Un reconocimiento a La Cámpora

descargaUno, que tiene alguna experiencia de «orgas» rígidas y de conducción centralizada, y que además conoce algo de la vida interna de los sindicatos grandes, sabe de lo difícil que es tener actitudes políticas jugadas en forma pública – es decir, hacer política – para los que militan en uno de esos dos tipos de estructuras.

La dificultad específica no es el verticalismo. Todas las organizaciones humanas que se plantean algún objetivo, tienen reglas y disciplina. Lo otro, es lo que pasa por «izquierda» en Argentina, y así le va.

El problema es que la mayor parte de la actividad polìtica en el sentido más amplio: debatir, acordar, tratar de ser escuchado y seguido, se hace en esas estructuras hacia adentro. Son numerosas y relativamente poderosas; entonces, la identidad y la posición de sus miembros se mide por su lugar en ellas. Por eso surgen de ahí pocos de quienes Perón llamaba «dirigentes de conducción»: hablan poco con los de afuera. Que siempre son muchos más.

Por eso, me pareció muy piola, para el futuro de ellos y también el del peronismo, esta declaración que hoy subió La Cámpora a su página en Internet:

«La represión policial que sufrieron las personas que se manifestaban afuera de la Cámara de Diputados de Neuquén nos recuerda inevitablemente a Teresa Rodríguez y Carlos Fuentealba, víctimas de la represión de una policía que sigue recurriendo a prácticas violentas y abuso del poder.

A esto se suma la represión por parte de la policía de Jujuy a empleados estatales que reclaman por la suba de sus salarios. Hace 20 días, el vicegobernador de esa provincia, Guillermo Jenefes, en un discurso que nos rememora a una Argentina que supimos dejar atrás, amenazó a los estatales con utilizar el aparato represivo provincial como respuesta ante el reclamo sindical. Jenefes, que votó en contra de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual cuando era senador, dijo que “si es necesario, vamos a reprimir”. La amenaza no tardó mucho en concretarse y los compañeros que reclamaban por un aumento de sueldos fueron brutalmente reprimidos por la policía.

Durante los últimos diez años el Gobierno Nacional, primero con Néstor y ahora con Cristina, ha garantizado que no se reprima la protesta social. A este Gobierno jamás le ha importado incluso pagar costos políticos fogoneados por una derecha mediatica que exige represión para luego ser la primera en criticarla, sin importarle el costo humano mientras pueda llevar agua para su molino.

… Por esa razón repudiamos los actos de violencia cometidos por la policía de Neuquen y Jujuy y nos solidarizamos con los militantes heridos » .  (completo aquí)

De paso, aprovecho para avanzar en una discusión que tenemos con colegas blogueros: «Hacer polìtica» no es, por supuesto, solamente roscar, como decimos en la Capital, o porotear, como hacen en la Provincia. Ni tampoco es sólo militar en el barrio.

También es – una parte que no debe ser descuidada – tener algunas definiciones, y mantenerlas; para que la gente que queremos que nos vote sepa dónde estamos. No estuve en Neuquén, no tengo información directa de lo que pasó. Pero, con nuestra historia, encuentro valioso que desde el oficialismo, desde el gobierno, se recuerden estas cosas.

19 Responses to Un reconocimiento a La Cámpora

  1. LSarto dice:

    Abel,

    Esta declaración es interesante porque tiene mucho de excepcional. Nos sorprende (para bien, sí), porque no estamos acostumbrados a este tipo de gestos al interior del oficialismo. No es un problema de La Cámpora que así sea, sino más bien de la matriz de construcción y ordenamiento político que determinó la conducción del kirchnerismo.

    Es bueno que LC rompa, aunque sea un poco, con esa concepción tan vacua de la actividad militante. El problema está en pensar qué fue lo que hicimos con toda esa inédita masa de jóvenes que se volcó a la política, ¿cómo los formamos? ¿Por qué hicimos del kirchnerismo crítico un «no-lugar»? Las críticas, no sólo escasean hacia afuera, también son muy sancionadas puertas adentro. El grado de comisariado, dentro del núcleo más duro, es muy rígido. Y hay, además, una realpolitik malinterpretada dentro de la militancia oficial.

    Ojalá no se hubiese dado de esta manera. Creo que se desperdició una oportunidad muy interesante para formar una dirigencia política que trascienda al oficialismo. Formar cuadros , más allá del día a día del vértigo de la coyuntura, el debate público y el territorio, fue, es, y será una asignatura pendiente de la experiencia kirchnerista. Y que gestos como este de LC, nos sorprendan tanto, es una de las razones.

  2. Gerardo josé González dice:

    Dejo de lado Jujuy.
    La gente que quiso impedir la ley Chevron en Neuquén es trosquista, como indicó Parrilli acertadamente. Que se monta en el prejuicio pachamamista de una parte de la población.
    El gobierno apostó a Chevron y tiene pleno derecho a que esa decisión se respete. Neuquén, dueña del subsuelo, acordó. Protestar contra eso es inadmisible, aunque la represión sea siempre discutible. Pero el tema de protestones y represores, es secundario.
    El comunicado de La Cámpora es antipolítico.
    En primer lugar porque va en contra de la decisión de su jefa.
    Debieran sentarse a pensar el drama energético nacional. Y si no saben, asesorarse.
    Recuperar el autoabastecimiento energético es un tema esencial del país.
    Galuccio es el mejor petrolero que pudo conseguir Cristina. Hay que apoyarlo cueste lo que cueste, seguir la apuesta a Chevron.
    La Cámpora demuestra en su comunicado que es una estudiantina
    ciega, que rasca el ombligo de sus sentimientos.
    Demuestra, no solo que no sirve para nada, sino que encima pone palos en la rueda.
    Por eso el gobierno se movió muy bien al pedirle a los petroleros que saquen dos páginas inusuales apoyando a Chevron.
    Aguante Cristina. Son unos imberbes.

  3. Alcides Acevedo dice:

    Excelente lo de la Cámpora … ¿cuándo anuncian que se pasan al Massinso? mamita…

    No entiendo, juro que no entiendo a los peronchos, el acuerdo con Chevrón es estratégico, no hay vueltas ni alternativas, le va el futuro a la economía argentina… ¿Para cuándo una declaración de solidaridad con los Qom?

  4. guido dice:

    La cuestión, me parece, no son los motivos, razonables o delirantes, que esgrime un grupo de manifestantes para expresar su opinión sobre un tema en particular sino la manera en que se espera que el estado actúe ante una situación de ese tipo. La gestión del conflicto, la forma política de dosificar los palos y evitarlos en la manera de lo posible. La diferencia entre los últimos días de la Rúa y el verano caliente en que el cabezón logró (dentro de la medida de lo posible) calmar un poco la situación. LC tiene un discurso fuerte de adhesión e identidad con respecto a la forma de administración del conflicto social que caracterizó (en sus rasgos generales al menos) al kirchnerismo. Está bien que la defienda desde ese lugar. No es «kirchnerismo crítico»: es sentido común y un mínimo de dignidad personal.

  5. Abel B. dice:

    Estimados:

    Guido resumió muy bien lo que podría decir yo: «La cuestión no son los motivos, razonables o delirantes, que esgrime un grupo de manifestantes, sino la manera en que se espera que el estado actúe ante una situación de ese tipo. La gestión del conflicto, la forma política de dosificar los palos y evitarlos en lo posible».
    Firmo abajo.

    Porque la gestión que confunde la autoridad y la responsabilidad con el patoterismo, el vacío «vamos a darles una lección» no funciona bien. Tenemos mucha experiencia en esto, nacional e internacional.

    Eso sí, me llama la atención como un gorila asumido, como Alcides A., y un peronista histórico, bolivariano (de Jorge Bolívar) como mi amigo Gerardo pueden ponerse de acuerdo en que el acuerdo con Chevron justifica algunas cabezas rotas, o un tirito. En principio, yo apoyo este proyecto, al menos como ensayo, pero no creo que justifique errores (de esos que Fouché decía que eran peor que crímenes).
    Pero tal vez debamos reemplazar como símbolo de unidad el abrazo de Perón y Balbín por el de Villar y Margaride.

    Abrazos

  6. Abel B. dice:

    No sé si lo interpreto, Víctor. Se refiere a «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces» o a «Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego» ?

  7. LSarto dice:

    LC, en general, tiene un discurso de rígida adhesión al kirchnerismo en sí por sobre sus políticas. Confundir organicidad con lealtad, es un rasgo que caracteriza a la organización. Por eso sorprende el comunicado. Por supuesto que LC no es «kirchnerismo crítico».

    Y celebro el sentido común, yo también creo que la gestión del conflicto debió ser otra. En definitiva, ese es el tema de fondo.

  8. victorlustig dice:

    creia que era por sus hechos los conocereis

  9. victorlustig dice:

    Ahora, sin ser criptico (debe ser que leo mucho a Manolo, se me contagia la forma, no el saber), nada justifica cabezas rotas o un tirito, ya caminamos una vez por ese camino, en ese sentido aplica lo de Fouche.

    Del acuerdo con Chevron se escribiran rios de tinta, como con la Standard, Frondizi y el Plan Houston, por citar solo ejemplos, pero,analizar el impacto de eso no es el post, solo creo que las petroleras estan esperando ver como funciona y seran al menos 1 año hasta que firme otra, con lo cual el horizonte son 2 años o 3, y, eso solo repondra niveles 2008, el racionamiento ya sea explicito o implicito esta a la vuelta de la esquina.

    de paso, y en un tema off topic absolutamente, Ud sabia que murio Pohl?

  10. Reinaldo dice:

    Villar y Margaride, sos un genio Abel y además denuncia ríos de memoria y años, fundamentalmente. Lo que está bién, lo está y basta de darle vueltas a la cosa. Por otra parte La Cámpora es una orga con mayoría de jóvenes peronistas y muchas veces veo similitudes con nuestra historia, con aciertos, los más, y horrores, que también los hubo, pero con un corazón y formación enormemente peronista.

  11. Abel B. dice:

    No. No me había enterado. Y quiero dejar mi recuerdo a Fred Pohl. Un artesano del lenguaje – todos los que escriben lo son – y, sobre todo, de las ideas. Además, siempre me voy a acordar del título de sus memorias «El futuro ya no es lo que era». Muy cierto.

  12. Ignatius dice:

    Estimado Abel:

    Es evidente por su propio enunciado que la declaración de La Cámpora deslinda la responsabilidad del ejecutivo nacional, haciéndola recaer sólo en las policías provinciales y nombra como responsable sólo al vicegobernador, al que acusa de contrera y golpista.

    Además, tienen el descaro de comparar Neuquén con los casos anteriores, en los cuáles el estado nacional oportunamente se cargó a los responsables locales, siendo que en este caso bancan en bloque, incluso los opinadores.

    Vos y la mayoría de los comentaristas apoyan esta lectura, todavía no entiendo si este posicionamiento es ingenuo o cínico.

    Cualquier similitud con Poncio Pilatos es causalidad.

    Es increíble cómo los principales responsables de las consecuencias de las políticas de estado se hacen bien los distraídos, y lo que es peor, los militantes y simpatizantes apoyan descaradamente.

  13. Jorge dice:

    La Campora! milicianos.

  14. Abel B. dice:

    Poco estimado Ignatius:

    En realidad, las que no encuentro estimables son sus opiniones. Pero sólo puede juzgarse acá lo que uno decide expresar.

    Ud., no sólo en este caso en particular, sino en todos los que recuerdo, adopta una actitud que particularmente desprecio: el espectador, sin ninguna responsabilidad o compromiso, que con el dedito levantado juzga si lo que ve está bien o mal (siempre mal, para ser preciso).
    En este caso, Ud. pasa por algo el hecho, muuuy conocido, que LC es una agrupación oficialista, que suma militantes con el objetivo explícito de defender al actual gobierno.
    Tomando eso en cuenta, esta crítica, no compartida por los que consideran que defender las políticas del gobierno (el acuerdo con Chevron) y/o el orden público, tiene prioridad, adquiere un especial valor.

    Pero, por supuesto, esa no es una consideración del «espectador indignado». O del militante de una izquierda sin posibilidades de gobernar ni vocación de hacerlo. Lo que moralmente es preferible: hay un compromiso con algo, aunque sea con una tontería.

  15. Jorge dice:

    Con esta declaración no hicieron más que cumplir con un deber, resulta satisfactorio y punto. Se bajaron del Río Estudiantil, juntaron todos los papeles de los sándwich y los tiraron en un cesto. Pero hacer de esto una puesta en valor me recuerda al abuelo chocho que reivindica a su nieto festejando algo esperable como un hecho extraordinario, señalando que perspicaz e inteligente es el nene.

  16. Ignatius dice:

    «el espectador, sin ninguna responsabilidad o compromiso, que con el dedito levantado juzga si lo que ve está bien o mal (siempre mal, para ser preciso).»

    este comentario habla más de vos que de mí, abel, ya que es imposible saber quién está del otro lado de la computadora ni qué aportes en actos hace a favor o en contra de las diversas facciones de poder real

    y tu argumento en contra del espectador pasivo es totalmente inconsistente desde cualquier enfoque serio de lo humano, desde la disciplina, marco teórico o institución que quieras, por ejemplo la religión católica a quien vos adscribís, aún espectador, o sea con los pies fuera del plato de los manejos de poder, el otro también define con su posición (pasiva o activa, poco importa a los fines éticos, no morales en los que tanto te regodeás) todas las relaciones humanas que establece en su cotidiano

    ¿tenés certeza de que los integrantes de la cámpora no son espectadores pasivos a su modo?

    yo no la tengo y sigo soteniendo que sigue siendo cuestionable el deslinde corporativo de las responsabilidades de los poderes del estado, aún más que de los privados

    tampoco refutaste mi argumento acerca de la imposibilidad de los funcionarios de hacerse cargo de las consecuencias de los actos perpetrados en nombre del estado y el gobierno, sea del color político que sea

  17. Gerardo josé González dice:

    Lo que quise decir, y creo que lo dije bastante claramente, que las protestan contra Chevron no pueden venir jamás del peronismo, sino del trosquismo. Sapag me dio la razón al identificar a los grupos disturberos. «Me quemaban la legislatura».
    Si algún peronista está en contra de Chevron que levante la mano y exponga sus razones.
    Por supuesto que no defiendo a Chevron. Pero los troscos hubieran hecho lío igual si fuera PEDEVESA.
    Creo que La Cámpora se enganchó con la bala de plomo, que resultó ser de un matagatos trosco.
    Basta de protesta. Hagamos lo que debemos hacer con el petróleo.
    La Cámpora es un grupo político antes que un rejunte ideológico.
    Si Cristina se jugó deben obedecer, si son peronistas

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