«Cámpora al gobierno … ¿y el poder?

FREJULI

Hablo con ironía de los aniversarios, ese invento de los medios para tener tema, y me engancho con el del 11 de marzo del ´73! Pero hay un motivo de ego: hace 40 años, con esa bonita boleta que encabeza el posteo, el pueblo de esta Ciudad de Buenos Aires me elegía para representarlo. Es cierto, estaba en la sábana: era décimo en una lista que entraron 14. No puede considerarse un caso destacado en la honrosa tradición de equivocaciones de este noble electorado.  Pero uno estuvo allí. Y recordarlo me permite hablar, disimuladamente, de temas un poco más actuales.

Porque la idea me la dió este posteo de otro militante setentista, Artemio López, No es el que sube hoy, con un hermoso video que despierta nostalgias. Este que digo lo subió ayer, y habla sobre «transiciones populistas restringidas«. Ahí nos cuenta:

“Che, va Cámpora” , señaló el responsable de nuestro grupo en la UES, niños éramos, militábamos en el colegio secundario, claro.

«Cámpora? … y quién mierda es Cámpora?“, nos preguntábamos los luego imberbes y estúpidos …, solo cruzando miradas con mezcla de perplejidad y escepticismo a partes iguales.

Esa pregunta quedó: Quién es Cámpora? Resolví el intríngulis que ya me desmoralizaba, pocos días después cuando camino al quiosco de diarios … alzo la vista y leo “Cámpora al gobierno, Perón al poder”.

Ah! Claro, es así esto! Acá conduce el viejo! Con el alma en el cuerpo y la moral alta, comenzamos con sagrada furia a embadurnar todos los frentes que se pudiera con aquella consigna  es-pec-ta-cu-lar!

Hay un poquito de exageración en esta historia. Es cierto que Cámpora no era un dirigente con poder propio en el peronismo, salvo tal vez en San Andrés de Giles, en los ´40. Y arrastraba una imagen de obsecuencia – la verdad sea dicha – que le ganaba la reserva de los militantes veteranos, que sin decirlo pensaban que esa había sido una de las debilidades del gobierno de Perón.  En realidad, la opinión unánime de amigos y enemigos era que el Viejo lo había elegido como candidato a Presidente, porque era absolutamente leal y no podía ser otra cosa.

Y después del ´76, Cámpora cargó con la hostilidad de los peronistas ortodoxos, que le atribuían la responsabilidad del derrumbe de las ilusiones que había despertado ese triunfo del 11 de marzo. Y también la de Montoneros, esta encubierta, porque en el exilio no quiso sumarse a sus organizaciones de superficie, como hicieron otros dirigentes.

Pero es un error decir, como algunos exagerados, que el mito Cámpora es un invento de Bonasso y su libro «El presidente que no fué«. Su momento no fue en esos 49 días de gobierno, en que gobernó muy poco. Fue el crucial año 1972, cuando reemplazó a Paladino como delegado de Perón. Fue entonces que, como otro dirigente no especialmente destacado del peronismo, Deolindo Bittel, lo hizo años más tarde, «puso la cara», y los huevos, en momentos muy difíciles. Y el Tío se convirtió así en un símbolo para la juventud que, como señala Artemio, venía de los sectores medios antiperonistas y se estaba haciendo peronista.

Ahora, don López es un poquito más joven que yo, pero me cuesta creer que fuera tan joven que no supiera quién era el Tío, el delegado de Perón, que en esos días de noviembre de 1972, cuando se decidía su candidatura, estaba todos los días en los diarios y en la TV. Uno es mal pensado y se pregunta ¿Está abriendo el paraguas el ínclito encuestador y – ante la posibilidad que no alcancen los votos o las voluntades para la reforma constitucional – prepara a los fieles para aceptar como candidato a quien señale el dedo de Cristina?

Sobre este asunto, no quiero explayarme, todavía (lo habrán notado, no?). Por ahora, me limito a mascullar «Este es un país de apresurados«. Pero sí me interesa hacer una observación general: Cámpora tuvo un rol que ni él ni nadie esperaba. Que no estaba en los planes de Perón, que lo eligió, ni de las organizaciones guerrilleras que lo apoyaron. Si uno trata de contemplar su gobierno, tratando de separarlo de las movilizaciones permanentes y de los grupos armados que se disputaban el poder – es decir, separándolo de la realidad que se vivía entonces – puede ver en su discurso y en sus objetivos, un anticipo de lo que 10 años después sería el de Raúl Alfonsín.

Tal vez por eso la figura de Cámpora – que vivió y actuó en una Argentina profundamente distinta a ésta – pueda ser también, entonces, una de las que expresan la aspiración de la sociedad argentina por una democracia moderna, que al mismo tiempo permita la participación popular. Lo que sí nos sirve es para recordarnos que, más allá de los planes y hasta de las voluntades personales, los gobernantes son también lo que la Historia les obliga a ser.

 

5 Responses to «Cámpora al gobierno … ¿y el poder?

  1. Ricardo dice:

    Abel: coincido con la interpretacion que hace del tío Camporita, como le decíamos desde la JP. Con otras opiniones realmente no:;por ej, no creo que la opinion de Artemio tenga mucha influencia en los fieles, como si la tiene el dedo de Cristina Fernandez de K. En realidad con lo que mas discrepo es con esa opinion ,generalizada en muchos escribas, investigadores,militantes muy respetables y demas etceteras que atribuyen a toda la juventud de los 70 y mas precisamente a la JP regionales provenir de los sectores medios antiperonistas y que se hace peronista por arte de magia. Son esas «verdades» que han logrado la hegemonía de los relatos sobre esa epoca, en base a la difusion masiva de sus relatores. Ejemplos importantes tenemos en la historia
    mitro-marxista oficial y en el peronismo: baste el ejemplo de la quema de las iglesias en el 55, que derramó ríos de tinta en diarios y libros escritos por «reconocidos» historiadores y escritores, sin embargo el bombardeo de la aviacion naval a Plaza de Mayo y los mas de 300 muertos el 16 de Junio de ese mismo año no fue difundido ni explicado hasta hace muy poco.
    La cuestion es mas compleja; es cierto que se incorporan sectores medios al peronismo y a la juventud peronista, algunos anti y otros no, es cierto que las conducciones en su mayoría pertenecen a los sectores medios (en que partido no, quienes son los que llegan y los que llegaban a la universidad siempre) pero el grueso de los militantes de las UB de la capital y el conurbano eramos peronistas o de familia peronista o simpatizantes del peronismo, anda a buscar un «contreras» o «nueva fuerza» en Mataderos, La Matanza, Boedo Ciudadela, Lugano, Avellaneda o Lanus o en el frente Villero. No asi en otros lugares que conocemos.
    La complejidad de la epoca y de la juventud da para cortar mucha tela,
    abrazo
    RR

  2. ABEL: Como casi todos tus posts sobre personajes del pasado, éste de hoy también me gatilla recuerdos. Al revés de los «jovencitos» como Artemio y vos, los que tenemos algunos años más sí sabíamos quien era el doctor Cámpora. Lo recordábamos como el presidente de la Cámara de Diputados durante el primer peronismo (sucedió a Ricardo Guardo) y como uno de los audaces que se fugaron de la prisión en el Sur adonde los habían enviado los fusiladores del 55. Creo haberte ya contado que tuve el honor de conocerlo en persona en el exilio mexicano, poco antes de su muerte.
    Eddie

  3. Rafa dice:

    Abel: creo que las intenciones de Artemio con su post no iban más allá de la evocación, y dudo que apuntaran para donde vos decís. Igual, habría que preguntarle a él…

    Te recomiendo la nota de Hernán Brienza en Tiempo Argentino, sobre todo cuando destaca las coincidencias entre el programa del FREJULI (que no era sólo de Cámpora, estaba avalado por Perón) y algunos temas vigentes hoy día.
    http://tiempo.infonews.com/2013/03/10/editorial-97934-1973-o-las-ruinas–de-la-revolucion.php

    Y una pequeña chicana para los amigos radicales: ¿Cámpora anticipo de Alfonsín? En lo referido al tema judicial no creo. El gobierno de don Raúl confirmó al 90% de los jueces que venían del Proceso.

    Espero volver a aportar seguido por acá. Un abrazo.

  4. Abel B. dice:

    Estimados:

    Esta vez voy a hacer al revés. Contesto algunas cosas q leo en sus comentarios individuales, y luego una observación general:

    Ricardo:
    Tiene toda la razón en rechazar que «toda la juventud de los 70 y mas precisamente la JP regionales provenía de los sectores medios antiperonistas y se hace peronista por arte de magia».
    Hubo muchos, es cierto, q venían de los s. m. a. – mi caso, por ejemplo -, los bastantes como para volcar la militancia universitaria. Pero es equivocado, e idiota, creerse que esa movilización fue un fenómeno de clase. Los que eran obreros, los q venían de familias peronistas volcaron esa identidad y ese sentimiento en una militancia. Cuyo fervor había disminuído por algunos años, por lo menos desde el fracaso del Operativo Retorno, en 1964.
    Y esa militancia colectiva, que va creciendo desde el ´68 al ´72, es la que nacionaliza y luego peroniza a los sectores medios. Nada de magia, o en todo caso la magia de la historia en marcha.

    Ah, y JP regionales no tenía más porcentaje proveniente de sectores medios que Guardia o Encuadramiento, y menos de sectores altos que Comando Tecnológico. Se lo confirmo.

    Rafa:
    Aportá siempre que puedas. Esa nota de Brienza que no había leído me pareció muy buena.
    Más todavía por lo que dice del ´46 que por lo del ´73. Es muy cierto que el discurso y el estilo de Perón nada tenían que ver con lo que terminó siendo el «camporismo».
    Pero es importante que – como lo hace Brienza – se reconozca eso y, al mismo tiempo, las continuidades históricas de la búsqueda de una sociedad más justa.

    Eddie:
    Lo q quiero observarte se mezcla con lo general. Este posteo no es sólo sobre un personaje del pasado.
    Estoy hablando también del problema de la sucesión y de la delegación. Y, sobre todo, que los dirigentes que llegan a tener peso histórico – más allá de sus méritos o falta de ellos – es porque expresan algo real en la sociedad de su tiempo.

    Abrazos

  5. ana dice:

    No se animò a publicar -Pudo ser al revés-
    He llegado a la ARGENTINA en un dìa aciago .dijo PERON.
    Hasta yo que era RECONTRAGORILA lo llegué a admirar.
    Recuerdo a ALFONSIN ,»ESTO ES UN GOLPE FACHISTA» cuando los sindicalistas en los colectivos pasaban frente a GASPAR CAMPOS.
    Seguí siendo alfonsinista ,era jovencita ,no me dí cuenta de la trampa izquierdoderechosa bien extremista en ambos partidos.
    BINGO NO?

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.