La industria y la suerte del «modelo»

Tengo que confesar que no había leído la nota de Martín Losteau en LaNación de ayer 6, El mito de la reindustrialización. Prejuicios: uno lo recuerda como el tipo al que se le ocurrió la Resolución 125, que casi se lleva puesto al gobierno del que era ministro; tiene presente sus aventuras recientes en la farándula … y no termina de tomarlo en serio. Después de todo, se escribe tanta sarasa sobre economía; estoy restringiendo mi dieta.

Pero mi amigo Rogelio Galliano me lo acercó con una indicación «Para el debate«. Y vi que tenía razón. Elecciones porteñas a 3 días, reacomodamiento – con crujidos – del peronismo, dilema existencial de la oposición… Todo importante. Pero la suerte de Argentina, como de todo país mediano no situado en el Medio Oriente, se decide por el acierto o error de sus estrategias económicas más que por cualquier otro factor. Sórdido, pero es así.

Y la crítica de Losteau es interesante. No demasiado original, ni es un trabajo técnico profundo. No sería justo pedírselo: es apenas una nota periodística. Pero no la hace desde el habitual, a menudo tácito, y equivocado, enfoque financiero. Habla de la economía real.

Creo que vale la pena aclarar un poco lo que quiero decir. Casi todas las críticas – que no son pocas – que hacen economistas inteligentes sobre las políticas del gobierno, incorporan la visión de las crisis que atravesamos nosotros en el pasado reciente – los últimos 30 años – o las que atraviesan otros países ahora mismo. Y en esas crisis juegan un rol fundamental los problemas del sector financiero.

Esto es natural y correcto… en esos casos. El rol del sector financiero como el que asigna y de algún modo crea los recursos para la producción y el consumo – que siempre ha sido importante en toda la historia del capitalismo (recordar los Fugger, banqueros del Sacro Imperio en los siglos XV y XVI)  -llegó a ser hegemónico, hasta en el pensamiento económico, justamente en estos últimos 30 años.

El hecho es que nuestro país está en una circunstancia especial (que deben tomar en cuenta los que avizoran las consecuencias para nosotros de la Crisis global): Desde 2002 está fuera del mercado de capitales internacional. Por supuesto, no lo está del todo. Ningún país, salvo Corea del Norte, y hasta cierto punto, puede estarlo. Y, además, el gobierno hace de cuando en cuando esfuerzos por retornar. No tener acceso fluído al crédito externo es una limitación.

Pero es una limitación que nos ahorra ciertas imprudencias, y ciertos riesgos. Como decía en un post el 30 de mayo: «Aún si se acepta que las políticas económicas son desacertadas o insuficientes, no estamos en una trampa financiera como la que significó la Convertibilidad. O, para Europa, el Euro. O en el caso de nuestro socio Brasil, la afluencia de capitales especulativos que provoca la suba de intereses para, justamente, evitar la sobrevaluación del Real.

Si por una inflación que el gobierno no lograra moderar, la competitividad industrial desciende hasta los extremos de la última parte de los ´90 – y todavía estamos lejos de esa situación – o si Brasil devalúa o los EE.UU. aumentan la tasa de interés … la consecuencia para Argentina sería obligarla a aumentar el ritmo de la devaluación de su moneda (Recordemos que ya la está devaluando, al mantenerla en ritmo con un dólar que se devalúa).

Por supuesto, aumentar ese ritmo – nadie debe pensar en una Gran Devaluación, que al no estar atados a un cambio fijo no sería necesaria – aumentaría a su vez la inflación. Lamentable, pero nada nuevo en Argentina. Y un gobierno con apoyo social puede controlarla obrando de consuno con los empresarios y los sindicatos».

Frente a esta visión, razonablemente optimista, de nuestra situación financiera, Martín Losteau hace una crítica de la economía real. Y creo que vale la pena reflexionar en ella, y debatirla. Hago un resumen. que creo completo, de lo que dice. Y agrego alguna observación entre paréntesis. Lean:

«En la construcción teórica kirchnerista, el «modelo de acumulación con matriz productiva diversificada e inclusión social»  se opone a uno de «naturaleza extractiva y exportadora, basado en la actividad agropecuaria y la minería». Que aprovecha ventajas comparativas estáticas y es poco intensivo en mano de obra. Y al transformarse en eje del crecimiento termina configurando una economía desequilibrada: un sector extremadamente competitivo y orientado al mercado externo (generador de divisas) que convive con un escaso desarrollo de la industria y los servicios, con el consiguiente impacto negativo sobre la cantidad y calidad del empleo.

De acuerdo a esta visión, para evitar estos problemas es necesario promover fuertemente la actividad industrial y el mercado interno. Ello requiere que las divisas generadas por los sectores exportadores se utilicen para financiar la modernización del aparato productivo, mientras se lo protege y se le brindan políticas industriales activas que le permitan desarrollarse en su verdadero potencial.

No hay dudas de que la industria suele ser uno de los sectores que genera mayor empleo de calidad: en la Argentina sus salarios son 14% superiores al promedio y la informalidad es 13 puntos porcentuales menor que en el resto de las actividades. Adicionalmente, los precios de sus productos son menos volátiles en general, mientras que se trata de un campo fértil para la innovación y las mejoras de productividad.

Todo ello explica la correlación que parece existir entre el desarrollo industrial y la equidad distributiva. De hecho, en los últimos 36 años la desigualdad de nuestros ingresos se multiplicó por tres, coincidiendo con una perdida de importancia del sector industrial en el total de la economía, que paso de representar 40% del PBI a tan sólo el 15%. Se podría decir que recorrimos así un camino opuesto al de los países del sudeste asiático: su valor agregado industrial que en los 70 era similar al nuestro, hoy es 16 veces superior.

Resulta, por ende, gratificante que el discurso oficial haga hincapié en un supuesto proceso de reindustrialización. Sin embargo, los datos distan de producir semejante satisfacción. La mega-devaluación de 2002 significó un súbito aumento de competitividad; y la industria, que desde 1998 había sufrido una caída acumulada de nada menos que de 27%, inició un período de crecimiento. Durante los primeros años, ese proceso mostró importantes cualidades, tales como un dinamismo superior al promedio de la economía, que se daba en casi todos los sectores, y con gran ímpetu en lo que a generación de nuevos puestos de trabajo se refiere: desde 2002 hasta 2007 el empleo industrial creció 36%, generándose nada menos que 400.000 puestos de trabajo formales.

Lamentablemente ese impulso inicial no sólo no bastó para cambiar nuestra estructura productiva, sino que se encuentra en una etapa de debilitamiento. Con el tiempo y la inflación, nuestra actividad industrial ha ido perdiendo la ventaja del tipo de cambio, que fue casi la única política industrial de los últimos años. El crecimiento se encuentra cada vez más concentrado en nichos cuya sostenibilidad depende de factores exógenos, en especial el automotriz, beneficiado por el adelantamiento del consumo local al que obliga el persistente aumento de precios y la fuerte apreciación de la moneda brasilera.

(Es cierto que el «modelo» basado en un tipo de cambio muy alto y superávits gemelos es algo del pasado. Pero sus ventajas se desvanecieron ya en 2006, cuando el dólar ya no fue tan caro para los argentinos y la capacidad ociosa desapareció. Y eso fue hace 5 años. Evidentemente, no estamos en la situación inicial. Pero no se ha provocado una crisis terminal. Sí, un deterioro).

Así, la generación de empleo industrial prácticamente se estancó. De hecho, desde fin de 2008 hasta finales del año pasado se perdieron 16.000 puestos de trabajo netos, y hoy hay menos ocupados en el sector que en 1997.

Es cierto que en materia de exportaciones las manufacturas de origen industrial tuvieron una performance notable, aumentando las cantidades vendidas al exterior nada menos que 160% desde 2002. Y si bien ello triplica el incremento de otras exportaciones, un comportamiento similar tuvo lugar durante la década del 90. Ademas, nada menos que el 75% de ese salto está concentrado sólo en dos sectores: automóviles y productos químicos.

En el último lustro, las importaciones industriales vienen creciendo significativamente por encima de sus exportaciones. De esta manera, se ha generado en poco tiempo un déficit comercial intrasectorial que el año pasado alcanzó la friolera de 24.000 millones de dólares, 6000 de los cuales corresponden al supuestamente exitoso complejo automotriz.

Ello significa que, en la Argentina actual, cada dólar que ingresa por exportaciones del complejo sojero se escapa debido al deficit comercial industrial. Se trata de una enorme paradoja para un «modelo de acumulación con matriz productiva diversificada e inclusión social» que pretende alejarse de la «naturaleza extractiva y exportadora» y propender hacia la reindustrialización. Y eso que aún falta que entre en juego el boom de exportaciones mineras que tendrá lugar en los próximos años.

Una de las principales causas de esta tendencia es la elevada inflación que esta afectando de manera creciente la competitividad industrial. Frente a este panorama, las trabas al ingreso de productos importados equivalen a intentar tapar el sol con las manos. La obligación para todo aquel que quiera importar de encontrar algo para exportar no tiene antecedentes en el mundo.

Los equilibrios comerciales no son individuales sino macroeconómicos, y para lograrlos es preciso implementar políticas adecuadas. La iniciativa de la Secretaria de Comercio es tan absurda como obligar a quienes viajan al exterior a traer a su regreso a un turista que gaste lo mismo que ellos afuera«.

(No estoy tan seguro que sea una política absurda. Los incentivos, en microeconomía, siempre tienen un elemento de arbitrariedad intrínseco: los que han estudiado a fondo los economías en fuerte desarrollo de Asia Oriental podrán citar cientos de casos. Pero estoy de acuerdo que es insuficiente. Encontrar nuevos mecanismos que alienten el desarrollo industrial es una parte de la agenda que no se podrá postergar sin graves peligros más allá de octubre. Si hasta entonces).

58 Responses to La industria y la suerte del «modelo»

  1. oti dice:

    El problema es qué se entiende por «promover el mercado interno».

    Producir y exportar soja a lo bestia que se consumirá fuera del país o gastar U$S en importar autopartes para producir un auto que va a ser consumido en el exterior es «promover el mercado interno»??

  2. Best Seller dice:

    Abel con respecto a la crítica que hace Lousteau creo que, al igual que decís vos, carece de originalidad. Si bien parte de la crítica con respecto al grado de industrialización y desarrollo del país es acertada, no aporta nada nuevo al debate.
    Sin embargo quiero destacar lo que más me llamó la atención de la nota, y es justamente lo que vos resaltaste en negrita. Si me preguntás a mi, me resulta una jugada bastante sucia, sobre todo viniendo de un economista (supuestamente) distinguido. Porque establece que en la actualidad la distribución del ingreso es tres veces menor con respecto a 36 años atrás (no 50 años, 30 años o 10 años, sino exactamente 36 años) cosa que no solo no es verdad sino que lo que es todavía peor, para decir esto toma el año del máximo histórico en la historia argentina!
    Me resulta una forma muy baja de querer establecer un punto.
    Saludos.

  3. Caìtán Yáñez dice:

    Hace unos dias pasé, entrando a Bs. As. por la autopista Bs. As. -La Plata, por «encima» del puerto, ahí a la vera del Riachuelo. Me llamó la atención la descomunal cantidad de containers apilados allí. Nunca había visto semejante cantidad.
    ¿Qué hay adentro? Esa es la cuestión. ¿Qué estamos exportando? ¿Qué estamos importando? Hablar de «exportaciones industriales» e «importaciones industriales» es demasiado genérico, no alcanza, salvo para los economistas neoclásicos -que son casi todos, porque han sido formados en el corsé walrasiano y ni aún los pocos que pretenden escaparle pueden hacerlo del todo- para los que producir acero o caramelos es lo mismo. Tampoco pueden escaparle a la muletilla de «abrir la economía para que la importación acomode los precios internos», por lo cual, como contrapartida «las trabas al ingreso de productos importados equivalen a intentar tapar el sol con las manos».
    Si estamos importando cucharitas y exportando autos y tenemos un déficit de 24.000 millones de dólares, evidentemente vamos hacia el horno. Si lo que estamos importando son tornos, entonces el déficit no sería preocupante, porque dentro de un par de años estaríamos en condiciones de exportar cucharitas. Habría que tomarse la molestia de averiguarlo.
    El análisis del ruludo neoescritor de bestsellers es demasiado superficial y efectista, al uso de La Nación. Impropio, además, de quien en ejercicio del Ministerio de Economía tuvo a su cargo una Secretaría de Comercio que tomaba medidas muy semejantes a las que ahora critica por «absurdas».
    Felizmente, parece que vamos llegando al fin de la «era de los economistas», una abogada con una maestría en ciencias políticas al frente del FMI puede ser una señal interesante -no es que vaya a transformar al nefasto organismo, es una señal, nomás- en ese buen sentido. Estos sapientes genios ya hicieron la suficiente cantidad de cagadas como para seguir tomándolos muy en serio.

  4. Casiopea dice:

    Me pareció bueno el artículo de Lousteau. No sólo señala una contradicción profunda, sino que apunta a la falta de soluciones, precisamente porque las soluciones hacen un desparramo en el equillibrio del modelo que no es tal.

  5. rib dice:

    Acaso el despecho le impida a Lostó darse cuenta que el «modelo» de Budú no es desarrollista sino un «trickle up» monetarista.

  6. Andrés dice:

    Buenas Abel,

    No me parece muy serio el artículo de Lusteau. Cae en los prejuicios y preconceptos típicos cuando habla que Argentina no tiene política industrial y a su vez se escandaliza porque el gobierno presiona para que quien importe productos industriales a la vez exporte. Bueno… esa medida forma parte de una política industrial, guste o no.

    Dudo de sus cifras que mencionan un empleo industrial menor que el de 1997. En qué se basa para decir eso? Además, las exportaciones de bienes industrializados aumenta año tras aÑo en comparación a los productos agropecuarios. Entonces, cómo es que estamos en «etapa de debilitamiento» de ese cambio? O será que arma sus ciclos para que el cénit coincida con su salida del gobierno?

    En definitiva, y por lo que leí, se concentra en variables típicamente financiero-comerciales (tipo de cambio, déficit comercial intrasectorial, etc). Los análisis interesantes sobre la industria argentina tienen que ir un poco más allá de difras sueltas sobre capacidad instalada y tipo de cambio. Hay que evaluar otros factores, como las sinergías.

    Saludos,

    Andrés

  7. Bernardo dice:

    Tener un tipo de cambio competitivo es una condición necesaria, pero no suficiente, para sostener una política industrial. Tampoco que «..el gobierno presiona para que quien importe productos industriales a la vez exporte» (Sic; Andrés), es señal de su existencia.

  8. victorlustig dice:

    bueno, el niño prodigio junto un catalogo de cosas obvias, pero Bernardo, esas son cosas necesarias pero no suficientes.

    Alguno deberia ver como Japon exploto a los containers vacios que volvian de Vietnam y el costo casi cero de transporte

  9. Abel B. dice:

    Estimados:
    Algunas observaciones (el tema da para mucho)

    Oti:
    Ud. pregunta «qué se entiende por promover el mercado interno?”. Y la respuesta es simple: Poner guita en los bolsillos de la gente. La asignación por hijo, la extensión de la jubilación mínima, la reapertura de las paritarias, son medidas – muy eficaces – que promueven el mercado interno.
    Eso NO es sinónimo de «política industrial».

    Best Seller:
    Agudo lo tuyo. Pero tené en cuenta que todo economista es, casi necesariamente, aspirante a funcionario o consultor. Es decir, promotor de sí mismo.

    Capitán Y.:
    Una parte MUY importante de nuestras exportaciones e importaciones industriales (+ del 70% ?) se originan – como señala Oti – en la industria automotriz. Que está integrada con la brasileña, y que pueden ser consideradas parte de la ind. autom. global. Es comercio administrado. Y es muy necesario para que la economía argentina no se «primarice».
    Pero debemos desarrollar las otras industrias capaces de exportar. De ahí la necesidad de intervención microeconómica.

    No hay recetas, pero el mejor ejemplo para nosotros es Italia de los ´50 y ´60, que pasó de la miseria de la posguerra a una de las economías más dinámicas de Europa. Y que no repitan pavadas sobre el Plan Marshall. Fueron las pymes industriales del Norte de Italia.

    Casiopea:
    «Las soluciones hacen un desparramo en el equillibrio del modelo» ¿No cree que debe explicar?

    Rib:
    «Un “trickle up” monetarista»? Qué es eso? Creo que monetarista, al menos, no puede ser.

    Andrés:
    Tomando en cuenta que lo de Losteau es una nota periodística, le exige demasiado. ¿»Sinergias»? Eso tiene sentido en un análisis que contemple un determinado nivel de tecnología, mercado y costos. Es decir, varios tomos para una sola industria. Hacen falta, como hacen falta empresarios que asuman esos riesgos. Pero su lugar no es un blog.

    Bernardo:
    Estoy de acuerdo. Eso sí, los Planes Estratégicos q el gobierno está impulsando con empresarios y sindicatos de cada ramo, son por lo menos una señal que se quiere desarrollar una política industrial.

    AyJ(victorl):
    Hmmm… Japón no es el modelo adecuado para nosotros. Insisto en la Italia de la posguerra, el estímulo a la innovación de Israel, y, a pesar del desastre a que los llevó su enamoramiento de «los mercados», el enfoque modernizador de Irlanda.

    Abrazos

  10. Alcides Acevedo dice:

    La industria tiene, efectivamente, menos empleo que en el año 1997, no lo dice Lousteau, lo dice el INDEC, y es algo universalmente conocido (salvo para el mundo Nac&Pop)
    Aquí el dato:
    http://www.indec.mecon.ar/nuevaweb/cuadros/13/ivf-97enadel.xls

    Es como siempre digo, el progresismo se cura con información e inteligencia.

  11. Alcides Acevedo dice:

    Bueno…. me invade la tristeza.
    Incluso el chanta de Lousteau es capaz de transmitir ideas simples con palabras sencillas… pero parece que no se entiende de ninguna manera.

    No se dan cuenta, los números de Argentina apestan, los volúmenes físicos de producción industrial de ninguna manaera son de crecimiento explosivo como parece creer alguna gente.
    La única industria que tiene crecimiento es la automotriz, curisamente por cada unidad exportada se genera un DEFICIT COMERCIAL.
    ¿Entienden la paradoja? ¿qué va a pasar el día que el dólar en Brasil vuelva a la normalidad?

    Los precios en dólares argentinos están por la nubes, la comida está muchas veces más cara que en Estados Unidos o España. ¿no les llama la atención?
    ¿Y la LCD para todos que anunció el gobierno?
    Lo mismo, cuestan más que el doble en Argentina que en Inglaterra o… Paraguay… sí: Paraguay.
    ¿no ven las inconsistencias? ¿no ven la pérdida total de competitividad industrial? ¿no ven el horizonte de precios energéticos infinitamente más caros?
    Que Dios nos ayude.

  12. Abel B. dice:

    Alcides A.:
    El link que Ud. pone lleva a un índice del Volumen Físico de la producción en la industria manufacturera, no a uno de empleo.
    Estoy de acuerdo en los remedios que propone, pero deben ser información e inteligencia de buena calidad.

  13. Alcides Acevedo dice:

    Es cierto, aquí el link correcto:
    Indice de Oreros Ocupados:
    http://www.indec.mecon.ar/nuevaweb/cuadros/13/ioo-97enadel.xls

  14. oti dice:

    Abel, yo creía que promover el mercado interno era producir para el mercado interno y, lo que sobre -si sobra-, exportar.

    Tal como lo planteás, hay que ver de qué manera se pone guita en el bolsillo de la gente.

    Si esa guita sale de exportar soja y, para continuar poniendo guita, hay que tener la expectativa de seguir exportando soja, no sería «promover el mercado interno», a lo sumo sería, me parece, confiar en los efectos multiplicadores internos del comercio exterior.

    El significado histórico del mercado interno, pasa por otro lado, me parece.

  15. victorlustig dice:

    No, para nada es lo que debemos hacer, bueno, parte (MITI por ejemplo), solo quise mencionar el ejemplo de aprovechamiento de oportunidades (como la patente de los transistores).

    Irlanda baso su «crecimiento» en servicios, call centers, en plataforma de ingenieria fiscal (ver Microsoft et altri donde facturan) y burbuja inmobiliaria, paro la burbuja, pum, se murio, no creo sea ejemplo valido, dentro de mi supino conocimiento. Prefiero israel en ese sentido

  16. victorlustig dice:

    exactamente, que Dios nos ayude si la vision all uso nostro anterior sigue
    Alcides, creo habertelo dicho, los LCD valen lo mismo en Brasil que aca, y, que yo sepa es un pais serio, vos no opinas lo mismo? te pase el link, lo viste? comparar Paraguay, eso no es serio……
    y, como pais serio, ahora mismo estan debatiendo como proteger su industria de aluminio ya que preveen que el año que viene tienen que importar, para uso de la industria que protegieron durante 60 años mas o menos. (BTW siguen protegiendo)

    en fin

  17. Abel B. dice:

    Una respuesta a Oti: su planteo «producir para el mercado interno y, lo que sobre -si sobra-, exportar» significa una estructura económica completamente distinta de la que estamos (la Argentina, América del Sur) insertos hoy.

    ES POSIBLE QUE EL DESARROLLO DE LA CRISIS LLEVE A LA ECONOMÍA MUNDIAL EN ESA DIRECCIÓN. Por ahora, sólo hay algunos indicios. Y una falta de respuestas en el establishment global.

    Pero hoy eso es tan factible para nuestro país como resucitar los saladeros. Tenemos que responder a los problemas de la estructura actual, si queremos tener alguna chance de enfrentar los desafíos futuros con alguna autonomía.

    Y aclaro algo: Yo no propuse «exportar soja y poner guita en los bolsillos de la gente». Sólo dije que – simplificando mucho – es lo que se está haciendo ahora. Y es el motor principal, hoy, del mercado interno existente.

  18. Abel B. dice:

    También para Alcides A., aunque aparentemente sólo lee lo que puede tomar como un argumento para su particular dogma.

    Pero los problemas que plantea son reales, ojo. Así que: «¿qué va a pasar el día que el dólar en Brasil vuelva a la normalidad?»

    Cuando Brasil devalúe, Argentina deberá aumentar el ritmo actual de devaluación que lleva actualmente en un porcentaje adecuado.

    Como dije antes, la devaluación no es gratis. Aumenta, por ejemplo, la inflación, que ya es alta. Un problema serio, pero no desconocido en Argentina. Y que un gobierno con respaldo popular puede manejar, acordando con empresarios y sindicatos.

  19. oti dice:

    Yo creo que no hay problemas de la estructura actual. La estructura actual ES el problema.

    La fortaleza de un mercado interno no debe confundirse con los efectos multiplicadores internos que el comercio exterior genera. Esto último es «fortaleza» del modelo exportador, no del mercado interno.

    En las condiciones actuales, darle entidad al mercado interno supone necesaria e inexorablemente el languidecimiento de la rentabilidad de la soja, de la producción de soja y de las exportaciones de soja. El hecho de que la realidad sea lo contrario de esto es la mayor prueba de que no hay un modelo mercadointernista (en el sentido histórico de la palabra).

  20. Juan dice:

    La política industrial de este gobierno es obligar a Hyundai a exporta maníes?
    Estampos salvados!

  21. Alcides Acevedo dice:

    ¿Si Brasil devalúa Argentina devalúa y todo arreglado?
    ¿Los empresarios y los sindicatos se van a poner de acuerdo?
    Ahhhh…. bueno….
    Ese análisis está equivocado: lo que permitió la revaluación del Real es que la «competitividad relativa» de la Argentina mejore por encima de los valores históricos, eso facilitó la llegada de turistas y la venta de algunos bienes industriales, cuando Brasil devalúe las cosas retornarán a la normalidad, eso de por sí es un desastre que no se va a solucionar devaluando.

    Repito: la situación actual es producto de medidas que ha tomado Brasil y cuya reversión no tiene antídoto.

    Me causan gracia los que piensan que Brasil es un país «serio» es un país de cuarta (como la Argentina) pero con una «masa crítica» mucho mayor que les permite llegar más lejos en ciertos planteos «desarrollistas», pero cuando uno ve que hay autos en Brasil que cuestan 3 veces más caros que en Estados Unidos (y más caros que en Argentina) ya se puede imaginar donde termina todo.

  22. Rogelio dice:

    Estimado Abel:

    Llego tarde.
    El punto que me interesó en la nota de Loustau es el siguiente:

    (…) las trabas al ingreso de productos importados equivalen a intentar tapar el sol con las manos. La obligación para todo aquel que quiera importar de encontrar algo para exportar no tiene antecedentes en el mundo.

    En rigor, no me parece obvio descartar sin debate el mecanismo que comenzó a aplicar el gobierno nacional cuando impone a quienes se benefician importando que asuman, como contrapartida, un compromiso de exportar.
    Como anverso y reverso de flujos de una misma y única economía, que necesita contar con medios que pueden irse perfeccionando hasta ejercer efectos “autorregulatorios” sumamente saludables.
    ¿ Por qué no ?
    ¿ Por qué descartarlo a priori ?
    ¿ Por qué disociar las funciones de importación y exportación que alguna vez supimos manejar a favor nuestro como componentes clave de nuestra soberanía ?

    De hecho, es falso que no existan antecedentes en el mundo.

    Como lo hicimos en el pasado, como hoy lo hacen China y muchos otros
    Como ejemplo y por su analogía menciono los durísimos condicionamientos que China impone no sólo a las importanciones sino a las mismas inversiones extranjeras, obligando a que haya “transferencia efectiva de la tecnología” para asegurarse que puedan asimilarla los nacionales chinos y eventualmente producirla ellos mismos en el futuro, tal como describe Gustavo Poratti en esta nota sobre la industria y comercio de China .

    Saludos

  23. Pienso que usar el tipo de cambio sobrevalorado como un herramiento para atenuar la inflación es una idea que simplemente no funcciona. Ni pensarlo. Y en la historia de la Argentina según sepa yo habéis caído más de una vez en esa misma trampa nefasta.
    Industria hoy día tiene que ver con exportación y importación. Dificulta mucho inversiones a largo plazo si un año un plato de pollo con arroz cuesta 1$ y 5 años después 5$.
    He aprendido que es probablemente buena idea gravar soja con un alto impuesto de exportación, pero si aún así la soja trae grandes cantidades de divisas al país hay que esterilizarlo hasta cierto punto.
    Chile sabe esterilizar, crear fondos donde ahorrar grandes ingresos por un rato y todo eso. Desafortunadamente de alguna manera tienen metido en la cabeza que el dueño de fondo tiene todo la plata y el resto son pobres weones. Una mezcla de los buenos elementos de los dos países y entonces tenis una basis para empezar a pensar sobre una política industrial…

  24. Rogelio dice:

    Si quiere puede ridiculizarlo, Juan, pero se trata de un componente ineludible de la política industrial de este gobierno y también de la política industrial de cualquier gobierno futuro, sea quien fuere el que conduzca ese futuro gobierno.

  25. Mariano T. dice:

    No se puede ridiculizar más de lo que es. No solo es ridículo, sino hilarante.
    Qué clase de política industrial es esa?
    Qué ramas se estan promoviendo? No son exportaciones que se harían de todos modos?
    Un absurdo, es llevar la morenomics que tan mal resultado ha dado en otros ámbitos al comercio exterior.
    Ningun otro gobierno aplicaría una política tan disparatada.
    Eso es todo lo que el kirchnerismo entiende como política industrial?
    Entonces la industria seguirá en el 15% del PBI para siempre, salvo que destruyan el otro 85%.

  26. Mariano T. dice:

    Y seguramente también el abandono de 20 millones de hectáreas. Para el mercado interno sobra con un cinturón de 100 km alrededor de cada ciudad. Y si alguien quiere algo importado, que las divisas se las pida al FMI.

  27. ana dice:

    La ciento veinticinco no se le ocurrió a LOSTEAU ,él es solo un instrumento sexy del proyecto que hoy encarna ZARCOZY(OTRO SEXY)en lucha con otro sexy EL SATIRO STRUSS KHAN.
    Esto parece cargada pero es la cruda realidad de la instrumentación del sistema globalizado
    Mis respetos a los que creen que todo esto es peronismo.

  28. Norberto dice:

    No marianote, porque obliga a Hyundai a comprar un producto en el mercado a un precio que implica una ganancia para alguien que no es Hyundai, con lo que eso significa para ellos, por lo que razonablemente, en el tiempo buscarán producir algo Hyundai y sacar ganancia.
    Nunca menos y abrazos

  29. Andrés dice:

    OK.

    Ahora bien, si aceptás esos datos, también aceptarás entonces que en ciertos sectores industriales el empleo ha aumentado (índice superior a 100) y que en el caso de la automotriz, el repunte de productividad es significativo porque se producen muchas más unidades que antes y con menor personal.

    Saludos,

    Andrés

  30. Andrés dice:

    «¿qué va a pasar el día que el dólar en Brasil vuelva a la normalidad?» De qué «normalidad» hablás? El cambio en el valor de conversión entre divisas estuvo en subibaja durante décadas.

    Entiendo que las condiciones actuales pueden variar y ser mucho menos benéficas. Sin embargo, la idea es garantizar el mayor empleo posible y mantener el mercado interno en crecimiento lo máximo que se pueda, justamente para no depender del valor del real vs dólar o del precio del kilo de lomo de oso panda en Kuala Lumpur.

    Tu enfoque se centra en mayor volumen físico de exportación como variable principal, lo cual es válido pero parcial. Hay otros enfoques paralelos que hay que tener en cuenta, como el rol de la industria en el mantenimiento de un buen nivel de vida.

    Ahora bien, si el horizonte de precios energéticos es a la alza explosiva, entonces estamos en el horno igual. Por qué habríamos de cambiar de política entonces?

    Saludos,

    Andrés

  31. Andrés dice:

    Es una medida. Las políticas se reflejan en medidas (o en la ausencia de ellas).

    Mejor tener una enciclopedia llena de estudios de factibilidad de proyectos industriales, con proyecciones sectoriales y medidas específicas de antemano? Seguro, pero esperaremos hasta entonces para ningunear las medidas actuales y pretender que hoy se está descuidando a la industria como durante el menemismo?

  32. Rogelio dice:

    Mariano T:

    No estaría mal que expusiera aquí mismo algunos rasgos de la política industrial que ustedes proponen y qué fuerzas político-económicas estarían dispuestas a impulsarla.
    Le pido que tenga presente que en Argentina somos 40 millones de habitantes y que se requieren estrategias que promuevan el equilibrio entre el campo y la ciudad.

    Pregunto: ¿ los factores del sector agropecuario no se dan cuenta que será muy difícil que tengan éxito si la industria no evoluciona paralelamente ? ¿ O acaso ilusionan que se van a salvar aunque el resto se hunda ?
    En definitiva, ¿ qué proponen ?

    Saludos

  33. Sergio Robles dice:

    «»Encontrar nuevos mecanismos que alienten el desarrollo industrial es una parte de la agenda que no se podrá postergar sin graves peligros más allá de octubre…».

    Coincido y agrego. 1.- Por primera vez en la historia (argentina, por lo menos) la agenda deberá cumplirla la misma gestión que usufructuó el «tipo de cambio recontraalto».

    2.- Por eso «…Amado te quiero a mi lado…»

    3.- La UCEDE ya concretó el «trasvasamiento generacional» y empieza a competir seriamente por constituirse en uno de los valores permanentes de esta «democracia». (Manolo tendrá algo para decirnos?)

  34. oti dice:

    Esta es la respuesta a Mariano T a mi comentario 22:07.

    No se van a abandonar productivamente 20 millones de ha. No te preocupes por eso. Lo que seguramente sucedería es que muchos millonarios y especuladores externos deberán dedicarse a otra cosa. Podría suceder un proceso de surgimiento de nuevos propietarios tanto de tierras como de animales que se conformarán con la rentabilidad que se obtenga un poco por el comercio exterior y otro poco por el aumento de un 25 o 30% del consumo interno de exportables (excepto soja) que ocurriría cuando tengamos un mercado interno de verdad.

    Cuando las 10 millones de personas que hoy están en el subconsumo tanto de bienes primarios como industriales, encuentren oportunidades de empleo productivo en la construcción y reconstrucción de la infraestructura física e industrial del país, tengan guita en el bolsillo, como dice Abel, pero de esta precisa manera, el consumo interno de exportables (excepto soja) aumentará considerablemente. Y desde el campo habrá que responder a ese proceso.

  35. oti dice:

    Tu respuesta, Mariano T, refleja que analizás la realidad estáticamente, no dinámicamente. Analizar dinámicamente no es imaginar que pasa si se cambia un factor suponiendo todo lo demás fijo.

    Analizar dinámicamente es imaginar qué efectos provocaría en lso distintos factores un cambio de principio en el proceso real.

  36. ayj dice:

    Juan

    evidentemente no estas informado, esta polemica ya la tuve en otro lado con ese mismo concepto

    a) Le pidieron exportar
    b) el grupo que maneja eso aca tiene maní o esta vinculado a eso
    c) eligio exportar mani

    fin de la discusion, no obligaron a exportar mani, se entiende?

    por otro lado, que diferencia hay con eso y TODOS los intercambios compensados que existen, en los cuales la industria automotriz es especialista?

    Si queres protestar, al menos informate adecuadamente, sino leelo a Abel (una broma nomas)

    saludos

  37. rib dice:

    Poner plata en el bolsillo de ALGUNA gente es el «modelo» de Budú con su rentismo sojero y su utilitarismo marginal. Por ello la asignación por hijo es foquista y no universal. Ni hablar de los planes sociales.

  38. rib dice:

    P.D.: Para ver el «modelo» como «industria monetaria» vease:
    http://www.jorgeasisdigital.com/2011/07/08/el-paraiso-de-the-old-fund/

  39. Mariano T. dice:

    El efecto de la acción de Moreno es el siguiente. El importador busca algo que se este a punto de exportar, y pide que sea exportado a su nombre, previo pago de un fee, porque el exportador no se chupa el dedo. El fee se carga al costo del producto importado.
    Como política industrial (aunque en este caso ni siquiera se trata de un producto industrial) es lamentable. De generalizarse los que deciden el perfil de las exportaciones son los importadores de baratijas.
    Tambien puede ser que los exportadores vean en esto una brecha, una ventaja sobre los importadores de baratijas, y actúen en consecuencia, saliendo a importar para aprovechar el «crédito» de sus exportaciones.
    Por eso la analogía de Losuteau (que va a tener que buscarse un gallego que venga a la aRGENTINA PARA COMPENSAR SU VIAJE) ES MUY BUENA.
    No hay otra política industrial?
    Si no la hay, estamos en el horno.

  40. Mariano T. dice:

    Por lo que usted dice, la analogía con China es imaginaria.
    Las obligaciones de transferencia de tecnología son mas viejas que la injusticia. Las usaron mucho los militares en el tema armas, aviones y barcos. Yclaculo que debe venir de m8ucho más atrás, de cuando los chinos usaban cuello Mao y se morían de hambre.
    Me gustaría ver otra analogía similar a la Argentina, de autos por manises.

  41. Mariano T. dice:

    Si suponemos que hay un 25% de la población en subconsumo de comida, digamos que comen un 40% menos de lo que necesitarían para ser felices y obesos, el potencial de incremento de consumo me da 10%. Digamos 1 millón de hectáreas exagerando mucho.
    El día que aparezca el aumento de consumo interno hablamos, por el momento habrá que dejar las 20 millones de hectáreas (como para que coman bien 100 millones de personas) en barbecho, o producir algo que se pueda exportar.

  42. Rogelio dice:

    Mariano T:

    También en este punto Lousteau está desinformado.
    Durante el año 2010 los españoles residentes en el extranjero y registrados formalmente en el Padrón correspondiente, aumentó el 8,2% = emigraron 128.655 españoles.
    El principal destino de los emigrantes españoles fue precisamente Argentina (Loustau lo ignora pero quizás usted no).
    Durante 2010 comenzaron a residir entre nosotros 23.864 españoles = aprox. 19% del total de emigrantes.
    Lo puede verificar con detalles ACÁ.
    De modo que Loustau podrá regresar sin dificultades: los españoles vienen solitos a sufrir en el “infierno argentino”.

    Permítame que insista con mi pregunta anterior.
    Ustedes, ¿ qué política industrial proponen ?

    Saludos

  43. oti dice:

    Es probable que el consumo de carne se incremente en más de 500 millones de Kg. y eso no se va a poder afrontar con feedlot. También aumentará sustancialmente los consumos de productos lácteos, lo que implica que se deberá sacar más leche de los tambos. Aumentará también el consumo de harinas de trigo y de maíz, frutas, hortalizas, etc., etc. La dieta se hará más diversificada. El campo deberá responder a eso.

    Creo que, cuando el Estado disponga de la totalidad de los excedentes de la soja, es decir cuando el comercio exterior lo haga el Estado, la producción de soja se podría reducir a la mitad y ser reemplazada por producciones que encuentren rentabilidad en un mercado interno más dinámico y más fuerte.

    Lo que no quiere decir que no se exporte nada. Se va a exportar porque el potencial productivo agricolaganadero es superior, por ahora, al potencial de consumo del mercado interno. Pero no tan superior como parece a primera vista si reparamos en que la tasa % de crecimiento de la población podría duplicarse (pasando del 1% al 2% anual) en el contexto de un proceso económico centrado fuertemente en el aprovechamiento del consumo de los que no consumen o consumen poco.

    En tal escenario es inexorable que la rentabilidad proexportadora va a declinar, porque el dinero que dé va a ser usado para otras cosas: FF.CC. de levitación electromagnética, centrales nucleares, redes de subtes, represas hidroeléctricas, obras hídricas, escuelas, hospitales, viviendas, etc.

    Se va a producir un «desaliento» de las actividades proexportadoras como consecuencia de usar los excedentes de otro modo.

    Entonces, al producirse ese desaliento, los productores disminuyen su producción y/o cambian de producción.

    Por ej., un cambio de producción podría ser volver a producir proteína animal de calidad tanto para nosotros como para los chinos.

    Hay muchas variantes. Le podríamos decir a los chinos que les damos carne de vaca de la mejor calidad, un poco de soja, a cambio, no de U$S sino de que nos ayuden a diseñar y construir el tendido de los FF.CC de última tecnología. A Alemania les podríamos pedir que nos vendan los FF.CC de última tecnología.

    ¿Te das cuenta? Como sucederían las cosas sería distinto a como sucede hoy, los U$S de las exportaciones de soja, terminarían en adquirir equipamiento para infraestructura moderna y cosas que nada tienen que ver con la actividad exportadora de soja como tal.

    Esto es una cosa distinta a que esos U$S terminen en la fuga o en el BCRA a cambio de letras o títulos o papelitos que rinden intereses.

    Evidentemente habría mucho menos U$S en BCRA y abajo de los colchones. Pero habrá una cantidad de cosas y bienes físicos que nunca hhabíamos tenido.

  44. victorlustig dice:

    Mariano

    Yo entiendo, estas defendiendo a tu sector, pero, quizas leer lo de paquete tecnologico abierto vs cerrado quizas ayude.

    Los chinos NO dejan paquete tecnologico cerrado, asi de facil, y, lo que no pueden comprar, conseguir, lo copian directamente

    Podremos ser China, seguro que no, pero, tampoco podemos seguir asi, el campo no puede alimentar 40MM de personas, ni con 100 millones de expo ni con 1000, salvo que si exportas 1000 despues distribuyas la renta manu militari.

    Con lo cual volvemos a la acumulacion originaria, que idea?

    y, me ovidaba, por que no escucho quejas del sector agricola/biodiesel con el lio con Alemania y el tema carbono?
    Se van a dar cuenta cuando les corten , como los chinos? volviendo a la vieja, solo compro materia prima…… eso si, nosotros somos los malos que obligamos a intercambio compensado. Quizas el problema de Moreno sean los modales no?
    BTW Intercambio compensado es tan viejo como el Ford T

  45. el del sur dice:

    De la misma forma que el grupo mendocino canjea impo de autos alemanes a cambio de expo de vinos, porque está en ambos negocios, y así podemos seguir dando ejemplos.
    Con mucho gusto,

  46. Mariano T. dice:

    lustig: Usted esta abusando de la falacia del hombre de paja, es de mala fe rebatir posturas que yo no he tomado.
    Así que el intercambio compensado, que es un acuerdo de Estado a Estado (como los autos con Brasil), tiene algo que ver con los autos coreanos por manises cordobeses de Moreno?
    Eso ni siquiera es política industrial pedorra, no es política industrial(los maníes no lo son), y no veo que estan desarrollando.

  47. Mariano T. dice:

    No es así, una política que vaya por ahí, una vez que supere las huelgas y se entierren a los muertos, termina en el abandono de la tierra. Menos mal que hace falta una sólida mayoría en el Congreso para ese disparate.
    Las producciones para mercado interno, de demanda rígida en el corto plazo, generan excedentes que se tiran a la basura cuando el artículo es perecedero, y bajas ruinosas de precio cuando el artículo no es perecedero.
    Usted no se conforma con que el consumidor pague los precios más baratos del mundo, quiere que pague la mitad de los precios más baratos del mundo.
    Un país con el enorme excedente de alimentos como el nuestro, si se quiere meter en el forceps del consumo interno solo va a causar un colapso de la producción, diria que es una política imbecil.
    El colmo del delirio es pretender cambiarle el esquema de consumo a los chinos. Eso lo deciden ellos, y lo van a cumplir con Brasil y USA como proveedores, si nos ataca a nosotros la locura.
    Lo inteligente es promover la producción y la exportación, eso genera precios muy competitivos para el consumidor interno, más baratos que en el resto del mundo.
    Los habitantes que no pueden comprar a esos precios competitivos es porque tiene ingresos muy substandard, y lo que hay que hacer es aumentar sus ingresos, en vez de bajar los costos de todos.

  48. Mariano T. dice:

    Por último, los dólares son dólares. Depende de la política económica si se acumulan, se gastan o se fugan.
    El deficit de divisas del sector industrial, que se trata tanto de bienes de consumo como insumos, necesita otro sector que genere esas divisas. Tal vez en el futuro ese sector sea la minería, hoy por hoy es el campo.

  49. victorlustig dice:

    Mariano
    Yo lo unico que digo es que el intercambio compensado, precisode transferencia etc etc es un apractica comun.

    No usemos lenguaje ad hoc, falacia, hombre depaja, etc yo fui al Industrial, no nos enseñaban eso, en el Nacional sin duda

    saludos

  50. oti dice:

    Mariano, volvés al análisis estático. Solamente evaluás lo que te digo pensando en la lógica vigente. Imaginás, debido a eso, que esos escenarios que planteo implicarán bajas de precios, porque no podés sacarte de la cabeza que las cosas pueden funcionar de otra manera distinta a lo que estás acostumbrado a ver.

    Hablás de forceps del consumo interno y te lo representás fijo, como ahora.

    ¿No te das cuenta de que lo que implica el escenario que planteo es un poder de compra mayor en el mercado interno, no menor? Por lo tanto, las exportaciones serían una opción más, no la única opción.

    Es evidente que habría un desaliento en la producción de soja, pero sería compensado (no con U$S) de otras formas.

    El que estuvo acostumbrado a ganar con la soja deberá adaptarse a la nueva situación o perecer. Qué se le va a ser.

    Por supuesto el Estado apoyará fuertemente con precios sostén o subsidios si es necesario a los pequeños y medianos productores que prosperarán con la nueva orientación.

    Estoy un poquito cansado, por otra parte, que prosperen siempre los mismos.

  51. Mariano T. dice:

    Mal diagnóstico, y peores instrumentos.
    El mal diagnóstico tiene que ver con imaginar que existe un potencial de aumento del consumo de alimentos en la Argentina que sea significativo con respecto a la producción total. Eso es falso, con respecto a la producción, y sobre todo al uso de la tierra, cualquier incremento o sustitución del consumo es marginal. Fíjese que cuando bajó la producción de carne fue compensado por el aumento del consumo de pollo, y eso es muy deseable, porque el pollo es más eficiente y más sano, es lo mismo que sucede en el resto del mundo.
    Yo diría, por el contrario, que el mayor efecto de un mayor poder adquisitivo en los tres primeros deciles (si es que se produce, y eso depende de otros factores de los que no se habla aquí), va a ser un mayor consumo de productos industriales y sobre todo de servicios.

  52. victorlustig dice:

    Leyendote Mariano es volver a los 90s y la teoria del derrame, que, como todos sabemos, funciono perfectamente y todos estuvimos felices en el 2001

    Recien vuelvo de Mardel, yo no se si vos vivias ahi en los 90s, las diferencias son notables (a pesar de los Pultis y Katz)

    ayj
    PS
    Y encima, y esto es personal, me tuve que disfrazar de Mariano T explicandole a un pariente que no todos los relacionados con el campo eran lo mismo, el decia que eran evasores etc, yo me tuve que sentar y contarle lo de la soja, la maquinaria, los tractoristas, lo horticola, etc etc, pero, me parece que ese laburo es de Uds, inevitablemente que lo haga yo hara un sesgo, sabes lo que pienso del derrame, pero, me parece que deberia dar algunas charlas esclarecedoras en las facultades, sino lo hacen, la franja etaria de 20 a 30 ya tiene opinion formada o casi

  53. oti dice:

    Que existe un potencial de aumento de alimentos no cabe la menor duda.

    Existen unas 10 millones de personas que pueden mejorar mucho su dieta en cantidad y calidad. Negar esto es necio, sobre todo repecto al consumo de proteína animal. Y hay que agregarle a esto el potencial proveniente del eventual aumento del ritmo de crecimiento de la población, el que podría duplicarse.

    Mientras fue subiendo el consumo de pollo, el de carne superó los 70 Kg. x persona x año. Es decir, no hubo compensación mientras ambos consumos crecían simultáneamente. La compensación puede ocurrir, hasta cierto punto, cuando uno cae. Pero no fue el caso hasta 2009.

    No quiero repetirme. Simplemente decir que el aumento del consumo de esas 10 millones de personas y las que van agregarse con el aumento de la tasa de población, va a tener un impacto evidente en los saldos exportables (que disminuirán), sobre todo de proteína animal. Esto no sería para nada malo, sería bueno. Es malo para los realistas sin imaginación.

    Hay que conformarse con menos U$S, si uno quiere tener más capacidad de producir hacia adentro.

    Es así. No se puede elegir ambos caminos. O uno o el otro.

  54. EduA dice:

    Disculpame, AyJ. (y otros…):

    Después de leer esta retahíla de comentarios.

    ¿Dónde sugiere Mariano T. que favorezca la teoría del derrame o que un país de 40 millones se sostiene sólo con agro -como si desmereciera la industria-? A veces noto que si se trata de gente que les molesta, se les dicen cosas que no dicen o sugieren -al menos en estos comentarios-.

    El máximo, Rogelio, calificando a Lousteau de desinformado tirándole cifras y datos sobre «inmigración» española cuando Lousteau habla de turismo. Lo que único que tienen migrantes y turistas de similar es que viajan.

    No sé, me parece que es desgastante y sin sentido. ¿No es posible debatir, rebatir, etc. lo que se dice y no lo que se quiere entender que otros dicen?

    Abrazo a todos.

  55. Mariano T. dice:

    Se llama falacia del hombre de paja.

  56. Mariano T. dice:

    Hagamos cuentas: Darle 30 kg de carne de pollo adicionales anuales a 10 millones de personas, a 2 kg de grano por kg de pollo, son 600.000 tn de grano (450.000 de maíz y 150.000 de harina de soja). Es una insignificancia con respecto a la producción total de 100 millones de tn.
    Darles 15 de pollo y 15 de chancho es un consumo de 850.000 (por la menor eficiencia del chancho).
    Si retornamos a la senda de crecimiento de la producción, se deberían producir 3 millones de tn más de granos por año (es lo que plantea el Plan Agropecuario Nacional). O sea que no hay nada que elegir, solo que esos 10 millones de personas tengan el acceso a ese alimento, ya sea comprándolo o con algun plan.
    No hay nada que hacer Oti, a la Argentina le sale morfi por las orejas, podríamos regalarle la mesopotamia, Santa Fe y Cordoba a los uruguayos y con lo que queda seguiría sobrando. No plantee dicotomías imaginarias.

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