Conviviendo con Lilita

lilita

No puedo negar que a veces el periodismo político se pone divertido. Leía en La Nación de hoy:

Primer acto: Elisa Carrió ingresó al estudio de grabación del programa A dos voces (TN) con el porte de quien se sabe el centro de las miradas. Acompañada por un séquito de candidatos y asesores, siempre detrás de ella, Carrió se sentó en primera fila tras ignorar olímpicamente a Ricardo Gil Lavedra y saludar, como de compromiso, a Martín Lousteau, con quienes compite por una banca en la Cámara de Diputados. Pero la mirada más filosa se la dedicó a quien fue, en tiempos más felices, uno de sus hijos dilectos, Alfonso Prat-Gay, devenido para ella en un traidor por haberse atrevido a desafiar su protagonismo.

… En un pasaje del debate, Prat-Gay hizo una suerte de autocrítica de la oposición por los magros resultados electorales de 2011.

«No estoy de acuerdo con aquellos que dicen que los argentinos se olvidaron de la ética en las últimas elecciones. En 2011 sucedió que quienes representábamos la ética no convencimos al electorado de que, además, podíamos gobernar. Por eso es importante, en estas elecciones, mostrarles a los argentinos una salida, darles una salida.» Cuando llegó el corte, Carrió descargó su enojo ante los suyos. «¡Ése fue un ataque contra mí! ¿No te das cuenta? Me pega por el 1,8% [que obtuvo como candidata presidencial en 2011]. Eso no se hace… yo le di todo a ese chico. Todo«.

Segundo acto: Carrió y Solanas en un programa de televisión, anteanoche. Ella se mostró tal cual es, «Carrió en estado puro», según los que la conocen. Arremetió sin piedad no sólo contra Prat-Gay, sino también contra sus socios de UNEN.

«A mí jamás Alfonso me firmó una denuncia por corrupción«, arrancó Carrió, y luego apuntó contra Martín Lousteau, autor de la polémica resolución 125 de retenciones móviles contra el campo.

«Este chico, que es candidato con Terragno, es el autor de la 125. ¿Saben lo que me cuesta que participe, cuando soy una defensora absoluta del campo? Pero creo que hay que sacrificarse, pero con memoria«. (completo aquí)

Y estoy leyendo esto en Clarín (fíjense que no busco en Página 12, eh):

Recargada, Elisa Carrió, volvió a hablar de sus socios políticos de UNEN, el espacio de centroizquierda porteño, y en diálogo con Jorge Lanata arremetió contra su ex hijo político, Alfonso Prat Gay, por ocultar «su cobardía» recuperando el «discurso del poder» al definirla como una «denunciante vitalicia«; contra el radicalismo, por pactar con la corrupción «por debajo«; y contra los ex kirchneristas, por no rendir cuentas. La jefa de la Coalición Cívica reconoció que es una mujer «difícil», reivindicó su lucha en soledad e insistió en que las diferencias no anulan la unidad.

… La diputada de la Coalición Cívica repartió criticas también para el radicalismo y acusó a los referentes históricos de la UCR en la Capital, Enrique «Coti» Nosiglia y Jesús Rodríguez, de pactar con el poder y «hacer negocios por debajo«. A la hora de explicar por qué rompió el Acuerdo Cívico y Social tras el triunfo de 2009, entre otras cosas, lanzó: «Porque Ricardito Alfonsín se reunía con Julio De Vido«. (completo aquí).

Los que conocen a la Dra. Carrió no deberían sorprenderse. En este blog relaté un risueño episodio que la muestra como un animal político ferozmente competitivo, y también uno en el que, entre otros, alimentó las peores paranoias de una sociedad intolerante. Y sobran anécdotas de ese tipo. Éstas sólo servirían para dar un momento de sana diversión a la blogosfera K… si no fuera que nos dicen algo de quienes han estado dispuestos a asociarse con ella. Aunque ahora lo lamenten.

Analistas políticos serios no cesan de recordarnos que, deteriorada y todo, la U.C.R. es – fuera del peronismo – la única estructura política nacional que queda en pie. Y tienen razón. En todos los pueblos de la Argentina, hay un comité radical. O ex radical, pero unido por viejos lazos y un estilo en común.

Y en la Capital, de la que estuve escribiendo hoy, ha tenido una razonable oportunidad de recuperar un espacio que le fue afin, distinto de los ocupados hoy por el PRO y el FPV. Cuenta con una alianza nacional en que está inserta, el Frente Progresista Cívico y Social, y está dispuesta a asumir su propia carencia de dirigentes convocantes: suma a todas las figuras que están dispuestas a acompañarla. Como hizo en el plano nacional con Lavagna en las elecciones de 2007, o en Buenos Aires con De Narváez en las de 2011.

Hasta encontraron la ocasión de aprovechar las Primarias Abiertas – de las muy pocas fuerzas políticas que las utilizan en serio – para elegir sus candidatos en una interna, y refrescar así la imagen de la política. Pero no contaban con Lilita. Y eso que la conocen: viene de las entrañas radicales, y comenzó su carrera política allí.

Si he dedicado un posteo a este tema, es porque encuentro la misma falencia que mencioné en el anterior, cuando hablaba de la incapacidad del «centro derecha» por construir una fuerza política con alguna solidez. Es como si la dirigencia no peronista hubiera perdido la voluntad de armarlas. El peronismo, que no se caracterizara por su prolijidad ni por ambiciones tímidas en sus hombres, al menos mantiene una identidad solidaria. Y una conciencia del interés mutuo.

No es de extrañar entonces el desorden peronista. Estamos forzados a distribuirnos en todos los sectores y grupos de intereses, porque ellos son los que necesitan encontrar alguna expresión peronista.

Sugiero que no nos sintamos satisfechos por esto. Tiene sus peligros.

12 Responses to Conviviendo con Lilita

  1. Capitán Yáñez dice:

    Mi siempre muy estimado blogger en jefe: frentismo es una cosa, bastardeo («exceso») del frentismo es otra. Sobre todo, si a cualquier amontonamiento cachivachesco (como la Armada Massaleone, por ejemplo) se lo denomina ampulosamente «frente». De «renovación» mejor ni hablar.
    Pero bueno, acá el tema es otro.
    Hasta hace poco más de un año, coincidí con vos en que «deteriorada y todo la UCR es la única estructura política nacional que queda en pie».
    Al día de hoy tengo mis serias dudas. Por decirlo suavemente. Ya no hay un comité en cada pueblo. Dudo mucho que, siquiera, haya un comité en cada ciudad.
    Pero bueno, asunto menor. Que los boinas se las arreglen como puedan. Y si no pueden que se j…
    Yendo al gran punto: ningún peronista ha de sentirse satisfecho porque todo sector deba echar mano a «alguna expresión peronista». O dicho en términos vulgares, que toda expresión política deba tener alguna «pata peronista» si quiere llegar a algo no es bueno, porque, si las cosas no están claras, terminamos «en el mismo lodo todos manoseaos»… Lo de «todos somos peronistas» fue una ironía que no puede llevar a confusiones. «Todos» no somos nada.
    Las «patas peronistas», hasta hoy y felizmente, han terminado con irremediables fracturas de tibia y peroné y dolorosas rupturas del tendón de Aquiles (Robledo, Lavagna, Bordón, Álvarez, otra vez Lavagna… y siguen las firmas… y sólo por remitirlas a nuestra «joven democracia» del ’83 para acá).
    Que siga así.

  2. Ladislao Fokas dice:

    A mi me pá que el peronismo no sirve para ser «pata»… o encabeza o patea en las canillas y jode, pero las «patas peronistas» en otra fuerza son las patas que corrieron del peronismo.

    Mire amigo, yo cuando la línea que gana no es la mía y por cosas de los principios (o las 20 verdades) no puedo acompañar, como me pasó en los 90, me llamo a silencio pero mantengo mis lealtades. Pero lo que no hago es salir corriendo a buscar conchabo en el rancho de al lao. Tengo cómo vivir aunque no son mis principios los que me dan de comer.

    Ahora, todo eso que comento es colateral al post, en lo central: cómo disfruto verse pelear a los radichetas che! Sé que no es políticamente correcto como no lo son las luchas femeninas en el barro, pero aún así…

  3. Silenoz dice:

    «Estamos forzados a distribuirnos en todos los sectores y grupos de intereses, porque ellos son los que necesitan encontrar alguna expresión peronista»

    Mmmm ¿no es tirarle el fardo a otro?

  4. Es evidente que algunos, acostumbrados en su partido político a escuchar y obedecer a una sola voz, hablen de fracturas cuando en una formación política -UNEN incluye varios partidos- se oyen voces diferentes y sus integrantes se critican entre sí, cuando eso debería caracterizar a toda fuerza política democrática. No nos olvidemos del mandato constitucional que obliga a los partidos políticos a garantizar la representación de las minorías y la competencia entre los candidatos, art. 38 CN.
    Claro que en una sociedad en la que el 75% de su población -según estudios- considera que desde el 2003 la corrupción pública ha aumentado, pero sin embargo un 55% no lo considera como un problema prioritario, políticos como Carrió pueden ser piantavotos, pero eso ya no es un problema causado por ella, sino por los cómplices, conniventes e indiferentes frente a ese fenómeno.
    .

  5. ram dice:

    Sin conocer los modos peronistas, a mí me parece que el kirchnerismo es un peronismo con control de calidad y por lo tanto, aunque se paspen algunos, es un peronismo superior.
    Y las «patas» peronistas del mamarracherío opositor, no son más que los saldos y retazos de segunda, tercera o cuarta selección, es decir, los desperdicios dejados por el control de calidad.
    Recurrir a ellos es como pedirle a una Saveiro que haga el laburo de un Scania, una mezcla de suicidio e imbecilidad política terminal.
    No me parece que la UCR (hoy unión cínica residual) sirva – en cada pueblo – para algo diferente a que haya algunos afiliados haciendo pucheritos para disimular el dolor de ya no ser. Alguno servirá para ser «reciclado» en captador de incautos para las actuales o futuras esperanzas blancas. ¿más de eso?, dificil, si el pasado y el presente los condena. Y parece ser definitivo.
    El kirchnerismo es lo único que queda con nociones de autonomía, de jugadores decididos a jugar y con un «núcleo duro» decidido a sostener; seguramente una situación que no es o podría ser la mejor, pero sí es un excelente punto de partida.
    ¿Y la gorda?, bueno, una caricatura de aquella gorda en versión matrona soviética, de cara lavada, crucifijo y discurso de «izquierda» – hoy una hermanita lanata platinada y dañina, tan barullera como ineficaz; aunque, en una de ésas, el porteñaje le corra el vencimiento por un par de años, ya está, ya fue, es una comediante patética, y para colmo, sin gracia.

  6. Norberto dice:

    Tiene razón Daio, pero suena muy raro que la diferencia entre Biblita y Pino, sea la misma que entre Michetti y Bergman, ¿es como si hubiese corte de boleta entre las dos damas de espacios taaaan diferentes, no?
    Nosotros somos Ella, abrazos

  7. Abel B. dice:

    Estimados:

    Un par de breves comentarios:

    Daio: Ud. puede afirmar que acusar a sus aliados – con quienes se ha comprometido a compartir una lista de diputados por la que se solicita voto – de «cómplices, conniventes e indiferentes frente a la corrupción» es una práctica democrática habitual en los países serios. Total, la experiencia nacional e internacional muestra que, pese al dicho, del ridículo se vuelve, una y otra vez. Casos como los de Berlusconi y de Carrió lo demuestran, aunque con estilos diferentes. Porqué se iba a privar Ud.?

    Pero trivializar el tema de la corrupción – diagnosticándola a través de encuestas (a eso se refiere con «estudios», no?) – o, como ha sido la práctica constante de Carrió, denunciándola constantemente, aquí y en Punta del Este, con declaraciones imprecisas que terminan creando un clima «todos son chorros», es un error.
    Uno sabe que, en todos los páises, las cruzadas contra la corrupción han sido y son una buena estrategia política, además de las razones morales que la motiven.
    Pero tienen que ser estrategias circunstanciales. Si se convierten en un discurso permanente, terminan desgastando y caricaturizando al «denunciador». Especialmente si éste no está dispuesto a hacer una vida austera. El papa Francisco podría asesorar a la Dra. Carrió sobre el tema.

    Silenoz: Tiene razón, pero no lo puse en términos de «culpa», ni siquiera de responsabilidad. Describí una mecánica política inevitable de sectores e intereses.
    Eso sí, no puedo decir que muchos compañeros, sin lugar en las listas, se han resistido con vigor a la tentación.

    Saludos

  8. Abel:
    Carrio compite en una interna dentro de un espacio, no observo ningún inconveniente en sus dichos, y si algunos de los integrantes del espacio se molestan, tendrían que aclararlo mejor para evitar suspicacias.
    Me parece mala la comparación con Berrlusconi, por más que lo refiera al retorno del ridículo. El berlusconismo se parece mucho más al kirchnerismo, a quien la foto con el Papa no lo reconvierte, sino que más bien lo muestra en toda su patética desnudez.

  9. Silenoz dice:

    Las minorías están, fijate que el 1,8% no la jubiló a tu ballenato

    «Claro que en una sociedad en la que el 75% de su población -según estudios- considera que desde el 2003 la corrupción pública ha aumentado, pero sin embargo un 55% no lo considera como un problema prioritario…»
    Por eso no me canso de decirlo: voto calificado.

  10. Ladislao Fokas dice:

    Pero yo lo entiendo Daio, creo. Usted hace su mejor esfuerzo, defiende, critica al gobierno por las cosas que cree. Está bien. Después resulta difícil discutir.

    A ver, estimado, esto no es una «»»crítica»»» es un desparramo descomunal de verborragia zumbona, descalificante, denigratoria, irrespetuosa e inconstructiva. Si eso queda entre los que son listas INTERNAS de una alianza que «piensa parecido», no se qué puede quedar para los demás. Carrió descalificando e insultando a sus camaradas (llamarlos compañeros de lista sería un insulto a los que sí sabemos bancar compañeros, coincidamos o no con ellos).

    Carrió los insulta diciéndoles estúpidos, insípidos, cagones, cómplices de corruptos. Le responde el Gil de Lavedra con «»Yo no creo que vos seas una ‘dura’, más bien creo que sos ineficaz y dogmática y con una posición facciosa respecto del diálogo, con un gran desprecio por funcionarios elegidos por la voluntad popular, que es soberana»

    SI pueden aliarse con quien consideran es todo eso…
    No nos olvidemos que de esas listas internas surgiría UNA única lista en la cual estarían los principales de cada una de las listas internas.

    Si eso son «críticas», entiendo perfectamente cómo ustedes «critican» al kirchnerismo.
    Y después se ponen a criticar al peronismo respecto de lo que nosotros llamamos lealtad. En serio, hay que ser un poquito más humilde.

    Saludos
    Ladislao

  11. Ladislao:
    ¿No sería lindo ver dentro del kirchernismo a alguno que se atreva a realizar una mínima crítica frente a Cristina?, entonces ahí podríamos comparar, y no estaríamos haciendo críticas en el vacío.

  12. Abel B. dice:

    ¿No debería visitar al oculista, Daio? Puedo leer en la blogosfera K, y aún en el boletín del Sr. Szpolski, Página 12, unas cuantas críticas a Cristina. Moderadas, eso sí.

    Ahora, críticas como llamar cómplices y cobardes a los que COMPARTEN la oferta electoral, en medio de la campaña, encontrará pocos ejemplos, aquí y en el mundo. En ese sentido, la Carrió es incomparable.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.