Cuando ganó el partido de la gente

comuneros

La suerte está echada (y se niega a levantarse, me dicen). Mientras se cumple con los trámites, quiero subir algo que nos recuerde que no siempre las cosas salen mal. Recurro a una columna del amigo Mario Casalla (filósofo, investigador y escritor) donde cuenta de otra elección. Hace ya bastante tiempo, pero es bueno tener presente que la Historia no comenzó cuando uno empezó a interesarse en política.

«El pensamiento político europeo y norteamericano ha resulto denominar “populismo” a toda forma de gobernabilidad política que no coincida con su concepto clásico de “republicanismo y división de poderes”; y esto aunque esas formas históricas se encuentren hoy visiblemente en crisis (incluso en los mismos países que la han engendrado).

El reciente debate entre ­Macron/Melenchon[MC2] /Le Pen en las elecciones francesas es un claro ejemplo de ese uso arbitrario. Así Macron encarnó el lugar del “republicano” y Melenchon (desbordando por izquierda) y Le Pen (por la derecha) recibieron el mismo mote de “populistas” (aunque nada tengan que ver entre sí). Ganó Macron y la cómoda burguesía parisina ya puede volver a dormir tranquila, al menos por algunos meses.

Si esto es grosero en el panorama europeo, se torna aun peor cuando se lo traslada a nuestras realidades latinoamericanas. Así el chavismo venezolano, el PT brasileño, el peronismo argentino y las experiencias de Evo Morales o de Rafael Correa en Ecuador (tan distintas entre sí) son despachadas sin más con el mote de “populistas». Es que la calificación sirve tanto para un barrido como para un fregado y lo que en realidad encierra es una profunda incomprensión de lo “popular” en América, lo cual es reemplazado por una proyección categorial europea que nunca  nos calza bien. Alguna vez hemos comentado en esta misma columna el uso entre nosotros del término “populismo”, importado por el italiano Gino Germani, considerado el padre de la “sociología científica” en la Argentina. Sin embargo, nuestro punto de partida y de llegada fueron muy otros. Retrocedamos un poco.

1544. EL “PARTIDO DE LA GENTE”.

Curiosamente fue antes de la Revolución de Mayo de 1810 y no fue en Buenos Aires sino en Asunción del Paraguay (ambos pertenecientes a un mismo espacio geopolítico: el Rio de Plata), donde ocurrió este bravo “tumulto popular”. Fundada como Ciudad de Nuestra Señora de la Asunción (16 de septiembre de 1541), tuvo en el guipuzcoano Domingo Martínez de Irala su primer gran caudillo (local y regional). Era el “caudillo de la gente”, como entonces se llamaba al conductor y vehiculizador de los intereses populares, generalmente en pugna con los de la Corona y sus adelantados. Había entonces allí dos partidos, el “de los oficiales” (con Ruiz Galán y Salazar a la cabeza) y el “de la gente”  (encabezado por Irala y Alonso de Cabrera). Formalmente lo que dividía aguas era la sucesión legítima del primer Adelantado don Pedro de Mendoza (fallecido en altamar) y la de su sucesor y Alguacil Mayor Juan de Ayolas (muerto por los feroces indios payaguás en la región del gran Chaco). ¿Quién gobernaría entonces la flamante “ciudad”, constituida a su vez como reunión de las poblaciones de Buenos Aires y Paraguay? El Partido de los Oficiales quería esperar a un nuevo Adelantado que viniese desde España; en cambio, el Partido de la Gente aspiraba a darse un gobierno ya y así adquirir la calidad de “vecinos”, con todo lo que esto significaba en aquélla legislación indiana.

Triunfó el Partido de la Gente y así se constituyó como “república” (sinónimo entonces de “ciudad”): desde la base popular y en cierta medida con decisión propia respecto de los funcionarios que venían de España.  Para elegir el Cabildo, Irala les pide a los vecinos que voten dos nombres como “electores”, los cuáles elegirían a su vez diez “personas idóneas” y de entre ellas se extraerían los cinco “regidores” del primer Cabildo de Asunción. También por elección de los vecinos se nombró un Alcalde (en este caso la elección recayó en Juan de Salazar, el fundador del primitivo Real) y un Aguacil Mayor. A su vez “la gente”, convertida ahora en “milicia”  vecinal, se organizaba para proteger militarmente la ciudad y hacer valer sus derechos de pobladores. Cuando al año siguiente llegue efectivamente a la ciudad el nuevo Adelantado designado por la corona (Alvar Núñez, Cabeza de Vaca), se encontrará con la “gente” organizada y le será imposible gobernar sin ellos.

La prueba fue que cuando los enfrentó se produjo el primer alzamiento popular en territorio del Plata: el “tumulto” en Asunción del 26 de abril de 1544. Allí, al grito de “¡Libertad, libertad! ¡Viva el Rey y muera el mal gobierno!”, Alonso de Cabrera y los tumultuarios, apresan al Adelantado Alvar Núñez, le abren proceso por traición y lo detienen un año en el Cabildo de Asunción. Al cabo del mismo, lo remiten a España en una carabela que bautizan Los Comuneros (por ellos: la gente, el “común”) y custodiado por el mismo Alonso de Cabrera. El “memorial de cargos” que remiten al Rey es atendido por el propio Carlos V, quien destituirá al Adelantado, lo desterrará al África por un tiempo, con prohibición de volver al Río de la Plata.

Había triunfado el primer alzamiento criollo  y de aquí en más los españoles peninsulares sabrán que los indianos, “no son empanadas, que se comen con sólo abrir la boca”, tal cual lo dirá San Martín (otro indiano rebelde!) tres siglos años más tarde. Así la región del Plata se organiza desde el vamos con una fuerte impronta democrática y popular, tanto en lo político como en lo militar y económico. Esto será decisivo a la hora de organizar el Virreinato (1776) y de liderar la posterior república independiente. Y esto fue posible en función de una Real Cédula de Autonomía dictada por Carlos V el 12 de septiembre de 1537, araíz de la acefalía provocada en el Plata por las muertes de Mendoza y de su sucesor Ayolas. Esta curiosa y fundamental pieza política (proveniente de un rey no precisamente blando ni justiciero) puede ser considerada uno de los primeros instrumentos legales que favorecieron el protagonismo de la “gente” en América. Estaba dirigida a Cabrera y por ella (¡el mismísimo rey de España!) autorizaba a los vecinos a que “elijan por Gobernador en nuestro nombre y Capitán General de aquéllas provincias, a persona que según Dios y sus creencias parezcan más suficientes para el dicho cargo  Esta elección popular podría ser por unanimidad o por simple mayoría, lo cual se daba después de tomarle juramento a cada vecino de“elegir persona que convenga a Nuestro servicio y bien de dicha tierra”. Ganaba el “partido de la gente”, pero lo hacía  conjugando también y respetando los derechos de las dos partes, casi en un pie de igualdad (¡los del Rey y los de la “gente”!). Esta Cédula era tan revolucionaria para la época y para ese tipo de monarca, que se supone fue dictada directamente por él, sin previamente consultar con “los doctos”. Tanto es así que el Consejo de Indias la dejará a un costado (puesto que no tenía atribuciones para derogarla), pero los bravos españoles indianos la invocaran reiteradamente cuando había problemas con el gobierno de estas tierras, desde esta revuelta contra Alvar Núñez en Asunción. La fuerte tradición democrática y popular en estas tierras quedaba así efectivamente fundada y legalmente respaldada. Un par de siglos más tarde otra “Revolución de los Comuneros” (en Asunción y en Corrientes, entre 1732/34) volverá a mostrar que en Hispanoamérica lo democrático estaba fuertemente unido a lo popular».

25 Responses to Cuando ganó el partido de la gente

  1. manolo dice:

    Abrazo

  2. gustavo piazza dice:

    si, está bueno recordar la primera insurrección comunera, pero también estaría bueno recordar que al mismo tiempo que en paraguay (un cero a la izquierda para el imperio de carlos V) había un lindo quilombito en perú, con la sucesión de pizarro, que amenazaba con levantar perú y con más guita que la que tenía el emperador por entonces. digo, mandó al curita ése a perú y les aflojó el yugo a los paraguas porque no le quedaba otra… interesante recordatorio de que más allá de cuánto nos peliemos ahora entre nosotros, tirándonos motes a troche y moche, lo que en definitiva va a definir si ganamos o perdemos es la situación internacional, especialmente en latinoamérica. si sigue temer en brasil, y cae maduro en venezuela, vamos a estar fritos acá, y por más que nos acusemos de traidores entre nosotros la culpa real va a ser que la situación no dio para más. digo, haremos lo que podamos, que siempre que llovió paró.

  3. es un gusto leer tus post . abrazo claudia mattenet

  4. Norberto dice:

    Muy local y rencoroso lo suyo, estimado y admirado blogger, sobre todo en un distrito donde a pesar de una gestión moderadamente buena votaron en contra por arrastre anti K, anti DOS y anti P……eronista.
    Y todo eso donde el Ingeniero coimero se dejó ver como tal con el asuntito de las cloacas, que le costó el puesto al dientudo Rouselot, pero que Román se encargo de envolver para regalo con moño y todo.
    En fin, conozco algunos odiadores llorando por la admistración de Tagliaferro de Vidal
    Nunca menos y abrazos

  5. guillermo dice:

    Este post sería mas entendible en 1983, cuando Argentina retomaba la democracia como forma de gobierno, con una casi insignificante experiencia de 14 años de democracia con voto universal (1916/1930) en que, con fallas incidentales, hubo gobiernos elegidos democráticamente restringidos por la Constitución, legislación, etc, en su ejercicio del poder. De 1930 a 1983 absolutamente ningún gobierno argentino, elegido o no, se atuvo a las restricciones que la Constitución y la ley le imponían. El resultado de eso fue la sistemática violación de la ley y/o la negación de la voluntad mayoritaria. Que en 1983 alguien escribiese sobre la importancia histórica de respetar la voluntad de la mayoría era perfectamente lógico.

    Pero en 2017, con 34 años de democracia ininterrumpida, poner un post sobre la importancia de respetar la voluntad mayoritaria no se sabe a qué viene. Hay treintones nacidos y crecidos en un país en que el voto de la mayoría decide quien gobierna. El vicio terminal de la democracia argentina hoy es la idea enquistada en el cerebro de que la ley vale si sirve a quien la aplica, si no hay que buscar la vuelta para ignorarla. En un momento en que la mayoría de los comentaristas aquí se explayan sobre la necesidad de evitar las PASO para complacer/beneficiar a Cristina Kirchner, quien pasó la ley estableciendolas y ahora quiere ignorarla, es bastante sintomático de que el problema ha dejado de ser el respeto a la voluntad de la mayoría, es el respeto a los controles acordados como reglas, aun por quienes los crean.

  6. Norberto dice:

    Varias e interesantes cosas que decir al respecto, hoy a las 14:15 escuche decir al gordo «autocrítico de Cristina» de larga barba que ella no se presentaría

    http://info135.com.ar/2017/06/14/cristina-anuncio-que-sera-candidata-para-frenar-a-macri/

    mientras que Florencio expuso su particular forma de ver la democracia que supone patrón al candidato

    http://www.diarioregistrado.com/politica/randazzo-ratifico-que-va-por-el-pj-y-pidio-que-marginen-de-ese-partido-a-quienes-apoyen-a-cristina_a59417103d669e67b19cf798c

    y eso hace que este artículo de Silleta hoy se haga muy vigente

    http://info135.com.ar/2017/06/14/la-guerra-secreta-entre-kirchner-y-duhalde-por-el-sello-del-pj/

    porque en el se lee que ni siendo quien controlaba todas las autoridades del PJ provincial se puede con quien es el elegido del pueblo.
    Nunca menos y abrazos

  7. ricardo j.m. dice:

    muy bueno

  8. Luis dice:

    Creo que el término «populismo» instalado masivamente en forma peyorativa fue uno de los «logros» de la derecha argento. También hay otras palabras que tratan de instalar de esa forma como por ejemplo: «asistencialismo», «subsidios», etc. Del lado progre son pocas: «gatillo fácil»…

  9. manolo dice:

    Norberto, estimado Compañero, corte de boleta se llama el fenómeno.
    Pomelo, Martin S, lo supo utilizar como pocos.
    Aunque es prematuro, los indicios sobre los responsables de barrio, es Cristina Senadora y el resto lista 2 o nada.
    ¿Cuántos puntos de diferencia entre Cristina y el resto de las listas del frente ciudadano?
    Ud. tiene los datos, y de fuente propia, más del 40 de quienes tenían intención de votar por la Compañera de Tolosa, querían ir a internas.
    Por la sencilla razón de “optar por el que se cante”.
    Encima, salen que lo dejan “a fuera” a MILES para compensar lo del PJPBA.
    Lo que solo falta que “inviten” a los extra partidarios Fernando Iglesias y Silvia Mercado.
    En fin; las encuestas, ahora si, parten de cero.
    Abrazo.
    PD, El voto de Martin S siempre fue antiperonista, Moron después de la división del distrito es prácticamente igual a Vicente Lopez y San Isidro.
    En 2007, Carrio perdió por 4 o 5 puntos, y en 2011 a pesar de los abrumadores guarismos de la provincia, la eleccion fue mala,

  10. Norberto dice:

    Mi estimado y admirado compañero, ¿en serio cree que votaran a los colaboracionistas, en el exacto sentido del término para Ud que tiene referencias tan europeas, como Abal Medina, Daer, Romero, Roberto, el Chino Navarro, que por carpeta o sanguchito, votaron la defunción del sistema jubilatorio, el endeudamiento, el pago a los buitres, la Ley de ART, o a Julián que dio el toque final con los Lanata/tta para el triunfo del 37% de la dueña de UCEP cuyo ex aún reina en sus pagos?
    Ah, ¿me equivoco si digo que el desmembramiento del partido fue consecuencia del afaire de las cloacas?
    Nunca menos y abrazos

  11. victorlustig dice:

    bienvenido Manolo

  12. Capitán Yáñez dice:

    Lustig… usted a veces me desconcierta… ¿A dónde le da la «bienvenida» al compañero Manolo?
    Manolo -ese hombre en tránsito…- es la quintaecencia del peronismo…
    ¿A dónde le da la «bienvenida»?

  13. Voces dice:

    Parece Guillermo que eres bastante masoca, no hay post que te venga bien, no recuerdo ningún comentario tuyo en acuerdo con algún post, no digamos elogiando, pareciera que visitas el blog sólo para sufrir.

  14. victorlustig dice:

    A aquella parte que descree de los comisarios politicos, que descree del kirchnerismo, que descree que el kirchnerismo es la evolucion natural del peronismo, que descree que los herederos de JDP son los kirchneristas.

    Podria seguir, pero creo que alcanza con eso

    Manolo, aka, secretario cultural del peronismo mazorquero, fue despreciado, ninguneado, etc por el kirchnerismo, y, si Ud lee sus posts desde hace mucho como yo, ha dibujado de alguna manera el futuro segun su vision, y, le erro poco. No el futuro macro y progre, sino el local y micro, si le hubieran dado bola los genios kirchneristas todavia estarian en el poder, afortunadamente no le dieron ni cinco de bola

    Al fin y al cabo coincidimos siempre que el limite entre civilizacion y barbarie es Nazca, y, los dos vivimos del mismo lado.

    PS Perdon Manolo

  15. victorlustig dice:

    no, hay muchas, la patria es el otro, lo importante es el proyecto (y sus variantes), igualitario, si quiere sigo

  16. claudia dice:

    Debo reconocer que se me escapa , tal vez por lo extremadamente sutil, la intención puntual del posteo. Pero el texto aludido me remite sí a una primera lectura: la vigencia de las demandas populares, la inviabilidad de desoírlas y también, que hasta la cabeza más «coronada», debe bajar a negociar. Ya en terreno menos «regio» y más argento, me recuerdo que una vocación de negociación (la contienda PASO sustentaría, en lo formal, tal honorable intención), implicaría que quien se postula para ella no va con los tapones de punta demandando primacía de lugares cuando los números no lo sostienen (las mediciones sobre Randazzo son abundantes y confiables, al menos, hasta ayer). Pretender, para colmo, llevar a terreno de adversario a quien se sustrae de serlo, revela una intención, si no patológica, al menos, sospechosa, más cercana a una actuación para construir un posicionamiento y relato centrado en el rol de la víctima. Me parece que una estrategia así es vertebrarse muy pobremente y da cuenta de que estamos en presencia de un verdadero invertebrado que nunca concurrió a otra cosa que no fuera a romper y no a asimilarse.
    En cuanto a aconsejar uso de tijeras en elecciones tengo la impresión de que no se ha aprendido nada de los últimos sufragios. Santa Fe del 2011 es un triste recuerdo de cómo una camándula de dueños de sello defenestró a su cabeza de lista (por entonces, el chivo Rossi) aconsejando tijeras y la traslación demente de esos votos a un esperpéntico Del Sel, lo que permitió atornillarse a butacas legislativas pero al par, quemó todo códice de estrategia de largo plazo en dicha provincia y regaló una gobernación al oponente. Ni hablar de aquellas intendencias bonaerenses que hicieron lo propio y decantaron tijera por Vidal. Suelo tener gran respeto por esas preparadísimas mentes peronistas cuya formación intelectual es innegable. Pero, si el consejo es tal, bueno, quizás sea tiempo de rever esas insignes bibliotecas de apoyo, o de quemarlas, si dan por consejo una operación tan poco astuta y reñida con lo que el pueblo necesita perentoriamente, que es… que el Peronismo provea una alternativa viable.
    Viene siendo un clásico, también, que las narices más exquisitas del Peronismo tiendan a sentirse incómodas con corrientes que, si bien oxigenan en su momento al Partido, luego le resultan una evidente incomodidad ideológica u operativa (o ambas cosas). Quedar dentro del Partido siempre es la aspiración de tales corrientes vivificantes pero viene probándose históricamente imposible. Y esto no es una sorpresa pero sí una decepción continua que confirma una regla no escrita pero lamentablemente vigente.
    Como sea, dudo que un votante que sienta hoy la flagrante diferencia de lo que hubo hasta 2015 y lo que hoy padece, se tiente a hacer uso de tijeras si en la boleta ve la foto de Cristina (o de ella abrazando al referente de su preferencia que decida entronizar, si resulta interdicta judicialmente). Saludos.

  17. guillermo dice:

    Esto es hace apenas dos días:

    guillermo dice:
    junio 11, 2017 en 5:54
    Todo esto es cierto, y muy positivo…

    Tu problema, Voces, es que como solamente leés los post que refieren a las cosas que hace tu adorada Cristina Kirchner, no es sorprendente que pienses que todo me parece mal. Ampliá la mira.

  18. Daniel Eduardo Arias dice:

    Bravo, Gustavo Piazza. No muchos comentaristas se toman el trabajo de atenerse al tema del blog y además aportar información nueva y pertinente.

    Para añadir a la confusión, trato de hacer eso: el «municipalismo» de Carlos V (y del resto de los Habsburgos subsiguientes) se manifestó más de una vez y dentro del territorio metropolitano de España.

    Cuando Carlos V llegó a España fue considerado -entre otras cosas, por no hablar ni jota de ningún dialecto ibérico- un maldito alemán entrometido por varias de las grandes ciudades, las mismas que trataban inmemorialmente de constituirse como estados independientes (ejemplo de tapa de libro, Barcelona). Las aplastó militarmente, pero no con facilidad ni para siempre. Como resumió Miguel Ángel Asturias, Carlos V descubrió que bajo su guante de hierro, el país era de piedra.

    Pero otra fue la postura de la monarquía Habsburgo frente a las PEQUEÑAS rebeliones municipales en contra de los comendadores abusivos o de la pequeña nobleza. En estos casos, los campesinos ricos que lideraban los ayuntamientos estaban podridos de la vigilancia impositiva «de proximidad» a cargo del señorío local.

    Ante cualquier conflicto frecuente de los provocados por «el señorito» (apropiación de tierras, violación de alguna señorita virgen), el municipio solía levantarse en armas, juzgar al ofensor en asamblea, matarlo debidamente y luego esperar ver qué tesitura adoptaba el rey.

    Cuando llegaban los investigadores de la Corona, torturaban a algún rebelde «pro forma» para mantener las apariencias, pero en el fondo estaban de acuerdo con el pedido del municipio en cuestión: dejar de ser «tierra de abolengo», es decir propiedad del noble difuntito, y ser recatalogado como «tierra de realengo», que tributaba directamente al rey.

    Las ventajas impositivas no parecen muy claras hoy, pero sí lo eran entonces. El rey quedaba lejísimos, en la corte, y era más fácil evadir impuestos, y en términos comparativos, era más infrecuente la creación de impuestos nuevos «de realengo». Los señoritos locales eran más creativos que Cavallo, y por eso algunas veces terminaban ajusticiados por los vecinos.

    La justicia del rey frente a estos casos era «de manga ancha»: se respetaba la inevitable voluntad del municipio de pagarle directamente al rey, que salía favorecido por la eliminación de intermediarios levantiscos y chorros, como solían ser los pequeños nobles locales (al menos en la percepción real).

    El que quiera ver en esto un precedente a favor de la democracia local o burguesa está más equivocado que perro en submarino. La cosa se inscribe más entre los conflictos frecuentes en toda Europa entre los centralismos monárquicos y la nobleza local y generalmente díscola. El monarca (y más en España que en otros reinos) solía alinearse contra los nobles para ganar tierras a sus expensas.

    Otro cantar era cuando se levantaba una región entera, liderada por una GRAN municipalidad, y ya no a favor del rey sino de la autonomía provincial. Ahí la política real era de tierra arrasada, más o menos con la misma ferocidad que mucho antes aplicaran los reyes católicos contra las autonomías de Galicia o en las guerras contra Portugal.

    Lo mismo se aplicó en los virreinatos y capitanías de Hispanoamérica. Si se revisan los archivos de la justicia cuzqueña o chuquisaqueña, uno se encuentra con bastantes rebeliones de aldeas quechuas y aymaras contra los encomenderos locales; sobre todo cuando estos se extralimitaban en sus extracciones de trabajadores jóvenes para mandarlos a servir (frecuente viaje sólo de ida) como mineros en el cerro de Potosí. Si el episodio era local y «desideologizado», es decir no impugnaba el orden imperial, no era infrecuente que los jueces españoles dictaminaran que el encomendero estaba bien muerto, pero el nuevo alcalde comunero debía seguir cumpliendo el antipático rol de elegir a los nuevos mitayos entre sus vecinos. El trabajo en Potosí no podía detenerse.

    Otra fue la conducta de la Corona y de los virreyes de Lima ante los levantamientos separatistas y antiespañoles de Tupac Amarú, Tupac Katari y ni hablar del de Chuquisaca el 25 de mayo de 1809, que empezó la tremebunda «Guerra de las Republiquetas» encabezada por Juana Azurduy y Manuel Ascencio Padilla.

    Los relativamente inocuos levantamientos contra los pequeños nobles de aldea fueron tan frecuentes en la España metropolitana en tiempos de los Habsburgos que n frecuente este tipo de hechos que dio origen a las llamadas «comedias de comendadores» en los teatros de Madrid, que eran tan populares, multiclasistas y concurridos como lo son hoy (o eran) nuestros estadios de fóbal. En palco cerrado, ahí iba hasta el rey, de modo que las obras no podían tener un pelo de contestatarias. Un ejemplo clásico de comedia de comendadores es «Fuenteovejuna», de Lope de Vega, que muchos nos hemos tenido que fumar en la escuela secundaria sin entenderla en absoluto en su contexto histórico. Y eso porque los profes de literatura no suelen ser muy duchos en Historia. Y viceversa. A shame.

    La rebelión vecinal paraguaya contra Álvar Núñez Cabeza de Vaca, a quien Carlos V mandó un tiempo a África para que se le enfriara la vacuna cabeza, parece inscribirse un poco en esta tradición perdonavidas. Si el monarca tiene que cobrarle a los locales unos morlacos que de otro modo se habría manducado el adelantado, y bueh, se resignaba cristianamente.

    La geografía contribuyó no poco a las libertades vecinales paraguayas. Asunción no era Montevideo, con su puerto de aguas profundas, y su importancia de frontera de guerra con el Imperio Portugués.

    Asunción era un destino de destierro para funcionarios imperiales, y un caserío sin importancia en medio de la selva litorial al que no se podía llegar navegando más que con embarcaciones ínfimas. A Carlos V el sitio le importaba un ardite, por decirlo al estilo de aquellos tiempos. Por aislado.

    Eso sucede por los bajíos de un río de poco caudal -el Pilcomayo- que lleva una carga sedimentaria impresionante y la descarga en el río Paraguay, aguas abajo de Asunción. Todavía hoy es difícil pasar por los tramos medio y bajo del Paraguay con embarcaciones de más de 2 metros de calado. Por algo el barco prevalente ahí sigue siendo la chata de fondo plano.

    El sedimento, que es puro suelo boliviano arrastrado por el agua, termina coloreando de marrón rojizo las aguas del mismísimo Paraná, desde donde lo intercepta el Paraguay, y esa carga sedimentaria es tan apabullante que le da incluso color al estuario del Plata hasta sobrepasar sus límites geográficos. Literalmente, el Pilcomayo trae tanto suelo boliviano erosionado en suspensión que logra teñir parte del Atlántico. Con más razón, antes de que eso se dragara, dejaba aislada a Asunción en un tramo del Paraguay «atarquinado», lleno de bajíos cambiantes, prácticamente innegociable para veleros que tenían que ir «haciendo piernas» entre los inciertos y traicioneros meandros.

    Fue ese espléndido aislamiento comercial, impositivo y administrativo, combinado con la herencia tecnológica dejada por los jesuitas antes de su expulsión, lo que le permitió al Paraguay transformarse en lo más parecido que hubo en el Cono Sur a un país independiente, primero de España, luego de Buenos Aires y finalmente de Inglaterra, y regido por un capitalismo de estado insólito en la región (escuelas, acerías, telégrafos y ferrocarriles propios, todo estatal). Esa joya de desarrollo independiente resistió militarmente todas las agresiones de Río de Janeiro, de Rio Grande do Sul y de Buenos Aires, hasta que con bastante plata inglesa detrás, fue aplastada, triturada y desmenuzada por el genocidio que fue la Guerra de la Triple Alianza.

    Es fama que cuando Belgrano cargó contra los paraguayos en su campaña «libertadora» (y lo mal que le fue), ambos ejércitos gritaban lo mismo: «¡Viva el rey, muera el mal gobierno!».

    Lo que Asunción entendía por «mal gobierno» era el de Buenos Aires, que como llave del Plata, si desarrollaba una flota propia estaba demasiado cerca y amenazaba ponerle control aduanero propio a las exportaciones paraguayas. Lo que tanto Buenos Aires como Asunción decían con «Viva el rey» era que Fernando VII -o quien reinara en su lugar, legítimo o ilegítmo, puesto por su papá Borbón, por Napoleón o por Magoya- viviera todo lo que quisiera, mientras se mantuviera lejos, no mandara demasiados inspectores o veedores y no amenazara el jugoso comercio, legal e ilegal, que ambas aldeas-capital mantenían con Inglaterra.

    Resumo, atreviéndome a contrariar siquiera de refilón a Mario Casalla: las rebeliones antihispánicas sudacas forman parte de una vieja tradición hispánica.

  19. Daniel Eduardo Arias dice:

    Desde arafue del peronismo, bien pensado y bien escrito, Claudia. Tomarse el arduo trabajo de implantar las PASO en la liturgia electoral y luego incumplirlas porque Randazzo es Clarín… es darle la cancha servida a Randazzo y a Clarín. Y lo lamento.

  20. Mariano T. dice:

    Han creado un mito con el Paraguay de los Lopez, que va mucho más allá del que se autoinventaron los propios paraguayos. Si siguen así van a equiparar a Asunción de 1870 con Manchester. Todo verso y exageración.
    Lo anterior, muy interesante.

  21. Mariano T. dice:

    Varios dieron la clave. Las reglas se establecen, se sacan y se ponen de acuerdo a la conveniencia del que tiene más fuerza en determinada situación. A todo nivel, desde la AFA al peronismo de la Provincia de Buenos Aires. Así nos va.
    A esta altura, para qué cuernos sirven las PASO, pergeñadas por Cristina y Randazzo hace 8 años?
    Si fuera gobierno, mandaría una ley para derogarlas de punta a punta, a ver si los nombrados son tan caraduras como para defenderlas.

  22. claudia dice:

    Yo también lo lamento, Daniel. Pero esto era una operación de suma cero desde el principio. Se realizaran o no las PASO , el caballero blanco, populista y conservador (esa vieja aspiración nacional compartida tanto por feudales como por corporaciones gigantes), ya estaba probando montura. La impresión de déja vu es amarga, claro está, tanto por los recortes de las convocatorias de unos y otros (se arma con lo que hay en góndola y dependiendo de las dioptrías del trauma ocular de la fuerza en cuestión), como por el extrañamiento casi esquizofrénico de los propios sujetos a los que va dirigida cualquiera de estas propuestas y porque ya hemos visto estas operaciones desde los tiempos de Duhalde.
    Así las cosas, las PASO y las legislativas no moverán ni un centímetro la vida individual del hombre común y a mí me preocupa, más que ellas, esa hidrografía social subterránea e incógnita compuesta por tanta subjetividad recién formateada y que no tiene hoy la capacidad de verbalizar qué demandas profundas tiene. Porque más allá de lo obvio (revertir la necesidad económica de muchos) , hay una indeterminación del tipo de régimen político que solicita ese río subterráneo, ya atravesado por innegable ruptura de pactos inter clases. En semejante topografía, armar algo y pretender que estos armados salgan indemnes sin acuñar patinada, herida o contradicción, es una pretensión que roza lo declamativo gratuito.
    Las mentes formalmente democráticas gritarán que se obvió un hito fundamental de legitimación y mensura. Puede que sí. Pero hay que reconocer que el escenario está minado por limitaciones (estructurales, partidarias, judiciales, internacionales – el contexto subcontinental influye -). Ya no se trata, creo, de la gravitación del uso de lapiceras, de la psicología profunda de un referente, de la unión circunstancial o definitiva de tribus políticas: esto es ni más ni menos que el Contrato Social caído entre escombros y en el medio, una elección de medio término, casi como un chiste negro. ¿Puedo perder tiempo con las PASO? Yo, ciertamente, no. Más vale, corro a buscar bote porque ese río… avanza. Saludos.

  23. Voces dice:

    Guillermo:
    No adoro a Cristina, simplemente creo que junto con Nestor fueron los mejores presidentes de los últimos 50 años.
    Lo que molesta de vos y de algunos otros es que se nota mucho que no tienen nada que ver con el Peronismo y las políticas que le dieron trascendencia hasta el presente.

    El comentario que pusiste es en «Música para el fin de semana»?.

  24. Juan el Bautismo dice:

    Han creado un mito con Manchester que va mucho más allá del que se autoinculcaron los propios chupaculos argentinos.

    …Paraguay, however, under the leadership of dr. Jose Gaspar de Francia (1814-40), had, at an early period, eliminated the creole elite necessary to any British or Argentine design. Moreover, being geographically isolated, relatively compact in size, and yet densely populated, Paraguay had been able to avoid any major regional conflict. This seeming isolation gave Francia the time he needed to implement new state controls and a much-needed land reform. Soon, Paraguay was in the enviable position of having the most stable government in Latin America, rapidly increasing state revenues and no foreign debt. By the time the helm of Paraguay’s government had pased to Carlos Antonio Lopez in 1844, the country had risen to a point where the United States consul considered it «the most powerfull nation of the New World after the United States»

    The Iron Works of Ybycui: Paraguayan Industrial Development in the Mid-Nineteenth Century
    Thomas Lyle Whigham

    Expedicion punitiva de EE.UU contra Paraguay en 1859
    http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/16572312/Expedicion-punitiva-de-EE-UU-contra-Paraguay-en-1859.html

  25. victorlustig dice:

    Ud se olvida Daniel que la España unica etc es de Franco, en esa epoca eran los reinos de Castilla, Aragon y Navarra,junto con los fueros de muchas regiones.
    No es alzamiento, es defensa, y, en ese caso, no comparable con las Colonias (propiedad del rey) hasta el final de la Guerra de Sucesion y la toma de Barcelona, quedaron los de Vascongadas y Navarra

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