Soberanía, discursos y símbolos

Las definiciones de Cristina Fernández de Kirchner

En este blog escribí bastantes veces sobre soberanía (si quieren, pongan la palabra en el Buscador, a la derecha). Natural. Tenerla, en algún grado, es la condición necesaria para ser una nación. Solamente cuando existe, puede hacerse allí política, y sus habitantes pueden considerarse ciudadanos.

Pero, como muchas de las cosas más importantes, no se puede medirla o definirla con la precisión que pedimos a los datos físicos. Tiene que ver con los valores, las aspiraciones y la conciencia de un pueblo. Como podía esperarse de los argentinos, entre nosotros ha sido un tema muy discutido.

Como ya dije en algún lado, con el 20 de noviembre, el designado Día de la Soberanía, pasa algo especial, aún en la curiosa historia de las efemérides argentas. Una batalla en la Vuelta de Obligado, aquí cerca, con naves de guerra inglesas y francesas, que nuestros soldados pelearon bien – por el mejor testimonio, el del enemigo -, nombres para el homenaje convencional como Mansilla y Alzogaray… Pero no entraba en el Arco de Triunfo donde están Tucumán y Maipú, o las Invasiones Inglesas, porque la había librado Rosas, que era un Tirano (a los griegos les hubiera costado entender este razonamiento).

Por el otro lado, eso le dió una vigencia que no era convencional. Durante décadas fue un símbolo y una definición para los hombres y mujeres del campo nacional. Después, Menem repatrió los restos de Rosas… y chau. Quedan los veteranos, que envían mails y hacen conferencias, y también algunos jóvenes que levantan su figura como bandera, pero el viejo fervor ya no está. Quizás es crecer, quizás es envejecer. Rosas y esa batalla contra el imperialismo – que era una batalla en serio, esos mismos cañones tronaban en la India, Malasia, China – nos miran desde los billetes de 20 pesos, con algo de sorna.

Esa es la historia, nuestra historia, hasta hace relativamente poco tiempo. Pero la actual Presidente se empeñó en … resignificarla, para usar un término empleado por ella. Por supuesto, en esa tarea han participado y participarán artistas, intelectuales y políticos, todos con sus propias visiones, a lo largo del tiempo. Y la decisión definitiva la tendrán los argentinos. los de hoy y los que vendrán.

Pero, sin duda, ese empeño está entre las funciones legítimas de un Presidente: Levantar las consignas, las banderas que propone a su pueblo (Se puede decir que es la función más personal. El resto, lo redactan los técnicos).

Aquí está la página de la Casa Rosada donde se hace un resumen de su discurso del viernes 18, y, más expresivo, está el video de los 20 minutos de su discurso completo. Una versión más breve puede verse aquí.

Me llama la atención como la Presidente asume como propio el discurso tradicional del revisionismo histórico (para, me consta, el desconcierto y el fastidio de algunos viejos revisionistas, firmes anti K), y, partiendo desde allí, lanza consignas – además de las que corresponden a la jefa de un gobierno y una fuerza política – otras que le sería difícil rechazar a casi cualquier argentino, y que al mismo tiempo no son triviales.

Pidió «resignificar la lucha por la soberanía, cuyo hito está en la Vuelta de Obligado«, que «no sólo pertenece a los argentinos, sino a lucha de los pueblos de América del Sur«. «La soberanía se defiende haciendo crecer a la economía, teniendo mayor empleo y mayor inclusión«, «en la decisión de cada país de construir un proyecto de Nación«. «Los argentinos debemos dar esa batalla de ideas, no ya con cadenas, … sino con un concepto económico, político, social y cultural«.  Planteó la necesidad de valorar «las cosas que hemos hecho estos años … corregir las que están mal y profundizar las que están bien para que la equidad, la igualdad y la libertad lleguen a todos los argentinos«. Y dijo del orgullo «de formar parte de este proyecto de Nación que excede los marcos de un movimiento político, que quiere ser fundamentalmente el instrumento para que los 40 millones de argentinos podamos seguir creciendo, generando empleo, educación, ciencia y tecnología«.

Me gustan esas consignas. Que no son ciertamente nuevas en sus discursos. No necesito recordarles, ni recordarme, que las consignas no son realidades. Pero entiende muy poco de política, y de realidades, el que cree que no son importantes.

Es en ese plano, el de los símbolos, que acerco una propuesta, con la libertad que dan los blogs. El próximo 2 de abril se cumplirán 30 años del desembarco de fuerzas militares argentinas en las Malvinas. Es inevitable – hasta por la «superstición decimal» del periodismo, local y mundial – que esa fecha tendrá una gran repercusión.  Somos argentinos, y tenemos muchas versiones sobre esa historia – basta con recordar que fue un prestigioso militar, el Tte. Gral. Rattenbach y la comisión de altos jefes que presidía, que recomendó degradación y pena de muerte para los responsables de la derrota. Pero los que desataron la guerra, de uno y otro lado, hoy están, por muerte o vejez, exceptuados de presentarse a un tribunal. De este lado, al menos.

Y las fuerzas armadas y el pueblo argentino le quedaron debiendo un recibimiento a su regreso a los que combatieron. Que, en general, lo dicen los enemigos, pelearon muy bien. Se me ocurre que puede ser una buena ocasión para pagar esa deuda, y dejar establecida, ante los pueblos del mundo y ante nuestro propio pueblo, la versión oficial del gobierno argentino. Que debería esforzarse para que fuese lo más representativa posible.

4 Responses to Soberanía, discursos y símbolos

  1. Sergio Robles dice:

    La verdad es que, como «puente» a abril, la idea es fantástica.

  2. Voces dice:

    Muy buena idea Abel, además resultaría coherente con la postura permanente de la Presidente, sobre el tema, en los foros internacionales.

  3. FR dice:

    Una opinión (muy personal, por supuesto) sobre la soberanía de los años cristinistas
    http://elviolentooficio.blogspot.com/2011/11/argentina-un-lugar-en-el-mundo-junto.html
    saludos
    FR

  4. […] el 20 de noviembre pasado subí un post sobre soberanía, repasando un tema básico que toqué en le blog antes y después, como pueden verlo en el […]

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.