Hasta siempre, a Aldo Ferrer

aldo ferrer

Aldo Ferrer murió hoy, a los 88 años. La suya fue una vida larga, y pudo trabajar y aportar en muchas y muy distintas experiencias argentinas. Siempre coherente con su ideal de un país libre, próspero y justo, con «densidad nacional», una frase que acuñó.

Vale la pena repasar su trayectoria, para beneficio de los que buscan encontrar los «buenos» y los «malos» según la versión simplificada de la ideología que han aprendido.

Militante de joven de la Unión Cívica Radical, estuvo entre los técnicos mejor formados que se alejaron con Frondizi. Fue ministro de Economía y Hacienda de la provincia de Buenos Aires entre 1958 y 1960, en la gobernación de Oscar Alende (la última buena gestión, dicen algunos).

Durante las presidencias de facto de Roberto Marcelo Levingston y Alejandro Agustín Lanusse (1970-1971) ocupó por corto tiempo el Ministerio de Economía y Hacienda de la Nación. En la presidencia de Raúl Alfonsín fue titular del Banco de la Provincia de Buenos Aires, entre 1983 y 1987. Con Fernando de la Rúa presidió la Comisión Nacional de Energía Atómica (1999-2001). En los gobiernos Kirchner fue embajador en Francia y director de Enarsa. Y en toda esa trayectoria dio el mismo mensaje, actualizando sus enseñanzas pero sin cambiar el objetivo: sentar las bases de un país industrial moderno. La tarea que nos queda pendiente.

He volcado algunos de sus trabajos y reportajes en el blog. Ahora, para despedirlo, elegí éste de hace dos años, porque sus aciertos y sus errores en los pronósticos lo hacen muy actual.

(Algunos amigos kirchneristas anotarán entre los errores las críticas que hace a sus políticas. Naturalmente, están con la piel sensible. Pero piensen que, si no se hubieran cometido errores, es difícil que Macri hubiera llegado a la presidencia. Que se diera lo que Ferrer llamó «el regreso del neoliberalismo»).

«-¿Cómo ve la economía?

-Para entender la situación, hay que ponerla en contexto. Hay tres temas para tomar nota. El primero es qué pasa con la economía real. Más allá de turbulencias, la economía real trabaja con empleo alto de la capacidad productiva, la economía está desendeudada, hay una perspectiva de comercio internacional favorable. La economía real es un espacio en el cual lo más previsible es que no se provoque ninguna catástrofe. El segundo elemento es muy importante en la historia argentina porque condiciona la marcha de la economía y es el marco institucional. En el siglo pasado, vivimos mal 50 años por la inestabilidad. El hecho de que hace 30 años recuperamos la democracia, de que hay división de poderes, seguridad jurídica es fundamental.

El tercer elemento es que hemos vivido en la anormalidad del Estado neoliberal durante la década del 90, reproduciendo lo que se vivió en la dictadura después de 1976. En esa anormalidad el país se endeudó hasta el límite de la insolvencia, vendió su patrimonio nacional, extranjerizó el peso, privatizó el sistema jubilatorio y la administración de esos fondos importantes del ahorro nacional, pero después de la crisis de 2001/2002 volvió a la normalidad de contar con un Estado nacional, recuperó YPF, encontró una solución para la deuda con una oferta de reestructuración argentina sin la intervención del Fondo Monetario ni de los mercados financieros, nacionalizó el sistema jubilatorio.

-¿Y su crítica?

-En este contexto creo que hay problemas en la economía argentina. Uno es viejo: la escasez de divisas. Uno puede diferenciar dos etapas: en la presidencia de Néstor Kirchner se salió de la crisis en una situación de abundancia de divisas, las importaciones habían bajado, hubo un gran superávit comercial, muy buenos precios internacionales, estaba suspendido el pago de la deuda, teníamos superávit energético y aumentaban las reservas. Esto empezó a cambiar en el primer mandato de la presidenta Kirchner, porque la industria empezó a trabajar a altos niveles de capacidad y apareció ese fenómeno del déficit que tiene esta estructura subindustrial, sobre todo en los sectores de alto contenido tecnológico: autopartes, bienes de capital (maquinaria), productos electrónicos, químicos. Esto se agravó con el déficit energético. Entonces, se constituyó un escenario de expectativas negativas. La disponibilidad de divisas siempre ha sido determinante en la evolución de la economía argentina. Cuando se percibe que hay problemas en ese frente, empiezan la inestabilidad en el mercado cambiario, las presiones inflacionarias y la fuga de capitales.

-¿Cómo ve las medidas del Gobierno en este aspecto?

-Las medidas del Gobierno fueron equivocadas, porque permitieron la apreciación cambiaria, con lo cual se agravó la falta de divisas, y se siguió presentando gasto público en una economía que no lo necesitaba, porque operaba a plena capacidad. La primera respuesta del Gobierno fue tomar controles, esto llevó a la aparición de un dólar paralelo, con lo cual se complicó más la cosa. Después de que el Gobierno se convenció de que simplemente con controles no podía manejar la situación, aparecen estas rectificaciones de las últimas semanas, el ajuste cambiario, la reforma del sistema de precios. Hay una buena chance con este conjunto de medidas, si se complementan con otras, como estimular el reingreso al circuito productivo de los dólares que están en el colchón o en el exterior. Se podría dar una modesta tasa de interés para los depósitos en dólares, porque hay una dolarización por razones históricas, pero si la gente se dolariza, por lo menos que los dólares se queden en el circuito productivo y financien exportaciones. El Gobierno debe terminar bien su mandato consolidando lo que logró y que los que vayan a llegar mañana puedan hacerlo en una situación manejable. Es posible un cierto entendimiento político que encuadre la negociación salarial en un marco no teñido por la inminencia de un derrumbe, que no es previsible, a menos que cometamos muchos errores.

-¿Entre las correcciones figura el sinceramiento de la inflación?

-Desde luego. Esto nos hizo perder un tiempo enorme.

-¿Por qué el Gobierno cometió tantos errores?

-Hay temas, por ejemplo, el tipo de cambio, que se discuten sobre bases poco sólidas. Prestan atención sólo al aspecto distributivo del tipo de cambio y no a la cuestión del empleo, la solvencia fiscal y la solvencia en el balance de pagos, que son indispensables. Los países emergentes que tienen Estado nacional desde hace mucho tiempo no enfrentan las críticas que enfrentamos nosotros por los cambios de frente que hemos hecho, que son una demostración de un rasgo de la historia argentina, de un sistema político que no tiene andariveles, que puede pasar del gobierno de Menem al de Néstor Kirchner. Esto no pasa ni siquiera en otras partes de América latina. El poder económico tiene capacidad de bloqueo de los desvíos en un sentido y el sistema político, capacidad de resistencia a desvíos extremos. El giro neoliberal que se hizo en la Argentina no pasó en ninguna parte del mundo. Acá no hubo límites. Y después nos pasamos al otro lado y esto es demostrativo de una sociedad en la cual el sistema político tiene una enorme capacidad de transformación, precisamente por esta autonomía que tiene respecto de los núcleos del poder real. Pero esto, al mismo tiempo, es un elemento de inestabilidad.

-El economista heterodoxo chileno Gabriel Palma dice que la Argentina se pasó de rosca con la heterodoxia…

-En los grupos que hacen una política progresista hay un error de interpretación de la cuestión cambiaria. La competitividad no descansa sólo en el tipo de cambio, pero si el tipo de cambio no es competitivo todo lo demás que usted haga en ciencia, tecnología, financiamiento de las exportaciones, es literatura. Si usted toma la experiencia de los países asiáticos emergentes, todos tienen fuertes políticas de transformación, de educación, de industrialización, pero tienen como condición necesaria un tipo de cambio competitivo. Hay cierta resistencia de una perspectiva progresista a observar que cuando el tipo de cambio se aprecia, baja el nivel de actividad, se debilita la situación externa y bajan la inversión y el empleo.

-Cierta heterodoxia también sostuvo estos años que la financiación del déficit fiscal con emisión monetaria no generaba inflación…

-El efecto de la emisión monetaria sobre los precios depende de la economía. Si hay recursos ociosos y hay fortaleza en los pagos internacionales, Keynes nos enseñó hace muchos años que hay que inyectar demanda. Ahora, si usted tiene escasez de divisas y un sistema que opera a plena ocupación, y mete gasto público, va a generar inflación. La política fiscal que se ha seguido contribuyó a la inflación.

-¿Se debería eliminar del todo el cepo cambiario?

-Los controles son instrumentos legítimos de las políticas económicas, pero cuantos menos controles haya, mejor. Si al mercado se lo orienta a través de las reglas del mercado, se podría aliviar la restricción externa y generar crecimiento a largo plazo. En ese escenario se puede configurar un clima positivo en la negociación salarial, en el cual se discuta la distribución de un ingreso real, y no la discusión de ingreso nominal en el marco de una alta inflación. Esto eliminaría el riesgo de la especulación porque siempre hay pescadores de río revuelto. El especulador es un hecho natural de la economía de mercado. Trata de ganar plata donde la oportunidad está. En un cuadro de incertidumbre que privilegia la especulación, habrá especulación.

-¿Cuáles son las causas de la inflación?

-La inflación es un problema endémico en la Argentina. En cuanto aparece la incertidumbre, como reapareció en virtud de la restricción externa y de las respuestas inadecuadas, aumenta la inflación. Algunos operadores tratan de hacer la diferencia, pero también como mecanismo preventivo, sin que necesariamente sea con un propósito de atentar contra la política en curso. Cuando un empresario no sabe a qué precio va a reponer su stock, se le plantea un problema muy difícil. La estructura del mercado es la misma después de la salida de la crisis (de 2002), cuando los precios crecían poco, que en los últimos tiempos, cuando crecieron más. ¿Por qué en un momento los operadores coexisten con una inflación del 5% anual y por qué en otro con el 30%? El contexto es fundamental.

-¿Cómo bajar la inflación?

-Hace falta un cambio de expectativas fundado en el buen manejo de la insuficiencia de divisas.

-¿El cambio de expectativas requiere ajuste fiscal y monetario?

-Tiene que ver con una política fiscal. En la medida en que aumente el superávit primario (antes del pago de deuda), desaparece la necesidad de recurrir al Banco Central. La emisión monetaria es para la creación de préstamos para la inversión, el crecimiento, y no para financiar el Tesoro. Pero el problema no es de exceso de gasto público, sino de su calidad. Para un país del nivel de ingresos como el nuestro, la relación gasto público/PBI no es exagerada. Tenemos también un sistema tributario muy inequitativo, fuertemente concentrado en los impuestos indirectos (IVA).

-¿Quiénes comparten en el kirchnerismo o fuera de él el proyecto nacional que usted propone?

-Nuestro gran drama, y eso que soy afiliado radical desde hace casi 60 años, fue buscar la convergencia entre las corrientes nacionales de las dos expresiones políticas, radical y peronista. Nuestro problema es cómo logramos no dividir el campo nacional por falsos motivos y lograr esa convergencia de fuerzas que respalde la construcción de un Estado nacional democrático, con división de poderes, con industria, con trabajo y con soberanía.

-¿Usted se define como kirchnerista?

-A mí el Gobierno me pidió en tres oportunidades que diera una mano y las tres dije que sí. Pero en los tres casos les aclaré que yo no soy peronista ni kirchnerista, y que mi filiación política es otra, lo cual no impidió que pudiera trabajar con mucho gusto.

-Entre los presidenciables de la oposición, como Sergio Massa, Mauricio Macri, Hermes Binner, Julio Cobos o Ernesto Sanz, ¿ve defensores de su proyecto nacional?

-Sí.

-¿Quiénes?

-No voy a dar nombres propios, pero hay figuras que tienen currículum en la tradición industrialista, social, democrática. Le diría que en la tienda oficialista hay personas cuyo currículum no es de la tradición nacional y popular.

-¿Teme un regreso al neoliberalismo tras las elecciones de 2015?

-Me parece difícil. Bueno, va a depender mucho de cómo lleguemos. Si llegamos en una situación muy crítica de desorden, la vuelta al neoliberalismo es posible. Pero si se llega en una situación manejable, es poco probable. Hemos aprendido un poco que no podemos bandearnos para ese lado. El neoliberalismo fracasó acá y está fracasando en el resto del mundo. Fíjese lo que están sufriendo en Europa por esos ajustes salvajes en España, Grecia, Portugal. Lo que es espectacular es la capacidad de sobrevivencia de ese enfoque, basado en la hegemonía del sector financiero, que de alguna manera ha contagiado a los gobiernos y a la opinión pública, que determina criterios irracionales y favorece a una minoría«.

16 Responses to Hasta siempre, a Aldo Ferrer

  1. David (idu) dice:

    Uno de los pocos que explica (explicaba) la economía de modo simple.

    Se fue un grande.

  2. Mariano T. dice:

    Se podrá estar de acuerdo o no con muchos de sus postulados (incluso se rectificó en algunas cosas en los últimos tiempos).
    Pero en su crítica a la marcha de la economía se descubre como economista profesional, que como todo economista profesional respetable toma distancia de la supuesta magia vudú kicilofiana.

  3. Alcides Acevedo dice:

    Y bueno, me quedo con esto:

    -Hay temas, por ejemplo, el tipo de cambio, que se discuten sobre bases poco sólidas. Prestan atención sólo al aspecto distributivo del tipo de cambio y no a la cuestión del empleo, la solvencia fiscal y la solvencia en el balance de pagos, que son indispensables.

    Lo podría haber dicho Melconián o un estudiante de primer año de economía… pero parece que Kicillof, Vanoli y demás ni siquiera frecuentaban la bibliografía Nac&Pop o escuchaban las voces autorizadas del estructuralismo insospechado de connivencia con el capital o el privilegio.

  4. claudia dice:

    Buen viaje, Don Aldo. Y se le agradece el último esfuerzo intelectual, su artículo sobre el Regreso del Neoliberalismo, salido en el Monde Diplomatique de Marzo. Una categorización ultra didáctica sobre la alternancia de dos proyectos de país, inaugurada, qué duda, a partir de 1945: el Nacional & Popular (1946/55 y 2003/15) y el Neoliberal (1976/83 y 1989/99), y sus correlatos alternativos más erráticos (1955/58 – 1958/62 – 1963/66 – 1966/73 – 1973/76 – 1983/89 – 1999/2001) . Ferrer deja un rosario de problemas a definir por el macrismo y su diagnóstico, claramente, es malo. Interesantísimas sus reflexiones sobre la necesidad del cambio estructural de la producción (y la imposibilidad del nuevo gobierno de abordarla desde sus anteojeras). Deja su opinión y respaldo también a lo actuado por el Kirschnerismo respecto de los Buitres (problema que no era fundamental resolver a efectos de inversión y desarrollo, sostiene desde su indudable autoridad profesional).
    Supongo que El Dipló le rendirá debido homenaje en sucesivas entregas. Lo merece un tipo que, hasta yéndose, dejó con sus 88 gastados años, pistas a seguir. Es claro que no detentaba la sofisticación de esas anticipaciones tipo «Helicópteros Milton» porque el tipo, como buen gallego, debe haber muerto creyendo en esto de «al pan, pan y al vino, vino». Que es, en definitiva, la fórmula con la cual los de a pie manejamos nuestro pequeño mundoy por ello nos era tan comprensible y querido.
    Así que, reitero, buen viaje, Don Aldo… y déle mis saludos a Discepolín.
    PD: me disculparán los compañeros si no dejo vínculo a este artículo pero no estoy suscripta a la web del Dipló. Mis saludos.

  5. Daniel E. Arias dice:

    A don Aldo Ferrer le debo mi laburo de periodista científico. Varios de mis pocos colegas pueden decir lo mismo. Algunos compatriotas bastante tontos todavía le censuran que fuera ministro de hacienda de Levingston y Lanusse, sin tener en cuenta que durante su mandato se sancionó la ley de Compre Nacional, se terminó Atucha I con una participación casi intolerable para los alemanes, Fate -que sólo hacía neumáticos- fue impulsada a fundar Aluar (que salvó de la evaporación demográfica a Puerto Madryn), se construyó Futaleufu para darle electricidad, se abrió Fate Electrónica (de la cual se podrían escribir libros, pudo ser una Apple criolla), y siguen los etcéteras.
    Ferrer, con más aciertos que errores, dejó una Argentina menos peor, y nos enseñó a pensar la economía como argentinos.
    Buen viaje, Aldo.

  6. victorlustig dice:

    Buen viaje
    Aquellos que tuvimos el privilegio de escucharlo en persona lo disfrutamos.
    Usarlo para un lado o para otro en peleas no es el marco de este post, para mi

  7. Juan Villegas dice:

    Qué lástima.
    Leyendo el reportaje que reproduce, Abel, rescato este párrafo; » Los países emergentes que tienen Estado nacional desde hace mucho tiempo no enfrentan las críticas que enfrentamos nosotros por los cambios de frente que hemos hecho, que son una demostración de un rasgo de la historia argentina, de un sistema político que no tiene andariveles, que puede pasar del gobierno de Menem al de Néstor Kirchner. Esto no pasa ni siquiera en otras partes de América latina. »
    De economía, toco menos que de oído,
    pero tengo la impresión que estos barquinazos se acentuaron mucho después del golpe de Videla.
    Los 60′, con los gobiernos militares incluidos, y hasta mediados de los 70′, fueron más previsibles.
    Buen viaje para Aldo, y un cariño para sus hijas.

  8. Politico Aficionado dice:

    En mi visión simplificada de la historia, Ud ha sido indudablemente uno de los buenos. Hasta siempre, Aldo.

  9. ABEL: Hace muchos, muchos años tuve como paciente a un joven economista, discípulo de Aldo Ferrer. El entusiasmo y el respeto con que hablaba de su maestro me produjeron la duradera impresión de que Ferrer era alguien realmente extraordinario. ¿Y sabés por quien me vino recomendado ese paciente? Por la esposa de Ferrer, la doctora Susana Lustig, una brillante psicoanalista.
    Eddie

  10. MAGAM dice:

    Se fue uno de los pocos economistas potables.

    Está esta nota de despedida:

    http://www.ambito.com/noticia.asp?id=830502

  11. guido dice:

    Quizás ya no tenga sentido discutirlo, es historia vieja, pero en mi opinión, pocos meses después de ese reportaje (y previa devaluación) Kicillof había encontrado el tono de un ajuste gradual no traumático que de continuarse con Scioli habría evitado esta cirugía de carnicero que estamos viviendo. La mayoría de los problemas que marca Ferrer se fueron enfrentando.

  12. Carlos G. dice:

    Siempre es una gran tristeza la pérdida de un defensor del desarrollo y de la soberanía nacional.
    No sobran en la Argentina ni en la región y nunca es tiempo para que nos dejen.

    Por otra parte no dejan de asombrarme las afirmaciones como la de su última respuesta, dando por descontado que «Hemos aprendido un poco que no podemos bandearnos para ese lado. El neoliberalismo fracasó acá y está fracasando en el resto del mundo.»
    De algún modo me recuerdan al último discurso de Salvador Allende hablando de que el proceso que quedaba interrumpido con el golpe militar iba a ser continuado por el pueblo chileno.
    Quizás ese mito tan repetido de que los pueblos nunca se equivocan lleva a hombres tan inteligentes a descontar que las decisiones de esos pueblos siempre serán sabias.

  13. Diego dice:

    Más allá de todo, se fue un buen tipo, honesto en lo intelectual y también, creo, en lo moral. Se me hace que tuvo la desdicha de quedar engrampado dentro de la frase «vivir con lo nuestro», pero al menos durante los últimos años bastaba ponerse a escucharlo un rato por televisión para darse cuenta que su visión de la economía era mucho más racional que eso.

  14. David (idu) dice:

    Yo rescato positivamente esa frase, que no la creo desdichada.

    Porque, al igual que una familia, no se puede vivir «con lo que NO es nuestro»

    Nunca tomé esa frase como que había que encerrarse en la caparazón de la tortuga.

    Siempre lo entendí como que, con recursos propios, o temporalmente prestados, siempre pagaremos «con lo nuestro».

    Porque no hay otra.

  15. Poliyico Aficionado dice:

    Por una vez de acuerdo.

  16. Mariano T. dice:

    Ni el tipo de cambio de 9,90 con cepo ni las tarifas tenían solución.

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