Más sobre la «larga depresión» mundial

tormenta

El martes pasado subí un artículo del economista Pablo Tonelli Argentina y la larga depresión mundial en el que Pablo describía las perspectivas para el futuro inmediato, y mediato, de la economía global en el marco del concepto desarrollado por Michael Roberts: la «larga depresión» que comenzó hace unos seis años. Y sigue.

Cada vez más voces se están uniendo a ese coro: Joseph Stiglitz, Brad Delong,… Se trata de keynesianos que, en la tradición de Lord Keynes, no buscan reemplazar al sistema actual sino en hacerlo viable. Sucede que el otro episodio que fue llamado en Europa «la Larga Depresión» duró de 1873 a 1879, y, según Peter Drucker, marcó el declive del liberalismo económico tradicional y el comienzo del nacionalismo económico de las potencias europeas.

La economista Paula Bach acercó en la columna de comentarios un artículo suyo, que había aparecido hace ya tres semanas en La Izquierda Diario. Como es de esperar, la suya es una visión rigurosamente marxista. Pero creo que los hechos que señala hay que tomarlos en cuenta, más allá del marco filosófico en que los encajemos. Y este es un feriado largo, se supone que tienen tiempo para leer. Nosotros estamos en el barco.

«(A comienzos de enero) la ebullición bursátil se apoderó nuevamente de China. La conmoción en las bolsas de Shangai y Shenzhen, una inicial devaluación del yuan -luego corregida- y los temores por la ralentización en el país que aportó el 35% del crecimiento mundial entre 2010 y 2015 (OCDE), actuaron como punta de lanza de un tembladeral. Las bolsas occidentales iniciaron el año con la peor apertura de su historia y aunque sus pares chinos recobraron el viernes terreno positivo, Wall Street –como dice el periodista argentino Siaba Serrate- “no fue capaz de replicarles los pasos. Volvió a hundirse –el 1%- denotando que la preocupación que empezó en el Lejano Oriente echó rápidas raíces locales”. Y es que no se trata sólo de China que, por su parte, volvió a sufrir una jornada negra el lunes 11 de enero arrastrando a las bolsas europeas y dos días después Wall Street sufrió un nuevo desplome del 2%. Otro componente clave que da un tono oscuro a la situación económica mundial es la decisión de la Reserva Federal norteamericana de elevar las tasas de interés junto con su aparente voluntad de continuar con leves incrementos progresivos en el período próximo. Política que se desprende de las profundas contradicciones de la recuperación de la economía de Estados Unidos.

La mixtura de la convulsiva e incierta transición china y los límites a las políticas monetarias expansivas norteamericanas, se retroalimentan y expresan una combinación inversa de los que fueron los dos factores fundamentales que contuvieron la Gran Recesión desatada tras la caída de Lehman.

Como se explicó en distintas oportunidades desde mi columna en La Izquierda Diario, la desaceleración de la economía china se encuentra estrechamente vinculada a los límites de un “modelo” esencialmente exportador de mercancías y promoción de la inversión interna y a la dificultosa necesidad de trocarlo por otro asociado al desarrollo del mercado interno, de los servicios y la exportación de capitales. De hecho China sufrió durante el año 2015 la primera contracción del volumen total de comercio con el resto del mundo respecto al año anterior, desde la crisis de 2008/9, incluyendo una caída de las exportaciones del 1,8% (El País, 13-1-16). Este límite pone de manifiesto a la vez el exceso de acumulación de capital en territorio chino y el exceso derivado de producción de mercancías (como cemento, acero, barcos, equipo pesado), en una situación internacional de crecimiento débil que tiende a estancarse. Pero la transición china desde un “modelo” a otro está muy lejos de representar una cuestión técnica o de economía pura. Involucra por el contrario y necesariamente, cuestiones que tienen que ver con la intención y necesidad de China de transformarse en algo más que la segunda economía mundial por volumen de producción.

Los obstáculos concretos y contradicciones que enfrenta esta transición, representan los fundamentos tanto de la ralentización e incertidumbre con respecto al crecimiento de los próximos años, como de las oscilaciones del yuan y las convulsiones bursátiles. Dentro de estos obstáculos y contradicciones se inscriben, como factores muy importantes, los movimientos y el estado de la economía mundial que es afectada y afecta a la vez a la economía china. De hecho tanto las declaradas intenciones de Estados Unidos de elevar las tasas de interés –manifestadas con distinta intensidad desde el año 2013- como su reciente incremento efectivo, vienen magnificando y acelerando las contradicciones y dificultades de aquella transición. Martin Wolf señala que los inversionistas globales retiraron más de 52 mil millones de dólares de los fondos de renta variable y fija de los llamados “mercados emergentes” en el último trimestre de 2015. Valor que representa el mayor flujo de salida trimestral de la historia y tiene a China y Rusia como principales víctimas (Financial Times, 12/1/16). A su vez el descenso de flujos de capital neto hacia el conjunto de los países denominados “emergentes” marcó en todo el 2015 su mayor declive en 30 años. Declive que muestra un movimiento inverso y de fuerte contraste con el crecimiento del endeudamiento del sector privado de esos países que se disparó desde 1,7 billones de dólares en 2008 hasta 4,3 billones en 2015. Siendo China el paradigma del incremento de la deuda privada que entre 2007 y 2014 creció un 70% con respecto al PBI (ver Summers, Wolf, Rogoff y el lugar de China en el estancamiento secular).

Es evidente que el proceso de reversión del flujo de capitales hacia Estados Unidos, tiene responsabilidad sobre las caídas bursátiles que comenzaron en agosto y recobraron vigor en los últimos días. Aunque el mercado bursátil conserva aún un lugar marginal en China –un tercio del PBI comparado con aproximadamente el 100% en los países centrales-, su estímulo por parte del gobierno desde fines del 2014, resultó a la vez un intento de reemplazar la burbuja inmobiliaria –que se desarrolló entre 2009 y 2014-, incrementar el poder adquisitivo de un sector importante de la población y sostener a la vez el crecimiento de la economía. Pero la burbuja que comenzó a desinflarse en agosto del año pasado y se profundizó en los primeros días del corriente año -ayudada por la aceleración de la reversión del flujo de capitales hacia los países centrales-, está estableciendo serios problemas en la cadena de pagos y alentando los temores de que la economía china fracase en el proceso de transición.

El destino del yuan

Las oscilaciones del yuan (o renminbi) derivan tanto de las dificultades propias de la transición señaladas más arriba como de la sensibilidad de la moneda a las presiones del capital internacional. Un yuan más fuerte estaría necesariamente asociado a la posibilidad de su transformación en una de las principales monedas de reserva del mundo y consolidaría las intensiones chinas de transformar al país en exportador de capitales. De hecho se produjeron avances importantes en ese sentido como su incorporación a la canasta de monedas del FMI que se efectivizaría en octubre próximo, la creación de un mercado de bonos off shore o la fundación del Banco de Inversión en Infraestructura con la adhesión de más de 60 países. Sin embargo tanto la devaluación de agosto –que alcanzó alrededor del 4,5%- como la reciente devaluación –posteriormente revertida, resultan otros tantos síntomas de las dificultades chinas de trasformar su moneda en una de las principales de referencia internacional.

En la medida en que China no logra transformar su modelo de acumulación de capital en uno de tipo mercadointernista, la devaluación del yuan y el control de la moneda por parte del gobierno, persiste como eventual mecanismo defensivo que podría ser usado para mejorar la competitividad de su economía en términos externos. A su vez las intenciones más liberalizadoras de Xi Jinping entran en colisión con la reversión del flujo de capitales hacia los países centrales y las consecuentes devaluaciones monetarias en una serie de países -como Brasil, Indonesia, Malasia, Rusia, Sudáfrica y Turquía cuyas monedas cayeron a mínimos de varios años frente al dólar- que debilitan aún más la ya reducida competitividad china. Esta situación le quita a China tiempo y margen para realizar maniobras relativas a las dificultades de la transición y vuelve más riesgosa cualquier política de liberalización del yuan. Cuestión esta que a su vez actúa como un límite estricto a la conversión del renminbi en moneda de reserva internacional.

El rol de Estados Unidos y la Reserva Federal

Como también expresé en distintas oportunidades, la economía norteamericana se encuentra sujeta a un movimiento contradictorio. Por un lado, resulta actualmente el país central que ostenta el mayor crecimiento económico, cuestión que le permite absorber gran parte del desempleo legado por la Gran Recesión. Aunque por el otro, el nivel de crecimiento resulta pobre frente a los ingentes estímulos monetarios implementados y a la vez extremadamente dependiente de aquellos estímulos. Mientras variables como la inversión y la productividad se mantienen en niveles de crecimiento particularmente deprimidos, el mercado bursátil muestra nuevos máximos históricos. Fundamentalmente el riesgo financiero junto con dificultad de reeditar medidas monetarias para responder a una eventual profundización de la crisis, son los factores que preocupan a la Reserva Federal norteamericana y que impulsaron la suba de las tasas de interés, con un plan de nuevos incrementos para el año en curso.

Sin embargo y como era de esperar, la medida profundizó el giro de capitales hacia el centro, contribuyendo a la revaluación del dólar, a la devaluación del resto de las monedas y a profundizar las debilidades chinas. Los precios de las materias primas y el petróleo continúan cuesta abajo impulsados por el triple impacto del menor crecimiento chino, la revaluación del dólar y la amenaza de una mayor debilidad de la economía mundial. Cuestión que a su vez realimenta las debilidades de los llamados “mercados emergentes”. Concomitantemente el fortalecimiento del dólar impulsa hacia abajo las exportaciones norteamericanas repercutiendo sobre la industria, el flanco más débil de la recuperación. Fue justamente la caída del indicador adelantado de PMI (una medida que se considera que aproxima muy bien el pronóstico de crecimiento) tanto de Estados Unidos como de China, uno de los factores que azuzaron las inestabilidades de estos últimos días. Es muy probable que si la situación se agudiza mucho la Reserva Federal abandone su política de incremento de tasas –ya hay voces que indican cautela.

Pero por un lado habrá que ver si la Fed llega a tiempo para evitar una nueva debacle y por el otro, en gran parte la suerte ya está echada. Una cosa era la transición china en una economía mundial débil pero relativamente estable y otra cosa será dicha transición en un contexto crecientemente crítico. Los factores que contribuyeron a espantar el fantasma de la Gran Recesión desde el año 2010 están encontrando sus límites y todo indica que la economía mundial se encamina hacia una etapa claramente más crítica«.

12 Responses to Más sobre la «larga depresión» mundial

  1. Silenoz dice:

    El problema es que para tironear el crecimiento vía mercado interno, hay que mejorar los salarios aka aumentarlos.
    Esto puede causar problemas de «atraso cambiario», caída de la tasa de ganancia de los exportadores y presiones inflacionarias

    Otra opción pero con algun riesgo de burbujas, es fogonear el crédito para consumo, bienes o hipotecas.

    También está la opción del gasto público, sobre todo inversión y «planes» onda los brasileños, sería transferencias por fuera del salario que aumenten el ingreso sin que presione sobre los costos de las empresas

  2. victorlustig dice:

    notable, las causas, parecidas a la de 1873, burbuja inmobiliaria en Viena esa, en USA esta, la duracion, me temo que parecida, tendremos una decada mas quizas hasta deglutir los efectos de cambio tecnologico, produccion de bienes primarios y nuevos mercados (en esa epoca California y Yukon como le dijo Marx a Engels, ahora, China).
    Al final espero, para los que esten vivos, que no se repita Alemania vs Inglaterra, ya tenemos Inglaterra y los boers (USA en medio oriente) y China ganando mercados.
    Esa fue la epoca en que Inglaterra eligio lo financiero por sobre lo industrial.

    Los paralelos son tantos que asustan

    en fin

    PS Nosotros? van a ser dificiles estos años que vienen, pero, peor creo lo van a pasar las estrellas de los minerales, Chile, Colombia, Peru, Bolivia.

  3. Silenoz dice:

    Buehhh dejando de lado la apilación de hecho históricos onda cachetadas de locos y el neoludisimo gatopardeado…. no exluyas nuestra suerte por que:

    1) gracias a la ingeneria financiera del megagarcaje II nos empomaron con 5 lucardas al 6% y pico por 11 meses, dando garantías que, no se sabe quién y cómo, «valen mercadamante» la mitad

    2) Le dan asidero a los reclamos buitres por otros 7 lucardas que serán debidamente abonadas con otro revoleo

    O sea que contabilidad creativa mediante mas bajada lienzo artero la joda nos sale por ahora 12 lucardas, y todo esto para poder salir a hacer más revoleos aún

    Si a eso le agregamos el horizonte estratégico del tilingo de meterse de cabeza no sólo en trataditos con los yanquis sino con los europeos….

    La verdad que nunca se nos presentó un cielo tan diáfano y despejado… ¡¡en la historia!!

    Y buehhh….. revolvido y pagando con alegría se resuelve todo ¿o somo estúpidos que no podemos hacer 4km de subte x año?
    Por eso, yo voto al tilingo «pero ojalá que gane scioli»

    Saludos

    PD unicornio: fijate vos la dinámica de la restauración tilinga que en menos de 60 días de gobierno ya te dejó sin argumentos para correr a nadie por izquierda….. bahhh a menos que el arreglo buitre sea sin intervención del FMI (como NO pudo hacer La Campora con el Clu’ ¿no? ja ja ja….)

    PD duquesa: Ojo no le pifiés el enlace «Responder» ehhh

  4. victorlustig dice:

    facil
    como nuestro anfitrion dice que hay que responder sobre el tema del post, eso hice, no hay que escribir lo que uno quiere, decir en cualquier lado.

    pregunto al pasar, cual era la tasa implicita de los bonos de Vanoli? pensando en Bein, etc, o Vanolii iba a bajar el dolario?
    digo contame, para no hacerla larga, y te quejas de los 1000 palitos o mas que hubo que gastar por que Kici recibio la orden de no firmar? Como dije siempre, leelo, Rusia pagoa hasta los bonos zaristas de 1900 en 1993
    con lo cual mis preguntas son 2 querido
    a) La tasa implicita de los de Vanoli
    b) Pensaste que nunca ibas a pagar

  5. José Mercado dice:

    «… , la suya es una visión rigurosamente marxista» -> ¡Al fin reconocemos que el marxismo es riguroso! Je, je.

  6. Paula Bach me resulta un tanto arcana. Y lo de las «puntas de lanza de un tembladeral»… What were you thinking, Paula? Releí su artículo tratando de sacar algo en claro dos veces, pero no da para tres. Master Abel, traiga ingleses, no lacanianos.

  7. Flics dice:

    Una mirada desde Roma.

    “…

    Y la situación es esta: no se tiene mucho tiempo, si se quiere impedir que la crisis económica en curso a ocho años, a la cuál se junta hace mas de un año la dramática queda de demanda en los países emergentes; necesario se hace actuar con celeridad.

    Son al menos cinco aspectos a tener en cuenta.

    La tasa demográfica europea es en nieta disminucion, particularmente en Italia donde a la mitad del siglo la “gens italica” será mucho menos numerosa que los actuales 60 millones y mucho mas vieja.

    La movilidad de los pueblos de un continente al otro semeja una emergencia debida a la guerra y a la pobreza insoportable de algunas regiones del mundo. Como semeja, pero no lo es, que no pasara de dos o tres años como muchos esperan: es un movimiento de pueblos enteros, que durará para decir poco medio siglo e producirá inevitablemente una integración de cultura, de religión e de sangre; un mestizaje gradual pero inevitable.

    Una economía mundial que verá reducirse la demanda de bienes manufacturados obtenidos con el uso de materia prima y de energía tradicional. En su lugar veremos bienes y servicios producidos con tecnología especializada e una disminución del trabajo manual y de la ocupación.

    Al final, un aumento del tiempo libero que dará paso a las persona a viajar, hacer turismo, cultura, procesos de integración, investigación científica y las aplicaciones practicas de su resultado.

    El quinto y ultimo elemento se refiere al sistema financiero que deberá ser profundamente revisto para adecuarse a las precedentes transformaciones y que desde ya requiere un mudanza de fondo debido a la movilidad del capital, a la dimensiones de las empresas, al curso del mercado, a la garantía de los depósitos y la creación de monedas internacionales que no se identifiquen con aquellas emitidas por cada Estado pero cuyo valor tenga como base aquellas monedas circulantes adecuadamente valoradas. Esta reforma fue estudiada por la Comisión de Bretton Woods e sostenida por Keynes, pero fue impedida por la América que reconocio en el dólar la dupla función de moneda circulante y de punto de referencia de todas las otras monedas. Pero la sociedad global ahora exige una apropiada reconsideración del “bancor” propuesta a sesenta años por Keynes.

    Esta, en síntesis, es la situación en la que nos encontramos, las perspectivas posibles y los instrumentos necesarios a la realización de los objetivos. O sea, la política y los valores que deben inspirarla. Difícilmente estos valores serán por todos os mismos, la sociedad proviene de la comunicación entre historias diferentes, culturas diferentes e diferentes condiciones de vida, de pobreza, de bienestar. Pero es global en el sentido de la comunicación y la libre y intensa comunicación tiende a la integración, mismo de valores. Un derrotero que durará siglos y configurará el futuro.

    Por aquello que a nosotros atañe, los nuestros valores son, como bien lo sabemos, tres: libertad, igualdad, fraternidad. La verdad no son realmente realizados, no digo en el mundo, pero ni mismo nell`Occidente que de ellos hace mas de dos siglos hizo su bandera. Serán – deberían ser – nuestra contribución a la sociedad global de la cuál hacemos parte.

    …»

    Eugenio Scalfari

    http://www.repubblica.it/politica/2016/02/07/news/ma_renzi_vuole_un_ministro_del_tesoro_europeo_-132883337/?ref=HRER2-1

  8. Silenoz dice:

    Ahhh claro… ja ja ja….

    «hay que responder sobre el tema del post«….
    ¡¡ Justo vo’!!…. que como buen supersticioso te especializás en revolearla de puntín a la segunda bandeja….

    De todas formas victor si yo te presto $5 y me das como garantía $10…. y… muy probablemente te diga… «te bajo algún puntito la tasa ¿’ta?»

    ¿2 puntos y pico menos, con semejante garantía? decime ¿lo levantarán estos tilingos los 5000 dentro de 11 meses?

    Mamita, sin un soberano argumento y con el fondo del tacho desfondado ni la yema de los dedos te quedan je je….

    ¿y la energía, y Lanatta y el Toto, y el défciit fiscal, y las reservas, y los swaps, y candela?

  9. victorlustig dice:

    pero otra vez? Vanoli? Kici? vendiendo bonos a los amigos? che, que feo eh
    vos leiste el prospect de eso? yo, no, lo tenes o fue una edicion reservada para los amigos?
    feo eh, muy feo, despues hablamos de lo que quieras, de comisiones, de Davos, de pago a los buitres, pero Vanoli y sus ventas a futuro? contame

  10. Rogelio dice:

    Gracias Flics por acercarnos la mirada romana, muy interesante.
    En síntesis:
    1- demografía
    2- völkerwanderung
    3- automatización y robótica
    4- tiempo libre para la recreación y la cultura
    5- desequilibrios en el sistema financiero.

    Por mi parte, quisiera sumar una referencia al último de los 5 puntos: la opinión de un veterano de los bancos centrales manifestada durante la reciente reunión de Davos.

    William White es Presidente del comité de evaluación de la OCDE y ex economista jefe del Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Basilea.

    En reportaje al «The Telegraph» de Londres, durante la reunión de Davos, declaró que «Los mercados emergentes fueron parte de la solución después de la crisis Lheman. Ahora ellos son también parte del problema».

    En retrospectiva, los bancos centrales deberían haber dejado que la deflación benigna de esta fase (temporaria) de la globalización siga su curso.

    En cambio, acumulando burbujas de deuda ellos han incubado lo que puede llegar a ser una variante más maligna, un clásico al estilo de los años 1930 de endeudamiento y deflación.

    El Sr. White dijo que la Fed está ahora en un dilema terrible, ya que trata salir de la QE [flexibilización cuantitativa] y enderezar de nuevo el barco. «Se trata de una trampa de endeudamiento. Las cosas son tan malas que no hay una respuesta correcta. Si se aumentan las tasas va a ser desagradable. Si no aumentan las tasas, sólo harán empeorar las cosas», dijo.

    No hay manera fácil de salir de este embrollo.

    Pero el Sr. White añadió que sería un buen comienzo para los gobiernos dejar de depender de los bancos centrales para hacer su trabajo sucio. «Deben volver a la primacía de lo fiscal – llamémosle keynesiana, si así lo desean – y lanzar un bombardeo de inversión en infraestructura que se paga por sí misma a través de mayor crecimiento».

    Es evidente que en la próxima recesión muchas deudas no recibirán servicio o no serán reembolsadas….
    La única cuestión es si somos capaces de mirar la realidad a los ojos y afrontarla de una manera ordenada, o si va a ser desordenada.
    «Los jubileos de deuda se han llevado a cabo durante 5.000 años, ya en tiempos de los Sumerios».

    Reportaje completo => http://goo.gl/icraJh

    Saludos

  11. […] ese sistema financiero, a partir del endeudamiento. Hace un mes subí al blog dos posteos, aquí y aquí. donde analizaba el estado de la economía global, que determina las posibilidades de esa […]

  12. […] recesiva, en la que el actual gobierno nos zambulle sin red, ya subí artículos, como aquí, aquí y aquí. En dos de ellos recurrí a trabajos de la economista Paula Bach. Ahora tomo éste de […]

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