Políticos, empresarios, sindicalistas. Y el futuro

Repasando las entradas recientes del blog, me doy cuenta que he divagado por temas que encuentro interesantes, pero creo que ahora corresponde que vuelva a aclarar dónde creo que estamos parados (Las dos últimas han sido un intento de aclarar en lenguaje común algunas discusiones económicas, pero leyendo los comentarios veo que es difícil separarlas de la discusión política. Por suerte, el blog de los tres chiflados ha subido recién dos posts que explican en forma muy clara para los que no tienen cabeza para los números el debate económico clave: éste y éste. Léanlos).

Pero, como les dije, trataré de describir la realidad política argentina como la veo. Para ayudarme a mí mismo para entenderla, en primer lugar. El elemento ordenador es – muchos lo han dicho – las elecciones del 2011. Este año, en un proceso que se prolongará, quizás, hasta marzo del próximo, es el de la selección de los competidores.

Por el oficialismo, está claro quien está en campaña: Néstor Kirchner (El 4 de mayo dará otro paso en esa dirección). Puede ser, por supuesto, que, enfrentado a inconvenientes insuperables (encuestas deprimentes, por ejemplo), termine eligiendo a otro. Pero no será en esta etapa.

Por el no peronismo – UCR, Coalición Cívica, socialismo, PRO, Proyecto Sur, … – el abanico está abierto. Carece de mecanismos para una selección definitiva (Las internas de los diferentes partidos, si se esperara a que se realicen, no definirían un candidato ùnico. Internas abiertas como las que decidieron entre De la Rúa y Fernández Meijide, o entre Bordón y Chacho … no están en las cartas). Pero sería un error creer que la foto que tomó este mes Julio Aurelio – muy similar, por otra parte, a la que encuentra Artemio López  – sea el marco definitivo. Precisamente, la naturaleza de la etapa que vivimos es la de la decantación. Probablemente entre fines de año y marzo del 2011 – nunca antes del Mundial de fútbol – quedará claro cuáles figuras tendrán el respaldo mínimo necesario en los sectores de la sociedad que aspiran a representar.

Y, acompañando ese mismo proceso, se formarán las coaliciones de intereses – para simplificar, llamémosles a todos empresariales – que tratarán de imponer determinadas políticas económicas apoyando a esos candidatos (No debe distraernos la habitual costumbre de las grandes empresas argentinas de donar a todos los candidatos con chance, especialmente los oficialistas. Siempre hay uno que prefieren y apoyan; incluyendo, claro, el oficialista).

Un elemento – muy importante – que hoy está en duda es si el peronismo que no aguanta a Kirchner – un sector numeroso y heterógeneo – logrará instalar un candidato propio en la disputa (Si son varios, sus chances disminuyen dramáticamente). Ya sea para la interna partidaria obligatoria que se daría en agosto del 2011, o para un esquema similar al del 2003. Mi opinión es que sí, guiándome por la dinámica que uno ha visto en otros tiempos, pero gente con mucha experiencia en el Movimiento no está de acuerdo. Todos concordamos que un factor decisivo será la lectura que hagan los dirigentes territoriales del peronismo – gobernadores, intendentes de los municipios más grandes – de las encuestas, las que ellos mismos encarguen, empezado el 2011 sobre las figuras instaladas en este 2010. No es muy doctrinario, pero…

Varias veces he apuntado en este blog la necesidad que tienen todos los candidatos, de todos los partidos, que el hombre o mujer que encabeza sus boletas, el candidato a Presidente, les traccione votos. Eso vale desde Jujuy a Tierra del Fuego, y es lo que hace que Pino Solanas, un razonable candidato a Jefe de Gobierno en la Capital, sea postulado por muchos políticos en todo el país como candidato presidencial de un frente de izquierda sin posibilidades de triunfo. Por su lado, la dirigencia peronista quiere ganar la competencia nacional, pero, sobre todo, no está dispuesta a disminuir sus chances en ninguna provincia o intendencia donde ya esté gobernando.

Ahora, aún un viejo político (R.E.) como yo, debe reconocer que si esto es todo, es para desentusiasmarse. Un escenario donde las actores procuran conseguir la aprobación del público para continuar disfrutando de las satisfacciones materiales y de ego que les brinda la escena… Bueno, empecemos por reconocer que es preferible a sus alternativas: la guerra civil o la dictadura del Leviatán de Hobbes. Y enténdamoslo también como un mecanismo que las sociedades han evolucionado para hacer cosas que valen la pena, si logran un poco de madurez.

Con realismo, debo decir que no veo que esta etapa sea fecunda para la elaboración de proyectos (planes + apoyos + coaliciones) mejores de país (o, como diría mi amigo ingeniero EduA, para plantear una visión sistémica de la economía nacional). Los argentinos que tienen la tranquilidad económica y social para pensar más allá de la defensa de sus intereses personales y de sector no son muchos. Su mejor rol, creo, será dentro de las diferentes propuestas políticas, para empujarlas en la dirección de la sensatez.

Pero las sociedades crecen y maduran por otros caminos que la elaboración de planes. En el peronismo – que es lo que más conozco – cuya columna vertebral sigue siendo (o vuelve a ser) a pesar de todo, el sindicalismo se están dando algunos fenómenos nuevos e importantes. El gremialismo tradicional, la CGT, identificado con el peronismo, mayoritariamente inserto en la actividad privada (recordemos además que uno de los sindicatos claves, Camioneros, tiene un fuerte componente de pequeños empresarios transportistas) está encontrando campos de acción en común con el de extracción de centro izquierda, la CTA, cuyos gremios principales son de empleados del Estado.

Y, al mismo tiempo, uno de los sindicatos más tradicionalistas del Movimiento Obrero lleva a cabo públicamente una autocrítica y señala que debe hacerse cargo, no sólo de los trabajadores en actividad sino también de los desocupados. Está bien, la UOM no es lo que era, y Antonio Caló no es Lorenzo. Pero esas cosas no se dicen sin discusión previa en «los cuerpos orgánicos», como le gustaba decir al Tordo. (Y, personalmente, dudo mucho que la UOM haya abandonado su vieja aspiración de conducir las 62). Estos hechos pueden ser la semilla de cambios muy profundos. Manolo Barge, en su inimitable estilo, lo explica aquí y aquí.

Pero tengo que decir que, siempre inclinado a la realpolitik, encuentro la sugerencia más provocativa en un comentario que un habitual navegante de la blogosfera, no peronista, Andrés, hace en uno de esos posts de Manolo:

«El problema con la (dirigencia sindical) es que, por la forma en que insertaron su poder de negociación en la economía, sólo podían actuar bajo el mecanismo de negociación dentro de los marcos socioeconómicos que nunca intentaron cuestionar (dirigentes empresarios marcando la pauta).

Por eso, cuando vino la gran reforma económica del menemismo, se quedaron sin rol que cumplir, ya no los necesitaban, ya no era necesario negociar con ellos. Por eso no pudieron hacer nada, porque no sabían cómo orientar ese fenómeno de la desocupación masiva en el área metalmecánica. No habían desarrollado alternativas.

Podrán hacer algo distinto en el futuro? Sólo si se comprometen en la dirección de la economía, estilo ANSeS en el directorio de las grandes empresas, y para eso deberán apoyar un modelo de país donde no le dejen la exclusiva iniciativa a los empresarios, como de los 50 a los 70.

De esa manera, se harían parcialmente responsables de las estrategias y sus resultados, algo bastante más complejo que limitarse a reclamar aumentos de salarios por avance de la inflación o de la productividad«

12 Responses to Políticos, empresarios, sindicalistas. Y el futuro

  1. Gerardo González dice:

    En un gobierno republicano con elecciones periódicas, los argentinos han puesto sus esperanzas en los candidatos presidenciales, sabiendo que solo desde allí puede cambiarse, aunque sea un poco, el estado de las cosas. Alfonsín, Menem, Remenem, De la Rúa, Kirchner, su esposa.

    2011 se parece a la Re-re de Menem. Epa: un tercer mandato es mucho! Según pasan las semanas el gobierno parece embarcado en una táctica de elección de enemigos cambiante. Ahora el monstruo es Clarín y lo de los jueces no fue más que un ladrido.

    Da risa oir a Alberto Fernández queriendo echar a todos los viejos por la ventana.
    Argentina es el país de los jóvenes viejos de espíritu, de propuesta, de actitud.

    La aproximación CGT-CGA es al único efecto salarial.
    Y la autocrítica por los compañeros desocupados de la UOM resulta un poquito tardía.
    Los empresarios recién entrarán a tallar en marzo 2011, según caigan las hojas del calendario. Gestitos sí.
    Creo que, si hay internas en el PJ, los no K se unificarán, salvo que el tercero ególatra saque 6% en las encuestas.
    Si hay internas, NK pierde por goleada, porque muchos no peronistas irán a votar.
    La «tensión» surge de la impotencia de todos hasta las votaciones mencionadas.

    Por eso todo será menor, chicaneo, aspavientos, gestos y gestitos, hasta marzo del año que viene.

    HAY QUE ESPERAR.

  2. manolo dice:

    Abel
    Mientras la discusión interna del Movimiento se polariza entre HV y JA, con la frivolidad típica de Intelectuales de café.
    Los Paulistas están muy reocupados por nuestra infiltración metodologíca; y no lo dicen los émulos de los habitúes de los programas de cable.
    Sino señores Intelectuales en O Estado de Sao Paulo, que verbalizan los temores de las Elites paulistas.
    http://deshonestidadintelectual.blogspot.com/2010/04/serra-la-burguesia-paulista-y-el.html
    Fernando Henrique Cardozo, José de Souza Martins, Renato Janine Ribeiro, Renato Lessa; y en nota aparte, Arnaldo Jabor; nos dieron fruta en los últimos 20 días.
    Dándole soporte a la tesis de Serra de “zafar” del Mercosur; y no es porque los números de la economía les den mal.
    O Moreno, y los Kirchner, les pongan trabas, a SUS exportaciones.
    Sino porque sienten que, sus posiciones de elites Empresarias y Políticas, están amenazadas por el mal ejemplo del vecino.
    La supresión de las fronteras provoca efectos no deseados.
    Seria interesante que, los Compañeros Disidentes y Federales, analizaran los artículos.
    Por lo menos para remplazar sus autores de cabecera; FHC es una pluma más consistente que Tarragno y Carrio. ;-P
    Un abrazo peronista.

    PD para el Compañero Harry; ¿estamos la ganando la guerra continental gramsciana, y no nos damos cuenta? ;-P

  3. EduA dice:

    Manolo:

    Acabo de leer su comentario aquí tras haber comentado en su entrada, la que refiere arriba. (¿Por qué será que Ud. a veces es más claro en los comentarios en otros blogs que en sus propias entradas?).

    Honestamente, no me parece que FHC le esté dando letra a Serra para zafar de la Argentina por el “mal ejemplo” del peronismo; lo critica, pero FHC apunta a otra cosa bien distinta. No sé si FHC también cree, como Serra, que el Mercosur es un lastre para el Brasil. Toma ciertos elementos que le preocupan, que identifica con su concepción sobre el peronismo, pues estima –y concuerdo con él-, que es algo que no favorecerá a resolver los problemas reales del Brasil sino a retrasar su abordaje. Casi todo lo que dice en ese reportaje -el 90% me animo a decir-, habla de un Brasil que no parece estar en las miras de Serra, un Brasil chauvinista y economicista que, además, según él, no ha sido capaz de crear las condiciones para que se canalicen las tensiones internas de modo constructivo, que no apunta a los valores de fondo (combatir con claridad su desigualdad e inequidad, etc., en vez de crear nuevas formas de desigualdad e inequidad, etc.). (Lo que sigue es y será chicana): a menos que Ud. identifique esta afirmación de FHC como una de las facetas del subperonismo que Ud. interpreta que FHC agita para darle letra a Serra et al.: “Em síntese, mesmo em plena democracia, as forças reais de decisão no Brasil estão se constituindo num bloco de poder que une setores do Estado com setores empresariais e os fundos. Isso é algo que é preciso discutir”. (En síntesis, incluso en plena democracia, las fuerzas reales de decisión en el Brasil se están aglutinando en un bloque de poder que une sectores del Estado con sectores empresariales y los fondos. Eso es algo que es necesario discutir). ¿Me parece a mí, o está describiendo una forma familiar del “régimen”?

    El artículo de Jabor es, por otra parte, un panfleto notablemente berreta. Él cita a FHC en esta frase: …si continúa el “lulismo” (en lo que ellos señalan como su faceta de colonización del Estado por aparatos)… “»sobrará um subperonismo contagiando os dóceis fragmentos partidários, uma burocracia sindical aninhada no Estado e, como base do bloco de poder, a força dos fundos de pensão» (… permanecerá un subperonismo contagiando los dóciles fragmentos partidarios, una burocracia sindical anidada en el Estado y, como base del bloque de poder, la fuerza de los fondos de pensión). En otras palabras, si yo fuese brasileño, describe algo que yo también trataría de evitar, si no lo tuviera, pues describe un Estado cooptado por UN partido. Pero, de ahí a colegir que ésa es una razón para abandonar el Mercosur…., me parece que hay un trecho como de acá a Ulan Bator. Brasil necesita de la Argentina. En el comentario en su blog expliqué por qué, desde mi punto de vista, Serra no podrá materializar lo que dice; la lógica económica vigente en el Brasil lo impedirá, a menos que devalúen. Y si devalúan, es muy probable que sea la Argentina la que no pueda seguir soportando seguir estando…., sobre todo si siguen los K a partir de 2011 y siguen aplicando su modelo insostenible de ahí en más. No habrá ancla por tipo de cambio que le permita zafar (a la Arg.). Y, si se corrige el resto, la Argentina deberá preguntarse –y contestarse- si quiere un rol de subordinación a nuestra China regional, o decidirse por desarrollarse en serio de una buena vez para resolver sus propias desigualdades e inequidades.

    Abrazo.

  4. ayjblog dice:

    A riesgo de ser tildado brasilofo, que empiece una cierta clase de peronismo en Brasil quizas sea consecuencia de la incorporacion de mucha clase media (analogias abstenerse), y no se si les gustara.
    Pero, de todas formas, que un candidato diga huyamos del mercosur es un aliciente, capaz que hasta se van con culpa (y mi alegria), no creoque Brasil necesite de la Argentina, quizas solo para que no tengan un polo opuesto, nada mas, y si devaluan, cosa que quizas no ocurra si China revalua (eso si lo dudo, Colbert esta vivo), nos pasara como en el 99? en ese momento debimos irnos, sin decir nada.

    en fin saludos cordiales

  5. manolo dice:

    EduA.
    Estimado; en esta nota de La Nación, Orlando Ferreres, toma la posta de FHC; con el sesgo propio, naturalmente.
    http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1258549
    Ahora bien, las diferencias en los “Diagnósticos”, están íntimamente relacionados con los puntos de partida.
    En mi caso, yo “creo”, que estamos frente a una sustitución de elites.
    La Inflación, y la inestabilidad Institucional, son subproductos de esa puja.
    No hace falta apelar al Marxismo o a Pareto, con Arnold Toynbee alcanza y sobra.
    La elite pierde su creatividad y capacidad de reclutamiento; solo se dedica al Orden Publico, aun al precio de la Opresión; en lenguaje del Ingles se convierte en una Minoría Dominante.
    Mientras tanto, el proletariado interno, busca sacudirse de encima a las Minorías Dominantes.
    Conducidos por los reclutas rechazados; Boves y los Mantuanos es un ejemplo clásico.
    Bolívar, que era un Mantuano, solo pudo lograr la victoria cuando termino aceptando a los Páez con pares.
    Ahora bien, todo lo anterior es un punto de vista personal; y como tal es fácilmente rebatible según los Paradigmas Políticos y Económicos, vigentes hasta la Crisis Global.
    Aquí tenemos un problema mayor; según esos Paradigmas el peronismo y el radicalismo dejaron de existir, son cadáveres insepultos.
    Pero, fuera de nuestras fronteras comenzaron a hablar de Perón, el Peronismo, el Vandorismo (que es la Burocracia Sindical como contrapoder).
    ¿Cuál es el motivo de que recurran al fantasma?
    En Brasil, que tuvieron a un precursor de Perón, Vargas; creador del Estado Novo, bien fascista.
    Reconocen que a diferencia del trabalhismo, en nuestro país se dio una irrupción popular que barrio con la mayoría de las elites.
    Que todos los intentos por destruirlo, absorberlo, o disolverlo; fracasaron.
    Sin importar los niveles de violencia o retorsión.
    Las elites brasileñas, que son tan compactas socialmente, como las chilenas o uruguayas; temen ser desplazadas por estos intrusos.
    Y ellos nunca tuvieron un sistema de partido de masas, tan amplio, y diversificado como el argentino.
    En cuanto al “problema” del régimen, ¿hablamos del PRI, o del Pentapartito Italiano?
    Los P perdimos, y perderemos elecciones, y es difícil que se nos acuse de fogonear golpes contra gobiernos elegidos “sin proscripción”.
    ¿Tengo que recordar el apoyo del pejotismo y la burocracia en Semana Santa?
    En resumen, los brasileños no tienen nada parecido a la UCR, que les permita encausar el aluvión.
    Por eso temen el aluvión zoológico.
    Un abrazo afectuoso.

  6. manolo dice:

    Ayj
    Estimado amigo, justo cuando tenemos contra las cuerdas a los brasileños, ¿Ud. nos pide que los dejemos irse?
    A estas alturas, Brasil no puede darse el lujo de abandonar el subcontinente.
    Es como si la PBA repudiara a la Confederación Argentina.
    Los otros constituyentes de BRIC se los comen crudos.
    Un abrazo

  7. EduA dice:

    Concuerdo con lo que dice, Manolo, excepto en un punto: yo diferenciaría –tal vez me equivoque- entre FHC y Serra (diferenciación que, por otra parte, FHC se encarga de remarcar en ese reportaje, a través de señalar la cualidad de “rengo” de Serra, y las visibles diferencias entre lo que dice y lo que Serra privilegia). En esta saga mediática y de carrera por el poder, Serra es la cabeza visible de las élites brasileñas.

    FHC habla como político, como hombre de poder e influencia local e internacional, pero también como sociólogo. Creo que el sociólogo halla en lo que devino el peronismo práctico (a lo largo de décadas) la caracterización de lo que quiere señalar como elementos que identifica como retardatarios para una transformación profunda y positiva del Brasil, definitiva, como augura, de su inequidad y desigualdad; un Brasil de valores, y no economicista, aunque dando a la economia por descontada como trampolín que habilitaría esa transformación. Creo que no se funda en el varguismo porque no cuajó, no tuvo esas décadas, porque está menos instalado en el imaginario social brasileño (jamás le escuché a un brasileño mencionar a Vargas, y tengo bastante contacto con ellos). Se puede estar de acuerdo con FHC o no, pero me parece que su caracterización (aunque no le guste a los peronistas) es de buena fe, la mejor que encontró para ilustrar lo que quiere decir.

    En cambio, el uso que otros hacen de sus dichos es otra cosa. Basta leer el artículo berreta de Jabor. Pues está claro que lo que Serra personifica no es ese Brasil de valores, no economicista, que apunte a dar batalla final a la inequidad y desigualdad atávicas. Y la tarea de Jabor es bombear a Serra. Para ese fin, lo dicho por FHC les es funcional para agitarlo como fantasma, seguramente tan algo real como exagerado. Creo que lo puede hacer porque es probable que en el imaginario social brasileño el peronismo represente un valor negativo.

    Abrazo.

  8. […] el debate sobre el Mercosur, y aquí en Argentina mis amigos Manolo y EduA lo han tomado, aquí y aquí, conviene que lo tengamos […]

  9. Andrés dice:

    Buenas Abel,

    Gracias por la mención.

    Quería aprovechar que hoy salió una noticia casi superflua de un largo conflicto que mantienen varios gremios aeronáuticos para mostrar cómo ciertas actitudes minan severamente el proyecto de un sector, y cómo una nueva oportunidad en Aerolíneas puede irse a la cloaca por la miopía de ciertos sectores sindicales.

    Quienes pierden son los pasajeros (que eligirán de ser posible otras compañías en el futuro para no verse abrochados) y las empresas auxiliares que proveen a Aerolíneas.

    Quienes ganan son los que defenestran al estado («viste que el estado no puede administrar una empresa eficientemente?») y los que piden la destrucción del poder sindical, además de la UCR que pidió la liquidación de la compañía (algo que ganará en adeptos si este puterío sigue en AA).

    ————————–

    http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-144804-2010-04-29.html

    Gremios en conflicto, con la compañía y entre sí

    Más de una docena de vuelos cancelados y otros tantos demorados. Este era el panorama hasta el mediodía de ayer en el servicio de Aerolíneas Argentinas, cuando su titular, Mariano Recalde, iniciaba junto al secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, una nueva ronda de reuniones con los gremios del personal que se encuentra en conflicto. El martes habían quedado en tierra 20 vuelos programados y los pronósticos para hoy eran disímiles: mientras los gremios de los técnicos y comandantes de vuelo aseguraban que el “quite de colaboración” se mantiene al menos hasta hoy, las autoridades confiaban en encontrar anoche una solución que destrabara el conflicto.

    La situación en el Aeroparque Metropolitano, durante el día de ayer, fue similar al de las jornadas anteriores: vuelos cancelados, otros con demora y, finalmente, algunos en suspenso o con la indicación “consulte a la compañía”. Los vuelos que debían partir en horas de la mañana hacia El Calafate, Ushuaia, Iguazú, Córdoba y Mendoza fueron cancelados. Tampoco partió el que debía traer pasajeros desde Iguazú a Buenos Aires. Los vuelos internacionales que parten de la misma estación aérea también sufrieron inconvenientes: los que debían partir a Santiago de Chile y a Río de Janeiro estaban demorados y su salida seguía siendo condicional hasta entrada la tarde.

    Lo incomprensible para toda persona ajena al conflicto es que éste se haya disparado a partir de la designación de un gerente de operaciones. Del responsable de esa área dependen las decisiones sobre el diagrama de vuelos y la designación del personal para los mismos. Tras un concurso, Recalde había ubicado en ese cargo a Guillermo Ballesteros, un hombre que cuenta con el favor del gremio de los pilotos (APLA), pero es rechazado por técnicos (APTA) y comandantes de vuelo (UALA). Buscando evitar que la Gerencia de Operaciones quedara presa de una disputa entre gremios, Recalde decidió reemplazar a Ballesteros, a pocas semanas de nombrarlo, por Andrés Fabre Robles. Pero esta definición provocó una renuncia en masa de pilotos ligados a APLA (alrededor de medio centenar).

    Recalde repuso entonces a Ballesteros en el cargo para conformar a los pilotos, pero sólo consiguió que el poder de fuego –la presión– cambiara de manos: desde el viernes, técnicos y comandantes están en quite de colaboración, complicando el diagrama de vuelos.

    El vidrioso conflicto fue minando la capacidad de conducción de Recalde, que inclusive habría ofrecido su renuncia, rápidamente de-sestimada. Sin embargo, ayer renació el entusiasmo tras las reuniones que mantuvo al mediodía, junto a Schiavi, con los representantes de los comandantes de vuelo, encabezados por Jorge Pérez Tamayo, y posteriormente con los técnicos aeronáuticos, con una conducción dividida pero en la que pesa fuerte Ricardo Cirielli. Aunque se desconocen los términos del eventual acuerdo, anoche las autoridades esperaban poder reunirse con los pilotos (APLA, conducida por Cristian Erhard) para alcanzar una solución definitiva

  10. Abel B. dice:

    Criticar al sindicalismo es válido, y necesario. Pero es muy engañoso enfocar sus errores co anteojeras.

    Es cierto que el sindicalismo no asume responsabilidad por la producción. En el esquema actual, no tiene por qué asumirla. Por eso rescaté su planteo de alguna forma de accionariado obrero (Ojo: cuando está en peligro la fuente de trabajo, el sindicato, por lo general, se preocupa, más allá de las formalidades).

    En Aerol.Args., sus sindicatos han sido abusivos, en ocasiones, CUMPLIENDO SU TAREA NATURAL: enfrentar al patrón. Pedirles que sean «buenos» es tan irreal como pedir al empresario que no suba los precios. El que falla aquí es el funcionario que ocupa el lugar «patronal» y que le resulta más fácil conceder. Total las pérdidas no salen de su bolsillo y no ponen en riesgo su cargo. Especialmente cabe al funcionario de más alto nivel – que ocupa el lugar del inversor privado – y que acepta un esquema inviable. Total los problemas no se notan… pronto.

    No podemos tener un Estado en serio sin empresas estatales en serio. Es la asignatura pendiente K; más, la crítica más dura que se les puede hacer. No que los gobiernos anteriores, en el último cuarto de siglo, tienen mucho para mostrar.
    Un abrazo

  11. Larry dice:

    Me alegra saber que te gustó el post.

    Saludos Chiflados!

    Larry

  12. Andrés dice:

    Abel,

    Yo concibo a la tarea natural del sindicato la de mejorar o al menos mantener la calidad de vida de sus representados. El enfrentamiento con la patronal se alinea con ese objetivo primordial, pero no es el fin ni el medio último.

    Lo ideal sería la participación conjunta sindical/empresaria que se dio en Alemania en la posguerra y que fue pieza clave para que surgiese el milagro alemán, donde se compartieron y disputaron esfuerzos y beneficios.

    Creo que todos los sectores son responsables en alguna medida de la inoperancia de las empresas públicas, entre ellos los sindicatos, por ello yo no pongo toda la carga en las espaldas de los funcionarios estatales.

    Saludos,

    Andrés

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