Comunicación política, para mantener lo bueno y corregir lo malo

noviembre 30, 2014

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(cliquear encima para ampliar)

«Profesionales, académicos y especialistas debatirán desde el jueves 4 al sábado 6 en la Ciudad de México acerca de las tendencias y las herramientas más importantes de la comunicación política en nuestro tiempo, otorgando su aporte a los distintos escenarios de análisis, dentro de los cuatro grandes temas donde la Cumbre hace foco: Campañas Electorales | Política y Nuevas Tecnologías | Comunicación Gubernamental | Medios y Opinión Pública | Mujer y Política.
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Las distintas especificidades que conlleva el Campo de la Comunicación permite pensar en mesas de debate, paneles y talleres con micro temas:

  • Estrategias de Comunicación para Gobiernos.
  • Contexto y Discurso Político.
  • Storytelling.
  • Comunicación Persuasiva.
  • Micro Targeting.
  • Publicidad Política.
  • Marketing Político.
  • Estrategia y Creatividad.
  • Comunicación Institucional.
  • Política y Discriminación.
  • Casos de Campañas Exitosas.
  • Campañas Legislativas.
  • E-government.
  • Cómo Ganar Elecciones.
  • Perspectiva de Género.
  • Protagonismo de la Mujer en la Política.
  • Casos de Éxito y Claves Para Ganar.
  • Training Mujeres en la Política»

¿Surge el kirchnerismo bonaerense?

noviembre 30, 2014

jpmussi

Además que no es aconsejable titular con signos de interrogación – puede que se vea como una forma de eludir responsabilidad – en este caso la pregunta aparece descolgada. Sería raro que después de 11 años y seis meses de gobernar, «surja» un kirchnerismo en la provincia clave de su poder político. Más importante, los que conocemos al peronismo sabemos que todos – salvo los que militan en corrientes definidas como opositoras o están alejados de toda militancia – somos kirchneristas. Con diferentes grados de entusiasmo, claro.

De todos modos, sostengo que la pregunta está justificada. Y paso a explicarla. Leyendo con atención – como siempre – el blog de mi amigo Artemio López, encontré un par de posteos que decían goodbye al viejo peronismo no kirchnerista. Al principio pensé que era solamente otra batalla más de la guerra santa que Artemio lleva adelante contra la candidatura de Scioli. Pero me llevaron a una publicación digital bonaerense, Infocielo. Que publica hoy en su portada notas muy expresivas:

Acto del PJ: Mussi se fue enojado por el “ninguneo” a Néstor y Cristina de Scioli y Espinoza

El intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, aplaudió desde la primera fila los discursos de las autoridades partidarias. Sin embargo, mostró todo su enojo porque, dijo, no se nombró a Néstor ni a CFK. (Agrega una serie de tuits que marcan su fastidio creciente).

Si de cotillón se trata, el PJ bonaerense está cada vez menos “Cristinista”

Un “Oktubre” salió a respaldar a Mussi y reclamó al PJ «claridad»

Randazzo también cuestionó los discursos del PJ y reclamó un “claro y contundente respaldo a Néstor y a Cristina”

Julián Domínguez se sumó a las críticas al PJ Bonaerense y aisló más a Scioli

Los medios hegemónicos – Clarín, La Nación, Página 12 y Ámbito – le han dado hasta ahora poca bolilla al conflicto que se amaga. Pero otra publicación digital, La Política Online – no K, por cierto; más bien cercana al macrismo – también informa:

«Mussi y otros intendentes furiosos con Espinoza porque convirtió un acto del PJ en un aval a Scioli. “No me gusta que en un acto peronista no se haya nombrado a Néstor y Cristina”. El acto del PJ bonaerense organizado por su presidente, Fernando Espinoza, esta tarde en La Plata, terminó siendo una celada para varios intendentes kirchneristas que se acercaron bajo la consigna de mostrar “unidad” y dejar para más adelante la discusión de candidaturas y terminaron todos sumergidos en la “Ola Naranja” del sciolismo«.

Mis impresiones: Desde el gobernador Scioli, el asunto puede considerarse como parte de su estrategia política de emitir «señales» en todas direcciones. Lo viene haciendo desde hace al menos seis años, no va a cambiar ahora. Estoy seguro que en muy poco tiempo, reafirmará públicamente su fe kirchnerista.

Desde el intendente Espinoza… es un hombre del PJ bonaerense. Como la mayoría de los intendentes del Gran Buenos Aires, en especial de la Tercera Sección, respalda la candidatura de Scioli. Pero, también como ellos, más respalda a la Presidente. En realidad, como líder matancero, podemos esperar que siga la tradición del gran Federico Russo «Al conductor se lo acompaña hasta la puerta del cementerio«.

Desde los precandidatos, a la Presidencia y a la gobernación de Buenos Aires, el envolverse con el manto de «kirchneristas auténticos» es una oportunidad a no desperdiciar (Puede haber obrado en algunos el fastidio que se les pusiera una camiseta naranja sin avisarles, pero esa es una vieja tradición bonaerense). La duda es ¿recibieron alguna señal al respecto?

Porque la pregunta interesante es sobre actitud de la Presidente. Desde un cálculo elemental, se puede decir que, como conductora del kirchnerismo, lo que menos le interesa es dividir su fuerza en kirchneristas puros y no tanto… en vísperas electorales. Pero debemos recordar la vocación de Néstor y Cristina de enfrentar batallas políticas decisivas. Y hay un dato objetivo: Si decide darla, no hay mucho más tiempo disponible. Nuevamente, el que viva lo verá. Y no tendrá que esperar mucho.


Geopolítica de la caída del precio del petróleo

noviembre 29, 2014

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La noticia económica que va a marcar este 2014 que termina no es la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), significativa como fue. Menos aún la discreta recuperación económica de los EE.UU., el estancamiento agravado de Europa, ni el «parate» de los emergentes (ahí entramos nosotros). Es la caída del precio del petróleo.

Leemos (una de ayer, entre centenares)NUEVA YORK Y LONDRES. AFP, EFE, DPA. El precio del petróleo se hunde: cayó 7,5 dólares en Nueva York. El Brent, a su vez, descendió a 70,15 dólares en Londres. Uno de los principales valores de referencia, el WTI (West Texas Intermedio) cerró a 66 dólares el barril, un nivel sin precedentes en un lustro. El desplome se acentó después que el jueves la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) resolvió que no reducirá el bombeo de crudo. (N.B.: en julio ese barril estaba a más de 100 dólares).

La conmoción en los mercados es natural. Por más de un siglo, el petróleo ha sido la mercadería estratégica, por la que se han iniciado guerras. Y, no pocas veces, su falta les ha dado fin. Todavía con más frecuencia, ha volteado gobiernos. Por eso, les propongo dedicar unos minutos a pensar en las consecuencias geopolíticas del asunto.
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En Internet, que está casi todo, van a encontrar muchísimo material. La advertencia de siempre: está el muy técnico, que sólo puede ser evaluado por ingenieros en petróleo, y hay montones de delirios. El petróleo, después de los banqueros y «el nuevo orden mundial» (entre los que no se enteraron que ya rige) es un tema favorito para las teorías conspirativas (y para las conspiraciones, pero ésas no las suben a Internet).
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Para un resumen breve, recomiendo a los que se manejan en inglés éste del New York Times de hoy Quiénes ganan y quiénes pierden. Es una mirada sensata, desde el punto de vista del Atlántico Norte, por supuesto. Desde nosotros… trataré de volcar algunas reflexiones elementales para un debate necesario.
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La clave de la importancia del petróleo para la civilización después de 1900 es que es el combustible que proporciona mayor energía por volumen en relación a lo que cuesta extraerlo, almacenarlo y distribuirlo. Esta indicación que pongo en negrita es fundamental. Es lo que ha detenido el desarrollo de las energías alternativas, apreciadas por los ambientalistas, y de la energía nuclear, apreciada por ambientalistas informados y tecnófilos como yo: El petróleo, aún a 120 dólares el barril, es mucho más barato que cualquier otra fuente de energía para automotores y aviones, y competitivo en cualquier otro uso.
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Esto no es así por alguna ley de la naturaleza, me apuro a aclarar. Sucede que toda la tecnología de los vehículos, a partir de 1900, se desarrolló como lo hizo porque el petróleo era barato y fácil de almacenar y distribuir. Una nueva industria automotriz basada en el litio, como proponían en el blog Contradicto y Daniel Arias hace poco, es perfectamente posible y racional. Eso sí, hay que inventar toda una tecnología nueva, hasta para las estaciones de servicio (Que sólo lo puede financiar un Estado con recursos y que piense en el largo plazo, pero eso es para otro posteo).
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Al punto: esta baja en el precio hace bajar las acciones, por igual, de Chevron, Petrobras, Pemex e YPF, desaloja a la OPEC como un actor fuerte en el juego internacional, y, lo más relevante, perjudica, como es obvio, a los países cuyas economías dependen de la exportación de petróleo: Venezuela (para empezar por el MERCOSUR), Nigeria, Libia, Irán, … El más importante: Rusia. Por supuesto, también Arabia Saudita, Qatar y Kuwait, pero estos países tienen espaldas para aguantar.
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En realidad, la causa inmediata de la baja es la negativa de estos tres grandes a reducir la producción para aumentar el precio, como pedía desesperadamente Venezuela. Fue amplificada por el «efecto manada» de los mercados: todos venden porque todos venden. Pero esta decisión de los grandes productores tradicionales de petróleo es racional desde sus intereses: quieren desalentar la explotación del petróleo de esquisto, el «fracking». Y tienen claro que las pavadas al estilo Greenpeace no son eficaces.
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A los importadores de petróleo, como Argentina, Brasil (el resto del MERCOSUR, bah), Europa, Japón y, el más importante, China, nos favorece. Pero no me inclino a darle mucho peso como un elemento para dinamizar la economía. La recesión global tiene raíces más profundas y menos coyunturales que el precio del petróleo. En realidad, como apunta el NYTimes, hoy existe menos inflación global que la que los banqueros centrales del mundo, Mario Draghi, Janet Yellen y Haruhiko Kuroda quisieran.
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Justamente, la menor demanda de China, por la disminución del ritmo de crecimiento de su economía, es un factor que ha tirado abajo el precio del petróleo, más allá de maniobras coyunturales en la OPEC.
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La pregunta del billón es ¿Cuánto va a durar esta racha bajista? El compañero Vladimir Putin «espera que los precios del petróleo encuentren balance a mediados del 2015«. Pero lo cierto es que el que tuviera la precisa podría hacerse de unos cuantos miles de millones de dólares apostando en el mercado de futuros.
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Un factor a tomar en cuenta por nosotros es que la caída del precio del petróleo pincha, por ahora, las burbujas de expectativas que se habían formado en el Brasil en torno al «Pre-Salt» y en Argentina alrededor de Vaca Muerta. Mi opinión: lo siento, hermanos brasileños, pero estimo que la explotación submarina de petróleo en gran escala, con los desafíos tecnológicos y ambientales que conlleva, sólo es razonable con un petróleo muy, muy caro, por encima de lo previsible… en tanto existan reservas de shale, petróleo de esquisto ¿Unos doscientos años, tal vez?
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En cambio, el ingeniero Galuccio hace bien en procurar la explotación del petróleo y del gas en Vaca Muerta… en tanto tengamos claro que los costos de explotación en EE.UU. están fijando un límite a los beneficios potenciales, como ya han puesto en caja a la OPEC. Tengo la sensación que los precios inmobiliarios en Neuquén se han ido un poco por encima de lo razonable, por ejemplo.

¿Es el P. T. irreversible?

noviembre 29, 2014

carta maior

Los medios internacionales – no sólo Clarín, como aclaró la comentarista Lari – baten el parche con el «giro a la ortodoxia» del gobierno de Dilma Rousseff. También lo hace la izquierda brasileña. Esta nota de Breno Altman en Carta Maior, Discurso de Joaquim Levy amontoa velhas ideias, sobre lo que dice el nuevo ministro de Hacienda, es rotunda (De ahí tomé el sugestivo grabado de arriba).

Es cierto. El objetivo central explícito de su gestión es generar un superávit primario en las cuentas fiscales de 1,2 % en 2015 y de 2 % desde 2016 «por un largo período». Y para lograrlo plantea las herramientas tradicionales de la «ortodoxia», en comentarios que, dice el Financial Times, satisfarán a inversores y calificadoras de riesgo.

Mi evaluación, en cambio, es negativa, como es previsible para los que han seguido mis opiniones en el blog. Creo que el ejemplo de Europa, y antes de Japón, más toda la experiencia latinoamericana en los ´80 y ´90, muestran que esas herramientas ortodoxas, en general, esta misma etapa del capitalismo financiero globalizado, no aseguran crecimiento ni, para los pueblos que lo habían logrado, el mantenimiento del Estado de Bienestar.

Pero… hay dos aspectos a tomar en cuenta: 1) no existe hoy un modelo competitivo y exitoso en el plano global – el «leninismo de mercado» de China no se plantea como exportable, ni adecuado para países que no tengan unos cientos de millones de habitantes a sacar de la pobreza rural; otros modelos… podrán ser reivindicados vigorosamente en sus propios países, pero sus triunfos proclamados no resultan evidentes por lo menos para los que no viven allí. 2) Y tanto Lula como Dilma han recurrido en el pasado a esas mismas herramientas «ortodoxas» y a alianzas con la derecha brasileña, que tiene más conciencia de Derecha que la nuestra.

No que esas herramientas se hayan mostrado eficaces: el crecimiento brasileño ha sido menor que el nuestro, y de otros países latinoamericanos. Pero la decisión de usarlas es política, no de teoría económica. Mi impresión es que si ahora en España, y tal vez pronto en otros países europeos, se pretende ensayar otros caminos, no es por fe en algunas recetas particulares, sino por exasperación con una clase política estéril y estúpida.

Al punto de este posteo, que se refleja en el título: Quiero acercarles una nota de Eleanora Gosman, que propone una mirada más matizada de la nueva gestión:

«Por las “credenciales” teóricas y su PhD de la Universidad de Chicago, que es la escuela monetarista de Milton Friedman, el nuevo ministro Joaquim Levy representaría, en principio, un giro de 180 grados en la política económica de Dilma Rousseff y de su todavía jefe de Hacienda Guido Mantega. Vendrían ahora los tiempos del gran ajuste, con la clásica fórmula de un “buen superávit fiscal” basado en aumentar impuestos y, sobre todo, recortar la inversión pública y planes sociales. Pero ese cuadro es menos nítido de lo que parece a simple vista.

Una lectura cuidadosa de lo que explicó Levy revela que el economista no sólo sabe del “métier”. También entiende, y mucho, de política. Con un lenguaje medido mostró que su ambición, en 2015, es lograr un “ahorro” estatal equivalente a 1,2% del PBI. Nada diferente de lo que había postulado, días atrás, el saliente Mantega. Su compañero en Planificación, Nelson Barbosa, el otro pilar en el nuevo gabinete, se mostró alineado. De confesa orientación desarrollista, señaló su principal desafío: avanzar con las obras públicas de infraestructura, pero mantener al mismo tiempo la meta trazada por Levy, lo que le exigirá una cirugía fina.

Es cierto que los antecedentes del número uno de la economía inducen a pensar que se estaría en presencia de un “radical” de la ortodoxia. Ese pasado lo llevó ayer a declarar ante la prensa: “Nuestra prioridad debe ser el aumento de la tasa de ahorro; específicamente, del superávit primario”; una apreciación contradictoria con aquella otra en la que afirmó, también ayer, que no deben esperar de él “paquetes de medidas”. Como en la Argentina, también en Brasil la palabra “paquete” tiene connotaciones negativas, en función de lo que significó en los años 90. A Levy le cuesta, claro, cambiar el lenguaje. No se animó, por ejemplo, a decir que el “reequilibrio” de las cuentas públicas será gradual, aunque en los hechos y también en los conceptos desestimó el estilo “carnicero”.

La relación de Dilma con su nuevo ministro debe ser vista en funcionamiento. No por casualidad la presidenta se despidió de su todavía jefe de Hacienda con sentencias llamativas. “En sus 12 años de gobierno, Mantega tuvo un papel fundamental en el enfrentamiento de la crisis económica internacional, frente a la que priorizó la generación de empleos y la mejora de los ingresos de la población”.

Levy, quien transitó la función pública con el ex presidente Lula da Silva, sabe qué cuidados deber tomar frente Dilma y el Partido de los Trabajadores. Los planes sociales “no se pueden tocar”. Lo supo el ex presidente del Banco Central Henrique Meirelles, cuando pasó de dirigir mundialmente el Banco de Boston a la economía brasileña desde su puesto en la institución monetaria. Lo sabe Levy, como también los dueños de los dos mayores bancos del país: Bradesco e Itaú. Ellos tienen una lectura muy fina de este tránsito. Para garantizar la estabilidad económica, y las ganancias empresariales, también es preciso preservar la tranquilidad social. Sobre todo en un país con una larga historia de desigualdades«.

Francamente, no me siento seguro como para hacer afirmaciones terminantes sobre este asunto. El ejemplo de la actual gestión argentina muestra que se pueden usar medidas «ortodoxas» – intereses altos, por ejemplo – al lado de políticas de estímulo al consumo popular. La pregunta es si pueden conformar una política económica exitosa y sustentable. Otra pregunta, aún más estratégica, es si las mejoras en los ingresos populares asociadas con las gestiones del P. T., y del kirchnerismo, son irreversibles en la práctica.

Creo que pronto la realidad nos dará algunas respuestas. Espero que no sea con esa voz desagradable que usa a veces.


Música para el fin de semana – Cole Porter

noviembre 29, 2014

Lo encontré al azar, en la columna derecha de las páginas de Youtube. Cada vez que decimos adiós, del gran Cole Porter, cantado por Natalie Cole. Una voz hermosa y un tema clásico, muy lejos de lo que ahora escuchamos. Para los que pueden sentir nostalgia de algo que no han vivido.


Vamos al Parlamento del MERCOSUR

noviembre 28, 2014

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La Cámara de Diputados va a empezar a discutir la próxima semana dos proyectos, uno de Andrés Larroque y otro de Jorge Landau, que disponen la elección por voto directo de los representantes argentinos al Parlamento del MERCOSUR, en forma conjunta con los comicios nacionales de 2015. Calculo que probablemente será ley antes de fin de año.

Nada nuevo en esto, jurídicamente hablando.

El 11 de junio de 2003, los entonces presidentes Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula Da Silva firmaron un Documento de Integración entre Argentina y Brasil, donde señalaron la necesidad de avanzar en la constitución de un Parlamento del MERCOSUR, elegido por el voto directo de los ciudadanos.

Se avanzó bastante rápido, y en Montevideo, el 9 de diciembre de 2005 los cuatro países fundadores, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay suscribieron el Protocolo Constitutivo del Parlamento del MERCOSUR, que dispone que “El Parlamento estará integrado por representantes electos por sufragio universal, directo y secreto, de acuerdo con la legislación interna de cada Estado Parte”. Este protocolo fue aprobado por el Congreso nacional en 2006, así que es ley argentina, la n° 26.146 (ahí pueden ver el texto íntegro).

Por supuesto, poner en marcha nobles ideales o decisiones estratégicas requiere del juego político, que rara vez se mueve con esa rapidez, ni tampoco en una sola dirección.

El Parlasur ya existe y funciona, eh. Está integrado por 18 legisladores de cada uno de esos cuatro países y ahora Venezuela. Son elegidos por sus respectivos Congresos, con excepción de Paraguay que ya implementó desde 2008 la elección directa. Pero como todavía no cumplen todos con lo establecido en el Protocolo, sus resoluciones no tienen fuerza de ley.

Luego de esta etapa de transición, según lo establecido, el Congreso regional estará integrado, a más tardar en 2020, por 18 miembros de Paraguay, 18 de Uruguay, 43 de Argentina, 75 de Brasil y 33 de Venezuela.

También vale aclarar, siempre en el plano jurídico, que la ley del año 2009 que estableció las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) reglamenta que todas las agrupaciones políticas seleccionarán a sus candidatos a parlamentarios del MERCOSUR en las PASO, esto es, de manera simultánea con las precandidaturas ejecutivas y legislativas de orden nacional. Y deberán reunir el piso mínimo en cada distrito del 1,5 % de los votos válidos para presentar candidatos en esta categoría, como en las otras.

Por supuesto, todo esto no va a ser el principal interés de los muchos politizados que entre nosotros hay.

Lo que todo el mundo empezará a pensar ahora es en si Cristina Fernández encabezará, o no, la lista de representantes al Parlamento del MERCOSUR que presentará el FpV en las PASO. Y cuáles serán las posibles consecuencias electorales.

Los más previsores se preguntarán cuáles serán las figuras que, si CFK se presenta para el Parlasur, se presentarán por las otras fuerzas políticas.

Algún posteo sobre el asunto puedo prometerles para el blog de Abel, pero les digo que eso no es lo más importante. Todas las decisiones fundamentales tienen siempre un elemento de especulación política inmediata. Ese es el juego del poder. Pero dentro de veinte años nadie recordará los detalles, salvo los historiadores.

En cambio, un Parlamento elegido por el voto directo de los pueblos, además de sus atribuciones legales, será mucho antes un factor importante en la realidad de la América del Sur. La forma más profunda en que se manifieste es con la consolidación de alianzas políticas transnacionales en el subcontinente, como ya sucede en el Parlamento Europeo.


Brasil y Argentina: Historia de dos industrias

noviembre 27, 2014


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En un reciente posteo menor – donde quise mostrar un paralelismo en actitudes hacia el gasto público de las gestiones de nuestros hermanos brasucas y las nuestras, y también en los discursos de sus funcionarios – el talentoso bloguero Contradicto acercó un artículo, publicado este martes en la revista Carta Capital, del economista brasileño Luiz Gonzaga Belluzzo.

Les traduzco la mayor parte, porque creo que echa luz sobre los problemas de Brasil, que son, ¡sorpresa!, muy parecidos a los nuestros. Y después agrego unas observaciones mías, cómo no.

«En el debate electoral pocos se arriesgaron a exponer el daño causado a la industria brasileña por la combinación de tipo de cambio sobrevaluado y altas tasas de interés, mantenida en los últimos 20 años.

En el período 2004-2010, impulsada por los precios de las materias primas y el aumento de ingresos del «nuevo consumidor», la economía brasileña creció a tasas satisfactorias. Antes y después, mantuvo una trayectoria de crecimiento mediocre.

El origen de los malos resultados es la desestructuración de la industria manufacturera, cuya «realidad» se expone de manera espectacular en las cifras de la balanza comercial en el sector, lo que arroja un déficit de 105 mil millones de dólares en 2013.

Nacidas de las revoluciones ideológicas de las décadas de los ´80 y ´90, las políticas macroeconómicas importadas a Brasil por los corifeos la «nueva economía» llevaron a la reducción de las cadenas de suministro en varios sectores de la industria, especialmente en las áreas textiles, metalmecánica (especialmente la de bienes del capital), química y electrónica. La pérdida de enlaces en las cadenas significó reducción de valor para el mismo valor bruto de la producción, lo que en la práctica es la eliminación de los puntos de generación de ingresos y empleo.

La modernización restringida – en un contexto del Real sobrevaluado y ausencia de políticas industriales activas – provocó un aumento brutal de las importaciones de bienes de capital y el abandono de nuestra propia industria de equipos. Al mismo tiempo, se produjo la especialización en las líneas de producción de la industria pesada, que se tradujo en una mayor coeficiente de importaciones. Esta alta dependencia de las importaciones se ha convertido en estructural y que se manifiesta en la producción actual, incluso en condiciones de bajo crecimiento.

… A diferencia de la inversión extranjera de 60 y 70, que movilizó, directa e indirectamente, los proyectos para sustituir importaciones y / o estimular las exportaciones, la nueva etapa de «integración externa» ha aumentado la vulnerabilidad de la economía brasileña.

… Los acólitos del ultra-liberalismo de los mercados ignoraron el papel estratégico de los gastos de inversión pública en la coordinación de las decisiones privadas. El resultado habría sido más virtuoso si el proceso de privatización se hubiera dirigido a estimular la diversificación sectorial y la fortaleza financiera y tecnológica de la gran empresa privada nacional, aumentando su capacidad de competir aquí y en el extranjero.

En un artículo escrito con Julio Sergio Gomes de Almeida, indiqué que la falsa inserción competitiva de la economía brasileña está pasando factura. Falsa, porque las políticas de la década de 1990 entendieron que era suficiente exponer la economía a la competencia extranjera y la privatización para lograr ganancias micro y macroeconómicas de eficiencia. Se hizo en la dirección opuesta a los asiáticos, y se abrió la economía al reducir los costos de las importaciones.

… Lo que vemos en los anales de la “economía ortodoxa” muestra que aún prevalecen los que patrocinan las políticas que llevaron al mundo a la debacle de 2008«.  (completo aquí)

Lo primero que me impresiona – como le contesté a Contradicto – es que muestra que – a pesar de las diferencias en la estrategia anti inflacionaria, sobre los que se pone tanto énfasis – los problemas estructurales de la industria brasileña son muy parecidos a los nuestros.

Aquí en Argentina algunos economistas, incluso moderadamente pro mercado – pienso en Lucas Llach -, se han dedicado a «desmitificar» el llamado milagro brasileño, sosteniendo que su crecimiento, evaluado a lo largo de las dos últimas décadas, es bastante decepcionante.

Tienen argumentos, cierto. Pero si tomamos un período más largo – 60 años, por ejemplo – la diferencia entre los desempeños de nuestras dos economías es impresionante. A favor de ellos. Reconozcamos que el salto de productividad que puede darse al salir de una economía fundamentalmente primaria – como lo demuestra el caso chino – es mucho mayor que cuando ya existe un fuerte componente industrial. De todos modos, creo que es indiscutible que Brasil ha mostrado más coherencia que Argentina en sus políticas económicas (bueno, no es un desafío exigente).

Pero pienso que la reflexión más importante que podemos hacernos todos, argentinos y brasileños, es preguntarnos porqué las gestiones de Lula y de Dilma, y de Néstor y Cristina, han avanzado tan poco a lo largo de más de una década en modificar este marco estructural. Se me ocurre que el marco global, en lo material y en lo cultural también, nos condiciona mucho más de lo que a los militantes les gusta admitir. Que cambiar las políticas sociales y, por supuesto, el discurso, les resulta más fácil a los gobiernos que cambiar la realidad de la economía.


Dicen que el gasto público estimula la economía

noviembre 27, 2014

john-maynard-keynesEs sabido que los economistas K, sobre todo si son petisos, pueden decir cualquier cosa. Lo curioso es que esta vez lo dicen en portugués. Al menos esa fue mi primera impresión cuando entré al Jornal do Brasil, hoy, quinta feira, 27 de noviembre, y leí:

Secretário do Tesouro defende política de aumento de gastos. A redução do esforço fiscal nos últimos anos foi essencial para estimular a economia e impedir que os efeitos da crise internacional se agravassem sobre o Brasil. A avaliação é (la evaluación es) do secretário do Tesouro Nacional, Arno Augustin, ao fazer um balanço sobre seus oito anos no cargo … “Em relação à política fiscal para o próximo ano, é normal que, em início de mandato, haja contenção [de gastos]. Inclusive, acho importante um ajuste de tempos em tempos porque a máquina pública tende a se autoalimentar. Se isso ocorrer no ano que vem, será bastante normal”.

Seriamente, creí interesante traerlo porque Clarín nos está informando en estos días: Fuerte malestar en el PT por el giro neoliberal de Rousseff (El día anterior traía exactamente el mismo título, pero con «giro liberal«. No era lo bastante fuerte, parece).

No estoy lo bastante al día de la política interna brasileña para opinar sobre el asunto. Leyendo los diarios brasileños, no tengo la impresión de un «volantazo» en la política económica (Mantega no está contento con irse, pero qué ministro lo está?). Seguramente Flics, Baleno, Gonzalo Bustos, u otra gente sabia de la blogosfera podrán ser más precisos.

Lo que quiero señalar aquí es que, más allá de si estas noticias forman parte de la campaña (creo que sí), Clarín y el resto de los medios opositores han conseguido instalar que «el nuevo gobierno que asuma en 2015 deberá hacer un ajuste muy duro«. Se ha convertido en un difuso «sentido común», sobre todo en la oposición. Lo que – dicho sea de paso – me parece idiota como estrategia electoral. Las «Doñas Rosas» de ambos sexos tienen simpatía inicial con la idea de «ajustar el cinturón», pero si empiezan a pensar que es su cinturón…

Estimo entonces que muestra un pensamiento político-social que trasciende lo electoral. Y que tiene vínculos con el que impone una austeridad excesiva y absurda en la Unión Europea.

Y, como soy de los conservadores que piensan que la economía existe (el posmarxismo lacaniano, más progre, insiste que todo es interpretación) me siento obligado a expresar mi opinión, por lo que valga: El gasto público no es perjudicial en sí mismo, excepto cuando ahoga a la actividad productiva. Situación mucho menos frecuente que las quejas de los empresarios por el asunto. Sucedió en Roma, en los tiempos de Diocleciano, y sin duda en otros lugares, pero no me parece que es el caso en Argentina.

Por supuesto, como dice don Arno, el gasto público tiende a crecer por sí mismo, y alguien debe poner límites. Los árboles no crecen hasta el cielo, porque se caen. Además, sí creo que tenemos en Argentina un problema serio en el nivel de inflación que soportamos. Los brasileños han sido más intransigentes con este asunto, y pagan un precio en las altas tasas de interés que atraen al capital especulativo.

Por eso o por otros motivos, Néstor Kirchner despachó a Lavagna a fines de 2005 cuando quiso poner metas de inflación. Ahora, por supuesto, el gobierno enfrenta el problema con el único sistema que funciona: el enfriamiento (forzoso, en este caso) de la economía. Hay que reconocer, eso sí, que el gobierno lo está haciendo en forma moderada y sin recortar alevosamente los gastos sociales. Y con un discurso keynesiano de izquierda, faltaba más.


«El eterno retorno de una oposición sin memoria»

noviembre 26, 2014

DB y MM

Hay que reconocer que los opositores al actual gobierno argentino son una raza sufrida. La bloguería K y Jorge Lanata, por ejemplo, están de acuerdo en una sola cosa: pegarles. Y su conducción natural, los medios de comunicación (lo siento, pero es la verdad: se prenden en cada titular de la edición del día), los tratan peor: con lástima.

En el blog de Abel he sido hospitalario con ellos, eso sí. Mi oficialismo es crítico y bastante carente de entusiasmo. Y sólo dejo de autorizar sus comentarios hirientes cuando, a mi juicio, la frustración los pone muy histéricos. Si hoy tomo parte de una nota de la semana pasada de Alejandro Horowicz donde disecciona a sus referentes pasados y actuales, es porque me parece un análisis realista. Y porque quiero contrastarlo con un reportaje que aparece hoy, donde el asesor de su candidato más promisorio propone un nuevo camino. Se los comento al final. Ahora, leamos a A. H.:

«El déficit de las lecturas políticas de la oposición no por sabido resulta menos alarmante. A tal punto, que es posible sistematizar el dislate. El ciclo atraviesa dos fases. En la primera, el oficialismo está a punto de derrumbarse y si se le pegara un empujón terminaría cayéndose. Nunca se entiende porqué, pero la pérfida aptitud K finalmente desbarata la acometida. El ejemplo más notorio de ese modelo de fracaso puede ubicarse en derredor de la victoria opositora en las elecciones del medio tiempo (2009, 2013). Sirvió para que tras la batalla campera de 2008 las presidencias de las comisiones del Congreso Nacional cambiaran de mano, y en ese punto concluyó el cambio. Es la cara eufórica.

En la segunda, el oficialismo gana la primera vuelta y sólo una sofisticada ingeniería política impediría la victoria definitiva en el balotaje. De modo que el acuerdo previo termina siendo el instrumento eficaz consensuado. A caballo de los argumentos de sus dadores de sangre intelectual, se reúnen los líderes con alguna chance y producen un documento para salvar la república. Los grandes medios comerciales explican la significación del texto, la divisoria de aguas que organiza, pero todos saben o al menos sospechan que se trata de retórica vacía. Es la fase depresiva. En ese punto del ciclo nos encontramos hoy, sólo falta el documento republicano. Están quienes sostienen que el acuerdo para debatir en TN es esta vez el dichoso manifiesto.

Una observación elemental permite comprobar que el oficialismo, en las tres elecciones nacionales (2003, 2007, 2011) jamás tuvo que ir a segunda vuelta. Sin embargo, como si se tratara de una gramática imposible de evitar, el panorama electoral de 2015 repite el corralito. Eso si, los protagonistas difieren. El cambio generacional –no se me ocurre una caracterización mejor– pareciera todo el cambio. Vale la pena observar la estructura posicional, los lugares que las distintas tolderías políticas ocupan en el tablero.

Del enfrentamiento entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde surgió el peronismo federal. En principio se trataba de los restos no K del peronismo bonaerense, y del intento de articularlos, junto con aliados del interior, en derredor de una dirección unificada. Todos los candidatos presidenciales del espacio decidieron civilizadamente dirimir en una interna el reparto de las achuras. En teoría esa posibilidad existía, pero como para ganar era y es preciso hacer pie en la CABA, Mauricio Macri fue invitado a sumarse; durante un breve lapso pareció que el acuerdo avanzaba, hasta que Macri dijo nones y la interna terminó en bochorno. Es decir, los desgastados participantes ni siquiera pudieron concluirla en medio de acusaciones cruzadas de fraude.

Francisco de Narváez, primero, y Sergio Massa, después, heredaron esa tradición.  El colorado volcó tras su acuerdo electoral con Ricardo Alfonsín, y ese arreglo no sólo no los potenció en el cuarto oscuro sino que terminó destruyendo la trabajosa recomposición que la UCR pergeñara tras la debacle de 2003. Sin olvidar que el proyecto de Santa Fe, la confluencia del socialismo de Hermes Binner con la UCR, terminó en aborto. Ricardito hizo la autocrítica y ambos juraron que esa desagradable experiencia no se volvería a repetir. Y no cabe duda de que estamos presenciando la misma versión de la misma historieta.

Massa, en tanto, heredero directo del cabezón Duhalde, está parado en el mismo lugar que su antecesor, y tiene que enfrentar sus mismos dilemas. No me propongo hacer comparaciones odiosas entre ambos, pero basta observar las dificultades del diputado de Tigre con la Santa Madre para entender la diferencia.

… El lugar electoral de Macri está determinado por la degradación de la UCR. Un segmento decisivo de su electorado proviene del viejo tronco radical, no es casual que el grueso de los cuadros del Movimiento de Integración y Desarrollo haya regresado a sus fuentes. El radicalismo lo sabe; pero la feroz lógica de los intendentes, que necesitan subirse a los faldones de un candidato presidencial roncador, sólo se preocupa por la próxima elección. El futuro se conjuga en la primera persona del singular en el modo indicativo. Esto es, un futuro partidario que no incluya al intendente en cuestión lo tiene completamente sin cuidado. Por eso, el partido de Alem e Yrigoyen no para de desangrase.

El acuerdo político entre Macri y Massa es ideológicamente posible, pero nadie propicia una construcción que no esté al servicio de su carrera política, por tanto cada participante espera que el otro le ceda el turno. Invariablemente tal cosa no sucede, y todos alucinan que la próxima encuesta permita dirimir el entuerto. Cosa que tampoco sucede. En ese punto Lanata los carajea y todos mansamente bajan la cabeza sin cambiar de posición. Y el juego vuelve a reiniciarse«.  (completo aquí)

Horowicz pinta un cuadro deprimente, pero, a mi entender, con mucho de razón. Y mucho de inevitable. Porque los opositores están compitiendo entre ellos por los votos… opositores. Que son numerosos y motivados, eh. Pero, salvo catástrofe, no sirven para ganar. Ni siquiera para construir un espacio sólido.

Hay alguien que tiene otra idea. No por benévolo, entendamos. Sus tácticas duras en las campañas son bien conocidas. Pero la imagen que le interesa que su candidato proyecte es muy otra. Y la explica aquí, en un reportaje que reproduce la Agencia Paco Urondo (tomo de ellos la simpática foto que adorna el posteo).

Durán Barba: «Un candidato pierde cuando patea un perro, no cuando es neoliberal»

No lo voy a copiar, por Dios! Pueden leerlo en APU. No es demasiado distinto de lo que decía hace ocho años sobre la política erotizada. Y, aunque algunos profesionales de la comunicación política lo acusan de vender humo, una evaluación realista indica que sus planteos tienen un porcentaje apreciable de éxitos. Sólo quiero señalar un punto muy básico: esa actitud… hedonista se expresa en las elecciones cuando los votantes están más o menos tranquilos económicamente (no necesariamente prósperos; tranquilos). Cuando no…


La guerra que hay – El «Estado Islámico»

noviembre 26, 2014

Por lo visto, el tema militar y su necesario adjunto, los conflictos bélicos, estimulan el interés y la participación de los lectores de este blog. Muchos comentarios, con aportes inteligentes. Bien. Las pujas internas son inevitables en toda sociedad, pero si nos concentramos exclusivamente en ellas… nos devoran los de afuera, nos advierte el Martín Fierro.

Me parece útil, entonces, acercarles el trabajo de un analista del país que tiene el protagonismo principal – además de los actores locales, claro – en el conflicto más sangriento en marcha hoy, el que transcurre en Medio Oriente y enfrenta al Estado Islámico y sus enemigos.

Como dije muchas veces en el blog, la calidad de la información de la agencia privada estadounidense Stratfor es… despareja. Pero en lo que se refiere a los intereses directos de su país, es lúcida y desapasionada. Por eso este trabajo de su CEO, George Friedman, resulta útil (salvo para los que les basta la satisfacción moral de denunciar que los EE.UU. alentaron en el pasado el crecimiento del grupo que terminó al frente del ISIS, el actual Estado Islámico, así como de otras organizaciones yihadistas. Es cierto. ¿Alguien espera que pidan disculpas?).

La nota empieza mencionando un hecho que apareció ayer en todos los medios internacionales, sin que se pusiera especial énfasis en el asunto: VIENA (AFP).- Tras una semana de intensas negociaciones, Teherán y las grandes potencias no lograron cerrar ayer en Viena un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, aunque acordaron extender el plazo hasta el 30 de junio de 2015 para sellar un pacto.

Les traduzco la primera parte:

«El Estado Islámico remodela el Medio Oriente.

Las conversaciones nucleares con Irán han fracasado en producir un acuerdo, pero el plazo se ha ampliado sin problemas. Lo que hubiera sido una grave crisis hace un año, repleta de amenazas, se ha manejado sin drama. Esto marca un cambio en la relación entre Estados Unidos e Irán, un cambio que no se puede entender sin considerar primero los cambios geopolíticos masivos que han tenido lugar en el Oriente Medio, que redefinen la urgencia de la cuestión nuclear.

Estos cambios tienen su origen en la aparición del Estado Islámico. Ideológicamente, hay poca diferencia entre él y otros movimientos yihadistas islámicos radicales. Pero en términos de presencia geográfica, el Estado Islámico se ha distinguido del resto. Mientras que Al Qaeda podría haber deseado tomar el control de un Estado-nación importante, siguió siendo principalmente una organización terrorista dispersa; era un movimiento, no un lugar. Pero el Estado islámico, como su nombre lo indica, es diferente. Se ve a sí mismo como el núcleo a partir del cual debe crecer un estado musulmán transnacional, y se ha consolidado en Siria e Irak como una entidad geográfica. El grupo controla una región más o menos definida en los dos países, y tiene algo similar a un aparato militar convencional, diseñado para defender y ampliar el control del Estado. Hasta el momento, con avances y retrocesos, el Estado Islámico ha conservado este carácter. Aunque el grupo canaliza sin duda una parte sustancial de su poder en formaciones guerrilleras dispersas y conserva un aparato terrorista regional significativo, sigue siendo algo bastante nuevo para la región – un movimiento islamista que actúa como un estado regional.

No está claro si puede sobrevivir. Está siendo bombardeado por aviones estadounidenses, y EE.UU. está tratando de consolidar una coalición para atacarlo. Tampoco, por supuesto, está claro si el grupo puede ampliar su territorio. Parece haber llegado a su límite en el Kurdistán, y el ejército iraquí (que fue vergonzosamente derrotado en la primera etapa del surgimiento del Estado Islámico) está mostrando algunos signos de ser capaz de lanzar contraofensivas.

(Sea cual sea su futuro, ya) el Estado Islámico ha creado una situación que impacta en las potencias regionales y también en las globales, obligándolas a redefinir su conducta. La presencia del grupo es a la vez novedosa e imposible de ignorar, ya que es una entidad territorial. Las naciones se han visto obligados a reajustar sus políticas y las relaciones con las demás como consecuencia de ello. Vemos esto no sólo en el interior de Siria e Irak. Damasco y Bagdad no son los únicos que tienen que lidiar con el Estado Islámico; otras potencias regionales – Turquía, Irán y Arabia Saudita en especial – deben volver a calcular sus estrategias.

Una organización terrorista puede infligir dolor y causar confusión, pero sobrevive al permanecer dispersa. El Estado Islámico tiene un elemento de terrorismo, pero también es una fuerza concentrada que podría expandir su territorio. El grupo se comporta geopolíticamente, y mientras sobreviva plantea un desafío geopolítico.

(A modo de ejemplo:) Dentro de Irak y de Siria, el Estado Islámico se ha impuesto en las regiones árabes sunitas de Irak, a pesar de la resistencia de algunos sectores. El Estado Islámico ha podido hacer frente a esta resistencia hasta el momento. Pero el grupo también ha presionado contra los límites de las regiones kurdas y chiítas, y ha buscado crear un vínculo geográfico con sus fuerzas en Siria.

Ya ha cambiado la dinámica interna de Irak. (Después de la caída de Saddam y la invasión estadounidense) los sunitas se convirtieron en una comunidad débil y dispersa. Ahora el Estado islámico es una fuerza importante en la región al norte y al oeste de Bagdad, lo que representa una posible amenaza a la producción de petróleo kurdo y a la autoridad de cualquier gobierno iraquí.

El grupo ha tenido un efecto aún más complejo en Siria, al haber debilitado a otros grupos opuestos al gobierno del presidente sirio, reforzando así la posición de Bashar al Assad,, a la vez que aumenta su propio poder. Esta dinámica ilustra la complejidad geopolítica de la presencia del Estado Islámico«.  (completo aquí)

El artículo es mucho más extenso, y sin duda los interesados en la geopolítica del Oriente Medio, y que dominen el inglés. lo apreciarán. Pero estos párrafos, me parece, ya sirven para ilustrar cómo ve esta guerra, «la que hay», un miembro bien informado de los sectores dirigentes de la Potencia Hegemónica.

Es evidente que entra en la categoría, ya estudiada hasta el cansancio, de «guerras asimétricas». De un lado, una superioridad material y tecnológica indiscutible; del otro, una inserción profunda en la población – de buen o mal grado – y la decisión de derramar la sangre propia y ajena sin límites. ¿Es necesario decir que todos los conflictos recientes prolongados son así? Las guerras «simétricas» simplemente no se desatan, porque son demasiado costosas para ambos lados. (Es un argumento para el valor disuasivo, que comenté en el posteo anterior, de tener un ejército moderno, bien equipado y bien motivado).

El otro aspecto importante, que me parece ha merecido mucho menos análisis, es que el elemento de propaganda dirigida al enemigo es mucho menos importante que, por ejemplo, en la otra guerra larga clásica del último medio siglo: la de Vietnam. Los estadounidenses y sus aliados no tienen un mensaje para los pueblos árabes, ni se molestan en desarrollarlo, salvo las vaguedades de Obama (su alianza con Israel lo haría muy difícil, de todos modos). Y el Estado Islámico no muestra interés en convencer a los «infieles». Su propaganda se dirige a los potenciales reclutas. Para el resto, su política es infundir terror.

Se me ocurre que hay episodios en la historia islámica que pueden echar luz sobre el destino del E. I., y el rol de las potencias «occidentales». Pero el posteo ya es bastante largo. Y el tema continuará. Vaya si continuará.


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