Otro 1° de julio, en 1982

¨Perón

Una fecha que no puedo dejar de marcarla en el blog, por todo mi fastidio con esa costumbre argenta de recordar, obsesivamente, los aniversarios de las muertes.

Sucede que lo que puso en marcha el hombre que murió hace 39 años y quedó bautizado para siempre con su nombre, el peronismo, sigue vivo. Como toda cosa viva, ha tenido muchos cambios. En estos meses, va a atravesar un proceso electoral que va, seguramente, a confirmar o iniciar otros.

Entonces, vale la pena tanto rescatar lo permanente, lo que lo identifica, como registrar distintos y diferenciados momentos de esa vida. El año pasado subí un video de Perón donde él habla, ya desde su vejez, de un elemento fundamental de su pensamiento: la conducción. Donde desarrolla aquello de “conducir es persuadir“, la diferencia entre táctica y estrategia,… Sugiero que lo escuchen, nuevamente, si ya lo hicieron.

Este año quise subir algo que corresponde a otro momento. No tan alejado – ocho años después de su muerte -, pero habían pasado muchas y terribles cosas en Argentina. Era el 1° de julio de 1982, a quince días de la derrota en Malvinas, de la caída de Galtieri, cuando el gobierno militar todavía disponía de la suma del poder y de los mecanismos de represión y muerte, pero su moral estaba destruída.

Y el peronismo, bah, unos 150 hombres y mujeres relativamente jóvenes con alguna actuación política – toda la que se podía tener en aquellos tiempos – decidió (decidimos, yo estaba ahí) publicar una declaración con el título «Para reconstruir la Nación: sinceridad, paz y libertad«.

Yo me había olvidado completamente de esto. Mi amigo Ezequiel Meler, que ahora está activo en la interna, es ante todo un historiador, y ha elegido para trabajar los ´80. Me hizo llegar una fotocopia de esa solicitada, que se publicó en el Clarín del jueves 1/7/82, que encontró, creo, en los archivos de la Biblioteca Nacional.

Aclaro: el motor de esa movida fue la típica mezcla de idealismo, ambición y oportunismo que es la realidad de la política. Los organismos de conducción del PJ existían formalmente, aunque inmovilizados, y habían mantenido una actitud muy digna de denuncia ante los crímenes de la dictadura. El movimiento obrero había dado una importante demostración de su capacidad de lucha tres meses antes, el 30 de marzo.

Como una nueva generación, sentíamos que era necesario que el peronismo diera una respuesta política, desde nuestra identidad y tratando de ofrecer algo nuevo a nuestro pueblo. Y nos autoelegimos para firmarla, cómo no. Nos justificaba, a nuestros ojos, el hecho que hacer política no era en ese tiempo una salida laboral ni tampoco un ejercicio saludable.

Iba a escanearla y hacerla accesible desde Google Docs, pero mi Hewlet Packard, usualmente un fierro, me traicionó. Lo haré en cuanto pueda. Mientras, les copio las citas de la introducción (inevitable en un documento político de ese tiempo) y las propuestas que hacíamos. Creo que sirven para ver – antes que esa particular maniobra – ya no más que una anécdota – el pensamiento de ese momento del peronismo.

Es un texto largo, pero no hay ningún apuro para leerlo. Y piensen que la solicitada completa es larguísima: dos páginas de Clarín de ese entonces, con exhortaciones a los compañeros peronistas, al pueblo argentino y a las Fuerzas Armadas. (Eso explica, de paso, porque el primer nombre entre los 150 que firma era el de Carlos Grosso: fue uno de los principales impulsores, cierto, pero además quien consiguió que pusiera el dinero para pagarla un destacado empresario, cuya familia ha hecho otros aportes, menos encomiables, a la política argentina).

Para reconstruir la Nación: sinceridad, paz y libertad

«Sólo la verdad os hará libres»

Evangelio de Sn. Juan-Cap. 8 Vers. 30

«Los grandes pueblos son aquellos que quieren serlo. Es el pueblo el único que puede salvar al pueblo. Los pueblos cuya libertad política es prácticamente inexistente, los económicamente débiles, los socialmente convulsionados, sumidos en el desorden y en la anarquía, carecen de una política exterior definida. Forman parte dócil de constelaciones superiores, políticas o económicas. No puede ser libre un pueblo cuya inmensa mayoría de hombres es de esclavos, del mismo modo que no puede ser sojuzgado un pueblo de hombres libres. La libertad de un pueblo reside en cada uno de sus hombres, y frente a esa libertad ningún poder de la tierra puede prevalecer».

Juan Domingo Perón – 7/IX/73

«Solo le pido a Dios que el dolor…, lo injusto…, la guerra…, y el futuro…, no me sean indiferentes…»

Canción popular de la juventud argentina – León Gieco

Esta no es hora de retóricas ya vacías, es el tiempo de la Patria Nueva que, viniendo del luto y la congoja, quiere levantarse una vez más para construir el destino con las manos de su Pueblo. No hay espacio ni para el derrotismo frente al enemigo externo, ni para el juego suicida de la conspiración interna. El tiempo de la construcción es ya; la manera una sola:

  • Que nuestra Comunidad sea primero libre. Libre para elegir y realizar su destino. El primer paso será entonces devolverle esa capacidad sin condicionamientos, ni trampas o pactos a sus espaldas.
  • Que las fuerzas políticas se comprometan – en un amplio y duradero acuerdo – a sostener mancomunadamente el esfuerzo de reconstruir la democracia y desterrar toda forma de violencia entre los argentinos.
  • Que las fuerzas sociales arriben a la concertación de un acuerdo económico-social que, respaldando el acuerdo político, les permita a los diversos sectores conciliar sus intereses para sacar adelante el país de su situación de emergencia. Para ello se hace indispensable la unidad total del movimiento obrero y la reconstrucción de las organizaciones empresariales.
  • Que en las Fuerzas Armadas todo ciudadano, de general a soldado, esté dispuesto a morir tanto en defensa de la soberanía nacional, como del orden constitucional.
  • Que el Estado en tanto estructura de ejecución, se someta a los objetivos que la comunidad le fije, para que, estando a su servicio, cumpla con su propio fin que es facilitar a todos los elementos constitutivos de la Nación el cumplimiento de sus misiones.
  • Que la Iglesia, con su autoridad pastoral y evangélica, sirva de testigo para el fiel cumplimiento de los compromisos asumidos.

El deber de entregar la vida por la Patria otorga el derecho a vivir dignamente sobre su suelo.

1° de Julio de 1982, 8° aniversario de la muerte del General Perón.

6 Responses to Otro 1° de julio, en 1982

  1. Matias dice:

    «o Que la Iglesia, con su autoridad pastoral y evangélica, sirva de testigo para el fiel cumplimiento de los compromisos asumidos.» jajaj eran Heidis……..

  2. Abel B. dice:

    Matías, es cierto que la historia (de Occidente) registra una disminución constante del poder político de la Iglesia, desde que un emperador se arrodilló en Canosa.
    Pero… 4 años antes de esa solicitada, su mediación resultó clave para evitar una guerra con Chile; 20 años DESPUÉS fue la convocante para lanzar los planes sociales masivos y las retenciones. Y 30 años después, Cristina fue a la asunción de un Papa, con el sombrerito y discreto velo correspondiente.
    A veces me parece que Heidi es progre, nomás…

  3. victorlustig dice:

    Abel, decirle Canosa sin decirle que fue Canosa es imposible que entienda, capaz que cree que es Viviana
    no lo pude evitar, disculpas

  4. […] Sentis, de Tandil – que me hace el honor inmerecido de linkear en la cabecera de su blog este posteo mío sobre otro 1° de julio – escribe esto sobre Perón. Quiero copiarlo, porque es algo muy […]

  5. Abel B. dice:

    Victorl, no seamos soberbios. Cualquiera que ponga en la fuente de todo conocimiento, Google, «Canosa» + «emperador», va a poder versear sobre el asunto tan bien como yo.
    Abrazo

  6. victorlustig dice:

    Ud cree? despreciar 2000 años de diplomacia? soberbio yo?, pero, tiene razon, fue una boutade, quizas

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