El escenario político en Argentina está raro, aún considerando los antecedentes. Por un lado, después de los turnos electorales de agosto y octubre el oficialismo se siente triunfador y la oposición -en particular la que se identifica con el liderazgo de Cristina Kirchner- se siente acosada. Los empresarios y jueces -que en su gran mayoría ya estaban más cerca de Macri que de CFK- siguen la tradición de correr en auxilio del que va ganando. La «guita sabia», como dicen los yanquis, está apostando a la reelección de Macri.
Y al mismo tiempo, hay un trasfondo de inquietud, y hasta de alarma por el estado de la economía. No importa que las consultoras y los medios internacionales feliciten a Macri y le digan que todo irá bien… si sólo se hacen pronto algunas necesarias reformas. Los argentinos recuerdan que eso mismo se escuchaba en los últimos años y meses de la Convertibilidad. Carlos Menem hasta había sido uno de los dos Jefes de Estado que fue invitado a exponer -el otro fue Bill Clinton- en la Asamblea del F.M.I. de 1999, en homenaje a sus exitosas transformaciones…
El diagnóstico que subyace es que el esquema actual no es sustentable. Sobre la situación financiera, la burbuja de las Lebacs, la adicción al endeudamiento externo, se ha hablado mucho y por muchos, desde el mismo C.E.M.A., ese templo del monetarismo, hasta este humilde blog. Sólo voy a agregar -como sostengo que, en el fondo, lo decisivo es la economía real- este fragmento de una reciente columna de Alcadio Oña en Clarín, que, como habrán notado, no es un medio kirchnerista.
Trata, con algo de melancolía, sobre la expectativa del Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, y dice «Los últimos datos del INDEC no lucen precisamente alentadores. Revelan que las ventas a la Unión Europea crecen 1,1% y que las compras a la Unión Europea aumentan 13,2%. También, que en los primeros diez meses la Argentina ha acumulado un déficit bilateral de 2.178 millones de dólares.
Nada muy diferente al perfil comercial que existe con otros países desarrollados, el 85% de nuestras exportaciones a la UE son productos primarios y, sobre todo, derivados de la soja. Del otro lado, el 80% que llega es todo bienes industriales que aquí no se fabrican o apenas se fabrican: trabajo ajeno, al fin.
Asoma ahí una muestra en pequeño de un agujero enorme, ya estructural, que se llama desequilibrio industrial y surge de lo mucho que se importa del mundo y lo poco que se exporta al mundo. El saldo de los diez primeros meses del año canta un rojo de US$ 33.573 millones de dólares.
Puesta de otra manera, la desproporción dice compras por US$ 48.960 millones contra ventas por sólo US$ 15.387 millones.
Tampoco desconocida, en el medio salta la fuerte dependencia del exterior o, dicho de otro modo, que el crecimiento de la economía implica necesariamente crecimiento de las importaciones. Y luego dólares para sostener la estantería«. ¿Alguien dijo «restricción externa»?
Entonces, la pregunta del título: ¿Que pasa si todo se va al diablo? La respuesta es inevitable. Se hará cargo ese pariente cercano del diablo, el peronismo ¿Quién otro?
Ahora, la conducción política del peronismo está muy en discusión, como también habrán notado. Pero hay una buena noticia: tres miembros de la Comisión de Economía del PJ (por fuera de esta y sin comprometer al conjunto de la comisión ni al partido) han decidido proponer un Plan de Contingencia, para ofrecerlo a quienes tengan que hacerse cargo en una eventual crisis.
Dos de ellos, Guillermo Moreno y Pablo Challú, tienen amplia experiencia en hacerse cargo en ocasiones que la economía se caía a pedazos. Sergio Carbonetto, hijo de otro protagonista de anteriores salvatajes, tiene el empuje de la juventud. Les copio su trabajo. Aunque es sólo un esbozo inicial, deja claro para los que conocen de economía los criterios que se plantean.
«Algunos elementos conceptuales de un Plan Económico de Contingencia (PEC)
Lic. Guillermo Moreno
Lic. Pablo Challú
Lic. Sergio Carbonetto
Comienza a existir consenso en nuestra comunidad profesional en que, producto de las inconsistencias de la actual política económica, se está llegando a una situación insostenible. Esto nos da la razón a quienes, desde el primer trimestre de 2016, alertábamos que ese diseño nos llevaría a instancias críticas.
A dos años de la asunción del gobierno nacional, la economía no presenta ninguna señal alentadora: las inversiones productivas privadas no aparecen, la inflación no cede, el déficit fiscal total -bien calculado- ronda los 11 puntos del PIB, el volumen de las LEBAC se ha convertido en un problema autónomo, los déficits de la balanza comercial y de la cuenta corriente de la balanza de pagos están entre los más altos de la historia, mientras que las tasas de interés se mantienen en niveles realmente elevados y el peso sufre una impresionante apreciación, que afecta tanto a la industria manufacturera como a las economías regionales.
En ese marco, la distribución del ingreso ha empeorado y la pobreza y la indigencia han crecido, al tiempo que el empleo se deteriora. Lo más grave es que las tendencias indican que esta situación transita un sendero de agudización.
El punto es que, cuando se sale del diagnóstico para abordar los cursos de acción, los consensos alcanzados se esfuman. Si la situación fiscal se intenta resolver mediante un fuerte ajuste del gasto público, la recesión que provocaría no haría más que agravar la propia situación fiscal por la baja de recaudación, la monetaria por la caída de demanda de dinero, y obviamente la social por la pérdida de los ingresos de las familias.
Una variante, entre quienes sostienen este diagnóstico, afirma que el oficialismo tiene muchos objetivos mientras que sólo dispone de unos pocos instrumentos, con lo cual, no hay posibilidades de alcanzar ninguna de las metas que se propone.
Y si ésta fuera sólo una, la inflación, su combate terminaría con un resultado similar: recesión.
Parecería entonces que el país se encuentra en un atolladero, no solo por la delicada situación macroeconómica, sino también por el riesgo que conllevan algunas de las soluciones propuestas. Sin embargo, se abre otra perspectiva si, al mismo tiempo que se observan las inconsistencias macroeconómicas, se analizan las causas que las han originado.
Entre ellas, podemos destacar:
– creer que bastaría con políticas market friendly para generar una «avalancha» de inversiones productivas;
– pensar que ese hipotético aumento de la inversión compensaría la baja del consumo privado, generada por la afectación de los ingresos populares que las mismas políticas provocaron, de tal modo que no se produciría una disminución en la demanda global que agudizara las tendencias recesivas en la economía;
– la idea de que una apertura indiscriminada, llevaría a la eficiencia económica;
– sostener que la inflación es siempre y en todo momento solo un fenómeno monetario y;
– considerar que, en una economía altamente concentrada, la formación de precios se daría de manera similar a la que ocurre en una de tipo competitiva.
Al removerse estos errores conceptuales, surgen con evidencia los instrumentos necesarios para solucionar las inconsistencias, y alcanzar los diferentes objetivos que permitan salir del atolladero en el que se encuentra la economía, encarando simultáneamente los distintos problemas.
Así, algunos de los elementos conceptuales de un PEC son:
– una política de ingresos que permita restituir el poder de compra a los sectores populares, a partir de la concertación de precios y salarios, logrando así una efectiva concurrencia de las expectativas, reconstruyendo el consumo y el mercado interno;
– la política de comercio exterior debe proveer una adecuada consideración de las necesidades competitivas de las actividades económicas internas, y establecer una administración del comercio exterior, acorde a los nuevos paradigmas mundiales, que garantice «primero lo argentino»;
– la política monetaria debe estabilizar los precios, sostener un tipo de cambio competitivo, generar los incentivos para modificar el perfil de vencimiento de las LEBAC;
– y coadyuvar al crecimiento del PIB; y la política fiscal mejorará el perfil de su déficit al recomponerse la recaudación por el mayor nivel de actividad económica y la recuperación de la base imponible del sector agropecuario de más alta productividad.
Todo ello propiciará, de manera sustentable, las condiciones para el desarrollo de las actividades productivas y de la generación de empleo en los distintos sectores de actividad económica. Al tiempo, se comenzará el camino hacia la recuperación de los superávits gemelos, que garanticen el crecimiento de la economía y la mejora en la distribución del ingreso».
Tienen que ser más audaces y proponer una criptomoneda…
Una de las ventajas de ser oposición es poder plantear discursivamente metas y políticas, que no se aplicarán porque el gobierno lo maneja otro.
Veamos el PEC:
1) Política de ingresos: Léase aumentos de sueldos por decreto. Se llama «concertación», pero en realidad es un manejo de la paritaria (que yo sepa siguen vigentes y libres). Para eso tenemos 100 veces más sindicatos que el mundo «exitoso».
«Reconstruyendo el consumo y el mercado interno» ¿Cómo? ¿Y los pobres? ¿Seguimos extryendo biyuya de los contribunyentes? ¿Y el déficit fiscal?
¿Con control de precios, que tan bien ha funcionado en durante la década «concertada»?
2) Política de comercio exterior: «Administración del comercio exterior». O sea, seguir dificultando el «puerta a puerta» y demás inteligentísimas propuestas mientras las clases favorecidas siguen vacacionando baratísimo en Kamchatka. Tanto que aún con los neoliberales macristas seguimos siendo tan insignificantes en el comercio exterior como antes.
He participado del «Compre Argentino» durante largos años. Pero en realidad las poilíticas públicas fueron siempre una sola: un dolar no competitivo. Salvo la primavera discursiva, obviamente incumplida, del paradigma del ministro menemista Guido Di Tella: «dólar recontra-alto»..
3) Política monetaria: ¿Estabilizar los precios que esta gente multiplicó por 10 cuando fueron gobierno? Bueno, del «cambio competitivo» ni hablar. Ah bueno mejorar el «perfil» de las LEBAC ¿Cómo? ¿Bajando la tasa? ¿Defaulteando las LEBAC?
4) Coadyuvar al crecimiento del PBI; ¡Qué buena idea: volver a aumentar las retenciones a la soja!
Por su «productividad», claro. O sea instituir la Enfermedad Holandesa como política de estado. De otras industrias competitivas, ni hablar.
5) «Todo ello propiciará, de manera sustentable «… Bueno, encima traerán «superávit gemelos», y también mejorará la «distribución del ingreso»
Un mundo feliz…
No se pudemas que compartir en líneas generales, a pesar de Guillermo, tanto las críticas como los objetivos dado que el diagnóstico también se corresponde con las ideas sustentadas por el movimiento a lo largo de los años. Que Guillermo no entienda que el rápido desarrollo de YPF y la industria del petróleo en general es una prioridad que no conoce de costos, amén de su tendencia a arreglar con los popes de la concentración económica, no invalida su formación peronista.
Dicho esto, me quedé tildado por la cifra de déficit que presenta Oña, ¿no era que se estimaba en alrededor de seis mil millones de dólares?.
Si hablamos de más de treinta y tres mil millones de dólares, el problema es mayúsculo, y sus consecuencias socioeconómicas serán muy importantes, entre el cinco y el siete por ciento del PBI se va en saldo de importaciones y exportaciones, que por lo visto hace dos años no era necesario, con una acentuada disminución del total intercambiado como demostración de una política fracasada y sólo sostenida por la alocada inyección de préstamos anabólicos, que de no mediar reestructuración serán una pesada carga en los años futuros, que arrancará recursos que se deberían aplicar a las diversas necesidades que se plantearán durante la futura reconstrucción del país.
Nunca menos y abrazos
Estoy decepcionada. Donde están los esbozos de un plan? Por qué no consultan a algunos kirchneristas que tienen, desde el vamos, diagnósticos mas claros? O a Silvina Batakis o leen, para empezar, el extraordinario librito de Claudio Scaletta LA RECAÍDA NEOLIBERAL. Para hablar en serio y no con burdas generalidades.
Mis preguntas son cómo piensan:
1) obtener un tipo de cambio competitivo
2) mantenerlo
Por supuesto, 1) es si consideran que el tipo de cambio NO es competitivo, por que tengo mis dudas que con alguna «politica monetaria» se pueda atento al fenómeno inflacionario que NO es de tipo monetario y como el principal factor en la apreciación o que hace NO competitivo al tipo de cambio
Obviamente estoy pensando en que 1) NO deberá obtenerse de la forma clásica-orto aka devaluación
Si la propuesta remueve algunos errores ideologicos del macrismo, todavia falta. Audacia, sobre todo. El plan mau no resuelve nada y empeora las cosas. Pero un plan meramente defensivo nunca va a ser suficiente para resolver la restriccion externa.
Sí se puede!!! Sí se puede!!! Jajajaja….Tal vez me equivoque, pero no lo recuerdo David (Idu) haciendo estos comentarios cuando Macri mentía descaradamente durante la campaña electoral….
GM habló de extenderse en detalle durante 2018. Ahora no corresponde, es un primer esbozo para empezar a hablar-no te olvides que es una omisión de 50 economistas de primer orden. Piano piano.
Ver mi primera frase: es más fácil ser opositor.
Saludos
perdon, los q generaron el problema van a venir a solucionarlo, es muy bueno solo en el mundo peronista puede ocurrir, ja ja
Lebac 31% (suuuube, suuuuube…..): remake del riesgo pais pre- estallido 2001
el Central se ve obligado a convalidar tasas crecientes q exige el «mercado» para posponer la corrida al verde. Q Kede claro: BCRA no fija tasa, la tasa la exige el «mercado» al licitar, el Central la convalida o no, peeeero el Central esta kebrado (su pasivo exigible en stock Lebac ekivale a 65.000 palos verdes y su activo en reservas netas llega a 25.000 palos). Ya llegamos a cuasi 32%, y en pocas semanas a esta velocidad perforamos 35 puntos. La megabomba Lebac detona si o si y a medida q la tasa se torne estratosferica el dia D se acerca. El «mercado» (bankeros) decide cuando baja el pulgar.
https://www.bcr.com.ar/Pages/Publicaciones/informativosemanal_noticias.aspx?pIdNoticia=859
http://www.ambito.com/906160-el-dolar-retrocedio-cuatro-centavos-a–1760-tasa-de-lebac-supero-el-31
Q hacer?: kita d deuda, bonos x Lebac, salariazo y conformacion d empresas mixtas con mayoria estatal para mono y oligopolios cartelizados en insumos difundidos, alimentos, medicamentos y comercializacion (empezando x el megafugador Coto), administracion d comercio exterior, restauracion d retenciones, empresa estatal monopolica para comercializar commodities.
David mire que lo leo hace rato y no se le cae una idea, con respeto se lo digo.
Por lo general, no apruebo «comentarios» que sólo vienen a descargar bronca y frustración.´
(A David idu le tengo algo más de paciencia. Es el Neustadt para estos tiempos decadentes. Y equilibra a entusiastas como Claudio Maxi).
Pero este de «sandro» me resultó interesante. Porque la explosión, si viene, será de la burbuja financiera que cuidadosamente armó Macri (La restricción externa es un problema estratégico, y no lo inventó él. Sólo lo empeora).
PERO… la explosión anterior, del 2001, fue en gran parte fruto de las políticas de un hombre del peronismo, Carlos Menem.
Y a pesar de eso… el peronismo tuvo que hacerse cargo y solucionarla.
La historia no se repite, pero nos dice algo.
Otra opcion es que PRUEBE LO QUE AFIRMA, ojo mostrando causalidades no nos vas a venir con «correlaciones» como suelen hacer los adoquines supersticiosos más sofisticados, igual no te tengo fe peeero…… creo que nos vamos divertir un rato largo con ♪♬rosa, rosa la maravillosa♫♩ jjjjjjjj…..
Gracias Abel, por tu paciencia.
¡Y eso que a mí Neustadt me gustaba más bien nada!
Siguiendo tus sabios consejos, trato de no hacer largas idas y venidas, por eso no respondí a Pedro más arriba.
Así que aprovecho para decirle a Pedro, que llevo miles de comentarios, textos escritos, etc. Ideas tal vez no bien «caídas», pero honestas.
Saludos.
Precisamente esto dialogábamos
con viejos peronchos, y nosotros (recién llegados a los 40)
en donde concluímos que
se arraiga el sálvese quien pueda,
se empieza a negrear (la economía) todo lo que se pueda,
bicicletas financieras;
y que éste gobierno (gris)
tiene más de menem que de la rúa, y más de cafiero que alfonsín (suponiendo benévolamente).
Pero la conclusión final:
un signo interrogante, grande como la cordillera.
Saludos muchachos,
y largo aliento de resistencia y más larga construcción, aún.
Plagiándote la primera mitad del segundo párrafo y copiando la idea básica de «Plan para reconstruir lo que inevitablemente se va a ir al joraca», creo que habría ya que ponerse a esbozar un plan de reconstrucción de la política exterior argentina.
es evidente que el periodista confunde déficit comercial con déficit por cuenta corriente.
para el caso igual estamos TODOS en el horno.
Nunca menos y abrazos
El marco general está estudiado y aplicado. «Policy Price & Income». De hecho el primer peronismo desarrolló su propia versión de estas políticas. y busquen quienes las usaron y donde están. Vamos Guille todavía!!
El tema no es idear un modelo, sino tener la astucia y el poder para aplicarlo.
Los detalles son más micro que macro, que es la parte más difícil de estudiar y aplicar.
Cualquier macroeconomista te cuenta su modelo en dos páginas.
Guille sabe Macro (es relativamente más fácil), pero domina la Micro. Hay que darle bola.
Ojo Sile que las causalidades son inferencias siempre a partir de correlaciones.
Lo difícil es encontrarlas.
Usté lo sabe.
Nunca menos y abrazos
NO cro……
En general se usan métodos matemáticos,estadísticos, (regresiones, test de correlación y después causalidad, raíces unitarias, hay varios métodos)
A grosso modo se fija una variable como dependiente de otra y se testea las dos cosas citadas (correlación y «causalidad»)
Si fuera como vos decís, es lo mismo que lo que hacen los tiramierdas: ven correlación e infieren a partir de las que les conviene….
Pero el mayor problema que presentan estas pelotudeces es que la realidad marca otra cosa o lo contrario, o sea para tumbarlas basta ver si son ciertas (como emision o déficit fiscal=>inflación)
No Sile, regresiones múltiples de distinto grado, logísticas Spearman, correlaciones canónicas, lo que quiera.
La vble dep o indep es arbitraria.
El mecanismo para descular causalidad no es estadístico.
Si es que Dios no juega a los dados.
Heisenberg (Walter White).
Nunca menos y abrazos
[…] estaban apoyadas electoralmente está hecha jirones. Y el escenario de crisis que especulamos aquí… aparecerá más […]
jajaj está muy bien eso. los peroncoins o algo así.
Y ahi es donde difiero cuando se arman estas discusiones en el bar; Menen no es un hombre del peronismo, fue solo un usurpador de sellos, al igual que cualquiera otro que desde dentro del partido aplique politicas contrarias al interes nacional o de corte neoliberal. El unico peronismo que vi hasta ahora fue el de Peron, el de Evita, y el de Nestor y Cristina.