La economía: los años que vienen

Hace dos días, cuando analizaba en el blog la buena noticia que a mi juicio representaban para Argentina las nuevas medidas de la Reserva Federal de EE.UU. – emitir 40 mil millones de dólares al mes para comprar créditos hipotecarios – Sergio Robles, un comentarista del blog, opositor él, y muy conciso, recomendó el artículo Adiós al mundo feliz «… de un economista antes (no ahora) citado por el señor del Blog«.

Quiero decir que sigo pensando que Eduardo Levy Yeyati es uno de los economistas argentinos más inteligentes. Además de un muy alto nivel técnico (no es lo mismo).

Eso sí, debo señalar mis reservas con lo que pienso es un cierto … facilismo de tecnócrata para elaborar soluciones a los problemas económicos de la realidad. Como la que desarrolla en este posteo suyo de hace menos de un año (no es el único). Y también las mantengo con lo que considero un valoración demasiado negativa – originada también, pienso, en el desconocimiento de un técnico acerca de los problemas de gobernar – sobre los resultados de esta década.

Pero es una diferencia de actitudes políticas, y estoy seguro que la mayoría de los opositores que visitan este blog considerarán que Yeyati es demasiado benévolo con los K. Yo puedo coincidir con él en que la gestión kirchnerista tiene asignaturas pendientes enormes. Mi distinción es que apruebo y aplaudo las consecuencias que han tenido sus políticas en el empleo y en el consumo de los sectores populares, y la capacidad de mantenerlas por casi diez años sin volcar.

Igual quiero acercarles ese artículo porque creo que nos da un escenario realista del mundo en que posiblemente viviremos los próximos años; un futuro en que ya hemos entrado. Y, al mismo tiempo, deja ver un cuestionamiento muy antiguo y hasta convencional en un tecnócrata… argentino. Y en una buena parte de nuestros sectores medios, esa que tanto fastidiaba a Jauretche: «¿Por qué no pudimos ser Canadá o Australia?«. Mis comentarios, al final de la nota.

«En innumerables análisis de la Gran Recesión que comenzó con la crisis hipotecaria, se globalizó tras la quiebra de Lehman Brothers, siguió con la crisis de deuda de la Europa periférica y aún nos persigue como una gripe mal curada, es común referirse a una nueva normalidad en la que el sobreendeudamiento, el desempleo y la aversión al riesgo se traducen en tasas deprimidas, crecimiento modesto y alta volatilidad. En el peor de los casos, un Lehman europeo que nos lleve a 2008; en el mejor y más probable, una aterrizaje chino a tasas de 6 o 5%, un crecimiento modesto en Estados Unidos y una «japonización» europea. En suma, poco viento de cola para que los emergentes surfeen la bonanza sin preocupaciones.

En este contexto, se menciona que estamos ante un Brave new world, en alusión a la célebre distopía de entreguerras de Aldous Huxley. Esta referencia es curiosa e iluminadora. En las crónicas de esa crisis el brave new world es literal: remite a un mundo nuevo, desafiante, peligroso. En Huxley, en cambio, el título es irónico: alude a La Tempestad de Shakespeare y a la felicidad ilusoria de Miranda en su vida insular, engañosamente armónica, alejada de la realidad. La misma ironía está presente en el título en castellano: Un mundo feliz. Esta interpretación menos literal permite una analogía con la crisis global: no son éstos los años difíciles y desafiantes, sino que aquéllos, los de la Gran Moderación y el boom de las commodities, fueron los años felices. Felices en el sentido distópico de Huxley: una felicidad Prozac, artificial. Según esta segunda interpretación, el mundo no estaría atravesando una tormenta temporaria antes de regresar a la senda virtuosa de los 2000 sino que estaríamos volviendo, luego de una larga fiesta, a algo más parecido a los no tan felices 90 de bajo crecimiento.

Esta distinción es esencial para las economías emergentes. Si esta evolución marca el fin del viento de cola, surgen varias preguntas. En nuestro caso, no sólo cuál es la verdadera inflación o el verdadero crecimiento sino en qué se fueron estos años dorados: cómo mejoró la distribución de la riqueza, cuánto crecieron el capital físico y humano y la productividad. En fin, cuánto de lo anunciado existe por fuera de la TV Pública o de Fútbol para Todos. O qué pasó en el mundo mientras los escribas oficiales soñaban el fin del capitalismo y la decadencia del imperio americano.

Pero para los menos nostálgicos, aquellos que no se preocupan tanto por la historia clínica del paciente como por su diagnóstico y tratamiento, la pregunta es otra, más básica: ¿cómo seguimos de ahora en más?

Lo primero que salta a la vista es la necesidad de barajar y dar de nuevo. Más allá del mensaje equívoco de blandir una BlackBerry ensamblada en Tierra del Fuego como señal de industrialización, ese proceso idealizado de sustitución de importaciones, frontera tecnológica y manufactura compleja y masiva, que enamora a gran parte de la profesión y a no pocos líderes políticos es hoy -y posiblemente siempre- un sueño imposible.

Argentina (como Brasil o Chile) tiene ingresos medios altos con mano de obra más cara que la de Corea al inicio de su industrialización y menos productiva que la de los industrializados con salarios altos. Somos caros para ensamblar BlackBerry y para producirlas. Y si bien los países tienen sectores subsidiados, no se puede subsidiar todo el tiempo porque no hay recursos para hacerlo.

No estamos solos en esta encrucijada. En los 2000, la bonanza de la protección cambiaria, el crecimiento mundial y el boom de las commodities disfrazaron esta falta de modelo. Bastó con corregir los desequilibrios macrofinancieros para alcanzar récords de crecimiento y alimentar expectativas de una década latinoamericana. Pero crecimiento no es desarrollo: con monedas apreciadas y una demanda mundial letárgica, los 2010 no serán nuestra década.

A los historiadores económicos les queda la tarea de dirimir en qué medida la falta de reformas y el resultadismo económico de los 2000 se debió a la maldición de los recursos naturales. Si hay que escoger historias que ayuden a repensar el modelo de desarrollo que permita preservar y elevar salarios, los nombres que vienen a la mente son ejemplos de desarrollo que explotaron la renta de los bienes primarios: Canadá, Australia o Noruega agregaron valor a las commodities, desarrollaron servicios y facilitaron y regularon la actividad privada. Los insumos del desarrollo de países de ingresos alto son educación, infraestructura, financiamiento, reglas de juego justas y transparentes. La mayoría de los países de la región tiene pocos progresos en estos frentes y, en nuestro caso, hay un retroceso.

Muchos políticos y economistas del mundo desarrollado miran la poscrisis mundial como una dura transición hacia el crecimiento. Les prenden velas a Bernanke, Draghi y China para que terminen con la pesadilla. Sin embargo, ya es hora de aceptar que los buenos años no volverán, que si con el viento de cola desandamos las penurias de las crisis y ganamos equidad y estabilidad financiera, el desarrollo económico sigue siendo una asignatura pendiente. Y que, más allá de viejas recetas y nuevos slogans políticos, nuestro modelo de desarrollo aún está por escribirse«.

Como decía en la introducción, pienso que, como escenario global, es muy posible, hasta probable. Su apreciación negativa sobre nuestra industrialización actual, en conjunto, es realista. Y cuando afirma que no es posible que avancemos en el desarrollo industrial y en el comercio exterior en base a salarios bajos, está diciendo una obviedad. No podemos competir en eso con Bangladesh. En pocos años, China no podrá competir en eso con los Bangladesh y sus equivalentes.

Lo que entiendo como un error tiene sus raíces en el complejo de inferioridad colectivo de muchos argentinos sobre el que Salvador Ferla escribió (y que a menudo disimulamos con la soberbia que los demás detectan en nosotros): ver, a la distancia, las economías de países lejanos como Canadá, Australia o Noruega como maravillas de previsión y eficacia, en contraste a la irracionalidad e ineficiencia locales.

Bueno, no es así. La comparación es válida: son países de baja población – aún menores que la nuestra – en relación a sus recursos naturales. Si su calidad de vida es mejor, se debe a que son más ricos que nosotros y sus Estados tienen más recursos para volcarlos a los bienes públicos. Y si son más ricos, es porque han crecido más, a lo largo del último siglo – o unas décadas menos, para Noruega y otros países europeos. El crecimiento no es desarrollo, es cierto: lo puse en negrita en la nota. Pero no hay desarrollo sin crecimiento, salvo en las fantasías ambientalistas.

Creer que el crecimiento es el fruto necesario de los pocos principios de una sabia receta económica – que ningún país aplicó consistentemente jamás – es absurdo. Todas las economías modernas tienen sectores ineficientes, y han aplicado políticas «irracionales» en algún momento. Lo que ha faltado en Argentina, que en algunas etapas de ese siglo creció más que esos países, es continuidad. Nuestras luchas internas, y, en varias oportunidades claves, la engañosa utopía del mercado externo – actualmente, la tentación es el chino – que sería la solución. Es la memoria, creo, de cuando Argentina fue, entre 1880 y la Primera Guerra Mundial, la Arabia Saudita de las carnes y el trigo.

Esto da, por supuesto, para análisis mucho más largos, hechos por gente más competente que yo. En este posteo, simplemente quiero limitarme a señalar que nuestro camino de desarrollo, si tenemos la voluntad de recorrerlo consistentemente, no es demasiado distinto de aquellos que Yeyati contempla con ojos admirados: La industrialización con incorporación de tecnología de nuestra producción. Que es lo que hoy se está haciendo (o pensamos, como dice otro comentarista del blog, que los países industrializados empezaron construyendo el Saturno V?). En la agricultura, cabe señalar, estamos muy adelantados, a la par de los países más avanzados.

Y tenemos otros sectores ya muy promisorios: la biotecnología, la industria nuclear… El otro elemento fundamental, sin el cual lo anterior no es posible, es la inserción, cuidadosamente negociada y administrada, en un espacio económico mayor, porque las unidades nacionales son demasiado pequeñas para la economía moderna. El nuestro es, obviamente, la América del Sur. Y ya hemos comenzado a hacerlo, con mayor o menor sabiduría. Hoy nuestra industria automotriz, uno de los sectores más dinámicos de nuestra economía, es inseparable de la brasileña: en realidad, ambas pueden ser consideradas expresiones locales de una industria global.

Puede decirse, y es cierto, que nos estamos integrando sobre todo con nuestro socio mayor y más dinámico. Estamos atrasados, aunque con avances prometedores con Chile, con nuestros vecinos cuyas economías son más chicas. Pero eso tiene que ver con la falta de empuje de nuestra clase empresaria y la falta de coordinación con el Estado. Da para otros posteos, muchos de los cuales ya están en el blog.

22 Responses to La economía: los años que vienen

  1. Voces dice:

    Para llegar a fabricar un Blackberry seguramente hay que comenzar por ensamblarlo, el resto son las políticas adecuadas en el transcurso del tiempo.

  2. manolo dice:

    Abel

    Argentina de los ganados y las mieses era la Sudáfrica del oro y los diamantes; mas que el Canadá Bilingüe o la Australia de los motochorros a caballo y los insurgentes irlandeses.
    La administración inglesa y el calvinismo de los afrikáner no funcionaron, como indica la Academia; a diferencia de los muy, relativamente, católicos y separatistas ausi y canuk.

    Otro si, el insumo mas escaso de la actual crisis es el Futuro; o sea el calculo de la capacidad de pago sobre un crédito a otorgar.
    A diferencia de la Argentina, que es un país de contado rabioso, las economías del Atlántico Norte se basan en el Crédito permanentemente renovado.
    Con un enorme porcentaje de los CONSUMIDORES convirtiéndose en “Ninja” (no income, no job, no assets; o sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades).
    Están al horno desde lo estructural, si se aplica a rajatabla el darwinismo económico y social de los austriacos y afines.
    Ver el video de Mitt Romney.
    http://www.lanacion.com.ar/1509472-polemica-en-eeuu-por-una-camara-oculta-a-romney
    La histeria de los Vargas Llosa, sobre la amenaza p…, por mas alucinada que parezca; esta fundada sobre trabajos de Contingencia de sus “cerebros enlatados”; para descular las amenazas potenciales al Sistema Económico y la Civilización Occidental.
    Las consignas de socialdemócratas europeos en la oposición, “como las ovejas, cada uno con su pareja”.
    O los discursos de barricada Demócratas, emitidos por el Facundo Moyano yanqui, “We are ready to march. Let’s take these sons of bitches out and give America back to an America where we belong”
    http://abcnews.go.com/blogs/politics/2011/09/hoffa-they-declared-war-on-us/
    Chorrea a grasita hasta por los poros. 8-()

    En fin, aun en la desmesura del Liberalismo del siglo XXI existe racionalidad; “Enemigo no es el que quiere, sino el que puede, aunque no quiera”
    ¿Les suena conocido el argumento?, es la mirada sobre el “populismo” desde la optica de la Izquierda, post derrumbe del Muro de Berlín, colonizada por Neo Lib y Neo Con.
    No es poco lo que comparten nuestros Populistas de Despacho con la “Militancia a Full” de los Tea Party de USA.
    Como plantearon los italianos Fini y Alemanno; tienen derecho de apropiarse de Gramsci y Benedetto Croce; porque ambos son inimaginables sin las controversias con Giovanni Gentile; el Sarmiento del fascismo.
    http://it.wikipedia.org/wiki/Riforma_Gentile
    En fin, nada nuevo bajo el sol…
    Un abrazo

  3. Juan Pablo dice:

    Australia y Canadá. Vuelta la mula al trigo. Ambas naciones resolvieron de una manera mucho mas ordenada la coexistencia de latifundios fértiles para la siembra con la industrialización generadora de riqueza sustentable. Hace mas de cien años. Aquí en la Argentina, aún siendo conservadores hubo diputados interesados en incorporar ese modelo «alberdiano», pero fueron aplastados por falta de poder político.

    Corea del Sur en los años cincuenta tenía el nivel socioeconómico de los países de África. Desobedeció todas las recetas del FMI, cerró todas sus importaciones, puso al Estado a dirigir la economía y se dedicó a fortalecer la industria del acero… en los ’50. En Corea del Sur existe pena de muerte para la fuga de capitales. Pena de muerte. Corea del Sur, no del Norte. ¿Alguien se imagina a los lectores de Yeyati si se permitiese algo semejante aquí?. En Corea del Sur llegó a estar prohibido usar autos que no se construyesen ahí. ¿Se lo imaginan acá? Eso por un lado. Por el otro, aceptando esas recetas, no olvidemos que Corea inició ese camino hace sesenta años.

    Entonces: ¿Por qué se exige con tanta insistencia que Argentina copie modelos exitosos que demandaron décadas continuadas de políticas desarrollistas? «Argentina» y «continuidad» son antónimos en nuestra historia.

    El diagnóstico del presente es muy acertado. Vaya novedad que América Latina pende del hilo de sus materias primas. El asunto es que sus diagnósticos inducen la respuesta equivocada, y la solución inducida de Yeyati es precarizar la mano de obra y someter al Estado. Corea del Sur es el ejemplo de un país donde el Estado tiene mano de hierro y aún así atrajo capitales.

    Estuve buscando el nombre del libro que explica como emergió la economía coreana pero no lo puedeo encontrar. Recuerdo que era de una investigadora norteamericana. Si lo encuentro lo comparto mas tarde.

    Saludos.

  4. Uno dice:

    Hablando de Blackberrys:

    http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-203587-2012-09-18.html

    El proyecto que menciona la nota me parece interesante, y creo que es un ejemplo de cuál debería ser el camino (suponiendo que se concrete y tenga algún éxito). Siempre se empieza por lo más básico, pero luego tiene que estar la voluntad estatal o empresaria, o las dos mejor, de ir incorporando más valor.

    Cuando se habla de sólo dedicarse a nuestras ventajas naturales, se sabe que Argentina en los 70s tenía una industria electrónica con un desarrollo no muy diferente al de Corea del Sur? Escucharon hablar de la calculadora CIFRA? Qué ventaja natural tuvo Corea para llegar a lo que es hoy y qué nos pasó a nosotros? Fueron políticas diferentes por sobre todas las cosas.

    Creo que el gran objetivo es dejar de depender de una buena cosecha cada año como fuente de divisas, porque si hay algo que no parece haber cambiado mucho es eso. Pese a todo el crecimiento, la industria nacional sigue siendo muy deficitaria en terminos de comercio internacional. Pero la solución tiene que pasar por agregar cada vez más valor. A la indsutria electrónica se le da con un caño porque es más visible la diferencia entre ensamblar y producir componentes en un celular que en un auto, pero en el fondo pasa algo parecido, y no por eso vamos a desmantelar la industria automotriz, el desafío es fabricar cada vez más autopartes.

  5. CV dice:

    Hmmm… No me parece tan buena la nota.

    Sobre por qué Argentina no fue Australia o Canadá, es una pregunta interesante y pertinente.

    Hay un librito interesante de Gerchunoff y Fajgelbaum, pero su hipótesis (si no recuerdo mal) no me convence mucho (in a nutshell, el problema fue el peronismo!).

    Lo mismo vale para Canadá (Cristina Lucchioni tiene una breve historia)… Si hasta tuvieron/tienen su propio IAPI!

    http://en.wikipedia.org/wiki/Canadian_Wheat_Board

    Saludos.

  6. Capitán Yáñez dice:

    Y… a todos los efectos, mi siempre estimado blogger en jefe, no vendría para nada mal pegarle una aceleradita al Banco del Sur y algunas cuestiones energéticas e infraestructurales comunes y, a esta altura, ya tan impostergables como imprescindibles. Para eso, claro, sería menester que nuestros hermanos brasileños se dejen de saborear los caramelitos que les tira el Imperio (Consejo de Seguridad de la ONU, «quinta economía mundial» e inocuas yerbas por el estilo) y asuman de una buena vez su papel de franco liderazgo -indiscutido e indiscutible- en el subcontinente.
    ¿O miento?

  7. casiopea dice:

    Para que funcionen bien las políticas de estado implementadas por organismos ad hoc tiene que haber más transparencia y menos corrupción. Es una condición sine qua non, y gran parte del motivo por el cual fracasaron las anteriores. No escucho nada en el discurso del gobierno que apunte a resolver es tema fundamental. Sueño con el día en que la presidenta interrumpa todos los programas de televisión para anunciar una política de tolerancia cero respecto de la corrupción.
    En cuanto al panorama general, es claramente malo, con flexibilización monetaria o sin ella. Más allá de la alegría de los mercados los últimos días, Fedex está reportando ingresos menores de lo previsto, lo mismo que UPS. Las economías de China e India están en baja, Japón es un país moribundo, EEUU es una bomba de deuda y Europa es una bolsa de gatos. En los próximos años no sólo vamos a estar lidiando con las consecuencias del exceso de deuda, sino con las consecuencias de la sobreoferta, sobre todo de «hard commodities». La buena noticia de eso es probablemente eso ayude a controlar un poco la inflación global, pero países como Chile y Perú la van a pasar mal.
    En cuanto a nosotros, la marea alta sube a todos los barcos, y yo quisiera ver los años de bonanza que hemos vivido traducidos en ahorro para los años que se vienen. No es el caso, así que vamos a seguir eligiendo entre las malas opciones que nos dejen las distintas encrucijadas que se nos van a presentar, algunas que vendrán de afuera y otras autoinflingidas.

  8. Norberto dice:

    Tiempo atras yo comentaba en Economista Serial Crónico, donde hay al parecer un nido de Levy Yeyatitos, relativamente muy atados a su militancia radical, que tiñe todas sus opiniones, entonces había que discutir cosas muy evidentes, con palabras mas suaves que las del inefable Capanga de Acindar, pero con el mismo nucleo conceptual, buscando siempre el pelo en el huevo para demostrar que todo está mal y va a seguir peor, que es lo que viene anunciando L.Y. desde hace años, por supuesto que vigorosamente sustentado como es constumbre en ese ámbito por estádisticas propias o convenientes, siguiendo los métodos de previsión histórico estadísticos y basados en en los equilibrios estáticos, por supuesto que ni pensar en la estabilidad dinámica. Eso me hizo perder respeto intelectual por el grupo, porque cuando hay que discutir hasta la mejoría del coeficiente de Gini o la diferencia con la desigualdad chilena y su medición de pobreza en base a un consumo calórico un 15% inferior al argentino, cuando hasta las estdísticas de organismos multilaterales que no son precisamente partidarios de nuestras políticas económicas, muestran progresos en cuantas areas se quieran considerar, no aceptarlo porque el Indec es malo, no parece corresponder a esos niveles académicos sino a una barricada política, que en realidad existe en toda catedra, pero que debe ser explicita.
    Nunca menos y abrazos

  9. Norberto dice:

    Primero te pediría que pruebes o prueben algunos de los casos de corrupción a que haces referencia, porque hasta ahora solo existen denuncias realimentadas entre políticos opositores y medios peridisticos, y una justicia con mayorías muy consistentes de magistrados antiK que tienen muy pocos casos dignos de mención, aunque se te puede garantizar que de ser posible, estarían muy contentos de poder tener muchos funcionarios en la picota, si tu sensación proviene de Tranparency International, con fuertes lazos con Heritage Foundation y NED, o del Foro Davos, lamento decirte que las encuestas sobre corrupción de estos institutos se hacen consultando a lo mas corrupto de la sociedad argentina, que son sus grandes empresarios o quienes representan a los grandes empresarios de las multis, pedir opinión sobre la corrupción a Rocca, Rattazzi, Pescarmona, etc, es sinceramente risible,
    En cuanto a China, de la India no hablo porque no creo en ella y para mi está a punto de explotar, tiene por delante incorporar a ingentes cantidades de chinitos a su sociedad de consumo, y para ello tiene ingentes cantidades de divisas, con lo puede aguantar el tsunami volcándose sobre su mercado interno, de Europa y USA, hay que hablar de GDP y GNP, que si bien no salva a sus ciudadanos, mantiene a flote a países como USA, Japón, Inglaterra y Alemania, tres potencias industriales con produción interna y externa de sus productos, y una financiera con bastante mas de una decena de paraísos fiscales operando de aspiradors para su City.
    Con seguridad habra repliegue sobre si mismos de estos países, y la posibilidad de salidas agresivas para hacerse de fuentes de materias primas, pero ninguno de los antedichos perderá.
    En cuanto a nosotros, en nosotros mismos está aprovechar esta crisis para salir fortalecidos, puesto que el escaso peso de nuestra deuda nos ubica en inmejorable posición, y no es cierto que no se haya ahorrado, haberse desendeudado es una de las mejores forma de ahorro como lo demuestran las exigencias de troicas y acreedores varios, por sobre las necesidades soberanas de los países.
    Nunca menos y abrazos

  10. peter de A dice:

    Norberto
    que «la militancia tiña las opiniones» es algo que puede ocurrir, incluso, hasta dentro del mismo kirchnerismo. Criticarlo es falaz (e insistir en ello es mérito, según mi punto de vista, del propio kirchnerismo) porque da a entender una posición «pura», como la de Carrió.

    Además, dentro del campo opositor, este economista tiene el gran mérito de discutir con argumentos (y en ocasiones hasta verdaderos). Claro que no dice toda la verdad, y que el peso que da a las distintas verdades no es el mismo que darán otros, etc. (ojo, no digo que haya distintas verdades, es sólo una manera de hablar, quise decir: distintos aspectos de la realidad, todos verdaderos).

    En este sentido, el debate es siempre provechoso, por más que no conduzca a un acuerdo. Abandonarlo, diciendo que no vale la pena hablar con el otro, es perjuidicial, porque se pierde incidencia en el discurso del otro, mientras que debatiendo con él se incide, por más que sólo sea planteando temas o exigiendo determinadas respuestas. Si la contraparte argumenta y no es dogmática, tanto mejor. La persuasión del otro debe sólo pensarse como una límite de la función al que nunca se llega, pero siempre se tiende, con tal que se la prosiga.

    Saludos

  11. Anahi dice:

    El desarrollismo es la política propiciada por los monopolios que buscan la expansión de sus áreas, integrando la nación en un solo mercado regional para imponer su dominio.
    (…) Sobre la base del ascenso de sectores capitalistas, ligados a la actividad industrial o extractiva, básica y altamente reproductiva, se opera una nueva y más estrecha vinculación con la economía internacional, que es la clave para comprender el proceso político y económico argentino de los últimos trece años: la vinculación y en algunos casos la identificación del capital monopolista nacional con el capital financiero internacional.
    (R.C., Poder imperialista y liberación nacional… ,1973)

    Slds.

  12. Norberto dice:

    Por supuesto que es entendible y sano, pero que por sostener no ya posiciones, sino kioskitos, se dude del Indice de Desarrollo Humano de la ONU, que por otra parte permite un estudio histórico, dado que dá una progresión anual muy interesante en coloridos mapas, en los que se vé claramente el avance argentino, siendo tambien bastante evidente su sesgo neoliberal cuando se hace el estudio del índice chileno, donde se establece mejores valores de salud y educación respecto a los argentinos, cuando son hoy base de los reclamos en las calles chilenas, o de las cifras de PBI y PBI ppa (GDP y GDP ppp) indicadas en el CIA Fatebook, con la carga ideológica que este debe tener, entonces es demasiado.
    Cuando a mis gorilas preferidos les digo que si presenciamos un accidente de autos, cada uno de nosotros lo relatará en forma diferente, porque cada uno de nosotros vé y descarta porciones diferentes de la realidad, me pasa exactamente lo mismo que en esas discusiones económicas, no hay forma de que lo entiendan, pero es asi.
    Y te pongo de ejemplo mi respuesta al comentario de Casio, que es una clara imagen de lo que lee, puesto que entiendo no reside en el país, y como lo que lee posiblemente sean periódicos europeos, imaginate que puede aportar cuando en El País, pseudo izquierda, leés cualquier artículo de Soledad Gallego, Peregil o Rebosio, que son compilados de estricto seguimiento de linea editorial de Clarín y La Nación, y tenés una realidad de un país que no existe, entonces la gente se agolpa en los Super para comprar alimentos porque sino la inflación los va a dejar morir de hambre antes de mitad de mes, hasta que en algún momento se les escapa la liebre y a las perdidas reconocen algo, y lo peor es que no solo es con nuestro país, destruyeron Libia para apoderarse de su petroleo e impedir el libre uso de sus reservas, para pelear contra un tirano que hasta el día anterior hacía negocios con sus líderes, sin una sola palabra de remordimiento.
    Nunca menos y abrazos

  13. Mariano T. dice:

    Probar, si menem zafó de todo significa que jamás se probará nada de nadie. La única satisfacción para el ciudadano es someter a escarnio a los sinvergüenzas.
    La única manera de que alguna vez haya castigo es que en algun cambio de administración se haga algun juego del prisionero: Si el corruptor denuncia primero al corrompido, queda liberado de cargos penales, y si el corrompido denuncia primero al corruptor, lo mismo. En una de esas se puede lograr algo.

  14. Mariano T. dice:

    Si no es acorde a nuestra idiosincracia (no somos coreanos, alemanes ni japoneses o chinos), no sirve. En China le meten al corrupto una bala en la nuca, y se la cobran a la viuda o al hijo.
    Pero estoy seguro de que ninguna inversión se va a conseguir a la fuerza. Ni de argentinos, ni de extranjeros.

  15. Mariano T. dice:

    El CWB tuvo desde el principio hasta el final, hace un par de años, un objetivo opuesto al del IAPI(por lo menos AL IAPI anterior al pan negro y la crisis de divisas)
    En el directorio los productores, elegidos por voto, tenían una participación importante.
    Su función no era extraer renta y dársela al estado, sino maximizar el ingreso de los productores comercializando en una sola mano (lo que permitió los premios por calidad, y la diferenciación en calidades del trigo ofertado).
    El excedente logrado se repartía entre los productores de acuerdo al tonelaje entregado.(ya habían cobrado los anticipos).
    Si en vez de ganancia el CWB tenía quebranto, por ley lo cubría el estado.
    De más esta decir que nunca hubo retenciones ni tipos de cambio diferenciales

  16. victorlustig dice:

    hay un problema en lo de Yeyati, dice Brasil, pero no dice que Brasil protegio 60 años, y aca fuimos un pendulo con periodos de 7 años promedio
    Eso, es fundamental, y, no lo dice

  17. Norberto dice:

    Todos los jueces que podrían juzgar la corrupción de Menem, si se pudiese probar y si no fué un armado para despistar por la entrega del país, por las atribuciones del fuero están en el Contencioso Administrativo, que fué armado por Corach, y que son los que protegen al Grupo y desde siempre enfrentados al gobierno K.
    Nunca menos y abrazos

  18. Rogelio dice:

    Estimados Abel, Manolo:

    Manolo dice que en el Atlántico Norte aumenta la proporción de… personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades.

    ¿ Revolución cultural ?

    Justamente, en The Economist está en curso un debate [Click acá] titulado:

    ¿ Debe desalentarse la propiedad privada de las viviendas familiares ?
    La vivienda familiar en propiedad ha alcanzado niveles ineficientemente altos, se ha convertido en un tótem distorsivo; a las generaciones modernas les han lavado el cerebro para que crean que hay algo malo con ellas si alquilan.
    No queremos que los países en desarrollo imiten la obsesión de post-guerra de Occidente ocupándose de la propiedad.

    Nosotros con el “Plan Recrear” estamos yendo una vez más contra la corriente: «que todos sean propietarios».

    Parece que ya han superado la distopía “Brave New World” de Huxley y avanzan raudamente hacia Orwell porque el “Gran Hermano” se convertirá en el “Gran Propietario” de todas las viviendas familiares.

    ¿ Qué opinan Eduardo Yeyati y Lucas?
    ¿ Qué estarán haciendo en Australia, Canadá y Noruega ?
    ¿ Nos quieren vacunar preventivamente ?

    Saludos

  19. CV dice:

    Mariano T.: en el primer párrafo hablás de la diferencia de objetivos y en el segundo te referís a las diferencias en cuanto a la estructura organizacional!
    Nunca dije que fueran exactamente iguales. Sí me parece que hay varias semejanzas que ameritan la comparación, pero la verdad, la verdad, me da mucha fiaca escribirlas (sobre el IAPI, hay un libro de Susana Novick).

    La principal es que ambos pretendían funcionar como una especie de seguro frente el deterioro de los términos de intercambio de los productos agrícolas. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver…

    Saludos!

  20. Abel, hay algo mas que el cociente entre bienes naturales y número de habitantes: la cultura, el comportamiento político y social.

    Mire Finlandia: es un pais con CERO soberania alimentaria, lo que mas tiene es lagos, no tiene recursos naturales… PERO es una comunidad organizada, las politicas se discuten con inteligencia y las leyes que las llevan a cabo las cumplen o las cambian.

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