Rocca contra los chinos!

julio 31, 2016

Qin army

Me llama la atención que en la blogosfera -el último espacio para el debate político abierto, creo- no se haya dicho nada de la apasionada convocatoria de Paolo Rocca, il capo de Techint, que publicó La Política Online. Un portal visitado por todos los que se interesan en estos chismes. La copio aquí, en un posteo muy breve, para aportar algún elemento a las discusiones teóricas sobre economía que se dan en este blog.

«Paolo Rocca pidió a los gobiernos de Argentina y México asociarse para restringir las inversiones de China, durante su participación en el Foro Empresarial de ambos países realizado este viernes 29 en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Rocca fue el empresario estelar del evento, que abrieron los presidentes Mauricio Macri y Enrique Peña Nieto, quien pidió estabilidad macroeconómica para garantizar inversiones.

Y antes de terminar su ponencia aprovechó para reiterar su temor a perder todo por el crecimiento de China en la región. Como ejemplo, celebró como un triunfo propio el reciente incremento de aranceles en México para importar acero desde el gigante asiático y Taiwán.

En diálogo con LPO confió en que Argentina irá por ese camino y dejó claro que no imagina otro posible. “Hay una conciencia de la importancia de tener una visión que incluya la exigencia de mantener la cancha nivelada para la producción industrial. Y la anomalía de China, que no es una economía de mercado. Esto va a ser un debate importante los próximos meses”.

Es cierto que no se trata de un planteo novedoso. Hace dos meses Don Paolo decía que los tubos chinos llegan a precios de dumping. Y el año pasado advertía “La relación con China es un pacto con el diablo”.

Los motivos son claros: la industria siderúrgica en general, y Techint en particular, no pueden competir con los costos chinos. Ahora, aunque Rocca es uno de los industriales mejor formados de Argentina -al menos en su generación- no está proponiendo una política económica general. No tiene en mente los intereses de la Cámara de la Industria del Calzado o de mi amigo Agustín Amicone, por ejemplo.

Menciono esta obviedad para un aporte a la discusión -muy vieja entre peronistas, marxistas y otra fauna politizada- sobre la «burguesía industrial». Sugiero que se haga caso al compañero Occam y se asuma que no existe. Lo que habría son burgueses industriales. Es el Estado -el instrumento que desarrolló la sociedad humana hace unos cuantos siglos- el que puede desarrollar políticas. Su éxito, claro, depende de los apoyos sociales que consiga.


Crecimiento económico ¿Qué es eso?

julio 31, 2016

Creso

Del frecuente y opinionado comentarista MAGAM he subido material en el blog al menos desde 2013, además de los dos posteos que enlaza en el texto y. que componen con este una trilogía.

En todas esas ocasiones expresé mis reservas. MAGAM tiene formación de buen nivel, es evidente, en alguna de las ramas de la ingeniería. Pero, al no ser economista ni haberse preocupado, también es evidente, en estudiar a fondo la bibliografía, carece de herramientas técnicas que, pienso, son necesarias. Más notorio, se inclina por hacer afirmaciones terminantes -hay algunas en este texto- sin dar los datos concretos -los números- que las transformarían en algo más que una impresión personal.

MAGAM es generoso y esforzado. No le molestan mis críticas, y continúa enviando textos. Y yo se los publico por un motivo fundamental: Que los economistas profesionales no han sido, en general y en estas últimas décadas, muy exitosos o fructíferos ni en la teoría ni en la práctica. Y un aficionado como nuestro comentarista puede apuntar, y lo hace, a temas muy básicos que «no están de moda» en la discusión económica actual. Como lo hace en estas líneas.

Crecimiento económico

Como intenté transmitir en los dos posts anteriores, el “tipo de cambio real”, la “inflación” y el “crecimiento económico” están muy relacionados entre sí. Solo los dividí para hacer la tarea más fácil, pero se deben leer en conjunto y no voy a repetir conceptos en este post.

Hasta ahora no hablé mucho del consumo, que también se relaciona fuertemente con los tres temas mencionados. Constantemente se habla de promover el consumo, que a priori suena razonable y sobre todo parece relacionado con el bienestar general, pero hace falta preguntarnos antes: ¿Consumo de qué? ¿De qué manera? ¿Incluimos bienes durables? ¿Bienes durables públicos o privados? ¿Qué tipo de infraestructura? ¿Piletas privadas o puentes? ¿Bienes de consumo nacional o importado? ¿Turismo internacional o local? Como ven, hablar solo de consumo es muy vago, y mucho más hablar de promoverlo.

Como sociedad deberíamos discutir ¿qué tipo de crecimiento queremos? En lo personal prefiero el crecimiento relacionado con el desarrollo. Pero lo que me parece más preocupante todavía es que el tema ni siquiera se discute, ni en los medios, ni en los blogs, ni en las casas. A lo mejor se cree que es algo donde nadie tiene el timón y el crecimiento/consumo/inversión se da de forma espontánea o aleatoria. No es así, absolutamente no, tiene que ver con las decisiones de nuestros gobernantes a nivel nacional, a través de los incentivos que promueven cuando definen el esquema macroeconómico, incluido el gasto público, la toma de deuda, las medidas del Banco Central, los impuestos, entre otros (vuelvo a insistir en releer los posts anteriores).

Debemos evitar a toda costa los crecimientos tumorales, actividades que en esta etapa no nos acercan al desarrollo. Incluso muchas de estas actividades económicas por su alto ritmo de crecimiento tienen los días contados, pues saturan rápidamente el mercado interno y no alcanzaron ni tienen las condiciones para salir a exportar. De ahí mi insistencia en decir que el crecimiento del PBI es un indicador muy mediocre, y se le da más importancia de la que tiene. Pero no es el fin del post ahondar en este punto.

Es importante notar que cualquier cambio en las prioridades sobre la actividad económica implica un cimbronazo o parate, para poder reasignar recursos a otras actividades. Puedo dedicarme a poner tornillos, pero si luego querés que pegue ladrillos vas a tener que bancarte un buen tiempo de adaptación. Entonces no solo es importante que definamos un esquema macroeconómico y prioridades, sino que también es muy importante que sea estable en el tiempo, y dejemos de una vez por todas de pendular entre esquemas completamente antagónicos, y que todavía ninguno nos trajo beneficios duraderos, más allá que algunos pueden ser más llevaderos que otros.

Entonces el gobierno, primero vía políticas macroeconómicas absolutamente necesarias (no suficientes), y luego con acciones específicas (erogaciones, barreras arancelarias, impuestos, entre otras), debería fomentar ciertas actividades económicas que nos acerquen al desarrollo. Estoy convencido que esas actividades están relacionadas con la vivienda, el agua potable, la urbanización, los puentes, las plazas, las escuelas, los desagües pluviales, el tratamiento de la basura, la energía, las calles, las terminales de colectivos, los hospitales, la educación, la salud, la alimentación, entre otros que se me deben estar pasando.

Creo que todos estamos de acuerdo que queremos un alto crecimiento, entendiendo y dejando de lado el tema tumoral planteado. Y para eso debe haber inversión en la economía real. Para crecer más debemos invertir más, es casi una obviedad. Lo que no parece tan obvio para muchos es que debe haber un equilibrio entre consumo e inversión. Noten que la inflación también está muy relacionada con la relación consumo/inversión, y la inversión con el tipo de cambio real, por eso insisto en la fuerte interrelación entre los tres temas tratados en los posts.

Esa inversión debe provenir principalmente del ahorro interno, que no son dólares en el colchón, pues una buena parte de los dólares que actualmente generamos principalmente con el agro deberían estar en un fondo soberano (o más adelante fondeando empresas nacionales para expandirse en el exterior, pero no quiero complicar con más cosas).

Con ahorro interno me refiero a la fracción de los ingresos en pesos que generamos y que no dedicamos a gastar en bienes de consumo. El ahorro interno es lo que deberíamos dedicar a inversiones en la economía real, a generar infraestructura de todo tipo. Una fracción importante de nuestro trabajo y esfuerzo como sociedad debería estar focalizado en la creación de infraestructura, de medios de producción y que la fortalezcan y la doten de cierta productividad.

El desarrollo y crecimiento surge desde adentro, esto es muy importante de entender, y a partir de cierta organización como sociedad y sobre todo desde el esfuerzo. A lo mejor algunos están esperanzados en que vengan de afuera, inviertan y “nos desarrollen”, no creo que suceda, es como esperar incorporar conocimiento durmiendo con un libro bajo la almohada. A lo mejor por una generación (20 años) deberemos dedicarnos principalmente a generar “infraestructura pesada”, la que se amortiza en 70/80 años, mientras nuestros descendientes se dedican a tener mejor formación, y vamos dando pasos más lentos pero firmes hacia un mayor desarrollo.

Lo que sí puede colaborar con nuestro desarrollo son los “dólares de know-how”, de conocimiento de las empresas, no los financieros, sino del cómo hacer las cosas y de alguna tecnología en equipamiento que no disponemos. Pero ese know-how irá llegando con el tiempo y a medida que nos vayamos desarrollando y manteniendo cierta estabilidad.

Con las tasas de interés actuales no hay inversión en la economía real que pueda competir, por eso en este esquema de altas tasas, divisas generadas por unos pocos y continuo endeudamiento en dólares, las inversiones no llegarán, ni propias ni de extranjeros. Y la apertura de las importaciones está destinada a suministrar bienes a esa pequeña proporción de la población que dispone de los recursos y continuamente está siendo beneficiada por las políticas actuales.

Siendo un país en vías de desarrollo, debemos focalizar el crecimiento en los bienes y servicios que sí podemos proveer, y que además son los que nos hacen más falta como sociedad, que realmente mejoran nuestra calidad de vida, promueven el empleo y nos dan dignidad. Es paradójico que parezca faltarnos todo lo que es muy abundante en este suelo, donde solo hace falta aplicarle un poco de trabajo.

También deberíamos preguntarnos ¿qué definimos como trabajo de calidad? El trabajo a demandar depende de las necesidades actuales, pero sobre todo de las capacidades actuales. El nivel cultural y la educación son procesos lentos, de una o dos generaciones, no podemos pretender disponer de decenas de miles de “rocket scientists” de la noche a la mañana.

Entendamos que el crecimiento y “el desarrollo nace desde adentro de una nación”, “nadie nos puede desarrollar”, por más dólares que pongan los extranjeros, o que pidamos prestados, o que genere el campo.

Son muy importantes las políticas macroeconómicas que se aplican porque de lo contrario la inversión nunca aparecerá. Vuelvo a resaltar que “la economía es la ciencia de los incentivos”, que a su vez se divide en dos ramas, una de la “zanahoria adelante” para promover el esfuerzo y la inversión y otra de la “zanahoria atrás” solo para evitar malos comportamientos. En los últimos años del kirchnerismo se degradó la macroeconomía y la inversión se redujo a la mínima expresión. Por más política y buena voluntad que apliques, bajo presión o por decreto la inversión productiva no aparece. Como tampoco lo hará en estos momentos con el planteo macroeconómico del PRO, por más que se bajen los lienzos, la inversión productiva no aparecerá si el negocio financiero es espectacular. La economía real no tiene como competir. Ya ni siquiera el propio gobierno invierte en infraestructura, la cual está reducida a su mínima expresión. Por eso mi insistencia con el esquema macro (ver posts anteriores), si no es el adecuado seguiremos pendulando entre esquemas que no nos llevan muy lejos y volveremos a volantear.

Creo que mientras mantengamos nuestra creencia en el concepto de “restricción externa”, seguiremos siendo mediocres, justamente lo que nos sucede es lo opuesto, nos sobran divisas y no las sabemos usar. De todas maneras son limitadas, y nos hace sentirnos ricos antes de desarrollarnos. Este concepto completamente errado, no solo es de los “populistas”, que promovieron en estos últimos años actividades económicas que denominaría tumorales, sino también de los “liberales”, que nos endeudan en divisas continuamente, como si nos hicieran falta (leer primer post).

Por supuesto que luego a medida que generamos infraestructura, nos eduquemos, capacitemos y ganemos estabilidad podremos ir apreciando nuestra moneda, lo que sin dudas aún nos dará un mayor bienestar.


Hoy en la Rural: La venganza de Torcuato

julio 30, 2016

rural

Torcuato Di Tella planteó a Néstor Kirchner al comienzo de su mandato presidencial una propuesta, o más bien una reflexión: la conveniencia -la necesidad, desde el punto de vista de la racionalidad política- que en Argentina se desarrollasen dos fuerzas mayoritarias: Una de centro izquierda y otra de centro derecha.

(Para entender lo de «centro» hay que tener en cuenta que para la generación de Torcuato, «derecha» a secas era la defensora del «ser nacional, sin contaminaciones foráneas» y que a los jóvenes que llevaban el pelo largo se lo cortasen en las comisarías. Y en la «izquierda» el tema candente era la polémica entre China y la URSS).

No fue la única vez que propuso eso, ni tampoco su sola contribución al pensamiento político. Fue un fructífero intelectual argentino. Pero es esa ocasión la que quedó en la memoria de los politizados. Supongo que es porque muchos creen que Kirchner la escuchó con algo de simpatía. Hay muchas teorías sobre el asunto.

He discutido el asunto en el blog, y seguramente volveré a hacerlo. Pero ahora sólo quiero hacer una observación: Esta mañana, en la exposición rural de Palermo, hubo un acto de una de las fuerzas que proponía Di Tella. El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, dio el discurso doctrinario, exponiendo el proyecto y fustigando al adversario, como corresponde. El Presidente de la Argentina, Mauricio Macri, habló con banalidades, optimismo y buenas ondas (para su público) y fustigó al adversario, también como corresponde. Su trabajo incluye tratar de juntar votos.

Lo veo -a pesar del marco y la ocasión- no solamente como la ceremonia tradicional de un sector de la economía. El público -mucho del cual sólo tiene tierra en las macetas- coreaba «Sí, se puede«, consigna de la reciente campaña. Y hay que recordar que el «campo», en 2008, convocó las grandes movilizaciones que definieron como sería el enfrentamiento entre la experiencia kirchnerista y sus adversarios en los siguientes ocho años.

Hay un argumento teórico, más estructuralista que marxista, para mostrar que ahí está el núcleo de la experiencia macrista: como sector económico, el rural de la pampa húmeda es el único que hoy es competitivo en condiciones de apertura al mercado internacional. Por supuesto, necesita del auxilio del Estado, como todos los sectores, pero los otros no están en condiciones de competir con los salarios de China o, en adelante, de Indonesia, ni con la infraestructura y la financiación de EE.UU. y Alemania.

Igual, la política no es una rama del estructuralismo, ni de la economía. El «campo» no pudo capitalizar sus triunfos del 2008, ni siquiera mantener una presencia política propia, hasta que Macri -Durán Barba, el equipo del PRO- acertaron con una propuesta eficaz (Tal vez haya una lección ahí).

Ahora mismo Macri resulta una tentación para dirigentes de historia peronista pero que se sienten más cómodos en ese lugar (Se lo vio al «Momo» Venegas en ese acto, por ejemplo). Pero no veo como un problema grave para el peronismo en tanto fuerza política el alejamiento de algunas figuras. Perón dijo, frente a un desafío muy distinto «El que no está contento… se va”. Por perder un voto no nos vamos a poner tristes”.

No. El desafío para el peronismo es definirse, en una etapa de dispersión y cuestionamiento. Que no lo va a lograr -es mi pronóstico, y no sólo mío- hasta después de las elecciones del año que viene. Es necesario tener presente que el peronismo nunca se ha sentido cómodo en el lugar del «centro izquierda» (Tal vez el kirchnerismo ha sido, de las experiencias del peronismo, la más hospitalaria con esas ideas. Aunque la militancia K prefiere, con mucho, un discurso chavista. Yo siempre insisto en que imaginar un chavismo sin respaldo militar sólido es como imaginar un laborismo sin sindicatos).

Lo único que me animo a anticipar, además de mi habitual El que viva, lo verá, es que me parece imposible, desde el más frío realismo político, que un planteo peronista exitoso sea el de un macrismo moderado.


Nuestro hombre en Viena – I

julio 30, 2016

Rafael Mariano Grossi & Yukiya Amano

Como los lectores del blog ya saben, mi amigo Daniel Arias comenzó una campaña para que el próximo Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sea un argentino. No es una quijotada: su candidato tiene las credenciales necesarias y fuertes apoyos. Pero la competencia es un monstruo grande y pisa fuerte.

Ha reunido material, y una historia muy jugosa -incluido lo que realmente pasó en Fukushima, con Ronald Richter, con los once técnicos nucleares argentinos asesinados por el Proceso,…- en una serie de artículos. Voy a subirlos al blog, por el minúsculo grano de arena que pueda aportar. Porque es una historia fascinante para los que se interesan en la ciencia, la tecnología o la política internacional. Y sobre todo porque nos muestra que significa luchar por la Patria de uno, en este exigente siglo XXI. El terrorismo, la «guerra híbrida» que llena los titulares, es sólo una manifestación del instinto de muerte.

Pueden acceder, cliqueando aquí a los dos primeros capítulos. Son 10 páginas, con ilustraciones. Que les aproveche tanto como a mí.


Música para el fin de semana – Richard Strauss, Muerte y transfiguración

julio 30, 2016

Como me han acercado un texto que tiene que ver con Viena, se me ocurrió subir ahora una obra del Strauss más celebre y menos comprendido. Aquí tienen, en 25 minutos,  Tod und Verklärung, Op.24. La compuso, creo recordar, cuando tenía 25 años. El final del romanticismo, su cumbre, o algo más?


Putin y la campaña en los EE.UU.

julio 29, 2016

trump putin

La campaña electoral en los Estados Unidos se está poniendo interesante, a 3 meses y días de la elección. No lo digo por lo que aparece en los medios -que necesitan que sea interesante, o quién los lee o los mira? Lo que veo, y me deja pensando, es que el establishment demócrata -o tal vez el establishment a secas- se está poniendo nervioso.

Les cuento: En marzo del año pasado, los medios estadounidenses revelaron que, durante sus cuatro años como Secretaria de Estado en el primer mandato de Barack Obama (2009-2013), Hillary Clinton usó una cuenta personal para sus mails oficiales, con un «server» privado. Eso violaba los protocolos del Departamento de Estado, y algunas reglas de seguridad.

Aquí en Argentina, nadie le habría dado bola al asunto. Tal vez allí tampoco, sino fuera que Hillary, que le resulta revulsiva a alguna gente, empezó a hacer campaña para Presidente (Pensándolo bien, probablemente pasaría lo mismo entre nosotros).

Como sea, se alegó que había material confidencial entre los mensajes y H. C. se presentó el 2 de este mes «de manera voluntaria» ante el FBI, y fue interrogada durante tres horas y media sobre su uso de correo privado para asuntos de interés nacional. Como era previsible -el gobierno es Demócrata- el FBI  y la Fiscal General dijeron que no correspondía accionar. A sus partidarios les pareció bien, y a sus adversarios no (También les suena familiar, supongo).

Así, no nos sorprenderá a los argentinos que el fenómeno «bolsas de López» también se registre allá. Este viernes 22, la semana pasada, aparecieron en WikiLeaks casi 20.000 e-mails «confidenciales» del Cómite Nacional del partido demócrata, en los que se muestra una postura favorable a Clinton en las primarias. Que le pegaban con todo a Sanders, bah.  La presidente del partido, Debbie Wasserman Schultz, sobreviviente veterana de las guerras de Washington… no sobrevivió. Tuvo que renunciar.

Hasta aquí, el cañoneo sobre las posiciones clintonianas. Del partido demócrata partieron los bombarderos, para demoler a Trump. Leemos:

«WASHINGTON.- Un inusual interrogante desvela a los ciberespecialistas, a los expertos en asuntos rusos y a los líderes demócratas: ¿Vladimir Putin está intentando influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos?

Hasta el viernes, esa acusación -con su inquietante sugerencia de una conspiración planeada por el Kremlin para favorecer a Donald Trump-, no era más que un rumor. Pero los 20.000 mails robados en el Comité nacional del Partido Demócrata (DNC), muchos de ellos vergonzantes para sus líderes, han intensificado el debate sobre el rol de las agencias de inteligencia y su efecto disruptivo en la campaña presidencial 2016.

Esos mails, primero divulgados por un supuesto hacker y luego por WikiLeaks, dejaron al descubierto hasta qué punto el aparato del Partido Demócrata fue puesto al servicio de Hillary Clinton, en detrimento de su mayor oponente, Bernie Sanders, un día antes de iniciarse la convención partidaria.

Probar el origen de un ciberataque es difícil. Pero los investigadores han llegado a la conclusión de que el Cómite demócrata fue pirateado por dos agencias de inteligencia rusas, las mismas que estuvieron detrás de ciberoperativos rusos previos contra la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Estado Mayor Conjunto, el año pasado. Y los metadatos de los mails filtrados dejan entrever que los documentos pasaron por computadoras rusas. Aunque un hacker se atribuyó haberle entregado los documentos a WikiLeaks, las principales sospechosas son las mismas agencias rusas. Lo que nadie sabe es si el robo fue ordenado por Putin o fue ejecutado por apparátchiks, como se conoce a los integrantes del aparato de inteligencia, para complacer a su líder.

La filtración se conoció anteayer, cuando el jefe de campaña de Clinton, Robby Mook, afirmó en el programa This Week, de la cadena ABC, que los mails fueron filtrados «por los rusos, con el propósito de favorecer a Donald Trump», y citó a varios expertos, aunque sin presentar pruebas.

Mook también sugirió que los rusos tendrían buenas razones para apoyar a Trump: la semana pasada, en una entrevista con The New York Times, el candidato republicano señaló que tal vez no ayudaría a las naciones de la OTAN si fuesen atacadas por Rusia, a menos que estuviese convencido de que esos países habían hecho una contribución suficiente a la alianza atlántica.

Fue un momento notable: ni siquiera durante el clímax de la Guerra Fría era fácil encontrar un candidato presidencial que acusara a su rival de hacerle secretamente el juego a un adversario clave de Estados Unidos. Pero esa acusación se está convirtiendo en un tópico de campaña de Hillary Clinton, como parte de un intento de pintar a Trump no sólo de aislacionista, sino también como alguien blando a la hora de enfrentar a Rusia cuando amenaza a naciones que demuestran demasiada independencia de Moscú, o las que se unen a la OTAN, como Lituania, Estonia y Letonia.

Trump dijo que de ser elegido presidente le gustaría «llevarse bien con Rusia», y elogió a Putin diciendo que tiene más pasta de líder que el presidente Barack Obama. Putin, a su vez, también ha elogiado a Trump«.  (completo aquí)

Atención: este bombardeo no es nuevo, ni es una reacción a Wikileaks. Hace mes y medio el Washington Post -nave insignia de los medios «liberals» (en el sentido yanqui del término), célebre por haberse cargado a Nixon con el Watergate- publicó los lazos financieros de Trump con Rusia y su romance con Vladimir Putin. Y nada menos que el New York Times habló este martes de la sociedad de admiración mutua entre Trump y Putin.

Para no dejárselo a los medios -que tal vez tampoco allá son muy creíbles- Madeleine Albright, ex Secretaria de Estado de Bill Clinton recordó en la convención demócrata que el candidato republicano expresó su admiración por «dictadores» como el mandatario ruso y el fallecido gobernante iraquí Saddam Hussein. «Una victoria de Trump sería un regalo para Vladimir Putin«, dijo.

Hasta ahora, nada sorprendente. Nada que no veamos en nuestras internas. O en House of Cards, con actores más talentosos. Pero quiero marcar a los amables lectores algo que merece atención especial.

Donald Trump llamó a Rusia a espiar los correos de su rival

«Ya se sabe que Trump es un maestro del escándalo y del dominio de la escena mediática. Anteayer buscó correr de las luces a Hillary Clinton, que aceptaba la nominación del partido en el cierre de la Convención Demócrata de Filadelfia, y dio una conferencia de prensa en donde desató una tormenta de alcance internacional. Fiel a su estilo, dejó mudos a los periodistas al recomendar a Rusia que descubra y divulgue públicamente los correos electrónicos que podrían afectar a su rival en la contienda por la Casa Blanca. En pocas palabras: animó al archienemigo de la Guerra Fría a meterse en la política estadounidense.

“Rusia, si estás escuchando, espero que puedas hallar los 30.000 correos electrónicos que no han sido encontrados”, dijo Trump en la rueda de prensa en Florida«.

Mi opinión profesional es que el Donald percibe algo que los asesores del Partido Demócrata no se dieron cuenta: el anticomunismo visceral, no era odio a los rusos, ni a los sistemas autoritarios en sí. Ni siquiera tanto contra el comunismo como era, sino como se presentaba.

Los que hacemos o nos interesamos en la política, debemos entender que las pretensiones morales del progresismo, su proclamado amor por los trabajadores o «los pobres» en general, les caen a muchos -que no son ricos ni nada por el estilo- como un chantaje emocional. Como a los ciudadanos romanos, eso de «ama a tu prójimo» los impulsaba a tirarlos a los leones a los cristianos; les caía tan mal como a un votante de Macri o de Massa eso de «la patria es el otro«. En defensa propia -de su autoestima- los acusan de hipócritas, porque muchos que están a favor de los pobres … no lo son.

En este caso, el punto es que ese anticomunismo visceral no lo perjudicará a Trump. Porque el compañero Putin tendrá sus defectos, pero algo es seguro: progre no es.


Noticias de la Parroquia Grande

julio 28, 2016

instituto independencia

Mi amigo Julio Fernández Baraibar me ha hecho llegar este aviso. Me parece apropiado, en el día del nacimiento de Hugo Chávez (Los lectores veteranos del blog saben que no tengo una alta opinión del bolivariano como gobernante, pero eso no importa demasiado. Ha entrado en la Historia como acostumbran los líderes en nuestra América, acompañado por su pueblo).

Está abierta la inscripción al Curso de “Historia y política argentina y latinoamericana” en el Instituto Independencia

Todos los miércoles a partir del 10 de agosto, entre las 19 y las 21 horas, se desarrollarán las ocho clases del curso de historia y política argentina y latinoamericana. Los expositores serán el ex Secretario de Cultura de la Nación Jorge Coscia, el Director Ejecutivo del instituto, profesor Julio Fernández Baraibar y el ex Ministro de Educación bonaerense y diputado nacional (MC), profesor Mario Oporto.

El programa del curso comienza en 1492 y llega hasta nuestros días, con el renacer de la Patria Grande y el avenimiento del nuevo siglo, repasando cronológicamente los momentos sobresalientes de nuestra historia, como pueblo y como continente.
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Los cupos son limitados y se entregan certificados de asistencia.

La inscripción es por internet en http://www.independenciaideas.com.ar

La sede del Instituto Independencia es Bartolomé Mitre 1895, Capital Federal


Sembrando terrorismo

julio 28, 2016

isis

El terrorismo -o, como a los generales en el Atlántico Norte y guerreros de escritorio en todos lados les gusta llamarlo «la guerra asimétrica»- ya es un dato permanente en el mundo en que vivimos. Se escriben multimillones de palabras sobre el tema, claro, pero la mayor parte está envuelta en dos discursos básicos «es una cosa horrible, que hacen gentes perversas» / «es una cosa horrible, pero también es horrible los niños que mueren cuando los aviones de los países «occidentales» bombardean».

Ambos son ciertos, pero… son envoltorios. Conviene encarar los hechos, además de juzgarlos. Acerco este artículo de Eduardo Febbro en Página 12 porque es un resumen breve de tres raíces del terrorismo «yihadista». Los datos de Febbro son correctos: hay hechos puntuales, concretos, que están en el origen de lo que está ocurriendo. También pienso que es un análisis incompleto: estas raíces crecieron en un suelo abonado por la mezcla de viejas corrientes del Islam, el salafismo, el takfirismo, con la tecnología y el nihilismo del «Occidente» moderno. Pero la nota es un buen punto de partida. Luego tal vez agregue otras miradas.

Ben Laden y el entorno teórico de Al Qaeda están obteniendo una horrenda victoria póstuma a través del Estado Islámico. Las miles y miles de personas que mueren en atentados en varias regiones del mundo son víctimas de 1) un origen teórico común, 2) una decisión estratégica fundacional pactada por Estados Unidos y Arabia Saudita y 3) un error garrafal cometido en Irak luego de la invasión de 2003. Esos tres elementos van a diseñar el espantoso mundo en el cual vivimos.

El jihadismo que conocemos hoy se nutre de tres fuentes. En primer lugar, es hereditario de la política que Washington y Riad implementaron a finales de los años 70 (1979) mediante la cual islamizaron, con la ayuda de Bin Laden, la resistencia interior contra la invasión soviética de Afganistán. Por ese diseño pasó también, aunque con otras intenciones, una multinacional argentina, Bridas, cuando, antes que los enceguecidos norteamericanos, va a descubrir la utilidad de los talibanes en su proyecto de trazar el recorrido de un gasoducto de cerca de 1500 kilómetros que iba dese Turkmenistán hasta Pakistán.

En segundo lugar, los atentados en Occidente se inspiran en una obra teórica de 1.600 páginas escrita por Abou Moussab al-Souri, el teórico de la tercera jihad y ex mano derecha de Ben Laden. Este sirio nacido en Alepo hace 60 años plasmó en en el libro “Llamado a la resistencia islámica mundial” lo que el Estado Islámico está llevando a cabo en la realidad, o sea, la Jihad global del pobre. La obra, aún accesible en internet, se ha convertido en una biblia y en el manual de iniciación básico para todos los candidatos a la guerra santa contra Occidente.

El tercer elemento es la invasión de Irak, la disolución de la policía y el ejército iraquí decidida por un analfabeto de las relaciones internacionales, el administrador civil de Irak, el norteamericano Paul Bremer; el montaje posterior de un gobierno iraquí de mayoría chiíta pero tan violento como corrupto; y el aislamiento de la minoría sunnita en el seno de la cual estaban los altos mandos del ejercito iraquí, los servicios secretos, los miembros del partido Baaz y la policía, hoy espinas dorsales del Estado Islámico.

Pero la cuna es siempre una combinación de la confrontación durante la llamada Guerra Fría entre las dos potencias, Estados Unidos y la entonces Unión Soviética, los intereses gasíferos y petroleros, Irak y el extremismo islamista, el cual, con la ayuda de Arabia Saudita, Estados Unidos y Pakistán, será propagado, armado y entrenado por la primera potencia mundial con el objetivo de desalojar al ejército rojo de Afganistán. Todos los hechos terminan componiendo el eslabón de una cadena que llega hasta nuestros sangrientos días y en la cual el libro de Abou Moussab al-Souri es una pieza fundamental. El “Llamado a la resistencia islámica mundial” es, ante todo, el producto del desacuerdo entre Osama Bin Laden y Abou Moussab al-Souri, nombre de guerra con el que remplazó al auténtico, Mustafá Setmariam Nassar. Al-Souri estaba totalmente en contra de actos terroristas tentaculares y espectaculares como el que Bin Laden cometió en Estados Unidos en septiembre de 2001. Para él, ese tipo de estrategia sólo podía acarrear consecuencias destructoras porque accionaban dos resortes de una potencia con una capacidad de intervención militar enorme: primero, el aumento de los créditos militares; luego, la invasión de los llamados “territorios cuna”, es decir, Afganistán. No se equivocó, el 11 de septiembre atrajo a Estados Unidos a Afganistán y esa expedición militar terminó con el desmantelamiento casi total de Al Qaida. La ex cabeza pensante de Bin Laden criticó a su jefe en un correo electrónico donde decía: “nuestro hermano fue contaminado por la enfermedad de las pantallas, los flashes, sus admiradores y los aplausos”. Abou Moussab al-Souri propuso cambiar la meta y apuntar no hacia los Estados Unidos, país muy alejado y potente, sino hacia lo qué el llamaba “el vientre blando” de Occidente, es decir, Europa.

Para ello, el sirio -más tarde nacionalizado español en virtud de su matrimonio con una española–, inventó el término de “nizam la tanzim”, un “sistema pero no una organización”: es decir, una estructura terrorista compuesta por células auto gestionadas, sin lazo con un órgano central, una suerte de jihad horizontal autónomo, separado de cualquier idea piramidal. Ya hemos visto su eficacia en los últimos años. Internet y las redes sociales serán en esa visión otro aporte clave porque ambos, en la idea de al-Souri, ocupan el lugar de las mezquitas o los imanes. Sin contacto físico, sin frecuentación de lugares vigiladas, los individuos se empapan en esa opción.

En su libro, Abou Moussab al-Souri calculó las consecuencias en el seno mismo de las sociedades occidentales: confrontación racial, xenofobia y exclusión por parte de los occidentales y, por consiguiente, radicalización de los musulmanes víctimas del racismo. Por curioso que parezca, ninguno de los muy publicitados servicios de inteligencia de las potencias mundiales prestó la debida atención a ese libro. No sólo aún se lo encuentra en Internet sino que, además, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, las decenas de think tank que se crearon en Washington para pensar el mundo gozaban de créditos millonarios pero sufrían de una falencia absurda: en esos think tank casi nadie hablaba árabe.

El Estado Islámico aplicó con letra de sangre esa yihad horizontal pero también introdujo blancos nuevos que no estaban en el libro de Al-Souri: Arabia Saudita, Yemen, Túnez, Libia, Turquía y Rusia con el atentado contra el avión ruso derribado el 31 de octubre de 2014 por el ISIS. Las peregrinaciones de Abou Moussab al-Souri no están tampoco exentas de interés para comprender las barrabasadas cometidas por los servicios de inteligencia. El sirio fue arrestado en 2005 por los servicios secretos de Pakistán cuando huyó de Afganistán y entregado a Estados Unidos. Washington tenía la perla entre sus manos pero se la entregó a la Siria de Bachar el-Assad en 2011 (otras fuentes hablan de 2007). Assad lo liberó el mismo año con una intención semejante a la que llevó a Washington a armar la resistencia afgana: islamizar las revueltas árabes que estallaron en 2011 y, con ello, restarles legitimidad. Hoy nadie sabe donde está.

El perfil de guerra confesional que Estados Unidos, Arabia Saudita y Pakistán trazaron en torno a Afganistán explotó en las manos de todos. Ningún cerebro de la CIA o la NSA previó la expansión posterior. La mayoría de los llamados “hombres más buscados” por Estados Unidos fueron, en su momento, aliados de esos tres países. Los llevaron a Pakistán, los adiestraron en las famosas escuelas coránicas de Peshawar y luego los soltaron en Afganistán con armas en las manos. “El enemigo es fuerte y poderoso, nosotros somos pobres. La guerra será extensa”, escribió Abou Moussab al-Souri en su libro. El Estado Islámico se empapó en esa literatura y llevó a la realidad esa guerra “nizam la tanzim”, es decir, el sistema de lobos solitarios que azota a Occidente. Su yihad descentralizada se extiende ahora por las capitales del Viejo Continente, y más allá: la matanza de Niza, el atentado en el aeropuerto de Turquía, el atentado en el aeropuerto de Bruselas, las matanzas de París, y, en estas horas, tal vez Munich. Abou Moussab al-Souri conocía muy bien ese “vientre blando” de Occidente. Vivió exiliado en Francia, en Londres y luego, con su esposa, en Andalucía. Abou Moussab al-Souri presidió el nacimiento de las dos primeras yihad e inventó la tercera. La primera se articuló contra el ejército soviético en Afganistán: la segunda contra la invasión norteamericana de Irak en 2003 y, esta, la tercera, una fuerza heredera de cada uno de esos hechos, el Estado Islámico, la siembra en occidente. La obra de Abou Moussab al-Souri no habría tenido la influencia que tuvo si Estados Unidos y sus lacayos no hubiesen despertado y alimentado el islamismo radical, si no hubiesen luego fracturado de una manera espantosa Irak. A ello se le sumaron la exclusión, el racismo y el desprecio de que son objeto los musulmanes en Europa. Las palabras de al-Souri se convirtieron en semillas de bombas humanas que no sólo destrozan vidas en París sino, también, en Irak donde, casi en silencio, centenas de vidas humanas desaparecen tragadas por bombas activadas hace mucho por las potencias occidentales.


Hablando de PJs, habla el de la Capital

julio 27, 2016

tweet

Hace unas cuantas horas me llegó un tuit: Reunión de Consejo Metropolitano del @PJCiudad con @victorsmaria @lpokoik @marianorecalde #AndrésRodríguez y + cros. Y luego, por wasap (estamos todos muy digitalizados, se darán cuenta) el texto de una declaración. Como recién había subido este posteo, donde sostenía que el Partido Justicialista era bastante menos monocolor de lo que parecía en los medios, se las copio (resumida)

Declaración del Consejo Metropolitano del PJ de la Capital Federal

Por mandato del Congreso Metropolitano del Partido Justicialista, reunido el 1ro de julio de 2016, este consejo declara su profunda preocupación por la situación política, social y económica que atraviesa nuestra patria y nuestro pueblo como consecuencia de las medidas adoptadas por el actual gobierno.

Luego de 12 años de gobierno peronista que amplió derechos, incluyó millones de argentinos y argentinas, en el marco de un proyecto de unidad latinoamericana; asistimos a una restauración conservadora de proporciones inéditas, amparado por las grandes corporaciones, los medios de comunicación y el partido judicial.

El proyecto político encabezado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner puso en alto las banderas doctrinarias del peronismo histórico y las hizo carne en la ciudadanía. La independencia económica, la soberanía política y la justicia social que nos enseñaran Juan Domingo Perón y Eva Perón.

En contracara, vemos cómo el gobierno de los ceos que encabeza Mauricio Macri nos propone dependencia económica, estigmatización de la política y devastación social.

Bajo la falsa excusa de bajar la inflación se destruye el consumo interno y la actividad económica, generando desempleo. Y bajo la falsa excusa de reducir el déficit se aplican tarifazos que destrozan familias y PYMES. Aparentan una “responsabilidad fiscal” pero, en simultáneo se bajan los impuestos a sectores concentrados, se construye una bicicleta financiera que cuesta miles de millones de pesos a nuestro pueblo, y se fomenta la especulación y la fuga de capitales.

Caído el mito del “segundo semestre”, se evidencia que el actual oficialismo carece de proyecto político sustentable. Tan solo se propone una transferencia veloz y masiva de ingresos a los sectores concentrados ―con sus inmediatas consecuencias sociales―, y la fragmentación y dispersión del campo popular; en un intento de desincentivar la participación en la política, herramienta fundamental que reivindicamos los peronistas para transformar la realidad.

En conjunto con las políticas públicas ejecutadas por el oficialismo, que van en detrimento de los intereses de nuestro pueblo, se lleva a cabo una persecución política no vista desde hace décadas. Son los casos de la detenciones ilegítimas de los compañeros Milagro Sala en Jujuy y el ataque constante por medio de maniobras de toda índole, contra nuestra compañera Cristina Fernandez de Kirchner. Desde el Partido Justicialista de la Ciudad de Buenos Aires sumamos nuestra voz en contra de estos amedrentamientos que lesionan nuestra democracia y exigimos Libertad a Milagro y el cese de la persecución política.

En nuestra Ciudad de Buenos Aires, desde hace tiempo que conocemos a Mauricio Macri y sus políticas. Hace más de ocho años que gobierna nuestro distrito, pero solía hacerlo bajo un paraguas de políticas nacionales heterodoxas que sustentaban el consumo interno y ampliaban derechos. Hoy la ciudadanía porteña padece el tándem Macri-Larreta en su máxima expresión. El pueblo de la ciudad que no es de derecha ni es antiperonista como nos quieren quieren hacer creer algunos medios, hoy empieza a sufrir las consecuencias de las políticas que se vienen implementando.

El Partido Justicialista tiene la responsabilidad, como el partido más importante de la oposición, de hacerle frente al gobierno liberal. Las oleadas de nuevas afiliaciones representan a los ciudadanos y ciudadanas que, en un marco de retroceso social se comprometen con la política como herramienta de transformación. La tarea de la hora es darle cauce a la voluntad de participación y militancia, con representatividad, dinamismo, debate, y cercanía con los  afiliados y las afiliadas.

Nuestro objetivo es claro: ser una alternativa de gobierno en la ciudad, y recuperar el apoyo popular mayoritario. Un peronismo amplio, plural, frentista, que reconoce en Cristina Fernández de Kirchner y el vínculo con nuestro pueblo la clave de protagonizar, nuevamente, un gobierno popular de liberación nacional.


El peronismo después de las derrotas – El PJ

julio 27, 2016

consejo

En la primera parte de esta exploración di por sentado la vigencia del peronismo, como la opción política que votan «los de abajo». Además de lo que comenté ahí, y de los argumentos en los laaargos debates que este blog subió en 9 años, hay un dato práctico: para enfrentar a la coalición oficialista en las elecciones del año que viene, no parece posible que otras fuerzas, con otras identidades, sumen aunque sea cerca de los votos que reunirán las que en las distintas provincias -probablemente con diferentes siglas- reivindiquen una identidad peronista.

Nada es para siempre. No se puede descartar que otra expresión política alguna vez ocupe el lugar que el peronismo tuvo, para bien y para mal, estos 70 años. Pero en doce meses, más o menos… No lo creo.

Por supuesto, el peronismo, como todas las cosas vivas, cambia. También para bien y para mal. No fueron iguales, ni podían serlo porque el país y el mundo habían cambiado, el peronismo fundacional del ´45/55, el peronismo de base sindical que le dio continuidad después y perduró hasta los ´80, la dramática experiencia de Perón en los ´70, el de Menem, el de los Kirchner. No corresponde «meterlos en la misma bolsa» en su valoración. Sus consecuencias para el pueblo y para la Patria tampoco fueron las mismas.

Pero decir que una o dos de esas son las «auténticas», y las otras falsificaciones, es a mi entender un gesto de soberbia ideológica bastante estúpido. Los votantes las eligieron, y ese era el criterio fundamental para su fundador. También para la Sra. Realidad.

Insistí en esa primera parte con algo que vengo planteando hace tiempo en el blog, y que resulta obvio si uno lo piensa: la nueva versión del peronismo, cuando (y si) vuelva a gobernar, será decidida por la puja interna. Con alguna participación externa, cómo no. El criterio decisivo será, nuevamente, lo que sus votantes acepten.

Hoy en el peronismo -siempre diverso y en evolución- aparecen dos realidades políticas fundamentales. Lo dicen los medios y esta vez tienen razón… en estos meses y en la superficie, al menos. Cristina Kirchner, la militancia y los (pocos) dirigentes que se referencian en ella, y el sector de la población que la identifica con una experiencia que valoran, por un lado. El Partido Justicialista, los gobernadores y los (muchos) dirigentes que se referencian en él, y la mayoría de los aparatos territoriales, por el otro.

Aclaro «en la superficie» porque si uno aparta el ruido mediático y algunas declaraciones de dirigentes, la cosa no es tan así. No es sólo que todos hablan con todos, tanteando candidaturas, alianzas… En las estructuras políticas provinciales del peronismo -que son las que protagonizarán las elecciones del año próximo- la separación entre quienes reivindican la conducción de CFK y los que no… es menos rotunda de lo que pueden imaginar los de afuera.

En las provincias que gobierna el peronismo, la referencia es el goberna. Y como faltan más de tres años para su previsto reemplazo o reelección, no hay oposición interna abierta. Aún el kirchnerismo cordobés, chúcaro si los hay, acepta en la práctica la hegemonía de De la Sota-Schiaretti. Donde no gobierna el PJ, lo más frecuente es que las distintas agrupaciones mantengan acuerdos y hagan actos y movilizaciones en común. Cuando hay divisiones en los bloques provinciales, como en la legislatura de Buenos Aires, más que la mayor o menor cercanía con Cristina pesan ambiciones y rivalidades.

Tal vez el ejemplo más sugestivo es el de la C.A.B.A. Porque por lo menos la mitad de los votantes porteños del Frente para la Victoria en las anteriores elecciones, si no más, estaban más identificados con la experiencia kirchnerista con el peronismo tradicional. Pero el P. J. Capital está manejado, sin enfrentamientos graves, por los aparatos de La Cámpora («cristinistas»), UPCN-Lista Blanca, SUTERH (sindicalismo tradicional) y varias agrupaciones territoriales. Los militantes veteranos de la Capital pueden recordar peleas internas mucho más enconadas que las actuales.

No hay «unidad de concepción», es cierto. Pero sí hay acuerdos en las oficinas y en la calle. Como dice el poeta, no los une el amor, sino el espanto. O sea, Macri.

Todo esto no significa que la distinción entre esas dos realidades políticas -Cristina y el Consejo Nacional del PJ, simplificando mucho- no sea real. Vaya si lo es. El de CFK es un liderazgo, como se describió en ese posteo anterior, basado en la adhesión popular y una militancia fervorosa. No tiene hoy estructuras sociales detrás, como los gremios que el peronismo conservó o recuperó después del ’55. Esto lleva a una estrategia de enfrentamiento frontal con el gobierno, porque no está obligada a defender (negociar por) bases de poder. Le conviene a ella, porque refuerza esa adhesión entre los perjudicados por el gobierno. Y le conviene a Macri, porque refuerza la adhesión del anti kirchnerismo cerril.

El Consejo Nacional no lidera nada. Su legitimidad es legal, y es aceptada por el conjunto (anche Cristina, tácitamente) por la necesidad de contar con una herramienta legal. Aunque cuenta con representación sindical en su seno, el gremialismo, aún el mayoritario peronista, no está más comprometido con él que con CFK. Expresa, sí, la suma de los respaldos que tienen en sus respectivos distritos (todos) los gobernadores y (la mayoría de) los intendentes peronistas (esto también es una simplificación, eh). Su estrategia, si se puede llamar así, está condicionada por la necesidad y el deseo de mantener en el PJ a los dirigentes locales que quieren una buena relación con Macri (como Menem la tuvo con Alfonsín) y a otros que sólo están interesados en conservar sus distritos. En realidad, el C. N. es visto por ellos, y se ve a sí mismo, como una transición a la futura conducción, que surgirá de los que ganen en esas elecciones del año que viene.

¿Es una situación estable? En mi opinión, no. El peronismo hoy no tiene un mensaje claro y coherente para la sociedad, aparte del que emite, espaciadamente, Cristina. Hay, es cierto, una cantidad importante (¿un 50 %?; en el sindicalismo bastante más) en la franja de militantes, activistas y dirigentes locales que no aceptan incondicionalmente -lo digan en público o no- una conducción de CFK y/o tienen reservas con La Cámpora o Nuevo Encuentro. ¿Y? Ya se sabe, o debería saberse, que la negación no es suficiente. Falta una propuesta, o el comienzo de una. (Algunas autoridades del PJ están conscientes de eso: de ahí la Declaración de Formosa. Pero es un vaso de agua en el Sahara).

¿Qué es lo que cambiará este mapa, creo, bastante antes de marzo del año que viene? El resto de la sociedad argentina. Si el peronismo es el partido de los de abajo, el «medio», que en noviembre votó en buena parte para Macri, va a empezar a dar señales de hacia dónde se inclinará. Y el de «los de arriba», ahora que tiene el gobierno ¿va a quedarse conforme? No está en la naturaleza humana. La dirigencia del sindicalismo peronista, que piensa -muchos de ellos- que la política no es hoy su problema inmediato, debe leer este editorial de La Nación de ayer y preocuparse.


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