«El siglo de Perón», de un europeo

el siglo de perón

El título del libro no debe confundir. Alain Rouquié, el autor, es politólogo, Master de investigación en Ciencia Política y se doctoró en 1978 en Literatura y Ciencias Humanas en el Institut d’Ètudes Politiques de París. Es director de investigación emérito de la Fondation Nationale des Sciences Politiques y desde 2003 es presidente de la Maison de l’Amerique Latine en Francia.

Es decir, es uno de los «mandarines» que dan el tono de la cultura francesa y, hasta cierto punto, de la europea. Por supuesto, es un liberal y, como la élite a la que pertenece, sus valores y su estética son distintos -y en algunos sentidos opuestos- a los del peronismo.

Pero tiene la inteligencia y la información para apreciar que esos valores y esa estética ya no son apreciados como eran, ni siquiera en Europa. En los términos de Toynbee, que el bloguero Manuel Barge gusta citar, esa minoría creativa se ha convertido en dominante (En mi opinión, siempre fue dominante. Ha perdido creatividad y eso disminuye su posibilidad de dominar).

Como sea, me parece que este reportaje que dio al Cronista -un medio todavía más antagónico al peronismo- resulta interesante. Siempre es bueno verse con los ojos de los otros, si, claro, uno es capaz de mirar antes con los propios. Mi comentario al final.

«¿Qué lo motivó a escribir este libro?

Hubo una doble motivación. La primera fue que, después de tantos años de haber estudiado e investigado a América latina (y, sobre todo, a la Argentina), nunca había publicado nada específico sobre el peronismo. Y eso había sido, en gran parte, porque no quería agregar otro libro a la espesa biblioteca que ya abunda sobre él. Confluyó una segunda motivación: la aparición de regímenes políticos que se le parecían bastante. Sobre todo, el chavismo, en Venezuela. Al punto de que el Teniente Coronel Hugo Chávez parecía una especie de clon, de heredero, del Coronel Perón.

¿Por qué ‘El Siglo de Perón’?

Porque van 70 años de peronismo. Que sigue y seguirá. Personajes como Charles de Gaulle, en Francia, o Getúlio Vargas, en Brasil, ya son patrimonio histórico. No provocan divisiones o conflicto político como, todavía, ocurre con Perón. Aquí, en la Argentina, hay una memoria muy viva, que hace que el peronismo siga presente. Hay un segundo sentido por el que hablo de ‘siglo de Perón’. Recientemente, aparecieron regímenes, a los que llamo “democracias hegemónicas”, que se parecen bastante en sus orígenes y evolución al peronismo. Particularmente, en América latina, como Venezuela, Ecuador, Bolivia o Nicaragua. Pero, también, en otros lugares, como Hungría o Polonia.

¿Qué caracteriza a esas “democracias hegemónicas”?

Son gobiernos que llegan al poder mediante elecciones transparentes, honestas, sin fraude. Y, una vez en el gobierno, intentan controlar todas las instituciones e imponer la voluntad del Poder Ejecutivo. Son, además, regímenes plebiscitarios. Están basados en elecciones. El líder necesita una permanente adhesión popular y la puede solicitar cada vez que tiene un problema. Chávez, por ejemplo, convocó a una consulta popular en cada uno de los 13 años en los que duró su gobierno.

Volviendo al peronismo, ¿qué descubrió, al escribir este libro, que no había llamado su atención antes?

No había percibido tanto la importancia del carisma. Hay una vertiente religiosa, casi sagrada, que está casi desde el principio en Perón y en Eva Perón, incluso, antes de su muerte prematura. Lo otro, que también es muy importante, es que el peronismo cambió la cultura nacional. Este país tenía una cultura liberal, económica, de mundo abierto, que se había formado entre fines del siglo XIX e inicios del XX. El peronismo cambió todo eso. Impuso una nueva cultura, que sigue siendo muy fuerte. Por eso, ningún movimiento de izquierda prosperó en la Argentina. Aquí, es imposible tener una coalición política como la que existe en Uruguay o en Chile. El peronismo es una cultura nacional, no sólo un partido político.

¿Qué caracteriza a esa cultura?

El primer elemento es el antiliberalismo. Después, la idea de comunidad organizada, de la ausencia del conflicto de clase, de la conciliación nacional, de una organización social regida bajo la tutela del Estado. Perón era admirador de Mussolini: es algo que nunca ocultó.

¿El peronismo moldeó una nueva cultura? ¿O fue un reflejo de ella?

El peronismo fue moldeador de una nueva cultura. Por supuesto, había bases. Existía una oposición a la visión de las élites, de la Generación del ’80, las ideas del Centenario, la primera globalización… Todo aquello que la crisis del ’30 puso en cuestionamiento.

¿Por qué cree que, a 40 años de su fallecimiento, Perón sigue zanjando aguas?

Perón afectó a muchos intereses creados. Primero, los de las élites y las clases dominantes. Hay un elemento central de lo que fue el peronismo: el estatuto del peón rural. Fue recibido como una violación del derecho de propiedad. Está escrito así, incluso, en textos de la época. Fue algo revolucionario. Antes, el peón rural no tenía más derechos que el que se amo quisiera otorgarle. Tampoco se le perdonaron las políticas de vivienda y los beneficios sociales, que favorecieron a los sectores populares. Eso hizo que la clase media se sintiera humillada y postergada frente a ellos.

El peronismo, claramente, es un movimiento que nació como respuesta a categorías políticas, económicas y sociales del siglo XX. ¿Tiene capacidad de reconvertirse en una fuerza política del siglo XXI?

El futuro del peronismo sigue siendo un misterio, un gran enigma. Ya revivió varias veces. ¿Podrá hacerlo de nuevo? Quién sabe… Siempre me llamó la atención una cosa: el concepto ‘Justicialista’ nunca encajó tan bien como ‘Perón’ o ‘Peronismo’. De hecho, a 40 años de su muerte, se sigue hablando de él. Hoy, abro aquí los diarios y las preguntas son qué pasará con el peronismo en las próximas elecciones, a dónde irán los votos peronistas o si podrá tener su revancha en 2019. Menem, por ejemplo: ¿qué tuvo del peronismo inicial, que era antiliberal? Y, sin embargo, muchos peronistas lo reconocen como un presidente peronista. El peronismo es una gran caja de herramientas, a la que se recurre según la situación.

¿Qué herramientas contiene esa caja?

Por empezar, lo que mencioné antes: el carisma del líder, la comunidad organizada… La fuerza de los sindicatos, el nacionalismo, la categorización del adversario como enemigo… La concepción de que una mayoría política descarta o expulsa a las minorías; que se implementen políticas distributivas en períodos de bonanza económica; y la liturgia, la dimensión religiosa y sagrada.

¿Cree que en democracias modernas eso todavía tiene vigencia?

En Europa, donde se supone que las democracias liberales están consolidadas, se están viendo gobiernos antiliberales, como el de (Viktor) Orbán, en Hungría, o el partido Justicia, en Polonia. Son regímenes que están yendo hacia las democracias hegemónicas. ¿Y qué pasa, también, en un país tan importante como el que está en el Norte? No fueron pocos los que dijeron que, en noviembre, un peronista había llegado a la Casa Blanca.  Trump tiene mucho de peronismo, en términos de protección a los sectores más golpeados por la globalización, por su rechazo al libre comercio, por haber creado toda una mitología en torno a su persona o por intentar prescindir de preceptos institucionales y transgredir normas constitucionales (esto último, por la cultura política de los Estados Unidos, le será muy difícil). Donald Trump es la prueba de que el peronismo puede resurgir.

Hablando de resurgir, ¿piensa que Cristina puede ser la jefa de un peronismo renovado?

Eso es algo que no se puede decir todavía. Cristina dejó la presidencia con índices de popularidad altos; tengo entendido que bajó. Néstor, por ejemplo, llegó al poder de casualidad. Sacó 22 % de los votos, menos que el índice de desocupación. Pero, luego, se hizo muy fuerte. Su gran habilidad fue hacerle creer al peronismo que iba a fundar otro partido porque no lo controlaba y, una vez que lo controló, desistió de esos planes. Ahora… ¿algo así basta hoy? Parece que no, de momento.

En su libro, usted definió al kirchnerismo como una versión “revisada y corregida” del justicialismo.

El kirchnerismo tuvo mucho del peronismo inicial. Sobre todo, durante la segunda presidencia de Cristina. Tuvo una tendencia muy hegemónica, “encontró” enemigos en muchos lados. Pero, como buena demócrata, reconoció la derrota.

A regañadientes…

Sí, es cierto. Pero demostró que ella ya no tenía la mayoría que creía representar. Retornando a su pregunta, otro rasgo común entre el peronismo y el kirchnerismo fue que, en los últimos 12 años, se pudo hacer políticas distributivas gracias a que el boom de las commodities brindó recursos.

¿Qué desafíos enfrenta un país en el que el peronismo es una cultura para un gobierno que, precisamente, no es peronista?

Los desafíos son numerosos. Macri ya se enfrentó a muchos. El pago a los fondos buitres, por ejemplo. Para el gobierno anterior, era una cuestión de soberanía y defensa de los intereses nacionales. Se hizo y no desencadenó ninguna reacción social. Hoy, existe un elemento que puede modificar y facilitar el cambio político: los sindicatos, que fueron la columna vertebral del peronismo, ya no son iguales que hace 30 años. Están muy debilitados y divididos, fundamentalmente, por el proceso de desindustrialización que el país vivió durante el gobierno militar y la presidencia de Menem».

Muchos peronistas, seguramente una mayoría, se sentirán irritados con este «mandarín» francés. Pero creo que su mirada nos sirve. Porque el peronismo es la transformación de la sociedad argentina y del Estado argentino que llevó a cabo, sus valores, sintetizados en «las tres banderas», y es también «una caja de herramientas». Que, dicho sea de paso, el PRO ha aprendido a usarlas.

El desafío para los peronistas es hacer que lo que ofrezcamos a los argentinos hoy sea, indisolublemente, esa transformación y esos valores, actualizados.

18 Responses to «El siglo de Perón», de un europeo

  1. Norberto dice:

    En mi opinión el peronismo no son las tres banderas y la caja de herramientas, la caja de herramientas es un instrumento que puede usar cualquiera que de peronismo nada, aunque sea poco o muy político, así lo hizo el riojano y lo hace Isidoro, uno con cierta sensibilidad social y política, el otro con la fuerza bruta del trípode alineada por las buenas o por las malas.
    Así como hay algunas herramientas keynesianas que nuestros «liberales» no dudan en usar cuando las papas queman, estos dos ejemplos, como también lo hicieron las dictaduras, tomaron y toman uno o todos los instrumentos de la caja en favor de «la minoría» y claramente en contra de las mayorías, el detalle fue el respeto por las reglas y las minorías de todos los gobiernos peronistas del kirchnerismo, que también utilizó las mejores herramientas que existían en la misma.
    Y hoy se ve, se apoya en quienes lo votan para devolver privilegios a «la minoría» quitándole a los primeros para llenar los agujeros que eso provoca en las arcas del Estado, todo bajo la protección de la punta de lanza de la pata económica de la troika que informa ocultando la información, lo irrelevante ocultando lo importante cuando no directamente la mentira para tapar la verdad. De lo que yo recuerdo de mis primeros años, ese instrumento nunca fue usado por Perón, más bien fue frecuente de sus detractores y sucesores fusiladores y gobiernos democráticos o dictatoriales varios. Podríamos decir que los que se dicen peronistas o los que usan la caja sin decir ser tales, han sacado esa, y otras, herramienta de la caja de los “liberales» de otrora y de los neoliberales actuales.
    Por mi parte nunca reconoceré como peronista a aquellos que solo usen la caja y entierren las banderas.
    Nunca menos y abrazos

  2. bistiarj dice:

    Es un tópico recurrente «el carisma» de Perón. Una buena parte de la espesa biblioteca versa sobre eso. A los peronistas nos gusta alardear de eso, de una supuesta invencibilidad del peronismo.
    Centrarse en eso creo q es ocultar el carácter del peronismo.
    Decir q es un país de inmigrantes me resulta más preciso, también decir q es la forma en como los argentinos entendemos q debemos insertarlos en el mundo también. Lo demás sí es aporte de Rouquié.

  3. Manolo dice:

    Modestamente, se decía en el Sorpaso…
    Para los NyC, que si leímos al Judío revoltoso de Breslau, antiliberal que escribió qué es una Constitución?, agitador sindical y del voto universal.
    Monje negro del Estado de Bienestar prusiano, Bismark y Moltke lectores de Marx que asumían la interpretación de Lasalle.
    Nos parece natural » fundar un partido y cansarse de ganar las elecciones»; porqué cada 2 años hay revancha…
    El embajador de la República Francesa en Brasil y México, o sea un orgánico de la puta madre, no necesita que le expliquen el Poder Organizado como dispositivo, ni tener que recurrir a Holloway y su araña inteligente
    Ya esta en el análisis de Maquiavelo sobre la SPQR y los sacrosantos Tribunos de la Plebe
    En fin Abel, como decía la abuela de los Medici Popolanos, mostrando su concha, todavía disponemos del instrumento que permite fabricar tantas Conducciones como hagan falta.
    Como decía Toynbee, es de la masa social donde emergen y se nutren las minorias creativas…
    Abrazo

  4. CV dice:

    No me termina de convencer la tipología de «democracias hegemónicas». Entra allí la presidencia de Roosevelt y su «court-packing» plan para consolicar el New Deal?

    https://en.wikipedia.org/wiki/Judicial_Procedures_Reform_Bill_of_1937

  5. claudio Maxl dice:

    «El kirchnerismo tuvo mucho del peronismo inicial. Sobre todo, durante la segunda presidencia de Cristina». Obviamente, sature comentarios afirmando esa frase con datos, mas aun: podria alguno citar alguna medida d gobierno K antiperonista?. En lo q disiento es en diferenciar peronismo x etapas, el peronismo como ideologia tuvo su momento d culminacion con la muerte d Peron, la ideologia del peronismo fue la ideologia d Peron, gobiernos q le sucedieron bajo sello d frentes PJ fueron antiperonistas neoliberales como el d Isabel (no olvidar q Zinn fue el autor del rodrigazo) y el ciclo menemista o resultaron ser ideologicamente peronistas como los gobiernos K.

  6. victorlustig dice:

    el detalle fue el respeto por las reglas y las minorías de todos los gobiernos peronistas del kirchnerismo

    buenisimo!

    tiene algun otro chiste?

    de paso, por otro lado, entonces en alguna parte del kirchnerismo, no hubo gobiernos peronistas

    en fin

    PS se que dije no voy a antikirchnerear, pero, a las mentiras no se las puede dejar pasar. Como asi tampoco a las cosas que se les escapan del subconsciente

    Gracias Norberto!

  7. Luaro dice:

    El hombre tiene una coleccion de prejuicios de gran tonelaje. No dice nada nuevo. Se guia por la mirada hipocrita del liberalismo europeo que se caga en la propia historia. Irrelevante.

  8. Norberto dice:

    Su prejuicio hace irrelevante todo comentario suyo sobre el peronismo o sobre el peronismo kirchnerista, no lo tome a mal, pero creo que es opinión generalizada sobre Ud.
    Nunca menos y abrazos

  9. Voces dice:

    Usted tiene un balde en la cabeza.
    Comparado con SU gobierno, los gobiernos kirchneristas fueron un ejemplo de respeto a las reglas y a las minorías.
    Ustedes no se están privando de cagar a palos a nadie, y no hablemos de los presos políticos.

  10. victorlustig dice:

    prejuicio, no lo tome a mal, pero lo dijo Ud mi querido Norberto

    querido, cagar a palos? usando sus palabras?

    de un pasquin

    http://www.lapoliticaonline.com/nota/76983/

    del vocero calificado

    https://periodicotribuna.com.ar/17004-tucuman-arde-y-verbitsky-acusa-a-alperovich.html

    hay mas ejemplos, que te puedo decir

    ah, no es mi gobierno, es el vehiculo que encontre para que por lo que valga mi voto los rajen

    besi

    PS dice bien Norberto, y diferencia bien, peronismo y peronismo kirchnerista, aunque esta ultima ave de dos cabezas teminara como los Romanov, vista la muestra de lealtad a sus seguidores de la jefa, los otros, tomaran debida nota

  11. Lucas dice:

    Claramente es un caso borderline. Es una de las manchas en la gestión de uno de los grandes presidentes americanos.
    Al final, las instituciones americanas sobrevivieron al zeitgeist de los 30s al costo de la expansión del gobierno federal y un presidente con más poder discrecional.

  12. guillermo p dice:

    «…regímenes, a los que llamo “democracias hegemónicas”, que se parecen bastante en sus orígenes y evolución al peronismo. Particularmente, en América latina, como Venezuela, Ecuador, Bolivia o Nicaragua. Pero, también, en otros lugares, como Hungría o Polonia.»

    O sea viene a ser una suerte de trosco (por las formas, claro), sí! sontodolomismo.
    El eje del mal, buuuu!

    Andaaaaaa!

  13. guillermo p dice:

    Este professeur, que no de la E.H.E. no entendió nada.
    Debería leer a García Márquez.
    Seguro que lo leyó (algo) pero no puede comprenderlo.
    Como al peronismo.

  14. guillermo p dice:

    No Víctor, no es «antikirchnerear», es trosquear, ya le dije.

  15. guillermo p dice:

    Sí, me irrita y por eso comento a medida que leo.
    Me irrita por ramplón.
    Ah! y avisenlé que Roosevelt y Churchill también admiraban al Duce, por no hablar del derrape de La France.

  16. guillermo p dice:

    Papagayo Ilustrado, bah!.

  17. […] Bernie Sanders (ver posteo anterior) y el mismo Papa Francisco. Rouquié puede tener razón, y el populismo ocupará una parte cada vez mayor en el escenario político de este siglo. Pero hay muchas clases de populistas. La versión de Trump parece ser el populismo de los […]

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