Una preocupación sobre el gabinete de Cobos

Como de costumbre, estoy falto de tiempo. Pero cuando leí esto «En diálogo con Hugo Biolcatti, presidente de la Rural, (Mariano) Grondona manifestó sus dudas. «No sé qué va a pasar después del 28 de junio» (día de las elecciones), deslizó antes de ironizar: «Hay un señor que se llama Cobos, ¿no?… Dicen que es vice». «Ja, ja, ja…», festejó la ocurrencia el otro. No serán graciosos, pero no se puede negar que son coherentes» en una columna trivial pero divertida, Replay, del ¡suplemento de Espectáculos! del Clarín de hoy, me tomé el trabajo de chequear dos cosas:

Una, el hecho en sí. No tenía grabaciones, pero un amigo mío, hombre serio y abogado para más datos, suele verse todos los programas políticos (le corresponde indulgencia plenaria, monseñor). Lo recordaba, y con la misma molestia que yo sentía. Precisó: «el que preguntó sobre lo qué pasaría después del 28 de junio fue Grondona. Biolcatti no estuvo incorrecto; respondió con la sarasa institucional de rigor. Grondona dijo, textualmente: «Sé que el vicepresidente Cobos está armando su gabinete» Lo recuerdo perfectamente, porque ahí terminaba el programa»

La otra cosa que me fijé es en la columna de blogs que aparecen en el de Artemio López (nave insignia de la blogosfera K) y en Ramble mismo, por los posts del día. Y ninguno hacía mención del tema.

Como de costumbre, siento la necesidad de aclarar lo que pienso, y por qué lo pienso. Por lo general, evito el tremendismo, en economía tanto como en política. Soy muy consciente que en la historia ninguna batalla es definitiva, porque ninguna es la última (salvo, claro, para los individuos, pero ya lo dijo Borges «Morir es una costumbre  Que sabe tener la gente»). Y me es ajena la idea de un enfrentamiento entre Malos y Buenos; veo la política como la inevitable elección entre males menores y, a veces, el logro de un bien relativo. Sé – algo estuve en política – que el Adversario se necesita para construir el Nosotros; pero es una pobre identidad la que se basa sólo en el enfrentamiento con un Otro, por más poderoso y malvado que sea.

Toda esta palabrería viene para reiterar algo que los lectores de este blog conocen: no comparto la fantasía carta abiertista (no exactamente kirchnerista) de una Derecha poderosa y malvada, decidida a todo para impedir el objetivo K de distribuir el ingreso. No más que compartí en otro tiempo la de una Izquierda apátrida, decidida a destruir nuestro destino de grandeza.

Pero si creo – algo conozco de historia – que la estupidez humana es un factor poderoso, especialmente si está motorizada por el odio y la ilusión de una oportunidad deseada por mucho tiempo. Y Kirchner, que ha despertado muchos odios, hoy se lo percibe cercano a la derrota electoral. No son necesarios demasiados análisis. Justamente Artemio López describió la situación en su blog el 7 de abril, y todas las encuestas conocidas hasta ahora, y el olfato de los viejos dirigentes, apuntan en la misma dirección.

Por supuesto, nada es inevitable. Pero alguien puede creer que los enemigos (no digo los rivales, que no pueden dar nada por seguro) de Kirchner no se aferrarán a esa certeza? Igualmente, querrán creer en la renuncia de Cristina ante la pérdida de control del Congreso.  O – las viejas usinas de Seprin y sitios afines alimentan esta fantasía – en una radicalización «chavista» del kirchnerismo, que «las fuerzas democráticas» se verían obligadas a enfrentar.

La renuncia de la presidente en ese caso sería una irresponsabilidad trágica. Quiero recordar que cuando esa especie circuló después de la derrota de la Resolución 125, voceada en niveles muy altos y exaltados, Cristina se mantuvo silenciosa y no dió ninguna señal de querer irse. En cuanto a lo otro, bueno, Chávez tiene, además de la legalidad, el liderazgo de las Fuerzas Armadas venezolanas. No es exactamente el caso de Kirchner.

Entonces, lo que me preocupan son los irresponsables. El Dr. Mariano Grondona está muy viejo, pero hay muchos que piensan como él, y no tienen siquiera su inteligencia. El empresariado, que acepto sin inmutarse la retórica verbal de Kirchner y – en general – se favoreció con sus políticas, hoy protesta con demasiada facilidad. Lo que dijo Ratazzi – que muestra que por un interés puntual puede retomar un discurso antiproteccionista que hace tiempo no se oía de un industrial – muestra este fenómeno. El Dr. Cobos – al que aparentemente las encuestas le dan muy bien en Mendoza – podría marearse en este clima. A otros vicepresidentes argentinos les ha pasado.

Hago un llamado a la responsabilidad de los que actuamos en política, aún en el muy modesto rol de blogueros. A los kirchneristas, que no fantaseen con la revolución que no se hizo en seis años y dejen de alentar el jugar a todo (imaginario) o nada (Esto por supuesto no lo incluye a Artemio, que se cansó de decir que sin arreglar en Córdoba y en Santa Fe el FPV perdía). A los opositores, que piensen en sus ambiciones antes que en sus fantasías (somos gente práctica, no mencionaré el bien común): el derrumbe del gobierno no favorece ningún proyecto serio de poder.

Me pareció responsable la actitud del Lole Reutemann, cuando toma distancia de la aventura del minúsculo PRO santafesino. Me gustaría alguna actitud similar del Dr. Duhalde, en relación a algunos apoyos que está recibiendo últimamente.

19 Responses to Una preocupación sobre el gabinete de Cobos

  1. Andrés dice:

    Buenas Abel,

    Si no ves la movida de Grondona como parte de esa «derecha malvada», entonces me pregunto qué tipo de evidencia necesitás para convencerte.

    Personalmente, no represento al conjunto K, pero puedo decir lo siguiente como simpatizante del sector K: A mí me importan las medidas concretas que el kirchnerismo tome, aquellas decisiones que serán neurálgicas de aquí en más. Me refiero a la ley de radiodifusión, a la aceleración de los juicios, y ojalá a la nacionalización de los ferrocarriles y de YPF (uy si la crisis se descarrila, a la nacionalización de la banca).

    Si eso es esperar la revolución, pues entonces seré un iluso, pero sinceramente lo que yo espero de los K es sentar ciertas bases (ni siquiera todas) para que pueda ir consolidándose un país enfocado mayormente en el consumo interno y la industria que provea empleos, con estabilidad monetaria (menos bicicleta financiera) y con perspectivas de crecimiento económico en línea con sus posibilidades (no quiero delirios pretensiosos de primer mundo estilo Menem o Islandia).

    En unos años, cuando los K sean historia, probablemente recordaré con admiración aquel discurso inaugural de Cristina («yo no vine a ser el gendarme de la rentabilidad», sobre todo si termina su mandato sin muertos por represión) y quizás me cague de risa de Reutemann con sus enunciaciones de que «era de centroizquierda» y termine favoreciendo a sus pares.

    Saludos,

    Andrés

  2. harry dice:

    Bueno ,si Cobos despierta preocupación es porque los dados estan definitivamente lanzados.Tendremos otro Jose Maria Guido? pùede ser ,pero prefiero eso a una miniguerra civil que nos lleve a la libanizacion nacional.
    Veremos que hacen los partidos en un golpe de estado que debera ser ejecutado en clave politica y no jacobina.Eso ,claro ,si es estrictamnte necesario.
    Cuando los hermanos Reiynafe mataron a Facundo era porque el tigre de los llanos hablaba ya con los unitarios.
    K no es Juan Manuel,pero la vocacion suicida del país sangriento no ha terminado del todo.
    A seguir….

  3. Abel B. dice:

    Andrés:
    Sobre la «Derecha» me parece que hablamos de cosas distintas. Existe, obvio, una derecha que recientemente describió con precisión Ezequiel en este blog a partir de sus demandas permanentes: apertura comercial, anulación de leyes sociales, Estado no intervencionista,… Como tal, es un proyecto político persistente y con mucho poder. Cuando empezó a desarrollarse con esas características, hace un poco más de 50 años, se la llamaba «derecha liberal», aunque no fue el nombre elegido por su gurú inicial en Argentina, el ing. Alsogaray. Si querés, podés decir que «es la heredera del proyecto agroexportador de los conservadores», pero eso no ayuda a entender mejor sus fuerzas y sus debilidades.
    Si le sumás a ese proyecto – que en sí mismo es poderoso, y cuenta con formidables apoyos en el exterior (en realidad, su fuerza principal está allí):
    1) todos los que no están de acuerdo con alguna de las medidas que detallás en el primer párrafo;
    2) todos los que no aguantan a los K;
    3) y de paso, y ya que estamos, todos los que se sienten agredidos por la retórica anti empresariado rural de los K y sus simpatizantes, entre los cuales hay, por supuesto, muchos que se identifican con ese proyecto de derecha arriba descripto y muchos que no….
    Bueno, ahí tenés la Derecha malvada en la que yo no creo. Y tenés la situación que provoca que a la izquierda en Argentina le cueste superar el nivel de pequeñas sectas hostiles entre sí o el de aparatos económico-financieros como supieron ser el PS o el PC. Disculpame si sueno dogmático; para mí es una vieja discusión.
    Concretando, y como síntoma, me preocupa mucho más Cristián Ratazzi que Mariano Grondona. Justamente, al primero no lo veo como una parte inevitable del proyecto del cual Grondona es propagandista. Pero si se inclina hacia ese lado, le da un aire peligroso.

    Harry:
    ¿Qué quiere decir «los dados definitivamente lanzados»? Las encuestas predicen que – en el conjunto del país – la coalición oficialista obtendrá significativamente menos votos que el conjunto de sus opositores. En la experiencia argentina – Alfonsín, Menem, De la Rúa – eso debilita mucho al gobierno de turno.
    Las fantasías de «miniguerra civil» (¿entre qué fuerzas armadas? ¿Gendarmería y la Bonaerense?) y las alusiones históricas me parecen, perdoname, un ejemplo de la irresponsabilidad argenta, en que caen con facilidad tanto los K como los anti K.
    Saludos

  4. Luciano dice:

    Abel: Ayer mismo también rozaba algunos temas que vos tocás: http://desiertodeideas.blogspot.com/2009/04/el-sendero-de-rosas-que-se-bifurca.html

    Si una performance electoral negativa del kirchnerismo llegara a configurar un escenario de salida de Cristina, la culpa de esa situación le cabrá fundamentalmente a los K, por tensar una cuerda que se puede romper; la estrategia «matar o morir» que le quiere dar NK a la campaña es un error mayusculo: contra eso es poco lo que podemos hacer, blogueros y ciudadanos de a pie.
    Si el kirchnerismo pierde la elección será por incapacidades propias, básicamente de conducción política y no de gestión, y no por la fortaleza o la clarividencia de un arco opositor que sigue demostrando impericia y poco vuelo.
    Debo decirte, Abel, que el compañero Néstor no colabora mucho para evitar que se generen climas de inestabilidad. Si la Mesa de Enlace quiere hablar con K, ¿por qué no sentarse?. Eso es política, como aquel afectuoso beso de Anibal Fernandez a D´Elia después de haber tomado la comisaría.
    Quién sí muestra sensatez es el Lole: no hace antikirchnerismo, y sabe que hay que darle una continuidad a las cosas, y sobre todo, que el peronismo debe seguir gobernando después de 2011;eso implica fortaleza aquí y ahora los Kirchner.

    Un Abrazo

  5. sergio robles dice:

    Abel: El mayor desestabilizador,a fuerza de golpes de furca, es el propio Nestor. Si algo se verifica de 1983 para aquí, pese a los desmanes que cometen muchos dirigentes políticos, es que determinados medios se encuentran descalificados, por la sociedad «del deme dos» como camino de acceso a distintos fines. Ese es el caso de las llamadas candidaturas testimoniales. Un caso de pornografía política. Y como decía Jorge Luis, al hablar de las películas del mismo tenor: «Cuando uno ha visto una las ha visto todas.»

    Alguien se acuerda de la renuncia de Alicia Saadi, como senadora nacional, para enancarse en el período siguiente? Cuando quiso retractarla, advertida que la elección (por entonces a cargo de la legislatura) iba ser impugnada la puerta se la cerraron el Bloque Jusdticialista presidido por el Adolfo y el epitafio se lo escribió (siempre es necesaria la presencia de un jurista) el senador Fernando De la Rua.

    Nestor debería tomar nota que de tamañas cosas es capaz el peronismo y obrar en consecuencia.

  6. ezequielmeler dice:

    Abel:

    Coincido plenamente con esta sentencia.
    «El derrumbe del gobierno no favorece ningún proyecto serio de poder»

    Tal cual.

    Creo que junio está definido. Y lo digo con la conciencia de que marqué hace tiempo que no era posible seguir pensando en la dimensión nacional como algo que se levantaba en la PBA. Luciano tiene razón, pero es al revés: son las alianzas que hicimos las que ahora nos llevan a este momento.

    Un caso paradigmático, en el que insisto tal vez demasiado, es el de los socios del kirchnerismo: hemos alienado a los que podían bancar una construcción alternativa, a cambio de atar nuestro destino a quienes siempre nos detestaron.

    El único corolario bueno de todo esto, a fin de cuentas, es que la gobernabilidad no estará en juego. Duhalde y los gobernadores, seguramente, se encargarán de poner esa cuota de racionalidad para garantizar una transición ordenada, a cambio de una participación gradual y, por supuesto, de la sucesión. Sucesión que dirimirán ellos, los indudables ganadores de junio.

    Como dijiste en otro post, el país de 2009 es mucho mejor que el de 2003, y en eso Kirchner algo ha tenido que ver. Es hora de pensar en la etapa que se abre como la etapa del legado: un repliegue ordenado y civilizado, formación de cuadros (en serio, no los 500 perejiles de Puerto Madero) y la afirmación de los bastiones que resten en una estructura que dé cuenta de los sujetos emergentes en estos ocho años, como enseñanza para los que vienen.

  7. ezequielmeler dice:

    Ah! Lo del «gabinete de Cobos», lamentablemente alentado por Pérsico, tuvo eco mediático hace un tiempo…

    http://www.lapoliticaonline.com/noticias/val/56189/postkirchnerismo-cobos-y-el-coti-piensan-en-un-gabinete–.html

  8. Rafa dice:

    Abel, el video del dúo pseudocómico de referencia se puede ver aquí:
    http://www.roliveira.com.ar/2009/04/6-7-8-el-club-de-la-derecha-20-4-09.html

    Un abrazo.

  9. Abel B. dice:

    Luciano, Sergio, Ezequiel:
    Evidentemente, coincidimos en que Néstor se disparó un tiro en un pie. Parece haber una maldición sobre los gobiernos argentinos, que no tienen peor enemigo que sí mismos.
    Mi espíritu de contradicción, y algún impulso de justicia también, me obligan a señalar que NK, en medio de la campaña, no tiene margen quizás para «bajar un cambio». Si bien al votante peronista medio lo que le importa son soluciones a sus problemas, y la pelea con Clarín lo deja frío, hay un sector de centro izquierda (el neofrepasismo, para llamarlo de algún modo) con el que su alianza fue el elemento distintivo del kirchnerismo. A esta altura, puede pensar que sus enemigos ya los tiene, y no le conviene desnaturalizarse, para no perder su identidad política. Yo no lo veo así, pero puedo estar equivocado.
    En realidad, este comentario surge porque tu post, Luciano, me dejó pensando. Está muy bien desarrollado, y no puedo estar más de acuerdo con tu planteo. Sólo… me pregunto si no es demasiado razonable para los militantes entusiasmados con Kirchner. Son una minoría minúscula en el universo electoral, pero son un aporte clave de la experiencia K, a los que tu actitud – para no hablar de la mía – pienso que no los convoca. O a lo mejor son más sensatos de lo que yo supongo.

    Rafa:
    El link que incluís lleva a un video de Gabriela Michetti, y sus contradicciones con el tema de su candidatura. El Dr. Grondona no actúa.

    Gracias por pasar, y un abrazo a todos

  10. ezequielmeler dice:

    Abel, perdón que me meta en el tema del video, pero Grondona aparece en el minuto 1:18, y llega al clímax en el minuto 1:45 hasta los 2 minutos.
    La charla ya da para otro post, me temo 😛

  11. Ezequiel Meler dice:

    Sobre lo demás, creo que el problema pasa por indagar qué significa hoy una victoria del peronismo, sea en 2009, sea en 2011. Así como en el 87 no era lo mismo Cafiero que Menem (y no lo fue), así como en los noventa no era lo mismo Menem que Duhalde, o Menem que Kirchner, o Duhalde que Kirchner, etc., hoy una victoria del peronismo bien podría significar el advenimiento de personajes dispuestos a desarmar las razones que hacen de la Argentina un lugar relativamente mejor para vivir y para proyectar que un lustro atrás. Y a eso no estoy dispuesto. Eso no sólo no es una necesidad: eso me encontrará en la vereda de enfrente.

    No quiero que nos pase lo que a Revista Unidos: un grupo de cráneos -Chacho, Ivancic, Mundt, Rimedio, Marafioti, Palermo, Ferla, Lozano, Solá, Wainfeld, Ernesto López, Horacio González y la lista sigue- repasando la Revolución y el cambio, se encontraron con la Reforma del Estado y, Dromi, Cavallo y Alsogaray. Esos caminos se diferenciaron feo.

    Sólo el peronismo puede conducir estos y otros cambios, y su identidad, que siempre ha estado en litigio en el seno de la sociedad -pienso en los 800.000 compañeros que no votaron a Frondizi pese al pacto de Caracas, o en aquellas recordadas elecciones mendocinas del 65 en que un ignoto Corvalán Nanclares le ganó al candidato de Vandor, Serú García (la frase de Perón al respecto fue demoledora: “Hay que pegar duro y a la cabeza de Vandor. Yo no me opongo a que viejos peronistas hagan política, pero si tienen edad para ponerse los pantalones largos, que no usen mi camiseta”), hoy se dirime en buena medida con el cuerpo de una militancia que en buena parte no procede de su desarmado tronco histórico. Los Cabandié, la JP Evita, la militancia en que se deposita la continuidad de la organización en el tiempo, van a durar lo que duren las banderas que los trajeron. Banderas que muchos vienen expresamente a arriar. No me explico de otro modo la presencia de Cecilia Pando -pura histeria mediática procesista- en el acto de Duhalde en capital en que anunció su intención de competir por el PJ.

    http://criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=21959&pagina=6

    http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1119879

    Hablar de política es hablar de poder, y siempre será así. Pero la lección del frepasismo es que Chacho estaba equivocado cuando nos decía que «diez minutos de TV valen más que cien militantes». Así le fue. Así nos fue. Hablar de poder es hablar de para qué lo queremos. Si no lo sabemos, si no se nos cae una idea, el mejor servicio que podemos hacerle al país es quedarnos en casa, mirando Los Simpsons.

    Un abrazo, Abel.

  12. Abel B. dice:

    Mis disculpas, Rafa. Suerte que Ezequiel es joven y alerta. Mi impaciencia me impedía «apreciar» esa joyita. Debo señalar que Replay, de Clarín fue más preciso que mi amigo en su descripción: Grondona y Biolcatti comparten la ilusión esperanzada de una Argentina sin K. ¿Comenté alguna vez sobre tipos que aparentemente bajaban el video de la ejecución de Ceasescu y sra. y se masturbaban?

  13. Rafa dice:

    Abel, pensé que la había pifiado y ya estaba por pedirte disculpas, pero Ezequiel salvó mi honor! Acá aparece solamente la parte de G & B:
    http://mateysopaipillas.blogspot.com/2009/04/eso-era-lo-que-te-queria-escuchar.html

    Lo de los tipos que bajaban lo de Ceausescu no me extraña para nada, parece algo emparentado con Crash, el libro del recién fallecido J.G. Ballard…

    Siempre recomiendo la película rumana Bucarest 12:08. En un programa de TV están debatiendo sobre el día del golpe/revolución del ’89, y uno de los tipos que llama al canal dice «Con Ceausescu estábamos mejor». ¿No te suena conocido?

    Otro abrazo.

  14. Abel B. dice:

    Ezequiel:
    Me doy cuenta al repasar este post y sus comentarios que en forma desordenada y demasiado breve – sin profundizar – estamos tocando problemas muy centrales del peronismo futuro y de la Argentina futura. Y que – desde enfoques e historias muy diferentes – vos y yo percibimos lo mismo: que la posible derrota de Kirchner no cierra una historia sino que abre una incertidumbre. Como sucedió con la derrota de Menem.
    Porque los enemigos de K no tienen un proyecto en común. Peor: no tienen proyectos viables. La restauración neomenemista es tan imposible como la de Martínez de Hoz o, para el caso, la de López Murphy. El panradicalismo no puede gobernar (en el fondo de su ser, no se lo plantea), pero me parece obvio que tampoco la Mesa de Enlace puede. Ni Duhalde y la eventual liga de gobernadores lo puede hacer. A lo sumo – y no es poco – pueden ponerse de acuerdo en un candidato. Lo que nadie puede hacer es lo que asumen ingenuos: quitar la crispación y volver a la «normalidad». Porque la crispación es lo normal en una sociedad que no sabe adónde va.

    Tu último comentario apunta a algo que los que pensamos la realidad polìtica desde el peronismo podemos pasar por alto fácilmente (Es lo que le pasa a Duhalde, creo yo, y marqué eso en el final de mi post). El «relato» que acompaña la gestión Kirchner: el discurso de los derechos humanos, entendido como la «sacralización» de las víctimas del terrorismo de Estado y el rol de los organismos de DDHH, no es, nunca fue, un reclamo básico del peronismo. No importa que hayamos puesto la mayoría de las víctimas. También pusimos unos cuantos de los asesinos, y lo sabemos. Como sabemos que hubo asesinos de los dos lados.
    Más fundamental: el peronismo puso la cara – Bittel y Herminio firmaron acusaciones a la Junta cuando eso podía costarles la vida – cuando era cosa de luchar contra una dictadura en el poder. Pero nunca hizo cuestión especial de «castigo a los culpables». A nadie se le ocurrió pedir sanciones legales a Rojas en el ´73. El reclamo de indemnizaciones para las víctimas del ´55 es muy reciente.
    Atención: esto no quiere decir que una parte importante y valiosa del peronismo no participó en el reclamo posterior. Vos mencionaste el grupo de Unidos. Pero fijate que, por ejemplo, un tipo como Artemio López, que viene de ahí o muy cerca, tiene una actitud cuestionadora ante los organismos de DDHH y puede exigirles rendir cuentas de su accionar, en una forma que a un Cabandié no se le ocurriría.
    Pero esa versión de los derechos humanos no es un invento K: hay un sector de la sociedad no numeroso pero importante que lo reclama. Aunque yo lo llame «antifascismo de posguerra». Fijate que en Brasil y en Estados Unidos, para mencionar dos sociedades donde sus fuerzas armadas conservan su poder y su ethos, la presión por revisar el pasado también se manifiesta.

    Ezequiel, esto se hace muy largo. Porque no tengo respuestas hechas. Trato de resumirlo: la pelea fundamental para el futuro inmediato de nuestra patria es impedir que – por errores de este gobierno pero también, y quizá más, por la fuerza política que todavía conserva en parte de la sociedad argentina – vuelva al control de palancas decisivas del Estado un proyecto que fracasa estruendosamente en Irlanda, Letonia y está sujeto a revisión en todos los países. Tratar de imponerlo hoy nos llevaría a un desastre no demasiado diferente del 2001.
    En este enfrentamiento necesitamos tener muchos aliados. Necesariamente, te digo, debemos contar con parte del empresariado rural. El problema es como construir esa alianza. El método de dirección desde arriba, desde el atril, desde la Presidencia, que le funcionó a Néstor durante cinco años, ya no es viable.
    Un abrazo
    En esa

  15. ezequielmeler dice:

    Abel:
    Coincido. Diría que el peronismo puso muchos más muertos que asesinos, mil a uno. No se supo hacer cargo, orgánicamente, pese al olvidado gesto de Bittel -una verdadera patriada-, y después de la derrota del 83, perdió la iniciativa en ese terreno y no pudo contrarrestar la proyección discursiva alfonsinista, precursora a su manera de ciertos intelectuales contemporáneos proclives a unificar a todos los enemigos en figuras comunes y unitarias (léase «pacto sindical militar»).

    Necesitamos empresarios rurales, necesitamos profesionales, comerciantes, estudiantes. Necesitamos volver a tender puentes con un progresismo al que alienan algunos de nuestros discursos…

    ¿Hay algo que no necesitemos? Es broma, pero es cierto. No creo que lleguemos a todo eso en esta primera etapa, porque lo que no tenemos es tiempo. En dos años no resolvemos estas carencias. Podemos, sí, preparar el terreno para los días en que el chubasco pase, y el cielo aclare. Sobre todo, podemos aprender, y para eso necesitamos autocrítica.

    Mis saludos: en esta noche insomne, en esa lucha estamos, pensando la transición hacia un país que seguirá teniendo distintas expresiones, y que nos tendrá entre ellas, ya no como la versión dominante, pero sí como una alternativa imposible de eludir u olvidar.

    No se preocupen: los que llegaron con Kirchner, como los que volvimos con Kirchner, no nos vamos. No necesitamos de las bancas para acercarnos -los que llegaron de nuestra camada no hicieron ninguna maravilla desde el atril… les iba mejor antes-.

    Aprendimos del llano, en el barro de los noventa, escuchando a los militantes curtidos en el oficio -tal vez por eso mi respetuoso afecto a tu experiencia, independientemente de que procedamos de tradiciones distintas-. Por eso, paradójicamente, yo no le temo al porvenir: en el peor de los casos, lo conozco bien.

  16. […] PD: Este texto es una reformulación de un diálogo con Abel B. Fernández. […]

  17. […] que protagonizan Mariano Grondona y Hugo Biolcatti, el chiste irresponsable y berreta que conté aquí. Pero – como dije antes – no lo estoy analizando desde la política. No me interesa que me digan […]

  18. […] ecuación productiva, los empresarios. Tengo que confesar que el asunto fue bastante casual. En un post reciente, había hecho alusión a las declaraciones de Cristián Ratazzi, que me parecieron más […]

  19. […] patotas ruralistas y las declaraciones de algunos dirigentes agrarios y otras fuerzas vivas (ver acá y acá, por ejemplo), subió a su blog esta […]

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