Política industrial ¿qué es eso?

Otro artículo sobre economía de nuestro amigo Pablo Tonelli. Como casi todos los suyos, breve, didáctico y polémico. Esta vez mi introducción será muy corta, porque me reservo para hacer algunas observaciones al final.

TERMINOS DE INTERCAMBIO

Pablo Tonelli, economista

En primer lugar para precisar el tema de esta nota voy a usar una definición tomada de la Enciclopedia de Ciencias y Tecnología de la Argentina que define “Términos de intercambio o relación real de intercambio (en inglés terms of trade) es la relación entre los precios de las exportaciones y de las importaciones de un país”. Agrega “se habla de deterioro de los términos de intercambio cuando el precio de los productos exportados tiende a disminuir respecto del de los productos importados. Como es imposible mantener por tiempos prolongados un déficit de la balanza comercial, una mejora en los términos de intercambio permite importar más productos con las mismas exportaciones”.

El tema de debate sobre este concepto en la economía argentina actual es el siguiente: Se sostiene que la teoría del deterioro de los términos de intercambio, elaborada por Raúl Prebisch y Hans Singer en el marco de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina, Organización de las Naciones Unidas) en los años cincuenta, ya no tiene vigencia dados los altos precios de los productos primarios de exportación que han crecido más en el último lustro que el precio de los bienes industriales que la Argentina importa.

Este razonamiento sigue a otro: Los altos precios de los productos agrícolas que se exportan han generado superávits comerciales externos (la diferencia favorable en dólares entre lo que exportamos e importamos), efecto, para esta concepción, del llamado “viento de cola”. Los dólares de este superávit  no han servido para financiar el desarrollo de una industria sustentable, porque el sector industrial tiene un déficit cercano a los 32.000 millones de dólares anuales. En resumen: para el sector liberal ortodoxo que sostiene esta crítica, el deterioro de los términos de intercambio es una falacia. Que lleva a gravar las exportaciones con retenciones, en lugar de favorecer su desarrollo, e insistir con impulsar a un sector industrial que no tiene rango ni capacidad para competir en el mercado internacional.

Voy a reflexionar sobre los términos de intercambio y sobre el fundamento de una política industrial en la Argentina para oponer mis razonamientos a este enfoque.

Es un dato cierto que el llamado “boom” de los precios agropecuarios ha invertido la tradicional relación de precios entre lo que exportamos mayoritariamente (bienes primarios puros o con baja elaboración) y lo que importamos (considerando insumos y bienes industriales) y que esa ecuación ha mejorado sensiblemente la factibilidad de compra de bienes industriales y ampliado nuestra capacidad.

Si esto es una tendencia permanente de la economía mundial no creo que sea posible afirmarlo o negarlo. Prebisch y Singer analizaron sesenta años de historia capitalista, Ocampo y Parra en 2003 (lo tomo de un trabajo de Rolando Astarita) han analizado 140 años, utilizando un índice de The Economist, la revista británica, para concluir que la tendencia al deterioro del precio de los bienes agrícolas en relación con los industriales es de largo plazo, aunque el proceso puede escalonarse y no ser estrictamente continuo. El debate está lejos de encontrar una respuesta basada en datos de largo plazo.

Independientemente de ello, el razonamiento neoclásico sostiene – me basó aquí en un documento de Josefina Marcelo, economista argentina – que “las teorías del comercio internacional basadas en la visión de David Ricardo y en las ventajas comparativas, solo veían en los términos de intercambio una simple representación de la productividad relativa de los países, concluyendo que un país siempre obtendría beneficios del comercio internacional dado que dicho país tendería a especializarse en aquella producción en la que comparativamente fuera más eficiente, y esto beneficiaría a todos”.

El espectacular boom de los precios de las materias primas, particularmente del último lustro, daría por tierra, según la ortodoxia económica, la afirmación de Prebisch que el progreso técnico fue claramente más acentuado en la industria que en la producción primaria de los países de la periferia, ya que al compás de precios más altos la tecnificación del agro incrementó notablemente la productividad agrícola. Nuevamente entonces, según este enfoque, debe acentuarse la producción agropecuaria, fuente de nuestras ventajas comparativas, e importar el resto de los bienes industriales que las “señales de mercado” no convaliden.

Si efectivamente fuera cierta una modificación permanente de los términos de intercambio a favor de los productos primarios y la Argentina eliminara las retenciones a los sectores exportadores, ¿la mayor rentabilidad del sector y de la tierra podría generar una expansión que fuera inclusiva para toda la Argentina? La respuesta es negativa. El sector primario exportador ocupa escasa mano de obra, su expansión no podría suplir la ocupación industrial, ni mejorar los salarios, que se incrementan en el mundo capitalista cuando es mayor el valor agregado en la economía. Ni hablar de lo que ocurriría si el capitalismo central sale de su crisis y de la sobrecapacidad de su industria y de los precios deprimidos de este sector a nivel internacional; y disminuyeran relativamente los precios agropecuarios

Ahora bien, el mundo ha cambiado desde Prebisch y Singer, ya no estamos en una estructura en donde existe un centro mundial productor de manufacturas y una periferia dedicada a la producción exclusiva de bienes agropecuarios. La producción global se ha relocalizado y como afirma Josefina Marcelo citando a Arceo, las industrias trasnacionales “suelen desarrollar en la periferia solo procesos parciales de trabajo y la concepción básica del producto, los insumos tecnológicos esenciales y los medios de producción en su mayoría son importados

Aquí entonces sigue operando un deterioro de los términos de intercambio. ¿De qué forma? La composición del armado de un bien de alta tecnología, un auto, una computadora, reserva a los países centrales el diseño, el desarrollo, la ingeniería; y a los países periféricos destina la fabricación de partes y el armado del bien final. El primero insume fuertes inversiones industriales, un trabajo complejo de ingenieros y técnicos, el segundo un trabajo simple de trabajadores sin gran cualificación y una baja inversión por obrero ocupado en la relación con la misma rama industrial localizada en el Centro.

Es esa diferencia de productividades, dentro de las ramas de la industria la que constituye realmente el problema de los términos de intercambio en el mundo capitalista de hoy. Es sobre ella la que debe pivotar una política industrial. El debate no se centra hoy en la dinámica de los precios agropecuarios sino, vuelvo a insistir, en cómo mejorar la productividad industrial.

Lo que quiero observar del artículo de Tonelli no es lo que dice, sino lo que omite señalar y, por lo tanto, parece dar por sentado: Un prejuicio muy común a la mayoría de los economistas nac&pop, herencia de nuestras viejas luchas, que asume el cliché de la producción agrícola como «bienes primarios puros o con baja elaboración». Una idea tan anticuada como la imagen de una actividad industrial que engalana este posteo.

Me gustaría que los argentinos tengamos presente que los productos agrícolas que exportamos incorporan mucha teconología: las maquinarias agrícolas, cada vez más sofisticadas, de las cuales una buena parte es de producción local; la gigantesca estructura de almacenaje (así es, el silo bolsa es teconología moderna, o pregúntenle a las cerealeras, cuya capacidad de negociación vis a vis el productor ya no es lo que era) y transporte, para apreciar la cual basta transitar por nuestras rutas o navegar Paraná arriba; la producción de aceite de soja, en la que estamos en el podio del planeta; el desarrollo del biodiésel…

Sobre todo, las técnicas agrarias en sí, donde – gracias al INTA y a los viejos grupos CREAR, Argentina es pionera. Y en genética, donde una parte es tecnología local y la otra comprada – a precios caros – a Monsanto… ¿O creemos que la tecnología de las plantas de la industria automotriz o de computadores es toda local?

Todo esto no disminuye la realidad de la aserción de Tonelli: el agro ocupa, comparativamente, poca mano de obra. Ni va a desarrollar toda la tecnología que debe incorporar un país para considerarse desarrollado. Debemos tener una política industrial. Y ahí es valiosa y oportuna su conclusión «El debate no se centra hoy en la dinámica de los precios agropecuarios sino en cómo mejorar la productividad industrial».

33 Responses to Política industrial ¿qué es eso?

  1. Andrés dice:

    Buenas Abel,

    «Aquí entonces sigue operando un deterioro de los términos de intercambio. ¿De qué forma? La composición del armado de un bien de alta tecnología, un auto, una computadora, reserva a los países centrales el diseño, el desarrollo, la ingeniería; y a los países periféricos destina la fabricación de partes y el armado del bien final. El primero insume fuertes inversiones industriales, un trabajo complejo de ingenieros y técnicos, el segundo un trabajo simple de trabajadores sin gran cualificación y una baja inversión por obrero ocupado en la relación con la misma rama industrial localizada en el Centro.»

    El problema es que la Argentina se encuentra en un punto medio entre ambos: No tiene el despliegue tecnológico y las espaldas financieras del primero ni la mano de obra barata del segundo.

    Saludos,

    Andrés

  2. Mariano T. dice:

    Política industrial debería significar algo más que tratar de perjudicar al agro por todos los medios posibles. POero parece que la imaginación no les da para mucho más.
    Algo así como que política bostera no debería ser impedir que gane Riber.

  3. MAGAM dice:

    Bravo Tonelli! Efectivamente, la agroindustria (de la pampa húmeda) ocupa muy poca mano de obra para las divisas que genera, luego muchos desarrollos agrícolas “regionales” ocupan MUCHA mano de obra, y paradójicamente son los que empiezan a crujir. Y el problema es doble, pues los mayores costos en dólares complica las exportaciones, y luego al volcarse al mercado interno (con superficies productivas que no se pueden retraer rápidamente) producen un exceso de oferta, por lo que los precios también tambalean. Así que no es solo un tema de costos en dólares, sino sobreoferta para el mercado interno (WARNING).

    Pero no voy a decir mucho más porque estoy en deuda con Abel, me cuesta pero voy a cumplir con Ud., soy de palabra. Por suerte no di fecha, Ja! Ja!

    Ya va a aparecer Mariano T. a despotricar, pero es entendible que defienda sus intereses. Además con esa posición, las mineras tampoco deberían tener retención alguna, pues los mayores precios deben ir completamente a la industria minera, para que así se avance sobre yacimientos menos rentables y yo en mi casa pueda extraer los minerales de las piedras que tengo en mi jardín.

    ¿Pero si les meten retenciones como vamos a extender las fronteras de la producción hacia zonas marginales?

    Saludos

  4. Mariano T. dice:

    Ya lo puse más arriba. La única política industrial que se les ocurre son las retenciones al agro. (Me imagino que las restricciones de Moreno o el ensamblaje en tierra del fuego no cuenta como tal, y estoy de acuerdo)
    La comparación con la minería es tonta. Los minerales no se producen, ya están y son del estado (de las provincias). Las compañías mineras solo extraen un producto ajeno. Lo que deberían tener, en vez de retenciones, es regalías mucho más altas.
    Si el remedio para las producciones regionales es «retraer rápidamente las superficies productivas» estan fritos.

  5. Pablo L. dice:

    Preocupa la falta de una estrategia de desarrollo productiva e industrial ¿Podemos decir q la política económica Argentina se centró en sostener el tipo de cambio competitivo mientras se pudo, y luego poner «piloto automático»?

  6. Rogelio dice:

    Estimado Abel:

    Un par de post atrás cité a Oti cuando hacía notar que:
    “el Estado tiene un poder y una existencia que no le viene de sí mismo sino que deriva de la articulación de los bloques sociales y politicos”.

    ¿ Quién es el sujeto ?
    Un pauta cultural muy nuestra es «desplazar la carga de la prueba» (vulgarmente conocida como «buscar a quién pegarle el moco»).

    Por eso, con sentido argumental, pregunto:
    ¿ Quién es el sujeto [o quiénes son los sujetos] de la política industrial nacional…
    – el Gobierno nacional y los Gobiernos provinciales;
    – el Estado y los Estados provinciales;
    – las organizaciones gremiales empresarias;
    – las organizaciones de trabajadores;
    – las cámaras empresarias sectoriales;
    – las universidades e institutos técnicos;
    – las corporaciones multinacionales radicadas en el país;

    o una combinación bien articulada de todos los anteriores ?

    Saludos

  7. MAGAM dice:

    Mirá, lo de producto ajeno (minerales) o no es un tema estrictamente legal, las tierras podrían pasar a ser del estado también (no te asustes, no es una propuesta, porque no va a funcionar).

    A ver si me doy a entender, la analogía es sobre cómo afectan la macroeconomía y el desarrollo (vía trabajo, capacitación y producción) de todos sus habitantes. Por supuesto que son actividades distintas, y de hecho las retenciones o regalías (llamalas como quieras, impuestos) hay que “patearlas para afuera”, y en el mediano plazo hasta servirán para contrarrestar los giros de utilidades de los extranjeros que invierten acá (multis).

    Lo que las hace parecidas es que:
    1) Producen muchas divisas (no pesos).
    2) Ocupan relativamente poca mano de obra.
    3) Hacen uso de “recursos” que son limitados (no hablo de no renovables).

    Entiendo mas o menos bien que una sembradora no te sirve para extraer cobre. Pero te diste cuenta que tenemos el record de producción per cápita y te diste cuenta que no podemos pasar de 100MT a 1.000MT de un año para otro, pero sí en la producción de tornillos.

    Y las retenciones/regalías son por una etapa y de seguir estas circunstancias de materias primas con altos precias (que personalmente creo que seguirá), hasta alcanzar un “cierto desarrollo” en infraestructura y en capacitación de la población (ecualizar distintas actividades económicas). Y hay otros beneficios que por ahora los voy a obviar, ahora finalmente te concedo que poner retenciones y el actual tipo de cambio real no sirve de mucho para nuestro desarrollo. Solo sirve para redistribuir, pero en este esquema el desarrollo va a ser lento porque los incentivos son malos.

    Y en política industrial no entré, y con 40M no le pondría fichas a todas las industrias, mejor dicho sí vía incentivos globales, pero no vía barreras y subsidios para todos.

    Saludos
    PD: Igual me parece Mariano que sos más un lobbista que un «intelectual» en pro de nuestro desarrollo.

  8. Jorge dice:

    La destrucción de nuestra industria nacional generada por el peronismo trae como consecuencia la crisis en la producción de bienes de capital, la regresividad distributiva, producto del desplazamiento de la inversión productiva por la valorización del capital financiero. Se inicia con Martínez de Hoz, continúa con Alfonsín y se fortalece con el Consenso de Washington en los 80. Pese a que algunas empresas se hayan internacionalizado, los “capitanes de la industria” aparecidos como consecuencia de esta escala de valores aún siguen detentando el poder. Hoy el gobierno destaca en la coyuntura la virtud y el éxito de la política industrial por la fabricación de productos electrónicos en Tierra de Fuego, (la Manaos argentino) que se funda sobre la base de la utilización de mano de obra barata y alguna exención impositiva que permite una mayor competitividad. Es una conjunción entre el capital de los países centrales y la fuerza laboral de países dependientes, con la particularidad que esta industria es de “ensamblaje” que no está orientada a la exportación sino al mercado interno y tiene como mayor rédito el aumento del empleo en blanco de baja calificación, sin transferencia de tecnología, con una bajísima integración de partes fabricadas localmente. En el caso de los celulares en el período 2008-2010 la importación equipos se redujo a la mitad del 100% al 50%, pero se aumentó la importación de componentes en 546%, a su vez las máquinas y equipos de las plantas son importados con franquicias aduanera y como si esto fuera poco las compañías extranjeras envían las partes sin derecho de importación a la isla, exigiendo a la vez el pago de licencias más la remisión de utilidades. Este resultado se traduce a la balanza comercial, sin transferencia de tecnología. Por esta razón habría que hacer un cálculo para saber que carga fiscal real le corresponde cada puesto de trabajo para obtener las ventaja comparativa. Un cuadro similar se presenta en el sector automotriz que desde la política de integración industrial, que se transformó en una simple armaduría. El centro de la cuestión y el interrogante que esta política genera es ¿No se puede hacer otra cosa? o ¿No se quiere hacer otra cosa? el camino parece ser nuevamente el cortoplacismo y su resultado la resignación.

  9. hector felix dice:

    Desde la guerra de secesión sabemos que de la copa del agro nunca se derrama nada, como para poder hacer una política industrial.

  10. Capitán Yáñez dice:

    ¿Estamos ya en condiciones de ocuparnos del espinoso asunto de «la productividad»? ¿O aún hay otros «actores», como dice Rogelio, que son prioritarios («sectores pobres», dirá alguno)? ¿Se puede atender las dos cuestiones a la vez? ¿Hay con qué? ¿Puede Argentina con un índice de desempleo medio nebuloso como que el que tiene darse el lujo de que en pos del «aumento de la productividad industrial» desaparezcan algunas -o algunas cuantas- empresas? ¿Está el Estado en condiciones de formular, sostener y controlar la ejecución de una política industrial? Y lo que es más importante: ¿está el sistema político en condiciones de hacerlo… o en el 2015 gana Macri (o semejante) las elecciones y el primer dia de gobierno dice «esto no va más» y vuelta a empezar? Para que esto último no ocurra, la única manera es que la «política industrial» sea público-privada, lo cual nos llevaría a otra serie de interrogantes, empezando -vuelvo a Rogelio- por ¿quienes son y a quienes representan los «actores privados» que andan a la vista?.
    Por lo pronto, mientras se resuelven interrogantes y viendo cómo anda el mundo y como parece que andará en los próximos años… creo que no sería mala idea que, con algunas variantes, se reflote «la anticuada imagen de una actividad industrial que engalana este posteo».

  11. Mariano T. dice:

    Por el contrario se ha derramado mucho. Qué guerra de secesión?

  12. Mariano T. dice:

    Más que un tema legal es constitucional la diferencia. Los minerales son del Estado, las tierras privadas (no las fiscales), pueden ser estatales pero para eso hay que expropiarlas y pagarlas a valor de mercado.
    Fijate que en realidad con esos recursos no hay ninguna política industrial. Y ningún país, que yo sepa, usó esa teta para industrializarse(ni otra). Básicamente aranceles y subsidios de los consumidores(vía mayores precios).

  13. MAGAM dice:

    Todo lo necesario para satisfacer las necesidades básicas (y más también) de “nuestros pobres” es de producción casi enteramente local (comida, vivienda, educación), por lo tanto no necesitan demasiadas divisas, realmente muy muy pocas.

    Solo hace falta coordinar el esfuerzo, y esa es tarea del gobierno. Realmente hacen falta muy pero muy pocas divisas para eso, a lo mejor un poco en salud, transporte y muy poco del hogar. Estamos hablando de necesidades básicas para que salgan de la pobreza y tengan algo de dignidad.

    Pensar que las retenciones agropecuarias lo va a hacer (eliminar la pobreza) es un grave error. La pobreza en Argentina no se debe a la falta de divisas. Ya estoy armando algo para ver si Abel lo aprueba y postea, y espero que Tonelli no se ponga celoso, ya que yo no tengo título de economista (por suerte, ja! ja!).

    Saludos.

    PD: La industrialización viene por otro lado. Además convengamos que no necesitamos una superindustrialización para los 40M que somos, se pueden desarrollar muchos servicios que también pueden andar muy bien, y necesitan infraestructura más barata y que no es importada (otra vez, sin divisas).

  14. MAGAM dice:

    Creo Mariano que entendés muy bien lo que planteo.

    Saludos

  15. Carlos G. dice:

    Yo no sé si las tierras deberían ser del Estado, pero no tengo dudas de que se trata de un recurso natural, como el agua y el aire.

  16. Leandro dice:

    Marianito, te olvidas de decir que se ha derramado gracias a las retenciones que este gobierno ha defendido a muerte y que vos y tus colegas han combatido tambien a muerte. O sea, que hector felix tiene toda la razon: si te dejaran a vos decidir la politica agropecuaria, seria la garantia de que nada pero nada de nada, ni la mas minima gotita, derrame nunca de la copa del agro.

  17. Jorge dice:

    En mi comentario hice referencia a la actividad industrial promovida en Tierra del Fuego, acabo de encontrar este artículo que se refiere precisamente a la estimación de su costo en términos impositivos.
    http://www.lanacion.com.ar/1521888-cuesta-5600-millones-el-regimen-de-tierra-del-fuego

  18. Norberto dice:

    No te hagas el tonto, Mariano que no tenés un pelo de ello, nunca han derramado dinero a la sociedad, ni aún aquel que por obligación legal, léase los impuestos como el de ingresos o ganancias, debían tributar, cuidadosamente eludidos por todos los medios, aunque para que negar que en su momento derramaron leche que no era de Uds., y hasta granos, que por supuesto tampoco era de los que estaban en los piquetes.
    Nunca menos y abrazos

  19. Alcides Acevedo dice:

    Y bueno, ¿qué se le va a hacer?
    El problema es el siguiente: los Nac&Pop no tienen idea de qué es la «industria», nunca pisaron una fábrica (para trabajar adentro) y tiene una serie de fantasías muy contradictorias.
    Un ejemplo: la última reforma de la ley de ART y los resquemores que ha despertado.
    ¿No se les ocurrió pensar que el desarrollo industrial tiene costos sociales?
    Uno de ellos vendría a ser una relativa desprotección de los trabajadores en cuanto a diversos tipo de coberturas (con un gran costo para las empresas).
    Suna mal, pero es así, indemnizaciónes y beneficios por el estilo son muy simpáticos pero aportan muy poco al desarrollo de una trama industrial incipiente, muy en particular si pensamos en las glorificadas PYMES.

    ¿Ustedes creen que tener sindicatos industriales fuertes ayuda a la industrialización? le pido a las personas de tradición izquierdista que piensen en términos dialécticos.

    Como sea, Argentina no tiene recursos materiales ni humanos para encarar detrminados procesos productivos como los que anhelan muchos en sus discursos.

    Analicen cómo ha evolucionado la matrícula de las carreras de ingeniería en Argentina en los últimos años, parece que los chicos no son tontos.

  20. Norberto dice:

    Tenés por seguro, Carlos, que las tierras de las que habla Mariano deberían pertenecer a centenares de miles de pequeños propietarios, tal como lograron repartir en su momento U.S.A., Australia o Canadá, tan admirados por nuestro defensor de los gauchos exterminados junto con los que habitaban el llamado desierto para dar paso a la oligarquía terrateniente como los Martínez de Hoz y demases, durante el gobierno de Alsina, y eso que consideró a Roca como fundacional de la Nación que hoy tenemos y juzgo esa parte de su historia como la de un hombre de su tiempo.
    nunca menos y abrazos

  21. Jorge dice:

    Abel… Perdón por mi segmentación, pero es que un tema como este independientemente de lo que yo exprese como un común, he encontrado este análisis escrito por Martín Schorr que creo puede aportar al tema de lo que hoy nos convoca

    Haz clic para acceder a 3823_1.pdf

  22. Uno dice:

    Interesantísimo tema. Lo que más valoro del artículo de Tonelli es cuando dice que hoy en día la diferencia entre el centro y la periferia no está en industrias vs no industrias, sino en el tipo de actividad de los sectores industriales. Creo que un buen indicador es agarrar algún diario con búsquedas de trabajo o algún sitio de internet y ver para que tipo de trabajo se buscan ingenieros de distintas áreas, y lamentablemente creo que lo que se va a notar es que se piden para puestos para los que en la gran mayoría de los casos están sobrecalificados. Son realmente muy pocas las empresas que buscan ingenieros para tareas de I+D.

    Creo que se hizo mucho por el sector industrial los últimos años, pero creo que hubo y hay muchas falencias para agregar valor.

    De todas formas con respecto a las industrias deficitarias en divisas, creo que lo que no se suele mencionar, es que si no las tuviéramos, pero quisiéramos contar igual con sus productos, más déficit tendríamos todavía. Es decir, para fabricar un auto y venderlo en el mercado local en el balance global perdemos dólares. Pero si cerráramos la fábrica e importáramos el mismo auto perderíamos aún más dólares. Esto no quita que el objetivo sea no perder dólares, e incluso ganarlos por medio de exportaciones.

  23. victorlustig dice:

    dos comentarios al pasar, o tres

    a) nunca nadie dijo que sale mas caro, persona a persona, la exencion de TdF o las ayudas a villas etc etc etc, nadie lo sabe, nadie se anima, no lo se
    b) la cacareada innovacion tecnologica del agro es procesos mas patentes, que, o no cobra Monsanto por error de ellos, o la cobran y con eso se van divisas, los procesos son one shot, y se venden afuera una vez, dado que una vez que aprendes, lo podes vender vos, es el problema del consultor, venta de patentes made in aca, poco y nada, frente a lo que se paga.
    c) Si, Mariano, USA, lee un poquito de historia desde 1870 a 1890 ponele y la historia de Bryant, o Lincoln, diciendo que prefiere una camisa americana a una inglesa ya que la americana generaba puestos de trabajo en USA y pagaba impuestos en USA
    d) Puede ser Alcides, pero tu solucion cual es? como todos los liberales sos buenisimo diagnostiando, a veces mal, pero?
    e) Brasil y nosotros le dijimos a Apple, querees vender, pone una fabrica aca, but, eligieron Brasil, con autos de lujo lo mismo

  24. Alcides Acevedo dice:

    Terrible.

    a) ¿villas? hay cada vez más en Argentina y el 50% de los trabajadores en TdF son inmigrantes chilenos.

    b) Seguro no tenés idea de qué es «Don Mario»… pero bueno (y es sólo un ejemplo) el laboratorio Vetanco (vinculado a la actividad primaria maldita) lleva exportados en los 10 últimos años mucho más que INVAP ¿sabés qué es y qué hace Vetanco?

    c) Repetís simpre la misma estupidez, hace 200 años ciertos productos industriales sólo eran producidos para exportar por Inglaterra… eran «alta tecnología»… hoy en día nosotros buscamos cerrar la importación de textiles y calzado de países que tiene mano de obra esclava. ¿se entiende?
    Antes protegían para «defenderse» de Inglaterra, ahora, aquí en Argentina, queremos proteger para defendernos de Birmania o Blangladesh.

    e) ¿Apple tiene una fábrica en Brasil? no sabía.
    Es una mentira, no es la primera vez que anuncian algo por el estilo, TODA la producción de Apple la hace Foxconn, empresa famosa porque sus trabajadores cometen gran cantidad de suicidios en el lugar de trabajo ¿esas son la clase de fábricas que queremos en Argentina?
    Foxconn tiene más de un millon de empleados (un millon) la mayoría vive en barracas como si estuvieran en el ejército. Hay que leer un poco más.

  25. Mariano T. dice:

    Si le pudieramos poner fecha de nacimiento a nuestra industria, no estaría muy lejos de 1880. Antes era materialmente imposible por falta de mercado, capitales, conocimientos, proletarios, e …industriales. El % del PBi representado por al industria no creció demasiado desde 1925 (creo que andaba por el 12%) hasta la fecha.
    Y realmente es una debilidad política que los productores sean 100 o 120.000. Si fueran 10 veces más, nadie osaría mencionar la palabra retenciones para no ver enterrada su carrera política.

  26. Mariano T. dice:

    Se ha derramado desde hace 120 años, generando el mercado para que naciera la industria. Y desde hace 70 años, sometido a exacciones que nunca existieron en otros lugares del mundo. Gracias a Dios esas exacciones fueron el origen de la «restricción externa», sino habrían sido mayores y más consistentes.

  27. Jorge dice:

    Hola Magam…. Coincido totalmente con vos, que no se necesita tanto para resolver el tema de las necesidades básicas, pero me permito esta reflexión que puede ampliar la tuya…. No solo pensando en el hambre se resuelve el hambre.
    Los planes sociales (aunque sean insuficientes) intentan eso, pero la pobreza estructural no lo resuelven los planes. La educación y el trabajo son aspectos fundamentales porque generan dignidad y van en simultáneo con lo primario.
    Lo más difícil me parece es recomponer el tejido social sobre la base de los derechos, con igualdad de oportunidades y deberes, desde la participación social, no como meros receptores de cuotas.
    Más acá o más allá, que hacemos con los jóvenes sin hambre de la periferia social, ellos resuelven sus necesidades básicas pero cada vez están más lejos de una inserción social. Creo que no hay una política para estos sectores que representan una realidad que parece inabordable.
    Como dijo mi abuelita… A Dios rogando y con el mazo dando.
    saludos

  28. Mariano T. dice:

    Norberto: Parece que a nadie se le cae una idea sobre política industrial, solo una vendetta absurda sobre otro sector.
    Y faltás a la verdad con el tema ganancias, en el agro se ha pagado más o menos como el promedio de la economía, ni más ni menos. Y ahora bastante más que ese promedio.

  29. Mariano T. dice:

    e)Obvio. De Brasil se pueden llevar las utilidades si quisieran, de Argentina no. Hay que ser medio lelo, y éstos no lo son, para hacer otra elección.
    c) No se que tiene que ver esa comparación. Acá siempre hubo aranceles de importación, y bastante importantes, porque eran la fuente de financiación del estado nacional.Pero eso alcanza para el start up, no para generar una industria competitiva.
    b) Y la innovación tecnológica industrial? No son patentes o copias de afuera?

  30. victorlustig dice:

    Con Alcides no voy a discutir, es inutil, y no, hace bastante no andas por TdF parece
    pero, si, se que es Don Mario, conozco Las Varillas y lugares que no tenes idea, pero no gasto tiempo

    Mariano, yo no defiendo a la industria como vos a la agricultura, y, siempre dije que hacen falta 50 años en continuado, como Brasil bah, o cualquier otro, pero, la sarasa de innovacion, no es eso? procesos mas patentes que no se cobran o que se pagan por que las multis se dieron cuenta?

    ah, si, Apple fabrica tod en Foxconn, entonces deberiamos decirle mentirosa a Dilma

  31. adaeido dice:

    Magan y guido son dos masters totales. Ahira lo q nos gusraria saber son algunos ejemplos de dichos incentivos.. Asi se entiende mejor oor donde van los tiros.

  32. Gerardo González dice:

    Interesante debate. Poco agregaré.
    -El tamaño de una economía nacional no es el principal factor del desarrollo industrial. Ver países nórdicos y Japón.
    -En la Epoca de Oro del liberalismo argentino, la industria creció con las mismas tasas que el agro y la ganadería. Además, importábamos lo que no se producía, lo que nos llevó a un PBI per cápita y a un ingreso nacional ídem cercano al de EEUU.
    -La crisis del 30 llevó al gobierno de Justo a industrializar forzadamente, porque las exportaciones no podían pagar las importaciones. Esto continuó desde la guerra de 1939, porque se suspendieron importaciones esenciales como el carbón, los neumáticos, productos metalmecánicos, etc.
    -Perón acentuó el crecimiento fabril para sustituir importaciones y generar pleno empleo.
    -Pero una cosa es un país con industria y otra esencialmente distinta un país industrial, que exporta e importa bienes y insumos industriales en un porcentaje importante de su PBI.
    -Si descontamos las agroindustrias, la automotriz, la medicinal, la de maquinaria agrícola, la minera y el holding Techint, exportamos monedas.
    -La competitividad industrial no se inventa ni se crea desde el Estado. Requiere capital, teconología y una burguesía competente.

  33. Lucas dice:

    «En la Epoca de Oro del liberalismo argentino, la industria creció con las mismas tasas que el agro y la ganadería. Además, importábamos lo que no se producía, lo que nos llevó a un PBI per cápita y a un ingreso nacional ídem cercano al de EEUU.»
    Muchas personas desconocen el tamaño y la profundidad del proceso industrial de la Argentina liberal, aunque, para ser honestos, la industria ya tenía protección en esa época, no a través de aranceles y cuotas sino gracias al costo relativo del transporte.

    «Si descontamos las agroindustrias, la automotriz, la medicinal, la de maquinaria agrícola, la minera y el holding Techint, exportamos monedas.»
    Correcto. Y encima penalizamos a los sectores con ventajas comparativas y competitivas en lugar de facilitarles la expansión.

    «La competitividad industrial no se inventa ni se crea desde el Estado. Requiere capital, teconología y una burguesía competente.»
    – Para que aparezca el capital, hay que ofrecer una tasa de retorno ajustado por riesgo razonable. Pero el riesgo argentino es volátil y va en aumento. El rendimiento de la deuda soberana es un buen proxy del riesgo argentino.
    – La burguesía competente aparecerá si se dejan actuar a las fuerzas de la destrucción creativa. No es casualidad que en agricultura domine Grobocopatel y no los Anchorena.
    Puede afirmarse que las principales disputas políticas de Argentina tienen que ver con crear rentas y cotos de caza que protejan a empresarios y trabajadores de la acción schumpeteriana.

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