En la primera parte del posteo repasé (por encima, en forma superficial) elementos de la historia del peronismo, de las realidades sociales y los proyectos que convivieron o se pelearon en su seno. En la columna de comentarios, la intervención de Guido, mencionando un artículo de Ezequiel Meler, me ayudó a ampliar algunos conceptos.
Ahora, voy a tratar de resumir mi opinión sobre la unidad, y la desunión, en el peronismo, hoy. Eso sí, para mostrar que la variedad de «referentes» y de proyectos no es un problema de este tiempo, encabecé esa primera parte con una foto de un brindis por la unidad de hace pocos días, que reunió a figuras muy diversas. En esta, la segunda, puse arriba una foto clásica de la campaña de 1999, con candidatos entonces más importantes y todavía más distintos entre sí.
La coherencia fundamental la da el hecho que el peronismo es el partido de los pobres. La mayor parte de sus votos, por lejos -lo muestran sin discusión posible las encuestas tanto como los resultados de las elecciones- provienen de ahí. Esto es así desde 1946 hasta hoy. También desde siempre ha sido policlasista: expresó a los trabajadores en la Argentina urbana y a las clases humildes de las provincias, pero sumó otros sectores sociales (la irrupción de sectores medios juveniles en los ´70 y en este siglo, por ejemplo). Quiso ser la expresión del conjunto de la Nación. Y nunca rechazó al capitalismo: Perón le propuso ya en 1944 a los patrones conceder algo, para no perderlo todo. Como nuestra clase patronal generalmente fue ciega a este planteo, «combatió al capital», para ponerle límites, no para suprimirlo.
El cambio decisivo fue en la sociedad. Actualmente los trabajadores sindicalizados -los descamisados de Perón y Evita- forman parte de los sectores medios de la sociedad argentina. Es habitual que ganen más que el promedio de los monotributistas, y tienen mucha mejor cobertura. Por el otro lado, los trabajadores de «cuello blanco», y profesionales como docentes y médicos, que se sentían y eran parte de la vieja clase media argentina, hoy están sindicalizados y pelean por sus derechos tan duramente como cualquier metalúrgico.
Esto ha sido en buena parte obra del peronismo. Una «fábrica de clases medias» se lo llamó, con razón. El registro de la experiencia kirchnerista, de 2003 a 2015, muestra que continuó y fortaleció esa tradición peronista… para los trabajadores sindicalizados, «en blanco».
Al mismo tiempo, en nuestro país creció, a partir de la interrupción del desarrollo industrial a mediados de los ´70, la «nueva pobreza», la de los desocupados y trabajadores «en negro», los marginados del sistema. El gobierno kirchnerista reaccionó relativamente tarde a esta realidad (La asignación universal por hijo, medida emblemática, se puso en práctica recién en octubre de 2009). Hay justificación para eso: el empleo se recuperó en forma espectacular después de la recesión menemista y de la Alianza, y de la Crisis del 2001. La tradición peronista decía que la mejor ayuda social era un trabajo digno. Tardó en aceptar que ya no había empleo ni prosperidad para todos, en el esquema de «capitalismo de concesionarios».
La consecuencia es que hoy hay dos electorados con tradición peronista (además del que tiene tradición no peronista, que no es una parte menor del escenario político argentino). De esos dos primeros, no se puede decir que tienen intereses antagónicos. Y las políticas del gobierno de Macri (un «capitalismo de gerentes y titulares de cuentas en paraísos fiscales») tienden a disimular sus diferencias.
El punto clave es que esos dos electorados responden a discursos y estrategias diferentes, si el objetivo es sumar sus votos. Tal vez exponga en el blog algunas ideas sobre el asunto, si ninguno de los candidatos contrata a mi agencia con exclusividad.
Respecto a tu frase de que el peronismo es el partido de los pobres….recuerdo que hace años, cuando conversábamos con el Padre Farrel (Segundo de Laguna en Morón), le decíamos que el peronismo es superador de la Iglesia Católica romana en el aspecto de la doctrina social, porque si bién ésta siempre habia ayudado a los pobres, el peronismo te sacaba de pobre mediante la Justicia Social…..El problema irresuelto es que cuando ascienden de clase se ponen de contra…pero eso obedece a otro análisis….abrazo peroncho…-
No solo para los trabajadores sindicalizados en blanco Big Chief, la cuenta es muy sencilla, cuando Néstor recibe los atributos como producto de los dúos Martinez de Hoz/Videla, Menen/Cavallo, De La Rua/Cavallo y Duhalde/Lavagna y algunos mas, los aportantes a la Seguridad Social eran aproximadamente tres millones doscientos mil, en diciembre del 2015 estábamos cerca de los diez millones, es decir que se incorporaron a esa franja no menos de cinco millones entre los mencionados y los autónomos que se mueven en los servicios a esa franja poblacional, que también subieron de nivel al compás del poder adquisitivo de sus clientes, como lo demuestra por el absurdo los nuevos problemas que tienen las PYMEs comerciales e industriales y que van provocando cierres, despidos y suspensiones o abandono del empleo formal.
Era un sistema en desequilibrio pero con estabilidad dinámica que se mantenía en avance permanente, pero las teorías neoliberales del dinero prefiere los equilibrios estáticos, es decir la paz de los cementerios, donde la subejecución de partidas se sienten como medallas porque no se le da dinero a los «vagos» que mantienen la máquina en avance y rumbo, mientras se tira dinero hacia arriba para que se pueda fugar por medio de la manguera de desborde, para evitar el derrame, hacia las guaridas fiscales mediante la fuga lisa y llana o sus variantes de precios de transferencias y royalties, ambos triangulados.
Nunca menos y abrazos
Ya sé que los demás fueron peores y por eso recalo en este blog, cumpas, pero «el partido de los pobres» debería asumir como propios el Rodrigazo y a Menem, por mencionar un hito y un personaje. Ambos cambiaron la historia argentina para siempre. Y hasta fines del 2015, con pérdidas que seguían irrecuperables.
Daniel:
«Partido de los pobres» es una forma abreviada de nombrar, en un blog que hace de vez en cuando análisis político, al partido que vota la mayoría de los argentinos pobres.
NO significa «el partido que ama a los pobres». Algunos de los mejores entre nosotros, los amaban. Ejemplo y arquetipo, Evita. En cuanto a mí, por si te interesa, puedo amar a algunos pobres y a otros no. Como conjunto, no los amo. Como Bernard Shaw, prefiero que desaparezcan. Que dejen de ser pobres.
En cuanto a don Celestino y al Turco, y sí. Muchos peronistas los trajeron, directa o indirectamente. Y muchos otros, y a veces los mismos, algo después lucharon contra ellos. Como dijo Algún otro que amaba a los pobres «El que esté libre de culpa que tire la primera piedra». Como yo soy menos misericordioso, digo «El que esté libre de culpa será un pelotudo que nunca hizo nada».
Abrazo
Duhalde/lenicov/lavagna tuvieron misericordia, desprendimiento y redención;
Néstor tuvo compasión y estrategia;
Cristina aguantó hasta donde pudo -el peronismo es olimpo y también infernal-;
Bergoglio, J C Smith, F Moyano y algunos más, están laburando de ladrilleros y mirando al cielo;
andamos buscando -y lo vamos a encontar-
al arquitecto divino, al jardinero del universo,
al maestro mayor de obra del olimpo..
Buen 2017 y buen siglo, muchachos.
Los «peronismos» PBA, hoy escuche a Rouvier analizando su ultima encuesta: Cristina-Scioli 33%, Massita-Magoo 21%, Randazzo 10%, enfatizando q el 80% d votantes d Randazzo votaria Cristina si el no se presentara. Se compruebla q los peronistas no comen vidrio, el peronismo se alza con mas del 40% d votos, el duhaldismo residual no llega a la mitad….
Buen enfoque sobre los cambios en la sociedad. Me atrevería a decir que tras un año de desguace, hay todavía más subclases jugando partido.Y no están suficientemente bien mapeadas por previsible falta de perspectiva. Pero no sólo las ocupaciones o la falta de ellas marcan continente social y previsible electorado.. Lo aspiracional difuso ya es terra incógnita e incide desde factores novedosos como la revolución digital y su reconfiguracion de sujetos. Aunque los aumentos a sufrir en enero y febrero próximos tal vez nos arrojen, forzosamente, desde esas sutilezas antropológicas y cognitivas hacia la pedestre urgencia de «la vida o la bolsa». Por defecto desastroso, porque estara en juego la supervivencia mas elemental, habrán de ordenarse los objetivos individuales y colectivos en la sociedad. No se si les precedera una convocatoria partidaria o si sera a la inversa, una sociedad pidiendo lo que quiere.Y si esto sobreviene en avalancha grosera .. ni discusiones ideologicas tendremos tiempo de habilitar. Con todo lo necesarias y perentorias que son las Legislativas, hay momentos urgentes de la población en donde esos comicios parecen un distante decorado de film de ciencia ficcion clase B. Saludos.
Hola Alfredo! (Monseñor Laguna fue un rara avis dentro de la Institución iglesia de aquellos tiempos), hubo otros como el obispo de quilmes Novak creo que era, por ahí más jugado en la práctica.
Es verdad que la Iglesia constriñe en la práctica por la justicia social, dificulta el movimiento por sus dogmas, pero algunos partidos políticos también tienen sus dogmas no se comprende bien que es un bien imperecedero y no negociable la justicia social a veces…
Me gustó mucho tu mensaje.
Abrazo «veinte diecisiete» (posmo) y compañero a la distancia.