La superstición del dólar

dólares volando

Aclaro de entrada: este posteo no tiene nada que ver con la costumbre local de ahorrar en verdes. Esta no es la decisión más racional posible: el dólar se desvaloriza en forma constante a lo largo de los años. Pero no es una superstición. Tiene ventajas muy concretas en nuestra realidad: como el dinero en efectivo, 1) puede usarse en cualquier momento, según las necesidades; 2) se acepta en cualquier lado; y 3) es fácil ocultarlo al recaudador de impuestos. Y pierde valor a un ritmo mucho más lento que el dinero en efectivo. Es inútil que Cristina, como todos los presidentes antes que ella, aconseje no comprar dólares. Los argentinos van a seguir haciéndolo, hasta que encuentren un sustituto mejor.

Mi intención es comentar sobre el rol geopolítico del dólar, estimulado por comentarios en el posteo anterior. No es para polemizar con lo que ahí se dice en particular, sino despejar, en lo posible, dos visiones extremas sobre el asunto que abundan en el discurso corriente. Ambas equivocadas, en mi opinión.

Nuestro comentarista Rogelio acercó una cita de The World Financial Review, una publicación que combina información financiera con una visión crítica, ligeramente progre, que expresa muy bien una de las posiciones “Durante setenta años, una de las bases fundamentales del poder estadounidense ha sido la posición del dólar como la moneda más importante del mundo. Durante los últimos cuarenta años, un pilar de la supremacía del dólar ha sido el papel dominante del billete verde en los mercados internacionales de energía«.

Nada de eso es falso, me apuro a decir. Sólo un poco exagerado en los adjetivos. Pero es la tesis que da pie a todas las teorías conspirativas que publican RT Novosti y la Red Voltaire. Afirman que todo país que ha sido bombardeado por los EE.UU. o sus aliados – y fueron muchos, en estos años – es porque estaba pensando en cambiar la moneda (el dólar) en que comercializaba sus exportaciones de petróleo. Ahí incluyen a los que ya las comercializan en euros, los que no exportan petróleo y hasta a los que les resultaría difícil cambiarla porque, como Venezuela, exportan a los EE.UU. No es una hipótesis absurda en algunos casos, eh. Pero contribuye a simplificar demasiado los análisis y a ocultar que las Potencias pueden tener muchos motivos para bombardear, como nos muestra la historia.

El otro extremo, aún más tonto, es de los que asumen, en forma explícita o tácita, al uso del dólar en las transacciones internacionales como un dato neutro. Como el resultado de un país serio, que emite con prudencia (la descripción no se ajusta a los EE.UU., pero no importa), y por eso su moneda es confiable.

Es evidente que la Potencia Hegemónica obtiene un beneficio importante con la condición de reserva de valor que tiene el dólar en el exterior. Obviamente, el señoreaje. Que es simplemente que todo aquel que ahorra en dólares automáticamente le está prestando, sin interés, al Tesoro norteamericano. Pero mucho más importante es que la posición internacional de su moneda le permite endeudarse sin límite y sin riesgo de default. Siempre puede imprimir más dólares para pagar sus deudas.

Por supuesto, esto pone límites a sus políticas económicas. Si el dólar se desvalorizase demasiado, por inflación interna o para hacer competitivas sus exportaciones… dejaría de ser moneda de reserva. La República Popular China y el supermercadista de mi barrio, por ejemplo, ya no estarían interesados en conservar dólares, ni títulos en dólares. No es un fantasma teórico, fue un problema muy grave para la anterior Potencia Hegemónica, Inglaterra, que después de la Primera Guerra Mundial quiso conservar el rol de moneda de reserva de la libra esterlina, y lo pagó con una depresión feroz. Tampoco lo logró, dicho sea de paso.

De todos modos, no creo que haya dudas que el rol del dólar es parte clave del poder norteamericano, y harán todo lo posible para conservarlo. El término equivocado es «fundamental». El poder de los EE.UU. se apoya en sus 9,6 millones de km2., que abarca muchas tierras fértiles, su población de 318 millones, buena parte de ella bien entrenada, su base industrial, sus fuerzas armadas, su arsenal nuclear, sus servicios secretos, el «poder blando» de la industria del entretenimiento… Los gobernantes que tienen que tomar en cuenta las relaciones de poder (todos) no deben dejarse hipnotizar con teorías sobre un inminente derrumbe.

Por mi parte, no tengo dudas que China, que está trabajando en la instalación del renminbi en las transacciones internacionales, como vimos hace poco aquí, no comparte esas supersticiones.

6 Responses to La superstición del dólar

  1. victorlustig dice:

    Confieso que al leer lo de Rogelio me hizo acordar a Graziano, es cierto, no es un factor, son un conjunto de factores.

    Recordemos que debido a la necesidad de mantener la libra como moneda de intercambio Churchill en 1925 la hizo semiconvertible y fija con el oro, de ahi la depresion y de ahi Wall Street tomo la posta frente a Londres.

    Basicamente en esa epoca, los ingleses pensaban como iban a poder mantener el Imperio, mas que nada la India, por las fuerzas centrifugas, y, cuando no se pudo mas, 1944, paso a ser el dolar. Churchill salvo a Inglaterra a costa del Imperio

  2. chacall dice:

    Siempre pensé que una de las fortalezas del dolar como moneda de ahorro que menos se destaca, tiene que ver con la economía real.

    Que otra moneda, ajustada por una tasa de interés representativa de la evolución de precios en dicho país, te asegura acceder al último avance en tecnología de información, aviones, medicina, laboratorios, agro, salud, etc. (pienso en Apple, google, Dow, Monsanto, Boeing, Intel, Ford, Motorola, Honeywell, etc etc etc).

    Si un iphone sale hoy 200U$S, seguramente un Treasury bond de U$S a 10 años, te va a permitir comprar dentro de 10 años una tecnología equivalente.

    Y cuando eso no suceda más, cuando esa moneda no represente a un país, que tiene más de la mitad de las patentes mundiales, que está en la vanguardia en innovación y desarrollo, inexorablemente buscaremos otra moneda.

    Hoy por hoy, este aspecto que en algún lugar lo he leido, me parece no poco importante.

    saludos.

  3. Rogelio dice:

    Estimados Abel, AyJ:

    ¡ Calma ahorristas… !!!

    La cita del ‘The World Financial Review’ hace alusión a una «… lenta erosión de la hegemonía del dólar», no habla de «derrumbe del dólar».
    Ni tampoco aconseja que los ahorristas argentinos salgan corriendo hoy mismo a vender sus tenencias de dólares ni a trocarlos por yuanes.

    Por otra parte, coincidiendo con el diagnóstico de ambos [«son un conjunto de factores»], luego de 6 años de ‘flexibilizacion cuantativa’ (= impresión de moneda a mansalva), una voz tan autorizada como la de Mervyn King – ex Governor del Bank of England – acaba de declarar, completo click ACÁ:

    «Estamos empezando a descubrir que la razón por la que la recuperación mundial es tan lenta, es que la política monetaria no es actualmente la respuesta y es necesario poner en marcha otras políticas  para reequilibrar la economía mundial».

    Saludos

  4. Norberto dice:

    Es probable que en algunos elementos eso sea cierto. pero tiendo a creer, por experiencia, que no es verdad. Los States modificaron en dos oportunidades su configuración de consumos para bajar la tasa de inflación que publican, y el peine que te dan cuando estás pelado me dice que los artículos duplican su valor en aproximadamente diez años, y casi multiplican por diez en cuarenta años, automóviles por ejemplo, y la tasa de los bonos del Tesoro es muy inferior a esos valores.
    La única que juega a favor de los tecnológicos es que su obsolescencia es muy rápida y los saltos de precio para elementos similares no es muy grande, pero no creo que hoy le agrade cargar un celular «ladrillo».
    Nunca menos y abrazos

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