Para Lucas Carrasco que lo mira por TV

Esto es un impulso, algo para Twitter. Pero me salen más de 140 caracteres (como casi siempre), y lo pongo aquí. Por la huelga de Camioneros no recibí el diario de hoy, y como uno es adicto, repasaba los del domingo. Y encontré esta nota, y me quedaron estas frases:

«Me duele ver a curas o monjas con autos último modelo… ¡No se puede! Mejor ir en bicicleta o usar un auto más humilde; piensen en los chicos que se mueren de hambre!»

«¡No hay santidad en la tristeza! ¡Santa Teresa decía que un santo triste es un triste santo! ¡Nunca curas y monjas con caras de vinagreta!«.

«¡No aprendan de nosotros los viejos el deporte del lamento!«.

Estas cosas las dijo el Papa Francisco en una reunión con 6000 seminaristas y novicios de 66 países. Ojo: así como no milito en el blog, tampoco voy a dar lecciones morales aquí; este es un blog politizado, faltaba más. Por eso apunto que, más allá de su sinceridad personal – que no pongo en duda: cuando era Bergoglio viajaba en subte – estaba dando instrucciones inteligentes a los cuadros de su orga.

(Y es una orga: Ya me llegó un mail de un amigo devoto que me avisa que, según la agencia Zenit, del Vaticano, la traducción correcta del italiano es «si viera a un cura o una monja con un auto último modelo...»).

Mi observación: sé de un tipo joven, dedicado a la formación de dirigentes en el peronismo, además hijo de un zorro viejo y astuto que los conoce a todos, que siempre dice «Si querés ser candidato, te tenés que olvidar de hospedarte en los hoteles de lujo y usar ropa de marcas caras«, y lo hace por razones muy prácticas.

Por eso sería inteligente escuchar de boca de Cristina, y de Lorenzetti, escuchar algo como «Me duele ver a funcionarios, jueces, fiscales con 4 x 4, si no tienen que ir por caminos de tierra…». Pero es cierto que su posición legal a la cabeza de sus respectivas estructuras es menos inamovible que la del Papa.