Las chances electorales del Peronismo en 2023

enero 30, 2023

El impulso para escribir este post viene de bastantes dias atras. Justo antes de irme de vacaciones lei una nota en que un perdiodista reunía las opiniones de los encuestadores mas conocidos del país sobre el tema del titulo. Sus recomendaciones eran inteligentes (aunque distintas) pero coincidian en un punto: para tener chance era necesario que el actual oficialismo bajara la inflacion y aumentara los ingresos de las mayorias. Muy atendible pero es dificil hacer cambios profundos en los ultimos meses de un mandato con una mayoria debil en el congreso y gran parte del poder judicial en contra. Ese consejo debio haber sido dado, y tomado en cuenta, al comienzo del mandato.

Este cauteloso pesimismo encuestadoril tiene justificación. El gobierno actual ha cometido muchas tonterias y algunos desastres en gestión y en comunicación. Y aunque su gestión a sido mejor que la del anterior gobierno eso no es un dato decisivo en termino electorales. De las últimas 11 elecciones presidenciales celebradas en America, la oposición triunfó en diez. Como dijo Andrés Malamud «más que la ideología, manda el hartazgo». En estos años la sociedades modernas se han vuelto, no solo polarizadas sino tambien irritables. El peronismo , como cualquier otra expresion politica que aspire a ganar elecciones debe ofrecer una vision de futuro, no abandonar el «cambio» en el nombre de los rivales.

Para tener chance en las elecciones presidenciales de este año 2023 el peronismo, la coalición que va a encabezar que puede llamarse Frente de Todos o de otra forma, debe a mi juicio mirar con atención las elecciones del 19, en particular la experiencia de la coalición encabezada por el macrismo. Esto puede sonar extraño porque esa coalición perdió, pero ese no es el punto, el hecho es que en Agosto la formula Macri-Pichetto obtuvo en las elecciones PASO el19,6% de los votos, un resultado peor que el que vaticinan la casi totalidad de las encuestas serias al frente de todos. Dos meses y medio después, en Octubre esa formula mas que duplico esos votos, obteniendo un poco arriba del 40%.
¿Qué significa esto? Algo muy evidente y bastante conocido a mi entender, hay una porción considerable de la sociedad, de los votantes que tienen aversión, rechazo o desconfianza hacia el Peronismo, hacia su expresión actual el Kircherismo pero ese «frente de rechazo» es al peronismo en su conjunto y a estado presente vigoroso comparado a otras opciones desde 1946 hasta la fecha.
Para la estrategia del peronismo esto quere decir que necesita contener todas las expresiones de rechazo hacia las políticas que expreso el macrismo y que hoy promete con mas o menos vigor Juntos por el Cambio.

Agrego 3 puntos que me parecen claves.


En las elecciones presidenciales la única estrategia posible inteligente para los distintos sectores del peronismo es la unidad. El peronismo necesita por supuesto ganar, pero aun si no puede ganar necesita sumar el mayor numero de
diputados y senadores posibles para negociar mejor en las circunstancias futuras y si algun dirigente cree que puede tener un paquete de diputados propios por la suya me parece que seria un error. En estas elecciones, en las elecciones modernas presidenciales el voto se polariza. Hay experiencias hace muy poco de dirigentes que creían tener un paquete de votos propios y que fracasaron lamentablemente.


En esas elecciones de 2019, que uso como caso testigo, el frente de todos también sumo votos pero mucho menos que su adversario. Entre agosto y septiembre el frente de todos sumo aproximadamente un 8% contra mas del 20% que sumo el macrismo. Lo mismo le paso a Lula hace un mes en las elecciones que gano en primera vuelta. En la segunda vuelta Lula casi no sumo nada ,a pesar de que los otros dos candidatos minoritarios que seguían a Lula y Bolsonaro pidieron que se votara por el. El que sumo votos y se acerco mucho a Lula fue Bolsonaro, que quiere decir eso a mi modo de ver, que el voto de rechazo o de temor a lo que se viene es mas fuerte que el voto de esperanza, es lamentable pero es así.


Todo esto que escribo es valido en tanto ninguna de las dos coaliciones, la hoy oficialista y la hoy opositora se rompan. Si alguna de ellas se rompe eso introduce un elemento totalmente nuevo y la estrategia debe ser repensada desde cero.


Lula volvió a otro Brasil, la Argentina también es distinta.

enero 16, 2023

Este 2 de Enero subí a este blog un post «Lula volvió a otro Brasil», en el ultimo parrafo prometi que lo iba a completar al día siguiente, pasaron cosas y no pude hacerlo. Pero la realidad de Brasil lo completo en una forma más clara y terminante de lo que yo podría haberlo hecho.

Algo más de un millar de bolsonaristas tomaron la plaza de los tres poderes, irrumpieron en los edificios del poder ejecutivo, el Congreso y el poder judicial. Ese fue un episodio impactante, como la irrupción de los trumpistas en el Capitolio de Washington hace 2 años. Y ambos hechos, que protagonizaron grupos marginales, son solo el sintoma de sociedades profundamente dividas.

Dejemos de lado a EE.UU. donde la dinamica politica es muy distinta. Lula presidio Brasil por dos mandatos y aunque como digo en la primera parte al final su popularidad habia decaido ni el ni su sucesora Dilma, desplazada por una conjura del Congreso enfrentaron un oposición tan envenada. Desde su derrota electoral el bolsonarismo hizo marchas, protestas y movilizaciones, y armo una insurreción en todos los casos llamando a los militares para que tomaran el poder.

Y, recordemos en esa elección hace pocas semanas Lula Da Silva habia derrotado a Jair Bolsonaro por un 2% del total de votos. En Brasil vemos un ejemplo claro de lo que el sociólogo argentino Guillermo O’Donnell entre otros llamaba «empate hegemónico». Ambos sectores pueden obstaculizar el proyecto del otro y no pueden negociar un proyecto en común, entonces esa sociedad corre el riesgo de quedarse sin proyecto, que es también de quedarse sin futuro.

¿Cómo enfrenta Lula, sindicalista y por lo tanto negociador el desafio? Extiende su sistema de alianzas a figuras de la tradicional derecha brasileña pero atención en Brasil el poder economico, el sistema judicial y el mismo ejercito brasileño que financio hace 5 años la campaña que transformo a Bolsonaro del diputado mas visible de un partido marginal en presidente del Brasil, habian reevaluado su estrategia.

Una parte importante del establishment, de los poderes fácticos de Brasil, decidieron que Bolsonaro sin importar su ideología, era en los hechos demasiado peligroso para la posición de Brasil en el mundo y para sus intereses, y estaban dispuestos a aceptar a un Lula con el que se podía negociar.

El poder judicial el que habia condenado a Lula por corrupción con pruebas bastante flojas, encuentra que si eran flojas y debía ser puesto en libertad, lo que significa claramente que podía volver a ser candidato la persona que tenia mas posibilidades de derrotar a Bolsonaro.

No sabemos como sigue la historia en Brasil, si podemos decir que la situación politica en Argentina es muy distinta, aunque la polarización sea muy parecida. Entre nosotros el poder economico y el poder judicial se muestran en su mayoria satisfechos con la actual coalición opositora «juntos por el cambio», tal vez la unica indicación concreta que podemos encontrar es que para romper un empate hegémonico es necesario buscar en la sociedad los sectores que hoy no estan expresados en las dirigencias politicas.


Lula vuelve, a otro Brasil. Comentarios argentinos

enero 2, 2023

Este va a ser un post muy limitado en su tema. Porque Lula ha sido y vuelve a ser uno de los mandatarios importantes de este siglo que ya lleva dos décadas y pico. Y Brasil… es la mitad de la América del Sur. Aquí voy a hablar solamente de algunas realidades políticas brasileñas que hacen que este su 3er. mandato sea bien distinto a los anteriores, de cómo se parecen a algunas realidades políticas argentinas. Y de cómo tienen que ver con tendencias globales, porque ninguno de nuestros países está en una burbuja.

Brasil ha sido desde que existe un país muy desigual, con grandes porciones de su población sumergida en la pobreza y la indigencia. Los dos mandatos anteriores de Lula (la historia económica y social brasileña no empezó en 2003, pero les dije que esto iba a ser muy acotado) aminoraron un poco esa situación, y permitieron que una parte de los pobres ingresara a la clase media. Ayudado por el boom de las commodities de principios de siglo, que favoreció las exportaciones de toda Sudamérica.

Fue reelegido, pero a fines de su 2do mandato (2007/10) ya se percibía un desgaste. Había movilzaciones masivas de protesta, con participación de las clases medias, la vieja y la nueva. La inevitable oposición política -los que están afuera del gobierno siempre quieren entrar- y muy poderosos intereses en el establishment brasileño empezaron a atacarlo, a él y a la dirigencia de la fuerza política que encabezaba, el PT, con la manchpa de la corrupción.

(Contexto necesario: la gran mayoría de la clase política del Brasil, especialmente en sus segundas líneas, es vista en su país y en el mundo como «cuentapropistas» que negocian por dinero o prebendas sus votos en el Congreso. Su imagen está más manchada que la de, por ejemplo, sus colegas italianos, a los que no se ve como carmelitas descalzas.

Uno de los escándalos más importantes -sólo detrás de las gigantescas «coimas» que repartían grandes empresas para asegurarse contratos- fue justamente el Mensalão, un dinero «en negro» que se repartía todos los meses entre diputados del bloque oficialista para asegurarse que se mantuvieran oficialistas.)

Como sea, su sucesora, Dilma Rousseff, también del PT, desgastada por estas instancias de corrupción (aunque ella no estuvo nunca sospechada, y varios de sus acusadores sí) pero sobre todo por los ajustes que provocó una recesión, cuando el boom de las commodities ya había quedado muy atrás, fue depuesta por un juicio político en el Congreso.

Supongo que esta historia despierta algunos ecos en mis lectores locales. Pero, atención, es historia. Esto que sucedió hace algunos años, junto a otras cosas que han pasado en Brasil y en el mundo, han contribuido a crear una realidad política distinta, que es la que ahora enfrenta Lula. Pero se me ha hecho tarde y tengo que trabajar. Se la sigo mañana.

(Continuará)


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