Cristina y la deconstrucción del enemigo

Me siento un poco abrumado por la cantidad y calidad de la peronología que encuentro día a día en la blogosfera. No voy a mencionar nuevamente a mis tres blogs favoritos (en el análisis intelectual, y la crítica, del peronismo) sólo para no ser injusto con todos los demás. Parecería que la toma de distancia y el cuestionamiento a Kirchner y/o al PJ que han hecho en los últimos meses figurones del progresismo y fuerzas políticas de izquierda han estimulado en los prokirchneristas una conciencia de identidad y – en los mejores casos –  una reflexión aguda. Y si – como perciben los viejos peronistas – confunden demasiado la experiencia de la conducción Kirchner con el conjunto de las experiencias del peronismo… Bueno, es la etapa actual, la que estamos viviendo.

En realidad, debo confesar que me sirve como excusa para lo poco que he producido sobre el tema recientemente. Si ya se dicen tantas cosas inteligentes… Pero hay un aspecto de la realidad del peronismo:  su dinámica, los cambios que como en todo lo que está vivo se producen en él, que no es que se pase por alto, pero me parece que no está bien integrado con el resto de lo que se escribe sobre él.

Porque el peronismo puede ser, es, un pensamiento, una historia, un sentimiento, una parte de la identidad argentina y – como insisten esos viejos peronistas – una doctrina. Pero es también una fuerza política que, en competencia con otras, lucha por alcanzar o retener el poder, defiende – al menos en principio – los intereses de los sectores sociales que se expresan a través suyo y – casi siempre (lean a Weber) – los de sus dirigentes y militantes.

Ojo: lo que voy a escribir aquí se refiere estrictamente al peronismo como fuerza política, hoy oficialista. No me siento capaz de integrar en esta entrada los otros aspectos de su realidad. Los tres primeros párrafos son, entonces, simplemente un recordatorio de lo que hace falta.

Igual, quiero señalar una continuidad: Desde la primera elección que disputó y ganó en 1946, pasando por los tiempos de Menem, hasta la que dió el triunfo a Cristina Fernández de Kirchner – la base electoral del peronismo se ha mantenido remarcablemente estable, para un país y un mundo que han cambiado profundamente. Mora y Araujo, en el ya viejo «El voto peronista» lo describe con precisión. Los suburbios de las grandes ciudades, no los elegantes, los que solían ser el cinturón industrial antes de la desindustrialización que un gobierno peronista incrementó en los ´90, más los más pobres de las provincias pobres, han formado y forman el núcleo duro del electorado peronista. También hay un hecho obvio que sus dirigentes lúcidos han tenido siempre presente: con esos votos solamente – que oscilan entre el 35 y el 40 % del padrón – no se gana. No en Argentina, con una fuerte tendencia a la polarización del electorado. Se necesita incorporar – o aliarse con – otros sectores.

Es en este marco que digo que – a mi modo de ver – no hay pruebas de la dispersión del oficialismo de la que tanto hablan los medios… y algunos blogs. Las bases estructurales de la oposición interna del peronismo a la conducción de Kirchner siguen siendo las mismas casi desde el 2003: la provincia de San Luis y los sindicatos conducidos por Luis Barrionuevo (cuya oposición tiene en este caso las alternativas de enfrentamiento y acuerdo que el sindicalismo sabe manejar). Ningún gobernador, ningún intendente de un distrito grande, ningún sindicato, en resumen: ninguna estructura importante manejada por el justicialismo se ha sumado a ella. Poco importa si es por compartir las políticas básicas de Néstor y ahora de Cristina, por los recursos que maneja el gobierno nacional, por sentido de autopreservación o por una combinación de las tres.

Por supuesto hay dirigentes peronistas reconocidos: Duhalde, los Rodríguez Saá, Romero, Narváez y recientemente Felipe Solá, que enfrentan a Kirchner. Pero hasta ahora su expresión electoral – si bien no insignificante – no ofrece una alternativa de poder, que es lo que importa en el peronismo. Tampoco parecen tener – todavía – una propuesta clara para ofrecer a la sociedad, además de la bronca con el estilo o el discurso K. El mismo Duhalde, que fue no el autor pero sí el armador de las derrotas de Menem en su intento de rereelección y en el 2003, y cuyo proyecto sería el de un kirchnerismo moderado y previsible (sé que es injusto para ambos denominarlo así, pero sería difícil para alguien ajeno a la política considerarlo de otro modo) debe aceptar aliados «neomenemistas» en su armado actual.

Dicho esto, tengo que agregar que me parece evidente – aunque no se exprese en declaraciones públicas – la disconformidad con la conducción de Néstor Kirchner por parte de la dirigencia del peronismo realmente existente: los gobernadores, los que pueden razonablemente aspirar a serlo y los dirigentes sindicales. En muchos de ellos hay el mismo fastidio que tienen los opositores internos con el estilo K, pero están «adentro» y entonces no es un factor decisivo. En el peronismo conduce el que gana, y son las derrotas kirchneristas, en Santa Fe, en Córdoba, en la Capital y especialmente en el conflicto con el «campo» las que causan el cuestionamiento.

Ayer mismo un hombre que conoce a fondo a la decisiva provincia de Buenos Aires me decía «Si Kirchner no acepta arreglar con los ruralistas, no podemos hacer campaña en el interior. No es que perdemos, no podemos hacer campaña ¿O vamos a trasladar a nuestra gente a todos los actos, como tuvimos que hacer con Cristina en Tres Arroyos? Por supuesto que no son todos los que están en contra, pero son demasiados, en todos los pueblos y las ciudades chicas. Si nos escrachan a los candidatos y patotean a los fiscales, como nos va a ir en la elección?»

Eso fue, claro, ayer a la mañana. A la tarde, la presidente – en una jugada típica del estilo K: sorpresiva, directa, personal – se sumó a la reunión de los funcionarios del gobierno con la Mesa de Enlace y avaló con la fuerza de su investidura institucional, como ningún otro podría hacerlo, ni siquiera Néstor Kirchner, los términos del acuerdo con las entidades patronales del agro. Términos que, por supuesto, son más o menos los mismos que habían arreglado Julio De Vido con el presidente de la Sociedad Rural (que. para la incomprensión de la progresía, siempre fue el más razonable de los cuatro). Pero la presencia, y sobre todo la presencia inesperada, de Cristina les dió una carga política que no habrían tenido en cualquier otra circunstancia.

Por supuesto, no creo – nadie puede creer – que el acuerdo sea definitivo. Pero estimo que – salvo errores imponderables, como un apetito desenfrenado por el vidrio – alcanza para quitar una gran parte de la crispación del enfrentamiento. Lo encuadra como lo que es en realidad, un conflicto gremial (o gremial patronal, para ser precisos) que, como todo conflicto de intereses, es manejable. Los que levantan la bandera de la intransigencia… están pensando en sus futuras candidaturas. Legítimo. Serán votados, o no, de acuerdo a la cantidad de gente que se sienta expresada por ellos.

Y el Congreso nacional, como marca con insistencia el sabio Manolo, es el ámbito adecuado, en lo institucional y en lo político, para manejar el conflicto. Como fue, no sé si se acuerdan, la sugerencia original del vicepresidente Cobos que fue aceptada por Cristina, antes del recrudecimiento de la batalla y de la Noche Triste del voto no positivo.

Atención: este cuadro de situación – que puede estar equivocado, claro – además es incompleto. Falta considerar – entre otras cosas – un factor emocional. Y el que cree que la emoción no importa en política, no sabe mucho de ella. Me refiero a los militantes kirchneristas. Que no son los peronistas que aprueban algunas políticas de Kirchner y bancan a Cristina como presidente legítima. Hablo de los que se entusiasman con Kirchner y con Cristina y, sobre todo, se enojan con los opositores. De ellos escribí en uno de mis últimos posts realmente largos, allá por diciembre. Y los llamo factor emocional porque no son una realidad electoral significativa, pero son una de las pocas militancias entusiastas que hay hoy en Argentina (En realidad, sólo conozco otra, aparte de las sectas de izquierda: la de los jóvenes antiK, en el interior. Y esos están – hasta ahora – mucho menos politizados).

El problema es que su entusiasmo, como ya dije otras veces, surgía más del enfrentamiento con un adversario al que se demonizaba que de aprobación de los logros del gobierno. Y el adversario demonizable, «el enemigo que Ud. ama odiar» dirían los yanquis, era el «campo». Los oligarcas rurales, enemigos de la industria y de los pobres por toda la historia argentina, explotadores de los peones y encima egoístas que se preocupaban sólo de sus ganancias – al contrario de los militantes políticos, que jamás piensan en contratos… La mía es una ironía burda, lo reconozco, pero si uno lee toda la producción intelectual prokirchnerista desde la batalla de la 125, no podrá decir que es injusta. Por eso el título de este post, que puede interpretarse de varias formas (como corresponde a los delirios de Derridá elaborados sobre las oscuridades de Heidegger).

Aún el sofisticado Artemio López, portaestandarte de la blogosfera K, acuñó la expresión de «los intereses agrofinancieros» cuando analizaba quienes se oponían a la estatización de la jubilación privada (Un conflicto profundamente distinto, o – como no me canso de repetir, por qué creen que no provocó ninguna mobilización en contra del gobierno?). Si don Cristóbal López, Dios no lo quiera, se pasase a la oposición, Artemio seguramente hablaría de «los sectores agrolúdicos». Y estoy hablando de uno de los voceros más centrados del pensamiento prokirchnerista (para ser justos, tengo que decir que en Ramble han aparecido algunos de los ensayos lúcidos que mencionaba al principio,  como éste).

Considero entonces que Kirchner paga un precio político (si se quiere, potencial) por el comienzo del arreglo. De ahí, me parece claro, su reluctancia a arreglar. Que no creo que surja, como muchos insisten, de un problema ideológico, sino de un conocimiento básico de todo político práctico: Es mucho más fácil juntar en contra que a favor. Pero, en mi opinión, los Kirchner han privilegiado la gobernabilidad, el mismo motivo por el cual se recuestan en el peronismo realmente existente. Su problema, y su responsabilidad, después de todo, es gobernar Argentina. Lo que me interesa a mí, como se me ocurre que debe interesar a los que se preocupan por la política más allá de su condición de salida laboral, es el futuro de esta militancia. En particular, el de los jóvenes que se acercan al peronismo atraídos por las políticas de Kirchner, que es el peronismo que conocen. Simplemente, porque hoy no son muchos los jóvenes que se acercan a la política. Y sin ellos, en una frase muy hecha y muy cierta, no hay futuro.

12 Responses to Cristina y la deconstrucción del enemigo

  1. Demóstenes dice:

    Cómo me gustaría que Cristina en vez de decir siempre «ustedes saben que yo vengo de un partido que, etc., etc.» dijera alguna vez algo así: «Eso de Kirchnerismo lo dicen ustedes -los medios, la gente- Kirchner y yo somos peronistas-peronistas, hacemos honor a la militancia de nuestra juventud y hoy podemos llevar esas convicciones a la realidad». Creo que eso cerraría muchas puertas a sujetos como Duhalde, Solá o ese peronismo derechoso que añora la pizza con champán. Felicitaciones por el blog!!!

  2. Lisandro dice:

    A mi tb me gustaría que lo diga así de esa manera, parece una telenovela de esas donde nunca se terminan de dar el beso, pero entiendo que si bien le cerraría la puerta a duhalde, etc, también se la cerraría a un montón de gente q esta con este gobierno pq cree q no es 100% peronista, si ahora le critican la «pejotización» imaginate si Cristina le diera ese beso en la boca que los perucas esperamos que le de al peronismo.

  3. Fede M dice:

    Estoy de acuerdo en algunos aspectos. Discrepo en uno principalmente. El pasaje de la confrontación con un enemigo demonizable, claro, poderoso, no lleva a bajar los brazos, como suponés. Creo, en cambio, que el efecto que genera en realidad es el de victoria, leve, costosa, pero victoria al fin. Lilita, Carbap, Morales y De Angeli lo saben, y por eso salieron con los tapones de punta a avivar el conflicto nuevamente. No hay nada mejor para un peronista (y peor para un, simplifiquemos, gorila) que la revancha. El partido de vuelta. Es tomar carrera e ir épicamente hacia la victoria. Los milicos lo sabían, y tuvieron que reventar a 30.000 para pararla. Fue la única manera…

  4. aguante jauretche dice:

    “La estrategia es la suma de tácticas.
    La dialéctica es un instrumento de la táctica política.”
    Firmado: EL PANZÓN DESCAMISADO

  5. Abel B. dice:

    Demóstenes: Una observación: La oposición interna a Kirchner – además de la lucha por el poder, que es un componente constante de la política – se monta en la crítica al «estilo confrontativo» de los K. (Yo pienso que es superficial: el peronismo tiene una historia un poquito confrontativa, no? En todo caso, hay que analizar por qué se confronta, dónde se trazan las líneas y los límites).
    No importa. El hecho es que cuando el gobierno (Cristina) muestra que puede moderar el conflicto, desarma esa crítica, que es central al discurso antiK.
    Lisandro: Los que cuestionan al gobierno desde el progresismo, no lo hacen por demasiado peruca. Ellos quieren que se les dé bola como un espacio(s) político diferente. A mí me parece que les falta construir el poder que justifique su reclamo. Eso al margen de que yo estoy de acuerdo que ambos K se manejan en forma muy centralizada y vertical, tanto afuera como adentro del PJ.
    Fede M: Mmmm… Creo que tenés razón, en lo inmediato. Hay una fuerte dosis de triunfalismo en la militancia K. Yo pensaba en el desarrollo en el largo plazo. Pero tengo que reconocer que con la oposición que existe, no van a faltar confrontaciones para estimular a las fuerzas propias. Es más, creo que los que mencionás son ideales para mantener de este lado a Hugo Curto y a MauriK
    aguante jauretche: Lo que dice el panzón es muy cierto. Ahora, no entiendo qué tiene que ver.
    Abrazos a todos, y sinceramente gracias por venir

  6. Yukio dice:

    Llego tarde y no estoy seguro de dar la edad, pero quería decirte que no dejo de reconocer tus razones profundas, comparto tu visión de las lealtades actuales y hasta dos de tus preferencias blogueras, el ineludible e imparable Manolo y Luciano, cuyo peronismo me recuerda al de viejos compañeros, jovencitos, claro, que se apartaban con sutileza e inteligencia del estilo camorrero imperante en mis grupos de pertenencia. Pero Abel, las etapas fundacionales, los campeonatos de decencia, la siempre ubicua maldad de los malos que nos hace los mejores y la moralina frepasista que pide ADN o se bebe el Ganges y celebra porque descubre el “pragmatismo” o una oposición regalada como la mencionada arriba a modo de aglutinante, no son para mí. Ni todos los jóvenes peronistas son kirchneristas, y me consta, a menos que te refieras a la bloguería, que desconozco en su mayor parte, ni el peronismo se agota en el kirchnerismo porque no empezó con él, sólo cambiarán las lealtades.

    Un abrazo peronista,

    Yukio

  7. Fede M dice:

    tiene que ver en el punto en el que planteás que después de la confrontación, la militancia K se va a desinflar al no tener un antagonista tan claro. Yo creo que no. El desgaste y el retroceso vivido durante el período de la 125 nos llevó casi al núcleo duro de simpatizantes del gobierno. Un importante, aunque insuficiente, 30%. Todo lo que queda, de acá en más es ganancia. En una situación de conflicto dominado, las chances que tiene el gobierno nacional de repuntar estan al alcance de los dedos. La percepción interna es esa y probablemente no sólo pare la sangría, sino que sirva para que se sumen otros dubitativos. (¿Schiaretti les suena extraño?) esa energía contenida a puro palo y palo de la opinión pubicada, puede, en un contexto de relativa paz, encauzarse hacia la conquista de tan solo un 10% de la población que tampoco está del otro lado. Esta paz, es la que trata de evitar a toda costa los partidos de la oposición política, llámese campo, Carrió o De Narvaez, o prensa oligopólica. El problema que tienen ellos, es que muy difícilmente se puede mantener el clima de crispación permanente sin que se vuelva contraproducente y sumamente antipopular. Los rentistas del campo podrán volver a la ruta, pero son 10, 15. El horno no está para bollos. Y aún sin intervención de Comandos K de desarticulación de piquetes, la imagen de rentista debajo de las ruedas de un colectivo puede llegar a ser una imagen más tolerable para la teleaudiencia que hace un año. Insisto, la debilitación de fuerzas del campo es plausible. La «tregua» indica incapacidad de mantener físicamente la confrontación. La disminución del enemigo no debilita la energía de la Militancia K, la encausa en el sentido que nunca debió dejar de ser, interactuar con la población y sumar apoyos a la política nacional K.

  8. harry dice:

    Mira Abel ,el estilo confrontativo de los K me molesta y la obsesion tan subdesarrolladamente tercermundista de la acumulacion de poder es el tic que nos dejo el gran conductor que tardo 18 años en volver al pais porque destruyo deliberadamente todos los canales de negociacion. Curiosamente no vino a hacer una revolucion ,ni nacional,ni republicana sino solamente a cumplir el mandato narcisista de alguien engendrado por la pampa bastarda.
    bUENO ESO termino,nadie tiene el pensamiento de Peron y ni siquiera lo leyeron bien,se saltearon la etapa de la continentalizacion y recalaron en K que nos retrotrajo a 1945……………
    La diferencia es que Peron tenia una vision del mundo y K tiene a De Vido,exactamente el tipo de persona que uno no invitaria a su casa.
    El peronismo perdio la oportunidad historica de renovarse con la llegada de Alfonsin y ahora el mundo no le dara señales porque el pais importa poco.
    A mi si me interesa y por eso quiero exactamente la liquidacion final de los K y de sus aliados martinezhozistas.
    Creo que llegare a verlo.
    La izquierda nacional sigue con la teoria del mal menor,son como Strasser el mal menor es muy interesante para el otro ,menos cuando los garfios de carniceria te empalan por el cuello.
    Pero no habra guerra civil,este es un pais manso y transformista,solo una transicion mas.
    El señor Obama esta logrando acumulacion de poder y por eso no tiene problemas en mantener a Gates en la Defensa y en negociar sottovoce con Siria e Iran.Eso se llama politica y no publicidad para masas iletradas.
    Estamos volviendo del obrero industrial al lumpenproletariado.Y esa es la unica realidad verdad ?
    O como diria la neoperonista Maria Julia Alsogaray nest-ce pas ?Otro problema es que el gobierno es radiofonico,explicador,antiguo,saturado de quimeras clonadas que pretenden algo tan ingenuo como bajar linea en el 2010 ya …..
    Saludos.

  9. Abel B. dice:

    Yukio, Fede M: Sus aportes son valiosos. Y juntos, más. Vos, Yukio, sos en estas columnas con frecuencia – aunque no lo pretendas – la voz de la experiencia de la militancia peronista. Yo, que por edad si no por otra cosa, podría serlo, trato de mantener un enfoque diferente. Sobre todo, porque quiero pensar al peronismo no en sí, sino como un instrumento para los fines de la Nación. (Un instrumento con algunos defectos, seguro, pero uno de los pocos instrumentos políticos que tenemos).
    Por eso pongo tanto énfasis en la etapa K – sin ningún fanatismo por don Néstor – porque es la actual y es donde se están dando las batallas actuales. La decisiva: evitar que Argentina sea arrastrada al remolino de la Crisis. Y no hablo de las consecuencias que son inevitables, como la recesión. Me refiero a que el Estado deteriorado que tenemos pierda todavía más capacidad de manejar la economía. Hay quienes contribuirían a eso, por intereses o por ideología (estos últimos son los peores).
    Con vos Fede M, la diferencia en lo que decimos es chiquita pero también surge de enfoques diferentes. Estás describiendo el «dispositivo» (para usar una palabra guardiana) del peronismo. El que Kirchner conduce, por contar con el poder institucional y la iniciativa, pero su fuerza propia es pequeña, y el resto no lo quiere mucho. Los votantes… se verá. Después de octubre empieza la discusión.

    Harry: Vos aportás la voz del antikirchnerismo puro y duro, que también es bienvenido. Se estaba poniendo muy oficialista este blog.
    Pero fijate como está la cosa que para criticar en serio a K (porque lo de «confrontacionista» se desvaloriza cuando se sienta con la Mesa de Enlace y lo de «acumulación de poder» también, cuando una jueza suprema que vos pusiste te para el carro) tenés que criticar al peronismo. Como no sos hipócrita, lo hacés. Y no te digo que no hay nada criticable en el peronismo. Hay mucho, pero considerá las alternativas (Lo mismo que se dice de la vejez, te acordás?).
    Igual, vos que negás tu apasionamiento… ¿Vos creés seriamente que Solá, como Strasser, corre el riesgo de ser asesinado en una Noche de los Cuchillos Largos? A lo mejor estás pensando en Rohm, ya que Verbitsky dijo que el acuerdo con Macri y Narváez era «gay friendly»…
    ¿Por qué si Obama conserva a Gates en Defensa automáticamente pensás que es una muestra de inteligencia y conservar a Lavagna dos años en Economía es de bruto nomás? Ojo, ambas cosas pueden ser ciertas, pero se necesitan argumentos más desarrollados.
    Resumiendo: No soy más kirchnerista que vos. Pero pienso que el antikirchnerismo ciego le da vigencia, como el anticastrismo a Fidel. Yo, sólo le pido a Kirchner y a Cristina que no choquen el barco. Y hasta ahora no lo hicieron (le pasó cerca a algún témpano, eso sí). Hasta ahora, no veo un Conductor alternativo. Igual, eso lo va a decidir la gente. A lo mejor, como le decía a los compañeros, tan pronto como octubre.
    Abrazos

  10. harry dice:

    Lo que pasa querido amigo es que Lavagna es peronista,mas que K verdad y Obama recurrio a gente de Bush a la que ya habia derrotado pero como alguien en su entorno tiene experiencia y concepto del Estado,presumo que son los clintonianos,el joven carismatico entendio que la guerra economica subsumia a la guerra militar y que los problemas mundiales no podian detenerse en discusiones -muy argentinas-entre Hayek y Keynes, RIP ambos .Obama no puede ser ni Carter ni Hoover,negocia con Iran Siria y Moscu,si Moscu y sabe que la retorica electoral termino.Nuestra pesima suerte consiste en que tenemos elecciones en octubre y el grupito que rodea a K tiene que jugar todo a eso como si fuera algo trascendente para el subcontinente y en verdad no lo es. Cuba esta dando pasos en la direccion correcta,no se plantea inventar un Fidel Dos sino simplemente favorecer la apertura politica.Chavez hara la mismo y Evo tambien,de hecho ya lo hizo.No tengo la culpa que la Argentina cultive la religion del progresismo antinorteamericano aunque la mayoria de esa gente adora pasearse por Manhattan. Yo no.
    Uribe se da el lujo de liberar a jefes de las FARC porque la guerrilla ideologica esta terminada y quebrada,el narco es otra cosa y no creo que tenga solucion inmediata.Es algo mas real.
    Claro que K no usara ganchos de carniceria pero no porque no este en su bagaje genetico sino porque la realidad lo impide,preguntale al caudillo movimientista de Sudan que no puede pasar una sola frontera.Siempre dije que estos fascistas agrafos-es decir gente que no conoce al fascismo – eran variables no de Peron sino de los Trujillo y los Somoza.el cinismo es que se despachan por progresistas
    Y para la Argentina como Nacion seria deseable que la gente como K desaparezca de la escena y de lugar a un centroizquierda a la italiana o al liberalismo americano que expresa justamente la dupla Clinton-Obama.Y que tengamos una derecha pragmatica, inteligente,civilizada sin temores a pactos ni acuerdos aun con los opuestos.
    Es dificil,el pais es bifronte,dicotomico aunque cada vez mas K se parece a una variable de Biondini con un tercio de los votos del pais.
    Anticipo una fuerte ola de antisemitismo en el pais.Empezo hace dias ,cuajo hoy y tampoco es bueno para las inversiones.
    Es probable que los Conductores esten pasados de moda,es cierto que la crisis del mercado puede revitalizarlos pero creo que es una tendencia mas profunda en un mundo desconfiado y asustado.El otro dia el partido del fallecido Haider,joven,brillante,austriaco cultivado, gano ampliamente las elecciones en Carintzia.Y sin conductor alguno.Fue la gente.
    En fin octubre esta cerca.
    Gran abrazo.
    Harry.

  11. […] unos dos años pontifiqué en un post “Desde la primera elección que disputó y ganó en 1946, pasando por los tiempos de Menem, […]

  12. […] – porque si uno no se puede plagiar a sí mismo, de quién va a copiarse? – encontré esta que subí el 4 de marzo del ´09 (la fecha precisa tiene sentido), un poco más de dos años y medio atrás. La coyuntura política […]

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.