Las redes sociales y Daniel Scioli

mapa de los políticos

(cliquear encima para ampliar)

El jueves pasado apareció en El Estadista Un cafecito para Scioli, un artículo de dos conocidos politólogos, Ernesto Calvo y Andrés Malamud, que, me parece, no recibió la atención que se merece en la blogosfera politizada. ¿Tal vez porque cuestiona algunos mitos queridos?

Por mi parte, hice lo que pude. Desde #BASAT, donde nos dedicamos profesionalmente a la comunicación digital, analizamos, con la socióloga y legendaria bloguera Florencia Benson, la audaz afirmación técnica de los autores:

«Para entender de qué lado decantará la década actual, más fluida que las anteriores, nos propusimos averiguar cómo interactúan los dirigentes nacionales en las redes sociales. Por medio de Twitter, recreamos el espacio político argentino utilizando las listas de “amigos” (a quiénes siguen) de 99 políticos para medir el grado de afinidad entre ellos … Mediante un análisis estadístico sin intervención humana, nuestro software transformó a los amigos en común en coordenadas políticas«.

¿Nuestra conclusión?: «(Las) conclusiones políticas (¿aunque tal vez un poco sesgadas en favor del gobernador Scioli?), nos resultan válidas y defendibles. Sin embargo, encontramos que el postulado del “análisis estadístico sin intervención humana”… nos despierta algunas dudas.

En primer lugar, ¿cuál es el criterio utilizado para recortar, del universo compuesto por 99 políticos, solamente a Capitanich y a Urribarri como posibles candidatos oficialistas? Más importante aún, ¿es la distribución de “follows” (cuentas a las que se sigue en Twitter) suficiente para ubicar ideológicamente a los políticos?

En este análisis particular, habría que conocer cuáles son los criterios que se usan en cada caso (los 99) para seguir o no a determinadas cuentas: por ejemplo, ¿se aplica el criterio de “la foto”, donde «sólo me muestro con quienes deseo ser visto»? ¿O bien, se aplica el criterio de «lectura crítica global»? Asimismo, ¿quién toma esta decisión: el político o su Community Manager? En resumen, ¿en qué medida compromete el político su posicionamiento ideológico-político a través de su cuenta de Twitter?»  (completo aquí)

Ahora me interesa acercarles el contenido político de Un cafecito para Scioli. Que es menos original entre nosotros que ese mapa de Twitter, pero creo que vale la pena tomar en cuenta.

Dicen Calvo y Malamud: «En la Argentina, las ideologías distinguen a las décadas más que a los partidos. El peronismo fue conservador y luego renovador en los ‘80, neoliberal en los ‘90 y nacional y popular en los 2000. El radicalismo tuvo una etapa socialdemócrata con Raúl Alfonsín, otra conservadora con Eduardo Angeloz y una moderada con De la Rúa mientras que la tercera fuerza fue mutando desde la centroizquierda de Oscar Alende hasta el vecinalismo de Mauricio Macri pasando por la derecha de Rico. Sin embargo, las redes políticas son más estables que las ideologías: así como Miguel Pichetto y Oscar Parrilli sirvieron a Carlos Menem y a los Kirchner, progresistas críticos como Federico Storani fueron legisladores con Alfonsín y ministros de De la Rúa.

… (A partir de los datos y posiciones indicados en el mapa) esperábamos encontrar un doble espectro, conforme describiera el politólogo canadiense Pierre Ostiguy. Por un lado, estaría la distinción clásica entre izquierda y derecha y, por el otro, la más idiosincrásica de peronismo y antiperonismo. Los dirigentes se distribuirían en cuatro elegantes casilleros, de los que Cristina (peronista de izquierda), Menem (peronista de derecha), Hermes Binner (no peronista de izquierda) y Macri (no peronista de derecha) serían cabales representantes.

No fue así. El gráfico traza dos ejes separando al peronismo del no peronismo y al Gobierno de la oposición. Al mismo tiempo, permitimos que la computadora estimara los límites de los grupos para ver quiénes quedaban asociados en un mismo espacio político, independientemente de su partido. Nuestra conclusión es que el eje ordenador de la política argentina, o más modestamente de los políticos que tuitean, no es peronismo- antiperonismo ni izquierda-derecha sino Gobierno-oposición. Esta dimensión corta diagonalmente el espacio político, recordando la transversalidad de 2007.

El pragmatismo impera. La diferencia es que el Gobierno aparece más compacto. En cambio, los distintos grupos opositores exhiben tendencias centrífugas. Dos dirigentes se destacan en el mapa: Sergio Massa y Daniel Scioli. El primero se encuentra en el centro del espacio opositor: en lugar de posicionarse cerca de los demás peronistas, aparece rodeado por un semicírculo en el que sobresalen Binner, Ernesto Sanz, Julio Cobos, Ricardo Alfonsín y Macri.

¿Estará Massa en el eje de la coalición opositora o en su línea de fuego? La estrategia del Frente Renovador consiste en rapiñar dirigentes de todos los cuadrantes, pero su falta de anclaje en el espacio político sugiere que la fluidez del reclutamiento puede anticipar la de la fuga.

Scioli enfrenta un dilema diferente: se encuentra tan alejado del núcleo opositor como del Gobierno, aunque comparte vínculos con ambos. Su situación recuerda a un viejo chiste de la Guerra Fría. En los ’70, mueren Lyndon B. Johnson, Nikita Kruschev y Mao Zedong, líderes de las grandes potencias. Llegan al cielo y Dios les ofrece un deseo. Johnson pide una bomba atómica sobre la Unión Soviética que no deje ni una botella de vodka entera. Kruschev pide una bomba atómica sobre EE.UU. que no deje un solo Mc Donald’s en pie. “¿Y usted, camarada Mao?”, pregunta Dios. “Un cafecito, por favor”.

A un año y medio de las elecciones, la paciencia del camarada Scioli no es una estrategia descabellada. El mapa político también ilumina las estrategias para las PASO. Massa se encuentra en el centro de la oposición pero no la nuclea, y su estrategia lo obliga a competir por afuera del peronismo. Si el panradicalismo forjase una alianza amplia, Massa correría el riesgo de quedarse en la mitad del río: a distancia del peronismo pero sin ganar al votante no peronista. A su vez, el espacio panradical enfrenta el riesgo del pelotón de fusilamiento circular, en que el fuego cruzado acaba con todos los tiradores.

También para el Gobierno el escenario es complicado. Jorge Capitanich es del palo, Sergio Urribarri está adentro “mirando” para afuera y Scioli está afuera “mirando” para adentro. A los tres les conviene jugar en la interna del partido, pero Capitanich y Urribarri están demasiado cerca el uno del otro y pueden dividir el voto K, sirviéndole a Scioli la candidatura en bandeja. Si la economía mejora, el Gobierno deberá disciplinar su interna para superar a Scioli. Caso contrario, tendrá que ir calentando el café«.  (completo aquí)

Mi observación: Me llama la atención que la computadora, simplemente en base a los datos de Twitter, ubicara al gobernador Scioli en la oposición. Se me ocurre que el programa puede tener un ligero sesgo ultra K.

Sin embargo, estoy muy de acuerdo que ahora – y este «ahora» abarca años, posiblemente desde 2003, al menos desde el 2005, que el eje ordenador de la política argentina pasa por el enfrentamiento Gobierno – Oposición. Sólo quiero señalar que, a partir que las candidaturas presidenciales se afirmen, lentamente (muy lentamente) el eje pasará a ser otro. De ahí, tal vez, la ambigüedad de la posición de Scioli, sino es un resultado casual de los impulsos de quienes funcionan como sus Community Managers.

En cuanto a lo que señalan sobre las estrategias de los actores… me resulta muy sensato. Eso sí, hay tiempo para sorpresas.

6 Responses to Las redes sociales y Daniel Scioli

  1. victorlustig dice:

    dentro de la BEA, hace unos años, Luciano Cohan hizo algo parecido y no tan nitido quizas, pero descubio focos entre la intelligentzia, todavia no estaban tan difundidos los community managers, asi que quizas fuera mas real

  2. guido dice:

    Sería interesante conocer más de la metodología. Pero de entrada me suena bastante dudoso. Si en lugar de tw se utilizaran los números agendados en los teléfonos de los dirigentes, por ejemplo, sería de esperar que Massa apareciera ubicado más acá…Y coincido en que la línea de corte oposición oficialismo es bastante arbitraria. A lo mejor si uno tuviera el nombre de cada puntito podría entender porque no se superpone con la de peronismo/antiperonismo, que es lo que a mi me parece, y que en buena medida explica las dificultades del FR en crecer a costa del FPV.

  3. leandro dice:

    Me parece que esos datos graficados, en caso de servir para algo, dicen otra cosa. Pero bue.

  4. Gerardo González dice:

    El peronismo en general (Cristinismo y otros) cometería un error mortal llevando al Hombre del Brazo de Hierro como candidato.
    Es, pese a la apariencia contraria, un perdedor profundo.
    Su gobernación es un desastre: no puede ni sabe hacer nada, salvo ir a los velorios y catástrofes. La obra pública está ausente o paralizada. Ni las rutas provinciales puede arreglar.
    Hay cuatro poblaciones en Buenos Aires: el conurbano, las grandes ciudades, las ciudades medianas y los pueblos. En todas perderá como candidato presidencial.
    Su mediocridad está oculta por las encuestas, que no pueden compararlo con ningún candidato opositor u oficialista a la gobernación. Esa soledad le hace parecer apoyado, pero no es así.

  5. Saludos. Bienvenido sea el debate. Ernesto Calvo aqui. Los datos y los resultados no fueron manipulados, sino no seria interesante mirar los mapas de twitter. Ahora en unos dias vamos a presentar otra version mirando solo los «lazos» reciprocos de los politicos. Para ver como estimamos las posiciones pusimos los datos y el codigo de R en este lugar: http://www.gvpt.umd.edu/calvo/Twitter.html .
    Sin embargo, tal como decis, la interpretacion es para ser discutida. Saludos.
    EC

  6. Florencia dice:

    Hola Ernesto. Aquí la coautora del post original (http://basat-marketing.com.ar/2014/03/10/dime-a-quien-sigues-y-te-dire-quien-eres/).
    Nuestros interrogantes no apuntan tanto a una «manipulación» (palabra que connota «truchar la metodología») sino a un recorte a priori –necesario, desde luego, pero sesgado al fin–. Te invito a que leas el posteo completo para ver de qué se trata. Saludos y gracias!

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