… se diluye en la indiferencia.


Contesto una pregunta: porqué creo que CFK se presenta

May 30, 2017

En realidad, estaba seguro que ya lo había dicho, una y otra vez, en los últimos meses. ¡Este domingo subí un afiche de la campaña que se larga! Pero un comentarista serio (de la ínfima minoría de visitantes que hace preguntas ídem), me lo preguntó recién. Parece que no está claro, o alguna declaración lo pone en duda. Esta es la respuesta:

«Carlos G.: … hay algo que el post no responde: CFK dijo, tan claramente como que está dispuesta a negociar con Randazzo, que no va a ir a internas “con quien fue ministro mio durante 8 años”. De lo que se concluye en que, si hay PASO, no hay candidatura de CFK.

Abel, si en su conocimiento y experiencia, entiende otra cosa, sería bueno (para nosotros, los legos) que lo explicite«.

«Como es sabido, prefiero no intervenir en estas discusiones. Los comentaristas, en su inmensa mayoría, vienen a exponer sus convicciones o sus broncas. Son miniblogueros, y no está mal.

Pero creo que Ud. hace la pregunta de buena fe. La contesté en otros posteos sobre este mismo tema. Pero como es una opinión y puedo estar equivocado, reitero mis motivos para pensar así:

CFK está en campaña desde el 9/12/15. Y lo bien que hace: Todos los consultores dicen que la «campaña es permanente». Y los políticos en serio lo saben sin que se lo digan.

Desde hace más de seis meses, su campaña «territorial» es en la provincia de Buenos Aires. Y sus operadores más cercanos (en primer término su hijo) se reúnen, y negocian, en primer lugar con los dirigentes del PJ bonaerense. En especial, por supuesto, los intendentes.

Como las PASO son ley, cualquiera, Randazzo, Bossio, Magoya que consiga los apoyos y avales puede presentarse. Que CFK se empeñe en un esfuerzo de esa magnitud, para retirarse si un funcionario que estuvo con ella se pone al frente de una lista interna opositora (que siempre se puede armar, con chances o no), sería una estupidez. Y ella no es estúpida.

Hay tres formas de presentarse y evitar las PASO: Una es conseguir una lista única. En eso están, el «cristinismo» y una mayoría de intendentes (hay tiempo hasta el 24/6). Para eso hay que negociar con los que podrían presentar lista, obvio.

Otra es, desde el manejo del aparato partidario, no reconocer el derecho de participar en el frente que se arma al que no está afiliado (movida Larreta-Carrió vs Lousteau). Pero Randazzo es afiliado al PJ, y -estimo- hoy no habría consenso en la conducción provincial del PJ si se pretendiera obligarlo a ir por afuera.

La tercera, es que sea el candidato/a quien vaya por afuera, con un frente propio. Como señalaba en este blog el año pasado, había temor en la dirigencia bonaerense del peronismo que Cristina adoptara ese curso. Otra vez: todo el accionar de CFK desde hace más de seis meses ha sido en la dirección de descartar ese camino (que algunos partidos menores de su coalición preferían) y se volcó a sumar y negociar en el PJ bonaerense.

Creo que Cristina Kirchner evaluó que ese tercer camino llevaría a la victoria de Cambiemos en Buenos Aires en octubre. Y creo que tiene razón».


Los números de Cristina y Randazzo

May 30, 2017

encuesta GBA

Por alguna razón, cristinistas fervorosos han elegido la columna de comentarios de este humilde blog -no sólo aquí, claro- para oponerse con furia a las Internas Abiertas, las PASO, en el peronismo de la provincia de Buenos Aires.

Entiendo sus sentimientos, por supuesto. Si yo participara de la campaña de CFK, también preferiría que su candidatura no fuera el resultado de una puja interna, sino una epifanía, una manifestación de la voluntad unánime de los peronistas, y los progresistas. Pero eso es difícil de conseguir en política.

El problema con esa actitud, es que las PASO son una ley nacional -impulsada en su momento por Néstor y Cristina Kirchner. Como tal, enojarse mucho, y decir que Randazzo y sus secuaces las piden porque son títeres de Clarín, no tiene mucho sentido.

En realidad, si el «randazzismo», para llamarlo de algún modo, quiere ir a las PASO para ganar espacio en las listas y reconocimiento político -es decir, los objetivos de cualquiera que se presenta a una interna, en cualquier partido … es probable que se llegue a una lista de unidad. Porque armar listas y hacer una campaña en Buenos Aires es muy caro, una inversión muy grande para una elección legislativa. Candidaturas y reconocimiento pueden conseguirse con una negociación, y CFK ha dado señales muy públicas que estaría dispuesta a negociar con Florencio.

Si, en cambio, el objetivo es desgastar a Cristina -como acusan sus fans- o, más racional- posicionarse como el dirigente bonaerense que la enfrenta -un nuevo Massa… habrá PASO, nomás. Hay intereses, evidentes, que estarían dispuestos a aportar recursos para esa campaña. Y escribir denuncias furiosas del asunto en el blog o en las redes sociales no parece una forma de cambiar esa situación.

Por supuesto, aunque la situación legal es clara, hay recursos políticos, por los menos en teoría, para desarmar o hacer menos competitiva la lista «challenger». Pero uno conoce a los muchachos de la provincia y sabe que son negociadores tan duros como el hombre de Chivilcoy. Es posible que a Cristina le resulte más conveniente, en cuanto a lugares en las listas, competir con Randazzo y ganarle.

En mi modesta opinión, este tema está mal enfocado. Pero, antes de pontificar, les acerco -la imagen de arriba- los números de una encuesta enfocada en el Gran Buenos Aires. Y la nota de Eduardo Paladini en el Clarín de hoy que la describe (y que tiene menos de la habitual condena al kirchnerismo y todas sus obras). Mal enfocado o no, el tema está en el centro de la atención, y seguramente seguirá así hasta que se defina. Mis comentarios al final.

«La aparición televisiva de Cristina Kirchner, el 25, frente a periodistas aliados, dejó varios títulos. Pero acaso el más atractivo haya sido su predisposición para ser candidata en la provincia si eso garantiza una victoria del PJ/FPV. Así, y mientras Florencio Randazzo presentaría los avales para una eventual interna, volvió a cobrar vida el interés sobre la intención de voto de cada uno. Aun cuando la ex presidenta dejó en claro que no quiere una interna con su ex ministro.

En ese contexto, el fin de semana se difundió un estudio de la encuestadora Analogías, que durante varios años del kirchnerismo midió para el Gobierno. Luego cambió de dueños: algunos señalan que hoy es controlada por La Cámpora.

En este caso, la consultora difundió un relevamiento en el GBA, que concentra unos 8 millones de habitantes, dos de cada tres en la Provincia y cerca del 25% del total del país. Se evaluó partido por partido: Cristina Kirchner en tándem con Daniel Scioli y Florencio Randazzo con Julián Domínguez.

Los datos de Analogías (un relevamiento telefónico y presencial, entre el 17 y el 22 de este mes, en 28 municipios) coinciden con las presunciones de los ultra K e incluso de algunos funcionarios del Gobierno nacional: que la ex presidenta obtendría un triunfo cómodo sobre su desafiante.

A nivel general, la ventaja de Cristina-Scioli es 31,3% vs. Randazzo-Domínguez 9,8%. La dupla de la ex presidenta y el ex gobernador, según Analogías, es la que tiene mayor intención de voto en general, por encima también de Massa-Stolbizer y Esteban Bullrich-Gladys González.

Cuando se compara distrito por distrito a las dos posibles fórmulas del PJ oficial, Cristina-Scioli obtienen su mejor performance en el estratégico distrito de La Matanza y en Florencio Varela, donde superan los 40 puntos de intención de voto. Randazzo-Domínguez logran sus picos, muchísimo más bajos, en municipios más chicos como Ituzaingó y San Vicente.

En la otra cara, los peores números de Cristina y Scioli se dan en Vicente López, San Isidro y Tigre, donde no llega a 20 puntos. Allí, siempre de acuerdo a Analogías, los mejores posicionados son la dupla de Cambiemos en los dos primeros casos y la de Massa-Stolbizer en el tercero.

Los pozos de Randazzo-Domínguez también se dan en San Isidro y Vicente López, y además en Florencio Varela. Según concluye la consultora, «se observa que el voto de Randazzo se compone de un 60% de electores que se definen como opositores y un 40% más permeable al oficialismo«.

Como todas las encuestas que se lanzan ahora, esta tiene mucho de operación. Pero es curioso que otra encuesta, de Aresco, que cita Ignacio Zuleta -por supuesto, mucho más favorable al oficialismo- … le da un porcentaje similar a Randazzo.

De todos modos, la reflexión que me hago no tiene que ver con esos números, que los hinchas de cada equipo retorcerán hasta hacerles decir lo que quieren. Lo que encuentro ahí es la indicación que existe un voto, no mayoritario pero considerable, aún en el conurbano bonaerense, renuente a acompañar a Macri y a sus candidatos, pero, hasta ahora, tampoco se suma a Cristina Kirchner. Los que aspiran a derrotar al gobierno desde el peronismo y el frente que éste arme, deben preocuparse menos por los «traidores» y más por los votantes.


Lilita y los espías

May 29, 2017

carrió y alejandro camino

La foto de Elisa Carrió y su contacto, Alejandro Camino, en un bar de Asunción, en Paraguay.

Esta noticia -acompañada por la misma simpática foto que ven arriba- apareció en Clarín el miércoles pasado. Así que no sería necesario subirla a este humilde blog. Lo hago porque me deja pensando la poca atención que se le prestó a este grave asunto en el amplio espacio opositor.

Supongo que sus militantes están ocupados descubriendo a los traidores infiltrados que no aman a los pobres con la misma sinceridad que ellos. Pero la Dra. Carrió encabezará la lista de candidatos de Cambiemos en la Capital Federal -una de las muy pocas confirmadas- y, más que eso, es una figura clave de la coalición que sostiene a este gobierno (Reconocido, con cierta angustia, por figuras del gobierno). Aquí se muestran fisuras… delicadas. Y encima están esos bocones de Odebrecht…

Entonces, sugiero leer, o releer, la nota de Claudio Savoia. Al final, agrego un comentario breve (y ajeno).

«Seguimientos personales. Informes secretos. Fotografías robadas por espías en acción. Operaciones judiciales a repetición. Campañas mediáticas plagadas de falsedades y financiadas desde el Estado. Ese es el menú con que al menos un sector de la Agencia Federal de Inteligencia, que depende directamente del Presidente, tendría reservado a la diputada oficialista y candidata de Cambiemos Elisa Carrió. La incoherente denuncia por enriquecimiento ilícito en su contra -descubierta públicamente el viernes pasado y enterrada anteayer por el juez Rafecas- hizo emerger la punta de una compleja trama de maniobras de inteligencia supuestamente urdidas desde la AFI contra Carrió y otros objetivos políticos, que Clarín investiga hace dos meses y cuya primera entrega se ofrece hoy.

El más preciso de los partes de inteligencia respecto a las actividades de la líder del ARI -a cuyo contenido accedió este diario- se refiere a un reciente viaje de ella a Asunción de Paraguay. “Carrió se reunió allá con un mayor retirado de Inteligencia del Ejército argentino que se llama Alejandro Camino”, explica el informe. “La diputada mantuvo reuniones con él y con su hermano. Se dificultaba seguirla porque había constantemente dos autos de inteligencia nacional (paraguaya) con Carrió”, continúa el explosivo dossier, que trae más detalles: que la diputada se alojó en el hotel Guaraní, que se reunió con Camino en un bar, que durante toda la reunión tuvo un paquete de cigarrillos arriba de la mesa, y que el militar “sería su jefe de inteligencia”.

El detalle de la excursión de la diputada oficialista a tierras paraguayas -que incluía una fotografía de Carrió y Camino conversando en un bar, que Clarín publica hoy– reducía las posibilidades a dos: o toda la historia era un delirio, o efectivamente alguien la había espiado.

Consultada por este diario, la diputada confirmó cada uno de los datos volcados por el informante en su trabajo. Estaba tan sorprendida como furiosa. “Todo es cierto. Viajé a Asunción en abril, para reunirme con gente de inteligencia de allá -que efectivamente me custodió durante mi estadía- y un fiscal anticorrupción. Fui a buscar información sobre los vínculos Aníbal Fernández, el Caballo Suárez y su empresa Maruba con el narcotráfico en la línea del río Paraná”,admitió Carrió a Clarín anteanoche, minutos antes de su volcánica aparición en el programa Desde el llano, de Joaquín Morales Solá.

Clarín corroboró la coincidencia de las fechas del informe sobre la diputada con las que ella viajó a Asunción: embarcó el lunes 17 de abril pasado en el vuelo de Aerolíneas de las 6 de la mañana, y regresó al día siguiente a las 17.30.

¿Quién pudo haber sido el autor del parte de inteligencia sobre la visita de la diputada a Paraguay? Ella asegura que siguiendo el hilo detrás de los amanuenses y fotógrafos furtivos se encuentra la subdirectora de Inteligencia, Silvia Majdalani.

Un agente y un ex agente de la AFI, uno de sus ex directivos durante esta administración y otra fuente de Inteligencia que reporta en una fuerza federal coinciden en señalar al embajador de los espías argentinos en Asunción: “El delegado de la AFI allá se llama Luis Guinle, es una persona de íntima confianza de Majdalani”, dice a este diario una de las fuentes que lo conoce personalmente. “Guinle es de Rosario. Viene del Ejército, y está vinculado a otra persona cercana a Majdalani que se llama Alvaro González. Estuvo preso un año por temas de Inteligencia. Y reporta directamente a la Turca. Son íntimos. Es el delegado en Paraguay”, fue la síntesis de su ficha que -cierta o no, como casi todos los datos en el submundo de los espías- la fuente hizo ayer.

Clarín buscó escuchar a la número dos de la AFI. Y una fuente muy cercana a ella respondió sin ambages: ni Silvia ni la Agencia jamás siguieron, espiaron o le sacaron fotos a CarrióNo entiendo por qué ella tiene ese encono personal. Creemos que le hace muy bien a la democracia y a Cambiemos, que tiene las mejores intenciones. Pero a veces se embala con información falsa”.

Sin embargo, la firmeza del funcionario se apagó un poco cuando Clarín preguntó si conocía al señor Guinle. Tras un silencio de algunos segundos, el diálogo fue el siguiente: “Sí, es delegado nuestro en Paraguay”. ¿Es de confianza personal de Majdalani? “Bueno, hoy ella no tiene confianza en nadie…” Este diario preguntó entonces si Guinle envió un informe de inteligencia sobre Carrió desde Asunción. “De ninguna manera ordenamos un seguimiento a la diputada cuando estuvo en Paraguay. Si existe algo, no es nuestro”. Habrá que convencer a la diputada».

Tengo que decir que Clarín ha seguido con el tema (lo que es un poco cruel, considerando que el Mauricio fue imputado por un juez por hacer espiar a un familiar. Antes que fuera presidente). Pero un análisis político está en la columna de ayer de Ignacio Zuleta, un periodista familiarizado con Cambiemos:

«El otro caso es el espionaje doméstico del que Carrió acusa a la AFI en la persona de Silvia Majdalani. Además de los testimonios que se publicaron sobre su viaje a Paraguay. Carrió dice tener audios de conversaciones de ella con otros funcionarios y políticos. “Nos tienen pinchados a todos, a vos también”, le dijo el miércoles, desde Rosario, a todos quienes quisieron escucharla. El episodio mete miedo porque pone las relaciones con la mesa chica de Olivos en un punto de no retorno. Si Macri echa a Majdalani, saca patente de chirolita de Carrió. Si la mantiene, saca patente de Trifón, aquel marido de historieta que vivía gobernado por su esposa Sisebuta».

Por ahora, yo sólo puedo acordarme de lo que decía hace mucho tiempo Aldous Huxley «La seguridad de un Estado está en relación inversa con el tamaño de sus fuerzas de seguridad».


Brzezinski: la Guerra Fría y después

May 29, 2017

brzezinski

Un nombre difícil de pronunciar para los argentinos (los que no somos de origen polaco). Pero en el blog insisto que para manejarnos en este tiempo debemos esforzarnos en recordar bien nombres nombres chinos, rusos, árabes… El de Zbigniew Brzezinski debería servirnos de práctica.

No sólo por eso debemos tenerlo presente. Ayer murió a los 89 años, pacíficamente, como es habitual en los viejos generales, especialmente si son oficiales de Estado Mayor. En sus tiempos fue un arquitecto principal de la política exterior del Partido Demócrata, y también en 1973 el primer Director de la Comisión Trilateral, elegido por David Rockefeller (¿ustedes creían que el romance entre los Demócratas y Wall Street había empezado con los Clinton?).

Un vistazo rápido a las necrológicas en los medios no me permitió encontrar ninguna que no fuera superficial. (Y los rusos siguen furiosos con él porque en algún momento ayudó a desplomar a la URSS, y pretendió desintegrar su territorio. Bueno, polacos y rusos tienen siglos de invasiones mutuas). En este caso, recomiendo Wikipedia por una visión más completa de su trayectoria.

Pero, en mi opinión, su trayectoria intelectual más interesante para este tiempo fue después de la Guerra Fría. Porque era menos prudente que su gran colega y rival, Henry Kissinger (los polacos son más impulsivos que los judíos alemanes) y puso por escrito en su libro de 1997 The Grand Chessboard: American Primacy and Its Geostrategic Imperatives (El Gran Tablero Mundial),

«La última década del siglo XX ha sido testigo de un cambio tectónico en los asuntos mundiales. Por primera vez en la historia, una potencia no-eurasiática ha emergido no sólo como árbitro clave de las relaciones de poder en Eurasia, sino también como la potencia más importante del mundo. La derrota y el colapso de la Unión Soviética fue el último paso en el rápido ascenso de una potencia del hemisferio occidental, los Estados Unidos, como el único y, de hecho, la primera potencia verdaderamente global.

… En las postrimerías del siglo XX, EE.UU. se ha convertido en la única superpotencia del mundo. Ninguna otra nación cuenta con una capacidad militar y económica semejante ni con intereses de tal alcance planetario. Sin embargo, los Estados Unidos no han respondido aún a la pregunta clave: ¿cuál debe ser la estrategia global que les permita mantener su excepcional posición en el mundo?»

Zbig la respondió ahí con su habitual precisión: «evitando el surgimiento de una superpotencia rival que amenace sus intereses y su bienestar«.

Pero… los tiempos siguieron cambiando. No tan dramáticamente, tal vez, como el derrumbe de la Unión Soviética, pero menos de 20 años después de ese libro, Brzezinski reconocía en un artículo en The American Interest «Toward a Global Realignment» (Hacia un realineamiento global) que era necesario plantearse objetivos menos ambiciosos.

«A medida que termina la era de su dominación global, los Estados Unidos tiene que tomar la iniciativa en el reajuste de la arquitectura de poder global.

Cinco hechos básicos relativos a la redistribución del poder político emergente global y el despertar político violento en Oriente Medio están mostrando el inicio de un nuevo reajuste global.

El primero de estos hechos es que Estados Unidos sigue siendo la potencia mundial política, económica y militarmente más poderosa, pero, teniendo en cuenta los cambios geopolíticos complejos en los equilibrios regionales, ya no es el poder imperial global«.

Me interesó -y no soy original en esto- reunir estos fragmentos de una vastísima producción intelectual, porque -creo- marcan uno de los hechos fundamentales de las últimas dos décadas: que los EE.UU. abandonan la pretensión de ser el Hegemón Global y aceptan la necesidad de un equilibrio de Potencias (idea que Kissinger nunca dejó de lado). Para mantener el sistema capitalista, por supuesto. El demócrata Obama empezó a implementar estas políticas. Y el «republicano chabón» Trump también las sigue, a su manera.

Otra cosa que recomiendo a mis compatriotas politizados es dejarse de señalar con el dedo a los intelectuales que defienden los intereses del país en que nacieron o que eligieron porque son Malos. O peor, creer que sus consejos contemplan el interés de otros pueblos.

Lo que necesitamos es formar los que van a informarse y reflexionar sobre nuestros intereses en este nuevo, y despiadado, sistema global, y reconocer a los que lo hacen en serio, sin preguntarnos donde se alinean en nuestra interna más reciente.


Empieza el operativo Clamor

May 28, 2017

cfk

Para alegría de mis visitantes cristinistas, y para noticia de todos los demás, les comento que la etapa exclusiva de movimientos en la mesa de arena politizada quedó atrás. Testigo, este bonito afiche que me llega de fuentes cercanas a CFK.


Massa, Randazzo y las PASO

May 28, 2017

massa_randazzo

No puedo estar seguro. Este posteo, programado para las 10 de la mañana del domingo, lo estoy escribiendo en la tarde del sábado. Pero creo que los temas del título -pedazos de (otra vez) la campaña electoral en Buenos Aires- seguirán siendo por ahora decisivos en el escenario actual. Consecuencia, claro, de la centralidad de la (pre) candidatura de Cristina Kirchner. Una centralidad que se la ha ganado ella, por supuesto, y también surge de la inercia del resto de la dirigencia peronista. Y otro aporte a esa centralidad es la estrategia comunicacional del macrismo. Uno se pregunta si sabrán lo que hacen.

Como sea, permite hacer el análisis más concreto. Empiezo:

Sergio Massa: Lo conocí personalmente recién en 2012. Una reunión con algunos blogueros, por iniciativa del conocido y conocedor político bonaerense Juan Amondarain. S. M. era un intendente joven, que había tenido cargos y candidaturas que lo «instalaron» mucho más allá de su distrito, inteligente y con «presencia». Un buen producto, para la visión algo cínica de operadores políticos y de comunicadores. Sin embargo, no me tenté a sumarme a su eventual proyecto, porque no vi ahí, justamente, un proyecto que abarcara algo más que él mismo.

Pudo ser miopía de mi parte, claro. Igual, los que repasen mis posteos de la primera mitad de 2013, y algún análisis más técnico que hizo mi socia en BASAT, Flor Benson, encontrarán reconocimientos de su audacia, «timing» y buen manejo -la mayor parte de las veces- de la publicidad. Buenas notas. Pero el «contenido» del voto a Massa no era más que el «NO a Cristina».

Atención: ese «NO a Cristina», el rechazo a (algunos) aspectos de la experiencia kirchnerista, era, es una motivación fuerte para una porción muy importante del electorado. Le dio la victoria a Massa en Buenos Aires en 2013, y le permitió -junto a De la Sota- hacer un papel respetable en las elecciones nacionales de 2015.

Pero… hay un factor, decisivo, a tomar en cuenta. En 2013, era el único candidato en Buenos Aires, para la gran mayoría sin compromiso político ni ideológico, que expresaba ese «No». Macri no competía, De Narváez -la versión anterior- se había desvanecido, la UCR había renunciado a ser otra cosa que un aparato electoral para sus intendentes…

En 2015, Macri compitió por ese voto. Y le ganó. Igual, muchos bonaerenses todavía optaron por Massa. Y en el resto del país por él y De la Sota. Pero ahora, en 2017, Macri es el Presidente, y Vidal la gobernadora de Buenos Aires. Cualquiera con un mínimo de oficio político sabe que ese voto -definido por el rechazo a algo, antes que en favor de algo- va a elegir «lo que hay». Y lo que hay es el gobierno. (Salvo que la catástrofe financiera llegue antes. Pero ese es otro escenario).

Massa se da cuenta de esto, y trata de llenar el vacío con propuestas. Pero es muy tarde para instalarlas, compitiendo con la inmensa ventaja que da la posesión del Estado, y con una opositora, CFK, que por año y medio se esforzó en ocupar, y lo consiguió, el espacio del «voto castigo».

El aporte electoral que puede hacer Stolbizer -se demostró en 2015- es mínimo. Es curioso que Massa eligiera deliberadamente ubicarse fuera del «espacio peronista». Pues, hasta donde puedo apreciar, el electorado que podría votar a alguien de su perfil está en la clase media baja, los laburantes, el «pibe Gol» que describió hace años Fabián Rodríguez y yo adopté como sujeto decisivo. Es la mayoría de esta heterógenea Argentina, y hoy nadie hace campaña dirigida a ellos. Pero estas elecciones se van a definir por la posición ante el gobierno de Macri y sus políticas. Influirá también, en la medida que el gobierno de Macri, sus aliados y un odio clasista que perdura en sectores puedan imponerlo, el rechazo a Cristina Kirchner y al peronismo en general. No veo que ubicarse en «la ancha avenida del medio» sea una estrategia exitosa para octubre 2017.

Florencio Randazzo: No es sorprendente que los rasgos más importantes -para un operador político, para un consultor- de la personalidad del hombre de Chivilcoy sean parecidos a los del anterior. Joven (para lo que es la franja dirigencial en la política argentina), con un perfil de «hacedor», sin un discurso ideológico, y con una circunstancia que los define (para esta campaña): En un momento decisivo le dijeron «No» a Cristina Kirchner.

También, en mi falible opinión, cometieron un error similar: Massa se permitió aparecer en el primer año del gobierno de Macri colaborando en sus políticas. Randazzo, se permitió no aparecer durante ese año. Siempre hay motivos, buenos o malos, para esas decisiones. Pero el resultado es inapelable: como opositores, están muy atrás de CFK en las encuestas. Y en el oficialismo… hay muchos delante de ellos.

De las chances de Randazzo en particular, hablé en un posteo anterior, y en otro que está enlazado en él. Pero hay, sí, una diferencia fundamental en su estrategia, y merece un análisis por separado: Florencio ha anunciado que está dispuesto a presentarse en las PASO del frente que arme el PJ bonaerense, y competir con los otros candidatos.

Y este asunto de las Primarias Abiertas del peronismo y sus aliados -que serán este 13 de agosto si no hay lista única- sirve también para mostrar las distintas motivaciones y miradas de los actores en el juego político.

Para Randazzo y sus aliados y sponsors, armar listas en las 8 secciones y 135 distritos de la provincia -mostrando baja intención de voto en las encuestas- es una tarea muy difícil. Pero necesaria, o no tendrá fiscales para controlar los votos que consiga en los lugares donde no tenga candidatos. Y, se presente o no, es necesario que los demás actores crean que puede presentarse, o nadie le ofrecería a él y a sus aliados, posiciones de poder en la lista que se arme. Es la lógica inescapable de la política. Y no funciona solamente en la provincia de Buenos Aires, por cierto.

Para Cristina Fernández de Kirchner, candidata con buenas posibilidades, la preferencia por una «lista de unidad» es obvia ¿Por qué iba a preferir una desgastante batalla interna -pues no sólo se juegan las candidaturas nacionales, sino también las de cada distrito que irían «encadenadas» a ellas. Además, Cristina fue clara este jueves en una entrevista muy pública: le gustaría que Randazzo acompañase esa lista. Llegó a decir “Yo nunca podría hacer campaña para criticar a alguien que fue ministro durante los ocho años de mi gobierno”.

Los intendentes tienen un motivo similar para preferir la «lista de unidad»: las cabezas de cada lista arrastrarían, poco o mucho, listas de candidatos en sus distritos que «calentarían» la interna peronista. Que ya está bastante caliente, gracias. Por supuesto, pueden acudir al tradicional expediente de poner amigos en todas las boletas, pero, en cualquier caso, aumentan el número de los que pelean por el poder local.

En resumen: las «listas de unidad» son las que prefieren los que tienen más poder en un espacio o en una estructura. Los que quieren ir a la pelea interna son aquellos que están desconformes con el esquema general o con su posición en él, y apuestan a la contienda electoral para cambiarlo o mejorarla (Los sindicalistas saben mucho de ésto).

Entonces, los que quieren que Randazzo se presente son los que están desconformes con el esquema actual de poder en el peronismo bonaerense: con el protagonismo de Cristina Kirchner y de sus seguidores más cercanos, que expresan y defienden el programa y la conducción política que se llevó adelante en la gestión kirchnerista, o con la actual dirigencia bonaerense. O con ambas cosas.

Por supuesto, fuera del espacio peronista, hay muchos argentinos y muchos intereses que están en contra de ese esquema. Ven con buenos ojos a Randazzo, no por sí, sino simplemente porque puede, quizás, desafiarlo.

Y la militancia «cristinista» más ferviente está hoy en contra de las PASO (aunque no son los que tienen más poder en este esquema, por cierto) porque se identifican con el de Cristina, porque la opinión coyuntural de su Jefa la incorporan como una verdad doctrinaria, y también porque abrigan la sospecha, un poco paranoica, que cientos de miles de macristas y massistas (?) se presentarían a votar en las PASO peronistas contra ella. Sobre esto, tengo que decir que los que estén dispuestos a votar contra CFK -aunque las actuales políticas los perjudiquen- lo van a hacer, en agosto o en octubre.

Para que un candidato, un proyecto político triunfe, necesita tener más a su favor que en contra. Las alquimias electorales no son decisivas, especialmente cuando las opciones son claras.

¿Mi opinión personal? La volví a exponer hace poco respondiendo a una pregunta específica y la repito aquí. Estoy en favor del mecanismo de las PASO: internas abiertas, supervisadas por el Estado, no porque me parezcan un sistema muy bueno, sino porque creo que son un… paso en el camino a hacer la selección de candidatos por los partidos políticos más participativa y menos oligárquica.

Pero eso es en general. La situación que me gustaría ver en el PJ sería que existiesen dos o más -no muchas más- corrientes internas más o menos equiparables, aunque una fuera mayoritaria. Eso se daba en la vieja UCR, cuando el radicalismo existía, con la Línea Nacional de Balbín y el Movimiento de Renovación y Cambio de Alfonsín. Dos «referentes» y dos corrientes con historia y lealtades locales.

(Digo que me gustaría, para el PJ, la herramienta electoral. Con eso no alcanza, como no alcanzó en la UCR, para cumplir con la tarea histórica del peronismo. Para eso se necesita del pueblo organizado y de liderazgos).

En todo caso, ésta no es la situación actual en la provincia. CFK es la ex presidente y líder de un sector importante de la militancia. Florencio tiene un espacio político personal y seguidores en Chivilcoy -no importa si mucho o poco-,  y es un dirigente conocido en la provincia. Es un candidato plausible. Pero sus votantes serían los que dicen «No a Cristina» (Como sus posibles votantes en el 2015 eran los que decían «No a Scioli»). No me entusiasman las definiciones por el No.

Igual, en conjunto, no teniendo la responsabilidad de decidirlo, me inclino a evaluar que las PASO, en las fuerzas políticas que se den, serán positivas. La competencia interna, aunque tiene aspectos destructivos, siempre lo es si se mantiene dentro de límites. En el caso particular del peronismo, creer que los votantes de una hipotética lista encabezada por Randazzo van a votar o dejar de votar a Cristina en octubre de acuerdo a lo que haga Randazzo después de perder la elección, es no tener mucha idea de cómo se maneja hoy el votante argentino.

 


Para la autoestima argentina: Molibdeno_99

May 27, 2017

radiofármacos

Esta semana leí en LPO «La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE (un club para países ricos y de clase media con aspiraciones) invitó a la Argentina a convertirse en miembro pleno de la Agencia de Energía Nuclear (AEN) y a su Banco de Datos. La propuesta fue oficializada por la Agencia la semana última mediante un comunicado, e implica un nuevo avance en el objetivo de la Argentina de acceder a un nuevo status en la organización.

La AEN nuclea a todos los miembros de la OCDE, excepto Nueva Zelanda y Polonia, y su Banco de Datos es el principal centro internacional de referencia para la cooperación en el intercambio de información científica y códigos informáticos avanzados en materia nuclear«. Estimo que es una buena noticia. Ni siquiera el gobierno de Macri puede conseguir dar sólo malas noticias, aunque se esfuerza (Cierto que, si la vi solamente en un portal digital, muestra la evaluación que tiene de estas cosas).

Igual, me pareció conveniente tener la opinión del experto nuclear del blog. Y Daniel Arias me envió este largo pero muy interesante informe. Se los recomiendo:

«En realidad, la OCDE nos viene invitando a formar parte de la mesa chica que discute asuntos nucleares desde más o menos 15 años, cuando se hizo manifiesto que habría un desabastecimiento mundial de molibdeno 99, y que nosotros éramos uno de los únicos países con autoabastecimiento garantizado y de yapa proveedores del sur de Brasil.

Los grandes jugadores en este campo, básicamente Canadá y Holanda, y en menor medida Sudáfrica y Francia, estaban todos de capa caída, con reactores de producción de radioisótopos faltos de actualización, pasados de años y con crecientes salidas no programadas de servicio. 5 grandes unidades hechas pelota suplían el 95% del consumo mundial, lo que estaba empezando a causar una tragedia médica global disimulada: el tecnecio-99m, derivado del molibdeno 99 por decaimiento, combinado con resonancia magnética da diagnósticos nucleares por imagen de una precisión enorme: no sólo te dan la morfología exacta de tal o cual órgano o sistema, con las densidades indicadas por una escala de grises,sino una medición precisa de su consumo de oxígeno, y por ende de su estado metabólico, desde la isquemia más leve a la tumoración.
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El mundo médico occidental sustituyó los diagnósticos con tecnecio 99m por otros de mucha menor potencia y resolución, los pacientes y sus familias no se enteraron nunca, y de la morbo-mortalidad resultante por tratamientos inadecuados, tardíos o negados no se publicaron cifras. La Organización Mundial de la Salud mira estudiosamente el techo y silba bajito cuando le hablás del tema.
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No hay misterios en el desabastecimiento: es puro capitalismo salvaje. Las unidades de producción son públicas, pero la venta de los radioisótopos las hacen las farmacológicas y sistemas privados de medicina, sin que se les cobre siquiera un diego para la reposición de los viejos reactores, que son todos de los años ’50 y ’60, por otros nuevos. Por ende, se llega a la situación en que el 95% de la producción mundial queda amenazada porque los 5 fierros que la suministran tienen más de medio siglo y viven en reparación. Eso en un mundo donde hay 255 reactores activos, pero la mayor parte se destinan a investigación y entrenamiento de personal.
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El envejecimiento del parque mundial de producción determina dos situaciones distintas, según las distintas vidas medias de cada radioisótopo, sin importar si sirven para diagnóstico, como el molibdeno-tecnecio 99m, o de tratamiento, como el iridio 192. Cuando un nucleído es de larga vida media, es fácilmente almacenable y el abastecimiento no está sujeto a oscilaciones brutales. Pero cuando es de cortísima vida media, como el molibdeno, que decae en tecnecio en días y éste vuelve a decaer en horas y desaparecer, ya no es estoqueable. Se rompe un reactor de producción de los grandes, y sencillamente desaparece en toda una parte del planeta durante meses.
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En la Argentina esto no sucedió porque incluso en épocas de pobreza nuclear extrema, la CNEA hizo inversiones sucesivas y muy altas en ir repotenciando y reforzando la disponibilidad del viejo reactor RA-3 de Ezeiza, una planta de ingeniería 100% nacional que fue pasando de 3 a 5 MW, y luego de ahí a los 10 actuales.
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Nos hicimos más interesantes aún para la OCDE cuando a partir de 2006 y por derecho propio establecimos que teníamos el mejor reactor de producción: el OPAL vendido a Australia, que abasteció el 100% del mercado interno local y dejó excedentes con los que se abastece el 5% del mundial. Y eso con 20 MW de potencia, que no es mucho. Y de yapa, de pileta abierta, es decir no presurizado, lo que lo vuelve mucho más «tranquilón» en seguridad radiológica, pero también en producción. Es como tener el mejor auto de Fórmula Uno de la especialidad, pero a GNC.
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Nos volvimos a hacer aún más interesantes para la OCDE cuando los canadienses, nuestros competidores feroces en tantas licitaciones, intentaron hacerse cargo del 200% del abastecimiento mundial de radioisótopos con un par de reactores presurizados que llamaron «MAPLE», no sin un gran orgullo nacionalista (la hoja de maple, es decir de arce, es su símbolo nacional).
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No macaneo con la cifra. El intento de la empresa AECL (Atomica Energy Comission of Canada, Limited) era expandir el mercado mundial porque no parece haber techo para el desarrollo de la medicina nuclear: todo el tiempo hay novedades técnicas, radioisótopos que no se habían empleado jamás encuentran una molécula transportadora nueva y la combinación produce un fármaco novedoso. Mientras no se alcanzaba el nuevo techo teórico de mercado, tener dos reactores enormes y presurizados, garparía pese al costo hundido. Permitiría seguir cumpliendo compromisos de provisión cuando con uno de ellos cuando el otro estuviera en parada programada de mantenimiento, o se rompiera.
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Todo muy lindo, pero la Nuclear Regulatory Comission, la agencia de licenciamiento canadiense, estuvo examinando largamente el diseño, y cuando ya los MAPLE estaban construidos y listos para entrar en operaciones, declaró que tenían demasiado «coeficiente de vacío», lo que en buen cristiano significa que podían ser ligeramente inestables, es decir sobrerreactivos, es decir que no era imposible que de pronto hicieran una «rampa de potencia» muy superior a los 80 MW térmicos de diseño. Con un reactor presurizado, eso puede significar estallido de caños, pérdidas de refrigeración y accidente nuclear serio, con algún número superior a 4 o 5 en la escala INES del Organismo Internacional de Energía Atómica. En suma, que la NRG no daba la licencia.
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Se armó la de San Quintín. La AECL puso al parlamento canadiense de culo contra la NRG, pero su jefa (mina con ovarios bien puestos) se negó a arrepentirse. Obviamente, la echaron de una patada en el tujes. La nueva jefa no se mostró más negociadora. Su «eppur se muove» fue seguir declarando inestable el MAPLE y no darle licencia de funcionamiento a ninguno. La trataron de descabezar también, pero a esta altura del partido los medios canadienses, especialmente los de Ontario, donde estaban los Maple, ya no estaban muy seguros de querer incurrir en riesgo nuclear para barrer con los holandeses, que tienen el 30% del mercado mundial. Era preferible seguir supliendo el 60% del mercado mundial con el viejo reactor cincuentoso de White Chalk River, Ontario, aunque estuviera hecho puré. Plata no iban a perder, y podían seguir durmiendo sin frazada, aunque a costa de mucha salida de servicio no programada, y de las puteadas de los clientes en otras naciones. Que se jodieran. ¿A quién otro le iban a comprar?
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La AECL estaba hasta las manos y a punto de quebrar. Hacía demasiado tiempo que no vendían una central nucleoeléctrica CANDU, porque la diplomacia yanqui ya no les dejaba vender a países no firmantes del TNP, y ahora habían metido demasiados dolcas en dos reactores de producción de radioisótopos condenados a no ponerse críticos jamás. ¿Qué hacer?
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Decidieron llamar a arbitraje, y para ello, ¿quién más calificado que la empresita que había producido el OPAL, que en todos los «white papers» emitidos por la gente de White Chalk River, era el mejor reactor del mundo? Se tragaron el orgullo y decidieron que el arbitraje lo hiciera INVAP.
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INVAP mandó a sus mejores reactoristas a analizar la situación, los fierros, la documentación, los cálculos, los materiales, todo. Y tardaron como un año en decidir que la NRC canadiense tenía razón: el diseño MAPLE era ligerísimamente inestable. Lo más probable era que no sucediera nada malo durante la vida esperable de ambos, pero el concepto de «algo malo» con reactores presurizados y de potencia relativamente alta no da para jorobar. Ahí quedaron, los MAPLE. Cuando ya estaban pedidos los sanguchitos para la inauguración.
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La AECL quebró y su unidad de negocios la compró una canadiense privada de ingeniería, Lavalin. Supongo que cuando estemos construyendo Atucha III, que viene a ser un CANDU chino, algunos ñatos de Lavalin vendrán a dar algún asesoramiento. No mucho, la tecnología CANDU la tenemos dominada desde los ’80. De no haber sido por Alfonsín, Menem 1.0, 2.0, De la Ruina, los Cinco Latinos y Duhalde, amén de los 3 años que tardaron los Kirchner en salir del pensamiento petrolero, ya deberíamos tener Atucha III construida y un cuarto CANDU en camino.
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Con esto le estoy diciendo a don Dujovne que si la OCDE nos llama por nuestra competencia en temas nucleares no es por méritos de su gobierno. Los únicos presidentes que pueden darse crédito por este tema son los de la CNEA que decidieron el cambio de combustible del RA-3 de uranio enriquecido al 90% (casi grado bomba) a enriquecido al 20% (grado reactor) y sus sucesivas repotenciaciones. Creo que son los extintos doctores Emma Pérez Ferreira y Dan Beninson, gente sagacísima, honrada y honesta si la hubo, lamentablemente muerta ya, que además dieron la orden de desarrollar nuevos combustibles de siliciuro de uranio que reemplazan desde fines de los ’90 a los de aleación de uranio-aluminio.
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Estos combustibles, desarrollados en Ezeiza, cargan mucho más masa de uranio en menos volumen de combustible, lo que permite unos flujos neutrónicos de la gran siete incluso con un combustible «de bajas calorías» como es el uranio enriquecido al 20%. Con un núcleo de esos INVAP ganó la licitación de Australia en 2000, sin que el inútil de De la Rúa haya tenido arte ni parte en aquel triunfo.
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Las otras presidencias que merecen aplausos son las de la doctora Norma Boero, que le supo vender el Programa Nuclear Argentino a NK y CFK, que lograron desempetrolarse el mate lo suficiente como para devolverle a la CNEA un buen presupuesto, y a darle apoyo irrestricto a INVAP. Y en INVAP hay que felicitar al gerente general, el doctor Héctor «Cacho» Otheguy, porque pasó las de Caín durante la mitad de los ’80 y todos los ’90, con la empresa siempre al borde del cierre hasta que, a último momento, se ganaba alguna licitación internacional (Egipto, Australia), y se compraban 5 o 6 años más de sobrevida. No conozco mucha gente con el temple de Cacho Otheguy.
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Y a otro que hay que felicitar es al doctor Conrado «El Petiso» Varotto, porque cuando se fue de INVAP, fundada por él, y fundó la CONAE, le tiró a INVAP la responsabilidad de la construcción de los primeros satélites de gran capacidad de la Argentina, y lo hizo a riesgo porque INVAP no tenía antecedentes en estas ingenierías, y pese a que dentro de su agencia no faltaban los «prudentes» que chillaban que era mejor comprar los satélites llave en mano a algún gran proveedor internacional. Los U$S 15 millones que le cayeron a INVAP por el SAC-C fueron como maná en medio de la travesía del Neguev, y sirvieron para que INVAP no cerrara.
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Por último, hay que volver a felicitar a Cacho Otheguy por haber hecho de INVAP el proyecto de la centralita nucleoeléctrica compacta CAREM cuando no la querían ni en el sitio donde la imaginaron, la CNEA. Y haber desarrollado durante 20 años, y con centavitos ahorrados, el reactor RA-8 de Pilcaniyeu donde se probó su combustible, y el «loop» donde se le hicieron los testeos termohidráulicos, y los intentos de venderle el proyecto a países que le veían enorme potencial (como Turquía) cuando los presidentes Alfonsín, Menem y siguen las firmas obedecían los «white papers» que llegaban de La Embajada, y que aconsejaban discontinuar ese asunto absurdo. ¿La Argentina exportando centrales de potencia? Cruz diablo.
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Y felicito también a la doctora Norma Boero, presidenta de la CNEA, porque se tomó el CAREM tan a pecho que creó toda una gerencia nueva para desarrollar a fondo su ingeniería básica y de detalle. Y lo hizo porque había venido la KAERI, el equivalente coreano de la CNEA pero con 6 veces más personal y N veces más presupuesto, a tratar de robarse el CAREM por chauchas y palitos.
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Y vuelta a felicitar a Norma, porque le hizo ver a CFK que había un negoción bárbaro en venta de molibdeno-99 mientras durara el desabastecimiento mundial en el Hemisferio Norte. Y que si nos apresurábamos a construir en el país un equivalente argentino del OPAL, pero más potente, digamos «un OPALÓN», podíamos capturar el 20% del mercado mundial de este radioisótopo. Con lo que según mis cálculos de almacenero, que concuerdan un poco con los mucho más sofisticados de los expertos de la CNEA, el costo de construcción del RA-10 de Ezeiza (hoy en obra, y va a costar U$ 350 millones) se paga en los tres primeros meses de operación al 100% de capacidad. Y es un reactor diseñado para durar al menos medio siglo.
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Bueno, la bonanza no va a durar tanto: hay 7 reactores en construcción en todo el mundo, y la mayor parte tiene el objetivo de aprovechar ese momento de altísimos precios del molibdeno. Es más, la mayor licitación en la que se juega hoy INVAP es la de Holanda, por la construcción de -para decirlo en cordobés- un reactorozonón de este tipo en Petten, en remplazo de la vieja unidad presurizada inglesa que tienen allí. Los holandeses no se resignan a perder ese 30% que tienen del mercado mundial. Tanto así que nos llaman a nosotros, donde somos nuevamente semifinalistas contra los coreanos. Si hasta Macri se fue a Holanda para sacarse la foto, por si las moscas. Mirá si sale. Esperemos que no sea tan mufa como su clon ideológico, don Carlos Saúl.
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Con Holanda, una en contra y otra a favor. En contra, los coreanos financian al 100%. A favor, que esa licitación ya la ganamos en 2008, y en 2009 los holandeses se asustaron por la recesión mundial post-Lehman Brothers y cancelaron todo.
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A toda esa gente la felicito, pero no a Dujovne ni a Macri, que subsumió a la CNEA, un organismo estratégico donde confluyen temas de defensa, diplomacia, tecnología, educación y energía, en los sótanos institucionales del Ministerio de Energía de la Shell, lugar donde predomina esa contradicción en término llamada «pensamiento petrolero», y con grado de Subsecretaría (con algo menos de autoridad que un municipio bonanerense grande), y bajo dirección de un sociólogo.
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Y por último, me pregunto seriamente qué corno hay para celebrar en eso de que nos llamen de la OCDE. Es un organismo donde ya estábamos como consultores nucleares y no por mérito del Gerente General de la República, que todavía era presidente de Boca Juniors y ni siquiera emperador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando eso sucedía.
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Tampoco siento mayor orgullo en sacarnos la foto con la plana mayor de un organismo que trabaja a favor de una mayor globalización de la economía argentina, lo que significa una mayor disolución del estado-nación que en varias ocasiones fue la Argentina moderna. Bueno, ya sabemos de qué lado está Dujovne en todo esto.
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Por último, para poner las cosas en su debida dimensión, junto a la Argentina invitaron a Rumania. Que no es exactamente un país con un programa nuclear demasiado vivaz o independiente. Los rumanos son sólo compradores de centrales que tuvieron el buen tino  de comprarse dos CANDU de 600 MW(Cernavoda 1 y 2, igualitas a Embalse, en Córdoba), y luego de muchas vueltas para comprarse otras dos CANDU 720 y no conseguir financiación, hacerlo a través de la CGN china, que conoce bien la tecnología canadiense. Rumania obtiene del átomo un 20% de su electricidad, pero no está en condiciones ni remotamente de hacer sus propios fierros.
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Lo que me hace volver al lema de batalla del doctor Carlos Aráoz, experto en ciencia de materiales y uno de los «Doce Apóstoles» del «Mudo» Jorge Sabato: «El verdadero negocio nuclear no es la venta de electricidad sino la de tecnología». Nosotros tenemos eso, Rumania no.

Saludo a Manuel Mora y Araujo

May 27, 2017

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Murió ayer, a los 79 años, y todavía este mes trabajaba y escribía. No es una mala manera de irse, pienso. Yo, que no lo conocí en persona, quiero hacerle un reconocimiento personal.

Se lo despide en los medios como un pionero de las encuestas electorales entre nosotros. Y como fundador, en 1984, de una de las consultoras de análisis político y de mercado más importantes de Argentina, que llevaba su nombre y fue comprada por Ipsos. Corresponde. Es un trabajo importante, y él fue uno de los mejores en eso.

Pero antes queda en mi memoria, y en la de muchos otros, como el intelectual que fue. Porque es una especie devaluada en nuestro país. Demasiados con algún título universitario -o sin él-, cursos variados, algo publicado y, lo principal, «manija» en los medios, llenan ese papel en la sociedad. Escriben en los periódicos o pontifican en la TV, elaborando más o menos el discurso del lado que eligieron o los contrató (Los blogueros somos una variante silvestre de la especie).

Son pocos los que hacen un aporte original a las ciencias sociales, o -menos formal- al conocimiento de nosotros mismos. Y que trascienden el bando en que están situados en los enfrentamientos argentinos. A Mora y Araujo lo seguí con interés por 37 años -no estoy diciendo que todo lo que escribió en ese tiempo valía la pena- desde que leí en 1980 El voto peronista, una colección de ensayos que compiló con Ignacio Llorente.

Todavía lo cito muchas veces, porque allí señaló una continuidad, desde 1946 hasta esa fecha: que los dos núcleos decisivos de votantes del peronismo estaban entre los trabajadores de los suburbios de las grandes ciudades y en las provincias pobres ¿Hace falta decir que eso ha seguido siendo cierto hasta hoy?

Pero también estaba un aporte más valioso, porque provenía de un hombre del campo opuesto al peronismo, de un liberal tradicional: Hasta entonces, la mayoría de los sociólogos -Mora y Araujo pertenecía a esa tribu- tomaban como un dato aceptado que el peronismo había sumado a sus filas a la mayor parte, por lejos, de la clase trabajadora entre 1944 y 1946, desplazando a sus viejas conducciones socialistas, comunistas y anarco-sindicalistas, porque las migraciones del interior incorporaron a masas de «nuevos» obreros, ex peones rurales sin cultura sindical. Los legendarios «cabecitas negras».

Esta tesis había sido establecida por el pope de la sociología argentina, Gino Germani, un italiano talentoso, pero al que su exilio de la Italia fascista le había dejado algunos prejuicios automáticos.

En ese libro de 1980 estaban los primeros papers académicos que mostraban cómo los trabajadores y sus gremios que se incorporaron al naciente peronismo traían con ellos una sólida tradición de organización y lucha. Que fue la que marcó una fundamental diferencia con los otros movimientos populares de la América Latina: el aprismo, el trabalhismo de Vargas… (Todo eso los viejos luchadores del peronismo, hombres como Héctor Tristán y Miguel Vacas lo tenían perfectamente claro. Pero, como se sabe en comunicación política -y Mora y Araujo era un cacique en esa tribu también- si algo está en letra impresa, clasificado en bibliotecas académicas y se lo cita en otros papers, tiene más peso).

Una última reflexión: hace no mucho despedimos a otro liberal de esa tradición, Tulio Halperín Donghi. Pienso que es una desgracia para el peronismo que ya no tiene adversarios de ese nivel.