Mirando a la Tupac Amaru

La detención de Milagro Sala hizo que se manifestaran las diversas realidades actuales del peronismo. Por ejemplo, el bloque de diputados del FpV convocó a una marcha y dijo que era «la primera presa política en el gobierno de Macri«, Jorge Capitanich denunció con energía «tanto atropello«, los intendentes bonaerenses -Ferraresi, Pereyra, Mussi, Katopodis, Descalzo, siguen las firmas- «exigen su inmediata liberación«.

Por supuesto, no debemos creer que esto es todo lo que hay. Del otro lado, Milagro Sala ha sido una de las figuras demonizadas de la experiencia kirchnerista. Y ancianas señoras de Recoleta -de ambos sexos- temían ser violadas por sus tropas collas.

Pero el análisis político -una debilidad mía- lo dejo para el final. Y prometo que será breve. Aquí, por mi gusto por acercar distintas miradas, les recomiendo el comprometido texto de Oscar Cuervo en su blog, y les acerco algo muy diferente: Fotos y una nota de la conocida revista europea Domus (de arquitectura y urbanismo) editada en inglés e italiano. El autor es Justin McGuirk, periodista de Domus y de The Guardian. Progre, como corresponde, pero con la mirada distante y ligeramente sorprendida de un buen europeo. La traducción la tomé de Skyscraper Life, un portal de arquitectura que me acercó mi amiga Laura Podetti. La política, como les dije, al final. Y en algún otro posteo, comentaré como Jujuy es la parte de Argentina donde perdura más de la gran cultura andina.

«En la entrada del barrio hay un cartel que dice “Bienvenidos Al Cantri” que fonéticamente se refiere a “country”, pero el chiste no es gratuito. Dentro del barrio se encuentra una vasta pileta de natación, un parque con figuras de Jurasic Park y una réplica del Templo Inca del Tiwanaku.

Estas extravagantes comodidades anidan entre filas de casas simples y ordenadas. A la distancia se parece a un barrio de clase trabajadora de Liverpool, excepto que es el noroeste argentino. Lo que parecen ser chimeneas a la distancia, son tanques de agua con la cara del “Che” Guevara. No es un country de verdad: es un complejo de viviendas sociales como nunca se ha visto.

La Tupac Amaru posee su propio sistema de construcción de viviendas, sus propias fábricas, escuelas y centros de salud, un título de autosuficiencia que nos da la conclusión de que la Tupac Amaru efectivamente es un Estado sin el Estado.

“Ten cuidado con esa gente ellos son peligrosos” dijo el conductor del taxi que me llevó, al referirse a los dirigentes de la Tupac Amaru de Jujuy. Tantos son los rumores que circulan alrededor de este movimiento. Algunos de los ánimos de contención provienen de su líder, una mujer colla diminuta llamada Milagro Sala. Su reputación es como la de un santo (Milagro significa milagro en español) y un pecador.

La leyenda sobre Milagro sostiene que ella fue abandonada en una caja de zapatos en la puerta de un hospital siendo bebe. Luego se escapó de su madre adoptiva a los 14 años para convertirse en una chica de la calle y se introdujo en pequeños delitos que eventualmente la llevaron a prisión. Desde ahí ella emergió como una líder natural, organizando una huelga de hambre para mejorar la comida y ayudar a las mujeres a leer y escribir. Ya más grande se enrolo en la Juventud Peronista y en el gremio de ATE. Su consecuente imagen política es en parte revolucionaria y desde otro punto de vista como La Madre Teresa. Todavía los chismosos locales insinúan que fue drogadicta y prostituta. Para la clase media de derecha, como el chofer del taxi, ella preside una muchedumbre que es vista como una subcultura .

A pesar de una niñez y adolescencia dificultosa, Milagro es una mujer poderosa en la Argentina. En su oficina hay cuadros de ella con la Presidenta Argentina Cristina Kirchner y el Presidente de Bolivia Evo Morales, a quien ella llama Comandante Evo.

La Tupac Amaru creó fábricas de metalúrgica, bloques y adoquines, haciendo el proceso de construcción mucho más eficiente. Recibe U$ 23.000 por casa -un 50% menos que el que reciben las compañías- y construye las casas cuatro veces más rápido que el sector privado. Una razón es que ella emplea gente pobre como fuerza de trabajo que deben hacer una casa que luego será su propia casa y se las asignan a la gente necesitada.

La construcción de ellos mismos es destacable. El modelo del diseño lo hizo a mano el Ministro de Viviendas y consiste en 50 mts2 -una medida estándar– tiene una cocina comedor, baño, dos habitaciones y un jardín pequeño atrás. No están involucrados arquitectos – el colegio local demandaba grandes honorarios.

Es difícil de entender el particular urbanismo que la Tupac Amaru ha creado – la combinación de las figuras de Disney y un socialismo reformista.

En cada casa esta estampada una cara: puede ser el mismo Tupac Amaru (el líder inca del siglo XVIII que se rebeló a los españoles y de donde el movimiento tomó el nombre); o Eva Perón, el talismán femenino argentino; o el “Che” Guevara, el socialista revolucionario (la cara de Guevara también está dibujada en las paredes de las fábricas). Esto es sólo una pequeña parte de la iconografía de la organización – los dibujos radicalizados en las remeras, el populismo argentino y el folklore étnico local. La urbanización de los parques de Alto Comedero es sui generis, lo que Tupac Amaru crea y resguarda en sus fábricas elimina todos los intermediarios –los proveedores, constructores, compañías y arquitectos- y lo puede reinvertir en la comunidad como un gesto a la sociedad.

Pero lo que hizo del barrio una realidad única no es la arquitectura de sus casas sino los servicios lujosos y adaptación surrealista del lugar.

Por donde se mire, la cosmología de la “Tupac Amaru” se convierte en una marca conceptual muy didáctica.

Esto se ve en las nuevas piscinas. Fueron las noticias de las piletas de natación lo que me trajo a Jujuy. Aún así yo hubiera esperado algo rectangular y estándar, y no un parque acuático como el de Alto Comedero, con sus figuras de pingüinos gigantes y morsas. Ver la alegría de un niño zambulléndose como bomba en el agua fue suficiente para valorar el concepto entero.

Y no es sólo piletas: pasé por una cancha de básquetbol, una de fútbol –y teniendo en cuenta que este es un deporte de la clase media- una cancha de rugby.

Pero esto es muy prosaico comparado con la visión del Parque Temático Jurásico.

En este patio amplísimo, adornado por dinosaurios, los niños gritaban a medida que salían en tropel de resbaladeros adosados a mamuts lanudos. De acuerdo, no son luminosos y mágicos productos industriales, estas criaturas son hechas a mano por artesanos de la fábrica metalúrgica, pero el efecto es igualmente sorprendente. Los adolescentes, mientras tanto, descansan debajo de palmeras equipadas con parrillas.

Acá el letrero de la entrada fue irónico y utópico al mismo tiempo: “Bienvenidos al Country Club”. Sin embargo, aquel concepto de área de placer no fue suficiente.

Lo más extraño del Barrio Tupac Amaru es la réplica del antiguo templo de Tiwanaku. Este lugar sagrado inca ha sido construido en base a bloques de cemento, como un espacio de un set de Hollywood, pero es suficientemente auténtico como para atraer a los indígenas mapuches de la Patagonia, que vinieron hasta aquí para celebrar el Inti Raymi, el Festival Incaico del Sol.

Milagro me ha indicado que una de las diferencias entre la Tupac Amaru y un movimiento marxista es su dimensión espiritual. Ella no es religiosa, pero ella sabe que el mantener viva las tradiciones collas es una de las maneras de mantener unida a la comunidad.

Dejando de lado la eficiencia económica del trabajo; aquí y allá hay una inocencia en todo esto. Alto Comedero personifica una clase de urbanismo navideño, quizás también una inocencia fantasiosa; un parque temático, un templo, por qué no?

Es duro subestimar que distinto es el barrio Tupac Amaru a los asentamientos del resto del pais, donde la gente ha construido sus propias casas con cual elemento que han podido.

Comúnmente, la única forma como la gente puede conseguir una casa de la calidad de las del Barrio de la Tupac es a través de un plan de vivienda estatal. Pero necesitas comprobar que ganas unos 600 dólares por mes para conseguir ubicarte en una lista de espera que puede durar hasta ocho años o más. En contraste con la villas miserias de Argentina, el barrio de la Tupac da la sensación de una exclusiva comunidad enrejada, pero sin rejas.

La vivienda social es comúnmente un propósito de eliminar lo no esencial de manera que el gasto del estado sea minimizado o que las ganancias privadas sean maximizadas. Pero, ¿cómo definir “lo esencial”? Una pileta de natación es una manera económica de dar a los pobres el sabor del orgullo cívico, de crear una comunidad que experimente placer y no sólo sufra el vivir aglomerada.El logro más notorio de la Tupac Amaru es haber forjado un espacio de territorio independiente del tablero del juego capitalista«.

No voy a resaltar lo de «independiente del tablero del juego capitalista«. Esa es una fantasía de europeo progre mirando al «tercer mundo». Más expresivo es cuando dice «la Tupac Amaru efectivamente es un Estado sin el Estado«.

Porque eso es lo que hace vulnerable a la Tupac y a todo lo que ha logrado. Dependía del apoyo del Estado nacional, pero no logró construir bastante fuerza en el Estado local, el de la provincia de Jujuy. En las elecciones del 25/10, el oficialismo del actual gobernador Eduardo Fellner logró el 36 % de los votos, en una provincia que el peronismo gobernaba desde 1983. Y es realista pensar que la existencia de la organización de Milagro Sala ayudó que se armase una alianza opositora amplia que reunió el 58 %.

En la segunda vuelta, el 22/11, Macri sumó el 53 %, contra el 47 % de Scioli.

La moraleja no es un gran descubrimiento: la construcción de una fuerza, de una identidad, debe tomar en cuenta a las otras identidades y la fuerza que pueden reunir. No para bajar los brazos; para usarlos con inteligencia.