¿Todos ganan, menos Mauricio?

pirinola

En el posteo anterior quise marcar lo que entiendo como la necesidad que los candidatos tienen de dar una imagen clara – verdadera o no, es otra cosa – a los que quieren que los voten. Discutiendo con un planteo que encontraba en distintos blogs y que a ese sí no lo veía muy claro: Parecía decir que uno de ellos – Massa – podía transmitir ¿a base de gestos y «carisma»? ¿o conversando con otros intendentes y con militantes? un mensaje de gestión y de no confrontación.

Dije que era – a lo mejor con injusticia – una muestra del fastidio de los que sostenían eso, con el «relato» K. Que muchas veces es fastidioso, cuando insiste en lo maravilloso que son y lo malo que son los otros. Pero la política es transmitir «relatos» también. Los que la gente – el pueblo, como se decía antes – quiere escuchar.

De todos modos, Sergio Massa ha comenzado a dar un discurso más general. Cristina Fernández nunca ha dejado de hacerlo. Y también están en eso De Nárvaez, Macri, Stolbizer, De la Sota, Solanas, todos. A Binner no lo escuché, pero seguramente es mi poca paciencia.

Y el posteo convocó una larga columna de comentarios, y de muy buen nivel. Muestra que lo de Massa estimuló interés en la política, que se había puesto un poco aburrida. Sólo… me pareció, si me permiten, que al final unos cuantos comentaristas se quedaban sin hechos para sacar conclusiones – hay pocos todavía – y se ponían a repetir su «relato».

Bueno, en realidad lo que yo escribí también era una discusión sobre «relatos». Entonces, quiero compensarlo ofreciéndoles un «cuadro de situación» de la batalla electoral de 2013, sobre la base de distintas encuestas, de distintos encuestadores.

Lo tomo de un artículo que escribió Ezequiel Meler para Letra P, y eso lo hace aún más interesante en este contexto. Ezequiel, además de amigo mío, es un analista lúcido, que tiene un compromiso político concreto: Es un antiguo y conocido militante kirchnerista – colaboró en el trabajo colectivo «Kirchnerismo para armar» – que, desilusionado con los K, ahora aporta al massismo.

Y desde ahí hace un análisis realista de las probabilidades del resultado electoral en el plano nacional; las que se pueden decir ahora, que es muy temprano. (Luego hace uno de la figura de Massa, pero ese está más sesgado por su entusiasmo, y – como me dijo en Twitter – algo desactualizado). Estoy de acuerdo con estas conclusiones que copio aquí; igual, como siempre, agrego observaciones al final.

«Llegaron las primeras encuestas de ese drama en escenas distritales que son las elecciones 2013. Y, en principio, no son todas malas para el kirchnerismo.

Todo parece indicar que 2013 no será una remake de 2009. Dos motivos obstan para ello. En primer lugar, aquí germina una recuperación – si bien algo inflada por las estadísticas del EMAE -, mientras que entonces reinaba la recesión.

Pero además, y abandonando por un momento la eterna discusión sobre condicionamientos y determinaciones que enfrenta a economistas y politólogos, el kirchnerismo llega más entero en dos de los distritos principales, como Santa Fe y la Capital Federal.

No los gana, es cierto, pero tampoco los pierde por porcentaje catastrófico, como docurrió cuatro años atrás. Los pelea, en un caso arriba del 20% y en el otro en torno a esa cifra. Más complicado es el panorama cordobés, pero – de nuevo – tampoco allí hay una gran actuación que defender.

Todo indica que, así como 2013 no es 2009 ni 2011, las elecciones estarán, hasta cierto punto, a mitad de camino entre ambos, recorriendo un declive en una pendiente más suave de lo esperado. El límite de esta hipótesis se comprueba mirando la composición de las listas: en comparación con lo sucedido dos años atrás, ganaron mayor peso en ellas los poderes territoriales – gobernadores e intendentes -, y debió resignar lapicera la (secretaría legal y técnica dependiente de) presidencia.

El futuro del kirchnerismo se develará al interior del justicialismo, el único partido nacional que, pese a la tormenta, sigue de pie.

Así las cosas, ¿quién ganará? Previsiblemente, todos. El kirchnerismo ostentará la primera minoría nacional, quizá cerca de los cuarenta puntos.

El FAP y sus variantes constituirán la segunda fuerza nacional. Como están las cosas, es posible que la disidencia peronista gane la provincia de Buenos Aires. Córdoba está en disputa entre peronistas disidentes y radicales, Mendoza entre kirchneristas y cobistas. Capital será el único triunfo del PRO, cada día más triste, solitario y vecinal.

En el resto de las provincias, primarán los oficialismos actuales, y la carrera hacia 2015 se disputará en buena medida entre aquellos que queden de pie cuando la batalla termine. Esa es mi composición de lugar, y pienso que es razonable«.

Yo también creo eso. Pero reitero algo que ya dije: es lo razonable a hoy. Salvo hechos muy inesperados, así serían los resultados de las Primarias Abiertas, que están a un mes.

Pero hay tres meses y medio hasta las elecciones de octubre, en una sociedad – esa mayoría que no forma parte de las «minorías intensas» – que se irá politizando. Es decir, en la práctica, irá viendo en los medios, y en actos, y en caminatas, a los políticos que piden su voto. Y cómo reaccionan frente a sus éxitos y fracasos en las primarias.

Hay que tener presente que en las elecciones legislativas no se decide quiénes gobernarán, sino – en diversas formas – qué «estilo» de política y de políticos le gusta más, o le disgusta menos, al que va a votar.

Estas son verdades muy obvias para cualquiera que haya participado en batallas electorales. Pero a veces parece que los que discutimos de política las olvidamos.

Una observación más, sugerida por los comentarios del posteo anterior. Son muchos los que señalan que no puede hacerse una traslación de los resultados electorales de este año al 2015. Y tienen razón.

Pero las elecciones sirven para medir a los candidatos. Y éstas son las últimas antes del 2015. No es imposible, pero es difícil imaginar a un candidato o candidata serio a la Presidencia que no haga una buena elección este año. Además, dadas las muy pragmáticas reglas de juego en el peronismo, el poder de su actual conductora, la Presidente, para decidir sobre las candidaturas del 2015 está en relación directa con los resultados electorales de este año del Frente para la Victoria. En especial, en aquellos distritos donde no hay un gobernador que pueda atribuirse el triunfo.

3 Responses to ¿Todos ganan, menos Mauricio?

  1. Mauricio también gana, y mucho. Nunca fue su intención tener alcance nacional, si alguna vez amagó fue puro verso. Su misión es chorear lo más posible desde su nada desdeñable quintita capital; y cuando asuma alguno de sus laderos en 2015, seguirá con sus negocios desde las sombras, aprovechando que sus votantes se han perpetuado a la reserva de valor Macrista de odio al Kirchnerista, a falta de los dólares. Y si a esto le sumamos un hipotético escenario poskirchnerista con un más que probable giro neoliberal, Macri estaría más chocho que perro con dos colas.

  2. 2013 no sera 2011, eso es obvio, Cristina no es candidata y 2013 es una eleccion legislativa y no ejecutiva (en la ejecutiva se define el destino d los bolsillos y cual candidato es capaz d llenarlos, je). 2013 es el testeo d Cristina d su poder d instalacion d su sucesor. Si logra salir airosa d su apuesta x el cuasi desconocido (a nivel provincia) Insaurralde, confirmara su poder d electora en 2015 y asegurara su sucesion HACIA CUALKIER CANDIDATO Q ELLA SELECCIONE.

  3. […] el posteo anterior cuelgo una previsión electoral de Ezequiel Meler que, entre otras cosas, vaticina la decadencia […]

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