La fórmula Scioli-Massa y otros amagues

Como todos los argentinos politizados sabemos, hace ya más de diez años que la ruptura de Scioli con el kirchnerismo es inminente. Por eso mi respuesta, cada vez que un amigo me llama para contarme las versiones sobre la última crisis, es un consejo futbolero: «No nos comamos los amagues«.

Sigo pensando lo mismo: No habrá fórmulas definitivas, no habrá alianzas firme para competir en las Primarias Abiertas, antes de abril 2015. Probablemente, no antes de junio. Igual, el sacudón de estos días es lo bastante significativo para que le dedique algún comentario, aún en el día del primer partido de Argentina. Breve, eso sí. Mi idea es tratar de distinguir los fuegos artificiales de la coyuntura, de diferencias profundas en el seno del oficialismo actual, que seguirán vigentes hasta la definición de las candidaturas. Y también después.

Este episodio ¿comenzó? esta semana cuando el gobernador Daniel Scioli dió el presente en el «debate de Clarín«. El mismo diario lo pone encabezando una lista donde están todos. Todos los no K. Naturalmente, el oficialismo reaccionó frente a ese gesto de aproximación al que eligieron, y se ha elegido a sí mismo, como el archienemigo, el contador Magnetto.

El Jefe de Gabinete, Capitanich, acusó «Dime con quién andas y te diré quién eres«. También tomaron distancia, educadamente, eso sí, Gabriel Mariotto, Andrés Larroque, Martín Sabbatella, Fernando Navarro,… De la dirigencia territorial del PJ y los gobernadores no leí nada. Pero la militancia kirchnerista lo vivió como una ruptura abierta: un vistazo a las redes sociales en estos días lo deja claro.

Me pregunto cuántos de ellos evaluaron si Scioli lo había hecho deliberadamente, para marcar una distancia con lo K que en su opinión, quizás, lo favorece. Estoy seguro que la Presidente, cuya agudeza política respeto, lo tomó en cuenta.

Siguiendo: Mi amigo Artemio López – que ya lo venía castigando a Daniel – le pegó duro. Y Gerardo Fernández, Néstor Sbariggi, Carlos Montero, también viejos amigos, lo tomaron como tema de su programa. Donde analizaron con algún detalle ese insistente rumor – expresión de deseos – de la «fórmula» Scioli Presidente, Massa gobernador.

Me llama la atención que compañeros con tanta experiencia en internas hayan olvidado – por un momento – la lección básica que debe aprender todo aquel que confecciona una lista: se cierra en el último momento posible. Pues los que quedan afuera tratarán de armar otra.

Además, en este caso particular, hay una pregunta obvia ¿Por qué Sergio Massa, que tiene alguna chance – no importa si grande o pequeña – de ser Presidente, la abandonaría un año antes de las definiciones? ¿Por órdenes de la Sinarquía Internacional, ya que Magnetto es el secretario del Club Bilderberg?

Esto es un episodio más de algo que se viene dando desde los primeros años de la gestión de Néstor Kirchner, cuando el vicepresidente Scioli apareció cuestionando algunas de sus políticas y el Presidente lo castigó separando a sus hombres de la Secretaría de Turismo. Y cuando en 2007, al día siguiente en que empezaron a circular los rumores de una alianza opositora encabezada por Scioli, Kirchner lo lanza como candidato a gobernador de Buenos Aires. Hay muchos capítulos de la telenovela, y para los historiadores interesados les ofrezco estos posteos de cada uno de los tres últimos años, aquí, aquí y aquí.

¿Todo es entonces un juego político de posicionamiento, al estilo de House of Cards? No. Estoy seguro que no. Hay una diferencia clara de estrategias – y la política es la ejecución de estrategias – entre lo que se imagina de un gobierno de Scioli y las que prefiere una parte considerable de la militancia kirchnerista. Probablemente, de las que prefiere la actual Presidente, Cristina Fernández. Y, por el otro lado, una parte muy considerable del empresariado, nacional y del otro, preferiría un Presidente Scioli, o un Presidente Massa, antes que un continuador del estilo K.

Pero el Sr. «no K» no es candidato. Y tampoco lo es el compañero «no Scioli». Los kirchneristas que lo rechazan deben encontrar otro (voluntarios hay bastantes). Esto vale también para la Presidente, con la discreción que impone su cargo, y su inteligencia. Y ese otro candidato(s) deberá competir, seguramente, con Scioli en las PASO de agosto 2015. Ya lo dijo el mismo Capitanich «Si Scioli gana las primarias será el candidato del FPV«. Como sabemos, perder no es peronista.

Compañeros Messi, Higuaín, Agüero, Di María, Gago, Mascherano, todos los que van a estar en el Maracaná, ténganlo presente, hoy a las 19.