Política, economía, y la cuestión del poder

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Una frase muy tradicional en el discurso de los peronistas era, es «El problema no es económico, sino político«. Así se contestaba a los tecnócratas que, generalmente desde gobiernos militares, decían que devaluaciones y ajustes eran decisiones forzadas por las leyes de la economía, que cuestionarlas era demagogia irresponsable (como ven, esa discusión es muy vieja). Ahora la frase se ha convertido en un lugar común; hace pocos días la usó Mauricio Macri, al que nadie puede acusar de peronista, ni de pensador original.

Uno tiene algunas dudas, porque resulta claro que hay problemas económicos muy reales – o, como dicen los pedantes, fácticos. Faltan dólares – divisas – para pagar las importaciones, y las deudas. Hay aumentos de precios, que se excusan en que otros precios que subido… Pero, reflexionando, se da cuenta que esos problemas – que existen, cómo no – sólo pueden ser encarados por el gobierno y por la sociedad con herramientas políticas: leyes, reglamentes, suma de voluntades, consensos…

Ahora, la situación que enfrentamos en estos días, la que se refieren todos, oficialistas y opositores, cuando hablan del «problema político» es que el enfrentamiento entre las distintas posiciones políticas y entre los diversos intereses  que pugnan por manejar el Estado, se ha hecho ciego y enconado.

Los intereses afectados por este gobierno, los ciudadanos que desaprueban de sus políticas y los que simplemente odian a los K, lo perciben debilitado y en retroceso. Entonces anuncian, a propósito casi de cualquier cosa, una catástrofe inminente que lo terminará de destruir. Unos porque están convencidos de eso – tenemos experiencia en Argentina de finales catastróficos – y otros porque esa experiencia dice que es la forma de deslegitimar y demonizar todas las políticas de un gobierno.

Del otro lado, los que se han comprometido emocionalmente con este gobierno y con la Presidente – quizás una mayoría, seguramente la primera minoría de los militantes políticos – ante este clima que fomentan los opositores y los medios de ese palo, y la evidencia de algunos fracasos reconocidos a medias… Algunos se alejan silbando bajito. Otros cuestionan estrategias que ya de antes sentían equivocadas. Pero muchos – quizás una mayoría, seguramente la primera minoría de los kirchneristas – se atrincheran, «aguantan los trapos», y viven como una deslealtad cualquier cuestionamiento, al menos en público.

No hay que exagerar. Estas son las actitudes de dos «minorías intensas», muy numerosas, eso sí. Y que son las que protagonizan lo que pasa por debate político en nuestro país. Todavía la mayor parte de los argentinos aguanta los contratiempos y, los que pueden, se van de vacaciones. Pero nadie les está ofreciendo un mensaje creíble, que les diga que esos contratiempos sirven para algo, y que hay un futuro mejor.

Es una situación lamentable para el país en su conjunto. Es un obstáculo en sí misma para construir ese futuro. Muchos compatriotas reflexivos de muy distintas orientaciones están (estamos) preocupados. Uno de ellos es Eduardo Fidanza, conocido opositor y liberal tradicional, que el sábado decía con bastante equilibrio en La Nación (un medio que constantemente anuncia – esperanzado – la catástrofe, hay que decirlo):

«La dramática aceleración de la crisis económica y el debilitamiento del Gobierno están llevando, con pocas excepciones, a los protagonistas mediáticos del debate político -periodistas, intelectuales, analistas, dirigentes- a un nuevo round … una querella sin cuartel en la que nadie quiere reconocerle nada al otro, negando sus razones y descalificando sus propósitos.

… (Esta) pelea política es paradójica. La mayor parte de sus protagonistas representan o adhieren a un programa implícito, de orientación progresista, respaldado por el 80% de los votantes. Efectivamente, peronistas y radicales de distintas cepas, socialistas, izquierdistas moderados, socialcristianos y otros comparten ideas directrices. Están de acuerdo con el rol del Estado en la economía, con la distribución progresiva del ingreso, con la ampliación de los derechos civiles y con el respeto a las libertades de expresión y reunión. La guerra política en la que estamos envueltos parece desproporcionada; a sus participantes los diferencian cuestiones que, aunque sean importantes, resultan instrumentales antes que de fondo«.  (completo aquí)

Mi amigo Manolo Barge, un peronista tradicional, con muchas reservas contra los intelectuales que son columnistas de La Nación, dice que «firma al pie« lo que se refiere al programa implícito respaldado por el 80% de los votantes: el rol del Estado en la economía, la distribución progresiva del ingreso, la ampliación de los derechos civiles … Y hace referencia, como otras veces, a data concreta que confirma que una gran mayoría de los argentinos están de acuerdo en esos puntos, que muestra, dice, que «la Sociedad Civil, en especial los Sectores Populares, está muy a la “Izquierda social” de los actores políticos y económicos«.

Creo que tiene razón. Seguramente Artemio López, Julio Aurelio, Hugo Haime y el resto de sus sabios colegas pueden confirmarlo. Pero, me atrevo a decir que esos dos pensadores, Fidanza y Barge, de tradiciones filosóficas tan diferentes, se están olvidando de algo en esta oportunidad: la cuestión del poder. A lo mejor Freud, al que ambos citan, podría decir algo sobre esa omisión.

Los programas políticos no se llevan a cabo a través de una encuesta. Buenos o malos, admirables o detestables, requieren, sí, el decidido respaldo de sectores numerosos, no necesariamente mayoritarios, y, por lo menos, la aceptación resignada de las mayorías. Si el respaldo entusiasta es de las mayorías, tienen mejores chances de perdurar. Pero siempre necesitan de la acción inteligente y sostenida de quienes conducen un gobierno. En eso se diferencian de las religiones y de las modas, por ejemplo.

Las decisiones que afectan intereses – todas las que importan – pueden ser consensuadas, y es mejor que lo sean, por supuesto. Pero si el Estado no vuelca su peso… prevalecerá el statu quo, o un forcejeo interminable. Y en un plano todavía más concreto, la pugna por ocupar los cargos de conducción del Estado – eso es el gobierno – para llevar adelante determinados programas y también por la sensualidad del poder… no se decide por consenso sino por la lucha política. Lo que hemos logrado en Argentina durante los últimos 30 años – y no es un logro menor – es que la muerte y la violencia no sean consideradas parte legítima de esa lucha.

Estas son obviedades, válidas en todo tiempo y lugar. No sé si me sentiría motivado a repetirlas aquí, si no fuera porque evalúo que el «problema político» que exacerba a la sociedad argentina es, para los opositores, la acumulación de poder por parte de Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández después. Para sus partidarios, el hecho que no se perciba una forma de institucionalizar ese poder político más allá del breve lapso que resta a este mandato presidencial. Que no haya un continuador, y que – por la misma naturaleza de ese poder personal – sea muy difícil instalarlo.

La tensión, nunca resuelta definitivamente, entre el liderazgo personal «desde arriba», que se apoya en los «de abajo», y los intereses, ideales y temores de los «del medio», fue muy bien estudiada – creo que ya lo dije en el blog – por Aristóteles y otros pensadores griegos, 2.500 años atrás. Y es, en realidad, la historia del peronismo. En esta etapa, ha tomado características agudas por la concepción del poder, centralizada y personal, que los Kirchner han traído de una tradición argentina arraigada en las provincias menos desarrolladas o pobladas, donde el gobernador, peronista, radical o de otra extracción, se maneja así. Decisiones desafortunadas en economía han abierto una ventana vulnerable, y sus adversarios aprovechan.

Me interesa ahora apuntar, para la discusión, una profundidad del problema que tal vez no sea advertida por todos: el debilitamiento del liderazgo presidencial, en una sociedad con instituciones débiles como la nuestra, haría imposible llevar adelante cualquier programa, no importa cuánto consenso tenga, o, simplemente, encarar soluciones a esos problemas económicos que mencioné al principio. Está en el interés de todos – kirchneristas o no – el apoyo a la Presidente en el ejercicio de su poder legítimo. Porque los otros poderes son los «fácticos», los de hecho, y esos sí son autoritarios.

26 Responses to Política, economía, y la cuestión del poder

  1. victorlustig dice:

    Abel
    sinceramente me preocupa su ultima frase, que, espero no condense la realidad, una cosa es lame duck, otra, eso.

    Espero que la sensatez prevalezca y que el revanchismo no domine estos ultimos años de kirchnerismo, pero escuchar hoy a un senador radical diciendo «el gobierno esta mariconeando» no me da mucha fe (aunque creo que el que sembro vientos recogera tempestades, y agrego, que pagaremos todos»

  2. Sergio Robles dice:

    El tema Don Abel es que esta ya no sólo no es la hora del peronismo tampoco lo es de ningún dirigente político que se precie de tal.
    Si bien se mira diez de cada diez crisis económicas en el mundo fueron resueltas mediante licuación de pasivos (preferentemente estatales). La diferencia entre Nos y el Resto del mundo es que a ellos se les generan, digamos, cada treinta años y a los argentinos cada diez.
    Pero como la historia no se repite el dato nuevo es que estamos presenciando el cambio de signo monetario (sepelio del peso) concretado a «la Argentina»; esto es: la cirugía sin anestesia de los noventa o el serrucho en lugar del bisturí de la actualidad.

    Ambas expresiones de crueldad, porque lo cierto es que la anestesia y el bisturí están disponibles desde hace ya mucho tiempo.

    Los políticos, aqui y en todas partes, están «…de acuerdo con el rol del Estado en la economía, con la distribución progresiva del ingreso, con la ampliación de los derechos civiles y con el respeto a las libertades de expresión y reunión.»

    Si de lo que se trata es de «…sangre, sudor y lágrimas…» no hay político que gane elecciones, sino que le pregunten a W. Churchill.

    Señoras y señores: Ha sonado la hora de losTecnócratas, o lo que es lo mismo, la de quienes no deben su subsistencia a la dictadura de las urnas. Estos últimos abstenerse hasta que aclare.

  3. Abel B. dice:

    Sergio R., en estos tiempos descreídos, cuando los chicos a los 5 años ya no creen en los Reyes Magos, que alguien tenga fe en los tecnócratas me conmueve. Y me deja un poco preocupado.

    Pero como le atribuyen a Einstein «No sé si el universo es infinito, pero la estupidez seguramente lo es».

  4. oti dice:

    Cuando gobiernan los «poderes fácticos» se termina en la crisis solito, sin que nadie los quiera doblegar desde afuera. A lo sumo, la única limitación que tienen es su propia torpeza y las luchas internas entre ellos.

    Pero cuando un gobierno quiere intervenir en el Estado para ponerlo al servicio de la promoción y el desarrollo de intereses nacionales y de las clases populares, además de las limitaciones mencionadas precedentemente (propia torpeza y/o luchas internas), tiene que evitar que lo dobleguen los «poderes fácticos». Es decir, difícilmente se termine en la crisis por exclusiva responsabilidad propia.

    Esta es la diferencia.

    Las minorías aprovechan y medran con las crisis, concentrando y aumentando sus negocios. Las mayorías, sobre todo asalariadas, las padecen. Y les dicen, encima, que son inevitables. O que la salida de esas crisis es inevitablemente dolorosa para «todos» (pero sabemos bien que no es así).

    Las crisis no solo sirven para «salir» de problemas pasados sino para premoldear el futuro. Por ej., la hiperinflación del ’89/90 no hubiera ocurrido sin la estrategia privatizadora de los intereses oligárquicos. Son estrategias que existen antes de que tales crisis sucedan. No es que suceden y los poderes minoritarios dicen, ah, sucedió esto vamos a aprovecharlo para hacer esto otro. No. Ya tienen en mente lo que quieren hacer y van llevando las cosas hacia eso. Pero lo tienen que hacer de tal forma que no queden ellos como responsables del desenlace.

    Por eso el saber económico académico no sirve para entender estos procesos, porque siempre hay acciones e intenciones, atrás de lo que pasa. Los errores decisivos no están en los instrumentos sino en los objetivos y en las estrategias que te llevan a los objetivos. Y todo eso está dentro de un proceso.

    Mientras los economistas académicos se detienen en el análisis de las inconsistencias y errores en los instrumentos, los intereses privados dominantes quieren destruir las intenciones y objetivos.

    Lo que se dirime es simple. Hay que hacer muchas obras de infraestructura, resolver muchos problemas en la economía real, direccionar recursos hacia eso, no solo sin dejar que aumente el desempleo y caiga el salario real, sino que aumente el empleo y suba el salario real. Para lograr esos objetivos, los intereses privados concentrados y dominantes van a tender a perder el control que tenían sobre esos recursos. Y eso no lo van a regalar, son capaces de matar a la madre para conservar su poder.

  5. Norberto dice:

    Lo que sucede Big Chief que don E. Fidanza en su juventud tuvo ilusiones bastante alejadas de los ideales que hoy el y sus socios defienden, es mas, yo diría que no es liberal tradicional sino de izquierda, aún hoy, lo que un USA sería un «liberal» y si bien tiene un trabajo, su corazón no desea ni impulsa un fracaso del Gobierno, aunque no comparta políticas ni acciones.
    Y respecto a las denominaciones en inglés, pasada la espuma del momento, hay una diferencia sutil cipayo (sepoy) y «colonial», mientras los primeros eran mercenarios al servicio del ejercito, que normalmente eran usados contra habitantes de regiones distintas de la de su procedencia, los segundos eran hijos de funcionarios militares y civiles destacados en las colonias, normalmente de bajo rango que vivían a media gua entre una sociedad donde vivían a la que despreciaban y ayudaban a administrar mediante su ingreso al funcionarado, y una sociedad en la que aspiraban vivir, donde a su vez eran despreciados por pertenecer a quienes debieron emigrar a cumplir funciones por sus circunstancias dentro de la misma. En general era el quiero y no puedo del los ingleses, que se descargaba con toda la furia sobre la sociedad donde estaban, teóricamente destacados, y de la que no podían salir salvo para ir a otro destino colonial a riesgo de ser el despreciado, discriminado, en la sociedad de sus mayores.
    En cuanto al post, veo que somos varios quienes estamos viendo los alcances del Manual de Golpes Blandos.
    Nunca menos y abrazos

  6. Rogelio dice:

    Estimado Abel:

    Refiriéndose a la situación conflictiva que estamos viviendo dice Fidanza en la nota de La Nación:

    «… tres rasgos caracterizan esta discordia: la compulsión a la repetición, la paradoja y la ausencia de perspectiva«.
    Fidanza se refiere principalmente a la oposición al gobierno. Y lo lamenta.

    Por su parte, en sentido contrario, Oti considera que «Las minorías [que] aprovechan y medran con las crisis, concentrando y aumentando sus negocios (…) ya tienen en mente lo que quieren hacer y van llevando las cosas hacia eso. Pero lo tienen que hacer de tal forma que no queden ellos como responsables del desenlace».

    Para impedirlo, Oti propone una estrategia basada en «… muchas obras de infraestructura, resolver muchos problemas en la economía real, (…) no solo sin dejar que aumente el desempleo y caiga el salario real, sino que aumente el empleo y suba el salario real.

    He comentado aquí mismo que en mi opinión la consigna que el FpV eligió como lema de la última campaña política, «la década ganada», puso en escena una orientación hacia el pasado y reveló – no ya en la oposición sino también en el gobierno – la «ausencia de perspectivas» y la «carencia de proyecto», más allá de las intenciones declaradas.
    Por eso es que ahora, cuando Oti esboza una estrategia, me parece que deja una cuestión pendiente: ¿ Quién es el sujeto ?

    Saludos
    PS: Oti, creo que da pie para ampliar el análisis la última respuesta que Mariano T da a tu propuesta de intervención del Estado a través de una empresa de comercialización de cereales y oleaginosas ACÁ => http://tw.gs/RcU3Ba

  7. Gerardo josé González dice:

    No.
    Cuando el poder presidencial se debilitó, comenzó siempre a cocinarse un nuevo poder presidencial.
    La patética anemia grave de Cristina está generando un nuevo presidente en 2015 o -Dios lo evite- antes.
    Ningún poder «fáctico» puede competir con el autoritarismo medio infantil de estos gobiernos pingüinos.
    Los bancos, los industriales, el campo, los sindicatos, la iglesia, son autoritarios? No jodamos.
    Cada uno cuida su kiosko, porque vive de él.
    Tenemos una presidenta que se dirige a los argentinos por twiter.
    No es tonta; sabe que si vuelve a hablar en cadena no llega a octubre. Lo que pone en sus mensajes es terrorífico. Parece una directora de escuela primaria ofendida.
    Febrero es el mes de la inflación. Si supera el 10%, chau gobierno.
    Ella está en manos de Kiciloff, que no es un capricho relativamente barato como Boudu, sino el capitán en medio de la tormenta que crece día a día.
    Comprendo la preocupación profunda de Abel, pero me temo que el tema no tenga remedio.
    Como dice La Nación, Cristina no puede cambiar.
    Agarrate, Argentina, que vamos a galopar.

  8. Mariano T. dice:

    Lo de mariconeando es porque ya cansan de llorones y de buscr fantasmas de conspiraciones por todos lados. No se hacen cargo de nada.

  9. Mariano T. dice:

    Es más. Todo lo que vemos son maniobras defensivas de los agentes económicos.Ninguna maniobra activa.
    Todos estan juntando los porotos que llevan ganados, y viendo como los preservan de la tormenta que se esta viniendo.
    Algunos lo vieron antes, y son los dólares que se fueron en 2010 y 2011.
    Otros se defienden como gato entre la leña.
    Estoy seguro que si les preguntan «le gustaría amanecer el 10 de Diciembre de 2015 con el mismo patrimonio (en todos sus aspectos) que tiene hoy? El 99% diría que si, incluso muchos querrían hibernar como osos hasta esa fecha. El 1% restante son los pescadores de río revuelto.

  10. Sergio Robles. dice:

    Será cuestión de creer o reventar mi estimado Concejal (M.C)

  11. Esther dice:

    Hola, Abel

    Para empezar, acuerdo en un cien por cien en que de los problemas se sale a través de la política y que, sea bueno, malo o regular este gobierno, lo último que nos puede convenir es caer en de nuevo en ser arrastrados por el fogoneo exacerbado contra él. Si miramos hacia atrás con calma, ¿cuántas veces tuvimos un golpe, ya sea duro o blando, que no se haya fundamentado en los poderes económicos? ¿Alguna vez? Una de las escasísimas cosas que tengo claras es que a los poderes fácticos no los podemos votar ni cambiar por el voto.

    Además, y sin restarle importancia a las crisis actuales, estamos lejos de otras vividas. Muy lejos. Es cierto, diez años de bonanza nos hacen olvidar fácil. También es cierto que los más jóvenes no tienen la experiencia personal.

    No fui al link de Fidenza, así que hablo únicamente por el fragmento que citás acá.

    Si el 80% de los votantes adhiere a un programa que es básicamente el mismo no puede darse una lucha política sin cuartel, como describe Fidanza. No hay espacio para eso. Entonces, o bien no es correcto ese porcentaje, o bien lo que él considera «de fondo» e «instrumental» no son categorías validadas… O bien se trata de disputas mediáticas mediadas (valga la redundancia) por actores que no son políticos; lo cito:

    «La dramática aceleración de la crisis económica y el debilitamiento del Gobierno están llevando, con pocas excepciones, a los protagonistas mediáticos del debate político -periodistas, intelectuales, analistas, dirigentes- a un nuevo round … una querella sin cuartel en la que nadie quiere reconocerle nada al otro, negando sus razones y descalificando sus propósitos».

    Los votantes no votamos periodistas, ni intelectuales, ni analistas, salvo que a su vez se presenten como candidatos por algún partido político. Él considera que el debate político es desmesurado, pero ¿quiénes son los que participan de ese debate político?

    Por mi parte, creo que buena parte de esta «exacerbación» está inflada mediáticamente y en forma deliberada.

    Acuerdo con vos en los riesgos del debilitamiento del liderazgo presidencial. Aunque no porque las instituciones sean débiles, sino por otros dos motivos. El primero, fundamental, es que somos presidencialistas. Esto no es cuestión de lo que diga o deje de decir la Constitución: lo somos como sociedad. Tampoco es cuestión de la forma de hacer política en las provincias menos desarrolladas o pobladas; en la provincia de Buenos Aires las personas de a pie también somos «presidencialistas» (aunque quizás no se expresa, políticamente, en el gobernador sino en los intendentes).Como sociedad esperamos, queremos, deseamos presidentes fuertes, ya sea para seguirlos o para oponernos (esto último es muy importante). El segundo, también fundamental: la oposición no ha podido, en estos diez años, generar alternativas consolidadas.

    Acuerdo con vos que a los opositores lo que les molesta es la acumulación de poder de los Kirchner. Voy un paso más allá: les molesta estar tascando el freno durante una década, tiempo increíblemente extenso, mientras se van poniendo viejos y no les llega la oportunidad de echar mano a esa acumulación de poder. Lo lamento, pero en esto soy bastante escéptica: el problema de la oposición no es que los Kirchner manejen la caja, sino que se las arreglaron para que exista una caja en un país que estaba en bancarrota, y ahora esa caja es apetecible para el resto.

    Saludos.
    Esther
    PD: tendría que buscar el link, en algún lugar lo tengo: sí es posible acusarlo a Macri de ser original. Allá por la estatización de YPF Vargas Llosa (¡!) publicó un artículo en el que, además de volcar su tradicional desprecio por el peronismo y su ya conocida ideología, decía que: «por suerte hay algunas mentes lúcidas, como la del alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri» (o algo así, no recuerdo bien la cita).

  12. Silenoz dice:

    Mirá quien habla de llorones que piden devaluación, se la dan y piden bajas de impuestos + subsidios si llueve o no, si cae piedras o no cae nada, si hace calor o si hace frio, para comprar tractores o 4×4…. siempre en emergencia estan…

    El muerto se rie del degollado

  13. Rogelio dice:

    Abel, como mi pregunta no ha recibido respuestas, me ocupé yo mismo de buscarla y felizmente acabo de encontrar una:.

    ¿ Quién es el sujeto ?

    «Vamos a dar batalla: cita hoy con Cristina por más anuncios», click al link para ampliar

    Enhorabuena !

  14. oti dice:

    La empresa del Estado para comercializar cereales y soja, se tiene que hacer porque es necesario reunir recursos para direccionarlos a renglones de la economía real, que consisten en miles, quizás cientos de miles de obras, de aquí a 10 años pongamos, las cuales mejorarán la productividad física de la sociedad en forma notable, de lo que se beneficiarán todas las clases sociales, aunque algunas de éstas no lo crean o piensen que se perjudican. La realidad es independiente de lo que creamos.

    Para lograr que el sistema financiero y monetario se someta y subordine a los objetivos físicos de la economía, no se puede seguir teniendo el comercio exterior en manos privadas, por lo menos en lo que respecta a cereales y soja.

    Ahora, qué tiene que ver el comercio exterior privado con el sistema monetario y financiero?

    Las divisas que ingresan a la Argentina por vía comercial son privadas, no son públicas. Son “públicas” solo en el sentido formal de que deben ir a parar (las liquidadas por vía legal) al BCRA.

    El BCRA tiene que dar al sector privado ultra concentrado “que las ingresó” (a las divisas) los $ equivalentes menos las retenciones. Se trata de miles de millones de U$S x año a cambio de lo cual hay que dar miles de millones de $ a un sector ultra concentrado formado por cías. exportadoras y Bancos que operan con ellas. Se trata de un verdadero “oligopsonio” financiero y monetario, puesto que muy poquitos y siempre los mismos, son los que “compran” los $ a cambio de los U$S que liquidan.

    Ahora bien, como los perceptores de estos flujos son sectores ultra minoritarios, les sobran enorme cantidad de $ para pagar los costos de su negocio (el precio que pagan a unos 100.000 productores menos las retenciones, por ej.). Esa enorme cantidad de $ “sobrantes” en tan poquitas manos sería una formidable presión especulativa sobre los U$S que ellos mismos liquidaron. Ergo, para evitar eso, el BCRA les ofrece letras que los exportadores y los Bancos compran con parte de esos $ y reciben una tasa de interés (ahora del 27% creo). El BCRA se transforma en “deudor” de esos sectores ultra concentrados.

    Todo este sistema y mecanismo es una máquina de generar fuga de capitales, en la medida de que esos excedentes en $ no logran transformarse en inversión en la economía física real. Es una suerte de engañapichanga con toda clase de trucos entre los actores involucrados como para evitar que las cosas se pongan peor, no para que mejoren por vía de direccionar esos excedentes a las necesidades de la economía real.

    Es por eso que una empresa del Estado en el control del comercio exterior de trigo, maíz y soja, al ser perceptora de los U$S, cambiaría obligadamente todo el sistema descripto y se lograrían las condiciones para que los excedentes no se fuguen y una mucho mayor parte de ellos vayan a la economía real, entre los cuales están los mismos productores agrarios, cuyo sector pequeños y mediano será beneficiado por precios sostén y porque la empresa del Estado pagará un precio un poco mayor que lo que les pagan los exportadores privados.

    El asunto es: ¿qué tiene primacía? R: los objetivos de la economía real. ¿Cómo se hace para satisfacerlos? Haciendo que el sistema monetario y financiero se subordine a esos objetivos necesarios.

    Esta es la manera estratégica de pensar. Habrá muchos problemas, como en todas las cosas de la vida. Pero en la medida que se satisfagan los objetivos, es decir, la innumerable cantidad de obras que hay que hacer, la sociedad puede darse por satisfecha, porque será una sociedad con más poder productivo y mejor calidad de vida, si esos objetivos son cumplidos.

  15. ricrdo j.m. dice:

    Cada uno cuida su kiosko, porque vive de él.

    mandamiento del manual de los autoritarios

    ese pensamiento es el basamento fundamental del autoritarismo, hace alusion a algo que subsume todo en si mismo.

  16. Norberto dice:

    Mas o menos off topic Big Chief, en varios comentarios las cifras entre las publicadas y las declaraciones de los actores, no cerraban ni me cerraban, sin embargo hoy

    http://www.infonews.com/2014/02/04/economia-122780-el-gobierno-investiga-a-las-empresas-exportadoras-que-no-acreditaron-el-ingreso-de-divisas.php

    Si a los U$S3500 millones que dice el gobierno que se están reteniendo, sumamos lo que correspondiera de esto, creo que se me achicaría mucho la diferencia, ademas de que probablemente entren a aparecer las tn de trigo y soja que se habían esfumado mágicamente y empiezan a tener sentido los números de Buzzi sobre tonelaje y divisas y los de Etchevehere respecto de las últimas.
    Nunca menos y abrazos

  17. Mariano T. dice:

    Por supuesto Oti no responde a lo que dije, probablemente no lo leyó, pero el punto de vista tiene otras aristas adicionales a las escritas en el artículo anterior..
    Hay una gran fantasía sobre las ganancias de las exportadoras, ganan mucho en el volumen, pero su margen no es alto, sería un escándalo que llegaran al 5-6%..
    Tenemos a las cooperativas de 2do grado como operadores testigo y no se ve que generen diferencias que permitan pagar, salvo casos puntuales, sobreprecios a sus socios.
    Y podemos apostar a que el estado va a generar menos margen que lo que puedan generar las cooperativas, que en el fondo son entidades sin fines de lucro manejadas por sus asociados.
    Así que se encontraría ante un cofre que piensa lleno de monedas de oro, y que adentro tiene botones y agujas, herramientas de trabajo. Probablemente el estado generaría pérdidas donde otros encuentran ganancias, que aunque sea aportan el 30% de tasa de impuesto a las mismas.
    Como esto es política, y los políticos que propulsen esta medida deberían mostrar algo, el que va a poner la diferencia sería el productor, que ya no podría elegir compradores, porque de eso se trata la propuesta de OTI.
    Por algo todos se oponen, y una propuesta de estas generaría una rebelión mucho mayor que la de 2008.
    Con las retenciones, que si significan una enooorme suma, no han hecho nada de lo que pide OTI, con un pequeño adicional (que le saquen a los chacareros no veo que cambie mucho

  18. Mariano T. dice:

    No. El autoritarismo no es lo que uno haga con sus propios asuntos, sinó lo que uno pretende hacer con los asuntos y la vida de los demás.
    Por ejemplo el pibe que se tira en la cama y se fuma un porro no es el autoritario, sinó el que lo persigue porque piensa que ese acto es criminal.

  19. Mariano T. dice:

    Lo que hoy por hoy aliena a la mayoría de las acciones de este gobierno, es como usa el enorme poder que ha conseguido. No es una cuestión de dirigentes opositores, e una opinión pública generalizada. Losdirigentes a lo sumo tratará de interpretarla con mayor o menor éxito.

  20. Mariano T. dice:

    Heces taurinas

  21. ricrdo j.m. dice:

    la base filosofica del autoritarismo es justamente creerse que sus asuntos son los asuntos, yo se que es mucho para entender en una mente simplona de mercachifle obsecuente como la tuya, pero ya que me dedicas tu arrogancia ignorante de todo lo que no sea su propio kioskito , te sigo lustrando

  22. EduA dice:

    Abel:

    La probabilidad de que hagan lo de la Junta es grande, porque estos tipos deben de estar pensando que, acoplándolo con esto (http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=727004) les va a quedar más saldo en dólares.

    Y eso es probable que lo logren, en el corto plazo. Pero a costa de:
    • caída aún mayor de actividad y empleo asociado –lo cual, a su vez, implicará caída de percepción de impuestos- en todas las actividades que se vean afectadas, amén de que pocos van a conseguir el financiamiento externo que estos cráneos esperan que consigan: no va a haber mucha voluntad de prestar a quien no muestra certeza de repago;
    • si lo hacen mínimamente mal –lo cual está garantizado, dada la ineptitud que muestran para todo-, la Junta provocará caída de actividad agropecuaria y, en consecuencia, caída de generación de divisas vía expos; (como comentario al margen, así como para los granos no me extrañaría que creen sendas Juntas para todo lo que tiene una retención significativa, como carnes, combustibles, etc.);
    • ruptura de cadenas productivas por falta de insumos, lo cual provocará aún más caída de actividad y empleo;
    • desabastecimiento en muchos productos de consumo no producidos acá;
    • más inflación, por desabastecimiento y restricción de oferta.

    Otra vez, impera la lógica cortoplacista para dilatar la corrección de los desaguisados que ya han armado hasta el presente. Siguen entrampados en el relato. Como dice uno de tus comentaristas más destacados, “el fundamentalismo es de corto plazo, no hay otra manera”. No escuchan a Aldo Ferrer y a Pignanelli. No resuelven las cuestiones de fondo: inflación, sobre-emisión que la realimenta, déficit fiscal, ineficacia del gasto, ausencia de inversión privada y estatal, uso inapropiado de reservas.

    Por supuesto, los dólares adicionales que obtengan en el corto plazo por estas maniobras serán tan mal usados como hasta ahora, y creerán que seguirán pudiendo sobre-emitir a mansalva y así siguiendo.

    Las penurias apenas comienzan.

  23. Norberto dice:

    Por supuesto la castiza traducción de «bull shit», pero es mucho mas común la expresión «fucking shit» en USA, o de «bloody shit» en el Commonwealth.
    Pero volviendo al comentario y dado que estuvistes muy parlanchín en la tarde, no era que estaba todo sobre la mesa y no se podía exportar sin los diktatoriales controles.
    Me da la impresión que trataron de hacerles entender eso que vos tampoco querés entender, pero en el caso de ellos de alguna manera, hoy es muy fácil sacar fotos del porte de barcos con los celulares, los tienen, diría, agarrados (bah, es mi esperanza).
    Nunca menos y abrazos

  24. oti dice:

    Para mi, la empresa del Estado en el comercio exterior es una herramienta, no es una solución en sí, es una herramienta para resolver un problema.

    El problema es la economía real y la infraestructura. El mercado no se va a ocupar de eso.

    Como el mercado no se ocupa, alguien debe ocuparse. Ese alguien es el Estado que, a través de su herramienta, se ocupará de arreglar el problema.

    Una vez resuelto el problema (la economía real y la infraestructura), se verá qué se hace con la herramienta.

    Cualquier otra consideración, desde este punto de vista, es inútil. Todo se evaluará en función de la capacidad de resolver los problemas que presenta la economía real y su infraestructura.

    Si no los resuelve, la empresa fracasará. Si los resuelve, triunfará.

  25. […] ese posteo se dieron críticas durísimas, como las del opositor EduA, y alternativas constructivas, como las de la razonable Esther. Pero lo que me interesa ahora es […]

  26. Increible OTI, su incapacidad de no ver dos problemas. Según su razonamiento la cosa es: donde hay una necesidad hay que generar una junta nacional de granos. Macho lo que te estan diciendo es 1-que no sale por que no da la relacion de fuerzas 2-que si con el 35 % de retenciones no se hizo lo que se necesita no se va hacer con alguito más. Habra que probar de otra manera: no durmiendose en los laureles, parando con el nominalismo, asumiendo la realidad. No se, lo pensaría.

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