El posteo anterior estuvo motivado por el ingreso de Bolivia, y aproveché para tocar la discusión que se da en Brasil y un nicho tecnológico argentino. Temas que me interesan, y que muchas coyunturas juntas apartaron del blog.
Pero me quedé pensando en que el debate, la puja, sobre la inserción de nuestro país en el mundo del próximo gobierno, en el plano económico, una gran parte tendrá que ver con el MERCOSUR. Entonces, aquí van unas modestas sugerencias para los que prepararán memos a Scioli sobre el tema.
Como el blog de Abel no tiene el enfoque ¡pum para arriba! (hay otros colegas en eso), quise acercar para los compañeros que los redacten – sin duda peronistas o al menos esepeveístas – datos de alguien que ve con pesimismo la situación actual y promueve – discretamente – un aperturismo que yo no comparto. Que considero ingenuo y destructivo, en realidad. Pero tengo claro que son los argumentos que van a utilizar poderosos intereses que seguro tendrán llegada a quien gane la Presidencia, y entonces hay que tenerlos presente.
En cuanto al estilo, lo recomiendo práctico y con muchos datos. Las menciones a la Patria Grande pasarlas a los que escriben los discursos.
Hace algo más de un mes, Marcelo Elizondo publicaba en Ámbito un artículo sobre el tema. Él es un consultor en relaciones económicas internacionales, no un opositor, y Ámbito es oficialista. Pero su enfoque recogía los argumentos de un lado de esa discusión en Brasil. Que es la misma que tendremos aquí, cómo no. Tomo algunos párrafos:
«… El Mercosur acusa cierta fatiga. En el último año, las exportaciones del bloque cayeron un 9,6%, y especialmente las ventas dentro de la subregión cayeron un 13,1%. Pero esto no fue un accidente, porque ya en 2013 las exportaciones del bloque en su conjunto habían caído un 1% (cuando las exportaciones totales en el mundo habían crecido un 2,4%). Y en 2012 las ventas externas del bloque también habían descendido, en ese caso en un 2,2% (y, especialmente, habían caído un 7% las exportaciones de los países miembro dentro de la subregión), mientras en el mundo las exportaciones totales habían crecido un 2,2%.
En 2014 -en un marco de malos resultados en general para nuestro subcontinente-, las ventas externas del Mercosur mostraron la mayor caída regional en el mundo, pese a que las exportaciones totales en el planeta se elevaron un 2,8% (por lo que no puede sostenerse que ese descenso sea consecuencia exclusiva de un fenómeno mundial). Así, mientras el año último las ventas externas de empresas de América del Norte crecieron un 4,5%, las de empresas de Europa se incrementaron un 1,9%, las de empresas de Asia subieron un 4,9%, las de los países emergentes en total crecieron un 3,3% y las de las economías desarrolladas lo hicieron 2,2%; sólo América Latina y Central exhibió en el mundo bajas en sus ventas externas (2,5%), y esta cifra estuvo fuertemente influida por la caída del Mercosur, porque las exportaciones de los países andinos cayeron menos (sólo un 3,1%), las exportaciones de México crecieron un 4,6% y las de América Central y el Caribe mejoraron un 2,3%.
… Para la Argentina (el tema tiene) relevancia especial: el Mercosur es el principal destino de sus exportaciones y ha sido su mayor experiencia de relacionamiento internacional (mientras en 1980 la Argentina exportaba a Brasil menos de 800 millones de dólares, en 2014 exportó a su principal socio 15.000 millones de dólares; a su vez en 30 años Brasil duplicó su participación porcentual en las exportaciones argentinas).
En 2014, la Argentina exportó al resto del bloque 20.000 millones de dólares (de un total de casi 72.000 millones a todo el mundo), dentro de lo que se destacan unos 7.500 millones de dólares en productos de la industria automotriz, pero también exportaciones de vegetales, químicos (en ambos casos, por más de 2.000 millones de dólares), alimentos elaborados, máquinas y aparatos, y plástico, caucho y sus manufacturas (en estos casos, por unos 1.200 millones de dólares cada uno)«.
En cuanto a algunas soluciones propuestas para el «malestar del Mercosur» – en realidad, el malestar de las economías de sus países: la firma de tratados de libre comercio y, en particular, acelerar las negociaciones con la Unión Europea… recomiendo analizar lo que ha pasado en experiencias recientes. En el blog de Abel hemos seguido, por ejemplo, el caso del tratado entre Perú (país que visitaré pronto) y los EE.UU., aquí en el 2010 y también en el año pasado.